Dice el refrán que para presumir hay
que sufrir, queriendo transmitir que lograr algo valioso cuesta su
esfuerzo o que, en el caso más material, para lucir un buen físico
o una buena apariencia hay que trabajárselo (dietas, ejercicio
físico, cuidados estéticos...).
En el Atlético de Madrid no iba a ser
menos, y un equipo catalogado como sufridor en muchas fases de su
historia no iba a mantenerse en lo más alto de la tabla de forma
plácida y desbordante.
No todos los días se va a ganar por
5-0, 4-2, 2-0, 5-0, 7-0, 3-0... (he citado varios de los resultados
de esta temporada en Liga como local).
Hasta ahora, sólo el Celta de Vigo
hizo peligrar en algunos momentos la victoria del Atleti en el
Calderón (2-1). Pero este sábado, el Levante fue el primer equipo
esta campaña que realmente hizo sufrir a los futbolistas rojiblancos
en el Manzanares y puso el nudo de congoja en la garganta a su
afición durante muchos minutos.
MI AMIGO MARIO Y SUS VISITAS AL CALDERÓN
Para este encuentro tuve como
acompañante (además de a mi padre) a mi amigo Mario. Fue un bonito
fin de semana de reencuentros con otros compañeros de la carrera
como Francis, al que llevábamos años sin ver, y a Mario, como en
otras ocasiones que ya he relatado en este blog, me lo traje al
Calderón pese a su condición de madridista recalcitrante.
En la previa, repasábamos que su
historial de visitas al Manzanares no era demasiado halagüeño para
los intereses rojiblancos: un único triunfo, con una gran remontada,
eso sí (3-2 ante el Villarreal en 2009) y tres empates (1-1 con el
Valencia la temporada pasada; 1-1 con la Real Sociedad en 2006; y un
0-0 precisamente con el Levante en 2005).
“Señor X”, apuntó mi padre.
LLEGUÉ YA CON 0-1
Señor X y yo llegamos al estadio en el
minuto cuatro de juego porque tuvimos que pasar por taquilla y antes
por la Fnac para que comprase el regalo de cumpleaños de su madre
(espero que al menos le gustara) y cuando salí por el vomitorio y vi
el 0-1 en el videomarcador no me lo podía creer. “¡Eres gafe!”,
le espeté.
Posteriormente he podido ver que el 0-1
fue un buen pase por el centro que rompió a la zaga colchonera y el
extremo austriaco Ivanschitz batió a Courtois con un control
orientado y un zurdazo cruzado.
El Atleti parecía tener el día tonto,
y a los diez minutos Miranda, habitualmente impecable, dudó y perdió
la posición con Barral, que habría hecho el segundo de no ser por
un paradón de Courtois.
A partir de entonces los rojiblancos
comenzaron a despertar y a acumular llegadas con centros de sus
laterales y Arda volcado a la izquierda. Pero faltaba remate. Lo
intentó Diego Costa con un bonito recorte, pero su tiro pareció un
pase a las manos de Keylor Navas. En la jugada, Tiago, que esperaba
un centro que no se produjo, propinó un puñetazo injustificado a
Juanfran que el árbitro no vio. Mi padre sí. “Le ha enchufado”,
nos dijo. Pero no era ésa la clase de remates que necesitaba el
Atleti.
GODÍN PUSO EL REMATE; MIRANDA, LA IMPRECISIÓN
Así que ante la falta de remate tuvo
que ser un defensa, Godín, quien hiciera el trabajo. El urguayo se
sumó al ataque en una de sus habituales apariciones, Juanfran la
puso con la zurda, y Godín enganchó un precioso testarazo a la
escuadra (1-1). “¿Ha cantado Keylor?”, me preguntaba preocupado
Mario, que lo tiene en el Comunio. “Tranquilo, que ha sido un
golazo”, le respondí.
El Atleti volvía a la onda positiva y
una jugada de Villa a la que no llegó Diego Costa por poco hacía
presagiar que los del Cholo podían darle la vuelta antes del
descanso. Pero atrás seguía sin ser el día. Miranda se puso a
controlar con el pecho y a arriesgar la pelota en defensa. Resultado,
pérdida imperdonable, Barral que se planta solo y tira fuera por
poco ante la salida de Courtois, que le arrolla. El Atleti estaba
jugando con fuego.
DIEGO COSTA CUMPLIÓ; KOKE, NO
Pero en partidos calientes, Diego Costa
es el Rey. Minuto dos de la segunda parte, falta pasada de Gabi al
segundo palo. ¿Pasada?, pasada para todos menos para Diego Costa,
que casi desde el punto de penalti corre tras esa pelota ganando la
espalda a Nikos y conecta una volea a la red (2-1). De todos los
colores. 18 goles y ya era Pichichi en solitario.
Pero era día de sustos, para regocijo
de mi amigo Mario, que pedía con la mano tarjeta para Gabi (en una
patada en la que la vió) o que cantaba el “ser del Barça es, ser
un subnormal” (cuando el Calderón entonaba el “si no quieren
violencia, que aprendan a pitar”) o el “Real Madrid oe oe” (en
el “Forza Atleti ale ale”).
Así que cuando Pedro Ríos marcó el
2-2 me dijo “golazo”, mientras me daba en la pierna. Empezaba a
hacerme muy poquita gracia...
Eso ocurrió justo cuando me dijo “a
Koke hoy se le está viendo muy poquito ¿no?”.
“Mira, ahí le tienes”, le
contesté. Pero en ese momento, Koke no debía ser Koke, y en el
rechace de un corner, dejó una pelota tan corta a Filipe que se
anticipó Pedro Ríos, y tras una carrera de 40 metros se la puso a
Courtois junto al palo derecho en un gran disparo (2-2).
Quedaba más de media hora, pero me
instaló el miedo en el cuerpo porque, encima de llegar tarde, debía
salir diez minutos antes para llevar a Mario a Atocha, ya que su tren
de vuelta salía a las 22:15 (periodista como yo, el domingo le
tocaba currar por el sorteo de Navidad).
GANARON LOS LATERALES
Simeone echó mano del nuevo revulsivo,
Raúl García, por un desaparecido Villa, aunque el Atleti apretaba
sin chispa.
Pero por fortuna, en un partido donde
los laterales del Atleti fueron los mejores, Filipe colgó un balón
bombeado, Raúl García la prolongó, y Juanfran apareció como un
rayo anticipándose a Rubén, que llegó tarde y le arrolló.
Penalti.
Los segundos hasta que lo pateó Diego
Costa, que ya ha fallado tres esta temporada, se me hicieron minutos.
Y a punto estuvo de cazarla Keylor Navas, pero el hispano-brasileño
la pegó bien a su izquierda (3-2) y termina el año como Pichichi en
solitario (19 goles) y casi deja en igual posición al Atleti.
Cinco minutos más tarde, abandonamos
el estadio a la carrera, aguzando el oído para que cada sonido del
Calderón me indicara si había novedades.
Por suerte no las hubo y el Atleti
sufrió, pero sumó otra victoria. La 22ª en 25 partidos oficiales.
Juanfran ha dicho que 2014 será mejor que 2013. Y yo, no sé por
qué, me lo creo. ¡Que tengan una rojiblanca Navidad!