Goles: Correa, Griezmann.
Últimamente la vida no me deja demasiado tiempo para mí y me tiene entretenido con otro tipo de cosas.
La jornada pasada no escribí crónica en este blog porque no
pude ver el partido. Era 20D y me tocó trabajar en la jornada electoral.
Mientras hacía el recuento de votos para el Senado, y me sorprendía viendo cómo
muchos votantes del PP (principalmente) marcaban un único candidato cuando
debían elegir tres (grave problema de desinformación), y cómo Carmen Lomana (en
las listas de Vox) sacaba un buen puñado de votos por su indudable valía como
política, tenía puesto un pinganillo al oído derecho para escuchar el
Málaga-Atleti.
De pronto me enteré de que Gabi había sido expulsado a falta
de media hora, con lo que empecé a concienciarme de que el 0-0 no era tan malo
para, al menos, llegar a la Navidad con el Atleti líder en solitario por el
parón del Barça por el Mundialito.
Sin embargo, a falta de sólo cuatro minutos un remate de Charles
rebotaba con tan mala fortuna en Godín que despistaba a Oblak y nos costaba el
1-0.
Sólo diez días más tarde, no demasiado tiempo como para
intentar nada ni cambiar grandes cosas en nuestras vidas, el equipo del Cholo
visitaba Vallecas y en el minuto 88 de partido el encuentro continuaba 0-0.
"No me puedo creer que vayamos a sacar un punto de seis
con dos de los cinco últimos clasificados", le comentaba a mi padre con
amargura.
THOMAS Y CORREA DEBEN JUGAR MÁS
Pero justo en ese instante, el canterano Thomas iniciaba una
arrancada desde el medio campo, tiraba una gran pared con Saúl, y de primeras
asistía a Correa, que definía con el exterior de su pierna derecha (0-1). Del
gol extraigo dos conclusiones y/o interrogantes: 1- ¿Por qué Correa ha estado dos
meses desaparecido?; y 2- ¿Era necesaria la llegada de Augusto para tapar el
camino a un Thomas que en los pocos minutos que ha aparecido desde la lesión de
Tiago ha demostrado desparpajo, llegada, recorrido, buena colocación y clase?
Ahí lo dejo.
Sólo un minuto después, mientras aún resoplaba junto a mi
padre al grito de "menos mal, menos mal", Griezmann ponía el 0-2 de
sutil vaselina tras una gran asistencia de Jackson.
El colombiano reapareció 20 minutos tras su lesión y no estuvo
demasiado acertado a excepción del pase de gol. Eso sí, apareció de forma
incesante y al menos sus acciones siempre llevaron marchamo de peligro.
UNA EXPLOSIÓN DE JÚBILO EN MEDIO DEL DESIERTO
La victoria fue una explosión de júbilo en medio de un
desierto de agonía. El Atleti había hecho una gran primera mitad, con salidas a
la contra mágicas protagonizadas por Carrasco o por Torres. Sólo faltaba el gol
para haber situado al Atleti en una nube.
Pero en el segundo acto el panorama cambió. El Rayo se hizo
con la pelota y endosó un par de golpes al Atleti. Ninguno fue decisivo. Pero
dejaron a los colchoneros tocados durante unos minutos. Pero este Atleti del Cholo lleva
a gala el "si se cree y se trabaja, se puede" y creyó hasta el final.
Se esforzó, volvió a volcar el campo hacia el lado rayista en los últimos
compases y se llevó el triunfo. Como mejor sabe.
LAS VICTORIAS MÁS REÑIDAS...
En el fútbol, como en el amor, las victorias más reñidas son
las más queridas. Un partido calmo, sin sobresaltos, con un triunfo plácido
labrado desde los primeros minutos y un transcurrir monótono, no es comparable
a la felicidad que produce una victoria in extremis, con dos acciones
brillantes y bien hilvanadas en la recta final y después de un encuentro
plagado de dificultades a las que el equipo supo sobreponerse.
El Atleti acaba el año colíder y sigue aguantando el ritmo
del Barça y por encima del Madrid, pese a lo muy difícil que se lo ponen
demasiado a menudo.
Ojalá el 2016 venga plagado de muchas más victorias, reñidas,
y también tranquilas. Pero victorias al fin y al cabo. Les deseo a todos un
feliz y rojiblanco 2016.