Aquel día, asistí a aquella rueda de prensa e hice una de las preguntas a Torres (por entonces estaba en la SER).
Un día después, comencé
mi artículo en el blog de la siguiente forma:
“Fernando
Torres se marchó ayer del
Atlético de
Madrid.
Aunque tanto él como el presidente dejaron la puerta abierta a una
futura vuelta, en mi corazón,
y creo que en el de muchos atléticos, Torres
ya no será el mismo”.
Y lo terminé del
siguiente modo: “Puede que Torres regrese, pero
ya no será el
Niño”.
TORRES YA HABLÓ DE UN "HASTA LUEGO"
TORRES YA HABLÓ DE UN "HASTA LUEGO"
Esa misma mañana, sin haber cerrado todavía
la puerta de salida, Torres ya comenzó a especular con una posible
vuelta. “Cuando el Atleti esté donde se
merece... Cuando los que vengan consigan llevarlo donde yo no he
podido”, manifestaba.
En decenas de entrevistas,
el entonces capitán de un Atlético de Madrid mediocre repitió en
muchas ocasiones declaraciones como éstas: “Estoy convencido de
que voy a ganar títulos aquí y de que voy a jugar la Champions con
el Atleti. Soy muy joven y lo importante es estar donde estés a
gusto y conseguir títulos donde de verdad los sientas”.
SE FUE A LIVERPOOL A GANAR TÍTULOS
SE FUE A LIVERPOOL A GANAR TÍTULOS
Sin embargo, con 23 años
recién cumplidos, Fernando Torres anunciaba su salida porque “el
Liverpool me planteó objetivos que aquí no podría conseguir”.
Jugar la Champions todos los años, luchar por la Premier cada
temporada...
Pero tras dos temporadas
excepcionales, con unos números extraordinarios (Torres marcó 24
goles en la Premier en su primer año, el récord de un debutante en
la historia de la competición), las cotas más altas que alcanzó
fueron unas semifinales de Champions y un subcampeonato de Premier.
Por el contrario, el Atleti ganaba su primer título en 14 años el 12 de mayo de 2010 al vencer en la Final de la UEFA Europa League al Fulham. El Liverpool
de Fernando Torres, aunque con él lesionado, fue eliminado por los
rojiblancos en semifinales...
Los que vinieron, Forlán,
Agüero, Simao... consiguieron llevar al Atleti donde Torres no pudo.
A ganar títulos (la Supercopa de Europa vino después) y a jugar la
Champions.
Tras su lesión, Torres
tuvo que operarse. Jugó el Mundial tocado y su rendimiento fue muy
bajo. El inicio de la nueva temporada con el Liverpool fue
desalentador, con el equipo lejos de todos los títulos. Y Torres,
cerca de cumplir 27 años, perdió la paciencia. En el mercado
invernal, como hoy, decidió poner rumbo al Chelsea para buscar
los títulos que no había encontrado en Liverpool.
Algunos aficionados reds
quemaron su camiseta. Y yo me preguntaba ¿Qué esperaban? Si
abandonó su casa, el Atleti, por ganar títulos, y no lo había
logrado. ¿Qué fidelidad le debía al Liverpool?
MI CARTA A FERNANDO TORRES
Días antes de su adiós al Atlético, escribí una carta a Fernando Torres. Terminaba del
siguiente
modo:
modo:
“Si
te marchas, perderás aquello que te ha hecho distinto. Que te ha
hecho admirable. Pasarás a formar parte del "negocio".
Puede que ganes títulos, sí. Puede que incluso llegues a levantar
una Champions. Pero no serán, como tú mismo dijiste, "títulos
que de verdad sientas".
Fernando,
haznos un favor y no te vayas nunca del Atleti”.
GANÓ UNA CHAMPIONS. PERO NO FUE PROTAGONISTA
Torres
se fue del Atleti, ya lo saben. Y efectivamente ganó esos títulos e
incluso esa Champions (2012) que buscaba. Aunque, innegablemente, no
pudo sentirlos como suyos plenamente.
En la
final de la Copa de Europa ante el Bayern apenas jugó los últimos
cinco minutos del partido y luego la prórroga, y en las rondas
previas fue suplente en la mayoría de los encuentros, y un gol al
finalizar el choque en el 2-2 del Camp Nou, en semifinales, fue su
mayor aportación.
Ese
mismo año también levantó la FA Cup, y la temporada siguiente
logró la UEFA Europa League (2013), consiguiendo, esta vez sí, ser
protagonista del triunfo, ya que sumó diez goles en esa competición,
uno de ellos el primero de la final ante el Benfica (2-1).
CREO QUE TORRES SE ARREPIENTE
Mientras tanto, el Atleti, subido al aura triufal de Diego Pablo Simeone ha sumado otra UEFA Europa League, otra Supercopa de Europa, una Copa del Rey, una Liga y una Supercopa de España.
Mientras tanto, el Atleti, subido al aura triufal de Diego Pablo Simeone ha sumado otra UEFA Europa League, otra Supercopa de Europa, una Copa del Rey, una Liga y una Supercopa de España.
Torres
llega con tres títulos en sus vitrinas. Una Champions, sí. Pero
estoy convencido de que si pudiera volver atrás, y le dijeran que si
se quedara en el Atleti iba a levantar esos siete trofeos, habría
dicho que sí con los ojos cerrados.
Su
marcha me dolió como una traición. Como una novia que te deja. Y este verano, con el desembarco
de Diego Costa en Chelsea, se especuló con fuerza sobre su vuelta.
Digan lo que digan, estoy seguro de que el hecho de que el Milan
podía pagar su ficha y el Atleti ni de lejos (casi diez millones de
euros limpios por temporada) fue un elemento de peso en su decisión.
DIO LA RAZÓN A LA ESPAÑA MADRIDISTA
Fernando
Torres se marchó del Atlético de Madrid con las siguientes
palabras: “Para mí esto no ha sido un club, ha
sido mi familia, aún lo sigue siendo y
espero que siempre lo sea”.
Pero
yo siempre sentí que a una familia nunca, bajo ninguna
circunstancia, se la abandona.
Fernando
Torres se marchó del Atlético de Madrid y con su salida dio la razón a toda esa
España madridista que cada verano repetía que debía irse porque el
Atleti era un equipo menor y que él
era un gran jugador, muy por encima del nivel del club. Fue una derrota muy dolorosa.
Ahora, Fernando Torres
vuelve al club cuando efectivamente ya está “donde se merece”,
donde él “no pudo” o no tuvo la paciencia para llevarle.
Ahora, Fernando Torres
vuelve cuando el Atlético de Madrid está muy por encima de su
actual nivel.
ME VOLVERÉ A SENTIR COMO AQUEL NIÑO...
Sin embargo, cuando su
vuelta se consume, cuando Torres vuelva a enfundarse la rojiblanca,
creo que en parte me volveré a sentir como el niño que era. Y,
aunque no quiera, volveré también a ver en él al Niño que fue.
Y recordaré cómo
entonces “cada domingo que hago el camino junto a mi padre para ir al Vicente Calderón lo hago con la ilusión de verte a ti. A Fernando Torres. Al único
futbolista por el que somos envidiados y conocidos mundialmente. Voy
con el sueño de verte marcar el primer gol. Con las ganas de verte
correr por la banda. Driblando contrarios. Con el anhelo de que nos
hagas saltar de nuestras butacas de júbilo. Como tantas y tantas
otras tardes. Como cuando, por fin, le marcaste aquel inalcanzable
gol a Casillas (2007). Como cuando hiciste
tu primer gol en el Vicente Calderón. Con
apenas 17 años. El 25 de agosto de 2001, en la primera jornada del
año de la vuelta a Primera. Contra el Jaén. El 1-0. Como
cuando marcaste tu primer gol en Primera División. El
15 de septiembre de 2002, también en nuestro primer partido en casa.
Contra el Sevilla. El 1-1. Todavía recuerdo nítidamente tu
cabezazo. Y así hasta 75. Hasta el gol en Tarragona, de penalti
curiosamente”.
Y PODRÉ VOLVER A SOÑAR
Y
podré volver a rememorar los sueños que alimentaba en esa época
para un Torres que hubiera continuado en el Calderón:
“Si
te quedas pasarás a la historia del Atlético de Madrid,
probablemente, como su jugador más grande. Como tú siempre has
dicho, te quedan muchos años de fútbol por delante. En apenas cinco
llevas 75 goles. Rebasarás sin duda los 109 de Gárate. Y los 123 de
Luis. Y los 150 de Escudero.
Y con el tiempo, con orgullo, podré decir: Yo vi jugar a Fernando Torres. Yo vi jugar al máximo goleador de la historia del Atlético de Madrid”.
Y con el tiempo, con orgullo, podré decir: Yo vi jugar a Fernando Torres. Yo vi jugar al máximo goleador de la historia del Atlético de Madrid”.
QUIZÁ SEA TARDE...
Quizá
sea tarde para todo eso. Quizá ya no seas el Niño. Yo tampoco. Pero
quiero que sepas que te perdono. Y como en la parábola del hijo
pródigo, te recibiremos como el padre misericordioso que corre para
celebrar la vuelta a casa de su hijo arrepentido.
Quizá
no sea demasiado tarde. Quizá todavía podamos pasar buenas tardes
juntos. Quizá aún puedas cumplir tu sueño, y experimentar lo que
supone ganar títulos “que de verdad
sientas".
El
sentimiento está ahí. De eso nunca he dudado. Bienvenido a casa,
Fernando.