BARCELONA 1-0 ATLÉTICO
Resignación.
Ése es el sentimiento que he percibido en muchos aficionados colchoneros tras
una nueva derrota en el Camp Nou. Lo queramos vestir con los argumentos que más
nos consuelen, son doce temporadas sin ganar allí (tres empates y nueve
derrotas). Demasiadas.
"No es
una obligación ganar la Liga"; "Es imposible competir contra este
Messi"; "Son mejores"; "Tienen suplentes de 140
millones"; o "Jamás voy a matarles por perder con Barça o Madrid, es
lo normal", son algunas de las frases que leí o escuché a mis hermanos de
sangre rojiblanca.
ALGUNOS SE
REBELAN CONTRA ESA RESIGNACIÓN
Otras voces
(en algunos casos incluso las mismas) se rebelaban contra esa resignación y
lamentaban que ya son varias las citas en las que se falla cuando toca dar
"el paso definitivo". Varios, apuntaban a que siendo "más
atrevidos" nos ha ido mejor contra el propio equipo culé, y que no
debíamos asumir tan claramente nuestra innegable inferioridad, en algunos
aspectos, encerrándonos como hizo el equipo en la primera parte.
Todas estas
reflexiones son válidas, aunque yo comparto más las del segundo grupo. Creo que
un Atlético de Madrid que
llega al Camp Nou jugándose la Liga (lo que ya es un mérito incalculable) debe
salir a morder al césped, y no mostrarse tan contemplativo dejando el 100% del
mando del partido al conjunto blaugrana.
SIMEONE:
"NO ESTAMOS TAN LEJOS DE LO QUE QUEREMOS"
Sin embargo,
mi confianza en Diego Pablo
Simeone es infinita, y son sus meditaciones las que más me
importan. "Fue un partido parejo. No estamos tan lejos de lo que queremos.
Son seis años que seguimos intentando mejorar y no vamos a detenernos mientras
yo siga en el club", manifestó a los medios tras el partido.
"No
estamos tan lejos de lo que queremos...". Pero mi pregunta es, con piezas
clave como Gabi, Juanfran, Filipe Luis o Godín en el ocaso de su carrera, ¿este
equipo tiene margen de mejora?
Dependerá de
los relevos, está claro. Vrsaljko, como ejemplo, ya está sentando de forma
habitual al bueno de Juanfran. Pero configurar un bloque con la fortaleza y el
espíritu ganador de aquel que levantó la Liga de 2014 y nos llevó a la Final de
Champions, será complicado.
Los ciclos
se agotan, y quién sabe si el nuestro está llegando a su fin. Esperemos que no.
Desde luego, mientras Simeone continúe, las posibilidades de que este animal
competitivo siga vivo son muchas.
UNA PRIMERA
PARTE DECEPCIONANTE
Volviendo al
Camp Nou, la primera parte de los del Cholo fue decepcionante. Los minutos
pasaban y la posesión del Barça era total, rondando el 70%. Por habitual, lo
preocupante no era esto, sino que en ese 30% en que el Atleti tenía la pelota
era incapaz de hilvanar más de tres o cuatro pases. Y de tirar a puerta ya ni
hablamos. Parecía que estábamos con diez...
MÁS
VALIENTES NOS FUE MEJOR
Como
comentábamos al principio, con un planteamiento más atrevido le fue mejor a los
rojiblancos en ocasiones precedentes. En la primera vuelta, en el
Metropolitano, una presión alta ahogó al Barça en los primeros 20 minutos,
hasta que llegó el gol de Saúl.
Hace dos
temporadas, en el propio Camp Nou, ocurrió algo similar, con un comienzo
arrollador en el que Griezmann y Carrasco iniciaban la presión hasta el área
blaugrana. Ese día Koke nos adelantó a los diez, pero el Barça nos remontó antes
del descanso.
Por no hablar
de los cruces en las eliminatorias de Champions.
LA PRESIÓN
FUE DESORDENADA Y EL BALÓN ERA DE INIESTA
Sin embargo,
esta vez cuando se intentó presionar arriba no fue en acciones coordinadas, y
hubo ocasiones en las que Diego Costa y Griezmann iban los dos a presionar al
mismo, u otros momentos en los que un atacante rojiblanco presionaba y nadie le
acompañaba.
Así que la
pelota era del Barça, y en gran medida de Iniesta... que se lesionó. Eso sí,
los blaugranas apenas probaron a Oblak, más que en un tiro blando de Messi y un
remate en un córner de Busquets.
TERCERA
JORNADA CONSECUTIVA CON GOL DE FALTA DE MESSI
Hasta que
llegó la falta. En el minuto 25, Thomas golpeó a Messi en la frontal, y el
argentino colocó la pelota en la escuadra con un lanzamiento perfecto (1-0). El
rosarino lleva ya tres goles de falta en tres jornadas consecutivas, cifra de
la que desconozco si hay precedentes.
THOMAS, EL
ÚNICO CENTROCAMPISTA VERTICAL
Algunos han
sacrificado a Thomas por la infracción que a la postre costó el único gol del
encuentro. Para mí, junto a un Giménez que se multiplicó en defensa, fue el
mejor de los nuestros. El único que rompió líneas desbordando a algún contrario
y el único que dio algo de verticalidad al juego rojiblanco. Eso sí, asume
riesgos que en ocasiones pueden provocar sustos. Pero perdiendo 1-0, los pases
de seguridad en horizontal generan poco peligro.
LA SEGUNDA
PARTE MEJORÓ; Y LOS CAMBIOS, OFENSIVOS
La segunda
parte fue mejor. Por primera vez en el partido, el Atleti jugó en campo culé,
sí se tuvieron posesiones prolongadas, y se acechó el área con alguna falta
lateral o córner. Los cambios fueron netamente ofensivos, tanto, que cuando
Gameiro entró por Gabi me asusté, ya que el trabajo de contención que el
capitán hace en medio campo sólo se valora realmente cuando no está. Correa en
sus primeros minutos dio sensación de mordiente, pero los ataques colchoneros
no llegaban a concretarse. No era el día.
Griezmann la
pegó muy arriba en una buena dejada de Saúl, pero ni el francés ni Costa
aparecieron en ataque. Mientras, Saúl, Gabi y Koke naufragaron en la zona
ancha, especialmente el vallecano, que falló varios controles y pases fáciles.
En una cita
como ésta, ante un rival de esta entidad, si tus mejores futbolistas no están
enchufados es imposible ganar.
JUGADA MUY
SINTOMÁTICA EN EL MINUTO 72...
Para mí, una
de las jugadas más sintomáticas del partido se produjo en el minuto 72. Griezmann
baja hasta su propia línea de fondo para tapar una internada de Sergi Roberto,
y en su ayuda aparece para cortar el pase atrás... Diego Costa. Con los dos
delanteros luchando en la posición de lateral izquierdo, se hace muy difícil
llegar arriba.
En cualquier
caso, el Atleti tuvo la suya. Correa hace un gran recorte, la cuelga desde la
derecha, Diego Costa la gana de cabeza ¡entre dos defensas! y Gameiro fusila
con la zurda a la red.
DEBERÍA
CAMBIAR LA NORMA DEL FUERA DE JUEGO ¡¿POR UNA PIERNA?!
Salto de mi
asiento para cantar el gol, pero de inmediato compruebo la bandera en alto del
linier. ¡Una pierna! Por una pierna estaba adelantado Diego Costa. Una jugada
que me recuerda al gol de Ramos en la Final de Milán... que subió al marcador.
No soy
ventajista ahora, ya que entonces reconocí que se trataba de un
"ligero" fuera de juego. "Con las reglas del juego en la mano
debió ser anulado... Pero no lloraré una Champions perdida por una decisión
arbitral que cuanto menos era complicada", dije entonces.
Ahora, voy
más allá. Creo que la norma debería cambiarse. Si su objetivo es que un
delantero no tome ventaja por su posición adelantada, estos fueras de juego por
medio cuerpo, o por una pierna, no deberían ser fuera de juego. ¿Qué ventaja
obtuvo Costa, si tuvo que saltar rodeado de Sergi Roberto y Piqué?
De hecho,
viendo las repeticiones, Sergi Roberto ni abre la boca (Diego Costa le gana
claramente la posición) y Piqué, Rakitic o Umtiti sólo levantan la mano a raíz de
ver la bandera levantada del linier... Fuera de juego de libro, vamos.
AL ATLETI LE FALTA UN POCO MÁS
Pero de poco
vale llorar. Los tres puntos se quedaron en Barcelona y la distancia vuelve a
ser de ocho más el goal average, con lo que la Liga, siendo honestos, está
perdida.
Como ya dije
en la primera vuelta, a este Atleti le falta un poco más para luchar de poder a
poder con Barça y Madrid. En el caso concreto de los azulgrana, ya no son sólo
las doce temporadas sin ganar allí, sino que también se suman ocho años sin
derrotarlos en casa (2-1 en la 2009-10).
Queda la
UEFA Europa League, sí. Pero yo, personalmente, tengo ya demasiadas ganas de
volver a ganar un título en el que Madrid y Barça estén de por medio. ¿No
estamos tan lejos?