domingo, 8 de febrero de 2015

El día que llevábamos años esperando

JORNADA 22- ATLÉTICO 4-0 REAL MADRID
Goles: Tiago, Saúl, Griezmann, Mandzukic.
No me gustan los partidos a las cuatro de la tarde. Y menos un partido de la magnitud de un derbi. En las grandes citas qué menos que hacer un par de horas de previa... Y a esas horas resulta más complicado... Pero se hace.
Llego a las 13:30 horas al Paseo de Yeserías y encuentro pronto un hueco en zona azul. Pongo mi ticket para una horita y media, y ya no tengo que preocuparme por más parquímetros, ni multas (muy habitualmente aparco malamente...), ni historias... Sólo hay que pensar en el derbi.
Según entro al bar le digo a mi padre: “Bueno papá, ¿por qué resultado apuestas hoy en el derbi? Un 4-0 ¿no?”. “¿Un 4-0? Tú estás loco hijo. Confórmate con un 1-0 o espérate que hoy no nos den un disgusto. El Madrid está muy fuerte en Liga”, me responde.
“4-0, papá, 4-0”, le repetí... Qué lástima que no apostara por ello, amigos.
Así que entramos al estadio media hora antes para evitar las colas de última hora. Esas colas que tiene un grosor de doce personas y en las que si no vas de listo, se te cuela hasta gente que no va al partido... Así nos pasó en Copa contra el Barça... y nos perdimos el 1-0 de Torres. Esta tarde no queríamos perdernos ningún gol.

COMIENZO ACCIDENTADO
Y no hubo gol tempranero, pero sí un par de heridos recién comenzado el choque.
Sólo corría el minuto siete cuando en un corner botado al segundo palo, Godín remata la bola y Khedira remata a Godín. El alemán saca el codo a pasear y rompe la nariz al uruguayo. Lo vimos en todo el Fondo Sur (al menos), pero el insigne Fernández Borbalán no se enteró de nada.
Para colmo, un minuto más tarde, en una carrera en una contra Koke se rompe. El de Vallecas queda tendido en área blanca, mientras que Godín hace lo propio en nuestro campo. Dos caídos en menos de diez minutos. Mal asunto.
Pero el contratiempo no fue presagio de nada. Godín pudo continuar, y Saúl entraría por Koke. Quizá estaba escrito que así debía ser. El partido del alicantino fue para enmarcar.

EL ACIERTO DE CASILLAS
Corría el minuto 13 (no sé si Casillas es supersticioso) cuando un centro de Juanfran era despejado por Nacho al pecho de Mandzukic. El croata la duerme y pronto le grito ¡a Tiago, a Tiago!
El portugués venía solo desde la frontal del área. No sé si fueron mis gritos o quizá los grandilocuentes aspavientos de Tiago, pero allí se la puso el croata, y el luso se sacó un derechazo duro, aunque centrado, que amablemente se comió Casillas (1-0). “No ha sido un error”, aseguró después el portero en zona mixta. Por supuesto que no, Íker. A todos nos pareció acertadísimo. Tan contentos quedamos en el Manzanares, que al unísono se coreó un “Íkeeeer, Íkeeeer”, que el portero de Móstoles también se tomó “con humor”. Todos contentos. Con todo lo que ha parado en este estadio durante años, no está mal que se empiece a comer alguno.
LA CHILENA DE SAÚL
Mientras alguno todavía estaba dando saltos por la grada, Mandzukic (muy caído a banda izquierda todo el primer tiempo) pone un balón para la llegada de Siqueira. El brasileño corre hasta línea de fondo como si allí estuviera la meta, y por el camino deja tirado en el suelo a Carvajal (el único defensa titular ayer en el Madrid, todo sea dicho) y pone un centro a media altura al primer palo que Saúl convierte en el pase del año con una chilena espectacular. El remate del canterano entra tras tocar en el palo y se pasea por la red hasta depositarse en el lateral contrario (2-0). Les juro que hasta que no vi el balón en la otra esquina de las mallas no fui consciente del tanto. Fue un “si no lo veo no lo creo” total, y otra vez a repartir abrazos por la grada. A mi padre, a Fernando, y a dos chavales de atrás que no suelen venir mucho, pero que su cara me suena. Parecían buena gente.
“¿Ves papá? Somos violentos. Metemos goles de chilena”, le dije entre risas.

HABÍA QUE MATARLES
El que estaba para pocas bromas en esos momentos era el Madrid. Totalmente grogui, todos coincidimos en la grada en que era el momento de matarles, ya que todo el mundo sabe que el Madrid es como el malo malísimo de las películas. Como no le remates diez o doce veces, todavía se levanta y te acaba clavando el cuchillo. Saben bien de lo que les hablo...
Y pudo matar Griezmann, a pase de Juanfran, pero paró Casillas; y después pudo hacerlo de volea Godín, pero paró Khedira. Se está extendiendo ya la costumbre de que defensas corten con la mano dentro del área tiros de jugadores atléticos, pero supongo que siendo Barça y Madrid está permitido. Las protestas desesperadas de Godín eran síntoma inequívoco de que la mano había existido. El teatro de Khedira llevándose las manos a la cara, lo confirmaba... Fernández Borbalán, que estaba justo de frente, a lo suyo...


Pero el Atleti no mató (aún) y los blancos intentaron recomponerse agarrados a un Kroos que intentaba multiplicarse en medio campo. Mientras tanto, Cristiano estaba muy ocupado limpándose el escudo y protestando cada acción en la que no se iba de nadie y no le pitaban sus habituales faltitas a favor. “Somos mucho mejores que el Atlético”, dijo al final del choque el humilde portugués. Ayer lo demostrasteis. Sin duda. Igual que toda esta temporada...

CÓMO HEMOS CAMBIADO...
Y con el 2-0 llegó el descanso, y mi padre me comentaba cómo había cambiado la historia, de todos esos derbis (tan cercanos en el tiempo) en los que el Madrid se adelantaba en los primeros cinco minutos en el Calderón... (o en el primer minuto). Descansos con un 0-2 en contra (2009-10 o 2007-08) en los que casi te daban ganas de irte para casa...
Pero el Atleti está a siglos de distancia de esos derbis, y lejos de echarse atrás a guardar la renta, olió la sangre del rival, y quiso hacer daño. Por tres veces en apenas un minuto (con la zurda, de chilena y de cabeza) Griezmann pudo poner el tercero, pero faltó puntería.

GRIEZMANN SE COME A VARANE
No falló unos minutos más tarde. En el 66, centro de Arda al segundo palo, Saúl la pone de cabeza al palo contrario, y allí aparece Griezmann, comiéndose a su compatriota Varane (que tenía la ventaja) para colocar el 3-0. Esa jugada resumía el choque de ayer. El Atleti tenía puestas al menos dos marchas más.
Con el Madrid definitivamente muerto, el Calderón se dio a la fiesta. La ola, los oles, y quien no salte madridista. La tarde era perfecta. Pero podía mejorar...
“Falta un golito y acierto el 4-0, papá”, le recuerdo. Y en el estadio tenían claro quién debía marcar ese cuarto tanto. Minuto 78, Fernando Torres salta al campo.

Y LLEGÓ EL 4-0...
Y no lo anotó el Niño, pero lo dio. En una internada por banda derecha, puso un centro perfecto al corazón del área donde Manzukic encontró el premio a su buen partido y apuntilló con un cabezazo en plancha ante el que Casillas sólo pudo mirar. 4-0. 4-0. “Te voy a tener que pagar un cubata”, me dijo mi padre entre risas.
Y así nos marchamos todos, entre risas. “¡Una manita, queremos una manita!”, jaleó el público. Pero Fernández Borbalán sólo añadió dos minutos. Esta vez no hubo minuto 93. No hizo falta sacar el cartelón de “Hasta que marque el Madrid”.
4-0. Cuatro victorias esta temporada ante los blancos. Cuatro puntos de distancia. Pero el goal average ganado. Un goal average que el año pasado algún amigo madridista me dijo que le iba a valer a mi abuela, pero que fue decisivo para ganar la Liga.

EL DERBI QUE TODOS ESPERÁBAMOS
Durante años, elucubraba con mi padre sobre que el día que ganara el Atleti al Madrid tendría que ser así. Goleando. Con un partido redondo. He visto al Atleti hacer grandes partidos contra los blancos y caer 0-3 (en la primera época de Torres); he visto a Agüero fallar hasta cinco ocasiones claras en un partidazo en el Bernabéu y no pasar del 1-1; he visto al Atleti hacer un arranque espectacular en el Calderón y no pasar del 1-1 (el año del primer gol de Torres y del famoso tanto anulado a Perea).
Siempre soñamos este 4-0. Pero no fue la primera victoria. Antes vino un agónico 1-2 en la legendaria Final de Copa. Y el 0-1 la temporada pasada. Y el 1-2 en septiembre en el Bernabéu. Y el 1-0 en la Supercopa. Y el 2-0 en Copa... Y son ya tantas, y tan seguidas, que uno casi pierde la cuenta. Pero han sido tantas, y durante tantos años, las que ha habido que tragarse, que todavía espero que Cholo y los suyos nos deparen muchas más victorias en el derbi más caliente del mundo. Porque así se limpian los escudos. Con grandes triunfos. Ayer, el por todos proclamado como mejor equipo del mundo, cayó 4-0 en el Vicente Calderón. Que siga la fiesta. 4-0. 4-0... 

PD: SEGUIMOS TRABAJANDO
Este partidazo bien valía la crónica, pero durante las siguientes semanas debo seguir dedicando todo mi tiempo al proyecto que ya les adelanté que tiene que ver con el Atlético de Madrid. Aproximadamente en un par de meses podré darles información al respecto. Les va a gustar. Saludos y Forza Atleti.