Mientras que los aficionados rojiblancos no se han apretado el cinturón para seguir al equipo, han renovado su abono el 96% y sólo un millar de ellos han cambiado de ubicación (¡El 50% a una más cara!), Cerezo y Gil Marín parece que sí han tenido que hacerlo.
Hasta la fecha, el desembolso sólo asciende a 5,5 millones de euros por Asenjo, bien regateados y requeteregateados, y 1,5 por el joven Cabrera, de los que dicen alguno se ha llevado tajada. No hay dinero para el organizador tan anhelado.
REYES, JURADO Y CLEBER DEBEN "SORPRENDER"
Por ello, anoche, tras la victoria 1-2 ante el Benfica, Abel aseguraba que este año “se puede sorprender a los rivales con un 4-2-3-1” en el que “Reyes, Jurado y Cleber” tengan un papel preponderante…
“Tengo buenas sensaciones”, decía el toledano. Con qué poquito se tiene que conformar el bueno de Abel, mientras Guardiola, con lo que tiene, padece “sensaciones” contrarias que llevan a su directiva a empaquetar a Etoo para traerle a un tal Ibrahimovic.
A lo que voy con todo esto, es que parece ser que futbolistas con el cartel de transferibles como Reyes, Cleber y, en menor medida, Jurado, se tendrán que quedar en el Calderón con la obligación “de ser importantes”…
De los tres, sólo Jurado se ha ganado el derecho a volver, con una temporada excepcional en Mallorca, erigido en muchos momentos como líder, y resolviendo una de sus asignaturas pendientes con nota: ha marcado nueve goles. Además, el gaditano juega en el puesto vacante y algunos sueñan con que pueda ser nuestro Silva. Otro de sus hándicap era la ausencia de confianza. Este año viene con el depósito a tope de ella, y ayer lo demostró con un par de filigranas de esas que hay que atreverse. Habrá que ver lo que le dura si prueba el frío banquillo.
REYES VALE MENOS QUE CHENDO...
En lo que respecta a Reyes, dicen que destacó contra el Colmenar (con suerte, igual hasta yo destaco) y anoche sólo la tocó al inicio para perderla en cada jugada. En el Benfica no ha rendido como para repescarle, pero con la salida de De las Cuevas y el apartamiento de Luis García (¿Alguien sabe exactamente cuál ha sido el acuerdo con el catalán?, que no ha vuelto ni a entrenar y, a mi juicio, es bastante más profesional al menos que Reyes) se tendrá que quedar porque no hay extremos.
Para muestra un botón: el Benfica no ha querido pagar los siete millones de euros que debía para quedarse con el utrerano (dinero que en el Calderón se hubiera recibido con los brazos abiertos), por el contrario, han pagado cinco por Saviola y ¡siete! por Javi García. Los suplentes del suplente en el Real Madrid, que sólo jugaban en las pachangas de entrenamiento y cuando a Chendo le dolía el tobillo, valen más que Reyes…
En cuanto a Cleber, prefiero no hablar. Muchos rememoran sus dos golazos, el de chilena y el marcado regateando a tres fantasmas en el Bernabéu en la última jornada. Yo recuerdo el que se metió en propia puerta el año anterior y nos privó de las semifinales de Copa ante el Valencia. Que se pongan un vídeo de su repertorio como rojiblanco y decidan si debe quedarse.
YA SE HAN OLVIDADO DE MANICHE Y SEITARIDIS...
El problema de todo esto es que si no hay llegadas, visitantes indeseados acaban convirtiéndose en inquilinos permanentes para ocupar las habitaciones libres. Y eso tiene muy malas consecuencias. El fútbol no tiene memoria ni tan siquiera a corto plazo, pero sólo hace un año de que a Maniche y a Seitaridis se les estaba buscando salida desesperadamente.
Ni vino un mediocentro (Banega a última hora), ni vino un lateral, lo que hizo que los golpes de pecho y los besos en el escudo del portugués en el Teresa Herrera desembocaran en el Calderón coreando el “¡Maniche, Maniche!” a finales de septiembre, el día en que metió su único gol de toda la temporada. El amor a los colores del luso no llegó a diciembre y antes de acabar el campeonato se le dio el finiquito junto a su amigo Seitaridis.
No se puede decir que el rendimiento de ambos no fuera el esperado, ya que por algo se les quería “colocar” en el verano de 2008. Por ello, esta temporada, cuando Reyes, Cleber o Valera hayan decepcionado allá por el mes de diciembre (ojalá me equivoque con el utrerano, al que tengo una fe casi masoquista), que nadie se tire de los pelos.
PD: Si Abel no quiere a Maxi, ¿por qué no se le vende aún que están a tiempo? Se terminará marchando gratis el año próximo…