viernes, 28 de diciembre de 2012

Roberto Carlos fichará por el Atlético hasta final de temporada para cubrir la baja de Filipe

Lo ha confirmado el propio Roberto Carlos en unas declaraciones al periódico brasileño O´Globo: “Tenía mono de fútbol desde que lo dejé. Mi representante me dijo que había hablado con el Atlético porque tienen problemas en el lateral izquierdo con la lesión de Filipe Luis y no me lo pensé. Sería un bonito cierre para mi carrera”.

RECAMBIO PARA FILIPE LUIS
Roberto Carlos, que pasa unos días de vacaciones en su Brasil natal, destapaba esta noticia que todavía no ha llegado a España.
El Atlético de Madrid peinaba el mercado de laterales izquierdos ante la baja por lesión de Filipe Luis. El brasileño estará apartado de los terrenos de juego un mes por una rotura en su cuadriceps derecho y no es la primera vez que tiene este tipo de problemas musculares (se perdió el partido del Bernabéu por otra lesión en los cuadriceps).
Hasta ahora se habían interesado en Fabián Monzón, argentino de 25 años del Olympique de Lyon. Sin embargo, con el cupo de extracomunitarios cubierto, con Facalo, Miranda y Diego Costa, estaban a la espera de la nacionalización de este último, que por el momento parece que no llega.

GRATIS Y CON PASAPORTE COMUNITARIO
De esta forma, el club se puso en la búsqueda de un futbolista comunitario o con pasaporte europeo, y es el caso de Roberto Carlos, con la doble nacionalidad hispano-brasileña desde el año 2005.
Fue el representante del futbolista, Dino Pasalic, quien en una conversación con Jorge Mendes le comentó que Roberto Carlos tenía ganas de “una última aventura”. Y el representante portugués fue quien le apuntó que el club rojiblanco podría estar interesado. Pasalic se puso en contacto con Gil Marín, y pronto comenzaron las negociaciones.
A falta de confirmación oficial, el brasileño llegaría gratis al club del Manzanares y cobraría un millón de euros por estos seis meses, más 500.000 euros más en función del número de encuentros que dispute.

LLEGA CON 39 AÑOS
Roberto Carlos, ya con 39 años, anunció su retirada de los terrenos de juego este mismo año para pasar a los despachos del Anzhi ruso, equipo en el que ha militado algo más de un año tras abandonar el Corinthians brasileño.
Pese a llevar varios meses sin disputar partidos oficiales, Roberto Carlos seguía entrenándose con el equipo y ha asegurado que echa de menos las canchas.
“Después de unos meses sin jugar al fútbol tenía mucha morriña. No quería volver a jugar en Rusia porque he tenido varios problemas de racismo, pero volver a una Liga de primer nivel es una oportunidad que no podía rechazar”, ha señalado en la entrevista a O'Globo.

SU PASADO MADRIDISTA...
Sobre la posibilidad de que algunos madridistas, o incluso los aficionados del propio Atlético, pudieran no ver bien su llegada al club colchonero, Roberto Carlos ha manifestado: “Yo he jugado en el Real Madrid durante muchos años, pero ante todo soy un profesional, y poder poner fin a mi carrera en un club como el Atlético es una bonita oportunidad. Creo que todos pueden entenderlo”.
Para aquellos que duden de la forma del carioca, Roberto Carlos ha dejado claro que “yo sólo iría a ayudar. Tengo claro que cuando Filipe se recupere él será el titular, pero quiero aportar mi granito de arena y hasta que él esté a tope yo todavía tengo guerra que dar”.
De esta forma, Roberto Carlos sería un refuerzo de mucho nombre y experiencia para el lateral izquierdo rojiblanco, ya que ahora mismo el único futbolista para esa demarcación es Domingo Cisma, que no convence al Cholo Simeone. Sin duda encontrará muchos detractores, pero tratándose de un fichaje para sólo seis meses creo que podría aportar la calidad que todavía atesora en sus botas.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Hoy se cumple un año...

El 23 de diciembre de 2011 es una fecha muy especial. Algunos la habrán olvidado y no les dirá nada, pero es el día en el que Diego Pablo el Cholo Simeone volvía a casa, a su casa, al Vicente Calderón.
Hay personas cuyo destino está unido a otro y están “obligados” a reencontrarse. Y es el caso de Simeone con el Atlético de Madrid. Cuando se marchó por primera vez camino al Inter, en 1997 y tras tres temporadas de rojiblanco (Doblete incluido) siempre dijo que volvería. Y lo hizo, un poco tarde por desgracia, ya con 33 años tras un dilatado paso de seis campañas por Italia.
Apenas aguantó año y medio, e hiper profesional como es decidió emprender el camino a casa para jugar un año en Racing (Argentina) y retirarse.
De nuevo fue un hasta luego, y desde que se sentó en un banquillo por primera vez anunció que algún día entrenaría al Atlético de Madrid. Muchas veces se habló, y el año pasado se concretó.
DE LA MEDIOCRIDAD A LA CIMA
Cogió a un Atlético eliminado de Copa por un Segunda B, con un difícil cruce en Europa contra la Lazio y deambulando en Liga por mitad de la tabla, sin saber lo que era ganar un partido fuera de casa, y más cerca del descenso (a cuatro) que de la Champions (a diez).
Un año después, Simeone suma en su haber dos títulos europeos y 77 puntos en 39 partidos de Liga (23 victorias, ocho empates, ocho derrotas).

CON ESTOS NÚMEROS HABRÍA GANADO 4 LIGAS... O 6
Con esa cifra (77) habría ganado cuatro de las últimas trece Ligas disputadas (1999-2000- Deportivo 69 pts; 2001-2002- Valencia 75 pts; 2003-2004- Valencia 77 pts; 2006-2007- R. Madrid 76 pts). Y si en la segunda vuelta firmara otros 40 puntos como lleva en la primera (faltando aún dos jornadas) le habría dado para levantar otras dos Ligas más (2000-2001- R. Madrid 80 pts; 2002-2003- R. Madrid 78 pts).
Pero en los tres últimos años, esta Liga bipolar y sin competencia está por encima de los 90 puntos (2009-2010- Barcelona 99 pts; 2010-2011- Barcelona 96 pts; 2011-2012- R. Madrid 100 pts). Y este año posiblemente supere los 100...

OTRA VICTORIA CON MI AMIGO JUAN
Simeone ha cerrado su primer año con una nueva victoria. 14 de 14 lleva este año en el Vicente Calderón (nueve en Liga, tres en UEFA, dos en Copa). Lo ha ganado todo. Para este encuentro de fin de año me llevé conmigo a mi amigo Juan (mi padre tenía cena de empresa). Madridista de los de la época de Amavisca y Zamorano, desencantado del fútbol en los últimos años, mira más a otros horizontes más enriquecedores como puedan ser los libros o la música.
Bien que me demostró su desenganche patente con el deporte Rey cuando en el minuto 11 el Atleti tuvo la primera clara. Diego Costa la deja atrás y Koke toca con sutileza para superar a Javi Varas... me levanto de mi asiento para cantar el gol... pero la pelota es escupida por la parte interior del poste.
-“La vi dentro. ¿Sabes quién ha tirado al palo?”, le pregunto.
-“No”, contesta.
-“Jorge Resurrección, ¿le conoces?”
-“¿En serio se llama así? No, no sé quién es”
-“¡Koke! Jajaja”, le contesto riendo.
-“¿Koke? Tampoco sé quién es...”

Con ese comentario empecé a darme cuenta de que mi amigo Juan definitivamente había dejado de lado al fútbol y en ese hueco en la esquina de sus aficiones no había espacio alguno para el Atlético de Madrid.
¿Godín jugó en el Getafe, no? O ¿Diego Costa no era defensa?, fueron algunas de las perlas que me dejó de ahí al final del partido.

A FALCAO NI SE LE VIO
Un encuentro en el que el jugador al que cualquier madridista puede venir a ver apareció poco, Radamel Falcao. No sólo no marcó, sino que no tuvo oportunidades.
La más clara del primer acto a excepción del poste fue un remate de Diego Costa en el segundo palo, a centro de Juanfran, que no encontró portería por poco.
La segunda parte para colmo comenzó con un Celta que tenía más posesión, después de mostrarse inexistente en la primera mitad, donde Arda fue el más participativo protagonizando varias internadas de mérito por banda.
Mientras el Frente no animaba (no sé por qué razón dejó de hacerlo mediado el primer acto), el resto del público tiraba del carro con gritos de “Atleti, Atleti” viendo que el equipo requería de su aliento.
Simeone quemó sus naves (el Cebolla por Gabi; Adrián por Diego Costa; y Raúl García por Cisma) y el Atleti incrementó su presión no dejando salir al Celta de su campo. Acumuló corners, pero todos morían en las manos de Javi Varas o cortos en el primer palo. Y las ocasiones no llegaban.

GOLAZO SALVADOR DE ADRIÁN
Y cuando ya amenazaba a mi amigo Juan con que no volvería a pisar nuestro estadio por su condición de gafe, y le recordaba que este año contábamos cada partido por triunfo, Adrián recoge un rechace en la frontal y dibuja un zurdazo que se va abriendo, abriendo, con un efecto hacia fuera perfecto hasta penetrar por la misma escuadra de Javi Varas (1-0). Quedaban poco más de diez minutos y el júbilo estallaba en el Calderón. Un tropezón en casa tras la decepción del Camp Nou hubiera supuesto desinflar el globo de cara a las Navidades.
De ahí al final sólo hubo que sufrir un poquitín por una mano de Miranda en la frontal (que le costó la expulsión), pero entre los lanzadores, con De Lucas recién entrado y merodeando, se decidió a pegarla Yago Aspas, que protagonizó un inoportuno resbalón que permitió al público desquitar su miedo en él.
Otros tres puntos y ya son 40. A nueve del Barça (volvió a ganar), siete por encima del Madrid (que perdió contra el Málaga 29 años después... ya sólo quedamos nosotros) y con unos registros sobresalientes habiendo perdido sólo en Mestalla, el Bernabéu y el Camp Nou.

LES DESEO ILUSIÓN
El día de Reyes en Mallorca vendrá sin Miranda (expulsado), Arda, ni Falcao (cumplen ciclo), pero este equipo ha dado muestras de que merece ser mirado con ilusión. En gran parte porque el que no faltará será el hombre que desde hace un año se instaló en el banquillo para quedarse. Y es que hay fechas que merecen ser recordadas por siempre por ir unidas a personas especiales que te han llevado a vivir momentos mágicos. Desde aquí mi homenaje al Cholo Simeone por su primer aniversario. Porque yo nunca olvido una fecha. Espero que sea el primero de muchos.
¡Feliz Navidad y próspero año nuevo colchoneros!

martes, 18 de diciembre de 2012

En la media

El Atleti del Cholo, invicto hasta la jornada 10, con el récord internacional de victorias en Europa (16), con el récord del club de partidos consecutivos ganando en casa (14), segundo siendo el único capaz de seguir la estela del Barça... hacía difícil no ilusionarse con las visitas al Santiago Bernabéu y al Camp Nou.

Sin embargo, los años de varapalos ante los blancos (13) hacen que derrotar a los de Chamartín parezca una quimera. Contra el Barça es distinto... pero no en el Camp Nou. Con los de blaugrana delante nos hemos dado algunas de nuestras últimas grandes alegrías ligueras con remontadas épicas como las de 2008 (4-2) y 2009 (4-3), o incluso victorias más reposadas como el 2-1 del año 2010. Pero no en el Camp Nou.
Ver al Atleti segundo y a seis puntos del líder provoca en uno una sensación de “bueno, ¿por qué no? Vamos a creer...”.
UNOS NÚMEROS PARA DEPRIMIRSE
Pero uno repasa los resultados del último lustro en el estadio culé y se da cuenta de que su ilusión es más una temeridad: 22-3 en el aspecto goleador; un 2-0 al descanso como mejor resultado; ningún Barça-Atleti pasó del minuto 15 con 0-0; y Messi marcándolos a pares (diez goles en cinco partidos...).

PERO EMPIEZA EL PARTIDO...
Sin embargo, empieza el partido y parece que se puede. El Barça domina y domina, soba y soba la pelota como si no hubiera contrario, el 75-25 que marca la posesión parece quedarse corto (debían conceder al Atleti el tiempo con el juego parado, porque yo diría que fue un 90-10... sobre todo en el segundo acto), pero el Atleti está bien ordenado y muerde en la presión cuando ve la ocasión. Y cuando roba, salen como balas.

A la primera oportunidad, Koke centra desde la derecha y Falcao la peina lo preciso para poner la pelota en el poste derecho de Valdés. Iban sólo 8 minutos, y me lamenté profundamente de que no entrara ese balón.
Superado el minuto 20 de juego, los rojiblancos vuelven a robar en campo propio y Falcao es objeto de falta en medio campo. Sin embargo, Koke, cada día más listo e inspirado, saca la falta sin respiro y Falcao, en una carrera en la que me recordó al Kun, gana por velocidad a Puyo y Piqué, pero su disparo, muy forzado, se pierde a la izquierda del marco culé ante la salida de Valdés.
El Atleti ya había tenido dos muy claras y me echaba las manos a la cabeza. Pero hubo una tercera.

...Y UNO CREÉ EN LA VICTORIA
A la media hora de juego Diego Costa vuelve a robar un balón a los culés, precisamente a Messi, y pone un gran pase largo para Falcao. El colombiano burla a Busquets y en una nueva carrera prodigiosa (en serio, vi al Tigre más rápido que nunca) se planta ante Valdés y le bate de sutil toque picado con la zurda (0-1).
“Ahora sí me creo que podamos ganar al Barça”, le digo a mi padre. Y es que se estaban cumpliendo dos de las premisas que había marcado para poder hacer algo en territorio culé. Llegar a la media hora sin encajar, y adelantarse en el marcador. Con un Barça por delante, veía imposible un triunfo en el Camp Nou. Pero qué poco duró la esperanza...

PERO LA ALEGRÍA DURA POCO
A los cinco minutos del gol colchonero, Adriano se cuela por el flanco derecho (no dejan de sorprenderme las suplencias de Alves), Filipe le tapa la salida hacia fuera y Arda, que llega acelerado en la ayuda, hace lo propio. Error de ambos, sobre todo del turco, dejando el pasillo a Adriano por su pierna buena. “Nadie podía esperar que sacara un zurdazo a la escuadra”, me comenta un amigo de mi padre. Cierto, pero se le dio la posibilidad. Y ahí la puso el brasileño (1-1).
El gol descompuso al Atleti y el Barça pisó más el área en esos diez minutos que en los 35 anteriores. Jordi Alba, el más vertical y vertiginoso por su banda, avisó primero con una volea desviada. Y después fue Piqué el que intentó sorprender a Courtois en un disparo sin ángulo. La pelota terminó en corner, y en ese saque de esquina, balón que gana de cabeza Piqué en el segundo palo, el balón queda muerto en el área chica en medio de un enorme barullo y Juanfran acierta a meter la pierna... para que caiga a pies de Busquets. El mediocentro catalán, que promedia un gol por temporada, la recoge como si viviera en esas lides toda su vida, recorta a Mario, tumba a Courtois, y la pone silbando en la red. 2-1. Partido acabado.

EL ATLETI NO COMPARECIÓ EN EL SEGUNDO TIEMPO
 Por entonces no lo sabíamos. Pero el partido acabó ahí. El Atleti decidió incomparecer al segundo tiempo como hiciera el Barcelona en aquel partido de vuelta de la Copa del Rey de hace más de doce años. El Barça prolongó su rombo, pero ahora sin riesgos que asumir con la ventaja en el electrónico, mientras que el Atleti dejó en el vestuario toda la chispa y la garra mostradas en los primeros 45 minutos.
Para colmo de males, en un balón que tenían controlados los colchoneros en medio campo, la bola sale rechazada a pies de Alexis en banda izquierda, éste encuentra a Messi en línea de tres cuartos y el argentino, que no había disparado a puerta, decide en la primera que tiene poner un pase a la red desde fuera del área (3-1). Toque raso, seco, y ajustadito a la madera. Ni un portero de casi dos metros como Courtois podía alcanzarlo.
El 3-1 quitó al partido toda amenaza de hipo para la orgullosa afición local (15 victorias y un empate) mientas transcurría entre los bostezos de los asistentes al bar, que renegaban por lo aburrido de esta Liga y del hipnótico juego del Barça.
Un minuto antes del 3-1, el Cholo quitó a Mario por Adrián en lo que catalogué como “un cambio valiente”. Un minuto después, Simeone cambió a Diego Costa por Tiago en una prueba de que el partido estaba perdido y se conformaba con un castigo “poco severo”.

UN FALLO DE GODÍN AYUDÓ A CUMPLIR LAS MEDIAS
Sin embargo, un fallo de Diego Godín en el 87 hizo que se cumplieran todas las medias de los Barça-Atleti del último lustro. Se cruza con Miranda en la frontal, y pese a que el brasileño le hace un gesto para que se la deje, decide llevársela. Pero Godín no es un tipo egoista y le dice: tranquilo Joao, que te la devuelvo. Y no se le ocurrió al uruguayo otra frivolidad que hacerlo de tacón... con Messi soplándole en la nuca. Así que el argentino se llevó la bola entre los dos centrales y le picó la bola a Courtois para seguir con su imparable racha (4-1).
Y se cumplió la media. El Barça alcanzó la media que atesoraba en esta cita de cuatro goles (4,4); Messi cumplió su media de dos goles por encuentro (ya lleva doce en los seis últimos Barça-Atleti); Falcao cumplió su media de un gol por partido; mientras que el Atleti superó ligeramente la suya (cuatro goles en sus seis últimas visitas al camp Nou: 0,66).

UNA LIGA DE "MEDIA"...
Con este ritmo, el Barcelona superará con creces los 100 puntos establecidos el año pasado como récord por el Real Madrid; Messi reventará su cifra de 50 goles (ya lleva 25 en 16 jornadas...); y la Liga estará ganada matemáticamente por los culés allá por el mes de marzo.
El objetivo rojiblanco, lo queramos o no, es garantizar la Champions (sacamos nueve puntos al quinto). Y es que, como decía el chiste, a los del Atleti “siempre nos quedará la Europa League”... Pero poco más.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Sorbos de Copa sin escupir

El Atleti compró su billete para los cuartos de final de la Copa del Rey en una gélida noche que soportaron 13.000 valientes atléticos y unos cuantos getafenses.
Como sabrán los habituales de este blog, soy de Getafe. Desde que nací vivo en este municipio del sur de Madrid y los partidos contra los azulones tienen un “peligro” especial.

MIS AMIGOS DEL GETAFE...
Si no es bastante aguantar las chanzas de nuestros “amigos” madridistas por nuestros trece años sin cantar victoria en un derbi, doblemente sangrante sería caer a manos del Getafe, cuando la mayoría de mis colegas socios del equipo de Luis García son también del Real Madrid.
Para este encuentro en el Manzanares, hasta cinco conocidos míos habían decidido animarse a visitar nuestro estadio en este encuentro.
Y comenzó mejor el Getafe. A excepción de un tirín de Adrián desde fuera del área (negado cara al gol este año el asturiano y para colmo se lesionó al cuarto de hora), los azulones avisaron con dos llegadas claras en los primeros minutos, en sendos disparos de Abraham y Miguel Torres que salvó Courtois.

PENALTI INESPERADO
Pero la suerte un partido más se alió con los de rojiblanco. En un pelotazo desde la zaga de Miranda, Koke se estira para prolongar la pelota hacia Diego Costa, y el brasileño es derribado de forma aparatosa dentro del área por Alexis. Penalti tan absurdo como inesperado que el propio Diego Costa transformó en el 1-0.
El tanto colchonero frenó la fogosidad inicial del Getafe y envalentonó a un Diego Costa decidido a redimirse tras salir más por la tele en los últimos partidos por sus marrullerías que por sus disparos a puerta. Así, poco después del gol protagonizó una buena jugada que salvó Moyá, y después fue Alexis el que salvó sobre la línea un cabezazo del brasileño.

FRÍO EN EL CAMPO Y EN LA GRADA
En la segunda parte el frío en la grada crecía, mientras el juego del equipo sobre el césped no invitaba a calentarse. Ni siquiera a levantarse de nuestros asientos con algún “huy”.
El Getafe por su parte ejercía de buen invitado, y todo hacía presagiar que se llegaría con un pírrico 1-0 y todo abierto al Coliseum.
Sólo Diego Costa, una vez más, parecía tener interés en lo contrario, y a falta de 20 minutos se sacó una bonita chilena que desbarató Moyá.

DOS GOLES EN DIEZ MINUTOS
Por fortuna, Arda Turan, al que hasta entonces sólo se había visto por dar taconcitos prolongando jugadas para Filipe Luis, se sacó un buen derechazo desde la frontal que se estrelló en el palo, y el rechace se lo encontró el propio Filipe Luis para empujar a la red (2-0). Primer gol de Filipe en más de un año y medio. El chico al final del choque estaba eufórico después de que el Calderón coreara su nombre. ¡Hasta los partidos que llevaba sin marcar tenía contados y todo!
Y mientras los aficionados dábamos las gracias por tan buen resultado con tan poco juego, Diego Costa, quién si no, puso el 3-0 que terminaba de sentenciar la eliminatoria.
A falta de tres minutos, Raúl García roba un balón en campo ajeno, la adelanta para Gabi y este sirve a Costa que, solo en el segundo palo, bate a Moyá.

CON LA PEGADA DE UN GRANDE
Resultado extraordinario que me hizo sacar una conclusión con mi padre tras haberlo ganado todo en el Vicente Calderón este año (trece de trece): Simeone ha conseguido que este Atleti tenga el poderío de un grande.
Y es que en un partido soso, frío, sin apenas juego ni ocasiones, el Atlético de Madrid salió del campo con un 3-0 y la eliminatoria sentenciada, dejando al Getafe con la sensación de haber sido goleado sin saber muy bien cómo ha sido.
Claro ejemplo de esto es el Real Madrid. Durante años, partidos anodinos en el Bernabéu, incluso igualados, terminan con 3-0 porque los blancos en tres llegadas hacen tres goles, mientras el rival se topa con Casillas en sus escasas oportunidades.

BAGAJE DESOLADOR EN EL CAMP NOU
La cuenta pendiente para el Cholo es mostrar esa pegada contra los grandes. Este año, las visitas a Mestalla y el Bernabéu se saldaron sin ver puerta. El Camp Nou debe ser diferente, no sólo por la deuda del mal partido en Chamartín (como ha proclamado Simeone), sino porque el bagaje en el estadio blaugrana en los últimos cinco años es denigrante: 22-3.
Ahí les dejo el dato. Espero que este año no tenga que hacer, como la temporada pasada, un recuento de los “manotazos de realidad” que nos ha endosado el Barça en su campo.

lunes, 10 de diciembre de 2012

La magia del 5

Anoche, el Vicente Calderón vio algo que jamás había ocurrido en sus entrañas en sus casi 50 años de historia: un jugador con la rojiblanca marcó cinco goles en un solo partido.
Sólo una vez había ocurrido tamaña gesta en el Atlético de Madrid, y el protagonista fue otro grandísimo delantero, el brasileño Vavá, allá por el año 1958 en un 7-1 al Zaragoza en el Metropolitano (El Calderón por entonces no existía).
Es decir, que los 40.000 espectadores que desafiamos al frío de Madrid fuimos unos privilegiados por poder asistir a algo mágico.

EL NÚMERO 5 TIENE MAGIA...
Y es que el número 5 tiene algo mágico... 5 goles marcó anoche Radamel Falcao. 5 puntos le sigue sacando el Atleti al Madrid (por mucho que llevemos trece años sin ganarles). 5 años lleva el Atleti sin puntuar en el Camp Nou... Y es hora de cambiarlo.
El 5 es especial, sin duda. Incluso un 6-0 tiene menos encanto que un 5-0. La magia en torno a la manita tiene algo de místico que hace que los cinco lobitos sean más recordados. Se convierten en algo inolvidable...
Y cuando alguien asiste a algo mágico y especial debe ser consciente de ello y no dejarlo escapar. Si yo fuera el presidente del Atlético de Madrid, hoy mismo intentaría renovar a Falcao al alza y subirle su cláusula de rescisión. Teniendo lo que tenemos, igual se la bajan... “A lo mejor se está marchando ahora mismo”, contestaba hoy Cerezo, grandilocuente como siempre, a la pregunta de la prensa sobre si con estas exhibiciones no vayan a arrebatárselo pronto...

TRAS DOS TROPIEZOS
En principio era un partido más en el Calderón. El equipo venía de perder el enésimo derbi, algo que la afición ya entiende como “normal” y por lo que no se recibe peor al equipo (la imagen del Bernabéu fue lamentable...), y también había caído en Europa (1-0 ante el Plzen en un partido soso y de nuevo con los suplentes que nos complica el cruce de dieciseisavos, pudiendo enfrentarnos a Chelsea, Benfica, Cluj u Olympiakos -rebotados de Champions- o al Liverpool, el Olympique de Lyon o la Lazio como primeros). Por todo ello, el Deportivo, colista, parecía una víctima propiciatoria. Y vaya si lo fue...

KOKE Y DIEGO COSTA
Empezó el Atleti con buenas intenciones y a los pocos minutos Koke ya había disparado a puerta y Aranzubía había tenido que salir a los pies de Falcao a cortar un buen pase profundo precisamente del madrileño (gran partido de Koke anoche, eclipsado por la manita del Tigre).
Sin embargo, después se bajó un poco el ritmo y le preguntaba a mi padre si sería capaz el Atleti de adelantarse antes del descanso (había apostado por ello...).
En un nuevo centro de Koke, Diego Costa remató de cabeza de espaldas a portería y la pelota lamió el poste. Era el minuto 20 y fue un aviso de lo que estaba por venir.
Tres minutos después, idénticos protagonistas, pero balón a la red. Corner cerrado por Koke al segundo palo y allí aparece la testa de Diego Costa, adelantándose a su par, para poner el 1-0. Segundo gol en Liga del brasileño para cerrar sus revolcones en el Bernabéu y la República Checa.
Hizo un buen partido, colándose por ambos flancos y poniendo peligrosos pases que por poco no acabaron en gol.

LA SUERTE QUE HA CAMBIADO
Sólo unos minutos después del gol tuvo la suya el Depor, aunque muchos se hayan olvidado. Pero como ya les he dicho varias veces este año, la suerte del Atleti ha cambiado. El día del Getafe, Valera remató de cabeza con 0-0 lamiendo el palo. El del Sevilla, un tiro de Reyes al inicio se topó con Courtois. Y ayer fue Valerón el que encontró el poste en un perfecto cabezazo. Este Atleti es otro. Para todo menos para los derbis.
Increíble por cierto Valerón. Todo lo que hizo lo hizo bien, y a sus 37 años hasta a rematar de cabeza ha aprendido...
Al minuto del susto, rápida contra atlética, pase de Koke al hueco para Falcao y zarpazo cruzado del colombiano a la red. 2-0. Era el primero de muchos...
Antes del descanso, Falcao convirtió un simple saque de banda en gol (no es la primera vez que lo hace). El colombiano recibe en la frontal, la protege, la deja botar, y a placer se saca una volea al más puro estilo Forlán y la pone al palo largo de Aranzubía. 3-0. La fiesta no había hecho nada más que comenzar.
Detrás de mí, un orgulloso padre con sus dos hijos pequeños vaticinaban quién se llevaría la porra que habían hecho en la previa. Uno había dicho 3-0, el otro 4-0... Todos se quedaron cortos...

EL DEPOR SE FUE ARRIBA... Y LE CAYERON SEIS
Salió en el segundo acto el Depor más “echado palante”, y se aproximó al área rojiblanca. Pero su adelanto de líneas sólo hacía presagiar que en cualquier contra mortal llegaría el cuarto. Y el cuarto llegó. En un balón dividido en el área llegó primero el de siempre, Falcao, quien se adelantó al joven Roderick que le derribó. Penalti transformado con calma y hat trick (4-0).
Difícilmente la joven pareja de centrales del Depor (Roderick 21, e Insua 19) olvidarán la noche que les dio Falcao...
Porque el Tigre aún tenía más hambre. Y sólo cinco minutos después sumó el cuarto en su cuenta. Otra contra de vértigo, Adrián (que entró por Costa) abre para Arda Turan y éste, solo y con tiempo para pensar, vuelve a intentar la vaselina ante Aranzubía (ya lo ha hecho varias veces este año y nunca le entra). El portero vasco consigue despejar y al rechace Falcao se tira en plancha arrasando con lo que tenía por delante y de cabeza pone el 5-0.

EN EL ÚLTIMO PUDO PASAR...
No pasaron ni tres minutos para que llegase el 6-0. ¡Y el quinto del colombiano! Internada de Filipe Luis que se cuela por el centro, pared con Falcao, pase profundo para el Tigre. Éste controla escorado y hace un recorte en línea de fondo. Cualquier jugador normal habría tocado para Filipe, que venía de cara. Pero Falcao no. Hace un quiebro, dos, para abrise ángulo, y por el palo corto consigue el quinto en su cuenta... "Abusón", debió pensar Filipe...
6-0. Impresionante. Hasta uno de mis compañeros de grada me dio un beso para celebrarlo. Me pareció algo excesivo, pero supongo que la emoción del momento le superó...
Mi padre se lo perdió porque había bajado al baño... “Ha metido el quinto Falcao”, le dije entusiasmado. “Uno no puede irse ni un minuto”, me respondió entre risas...
Y eso fue lo que hubo de ahí al final. Risas, cánticos, la ola, el “Te quiero Atleti”... y el regusto amargo de pensar por qué a Depor o Sevilla los golean con pasmosa facilidad, y con el Madrid no pudieron ni tirar a puerta.

DE SEIS EN SEIS
Desde el 6 de abril de 2008 no marcaba seis goles el Atleti en casa (un 6-3 al Almería). Antes de eso, habían pasado diez años sin ver media docena (6-1 al Valladolid el 21 de noviembre de 1998).
Y nunca le he visto marcar siete goles en Liga (Sólo vi al Atleti meter siete goles en un 7-2 a un tal Fyllingen en la Recopa en 1991).
Así que en la recta final (el 6-0 llegó faltando 20 minutos), uno soñaba con que llegara el séptimo y el sexto de Falcao. Había visto marcar cinco goles a Morientes hacía diez años (en un Real Madrid 7-0 Las Palmas), pero sabía que seis tantos era un hecho sin precedentes. No en vano, sólo Zarra (Athletic), Mundo (Valencia) y César (Granada) lo lograron. Y todos antes de 1950.
El récord lo ostentan Kubala (Barcelona 9-0 Sporting, 1952) y Bata (Athletic 12-1 Barcelona, 1931) con siete goles en un partido. Eran otros tiempos.

Así que recuerden el partido de anoche, porque gestas como éstas sólo se ven muy de cuando en cuando. Si ven algo especial, acérquense a ello. No renuncien a la magia. Soñar es gratis. Y más en estas fechas.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible

Minuto 12 de partido. Diego Costa se marcha de Sergio Ramos por el flanco derecho, la pone al primer palo donde remata Falcao y la habitual manopla salvadora de Íker Casillas frustra la oportunidad atlética. Fin del derbi.
Diego Costa no volvió a aparecer más que para pegarse con Sergio Ramos, escupirse con Sergio Ramos, darse cabezazos con Sergio Ramos... y si algún otro madridista se cruzaba, ya fuera Pepe o Xabi Alonso, pues también se daba alguna coz. No sé si el objetivo de Simeone con la inclusión de Costa fue que expulsara a un rival o que se expulsase a sí mismo. Finalmente no se consiguió ninguno. Pero ése fue el único peligro que creó el ariete brasileño, cuyo pique con Ramos, encendido el año pasado cuando jugaba en el Rayo, fue el único “arrojo” que le puso el Atleti al derbi.
Tampoco volvió a aparecer Falcao, a quienes algunos madridistas bautizaron como “el lindo gatito”. Un tiro blando y raso desde 30 metros en la segunda parte y una dura entrada sobre Callejón en el 85 fueron muestra de su impotencia.
La citada jugada del minuto 12 fue la única ocasión de gol del Atleti en todo el partido. La única.

CRISTIANO Y SUS FALTAS...
Así que cuando en el 15 Cristiano Ronaldo puso el 1-0 de magistral falta directa (manda...) el partido se acabó porque la reacción atlética jamás existió.
Lo del gol de Cristiano tiene mucha guasa, ya que se origina en una ridícula mano de Arda Turan para llevarse la pelota como si estuviera en el patio del colegio, en también la única aparición notable del turco en el encuentro.
Cuando llega este tipo de partidos todo el mundo te pregunta: ¿con quién lo vas a ver? Hay quienes buscan evitar compartirlo con vikingos. Pues bien, yo vi el partido en una cena que organizamos precisamente con mis compañeros del partio del colegio. Si alguien recuerda la proporción de esos años, no les sorprenderá que les dijera que éramos ocho tíos, seis madridistas y sólo dos atléticos. Y hubo suerte, porque éramos los dos únicos atléticos de la clase (César y yo) y fuimos ambos. Madridistas, por supuesto, muchos no asistieron a la cena.
Así que cuando se originó la falta uno de esos madridistas, Iván, me dijo: “Tranquilo Jose, si Cristiano lleva sin meter un gol de falta año y medio”.
A lo que le repliqué: ¿Año y medio? Si la temporada pasada marcó de falta en el derbi...
Ya saben lo que pasó unos instantes después, por lo que le pedí a Iván que no hiciera futuros vaticinios... Repitió la coñita en otra falta en la segunda parte... la que acabó en el larguero...

MIS AÑOS COMO ATLÉTICO EN EL COLE...
Dejé el colegio en el año 95, justo la temporada anterior al Doblete. Recuerdo bien esos años, donde había compañeros que te quitaban la bufanda del Atleti (mi madre me tejió una bufanda rojiblanca) o que te tachaban el escudo del estuche (era un estuche de tela en el que tenía dibujados escuditos del Atleti). En esos años el Atleti ganó varias veces al Real Madrid, aunque en algunas de esas “gestas” yo era demasiado pequeño (en el 0-4 del 88 estaba en Primero de EGB y en el 0-3 del 91 sólo tenía diez años...). La Copa del Rey del Bernabéu pilló ya de vacaciones (finales de junio de 1992) así que cuando ya éramos mayorcitos, fue en los peores años del Atleti antes del Doblete. El coqueteo con la promoción en el Salto del Caballo en el 94 y el 95...
Desde entonces, el Atleti ha ganado al Madrid dos veces... dos. Y los compañeros hacían bromas conmigo con lo del “siempre la misma historia, eh”, pero ninguno iba a hacer sangre. La triste realidad es que ya a algunos madridistas les damos pena... Reírse siempre del mismo pierde su gracia cuando no puede haber intercambio de golpes... y en eso se han convertido los derbis del siglo XXI, el Atleti no es más que un sparring para recibir los puñetazos del Real Madrid.

SIN OCASIONES EN LA PRIMERA
En toda la primera parte apenas hubo golpes más que el tanto de Cristiano. Y el único disparo a puerta, por ambos equipos, fue un chutazo del luso desde más de 40 metros que cerca estuvo de sorprender a Courtois.
Por lo ajustado del marcado se podía soñar con hacer algo en el segundo acto. Pero el Atleti no tiró a puerta. Se conformaba con admirar la posesión madridista, que rondó el 70 por ciento, y ésta se hizo más fluida en la segunda parte. Una buena combinación entre Benzema, Ozil y Cristiano terminó con un zurdazo del portugués fuera. Era un aviso...

DESARBOLADOS EN LA SEGUNDA
En el 20 de la reanudación, Cristiano se coló por el pico izquierdo del área, toda la zaga rojiblanca salió a encimarle y en el punto de penalti esperaba solo, solísimo, Mezut Ozil, quien, incluso después de hacer un mal control, aún pudo fusilar a Courtois. 2-0 y partido finiquitado.
El encargado de tapar a Ozil era el Cata Díaz, que apareció corriendo no sé de dónde. Supongo que estaría bebiendo agua en la banda...
Habrá quien hable de mala suerte por la lesión de Filipe Luis en el calentamiento (ver subir la banda al Cata era todo un poema...), pero cuando tu defensa suplente es la formada por Silvio, Pulido, Cata y Cisma no se puede hablar de mala suerte... lo único que te queda es rezar para que jamás se lesione ninguno de los cuatro titulares. Y si ocurre, y más contra un grande... pues a esperar milagros...
Pero nunca hay milagros en el Bernabéu a favor de los rojiblancos. Con el partido sentenciado el Madrid se quitó los miedos de su irregular temporada y empezó a triangular. Durante algunos minutos mearon a los rojiblancos, y al mencionado larguero de Cristiano se le unió otro remate a la madera tras un gran contragolpe dirigido por Ozil.

NO HUBO DERBI...
Y ésta fue la historia del derbi. Un derbi en el que en esta ocasión ni se adelantó el Atleti, ni Casillas se eirigió como el santo, ni hubo jugadas polémicas con las que echar la culpa al árbitro... un derbi que el Madrid ganó bien y en el que pudo incluso golear. “Mil batallas, mil victorias”, rezaba la pancarta de los Ultras al comienzo. “El increíble caso del hincha atlético que afirma haber visto a su equipo ganar un derby”, decía al final, acompañado de una imagen de Iker Jiménez.
Las bromas son infinitas y todas tienen gracia... o no, pero son reales...

Y ES QUE MIENTRAS SEAN "SÓLO TRES PUNTOS"...
Y es que no se podrá ganar un derbi jamás mientras sigamos teniendo un dueño (Gil Marín) que diga que "nuestro partido ya lo hemos ganado" por meter a 20.000 pobres e ilusionados hinchas en el entrenamiento previo y que añada que el derbi no es "nada más que tres puntos"...
Señor Gil Marín, si fueran sólo tres puntos ¿cree que habrían ido 20.000 al Calderón esa mañana?

...HASTA LA PRÓXIMA
Así que el 27 de abril volveremos a llenar hasta la bandera el Vicente Calderón, henchidos de ilusión y repitiéndonos el "algún año tiene que ser", que cada vez nos creemos menos, y con la esperanza de que no vuelva "a no ser" y nos marchemos ya a los 14 años sin triunfo...
Pero cuando no se cambia lo fundamental, hay cosas que no pueden ser, que no pueden ser, y que además son imposibles... Cuando llevamos mucho tiempo permitiendo que algo nos haga daño, se debe buscar un remedio. De lo contrario, nuestra herida se irá ahondando cada vez más y siempre habrá alguien dispuesto a hurgar en ella y disfrutar a nuestra costa.

Para terminar os dejo un vídeo que me pasaron antes del partido. Tenía más gracia antes del derbi que después, pero por desgracia es la realidad. Es una parodia de "El indomable Will Hunting" en la que el joven Matt Damon está convencido de ganar el derbi, pero el psicólogo Robin Williams le hace darse cuenta de la realidad y de que hay cosas que nunca ocurrirán...