MÓNACO 1-2 ATLÉTICO
Goles: Diego Costa, Giménez.
En las dos
últimas temporadas en las que el Atlético de Madrid tuvo el privilegio de
alzarse como campeón de Liga, sus inicios de campeonato fueron inmaculados: en
el último (2013-2014), con el Cholo en el banquillo, se ganaron de forma
consecutiva las ocho primeras jornadas; no se cayó hasta la novena fecha (1-0
con el Espanyol); y se acabó la primera vuelta con unos números casi perfectos:
16 victorias, dos empates (1-1 en Villarreal y 0-0 con el Barça) y la única
reseñada derrota.
En el
anterior (1995-1996), con el Cholo de jugador, el comienzo fue similar: se
ganaron las cuatro primeras jornadas (Real Sociedad, Racing de Santander,
Athletic y Sporting), para encadenar diez triunfos y sólo dos empates en el arranque. La
primera derrota no llegó hasta la jornada... 13... en el Bernabéu... contra el
Real Madrid.
EN 2014 Y 2016 SE EMPEZÓ GANANDO... Y A LA FINAL
En la
Champions, la carrerilla inicial fue también fundamental para llegar a la
Final. En la 2013-2014 la primera fase fue sobresaliente: cinco triunfos y un
empate en San Petersburgo (ya matemáticamente clasificados). Después, una
trayectoria imperial en los cruces para alcanzar la Final de forma intachable y
como invictos: Milán (0-1 y 4-1); Barça (1-1 y 1-0); y Chelsea (0-0 y 1-3).
Y en la
2015-2016, el comienzo fue algo más titubeante, pero se terminó de manera
imponente. Eso sí, en la primera jornada también se ganó: 0-2 al Galatasaray;
después, derrota con el Benfica (1-2); victoria y empate con el Astana (4-0 y
0-0); para cerrar la primera fase ganando: 2-0 al Galatasaray y devolviendo el
1-2 al Benfica.
En las
eliminatorias, se empezó tímidamente con el PSV (sendos 0-0 y a cuartos en los
penaltis); para después cargarse a dos bestias: Barcelona (2-1 y 2-0); y Bayern
de Múnich (1-0 y 2-1).
EL AÑO PASADO, 0-0 EN ROMA... Y LUEGO EL QARABAG
El año
pasado no se pudo ganar en la jornada inaugural (0-0 en Roma, pese a ser mejor)
y esa rémora se arrastró el resto de la liguilla, hasta el punto de quedar
fuera gracias, en gran medida, al potente Qarabag azerbaiyano (0-0 y 1-1).
Tampoco se
ganó en la primera jornada de la 2014-2015, derrota 3-2 con el Olympiacos, y no
se pasó de cuartos. Mientras que sí se empezó ganando en la 2016-2017, 0-1 al
PSV, y se terminó llegando a semifinales.
SI EL ATLETI
DEL CHOLO GANA LA 1ª JORNADA, MÍNIMO SEMIFINALES
Por eso, es
tan, tan importante la victoria que el Atlético de Madrid logró este martes en
Mónaco, además remontando el golpe inicial asestado por los franceses. Si nos
agarramos a los números, siempre que el Atleti del Cholo ha comenzado la
Champions ganando ha llegado, al menos, a semifinales. Buen presagio. Y
necesario, muy necesario, era el triunfo en el Louis II de Mónaco, más teniendo
tan frescos en la memoria el batacazo del año pasado en la primera fase y el
mal inicio liguero de esta temporada.
ACCIDENTES ATRÁS QUE RECUERDAN A OTRAS ÉPOCAS
Por eso,
cuando a los 18 minutos Saúl eligió mal controlando un balón con el pecho en la
frontal de su área, Falcao (que salió con un hambre voraz en el reencuentro) le robó la cartera,
y la pelota acabó en la red con un remate de Grandsir (1-0), invadieron mis
pensamientos fantasmas de otras épocas.
Errores tan
groseros como éste, jugadas de rebotes como el sábado pasado ante el Eibar, o
el maldito resbalón de Godín hace dos jornadas en Vigo, eran accidentes más
propios de hace no tanto tiempo, cuando los protagonistas de rojo y blanco (en
general) y de nuestra defensa (en particular) eran otros muy distintos. No hace
falta que se los nombre, pero lo voy a hacer: Seitaridis, Ze Castro, Fabiano
Eller y Pernía podían conformar una defensa titular del Atleti hace sólo diez
años... No son tantos (años)... ellos ya eran demasiado... ¡Y juntos!
El golpe
monegasco se hacía aún más pesado teniendo en cuenta que el Atleti había
ejecutado un gran arranque de partido, dominando con claridad, con un gol
anulado a Godín (¡Qué mala suerte está teniendo en este principio de
temporada!) por una falta inexistente de Giménez, y con una clarísima ocasión
de Costa tras asistencia de Griezmann (rayó a gran nivel) que lamió el poste.
LAS PESADILLAS SE ESFUMARON CON LA CONEXIÓN KOKE-GRIEZMANN-COSTA
Así que
durante unos minutos, todas las pesadillas relacionadas con esta competición
empezaron a arremolinarse en las cabezas de los aficionados colchoneros. Por
fortuna, no duró mucho la angustia. En el 31, se juntaron el talento y el
instinto matador rojiblanco: gran balón al primer toque de Koke para Griezmann,
que toca también de primeras dejando solo a Diego Costa, y el hispano-brasileño
supera a Benaglio por el palo corto. 1-1. Ya hacía menos frío.
Con el gol,
el Atleti recuperó la confianza y el control del encuentro. Y al borde del
descanso, se puso por encima en el marcador. Córner botado por Koke desde la
derecha y cabezazo imponente e inapelable de Giménez que no puede despejar
Benaglio (1-2). En apenas 15 minutos los rojiblancos (ayer blanquiazules... Lo
siento, pero con esta tercera equipación me parece que estuviera animando al
Espanyol...) habían remontado el choque. ¡Y qué buena noticia es volver a hacer
daño a balón parado!
SEGUNDA PARTE BIEN CONTROLADA
El inicio de
la segunda mitad fue como la primera: dominio claro de los colchoneros y otro
gol anulado (esta vez bien) por fuera de juego de Diego Costa. Koke protagonizó
su mejor partido en lo que va de temporada, manejando con clase, junto a
Rodrigo, el medio campo; mientras que Griezmann aparecía en línea de tres
cuartos para poner el picante.
Los minutos
fueron corriendo de forma intrascendente, Lemar volvió a saltar a su estadio y
fue recibido con una ovación (eso en España no pasa), y el Mónaco lo intentó
algo más al final, más por la inercia del local que por empuje y juego. Pero el
Atleti resistió con el orden y la seriedad habituales, con un Giménez imperial
por alto, y sólo un cabezazo fuera de Glyk enfadó a un Oblak que no tuvo ni que
intervenir.
En resumen,
tres puntos vitales para iniciar con buen pie una senda que debe terminar en
casa. Dice el refrán que lo que bien empieza bien acaba, y el Atleti del Cholo ha
cumplido este axioma en Champions casi hasta las últimas consecuencias. El
rumbo en Europa ya se ha tomado en la dirección correcta, y ahora la obligación
es la de enderezarlo en la competición doméstica. Getafe, allí donde antaño
comenzara el "final a final", es la parada para empezar a recuperar los puntos
perdidos.