Ayer justo hizo un año. El 23 de mayo de 2011, a las 23:30 horas, Agüero confirmaba en su Twitter la noticia que se venía barruntando con fuerza en los últimos días: “Le expresé al Atleti mi decisión de salir. Le pedí que reciban, sin condicionamientos, las ofertas que lleguen de otros clubes”.
Esa tarde la viví desde la redacción de Marca TV, y cada diez minutos pulsaba el F5 en el Twitter del argentino desde que supe, a las cinco y media, que había estado en las oficinas del Vicente Calderón.A este primer anuncio el Kun le añadía una carta de despedida en su página web. Bajo el título, “La hora de partir”, un texto tibio, fundamentalmente hacia la afición que le trató como un Dios durante cinco años. Recalcando que, de no haber renovado, “la institución no hubiera percibido dinero alguno por mi traspaso”, asegurando que “ustedes (la afición) ya son parte de mi identidad” y apenas un recuerdo sobre los éxitos logrados: “Nunca olvidaré el festejo en Neptuno y aquella noche en Barcelona cuando no pudimos conquistar la Copa del Rey. Bien valió la pena, ¿no?”.
Ni una referencia si quiera a los cánticos que inundaron el Calderón durante un lustro. Ese “Kun, Kun, Kun” que supongo que alguna vez llegaría a emocionarle.
Y un mensaje claro por encima del resto: las razones eran “estrictamente deportivas” y lo que buscaba era “competir, ganar y estar entre los mejores”.
Luego vinieron sus flirteos con el Real Madrid (él deseaba fervientemente vestir de blanco) y sus constantes mensajes ninguneando al club que le hizo alguien en Europa y dejándose querer por el eterno rival.
Una salida dolorosa que me hizo plantearme seriamente darme de baja como abonado.
AGÜERO HA CUMPLIDO SUS OBJETIVOS
Ha pasado un año. Kun finalmente no vistió de blanco y se marchó rumbo a Manchester. Al City. Ha pasado un año, pero, mal que nos pese a muchos, Agüero ha conseguido lo que se fue a buscar. Ha ganado una Premier League, se ha proclamado campeón de la liga inglesa, y lo ha hecho además con un gol suyo en el minuto 93 que valió un título. Su 23º tanto, en lo que ha supuesto su mejor marca como profesional (superando en tres su último año como rojiblanco).
Muchos se alegraron de que se quedara fuera en la liguilla de la Champions. Algunos celebraron su eliminación ante el Sporting de Lisboa en la UEFA (podíamos habernos cruzado con él), pero, finalmente, Agüero ha triunfado plenamente en su primer año fuera del Atlético de Madrid.
CINCO AÑOS SIN FERNANDO TORRES
El próximo 4 de julio se cumplirán ya cinco años, cinco, de la rueda de prensa de despedida de Fernando Torres. Aquel día el Niño se hizo mayor. Aseguró que nunca había mentido a la afición, que dijo que cuando quisiera marcharse lo diría, y que aquí estaba. No explicó dónde quedaba su sueño de jugar la Champions con el Atleti o de ganar títulos “donde de verdad los sienta”, ni qué fue lo que le había motivado a cambiar de opinión tras años de promesas de amor eterno.
Simplemente señaló que había llegado una oferta importante y que la propuesta del Liverpool era “difícil de rechazar”.
HUYÓ DE LIVERPOOL POR LA AUSENCIA DE TÍTULOS
Fernando Torres encontró en su primer año gran parte de las cosas que había ido a buscar: mayor reconocimiento (fue el debutante más goleador en la historia de la Premier: 24 goles, sólo detrás de Cristiano), competir hasta el final en las máximas competiciones continentales (llegó a las semifinales de Champions), figurar en la lista de los grandes galardones(obtuvo el Balón de Bronce)...
Pero tras un subcampeonato en 2009, en la temporada siguiente la cosa se torció. Un año 2009-2010 plagado de lesiones, se borró en las semifinales de UEFA ante el Atleti para operarse, y un Mundial muy gris lejos de forma.
Al año siguiente, el Liverpool está fuera de cualquier objetivo ambicioso en Navidades y Fernando Torres decide marcharse. Me resulta gracioso oír a periodistas y aficionados Reds hablar de traición, cuando tres años antes todos vieron bien que abandonara “su casa” para firmar por el Liverpool.
PERO TORRES HA CUMPLIDO SUS OBJETIVOS
Con su fichaje por el Chelsea, queda patente la ansiedad de Torres por lograr lo que buscaba cuando salió del Atlético: títulos. Cerca de cumplir 27 años, el “Niño” ve que su equipo de toda la vida ha logrado una UEFA y una Supercopa de Europa, mientras él aún no se ha estrenado.
El pasado 19 de mayo, Fernando Torres logró lo que nunca habría podido con el Atleti: levantar una Champions League.
Sin embargo, es indiscutible que ese título ha estado muy muy lejos de “los que de verdad sienta”... No sólo por no haberlo conseguido con la rojiblanca, sino porque Fernando ha jugado un papel secundario en este Chelsea, muy lejos de sus pretensiones, como reconoció en una entrevista posterior, y del rol que le “prometieron” cuando fue contratado por 58 millones de euros.
En cualquier caso, la Copa de Inglaterra y esta Copa de Europa adornan ya el palmarés de Torres. Y eso fue lo que se marchó a buscar.
AGÜERO+TORRES= EL ATLETI DE HOY
Agüero y Torres, Torres y Agüero. Ambos tienen ya los títulos con los que aquí no se podría ni soñar (una Liga y una Champions). Sus salidas, por separado, pero con más fuerza juntas, nos recuerdan en lo que se ha convertido este club.
Un club vendedor. Un club pequeño. Un club cuyo techo son las dos Copas de la UEFA que ha conseguido en dos años. Muy meritorias, sí, pero no hay más allá.FALCAO SERÁ EL SIGUIENTE; UN ATLETI SIN ÍDOLOS
Falcao será el siguiente. El colombiano está dejando clara su intención de quedarse y quizá no sea este año, ni el siguiente. Pero venir a un nuevo equipo, ser campeón de la UEFA el primer año, y que todos hablen ya de su salida, dice mucho de lo que es el Club Atlético de Madrid a día de hoy.
Un club que desembolsa 40 millones de euros por su nueva “estrella”, y ya no es capaz ni de conservarla más de una temporada.
Por eso, mientras que con Fernando Torres iba cada domingo al Calderón con la ilusión de verle a él, mientras que con el Kun Agüero cantaba cada gol del Atleti con más fuerza si era él quien lo anotaba, con Radamel Falcao no siento nada...