El Atlético de Madrid perdió anoche
su enésimo derbi. El décimo consecutivo en Liga (no puntúa desde marzo de 2009, 1-1 en el Bernabéu); el duodécimo si contamos las
dos derrotas de Copa en 2011; el décimo en el Vicente Calderón en
los últimos once años (sólo salvó un empate a uno en la
2006-2007) y avanza irremisiblemente hasta los 14 años sin derrotar
al otrora eterno rival, salvo que se produzca el ansiado milagro en la
cita más propicia, la Final de Copa del Rey del ya cercano 17 de
mayo.
NI CONTRA EL REAL MADRID "B"
En esta ocasión, el ridículo
rojiblanco fue aún mayor que en derbis precedentes, ya que Mourinho
dispuso un equipo plagado de suplentes que a continuación paso a
detallarles:
Diego López: por mucho que le haya
quitado el puesto a Casillas, su manera de perder tiempo en la
primera parte con 1-1 da muestras de por qué él viene de bajar a
Segunda con el Villarreal e Íker es campeón del mundo: carácter de
ganador;
Essien: llegado de rebote del Chelsea
apenas cuenta como titular y jugó de lateral.
Carvalho: ése ex futbolista de 35 años
que lleva dos sin jugar.
Albiol: internacional que no juega ni
en los entrenamientos. Pese a ello, fue el mejor de su zaga.
Nacho: chavalito del filial que hace
sus primeros pinitos;
Khedira: de los pocos titulares, dio
muestras de su clase en medio campo.
Pepe: Reconvertido a mediocentro como
en la Final de Copa ante el Barça. Está lejos de su mejor nivel y
sólo destaca por lo de siempre: dar patadas;
Di María: otro de los pocos
habituales. Apenas apareció. Eso sí, definió con clase el 1-2
definitivo.
Kaká: otro ex futbolista al que le
pesa mucho... el Balón de Oro.
Morata: la “perla” de la cantera
blanca no está hecha para la banda. Incluso debió ser expulsado por
exaltarse de más en las disputas ofensivas;
Y Benzema: un gato que la tocó dos
veces. En una salvó Courtois, en la otra dio el gol a Di María.
Los mejores jugadores del Real Madrid,
y además máximos goleadores en los derbis, no estuvieron sobre el
césped del Calderón: Cristiano (6 goles), Higuaín (5), Ozil (3),
al igual que otros pesos pesados como Sergio Ramos o Xabi Alonso
(jugó 20 minutos).
NI CON UN SEISMESINO...
Es decir, un equipo absolutamente menor
que ni siquiera vino a ganar al Vicente Calderón y que se podría
asemejar a la debilidad que puede presentar un seismesino, como la
hija recién nacida de forma prematura de Di María, respecto a un
fuerte retoño con sus nueve meses de gestación.
El decisivo gol del argentino, que se
lo dedicó a su frágil hija con el clásico gesto de chuparse el
dedo, me trajo a la cabeza la idea de titular mi crónica de este
modo. Ni con un bebé seismesino enfrente podría el Atlético de
Madrid contemporáneo si le sacasen al campo con la camiseta del
escudo del Real Madrid puesta.
"SI NO LES GANAMOS HOY..."
“Hoy nos toca”, era la típica y
tantas veces escuchada coletilla a orillas del Manzanares en la
víspera de un derbi. Pero la frase clave fue otra que también se repitió a menudo: “Si no les ganamos hoy”...
Y no, tampoco les ganamos hoy. No se
ganó a un equipo plagado de suplentes al que como bien dijo uno de
mis compañeros de butaca “sólo les faltan los petos”, ya que
incluso Mourinho se permitió el lujo de hacer probaturas como las de
situar a Essien o a Varane en el lateral derecho o a Pepe en el
mediocentro, que no son sus puestos naturales.
No se ganó a un equipo cuya mente está
centrada en una nueva y épica remontada de esas que enardecen el
espíritu de Juanito.
NI MARCANDO PRIMERO
Y no se ganó a un equipo al que, por
segunda vez en los últimos once derbis en el Calderón, se empezó
marcando. Y encima nada más empezar.
Esta vez no fue Raúl a los 32 segundos
(2007-08); ni Van Nistelrooy a los 34 (2008-09); ni Kaká a los
cuatro minutos (2009-2010).
No. Esta vez fue Falcao el que adelantó
a los rojiblancos de cabeza remachando a placer un centro de Godín,
después de una falta de Koke mal despejada por Diego López y en la
que la defensa blanca se quedó totalmente dormida (1-0).
El Calderón era un clamor. El tanto
del colombiano (el 50 en Liga con el Atleti y el segundo al Madrid)
no hacía más que ratificar el esperado por todos “hoy nos toca”.
Incluso se podía soñar con una
goleada ante ese Real Madrid “B”.
Pero no. Eso es mucho soñar. Los
cánticos, la algarabia y el desatamiento duraron menos de diez
minutos, ya que en el 12, una falta colgada al área por Di María
fue rematada, con la cadera, por Juanfran, quien introdujo el balón
en su propia portería (1-1).
El derbi era tan descafeinado, que
hasta los Ultras debían ser los suplentes. Ni se les oyó cantarlo.
Ni a ellos, ni a los habituales “infiltrados” en estas citas por
el resto de la grada. Derbi menor.
INOPERANCIA MÚTUA
El partido fue avanzando entre un
Madrid que no quería y un Atleti que no podía. Las imprecisiones
fueron constantes y para mí el mejor fue Mario Suárez, de los pocos
que le pusieron la intensidad y la garra con la que antaño se vivían
los derbis, barriendo todo lo que encontró en medio campo y yendo al
suelo con frecuencia a cortar los ataques blancos.
Dentro de la inoperancia mútua, aún
pudo el Madrid irse al descanso con ventaja en la arriba mencionada
ocasión en la que Benzema, solo ante Courtois, se encontró con la
rápida y eficaz salida del meta belga.
EL INICIO DE LA SEGUNDA, LO MEJOR
En el inicio del segundo acto el Atleti
sí salió con ese plus necesario para llevarse la victoria. En la
primera jugada, una internada hasta línea de fondo de Diego Costa no
encontró rematador por poco. A los tres minutos, un cabezazo de Raúl
García lo sacó con apuros y con la ayuda del larguero Diego López.
Y en el diez, Gabi se quedó solo tras una pared con el navarro, pero
incomprensiblemente falló el mano a mano con un tiro romo y
desviado. No se verá en otra igual nuestro capitán. Un minuto
después, de nuevo Raúl García probó fortuna con un disparo muy
cruzado.
Un Raúl García que fue el primer
sustituido y se marchó con la pitada de gran parte de la grada que
no le traga. Si repasan los últimos párrafos, estuvo presente en
tres de las cuatro ocasiones citadas. Y es el tercer máximo goleador
del equipo a sólo dos goles del idolatrado Diego Costa. Pero al
parecer debe ser el peor centrocampista del equipo...
1-2 Y A LA LONA
Pero por desgracia, tras el enumerado
arreón, llegó el mazazo. Precisamente Mario falla en un despeje de
cabeza. Internada de Benzema, pase perfecto al hueco y definición
milimétrica de Di María al palo largo (1-2). Dos tiros, dos goles.
Y digo bien, porque el 1-1 no fue ni un disparo...
El gol fue demasiado golpe para un
Atlético de Madrid al que un leve soplido, si viene del vecino
blanco, le tumba. De ahí al final (quedaba media hora de partido),
los del Cholo Simeone, que hizo los cambios tarde y mal (y sólo
dos), ni probaron a Diego López. Un disparo al lateral de la red de
Filipe fue lo más cercano al huy en una recta final que volvió a
movernos al bochorno.
¿Y QUÉ LE DIGO YO A MI PADRE...?
Y el Real Madrid, que en la historia ha ganado 33
derbis en territorio colchonero y diez de ellos han llegado en los
últimos once años... (traguen) volvió a campar a sus anchas por el
Manzanares. Y es que ni marcando primero; al principio; o al final;
contra los titularísimos o contra los suplentísimos; estén
jugándose la Liga o pensando en la Semana Santa; el Atlético de
Madrid no gana un derbi y son ya muchas las generaciones de niños
rojiblancos, algunos ya en el instituto, que jamás han visto
derrotar al Real Madrid...
Y queda la Final de Copa, dentro de
tres semanas. Pero mi padre, que sí ha visto al Atlético de Madrid
ganar decenas de veces al Real Madrid y competirle de poder a poder,
me dijo anoche que él no se gasta 75 euros en ver a este equipo
hacer el ridículo en la Final. Que si contra los suplentres pierde
de este modo; el 17 de mayo nos meten cuatro. Y mañana tengo que ir
a por las entradas. ¿Y yo qué le digo...? Nos matan la ilusión...