viernes, 27 de abril de 2012

Atléticos, valoren lo que están viviendo: un momento histórico

Hace dos años, cuando el Atlético de Madrid alcanzó la Final de la UEFA Europa League, decidí que estaría en Hamburgo por todos los medios. Logré dos entradas a través de Señales de Humo, pero tuve que renunciar a ellas porque no encontré acompañante. Mi padre, mi novia y algunos amigos colchoneros finalmente se retrajeron de acompañarme por cuestiones económicas o por obligaciones ineludibles.
Así que casi a última hora, sobre la bocina, me presenté yo solo en el Calderón y decidí comprar mi entrada y mi viaje para emprender la aventura en solitario. Allí coincidí con otros atléticos que sabía que viajarían (Sergio Medina, por ejemplo), pero el vuelo me lo hice solo.
Mis razones eran claras: el Atlético de Madrid llevaba 25 años sin llegar a una final europea (la última había sido en la Recopa ante el Dinamo de Kiev en 1985) y quién sabía si no tendrían que pasar otros 25 años para que se repitiera la gesta. Para entonces, ya con más de 50 años, quién podía asegurarme que no tendría unas ataduras que me hicieran imposible viajar. Así que allí me planté, y viví una experiencia formidable que siempre tendré grabada.
DOS FINALES EN DOS AÑOS
Sin embargo, sólo dos años después, el Atlético de Madrid se ha metido en su segunda final europea en sólo tres temporadas. El mérito es grande, y que el hecho de que también llegáramos hace sólo dos años, tras una prórroga, ante un Liverpool... y que ahora haya sido aparentemente “más fácil”, no nos haga perder la dimensión de lo logrado.

LA SEXTA FINAL EUROPEA DE SU HISTORIA
El Atlético de Madrid disputará el próximo 9 de mayo la sexta Final europea de su historia (sin contar la Supercopa de Europa de 2010). La sexta.
Las dos primeras fueron en los años 60. En 1962 ganó su primer título continental tras derrotar por 3-0 (Jones, Mendoça y Peiró) a la Fiorentina en la Recopa (Stuttgart). Aunque antes había disputado una primera final (en Glasgow) que terminó 1-1, por lo que se debió jugar un partido de desempate.
Sólo un año más tarde (1963) repitió Final en la Recopa (Rotterdam). Sin embargo, fue goleado por 5-1 ante el Tottenham. El único tanto lo anotó Collar.
Más de diez años pasaron hasta la siguiente Final. Esta vez en la Copa de Europa, en 1974, en la fatídica final de Bruselas conocida por todo aficionado atlético. 1-1 en el primer partido, con goles de Luis Aragonés y Schwarzenbeck, en el último minuto, y 4-0 en el triste encuentro de desempate.
De nuevo más de diez años (1985) para llegar a la Final de la Recopa de Lyon. Un duro 3-0 ante un imponente Dinamo de Kiev... y hasta la Final de la UEFA de hace dos años. En 2010. El 2-1 en la prórroga ante el Fulham con los dos goles de Forlán, que ya pasará por siempre a la historia.
Sólo cinco finales hasta la fecha. El bagaje, de 2-3, mejorado con el triunfo en Hamburgo.

SEGURO QUE DESEARON VIVIR OTRO ATLETI...
Muchas veces habrán oído a aficionados atléticos (yo mismo lo he deseado), soñar con haber vivido en otra época. En los años 70, por ejemplo, con un Atleti levantando Ligas (tres), Copas (dos), la Intercontinental (1974) e incluso llegando a aquella Final de la Copa de Europa.
Era un Atlético mucho más grande que el actual. Con Adelardo, Luis Aragonés, Gárate, Ayala... luchando de poder a poder con Barcelona, Real Madrid o la élite europea y con unos valores y un sentimiento atlético firmemente arraigados.
Pero sólo una vez, en los mencionados 60, los aficionados atléticos pudieron disfrutar de dos finales europeas en una misma década. Y el Atlético de Madrid logró anoche repetir ese hito.

UNA PRIMERA PARTE ENTREGADO
Lo logró pese a disputar una primera parte bastante deficiente, en la que me decepcionó el planteamiento de Simeone. Un gol rojiblanco dilapidaba gran parte de las opciones valencianistas, con las que no debió salir del Calderón, pero el Atlético salió a contemporizar a merced del Valencia.
Así, los valencianistas empezaron a acumular ocasiones. Pasado el minuto 20, doble ocasión de Jonas y Feghouli que se topan con Courtois. Dos minutos después, un par de disparos desviados por poco de Soldado y nuevamente Feghouli. El Valencia encerraba al Atlético, que apenas pasaba de medio campo. Un cabezazo cruzado por poco de Soldado, un zapatazo abajo de Canales (el mejor) que saca Courtois...
Y el Atlético que no tuvo su primera ocasión hasta el minuto 40, en una contra de Turan en la que Alves se adelantó para salvar el remate de Falcao.

EL GOLAZO DE ADRIÁN
Por fortuna, el asedio valencianista no obtuvo en solo gol. Aunque me lamentaba, muy mucho, por el hecho de que con la eliminatoria partiendo de cero (en el Calderón), el Atlético hubiera dado semejante repaso a los ché, y ahora se estuviera conformando con ser zarandeado en virtud de su ventaja.
En la segunda parte, el Valencia no supo continuar sus embestidas, y en el minuto 60 se acabó el partido y la eliminatoria. Un pase largo de Diego lo baja con el pecho Adrián, y desde fuera del área se saca una volea espectacular a la escuadra de Diego Alvés (0-1). Undécimo gol del asturiano en esta UEFA. Undécima victoria consecutiva de los rojiblancos. Y el pasaporte a la Final sellado.

UN MOMENTO HISTÓRICO
Nos ha tocado vivir un Atlético que ha pasado por Segunda, que ha merodeado por mitad de tabla sin rubor, que ha convertido el séptimo puesto en su lugar más habitual. Pero si el próximo 9 de mayo gana la Final en Bucarest, tal vez, y sólo tal vez, muchos atléticos pagarían por haber vivido estos momentos. Valórenlo.

martes, 24 de abril de 2012

Dos baklavas de cumpleaños

Este domingo fue mi cumpleaños. Se trataba del segundo en los últimos tres años que “pasaba” en el Calderón. El regalo que me hicieron los rojiblancos hace dos temporadas era difícil de superar: el 1-0 con gol de Forlán en la ida de las semifinales de UEFA ante el Liverpool. La posibilidad de volver a sentirnos grandes muchos años después. Un paso adelante para llegar a una final europea 25 años más tarde y, sobre todo, poder levantar un título después de catorce campañas. Algo que se confirmó 20 días después en Hamburgo conmigo en las gradas. Fue un buen regalo. Sin duda.
Por fortuna, esta temporada el regalo europeo ya estaba hecho tres días antes, en la mejor noche de este ejercicio en el Manzanares. Queda corroborarlo en Valencia el jueves. Pero mientras, en la Liga, sin una gran trascendencia en apariencia, el Atleti se jugaba el no verse abocado a un todo o nada, como ya apunté. Jugar una final sabiendo que, de perderla, la temporada será un fracaso con el equipo en mitad de tabla, es mucha presión. Así que los de Simeone cumplieron ante un rival directo.
Uno de tantos, ya que cinco equipos afrontaban la jornada con 45 puntos, en ese tapón que separa la mediocridad, del aprobado de la UEFA y que, apenas cuatro puntos más lejos, permite soñar con la Champions. Mucho soñar.

TARDE DE CELEBRACIÓN...
Celebré mi cumpleaños con el lado luminoso de mi familia (en oposición al lado oscuro que se ha destapado -ya se intuía- con la muerte de mi abuelo), así que entre las chuletitas de cordero de mi tío Gregorio, los canelones de mi madre, el vino del Valle del Jerte de mi tío Emilio, el Oporto dulce de mi primo Diego, y la tarta de chocolate de mi tía Isabel, uno tenía la obligación de llegar tarde al Calderón.

...INICIO DE PARTIDO "POR EL CAMINO"
Así que cuando me bajé del coche pasadas las seis (volví a aparcar mal, sí, pero era mi cumple :), al poco escuché el rumor inconfundible del gol... 1-0. Me metí a un bar y confirmé que habíamos marcado. “¿Quién ha sido?”, pregunté a un viejete sentado en un taburete. “El cabrón que hace los penaltis”, me contestó. Tras pensarlo un poco, deduje que era Godín. Y aunque por norma me jode que haya goles sin mi presencia (aunque sean del Atleti), bien valía ir “adelantando” el trabajo por mi cumpleaños.
Aceleré el paso y me planté en el estadio subiendo los escalones de dos en dos. Minuto 20, resultado 1-1. Vaya por Dios...
Mi padre me felicitó y le dije que me pusiera al día: “Sabía que había marcado Godín y venía pensando que íbamos ganando ¿Cuándo han empatado?”.
“Justo ahora mismo, una jugada por la derecha de Sergio García y ha entrado uno solo (Didac) para meter el empate”. 1-1 y todo un partido por delante para volver a marcar.
Sin embargo, el que veo que domina es el Espanyol, que dispone de una falta en la frontal que yo veo en la escuadra, aunque por fortuna el disparo de Romaric es escupido por el poste.
“¿Ha estado dominando el Espanyol todo el rato?”, cuestiono a mi padre. “No, al principio ha salido mejor el Atleti”, me responde.
Pero la realidad es que el Atleti no hace una jugada, y sólo una colada de Diego termina con un zurdazo centrado de Falcao tras recortar en el área.

EL PANORAMA NO CAMBIA
Llega el descanso, y a la vuelta el panorama cambia poco. Un Espanyol muy cómodo tiene el partido controlado y se permite salir a la contra con la habilidad de Coutinho (qué bueno es este chico. Buen ojo del Inter) y el peligro de Uche, que se saca un zurdazo desviado.
Mientras, el Atleti pierde balones tontos en defensa, como un par de Domínguez, al que la falta de continuidad le provoca desconfianza.
35 minutos por delante, pero es de esos partidos en los que da la impresión de que jamás llegará un gol. Todo lo contrario que el jueves ante el Valencia.
Sin embargo, un centro desde la derecha está a punto de ser rematado en boca de gol por Falcao.. y Arda Turan. Era un aviso.

DOS DELICIAS TURCAS
Si van a hacer un regalo a un turco, tengan en cuenta que sus creencias o costumbres son distintas a las nuestras. Por ejemplo, no todas las familias aceptarían de buen grado que se les regalara alcohol (Ahí Arda y yo nos alejamos). En algunos casos, puede que no abran el obsequio en nuestra presencia. Es algo normal. Pero lo que siempre es bien recibido es un buen dulce. Un dulce típico turco como el baklava (ese pastelito de nueces bañado en miel que habrán probado en algún kebab). Y Arda lo sabía.
Así que en el minuto 60 Juanfran volvió a desbordar por la derecha (Y volvió a sonar el Juanfran selección) y su centro al segundo palo fue rematado de espectacular chilena por Arda Turan (2-1). El dulce más exquisito.
El subidón le duró a Arda minuto y pico. Lo justo para recibir un nuevo balón dentro del área, recortar hacia dentro sentando con el amago a dos defensas, un nuevo recorte, y disparo abajo, junto a la cepa del poste izquierdo para que, con suspense, pero con maestría, hacer el doblete más rápido del mundo. 3-1, partido sentenciado y cumpleaños feliz. En el Día del Niño, Arda también hizo feliz a un niño grande.
Reclamaba Simeone los goles de los centrocampistas y los goles de Arda. No es normal que el turco sólo lleve tres tantos esta temporada. Y los tres contra el Espanyol... Pero ya lo avisé a principios de campaña cuando se regaló a Forlán: si este año no las enchufa Falcao, lo pasaremos mal... Y pueden dar gracias a sus 22 goles. Porque lo que le sigue... (Adrián 6, Salvio, Diego y Arda 3...).

LA FIESTA DEBE CONTINUAR
Mario, Adrián y Koke relevaron a Gabi, Diego y Arda pensando en Valencia, y Salvio rozó el cuarto con una volea a la madera. La UEFA está a tiro. La Champions en el horizonte. Habría que ganar los cuatro encuentros. Difícil. Sobre todo teniendo en cuenta que la Final de Bucarest (9 de mayo) marcará el resto de temporada. No puede escaparse. No puede haber sustos. El baño de la ida no puede ser neutralizado. La fiesta debe continuar.

viernes, 20 de abril de 2012

Un Atleti sin descuentos

Lo dio todo el Atlético de Madrid en la preciosa noche europea vivida este jueves en el Vicente Calderón. Desplegó todo el potencial de su juego en calidad e intensidad, sin ningún tipo de descuento. No hubiera hecho falta tampoco aplicar el 50 por ciento de descuento a los socios para haber llenado el estadio, si se hubiera sabido de antemano el espectáculo que depararía esta ida de las semifinales de UEFA. Aunque ese descuento, unido a lo asequible de las entradas (30 euros la más barata, cuando hace dos años en esta misma competición y ante este mismo rival, pero en cuartos, el precio fue de 50 euros... sin descuento alguno), habla bien a las claras del descenso de aficionados que debe estar experimentando el club.
Pero el principal descuento que le sobró al Atleti fue el aplicado por el árbitro en ambas partes. Un minuto que terminó en tres, en la primera, y cuatro en la segunda. En el último segundo de ambos añadidos, el Valencia encontró dos goles en una eliminatoria que anoche ya debió quedar resuelta. Pero el Atleti le "descontó" parte de lo cara que debió salirle esta derrota.

EL ATLÉTICO PROPUSO ANTE UN VALENCIA COBARDE
Y es que el Atlético fue el único que salió a proponer fútbol desde el minuto uno. Es increíble ver la cobardía del Valencia y de Unai Emery, que en ningún momento salió a por el partido en el Manzanares, como ya hiciera en el 0-0 de Liga.
Sin embargo, algún mérito tendrán cuando un equipo que se ha tenido que desprender en sólo dos temporadas de Villa, Silva y Mata (y digo que han “tenido” porque al menos ellos reconocen que el motivo es su deuda acuciante. Aquí se vende que los jugadores juegan donde quieren jugar...), va camino de firmar el tercer puesto de Liga por tercer año consecutivo.

EL 1-0 LLEGÓ PRONTO
El Atleti dominaba con claridad incontestable comandado por un Arda Turan que encaraba en cada acción. Así, llegaron las dos primeras ocasiones en disparos de Adrián y Diego que atajó Alves.
A la tercera, llegó el tanto. Fue un gol inesperado, porque parecía un balón malogrado por línea de fondo tras un mal control de Arda. Pero el turco jamás da un balón por perdido, fue al suelo robando la cartera a Rami, y su centro rebotó en Jordi Alba yendo a parar al de siempre, que con la cabeza puso la bola fuera del alcance de Alves. Radamel Falcao. Casado con el gol (1-0).
Los rojiblancos se relajaron durante algunos minutos, pero el panorama no cambió. El dominio seguía siendo colchonero y la presión arriba de los de Simeone propiciaba los errores en defensa de Víctor Ruiz o Rami, que parecían cadetes regalando balones al contrario y pegando patadas al aire. Sin embargo, el Atleti no logró aprovechar ninguno de esos regalos, mientras que el Valencia encontró el suyo en el 48.

EL PRIMER DESCUENTO...
Un minuto de descuento señalado por el inglés Thompson, falta en medio campo a favor del Valencia. Gabi debe ser atendido en la banda por un codazo. Yo mientras escribo por whatsapp, confiado en que esto se ha acabado. Mi amigo Ger se había bajado a mear. Pero el árbitro permite el lanzamiento de la falta. Courtois despeja a corner el balón colgado y choca con Rami. Se encaran, y cuando todos esperan que pite la clásica falta al portero, señala corner. Gabi vuelve al campo, pelea alborozado con Jonas. Topal saca el corner, el propio Rami prolonga en el primer palo, y Jonas se anticipa a un Gabi aún aturdido. 1-1. Y sin haber tirado a puerta.

Un 1-1 en Europa cambia radicalmente las cosas por mucho que el Atleti estuviera siendo superior. El discurso de apretar en el inicio del segundo tiempo para buscar un confortable 2-0 torna ante la imperiosa necesidad de lograr una renta para la vuelta.
Pero apenas reanudado el choque, Diego cuelga una falta lateral y la cabeza de Miranda aparece para restablecer la situación. 2-1. No es lo mismo, pero era una ventaja.
El público, que celebró el primero con cautela, se desata, y se despoja del pánico generado por el gol ché.

EL ATLETI SE DESATA
Y el que se desata es el Atlético sobre el campo. Dos minutos después, Adrián finaliza desde lejos de manera extrañamente egoísta lo que era un tres para dos, y en el nueve de la reanudación, el 3-1.
Adrián recoge un buen balón en la frontal, rompe a Víctor Ruiz con un poderosísimo cambio de ritmo y supera a Alves con un toque perfecto a su palo largo.
El asturiano tiene un sprint corto digno de los más grandes, pero debería explotarlo muchísimo más. Apenas seis goles en Liga son un exiguo bagaje para el potencial de este delantero. Un punta que, como el equipo, se desmelena en Europa (donde ya lleva diez).
Entonces el Atlético explota: Adrián busca las cosquillas de Alves junto a la cepa del poste, y Arda también le exige en el rechace; Diego se gusta con un eslalón que termina desviado, con una falta a la escuadra que salva el meta brasileño, y con un repertorio de pases de estilista que despiertan la ovación de la grada; Filipe apura línea de fondo en cada jugada, con autopases de espuela incluidos, pero no termina de precisar los centros; y cada saque de banda a favor del Valencia en campo propio se convierte en una tortura para los de Emery, que no son capaces de achicar balones ante la voracidad colchonera.
Y Ger me dice orgulloso que nunca vivió un partido tan plácido en el Calderón. A lo que le replico con insistencia que hay que meter el cuarto. “Esto hay que matarlo aquí”, sentencio.
Y FALCAO MATA AL VALENCIA
Y Falcao me oye. Un precioso cambio de juego de Diego deja en ventaja a Falcao. Controla con el pecho, pero Mathieu y Víctor Ruiz le dan caza. Sin embargo, el colombiano recorta hacia el centro, parece que no tiene posibilidad de remate, pero se saca un zurdazo casi cayendo que se estrella en la misma escuadra y cae en picado al fondo de la red (4-1). Falcao se levanta del suelo y tiene que mirar dos veces para cerciorarse de que está dentro. Y los 50.000 de la grada hacen lo propio mientras se reparten abrazos que recuerdan en algo a los de hace una semana contra el Madrid. Y es que ese gol huele a Bucarest.
Entonces mi padre me pregunta: "¿Te imaginas un partido así contra el Madrid?" Y le respondo que la verdad es que no, que ni me lo imagino. Porque estas noches mágicas se han vivido ante el Barça, el Valencia, el Sevilla o el Liverpool. Pero nunca, nunca, ante los blancos. Pero hoy no es día de acordarse de los vikingos.

LA FIESTA... Y EL SEGUNDO DESCUENTO
Y el Atlético continúa con su aplastante asedio a los valencianistas. Y las bufandas bailan al viento, y los hinchas hacen la ola, y el "Te quiero Atleti" inunda la noche madrileña proclamando lo que es un amor eterno, contra viento y apropiaciones indebidas.
Pero el descuento, de nuevo el descuento, propicia un gol inesperado e inmerecido de Ricardo Costa en un nuevo corner en el último suspiro (4-2). La afición valencianista apenas sí lo celebra, entre avergonzada y compungida. Puede abrir una eliminatoria. Pero yo lo tengo claro. Estaré en Valencia... y estaré en Bucarest. “¡Volveremos, volveremos...!”.

lunes, 16 de abril de 2012

Las mujeres de Vallecas

Quizá alguno de ustedes haya pinchado el enlace a mi blog inquietado o curioso por el título de este post. No esperen la foto de ninguna belleza que visitara anoche el estadio de Vallecas, de ésas que publican en la contraportada del As, ni ninguna historia sobre el pedigrí de las mujeres de ese barrio, que sin duda hay algunas con mucho caché.
El título de este post responde simple y llanamente a un detalle banal del encuentro. Un detalle que me llamó la atención en un campo ruidoso, un campo de barrio, donde se usan artes de partido de regional o preferente dentro y fuera del césped, como bien ha relatado de forma muy original y divertida mi colega Emilio en “La Agonía del Mediapunta”.

UN CAMPO DE LOS DE ANTES
En ese campo “de los de antes”, donde no parecen haber llegado los millones de las televisiones, donde no sólo existen los patrocinadores y el merchadising, donde todavía hay futbolistas con nombres como Pity o Tito y pueden jugar en Primera.
En ese campo que al verlo por fuera uno piensa “aquí todavía se respira el fútbol de los 80 o los 90. Cuando el fútbol aún era fútbol”.
En ese campo, anoche resonaba más que nunca el típico grito de mujer cuando tu equipo, o el contrario, está a punto de marcar.
Cuando en la segunda parte Michu rozó el gol en dos oportunidades, con un cabezazo cruzado primero, y un zurdazo abajo después, ese grito se coló en mis oídos como si tuviera a ese grupo de mujeres sentado a mi lado. Un chillido que te pone de los nervios con un resultado ajustado como el de anoche, que te asusta como si del grito de la víctima de psicosis se tratara.

LO SIGO VIVIENDO CON TENSIÓN
Anoche no dejaba de sorprenderme a mí mismo pensando: “Es increíble cómo puedo estar tan nervioso, contando los minutos para que esto se acabe y sumar otra victoria, después de perder el enésimo derbi. Después de comprobar un año más cómo mi equipo es incapaz de plantar cara al antaño eterno rival. Y con un partido que, al fin y al cabo, sólo nos vale para mantenernos entre el tropel de equipos mediocres que pelean por la consolación de la UEFA...”.
Sin embargo, anoche volví a vivir el partido de mi Atleti con tensión y, no puedo decir que me fuera feliz a casa. Pero al menos no lo hice triste.
Y es que para esto está el Atleti. Para mantener al menos su condición de segundo equipo de Madrid. Para ganar los derbis ante el Getafe, que hasta hace una década jamás había pisado la Primera División, o con el Rayo, que nunca ha pasado de ser un equipo de barrio. Y a mucha honra.

UNA PRIMERA PARTE ACEPTABLE
Aunque el partido por lo general fue malo, me gustó el Atleti de la primera parte. Pese a que empezó avisando el Rayo con otro futbolista de ese fútbol de antaño, José María Movilla, atlético de pro al que da gusto ver seguir jugando a sus 37 años, con un zurdazo arriba que rozó el larguero.
En esa primera parte apareció Adrián, para revolverse entre contrarios con ese estilo pausado y elegante que empieza a asentar. Primero, buscando a Falcao, pero se adelantó Cobeño, y luego a Filipe, cuyo tiro despejó el portero rayista. Está convenciéndome cada vez más el brasileño, al que veo muy cómodo y me recuerda más al del Depor, pese a que nunca ha sido santo de mi devoción por a quien a quitado el puesto (mi pobre Antonio López).
Pero el brasileño que cada día me gusta más es Diego. Lo siento, pero no hay un solo partido en el que no maldiga a nuestra directiva por no haber pagado un céntimo por él y no tenerle en propiedad.
Nuestra triste realidad nos obliga a acostumbrarnos a que cualquier gran jugador que destaque en nuestro club deberá irse (Torres, De Gea, Agüero...). Pero lo patético es ver cómo ya no duran ni un año. Puede que éstos sean los últimos partidos como rojiblanco de Diego. Y con Falcao nadie se llevaría las manos a la cabeza si saliera ya. Este mismo verano. Desolador.

DIEGO, LA FLOR EN EL FANGO
Pero volviendo a Diego, el carioca sobresale como una flor entre el fango de Vallecas. Cada control, cada escorzo, cada quiebro... dibujó un par de pases en profundidad preciosos, especialmente uno en el minuto 22 en el que dejó solo a Adrián, pero el asturiano se entretuvo y perdió su ventaja.
Un gol anulado por fuera de juego y un cabezazo a bocajarro, pero al centro, de Mario, hicieron acreedor al Atlético de encontrar un tanto.
El Rayo, por su parte, también avisaba con un cabezazo en escorzo de Tamudo (otro incombustible) que sacó con una buena mano Courtois, y un derechazo cruzado de Lass, extremo prometedor, pero que ha perdido la titularidad en este Rayo en el que, no lo olviden, faltaban los tres cedidos atléticos (Joel, Pulido y Diego Costa).

UNA SEGUNDA PARTE TRABADA
La segunda parte fue otra cosa. Totalmente trabada, sin fútbol. Que Mario se iba de uno, patadón de Trashorras y al suelo. Que Arda intentaba irse por banda, Tito le tiraba. Incluso Tamudo se contagió de ese espíritu y cazó a Diego.
Pero el premio “Don cerdo por excelencia” se lo quiero entregar a Arribas. Éste sí que es un central de los de regional. Con la diferencia de que ellos tienen impunidad total porque no hay cámaras.
Pocas veces he visto un recital como el que dio este elemento. Incluso el inalámbrico de Canal Plus le dijo al descanso: “Te la estás jugando con los agarrones”. Ante la sorpresa del propio Arribas, que debía creer que todos eran como Mateu: ciegos.
Cada vez que Falcao quiso controlar un balón, ahí tenía a Arribas subido a la chepa. Agarrones aparte, también repartió lo suyo. Pero el chico no se llevó la tarjeta ¡hasta el minuto 81! Tras agarrar y golpear a Falcao en una jugada en la que se le iba por banda.

FALCAO PUDO ESCAPARSE
Por fortuna para el Atlético, el colombiano pudo escaparse de toda marca en el 20 de la segunda, en un gol también muy de regional. Robo en área propia de Juanfran, balón largo a la espalda de los defensas, salida desesperada de Cobeño, recorte perfecto de Falcao, y gol a puerta vacía (0-1). 22 tantos para un hombre que está rentabilizando lo que costó.
No hubo muchos apuros de ahí al final, y de hecho fue el Atlético el que estuvo más cerca del segundo con un derechazo cruzado de Diego que sacó Cobeño (debería aportar más goles) y un remate al aíre de Falcao cuando Adrián le había dejado solo.

EL SEGUNDO EQUIPO DE MADRID...
Al final, el Atleti se impuso al Rayo y le vale para, como hace dos semanas ante el Getafe, mantener su supremacía como segundo equipo de Madrid. Pa eso hemos quedao...
El jueves, llegará la verdadera final. El primer todo o nada ante el mediocre devenir en Liga. Los rojiblancos son favoritos en Bwin para hacerse con la victoria ante el Valencia (ATM- 2.05; X- 3.40; VAL- 3.50), aunque de cara a quién se clasificará para la final de la UEFA Europa League, la igualdad es total y se paga por ambos 1.87 euros.

jueves, 12 de abril de 2012

Moros y Cristianos

Como en el periodo de la Reconquista de la Península Ibérica por parte de los cristianos para derrocar de los territorios españoles al imperio musulmán (siglos VIII-XV), Cristiano Ronaldo, él solito conquistó anoche el Vicente Calderón.
Como en el proceso iniciado por Don Pelayo y finalizado por los Reyes Católicos, Cristiano Ronaldo, con su estilo altanero, prepotente y provocador, arrolló al conjunto rojiblanco, eso sí, demostrando una potencia, voracidad y contundencia incontestables.
Estuve en el estadio, por supuesto, en lo que durante muchos minutos fue un ambiente épico, con dosis de euforia desmedida después del gol de Falcao. He vuelto a verlo hoy (lo grabé por Telemadrid), y una de las últimas imágenes captadas por las cámaras resume el partido: una pancarta con el portugués y un emblema: Ronaldo, The animal.

CRISTIANO, THE ANIMAL
Hasta diez disparos a puerta hizo un futbolista que es una máquina de rematar
. Busca portería desde cualquier ángulo, distancia o posición. Su cifra de 40 goles, algo estratosférico que no sé cuándo volveremos a ver, parece lógica viendo su potencial para crear oportunidades. Pero no es normal.
Todo el peligro, y digo todo, del Real Madrid pasó por sus botas. Encaró constamente por banda izquierda, centró, pegó faltas, disparó desde fuera y desde dentro del área... Una máquina.
Una máquina que no había explotado en los tres primeros derbis, pero que el año pasado ya se estrenó con dos goles en Copa y este año ha marcado cinco tantos a los colchoneros (tres de penalti, eso sí).
Dos cañonazos suyos, mediada la primera y la segunda parte, tumbaron a un Atlético que durante muchos minutos plantó cara al Real Madrid, pero que fue demasiado cobarde a raíz del empate, y acabó recibiendo un castigo demasiado severo.

UN DERBI DISTINTO...
Fue un derbi distinto a muchos de los anteriores disputados en el Vicente Calderón.
Fue distinto porque fue el primer derbi en el Manzanares en diez años, el primero, que superó el cuarto de hora de juego con 0-0 en el marcador. Hasta el minuto 24 no se adelantaron los blancos con una falta directa de Cristiano Ronaldo de esas que se envenenan con un efecto imposible, pero en la que Courtois debió hacer mucho más que una genuflexión. La bola entró por su palo en un disparo de 30 metros... (0-1)
Cuando Cristiano iba a iniciar la carrera, mi padre dijo: “Desde ahí no la mete”. “No creo yo tampoco”, le contesté. Y mazazo.
Aún así, fue un derbi distinto porque el Real Madrid no empezó arrollando al Atleti desde la salida de vestuarios. En los cuatro últimos años, el Madrid se adelantó a los diez minutos (Benzema 2010-11), a los cuatro (Kaká 2009-10), y a los 30 segundos (Van Nistelrooy 2008-09 y Raúl 2007-08).
Esta vez, incluso fue el Atlético el que hizo el primer tiro a puerta tras un buen envío profundo de Diego que Falcao remató a media altura y junto al palo, pero Casillas mandó a corner.
Fue un derbi distinto porque durante muchos minutos dominó el Atleti (tuvo más posesión en el primer tiempo), llegando a acumular algunas faltas laterales y corners consecutivos, pero que no provocaron peligro.
Fue un derbi distinto porque el Atleti logró igualar el marcador, algo que no suena a gran cosa, pero que, por desgracia, apenas se ha repetido en la última década.
Sólo Paunovic de penalti (2003-04) y Simao de falta (2008-09) llevaron el júbilo a la grada con un empate momentáneo que terminó en 1-2. Y sólo una vez se ha podido cantar un gol en el Calderón que por entonces era el del triunfo. El 1-0 de Torres en la 2006-07, que acabó 1-1.
Así que cuando en el minuto diez de la segunda parte, en una jugada sin aparente peligro, Adrián sacó un centro desde la izquierda y Falcao remató de cabeza ganando a Ramos y Coentrao, y poniendo la pelota donde no podía llegar Casillas (Y miren que eso aquí es difícil), el estallido en la grada fue de los que hacen época (1-1).
Con un estadio abarrotado hasta en las escaleras, recibí abrazos como no había visto en mi vida, de conocidos y desconocidos, de amigos y de gente que no había visto nunca, uno de los cuales se permitió incluso darme un beso (al parecer a mi padre le dio hasta cuatro... era un chavalito que el pobre iba muy borracho).
Así que durante unos minutos, apenas un cuarto de hora, la grada del Vicente Calderón fue feliz en un derbi como llevaba sin serlo años. Eso fue distinto. Pero el final fue igual.

...PERO IGUAL
Fue igual porque, inexplicablemente, en vez de dar un paso al frente y aprovechar el arreón del gol. En vez de intentar jugar con la ansiedad del Madrid. En vez de decir: hoy te estoy plantando cara y te voy a derrotar. El Atlético dio un paso atrás tras el tanto.
Se lo dije a mi padre, apenas marcó el Atleti, fue “como si las cosas ya no estuvieran en su sitio”, como si se hubiera alterado “el orden natural de un derbi”. “Espero que no crean que con el empate ya lo tienen hecho”, le comenté. Pero así fue.
El Madrid encerró a los rojiblancos, y el miedo se instaló en el cuerpo de la afición atlética, que cantaba, pero, por dentro, temía...
Sólo un minuto después del empate, Cristiano se coló en el área y su disparo abajo lo sacó a corner Courtois.
El público, esta vez más con su equipo y menos centrado en ventilar sus iras contra el rostro pálido, comenzó a cantar el himno como un solo hombre. Pero en nuestras gargantas, en la mía propia, se nos congeló el “porque luchan como hermanos...” cuando un cabezazo de Pepe en un corner sobrevoló nuestra portería para terminar de posarse en la parte superior de la red...
La agonía continuaba, y sólo la velocidad mental de Diego y la física de Adrián propiciaron un par de contras que ni siquiera terminaron en disparos.
Mientras, las dos líneas de cuatro de los de rojo y blanco cada vez se atrincheraban más en torno al área, pese a los gritos desesperados de Simeone por sacarles de la cueva.
En el 67, Di María pone una falta desde la derecha y alguien cabecea fuera por poco. ¿Quién? Cristiano, por supuesto.
Y sólo un minuto después, la catástrofe. El Atlético roba en su frontal, pero no es capaz de hilvanar ni un pase ante la asfixia madridista. Xabi Alonso abre para Cristiano, Juanfran recula persiguiendo a Benzema y el portugués no duda: zapatazo desde fuera del área junto al larguero de Courtois (1-2).

LAS COSAS EN SU SITIO
Por triste que parezca, es así. Un Madrid que no gana en el Calderón, es como un mes de abril sin lluvia. No es normal. Y como no es normal, es capaz de que el Atleti empate en el 91 con aquel gol mentado de Simao, y que en la prolongación Drenthe meta en el área a Heitinga y le saque un penalti para terminar ganando.
Así que, con las cosas en su sitio, los rojiblancos se permitieron volver a mirar hacia Casillas. Falcao conectó otros dos cabezazos que sembraron cierto miedo, y Adrián cabalgó entre la defensa blanca , pero le frenó Pepe.
En el otro lado, Cristiano y Di María seguían sembrando tempestades con su ritmo vertiginoso. Kaká (que jugó el primer acto) y Benzema, ni aparecieron.

Y EL FINIQUITO
Y a falta de ocho minutos, un balón de Higuaín en el flanco del área, sin peligro aparente, terminó con Godín cargando de forma desmedida y el argentino en el suelo. En el campo parece una carga en la que Higuaín simplemente no mete el cuerpo. Por la tele se ve que Godín va revolucionado donde no debe ir. Ya regaló un gol precisamente en la ida a Higuaín. Ya hizo un penaltito sin venir a cuento hace dos semanas en Zaragoza. El uruguayo debería aprender a medir.
Cristiano no falló y firmó otro hat trick en su lista (1-3). Esta vez no tuvo gesto para la grada, como el despreciable lucimiento de muslos tras el 1-2, acompañado de dos batidas de brazos desmedidas de sus adlateres, Pepe y Coentrao.

EL CASTIGO DE CADA DERBI
Los derbis castigan cada año al Atlético, y Cristiano asistió a Callejón para que hiciera el 1-4 en lo que fue un correctivo excesivo. Ni siquiera el poste quiso que Diego maquillara con un 2-4 lo que nunca fue un paseo del Madrid.
El año pasado, con triunfo mínimo de los blancos (1-2) el Real Madrid fue mucho más superior que anoche al Atlético. Sin embargo, así es el fútbol.
Donde no engaña la estadística, es en los números de la última década en el Calderón: cero victorias; un empate; nueve derrotas.
Jamás el Madrid, ni nadie, había logrado ganar cinco años consecutivos en el Manzanares. Jamás el Madrid, ni nadie, había sacado 40 puntos a estas alturas de temporada al Atlético. Jamás un derbi madrileño fue esto. ¿Pero quién puede decir que no se lo esperara? Lo peor, la sensación de que nada va a cambiar...

miércoles, 11 de abril de 2012

Carta a la afición atlética: orgullo, memoria y dignidad

Esta noche, el Atlético de Madrid recibe al Real Madrid por décima vez desde que volvió a Primera. El precedente es vergonzoso y desalentador: ocho derrotas y un triste empate.
Los números en Chamartín son bastante mejores
: cuatro empates y seis derrotas. Habiéndose adelantado en cinco de los seis últimos choques allí.
Aquí es distinto. Y la razón está en la afición.¿Creen de verdad que Arda, Diego, Falcao o Adrián van a salir esta noche ansiosos y acomplejados por llevar doce años sin ganar al Madrid? Ellos no llevan doce años. Ellos acaban de llegar.
Adrián tenía once años la última vez que el Atlético de Madrid ganó al Real Madrid. Como muchos de los componentes de la actual afición colchonera, para los que perder con los blancos es “lo normal”.
El último derbi en casa
, el 19 de marzo de 2011 (encima cayó en San José), fue mi derbi más triste. "Damos pena", titulé. Y lo que me dio pena, vergüenza y asco fue el comportamiento de nuestra afición, no el de nuestro equipo, que al fin y al cabo lleva años siendo muy inferior al del Madrid en calidad, aptitud y presupuesto.

UNA AFICIÓN ACOMPLEJADA
Ese día me marché faltando cuarto de hora de juego
(algo que jamás hago) al comprobar que nuestra afición, la rojiblanca, la colchonera, la del Doblete, la de las nueve Ligas, las nueve Copas, la Intercontinental... coreaba al unísono el “¡Eres un mono, Marcelo eres un mono!”.
Con un equipo octavo, fuera de todo
(eliminado entonces de Copa y UEFA), sumando su duodécimo año sin vencer a los blancos, nuestra acomplejada afición sólo tenía cánticos para “Cristiano/Mourinho muérete”, o “¡Qué hijo puta es, ese portugués!”.
Así que me levanté de mi asiento y le dije a mi padre “Vámonos”, mientras que bajaba camino al vomitorio gritando: “Claro que sí, la culpa de llevar doce años sin ganar al Madrid será de Marcelo”.

UNA AFICIÓN COMPLACIENTE
Si esta noche el Real Madrid vuelve a derrotarnos, no será por mala suerte, por los dioses o por los árbitros..
. Ni porque éste sea nuestro particular día de la marmota. Ni siquiera por el factor psicológico. Si esta noche el Real Madrid vuelve a derrotarnos, será porque las diferencias entre ambos se han vuelto ya insalvables. Y nosotros, la afición, hemos contribuido con nuestra complacencia a que esto ocurra.

¿RECUERDAN POR QUÉ SOMOS DEL ATLETI?
Lo único que pido para esta noche es que, cada hincha del Atlético que acuda al campo, recuerde por qué se fundó este club. Un club creado por un grupo de estudiantes bilbaínos que buscaban demostrar que se podía ganar con otro tipo de fútbol, con otros argumentos, que no la prepotencia y la altanería de los del Real Madrid.
Un club que con los valores de la humildad, de la nobleza, de la dignidad y de la honradez, del esfuerzo diario y del espíritu de superación para llegar más lejos, creyó que se podía competir con el más acaudalado, el más privilegiado o el más aventajado.

NO VAYAN A INSULTAR...
Sólo les pido que la olla a presión en la que esta noche, una noche de derbi más, se convertirá el Vicente Calderón, no vuelva a mostrarse como un recinto atestado de acomplejados que ven en la camiseta blanca un motivo de insulto y de pataleo. Que ven en un derbi la oportunidad de gritar en sus oídos todo tipo de barbaridades a aquellos que año tras año nos humillan y nos ridiculizan.

PORQUE UN DÍA HUBO UN DERBI EN EL QUE...
Porque un día hubo un derbi en el que, si lo perdías, “después no podías salir a la calle” (Escudero dixit); porque un día hubo un derbi en el que “se miraba en qué fecha caía en cuanto salía el calendario” (Adelardo dixit); porque un día hubo un derbi en el que “15 días antes ya se vivía el partido. Uno sentía la rabia de querer ganar al eterno rival” (Paulo Futre dixit).

Que recuerden que para Don Alfredo Di Stéfano, el partido grande del año era contra el Atlético de Madrid. Y que si tienen que insultar, que piensen que la culpa de que esto haya cambiado no es de Cristiano Ronaldo. Ni de Marcelo...

martes, 10 de abril de 2012

Simeone perdió todos sus derbis como jugador contra el Real Madrid

Este miércoles llega el derbi al Vicente Calderón (22:00 horas). El 75º enfrentamiento liguero entre Atlético de Madrid y Real Madrid con los colchoneros como locales. Los números desde la vuelta a Primera (ocho derrotas y un empate) convierten a los blancos en el único equipo que ha ganado más veces que ha perdido en nuestro estadio (23 victorias atléticas, 20 empates y 31 triunfos madridistas).
Unos números desoladores que no son de hoy. A los más de doce años sin ganar un derbi (30 de octubre de 1999, 1-3. Aún tengo esa portada...) se le une que en los últimos 20 años (desde 1992) apenas ganamos ese encuentro y un 3-1 en junio de ese mismo año (con tantos de José Mari, Juninho y Lardín).
Pero es que si nos centramos en los derbis en el Vicente Calderón, desde 1984 (año en el que el Atlético venció por 1-0 al Real Madrid con gol de Hugo Sánchez), los atléticos sólo hemos podido cantar victoria en dos ocasiones como locales: en 1992 (2-0 con goles de Vizcaino y Manolo) y el mencionado 3-1 de 1999.

¿LA ILUSIÓN POR LA ARENGA DEL CHOLO?
Así que llega un nuevo derbi y uno busca ilusiones a las que agarrarse. Y una a la que señalan muchos es el espíritu del Cholo, el carácter ganador que tiene Simeone y la arenga que puede dar el argentino antes del trascendental choque.
Simeone sabe la importancia que tiene un derbi. Lo mucho que significa para la afición. Se lo puede transmitir a todos los nuevos (que son la mayoría): Falcao, Adrián, Diego, Arda, Courtois... que afrontan este encuentro por primera vez
Pero si alguno de ellos le pregunta: ¿Mister, qué se siente al ganar un derbi? El Cholo no podría responder...

Sabía que Simeone no había ganado ningún derbi. En sus dos etapas (1994-1997; 2003-2005) los rojiblancos no derrotaron nunca al Real Madrid. Pero lo que no sabía, es que el Cholo cuenta sus cinco derbis por derrotas. Moral al máximo.

TEMPORADA 1994-1995
En su primer derbi, un 5 de noviembre de 1994, un Atlético que flirteó con la promoción de descenso visitaba al Madrid de Valdano, que a la postre resultaría campeón.
Los blancos ganaron con solvencia (4-2) en el que fue el estreno goleador de un bisoño Raúl González Blanco, con sólo 17 años... Ha llovido.
Curiosamente, Simeone marcó en ese encuentro el segundo tanto... y lo hizo de penalti. En uno de los pocos penaltis, sino el único, que lanzó con la rojiblanca.
En el partido de la segunda vuelta, el Cholo estuvo ausente por lesión, y los blancos se impusieron 0-2 con un doblete de Iván Zamorano.

TEMPORADA 1995-1996
Como todo buen atlético recordará, ni el año del Doblete el Atlético se impuso al Real Madrid. Pese a que al temporadón rojiblanco se unió que el Madrid entró en UEFA de casualidad (fue sexto), los merengues nos ganaron en ambos encuentros.
En la primera vuelta, el Atlético llegaba invicto al Bernabéu (jornada trece), con diez victorias y dos empates. Pues bien, un gol de Raúl en los primeros minutos bastó para derrotarnos (1-0). Simeone jugó los 90 minutos de ese encuentro en el que el Atleti terminó con diez por expulsión de Caminero.
En la segunda vuelta, los blancos se volvieron a llevar el triunfo por 1-2, con goles de Pantic, Laudrup y Miquel Soler, y el propio Cholo Simeone fue expulsado al inicio de la segunda parte.

TEMPORADA 1996-97
El siguiente año Simeone se pierde por lesión el duelo del Calderón. Los rojiblancos comienzan venciendo 1-0 con un golazo de cabeza de Kiko. Sin embargo, el Real Madrid remonta con dos goles de Raúl, el segundo de ellos será recordado por aquella mítica jugada llena de quiebros en la que sentó a López para terminar marcando sin ángulo, y el partido acaba 1-4.
El encuentro de la segunda vuelta llegó en la penúltima jornada y Simeone vivió in situ el alirón blanco. Con Capello al frente, los madridistas vencieron 3-1 (Raúl, Hierro, Mijatovic; Esnaider) en un partido en el que el Atlético no se jugaba ya nada con la UEFA asegurada (terminó quinto).
SÍ GANÓ CON INTER Y SEVILLA
Simeone emigró rumbo a Italia y allí sí supo lo que es ganar al Real Madrid con el Inter de Milán. Fue en la Champions de la 1998-99 y el resultado fue de 3-1.
También en el Sevilla, donde estuvo dos campañas antes de fichar por el Atleti, había vencido un partido a los blancos (2-0 en la 1992-93)

TEMPORADA 2003-04
Pero nunca de rojiblanco. A su vuelta al Manzanares, ya con 33 años, pudo vivir otro derbi en el Santiago Bernabéu. Reconvertido a central por Gregorio Manzano, vio como Ronaldo le rompía a los 14 segundos de juego (marcó en la primera jugada) y los blancos terminaban imponiéndose 2-0.
En la segunda vuelta el Cholo no jugó, pero su equipo cayó también derrotado (1-2- Paunovic (P); Solari, Helguera).

La campaña 2004-05, Simeone apenas juega ocho partidos con Ferrando y decide marcharse en el mes de diciembre, con lo que esa temporada no estaba ya en la plantilla en ninguno de los dos derbis (0-3 y 0-0).

OLVIDEN EL EFECTO SIMEONE
Así que, visto lo visto, no me imagino a Simeone dando una charla estilo a la que ofreció Luis Aragonés en la final de Copa del Rey de 1992, en la que pronunció frases cómo: “Lo que vale es que sois mejores y que estoy hasta los huevos de perder con éstos, de perder en este campo. Lo que vale es que sois el Atlético de Madrid y hay 50.000 en la grada que van a morir por vosotros. Hay que morir por ellos, por la camiseta, por vuestro orgullo”.
Un Luis que estaba hasta los huevos de perder contra el Madrid, pero que también había saboreado la victoria contra el eterno rival en muchas ocasiones y sabía cómo llegar a ella. De esos hoy ya no quedan...

PD: Mañana escribiré un artículo de lo que espero de este derbi.
Releyendo mis crónicas de los anteriores, ya les adelanto que no va a ser optimista. La vergüenza ante la forma de afrontar estos partidos (por parte de club, equipo y afición) cada vez es mayor.

domingo, 8 de abril de 2012

Evasión o victoria

Como en la película protagonizada por Sylvester Stallone y el mismísimo Edson Arantes do Nacismento Pelé, el Atlético de Madrid va abocado a jugarse la temporada a una sola carta. Si se salva el difícil escollo del Valencia en las semifinales de la UEFA Europa League (eliminatoria incierta en la que todo puede pasar), los de Simeone pueden verse en Bucarest en una tesitura similar a la de este filme: una victoria les daría la gloria de un título continental y la posibilidad de salir por la puerta grande. Pero, de perder, más les valdría escapar como debió hacer ese equipo de reclusos de los países aliados en la Segunda Guerra Mundial.La Champions ya es oficialmente imposible y hasta entrar en UEFA está ya complicado.
Un título o la nada, es el futuro que afronta esta plantilla que puede ver cómo el año que viene no disputa competición internacional alguna, por primera vez en cinco años.

ERA UN PARTIDO IMPORTANTE
Era el de Levante un partido demasiado importante
(ganando, quinto, perdiendo, casi décimo) para jugarlo dos días después de unos cuartos de UEFA y tres antes de un derbi para una plantilla corta, en efectivos y en calidad.
Una simple gripe de Falcao deja al equipo inerme
. Sin gol y sin referencia ofensiva.
Enfrente, el Levante, un equipo de veteranos de guerra que también se ajustaría al guión de “Evasión o victoria”, trabajadísimo en defensa y con contras mortales.
Para colmo, a ese tipo de gladiadores, les ofreces uno no, sino dos goles de ventaja.

DOS GOLES EN OCHO MINUTOS
Minuto uno de partido
. Centro desde la izquierda de Barkero, Godín y Filipe todavía pidiendo el desayuno, y Valdo que se mete entre ambos para cabecear junto al palo. 1-0.
Se preveía entonces un monólogo del Atleti, con un Levante pertrechado atrás y saliendo como balas a la contra. Pero a eso le añadimos el segundo.
Minuto ocho, falta lateral que Barkero pone al primer palo, ni más ni menos que Gabi era el encargado de cubrir al goleador granota, Aruna Koné, que entra solo al primer poste y con la cabeza hace el segundo (2-0). 80 minutos por delante bajo el sol levantino (la única zona de España donde ha hecho bueno esta Semana Santa) para exprimirse buscando una remontada imposible. Una buena penitencia.

DOMINIO PREVISIBLE
Una remontada que nunca estuvo cerca.
El Atleti tocó y tocó moviendo de lado a lado, con Juanfran y Filipe una vez más como extremos, con Mario, Gabi, Arda y Diego intentando buscar el hueco, pero con toques cortos, horizontales, previsibles, sin buscar un dos para uno por banda, ni un desborde. Nadie encaró, nadie probó fortuna de lejos.
Así, lo más que se hizo fue acumular corners, y sólo Salvio estuvo cerca del gol en uno de ellos, pero su remate a la media vuelta lo repelió un defensa.
Mereció marcar el Atlético en esa jugada lo mismo que lo mereció el Levante, que en sus dos primeros disparos encontró dos goles.
En las veloces contras, todavía Barkero pudo matar con el tercero en una réplica exquisitamente llevada por Valdo. Por suerte, al único que estuvo a punto de matar el mediapunta vasco fue a Miranda, que tuvo que apartarse para evitar un zapatazo que se marchó fuera.

LA CLÁSICA DE BALLESTEROS
El Levante también mostró esa otra faceta, más fea, pero que también suma puntos,
en una trifulca generada por Ballesteros, que corrió 40 metros para protestar una entrada de Arda (corre más para estas labores que jugando) y luego se dejó caer al ser “empujado” por Diego, que llegó a separar. El brasileño vio la amarilla. A otros muchos les sacó la roja. Nunca me he explicado que tiene este bigardo con sobrepeso para jugar en Primera. Pero ahí sigue, con casi 37 años, tras Tenerife, Rayo, Villarreal y ahora Levante...
Así se paró el partido y el infructuoso dominio rojiblanco. Antes del descanso, aún tuvo Miranda en su cabeza el 2-1 tras un gran centro de Filipe. Pero el brasileño, que entraba solo, remató fuera.
Repito, hubiera sido tan justo que marcara, como lo fueron los tantos levantinistas. Pero así es el fútbol.

ÚLTIMO ARREÓN, AL COMIENZO DE LA SEGUNDA
En el segundo acto, los colchoneros parecieron salir decididos a acortar distancias. Y en sólo diez minutos hubo tres. Muy claras.
Primero fue un centro-chut de Salvio que no llega a desviar Adrián, Munúa la repele y al rechace llega Arda forzado y no marca por poco ante la salida del meta uruguayo.
Después fue de nuevo el turco el que probó al portero levantinista con un disparo seco; y por último fue Miranda el que, tras una mala salida de Munúa, la revienta excesivamente cruzada, para que un zaguero local despeje.
Ahí estuvo la diferencia entre meterse en el partido o ver una última media hora sin historia, recordando que el partido se resolvió en ocho minutos.

Y UNO SIGUE RENUNCIANDO POR EL ATLETI...
Se le queda a uno una gran cara de tonto (por dentro y por fuera) cuando de vacaciones en Vitoria, renuncia a otros planes para encontrar un bar donde preguntarle al camarero si van a poner al Atlético de Madrid, y que a los diez minutos ya pierda 2-0.
La verdad es que uno se siente aún más estúpido cuando, unos días antes, tu novia te comenta: “Hemos reservado para una visita guiada a la Catedral (la de Ken Follet) el domingo a la una”.
Y tú le respondes: “¿El domingo a la una? ¿No puede ser a otra hora? Es que el Atleti vuelve a jugar a las doce...”.
Y claro, lo anulas, y luego te encuentras con esto.

UN AÑO PARA CORTAR CABEZAS...
Al menos me pude hacer una foto con la estatua de Ken Follet, que, por cierto, se da un aire a Enrique Cerezo. Si no se gana la UEFA, el presidente debería quedarse petrificado.
La situación en Liga deja al equipo a seis puntos o más de tercero, cuarto y quinto, con lo que sólo hay una plaza europea por disputar, con un tropel de equipos del nivel de Osasuna, Espanyol, Getafe o Sevilla...
La temporada puede acabar en catástrofe si no hay noche épica en Bucarest. Sería para que algunos huyeran ante el riesgo de ser ejecutados. Pero sean realistas: en el siglo XXI ya no se ejecuta a nadie. Y menos en fútbol. Ni aunque haya rivales a los que no ganas desde el siglo pasado... Y que vienen el miércoles, por cierto.

viernes, 6 de abril de 2012

¡Vente a Alemania, Pepe!

Como en el título de la película española de los años 70, son tiempos para emigrar a Alemania, potencia económica con pleno empleo, para exiliarse de un país que se hunde. Si se sabe alemán, tengo unos primos que tienen la suerte de dominarlo, es una excelente salida para evitar morirse de hambre en España.
El Atleti no se muere de hambre, aunque en diciembre estaba famélico, pero siempre que visita Alemania, vuelve resucitado.Hace dos años, Hamburgo quedó grabado con letras de oro en la centenaria historia de nuestro club con la consecución de nuestra primera UEFA Europa League. Este jueves, los rojiblancos viajaron a tierras germanas para convertirse en el primer equipo en derrotar en toda la temporada al Hannover en su propio estadio (nadie lo había hecho, ni en Bundesliga, Copa ni UEFA) y meterse en unas semifinales europeas nuevamente.
Hay motivos para ser felices. El Atleti pisa unas semifinales continentales por decimotercera vez en su historia (toquemos madera). En las doce anteriores, en cinco llegó a la final (hay que mejorar el porcentaje). Sin embargo, no puedo evitar mirar atrás y que me genere un regusto amargo el ver que, tras sólo dos temporadas, apenas había ayer tres componentes de aquella final de Hamburgo. Sólo uno fue titular, Perea, y por circunstancias, mientras que Salvio jugó 25 minutos... Y Domínguez dos.

PARTIDO A CARA O CRUZ, LEJOS DEL CALDERÓN
Pero debe ser ésta una crónica de celebración, así que vamos a ello. Se trataba del primer partido de tensión máxima a cara o cruz en lo que va de competición. Y es por ello que los echo tanto en falta cuando se celebran fuera. Se puede salir contento del estadio con una eliminatoria encauzada (3-1 al Besiktas) o tras un buen resultado (2-1 al Hannover), pero vivir en tus carnes la agonía de un resultado incierto, poder ayudar con tu aliento a lograr el pase, y salir del campo con la euforia de sentirte en la siguiente ronda, son sensaciones que sólo pueden vivirse cuando juegas la vuelta en tu casa.
Anoche no pudo ser así, como tampoco lo será en las semifinales frente al Valencia, pero la alegría del pase no te la quita nadie.

PRIMEROS MINUTOS DE “TONTEO”...
Salió el Atlético a un precioso y abarrotado AWD Arena
(50.000 espectadores que no dejaron de animar hasta el minuto 90, incluso con la eliminatoria perdida) a jugar unos primeros minutos de “tonteo”.
Un par de despistes en defensa hicieron oler el miedo a Diouf, delantero senegalés protagonista de todo el peligro del conjunto teutón en la eliminatoria. En la primera, llegó tarde e hizo falta a Courtois. En la segunda, tras un fallo de Godín, disparó cruzado.
Éste era todo el bagaje ofensivo de los locales, mientras el Atlético no pasaba de medio campo. Diego era el único que daba más de tres toques seguidos al balón, crecido ante las increpancias de la grada, pero recibía demasiado escorado a la izquierda, donde su efecto se diluía.
El brasileño volvió a dar un recital. Se agranda en las citas importantes. Manejó el tiempo del partido, inventó, aguantó la bola. No me cansaré de repetirlo: por ocho millones era nuestro. En verano,volverá al Wolfsburgo. Veremos si vuelve.
En su único error en el encuentro, perdió un balón en medio campo a pies de Ya Konan, que hizo honor a su apellido cabalgando de forma poderosa hasta la frontal del área, pero allí disparó tan mal que nos recordó su nombre completo: Ya, Konan, ya...

...QUE DURARON HASTA EL 45
Los minutos de “tonteo” se prolongaron todo el primer acto, y los atléticos nos temíamos una "zaragozada": partido plácido, pero un gol en cualquier jaimitada cercenaba el sueño europeo.
La mejor ocasión en 45 minutos fue un balón peinado por Adrián que no controló Koke en el área rodeado por tres contrarios, y un cabezazo desviadísimo del asturiano a centro de Diego.
Así andaba el Atleti, que en el mismo periodo en la ida ya había tenido cinco ocasiones claras (gol incluido) y esta vez no había tirado a puerta... No se puede regalar cuando se es superior.

EN LA SEGUNDA PARTE CAMBIÓ
Por fortuna, Simeone también lo vio así en el descanso y, como en tantos otros partidos, el Atlético que salió de vestuarios fue otro.
En dos minutos, los colchoneros ya habían pisado más el área que en los 45 anteriores, con un centro rechazado de Adrián, y un pase interior de Diego que Falcao cruzó en exceso.
Se adelantaron líneas, y Koke y Mario aparecieron en el medio aguantando la bola, con lo que el equipo tenía más efectivos.
Pero el tiempo pasaba y el inquietante 0-0 no se movía, mientras que de Valencia llegaban noticias de un 3-0, con lo que ya eran los ché los que esperaban plácidamente a los rojiblancos en semifinales.

NERVIOS FUERA CON ADRIÁN
No era cuestión de ponerse nervioso, y así lo entendió Adrián en el 63
. Al asturiano le falta gol, no lo neguemos ahora. Pero qué bien lo disimuló anoche. Ganó la posición a Pogatetz en un pase de Diego sin mucha historia (aunque el brasileño se apuntó que participó en los dos goles :), le quebró para sentarle, mientras levantó de su sofá al aficionado colchonero. “¡Tira!”, le gritamos todos. Pero él no escuchó. Dribló al meta Zieler, dejándole también tumbado. “¡Mételo!”, le suplicamos. Pero primero recortó a Pander, y ya con todos por los suelos (la zaga alemana y la afición atlética) decidió ponerla en la red. 0-1. Olé tus huevos chaval.

PERO AÚN HUBO QUE SUFRIR
“¡Ya está hecho!”, le comenté ufano a mi madre.
“Bueno, mejor que meta otro, ¿no? Cosas más raras se han visto”, me respondió como buena madre que advierte a su hijo. “No, si tendrían que meter tres goles en muy poco tiempo”, la adoctriné.
Cuarto de hora después la estaba pidiendo que mejor se callara, temiéndome la prórroga tras el gol de Diouf.
En un saque de banda (sí, en un saque de banda), Godín despejó blando y el senegalés la puso junto a la cepa del poste de Courtois (1-1). Quedaban diez minutos.
Un mundo para sufrir en rojiblanco. Un mundo que se hizo universo cuando un balón colgado quedó muerto entre Diouf y Godín, pero por fortuna Abdellaoue la remató blandita.
Lo mismito que Falcao. A falta de cuatro minutos, Adrián seguía a lo suyo. Un sombrero por aquí, un taconazo por allá. La pelota sin embargo la cortaron los teutones, pero allí apareció Diego, para robársela al bueno de Pogatetz y regalársela en bandeja de plata a Falcao, que la hizo oro con un zambombazo a la escuadra (1-2).

SEIS DE SEIS ¿DAN PREMIO POR EL PLENO?
Se vienen unas semifinales apasionantes y con aires de venganza en Valencia. Hace dos años, el Atleti levantó la UEFA en la prórroga habiendo ganado apenas dos partidos en su camino. Ahora, suma seis de seis en los cruces, tras acabar primero de grupo. ¿Nos dan el título ya? Esto no funciona así, ¿verdad?

lunes, 2 de abril de 2012

Los negocios del Calderón

No voy a hablarles aquí de la agencia de compra-venta de jugadores de Gil Marín y Enrique Cerezo. Ni siquiera voy a tratar el tema de la nueva publicidad, contratada para nueve partidos (ocho en realidad, porque en el derbi ya hay firmado otro patrocinador... Qué triste que sólo encontremos anunciante para un partido... y contra el Madrid) y que al parecer en la tele no se apreciaba más que como una mancha negra...
Voy a hablarles de otro de los negocios que rodean el Calderón. Un negocio que está ayudando a paliar la crisis y que creo que se ha puesto de apogeo en los últimos meses, ya que, al menos a mí, no me había afectado en diez años.
Les voy a hablar de las multas de tráfico por aparcar mal en el Vicente Calderón y sus alrededores.

NI UNA MULTA EN OCHO AÑOS...
Tengo carnet de conducir desde 2003. Desde entonces, no llevo el coche por norma al estadio, pero sí le he llevado a un gran número de partidos por temporada. Uno busca sus “trucos” donde dejarlo sin estorbar demasiado. Ocupando parte de un paso de cebra ancho, junto al tope que delimita la salida de un garaje, en la esquina de alguna calle “prolongando” las plazas de aparcamiento tan milimétricamente pintadas, o con las ruedas delanteras o traseras subidas a la acera, aprovechando ese hueco que el coche de delante ha dejado al no pegarse... Es increíble lo mal que aparca la gente. Lo poco solidarios que son. Lo poco que se arriman al de delante, dejando a veces incluso huecos en los que entraría un Smart. Pero no un coche normal...
Siempre en estos años he intentado dejarlo aprovechando algún truco. Pero reconozco que durante un tiempo lo aparcaba sin ningún tipo de rubor subido a la acera en el Paseo de Yeserías, frente a una heladería. Pese a estar muy cerca de la comisaría de la zona, jamás, jamás, me multaron... Siempre hacían la vista gorda los días de partido...

...AHORA, DOS EN DOS MESES
Pero esa suerte se acabó. En el partido contra el Betis, el último de 2011 y de Manzano, ya les conté que aparqué en una acera, ya que llegaba tarde y dormido (odio los partidos a las doce). El resultado fue que a mi vuerlta no había coche. 100 euros de multa y 150 de grúa. Clink, clink, caja.
Como no aprendo, el día del Barcelona volví a llevarme el coche. Lo dejé en mi paso de cebra especial. Nunca me han multado ahí. Es un paso de cebra especialmente ancho y, la verdad, pese a poner ahí un coche, el hueco para que crucen un grupo de borrachos abrazados entonando el “Asturias patria querida” es más que amplio. Sin embargo, la cara de tonto que se me quedó tras la “pillería” de Messi se prolongó al encontrarme otra multita de 100 euros (al pagarla reducida, claro) por “estacionar obstaculizando gravemente la circulación de vehículos o peatones o constituyendo un riesgo para los mismos”... Vamos, un peligro público sí... Clink, clink, caja.

ME PERDÍ TODA LA PRIMERA PARTE BUSCANDO SITIO...
Les cuento todo esto para explicarles por qué este domingo no pude ver la primera parte del Atlético de Madrid-Getafe. La semana pasada también me perdí medio partido ante el Zaragoza por quedarme dormido... Esta vez fue... por buscar un sitio legal en el que aparcar.
Tenía que llevarme el coche.
Había quedado para ir a comer en San Blas a casa de mis tíos inmediatamente después del final del partido, así que necesitaba llevármelo.
Me planté a las 11:40 en el Calderón (tampoco iba a madrugar) en busca de una plaza de aparcamiento. Tras un sinfín de vueltas, y de que me quitaran por los pelos un par de huecos (qué rabia da eso), comprobé cómo dos agentes motorizados (a las doce en punto) aparecieron en la calle de las Naves y se dispusieron a poner multas a diestro y siniestro a todos los coches subidos en la acera. Esto me sirvió como acicate para marcharme de ahí y buscar un sitio lejos del Calderón.
No encontré nada por Pontones, ni por Puerta de Toledo, ni por Marqués de Vadillo... me metí en un atasco en algún punto del Paseo de Extremadura (creo que estaba allí). Estuve a punto de aparcar en el circuito de karts de Carlos Sainz (en la calle Sepúlveda), a unos tres kilómetros del Calderón según la Vía Michelín...
Al final, acabé encontrando un hueco en el Paseo de la Ermita del Santo. Muy muy arriba. Vamos, que me tiré 20 minutos andando hasta que llegué al Calderón.

¿A USTEDES LES HAN MULTADO EN EL CALDERÓN?
Por el camino, comprobé cómo todo el paseo estaba atestado por una doble fila de vehículos en la mediana. Mientras que unos metros más abajo, otro par de policías en sus motos llenaban de multas unas aceras repletas de coches...
Me gustaría preguntarles si la psicosis es mía, me pasa sólo a mí, o realmente en estos últimos meses se están poniendo más multas en los aledaños del Calderón, habiendo acabado la bula que pudiera existir antes los días de partido.

VI DOS GOLES Y UN PARTIDO SOSO
Y bueno, tras más de una hora buscando aparcamiento, llegué en el descanso para poder presenciar 45 minutos de fútbol. Al menos pude ver dos goles que, unidos al de Salvio en la primera parte (en la radio decían que la quiso prolongar con la cabeza, pero yo creo que, aunque con suerte al entrar, era un remate), resultaron en un 3-0 vistoso que no refleja el partido soso presenciado en el Calderón.
El Getafe no propuso nada. Tampoco tiene mucho. Y da que pensar del cómo el Atlético podía llevar el mismo número de puntos.
En el Atleti, me gustó especialmente Filipe. Definitivamente se está sumando al ataque con una fluidez regular, alguno de sus centros ya acaban en gol y todo, y este domingo se permitió una serie de lujos. En un par de subidas, regaló al Calderón un caño y un precioso regate pisando la bola y sentando a Sarabia. Todavía le tendría media hora centrando en cada entrenamiento, pero llegar, llega.

PARTIDO DE HOMENAJE
El encuentro pareció un partido de homenajes durante muchos minutos.
En el 62, Diego encuentra a Falcao en un pase profundo, el colombiano centra desde la izquierda y el propio Diego cabecea al larguero, para después recoger su rechace y poner el 2-0.
Un minuto después, Simeone retira al brasileño ante la sonora ovación de la grada, que corea su nombre. El mediapunta, agradecido, corresponde con aplausos. Veremos si tiene estos detalles en cuenta cuando dentro de dos meses tenga que volverse a Alemania. Entonces estos gestos de cara a la galería quedarán como los de Reyes antes de regresar a Sevilla...
En el 77, Koke pone un balón entre líneas para Juanfran, y el alicantino sirve en boca de gol para que la empuje Falcao (3-0). 20 tantos en Liga del colombiano, que iguala la cifra de Agüero. Habría que contar también las asistencias que lleva ya Juanfran...
En ese mismo minuto, Simeone sustituye al Tigre para que se lleve el reconocimiento de la grada.

Y CÁNTICOS PARA TODOS
Después se coreó el Koke, Koke, Perea, Perea, Súper Súper Mario (la originalidad es máxima) y el encuentro de homenaje terminó con el Atlético a un punto de Europa y cinco de Champions. Simeone rotó, en el que es el único camino para luchar por dos objetivos.
El ambiente es festivo, porque hay unas semifinales a la vista. El jueves hay mucho en juego. Una eliminación, puede hacer cambiar los homenajeados ¿porque hace cuánto que no se escucha el Gil cabrón fuera del Calderón?