viernes, 29 de enero de 2010
Un Atleti profesional
El uruguayo, persona por lo que cuentan reservada y amigo de pocos amigos, es alguien que cumple con su trabajo habitualmente de forma pulcra (exceptuando los borrones que este año está haciendo a su dilatado expediente) y es un hombre con el que no parece recomendable quedarse a solas en un callejón oscuro... o con un balón apurado cerca de tu área. En ambos casos, te mete la estocada hasta el fondo.
Bien pudo comprobarlo anoche Noguerol, que se entretuvo tiempo de más con el balón en los pies y fue a regalárselo al uruguayo. Donde se la clavó a Yoel podrá explicarlo bien el portero vigués: abajo, donde duele. Que se lo pregunten a Noguerol.
UN PARTIDO DE SEGUNDA
Su gol, salvó una primera parte atlética muy trabada. “Parece un partido de Segunda”, pensaba. Paradójico, cuando sobre el campo estaban un equipo que este año ha jugado la Champions y otro que dicen juega como si fuera de Primera.
Hasta la llegada del gol de Forlán, en el minuto 27, el choque había sido eso, de Segunda. Trabado, oscuro, farragoso, atropellado, confuso. Ninguno de los dos equipos acertaba a dar más de dos pases consecutivos, cada balón se disputaba al límite y era común ver jugadas con constantes pelotazos de uno a otro lado, sin que nadie acertara a bajar la pelota.
Eso sí, si alguien lo hacía, era el Celta, que centraba desde la derecha obligando a De Gea a blocar por arriba, salvo un par de ocasiones en las que la pelota llegó a Botelho, pero en ambas su disparo no entrañó ningún peligro.
En el Atleti, sólo Tiago ponía algo de clase, en lo que apunta al primer fichaje de invierno acertado en los últimos... ni me acuerdo.
El gol de Forlán afectó al Celta, y el camino hacia el descanso transcurrió plácido, con un Celta desencajado y un Atleti aliviado.
LO VIVÍ CON TENSIÓN
Hay partidos anodinos, sosos, de esos encuentros de Liga a los que de cuando en cuando nos acostumbra el Atleti, en los que un gol de los nuestros no sale de la garganta como disparado, automático, con fuerza.
En esos días, uno se pregunta si le estará perdiendo el gusto a esto, si la magia rojiblanca que lo encandiló de pequeño no se estará esfumando, y el seguimiento a estos colores no se habrá convertido en una inexorable rutina que uno no puede dejar, pero que no tiene la excitación de los primeros años.
En noches como ayer uno se da cuenta de que no. La tensión con la que espera sentado frente al televisor el inicio del partido, la angustia de ver cómo pasan los minutos y se imagina un escenario así, insoportable, en la recta final del encuentro, y el gol, ese gol que te hace levantarte del sofá, como en el Calderón, y gritarlo, pensando después si te habrán escuchado los vecinos.
Que sí, que enfrente estaba un equipo de Segunda, que era nuestra obligación... pero estamos en semifinales, y la final está ya sólo a un paso. Y eso hace diez años que no lo vemos...
LOS GOLES QUE NO FUERON
De igual manera salté con el gol del Kun, a medio terminar la cena, recién iniciada la segunda parte. Fue una gran contra. Assunçao para Reyes, apertura de primeras a Ujfalusi y el centro de éste lo controla Agüero con sangre fría y define con calma ante Yoel. Era el 0-2. La sentencia. El billete a semifinales ya sellado. Pero no subió al marcador. El Kun estaba ligeramente adelantado. Y el linier lo vio.
Como tampoco subió al tanteador pasado el cuarto de hora una falta directa lanzada antes de tiempo por Trashorras. El árbitro estaba apuntando y no se puede sacar en ese caso. Pero el nudo en la garganta que se me creó al ver el balón dentro no me lo quita nadie.
LA MAGIA DEL KUN Y LA PUNTILLA QUE NO LLEGA
Los minutos fueron pasando sin agobios, y en algunas fases del choque los rojiblancos jugaban cerca de la portería celtiña, lo que evitaba sufrimientos innecesarios. Como una jugada del Kun, que me recordó al gol que le hizo al Levante, también en Copa, en su primer año. Recorte hacia dentro, hacia fuera y ¡pum! Zurdazo letal. Esta vez, se la sacaron en el segundo recorte. Aunque eso posibilitó después un precioso autopase de tacón con el que dejó sentado a dos vigueses. Sublime.
En los instantes finales Simao pudo sentenciar, pero tiró al muñeco, y Forlán pudo hacer lo propio tras una nueva gran jugada de Agüero. Su disparo flojo y al centro se coló por debajo de las piernas de Joel... pero no entró.
EL SUFRIMIENTO CRÓNICO
Y como no puede haber victoria atlética sin sufrimiento, un cabezazo al larguero de Joselu después de que Toni rompiera a Ujfalusi nos los puso de corbata... con perdón.
Como el Atleti es el Atleti, recé hasta el último instante para que no nos marcarán... y para que Quique no quitara a Agüero y a Forlán. ¿Se imaginan que el Celta hubiera empatado en el 93? ¿Quién hubiera metido los goles en la prórroga? ¿Jurado?
El caso es que el Atleti terminó el choque sin sus estrellas, pero en las semifinales. La ida será en casa (pensaba que era la vuelta y ya soñaba con celebrar el pase a la final en el Calderón).
Al menos anoche, el Atleti demostró su profesionalidad. Algo que, como el valor a un soldado, se les presupone. Pero no siempre lo demuestran...
miércoles, 27 de enero de 2010
Estadísticas sorpresivas: el Atleti tira más que el Barça
Cuando ayer ojeaba las páginas del diario El País de mi compañero de Master Diego, me sorprendí con estos chocantes números: el Real Madrid es el que más remata (377 disparos), seguido del Atlético (298), por encima de los 287 tiros del Barça.
Lo del Madrid es normal (tiene una cifra de goles a favor similar a los blaugrana), pero ¿lo del Atleti? Uno no puede dejar de escandalizarse cuando además presencia 'in situ' todos y cada uno de los choques de los rojiblancos y, para su desgracia, acaba muriéndose del aburrimiento en muchos de ellos (ejemplo, los dos últimos oficiales).
El truco está en que son disparos, vayan a puerta o al segundo anfiteatro, y mientras que los de Messi, Ibrahimovic y compañía suelen acabar en las redes, los de los rojiblancos terminan más en la castigada grada.
Ejemplo de esto es nuestro flamante Bota de Oro, Diego Forlán. El uruguayo aparece como el tercer futbolista de la Liga que más remata (70 disparos), sólo superado por David Villa (76 tiros y 14 goles) y Cristiano Ronaldo (78 disparos y 11 goles).
Forlán sólo suma a mitad de campeonato ocho goles, muy lejos de los 32 que el año pasado le hicieron encumbrarse como Pichichi.
El Atlético sólo copa el podio en tres guarismos, pero en uno de ellos lo encabeza. ¿Adivinan cuál...? Faltas cometidas. ¿Y saben quién se lleva la palma? Paulo Assunçao.
El brasileño, expulsado dos veces en la última semana, es con 60 faltas cometidas el jugador de la Liga que más “cera” reparte (unas cuatro faltas por partido) por encima de, curiosamente, el delantero del Athletic Fernando Llorente (52 faltas) y el homólogo de Assunçao en el Real Madrid, Lass Diarra (49 infracciones).
Mañana en Balaidos estas estadísticas no valdrán para nada, ya que estamos hablando de la Copa. Ahí sólo contará el 1-1 de la Ida, y los datos que nuestros futbolistas tendrán que tener en cuenta son sólo los siguientes: diez años sin una final. Catorce años sin un título.
A ver si mejoran eso...
domingo, 24 de enero de 2010
En territorio vikingo, decidió un canterano colchonero
En sus inicios, los del Coliseum tenían que “conformarse” con futbolistas prestados por el Atleti (Sergio Sánchez, Iván Amaya, Cubillo, Diego Rivas, Gabi, Contra, Paunovic...) ante la falta de magnanimidad del gran Florentino Pérez.
Con el paso del tiempo, el Getafe se fue asentando y dio el “salto de calidad”, pasando a ser ahora jugadores con pasado madridista los que ponen rumbo al sur de la capital.
De esta forma, los azulones han plantado hoy sobre el campo a cuatro ex madridistas: Codina, Miguel Torres, Parejo y Soldado.
UNA GRADA BLANCA
La decoloración del rojiblanco al blanco se ha producido en el campo, pero en la grada siempre fue así. Empezando por el presidente, la afición del Getafe son simpatizantes del Real Madrid que juegan a ser del Getafe.
Eso hace que un rojiblanco en el Coliseum se sienta en territorio más hostil del habitual, y más en mi caso (de Getafe de toda la vida) viéndote rodeado por conocidos de “pasado” madridista.
Por desgracia para mí (o por fortuna) esta tarde no tuve la suerte de estar en el estadio, como si pude hacer, acreditado, los dos años precedentes.
El equipo volvió a dar una imagen lastimera, aunque yo soy de esos románticos que siguen pensando que si yo hubiera ido al campo hubiera sido diferente...
LA DIFERENCIA ENTRE MANU DEL MORAL Y VALERA...
El partido lo resolvió un futbolista que, en esos primeros pasos del Getafe en la élite, peleaba cedido en el Recreativo de Huelva por volver al Atlético de Madrid. En la 2005-06, tuvo su “oportunidad” en el primer equipo, pero apenas disputó cinco partidos (sólo dos como titular) tapado por futbolistas como Kezman, Galletti o Petrov. Éste es su bagaje en el Atlético de Madrid. Estoy hablando de Manu del Moral, por supuesto, el hombre que hoy, con su gol, ha noqueado al Atleti.
Sería ventajista hablar ahora de que Manu debería estar de rojiblanco (este año se barajó su vuelta por dos míseros millones de euros), pero el club desechó su fichaje en favor de... de no traer a nadie.
Muchos me dirán que Manu no puede estar en el Atleti, que dónde jugaría, que a quién quitaría el puesto. Pero ese mismo año en el que Del Moral tuvo su “oportunidad” también la tuvo otra “joven promesa”. Ésta disfrutó de más partidos, 17 en concreto, y aún hoy continúa en el equipo por sus "méritos propios", supongo. Estoy hablando de Juan Valera.
UN “BONITO” DUELO EN BANDA
El jienense y el murciano han protagonizado un “bonito” duelo hoy en banda. Bonito para Manu, que se la lío al bueno de Valera siempre que quiso. Le sacó una tarjeta, le fintó, le recortó, y le ganó la espalda en el definitivo gol en el minuto 39.
Antes de eso ya había avisado con un tiro lejano que atajó De Gea (otro ejemplo de buen hacer. Finalmente, el canterano del que todos llevaban años hablando es mejor que el portero de los mil millones de pesetas), un precioso pase para Soldado que también salvó De Gea, y una clamorosa ocasión que cruzó fuera por exceso de celo.
Ese duelo en la banda refleja lo acertado de la dirección deportiva del club en los últimos años: unos vienen del Murcia y se premia su constante y demostrada incompetencia con continuidad; otros, salidos de la cantera, tienen cinco partidos y se les manda a crecer fuera.
Y es que el problema de Valera no es sólo que defienda mal. En las pocas ocasiones que el Atleti entró por su banda, el murciano deleitó con balones colgados a la grada de enfrente. Seguro que Míchel se descojonaba en el banquillo.
En el banquillo también estaba Ujfalusi, no comprendo muy bien por qué. Supongo que le estaría reservando para la Copa...
HOY NO ERA EL DÍA (TAMPOCO...)
El Atleti duró cinco minutos. En los que pareció salir con ganas y tuvo un par de disparos desviados de Forlán y Agüero y un tiro de Jurado que atajó Codina.
Después, el Getafe fue creciendo progresivamente, apoyado en esa autopista que generaba Manu.
Por la otra banda, mal que bien, Antonio López frenaba como podía al talentoso Pedro León.
Llegó el descanso, a la espera de una reacción rojiblanca. Pero hoy no era el día (hoy tampoco). Agüero era el que más lo intentaba, pero con escaso acierto. Forlán no estaba y se la regalaba al contrario (hoy también), Simao aparecía poco, y Reyes protagonizó uno de sus peores partidos en los últimos meses, siempre controlando demasiado largo y excediéndose de potencia en sus pases profundos.
Jurado tampoco aportó nada en el sorprendente rombo de Quique (la prensa hablaba de trivote) y dejó su sitio a Tiago, que salió chispeante, pero se diluyó. Se diluyó cuando se quedó solo en el centro del campo, a falta de media hora, ya que Assunçao se autoexpulsó por segundo partido en una semana, lo que empieza a ser preocupante.
El brasileño, que si por algo destaca es por su saber estar sobre el campo, volvió a hacer dos entradas extemporáneas que le granjearon nuevamente una justa expulsión. Y ya se sabe, el Atleti con diez...
Y así se fue acabando el partido, con un único tiro en un rechace de Agüero, y con un Getafe ralentizando el juego con el Atlético a su merced, y con Soldado perdonando en un par de contras.
MI EQUIPO PERDIÓ EN MI PUEBLO...
Mi equipo perdió por primera vez en mi pueblo justo en el día en el que recordaban que era el único equipo de Primera que nunca lo había hecho... ya se sabe, las estadísticas...
Y de esta forma, termina la primera vuelta undécimo con 23 puntos (media de mitad de tabla), más cerca del descenso (seis puntos), que de Europa (diez puntos) y con la obligación de ganar el jueves en Vigo si no quieren que la temporada se haya acabado para nosotros en enero.
viernes, 22 de enero de 2010
Un, dos,tres, responda otra vez....
El problema, que el equipo de Quique es en realidad (tras cinco meses de competición y tres del entrenador madrileño en el banquillo) una moneda al aire, en la que las posibilidades de que salga cruz son las mismas de que salga cara.
Los rojiblancos fueron totalmente dominados por el Celta de Vigo, desde el inicio (con el gol de Trashorras en el minuto dos) hasta el fin (el último disparo lo hizo el Celta, en un tiro de Vasco Fernandes desviado en el 87).
COMO CONTRA EL BARÇA...
Mi padre me comentaba que cualquiera diría que estábamos jugando en Vigo. Lo que parecía es que estábamos en el Camp Nou (con un excepcional Trashorras haciendo de Xavi e Iniesta juntos...). Me reía en la previa escuchando en la SER que el Celta de Eusebio era un equipo de toque, pim pam, pim pam... A ver cuánto la tocan en el Calderón, pensé.
Para el que lo viera por la tele igual puede ayudarme, pero el porcentaje de posesión debió rondar el 60-40 para los vigueses... vergonzoso.
A los mencionados dos minutos Trashorras cruzó la pelota con un derechazo genial a pase... de tacón... de Yago Aspas. Él y Michu se internaron solos por la banda izquierda.
ENHORABUENA, VOLVIÓ PERNÍA
Y es que el flanco zurdo del Calderón fue más siniestro que nunca, con la vuelta de Mariano Pernía. El hispano argentino no jugaba desde la pasada temporada y, superado su accidente, a sus añejas carencias se le unieron una incompetencia descomunal.
Llámenlo falta de ritmo, pero su banda era un colador. Cuando el Celta atacaba por su banda (siempre) Chechu gritaba a los vigueses “abusones”... con razón.
Y es que quise repetir la estampa de la bella remontada del Recre. Volvió Chechu, volvió Ger, y esta vez sí vino mi padre, al que ya he mencionado, e Irene, la novia de Chechu, que debutaba en el Calderón. Bonito día para dejar de fumar...
Esta vez el Manzanares no tenía a los 30.000 incondicionales de la remontada, sino a casi 50.000 personas. Y ya se sabe, se ponen nerviosos...
No me alargaré mucho en la crónica porque si es para hablar de lo que jugó el Atleti ya habría acabado hace varios renglones y del Celta no puedo decir mucho porque quién distinguiera sus números que levante la mano (pobres narradores desde las cabinas en las alturas del Calderón... debieron improvisar mucho con ese rojo pálido sobre el azul celeste).
Sólo Agüero, como siempre, despertaba a la grada con sus jugadas. Pero la permisividad del árbitro ante las patadas celtiñas imposibilitaron ver más del Kun. Y sus compañeros, que no se la pasaban...
No se la pasaban porque no la tenían. Sólo Tiago, en los primeros minutos, dio muestras de su clase, a lo que unió un gol de cabeza en el minuto once en su debut de titular.
Eso fue lo mejor del Atleti. Y lo último.
¿EL PORTERO DEL CELTA ERA BLANCO O NEGRO?
El portero del Celta, Joel, del que como dijo Chechu nos fuimos sin saber si era blanco o era negro, sólo tuvo que hacer dos paradas tras el 1-1. Ambas a disparos lejanos, uno del Kun y otro de Forlán.
Con semejante bagaje, difícil llevarse la victoria.
El Celta tocó y tocó, y las mejores ocasiones las tuvo Yago Aspas, pero en ambas oportunidades De Gea salvó los muebles despejando a corner.
¿QUIÉN ES DE PRIMERA?
Dicen que el Celta se siente más cómodo con su juego ante los Primeras (viene de eliminar a Tenerife y Villarreal). Aunque, sinceramente, quién dice que Perea, Pernía, Valera o Camacho son de Primera...
El canterano volvió a desaprovechar su enésima oportunidad en un nuevo cambio “valiente” de Quique, uniéndose al recital de patadones al aire de los citados. Dice Ger que no tiene continuidad... pero es que no se la gana...
No pensaba que tras el susto o muerte de Huelva el Atleti fuera a “dispararse a los pies” nuevamente. Pero tras la machada de anoche, sólo queda ganar en Balaidos. Es posible, es probable... Pero tras eliminar llorando a Recre y a Celta (esperemos...) ¿quién confía en dejar en la cuneta a Osasuna con ese Sadar “talismán”...?
Un, dos, tres, responda otra vez... No pasamos de tres respuestas correctas...
lunes, 18 de enero de 2010
¡Renovación de Agüero, ya!
Es triste, muy triste, que unos chavales más jóvenes que yo, de veintipocos años, tuvieran que estar el jueves pasado en un bar preocupándose de si al Kun se lo llevará el Chelsea o el Manchester, tras el enésimo recital del argentino, en vez de estar soñando con la final de Copa.
Ayer, con los ojos todavía haciendo chiribitas por la increíble jugada del minuto 94, en la que Agüero (del que decían acabó sobrecargado el partido de Copa tras un mes sin jugar) se iba de tres en un eslalon desde el centro del campo, tenía rabia por pensar que, un verano más, tendré que temer por su marcha.
HA SUPERADO A TORRES
El argentino, de sólo 21 años, se ha convertido en referente y líder indiscutible de nuestro club en tres años y medio, recogiendo el testigo de Fernando Torres y, perdónenme a los que ofenda, superándole.
El Kun lucha tanto como si hubiera nacido en Cuatro Caminos, celebra cada gol como si hubiera entrenado desde chico en Majadahonda, y se siente identificado como si hubiera sido uno más en las gradas del Calderón cuando el Doblete.
CLÁUSULA DE 200 MILLONES
Si no me equivoco, termina contrato en 2011, y no entiendo por qué no pueden renovarle ya con una cláusula de rescisión de 200 millones de euros. Aunque algún año terminen vendiéndole (algo que parece inevitable con esta directiva), al menos este verano dormiría tranquilo. Es nuestro mayor patrimonio, y deberían resguardarle como tal.
Y, por cierto, pese a lo que diga el AS, su gol 50 ya lo marcó. En Valladolid. Que en la 2007-08 marcó 19 goles y no 18, porque al Barça le hizo dos, y no uno. Que el 1-1 de aquel día lo envenena Puyol, pero el que tira es Agüero, no Rita.
Ya llevo 362 palabras de crónica y no he hablado del partido. Pero es que el Kun se lo merece. Porque anoche no marcó, pero el Atleti ganó por él.
EL 1-0, EL 3-1... RECITAL
El 1-0 llegó a los 12 minutos en una jugada en la que prolonga un balón entre los dos centrales del Sporting para dejar solo a Forlán, que bate a Juan Pablo en el mano a mano.
Participa en la contra mágica que concluye con el 2-1: Reyes para Forlán, Forlán para Agüero, éste de nuevo a Reyes, que abre a la derecha para el centro de Ujfalusi, muy pasado, que logra salvar en línea de fondo de cabeza Forlán, asistiendo a Assunçao para que marque.
Y es decisivo en el 3-1: se planta solo ante Juan Pablo tras gran asistencia de Ujfalusi (esta vez sí), le recorta, y la mano salvadora del notable portero del Sporting (ahí si han mejora mucho) deja el balón en pies de Ibrahima, que marca y se vuelve loco.
A todo eso, la citada jugada del último minuto; y un larguero; y dos tiros al lateral de la red; y dos asistencias de lujo a Forlán anuladas por un linier miope... ¡Qué les voy a contar! ¿Será este Kun mucho peor que Messi y Cristiano? ¿O igual es porque juega en el Atleti?
EL PARTIDO LO DECIDIÓ EL 2-1
El partido tuvo sus fases: plácido y tranquilo al principio con el gol de Forlán (demasiado tranquilo para ser verdad); de dominio esportinguista tras el empate a uno (el Atleti lo pasó mal); y de locura que debió acabar en más goles tras el 2-1 de Assunçao.
El penalti de Asenjo que propició el 1-1 de Diego Castro (¿dónde ibas, Sergio?) hizo crecer al Sporting, que tuvo ocasiones muy claras de Camacho y de Carmelo, pero no supo definir y lo pagó.
El resumen del partido fue la jugada del 2-1. Doce rebotes en área atlética, que no acierta a despejar, pero el Sporting no remata. Pero el balón cae a pies de Reyes, que inicia la preciosa contra relatada anteriormente.
YO QUIERO MÁS ASSUNÇAOS
Esa contra la selló Assunçao, al que algunos señalaron con el dedo tras la expulsión en Copa. Si Tiago no demuestra lo contrario, el brasileño es el mejor mediocentro de la plantilla, y por lo que cuentan, se marchó muy, muy afectado tras ver la roja el jueves y errar en el gol. No he oído eso de otros muchos de nuestros futbolistas en ocasiones precedentes.
Ayer, el brasileño tenía ganas de redimirse y vaya si lo hizo. Marcó su primer gol con la rojiblanca (las buenas noticias se acumulan: Reyes en Valladolid, Ujfalusi en Copa...) y no fue casualidad. Si ven las repeticiones, miren como acompañaba en muchas de las jugadas de ataque (ejemplo, el larguero del Kun). Y el brasileño, es jugador de contener, no de llegar.
El tercero lo marcó otro que perdía la virginidad: Ibra. Lo del chico es normal, en su segundo partido de Liga como Atlético y con sólo 19 añitos. Los otros son más talluditos. De ahí su euforia desmedida tras el gol. Tirando la camiseta, dando una patada al balón y dando la vuelta al ruedo. Es normal, así lo habría celebrado yo. Seguramente igual que tú.
¿SERÁ UN OASIS?
Y así, sigue creciendo el Atleti. Con el sueño de la Copa... décimo en la Liga... a siete de la UEFA. Y haciendo que el espejismo, ahora, tal vez sí parezca un oasis. ¿A que ahora hasta el cruce con el Galatasaray parece más fácil?
viernes, 15 de enero de 2010
Si nos caemos, combato y me levanto
Cuando acabó la debacle de Huelva, el canterano Domínguez, uno de los pocos que dio la cara, respondió a un periodista que “no se iba a intentar remontar, sino que había que remontar. Que la afición no se merecía la vergüenza de aquella noche y se lo debían”. El chaval se creía sus palabras, el problema era saber si el resto de sus compañeros, muchos de los que ese día se habían arrastrado, también se lo creerían.
ESA ENFERMEDAD CRÓNICA
Pero se lo creyeron. El Atleti provoca en mí una enfermedad (porque es una enfermedad) similar a lo que le pasaba a Toshak con los once cabrones de siempre (al que citaba en mi última crónica). El pasado miércoles, tras la humillación del Colombino, pensaba, incluso con el 2-0, que la eliminatoria era irremontable, que no iría al Calderón, y que se merecían encontrarse un estadio vacío.
El sábado, con el partido en Valladolid, uno iba pensando según caían los goles: "Hombre, si marcara igual de pronto contra el Recre...". "Bueno, si fueran capaces de repetir este resultado...".
El martes, malo y con gripe en la cama, uno piensa que mejor quedarse en casa el jueves, que uno se va a poner peor... pero en el fondo está deseando recuperarse porque “¿y si remontan...?”.
Y el jueves, uno amanece mandando mensajes a un par de colegas, atléticos, para ver si aprovechamos que el club por una vez regala algo y se apuntan a la remontada.
ME LLEVÉ A DOS AMIGOS A LA REMONTADA
Y allí me planté, con estos dos amigos, Chechu y Ger, que disfrutaron tanto como yo de una noche histórica, por mucho que enfrente hubiera un equipo de Segunda.
Y es que el Atleti nunca en su historia había remontado tres goles en Copa. Lo máximo que había levantado, dos goles en contra (1952-53- Cuartos- Espanyol 3-1 Atlético; Atlético 5-2 Espanyol; 1960-61- Semifinales- Valladolid 3-1 Atlético; Atlético 3-0 Valladolid).
Salió Quique con todo lo que tenía, con el equipo más ofensivo posible, con rombo con Jurado en la mediapunta, y Simao, Reyes, Agüero y Forlán arriba.
¡QUÉ BUENO ES EL KUN!
Y salieron enchufados los futbolistas, con Reyes y Simao encarando por banda, con los defensas rápidos y anticipándose a las posibles contras del Recre, y con Agüero, sobre todo Agüero, al que para tirarle al suelo hace falta una escavadora. Será "por el culo gordo que tiene", como dice Chechu, pero el argentino iba dejando atrás contrarios como el que se salta un semáforo. Así, como el que no quiere la cosa.
Sin embargo, los minutos iban pasando y el gol no llegaba. Pero dos goles pueden llegar en dos minutos. Y así fue. En el 20, Forlán se internó por la derecha, puso el pase de la muerte, la zaga onubense no supo despejar, y Simao la empaló con la izquierda. 1-0, buen minuto. Apenas dos después, Forlán volvió a colarse, esta vez por la izquierda, y su pase al primer palo lo remató Agüero con la facilidad del que lleva metiendo goles toda la vida (2-0). La eliminatoria estaba allí.
SE LO DEBÍAN A LA AFICIÓN
Ya en los aledaños olía a remontada, y he de reconocer que me sorprendí al ver un ambiente propio de un partido de Liga. Al final, hubo 30.000 personas, que visto el resultado de la ida, el frío reinante en Madrid, y la trayectoria de este equipo, es como llenar dos Calderones.
Mi padre siempre dice que lo mejor que tiene este club es la afición, y a esa afición le debían la remontada de anoche.
Así, Ujfalusi, autoproclamado culpable del desastre de Huelva, puso la cabeza para igualar la eliminatoria en el minuto 39 de juego, con un testarazo inapelable que tocó el larguero antes de entrar. No pudo elegir mejor momento para marcar su primer gol con la rojiblanca. Con el 3-0, el Atleti hizo de Atleti y concedió un par de llegadas a los blanquiazules. Pero el marcador no se movió y así se llegó al descanso.
LA GLORIA QUEDA YA LEJOS PARA PEREA
La segunda parte a punto estuvo de comenzar en tragedia, cuando Perea hizo “la de Higuaín” y perdió la pelota tras el saque inicial a pies de Fornaroli, que, como bien dijo Chechu, al lado del colombiano parecía Forlán... No reproduciré las palabras que le dedicó Ger...
Por fortuna, el también uruguayo se la tiró a las manos a De Gea.
Minutos después, nuevamente Perea concedería un nuevo mano a mano a Barrales tras proteger la pelota como un alevín. Siempre he tenido cariño al colombiano, pero sus minutos de gloria de rojiblanco quedan ya muy lejos.
Pero dejando a un lado al central, el Atleti seguía llegando, y Forlán mandó al larguero el cuarto con Agüero y Reyes solos.
Pero el cuarto llegó, y en una jugada con mil rebotes, con jugadores caídos en las redes, pero el balón fuera, finalmente fue Agüero, quién si no, el que con la ayuda de un defensa marcó el tan anhelado tanto. 4-0 en el videomarcador.
¿POR QUÉ NO QUITA A ASSUNÇAO?
Pero el Atleti volvió a hacer de Atleti, eso que se le da tan bien, y Assunçao se puso a regatear a dos en la frontal del área chica con el lógico resultado. Carmona se la quitó y puso el 4-1.
Era un guión muy del Atleti, nadar como Phelps para ahogarse en la orilla. Pero anoche no. Anoche era distinto.
No fue distinto que, mientras el Calderón llevaba minutos pidiendo que Quique sentara a Assunçao, porque se estaba ganando la segunda amarilla, el brasileño terminara en la ducha con el técnico metiendo a Raúl García dos minutos tarde.
Al Atleti sólo le quedaba la heroica para pasar. Y así lo hizo. A falta de ocho minutos, el árbitro pitó una falta en la frontal sobre el Kun. Perfecta para un diestro, perfecta para el propio Agüero, que lleva dos de dos. Pero ésta se la pidió Simao. El portugués tomo carrerilla y la colocó en la escuadra. 5-1 . Fue tan perfecto que Bernardo no quiso estropearlo y se limitó a contemplar la obra de arte.
El Atleti lo hizo. El Atleti remontó. Y el camino ahora no puede ser otro que llegar a la final.
Y nos lo queríamos perder.
domingo, 10 de enero de 2010
Espejismo en Pucela
En fin, increíble.
Salió el Atlético de Madrid al campo con los mismos once cabrones de siempre, como decía Toshack, y Quique no se atrevió a sentar a Forlán, como decía yo.
El partido era entre ramplón y anodino (eso no cambió), cuando de repente alguien hizo un extraordinario cambio de juego de banda a banda y por la izquierda apareció Reyes, raudo como una centella, rompiendo el fuera de juego. El utrerano asistió al punto de penalti, donde apareció Jurado para cruzar el 0-1 junto al poste izquierdo de Justo Villar. Iban 14 minutos.
“A ver si son capaces de marcar igual de pronto el jueves”, le comenté a mi padre.
El Valladolid entonces intentó tener más la posesión de la pelota, aunque tenía menos ideas que Paquirrín en una convención sobre el cambio climático.
Al que más se veía era a Diego Costa, que está triunfando de blaquivioleta y anunció que lo celebraría si marcaba, aunque sólo era por hacer constantes faltas en empujones a Valera o a Antonio López, llegando siempre un segundo tarde al balón.
FORLÁN "SIEMPRE LO DA TODO"
Y en éstas, apareció Raúl García, que por cierto, era el del cambio de juego de antes, para robarle la cartera por detrás al propio Diego Costa y meter un excepcional pase en profundidad para Forlán. El uruguayo la protegió y se interpuso ante Nivaldo, como hizo en Xerez con David Prieto, y se la cruzó a Justo Villar (0-2). El uruguayo lo celebró con rabia y luego en la zona mixta se despachó a gusto diciendo que no le podían criticar aquellos que nunca han pisado un campo de fútbol, y que se puede criticar su rendimiento, pero no su compromiso y su entrega.
Perfecto Forlán, pero en Huelva te paseaste, y no hace falta haber jugado al fútbol para ver cómo en la segunda parte del Colombino ibas al trote cochinero. Anoche sí corrió, incluso celebró los goles de sus compañeros, algo que este año muchas veces no hace.
Corrieron todos, con una presión que ni por asomo se vio en la fatídica noche onubense, que probablemente nos va a dejar sin la única competición en la que podíamos hacer algo grande. Por eso, porque pese a la victoria el equipo sigue undécimo y era la Copa donde tenía depositadas todas mis esperanzas, ayer apenas celebré ninguno de los dos goles.
¡¡¿¿GOL DE REYES??!!
Sí dí palmas con el de Reyes, en el 13 de la segunda, porque si bien se reclamaban los goles del uruguayo, que el extremo no hubiera marcado ni un mísero gol en año y medio de atlético ya clamaba al cielo. El de Utrera sella su mejoría con un tanto, que además fue de bella factura, al conectar una preciosa volea lejana que se alojó junto al palo izquierdo de Justo Villar, que poco pudo hacer en los goles. Las collejas de sus compañeros en la celebración reflejaban lo que significaba el gol: ya era hora, chaval.
Con el partido resuelto el Valladolid entonces sí empezó a llegar, y hubo dos posibles penaltis en los que para mí Iturralde acertó en ambos casos. Piscinazo de Canobbio en el primero, y Marquitos también se tira absurdamente en el segundo, ya que de no haberlo hecho sí habría sido arrollado por Valera.
LO MEJOR, LA VUELTA DEL KUN
Y a falta de 20 minutos se produjo la mejor noticia del choque, la reaparición del Kun. El crack argentino no pisaba un campo desde que se marchara en el minuto dos de la segunda parte del día del Oporto (justo hace un mes) y con él se fuera la Champions para el Atlético. Su vuelta ayer era fundamental para que fuera ganando minutos y confianza de cara a la vuelta con el Recre, donde sus goles y su magia serán vitales si se quiere tener algún atisbo de remontada. Agüero saltó al campo, pero no la tocaba. Los minutos pasaban y me lamentaba de ver que el Kun estaba, pero no la olía. Tocó dos balones, sólo dos. Uno escorado en la banda que terminó perdiendo, y un segundo en el que se fue de un contrario, pero se la robó el segundo. Le bastó con tres. A la tercera, recibió un buen pase de Antonio López, y tras controlar se sacó un zurdazo que puso el cuarto. 0-4, contundente, solvente, necesario.
YO NO ME CREO NADA...
El Atleti no hizo un partido para tirar cohetes, como podrán pensar aquellos que no vieran el partido. Sin embargo, logró un resultado que dará moral y hará creer en poder repetirlo de cara a la vuelta con el Recreativo. Sobre todo, también animará a más de uno a que las gradas no parezcan las del Colombino.
Decía el comentarista que el Atleti tiene una deuda con el Recreativo. “Una deuda con la afición”, apuntó mi padre. “Una deuda histórica”, apostillé yo. Yo ya no me creo nada. Veremos si el jueves me hacen ver la luz.
jueves, 7 de enero de 2010
¿Por qué siempre me traéis carbón?
Desde que tengo 14 años, los regalos que recibo cada año dejan mucho que desear, hasta el punto de que, tras los recibidos ayer, sentía una angustia punzante que me penetraba en el estómago y que me hizo difícil conciliar el sueño.
Esa Navidad, con 14, me trajisteis la Super Nintendo, con el Fifa 96, que traía jugadores como Kiko, Caminero, Simeone, y otros como Molina, Santi, Pantic o Penev, que a priori no parecían gran cosa, pero que luego me llevaron a ganar el Doblete.
YO INTENTO SER BUENO...
Desde entonces, he dejado atrás mi infancia, mi adolescencia, y me he hecho adulto. Intento portarme bien, no tiro piedras a los curas, no atropello abuelitas, y hago lo posible por no atar hileras de petardos a los perros callejeros. Hasta suelo dar el aguinaldo a los niños que llaman a mi puerta, pese a que alguna vez me haga el despistado y no les abra tras mirar por la mirilla.
Aunque no soy muy católico, honro a mi padre y a mi madre, todavía no he matado a nadie, intento cometer actos impuros los justos, no robo, miento poco, no codicio casi ningún bien ajeno, y reprendo a mis amigos cuando me mandan tías guarras por los mails, por aquello de evitar los pensamientos impuros...
REGALOS IMPROPIOS DE LA ROJIBLANCA
Sin embargo, año tras año, pese a mis peticiones en la carta (que no son excesivas) me encuentro con la siguiente lista de regalos, que creo que son ligeramente mejorables:
Bejbl, Pablo Alfaro, Prodan (96); Andrei, Bogdanovic, Nimny (97); Juan González, Jugovic, Serena, Njegus, Torrisi, Venturín (98); Ayala, Gamarra, Pilipauskas, Toni Jiménez (99); Amaya, Fagiani, Hernández, Llorens, Wicky (00); Armando, Carreras, Colsa, Otero (01); Javi Moreno, Jorge Larena (02); Novo, De los Santos, Musampa, Nano, Nikolaidis, Olivera (03); Velasco, Richard Núñez, Pato Sosa (04); Galletti, Petrov, Valera (05); Costinha, Fabiano Eller, Mista, Pernía, Seitaridis, Zé Castro (06); Abbiati, Cleber Santana (07); Coupet, Sinama (08); Juanito, Cabrera, Roberto (09)...
En la lista he dejado fuera a futbolistas como Maniche, Reyes, Raúl García, Luis García, Jurado o Ujfalusi, por lo que fueron en algún momento o lo que se espera que sean, o a grandes futbolistas como Futre o Simeone, que dieron lustre a este escudo, pero que en la última década fueron fichados estando de vuelta no, lo siguiente.
Apreciarás que tampoco he metido a ningún canterano, pese a que muchos se nos habrán venido nombres a la cabeza, porque tengo mucho respeto a los chavales, que al menos no cuestan millones y no hay intermediarios de por medio que se llenen los bolsillos.
LO DE ANOCHE NO TIENE NOMBRE
Pero lo de anoche, lo de anoche... ya no tiene nombre.
Salió el Atlético a jugar al campo de un Segunda en apuros, el Recreativo de Huelva: 15º, a tres puntos del descenso y el tercer equipo menos goleador de su categoría.
Los rojiblancos tenían más la pelota, Jurado y Forlán lo intentaron en un par de ocasiones, Reyes encaraba con facilidad, y el debutante Cedric mostraba desparpajo y verticalidad por banda.
Pero entonces ocurrió lo de siempre. En tres toques, apertura a banda, centro al área y remate, el Atleti concedió un gol (1-0).
Nadie cubría al goleador, Fornaroli, ya que Ujfalusi salió a cortar la jugada fuera de sitio y sin acierto, y ni Camacho ni nadie hacen la cobertura.
LA HECATOMBE
Iba cuarto de hora, pero apenas diez minutos después de desencadenaría la hecatombe. Ujfalusi sale a campo ajeno con los tacos a la altura de la rodilla de Fornaroli a cortar un contragolpe del Recre. Quizá la roja fue excesiva, pero un futbolista de 32 años en una jugada de ese tipo debe ahorrarle las dudas al colegiado. Quique ya le ha puesto la cruz (otro más) recriminando su actitud públicamente en rueda de prensa.
Pero lo de Quique es harina de otro costal. Dos minutos después, el pobre Cedric hace penalti a Aitor en el pico del área. Con el 2-0 en camino (que transformaría Barrales) Quique tiene a Antonio López en la banda para recomponer la defensa. Pero lejos de quitar a un pivote defensivo (lamentable el partido tanto de Cleber como de Camacho) decide retirar al joven Cedric, matando dos pájaros de un tiro: no va a por el partido (sólo Forlán, Jurado y Reyes como futbolistas ofensivos) y asesina al chaval, que se marcha en su debut con un penalti cometido como última acción.
OTRO PARTIDO QUE CON DIEZ, SE ACABA
Por lamentable que parezca, el Atleti volvió a exhibir su habitual actitud derrotista cuando se queda con diez. Da igual que delante esté el Valencia, el Espanyol o el Recre. Si el Atlético de Madrid se queda en inferioridad, el partido se acabó.
En parte influye la mentalidad cobarde hasta la saciedad de nuestros entrenadores (Aguirre, Abel, Quique...) que firman el resultado que sea, aunque éste sea un difícil 2-0.
Así pues, el Atlético de Madrid no volvió a hacer ni un solo tiro a puerta en la hora de juego restante. Ni uno solo.
El Recreativo parecía el Barça (al que recordaba dominando la temporada pasada en Stanford Bridge con diez y remontando la eliminatoria), haciendo un rondo infinito (65% de posesión) típico de cuando quedan cinco minutos y ambos equipos dan por bueno el resultado. Uno por no hacer más daño, otro por su minusvalía.
No en vano, desde el banquillo el mensaje que se mandaba era el de aguantar el 2-0. Como el propio Quique reconoció tras el partido, no dijo nada en el descanso, y sus cambios, introduciendo a Raúl García por Jurado y a Simao por Reyes, demuestran la pusilanimidad de un entrenador que luego habla de la afición atlética cuando él es madridista.
El recital de todas las partes tuvo su justo premio, y a falta de dos minutos Candeias puso el 3-0 en una contra perfecta.
FORLÁN ME DIO ASCO
Especial mención quiero hacer una vez más al que fue ayer nuestro capitán, Diego Forlán, al que anoche me dio ASCO, con mayúsculas, ver cómo se arrastraba por el campo. Y ver cómo jugadores como Camacho o Raúl García le pasaban por izquierda y derecha para hacer las labores de presión que él no estaba realizando. Si tanto deseaba irse, que no hubiera firmado el nuevo contrato para pasar a ganar 750 millones de pesetas al año. Sinceramente, que lo regalen en el mercado invernal en vez de a Maxi. El argentino por lo menos sí se dejaba lo que tenía cada partido en el campo.
Sólo las palabras de Domínguez, diciendo que la afición no se merecía esto y que no es que se fuera a intentar remontar en la vuelta, es que iban a hacerlo, me dieron un mínimo consuelo.
Escuchar a Quique hablando de buscar futbolistas que no le defraudaran más a mí no me consuela. ¿Se atreverá a tachar a Forlán en esa lista? Apuesto a que no.
En el Colombino había 2.000 personas. La próxima semana en el Calderón, menos debía haber. Que no les engañen, esto no se remonta.
Este año, sólo había pedido llegar a la final de la Copa del Rey.
Pero señores, 6 de enero de 2010, y lo han conseguido. He dejado de creer.
domingo, 3 de enero de 2010
Con más corazón que cabeza
El motivo, que el gol de la victoria se produjo en el último minuto del descuento, el 94, remontando y ante un equipo de enjundia como el Sevilla.
El gol llegó con el corazón, del futbolista de la primera plantilla que bombea más sangre rojiblanca, Antonio López, que utilizó la cabeza para marcar ese tanto que llegó gracias a su fe.
El de Benidorm, defenestrado por Quique Sánchez Flores desde el partido de Riazor (aún no entiendo por qué precisamente desde ese día) recibió esta semana la noticia de que se le ha buscado sustituto, el italiano Cristian Molinaro, que vendrá cedido por la Juventus hasta final de temporada.
Anoche, Quique le puso obligado, por las bajas en defensa de Juanito, Ujfalusi y Pablo, y el canterano respondió a los inconvenientes de la mejor de las formas: evitando que le superara uno de los jugadores de la Liga, Jesús Navas, y marcando un gol que vale tres puntos muy necesarios y un insufle de moral vital.
El tanto fue muy “anti Atleti”, según la versión de esta temporada, ya que llegó por arriba, a balón parado y en el último minuto. El capitán rojiblanco apareció desde atrás como una exhalación, dejando atrás a Adriano en su marcaje, y todo pundonor catapultó su cabezazo a la red.
Ese gol de Antonio López fue lo único distinto que nos deparó 2010 respecto al fatídico guión de final de 2009. Lo de antes, lo habitual.
El Kun Agüero volvió a faltar, en una lesión que ya se prolonga un mes cuando no parecía para tanto. Diego Forlán lo volvió a fallar todo, protagonizando un partido que bien puede ser el resumen de esta campaña. El Atleti volvió a aburrir, especialmente en la primera parte, y el equipo recibió su gol tipo, mencionado anteriormente. Es decir, por arriba, a balón parado, y en el último minuto. El goleador fue Renato, en un escorzo con el que ganó la partida a Valera (0-1). Por fortuna, esta vez el minuto final correspondía a la primera parte, y hubo una segunda para la remontada.
Y esta segunda mitad comenzó de la mejor forma posible, con gol del Atleti.
La jugada la inició Forlán, que se quedó solo ante Palop después de que el balón rebotara en Squillaci, que no sabía por donde le caía el agua. El uruguayo ya había perdonado dos ocasiones en el primer acto, cruzando en exceso ambas tras buenas asistencias de Reyes, con lo que la tercera y más clara parecía la definitva.
Pero no fue así. El “Cacha” se dio el autopase demasiado largo y el balón lo rechazó Palop, con la fortuna para el Atlético de que el balón rebotó en la cabeza de Dragutinovic y se metió para dentro (1-1).
Curioso que fuera el serbio el que se la colara, después de que esta semana me enterara, con cuatro años de retraso, de que propinó un puñetazo a uno de los Morancos. Esta vez, el golpe se lo llevó él.
Con el empate, el Atleti buscó el segundo, ante un Sevilla muy flojo, que no puede escudarse en las bajas de Kanouté y Luis Fabiano, porque fue su medio campo el que no creó juego.
Duscher no sólo no creaba, sino que encima metía en complicaciones a los suyos. Primero, perdiendo un balón cerca de su área que volvió a dejar solo a Forlán y que el uruguayo volvió a fallar. Y después, expulsándose tras un agarrón a Reyes y un plantillazo a Valera, que le valió una roja que llevaba minutos pidiendo.
Sobre lo de Forlán, quiero pensar que lo de anoche es una maldición que le persigue contra los sevillistas, a los que nunca ha marcado, y que se traduce en fallos clamorosos como los de ayer, o como el balón que mandó al larguero en el Pizjuán, la temporada pasada, cuando estaba en línea de gol. O eso, o definitivamente está negado.
Volviendo a Duscher, el Atleti tenía 20 minutos para ganar a un equipo con diez, pero su única oportunidad clara la generó Jurado en una jugada personal, que entró de forma incomprensible por Reyes, una vez más, de los más desequilibrantes.
Y cuando todo apuntaba a un empate que nos mantenía en números de descenso, apareció Antonio López con un testarazo marca de la casa que hizo explotar el Calderón (2-1).
El miércoles llega la Copa, primero el Recreativo y luego el Villarreal (esperemos), y es ahí donde tengo mis ilusiones depositadas. En la Liga, confiemos en más alegrías como la de anoche, básicamente, porque no nos merecemos sufrir. La afición, digo...