JORNADA 9- SEVILLA 1-0 ATLÉTICO
"No se
puede ganar siempre", me dijo en cuanto terminó el partido para intentar
consolarme.
"Sí se
puede. En una Liga con el Madrid y el Barcelona, o ganas siempre o no te la
llevas", respondí todavía sensiblemente dolido por la derrota.
Pero para
intentar convencerme de que no estaba en lo cierto, y de que una derrota no era
tan grave, me interpeló: "¿A que ningún equipo ha ganado nunca la Liga
ganando todos los partidos?".
"Ganándolos
todos no. Pero sin perder ninguno, con la mayoría victorias y varios empates,
sí que ha ocurrido", contesté.
AQUELLA REAL SOCIEDAD (CASI) INVICTA DE LOS AÑOS 80
Y de inmediato
vino a mi cabeza una historia que me contó mi padre, de una Real Sociedad de
primeros de los ochenta, que perdió la Liga a manos del Real Madrid, cuando no
había perdido ni un solo partido en toda la temporada.
Hoy he
llamado a mi padre para que me refrescara esa historia. Era la Real Sociedad de
Arconada, López Ufarte, Satrústegui o Perico Alonso, con Alberto Ormaetxea en
el banquillo. Corría la campaña 1979-80 y los txuri-urdin llevaban liderando la
clasificación toda la temporada. Efectivamente no habían perdido ni un solo
partido... Hasta la penúltima jornada. Fue su única derrota. Precisamente con
el Sevilla... en el Sánchez Pizjuán. Esa tarde de una década de los ochenta recién
estrenada cayeron 2-1 y el Real Madrid, que venía por detrás apretando (pese a
haber perdido tres encuentros esa temporada) terminó por llevarse ese campeonato
aprovechando el único tropiezo realista.
Por suerte
para la afición blanquiazul, lograron levantar dos Ligas consecutivas las dos
siguientes temporadas. Y pese a no ganar esa Liga, sus 32 jornadas consecutivas sin perder
siguen siendo, a día de hoy, la mejor racha del fútbol español.
UNA TARDE DE PRIMERAS VECES
Fue una
tarde de primeras veces para el Atlético de Madrid. Todas negativas. Fue la
primera vez que el Atleti del Cholo caía ante el Sevilla (desde el 3 de octubre
de 2010, un 3-1 también en el Pizjuán); fue la primera derrota de la temporada
(se sumaban ocho triunfos y tres empates entre Liga y Champions); y fue la
primera expulsión de Koke (en la recta final) en su carrera profesional.
Y eso que el
Atleti saltó al estadio de Nervión con el planteamiento valiente que lleva
exhibiendo Simeone en las últimas semanas: Griezmann y Gameiro arriba; Carrasco
y Correa como extremos; y Gabi y Koke como mediocentros (¿Dónde están los del
cuatrivote...?). Pero los colchoneros no llevaron el peso del encuentro en
ningún momento.
EL SEVILLA DOMINÓ; CORREA NO TUVO SU TARDE
El Sevilla
dominó durante el primer acto, pero el Atleti se defendió con la seriedad
habitual. Ésa que en ocasiones hace al rival casi imposible saber qué tal día
tiene Oblak. De hecho, las mejores ocasiones fueron para los rojiblancos, en un zurdazo raso de Gameiro (también gris ante sus ex) que rechazó Sergio Rico, y,
la más clara, un mano a mano de Correa, tras prolongación de Gameiro, que el
argentino mandó fuera en una mala definición con el exterior. El 11 rojiblanco
no tuvo su tarde. Se le vio más impreciso de lo habitual, pareció dormido en
algunos momentos, y vio una amarilla al borde del descanso que me hizo
adelantar que sería sustituido en el intermedio. Dicho y hecho. Gaitán entró en
su lugar para comenzar la segunda parte.
VENDAVAL SEVILLISTA EN LA REANUDACIÓN
Sin embargo,
el Sevilla hizo un inicio de segunda mitad tan arrollador, que acorraló al
Atleti en su área como nadie había logrado hacer desde hacía mucho tiempo. En
una jugada espectacular, Samir Nasri (del que todavía no me explico cómo le han
dejado escapar en la Premier) hizo una doble pared con el Mudo Vázquez y
Vietto, rompió con un recorte seco a Savic
y Gabi, y se sacó un derechazo raso a la madera. Sólo tres minutos
después, Oblak hizo un paradón a remate a bocajarro del Mudo Vázquez.
Los
colchoneros lo estaban pasando realmente mal. Pero, una vez más, habían salido
vivos del temporal.
EL GOL VINO EN UN SAQUE DE BANDA... EN DEFENSA
Pero cuando
parecía que la mar estaba tranquila, un saque de banda ¡en defensa! del Sevilla
terminó en el 1-0. Saque lateral de Mariano en la mitad de su terreno, Nzonzi supera
a Godín en medio campo con un toque bombeado para Vietto, que se la devuelve en
profundidad, y el francés realiza una poderosa carrera de más de 50 metros,
superando a Gabi y a Savic, y define a la perfección ante la salida de Oblak
(1-0). Quedaba poco más de cuarto de hora, y cuando a los cuatro minutos Koke
vio la segunda amarilla por llegar tarde a un balón dividido con Rami (esas
segundas tarjetas a otros se las perdonan...) estaba claro que sólo un milagro
podía evitar la derrota. Y los milagros, como todos ustedes saben, se dan pocas
veces en la vida.
PERO SE DIÓ LA CARA
Lo intentó, en
cualquier caso, este Atleti que siempre da la cara. Dispuso de varias faltas
laterales con las que inquietar a Sergio Rico, y en una de ellas un cabezazo
abajo de Godín estuvo a punto de superar al meta sevillista. Pero Rico blocó
abajo. Mal día para dejar de fumar.
Se pierde
ante los sevillistas en uno de los peores momentos (nos superan en la tabla);
se pasa de ser primeros a caer al quinto puesto; y especialmente me preocupa la
falta de gol de un Gameiro que tenía un escenario ideal para reivindicarse.
NO HAY QUE PERDER EL CAMINO
En cualquier
caso, lo apretado de la tabla hace que nadie deba rasgarse las vestiduras, ni
Madrid, ni Barcelona están exhibiendo un nivel como para asustarse (ambos ganaron
en los últimos minutos y sufriendo) y en sólo tres jornadas viene un derbi en
el Calderón que puede poner las cosas en su sitio. Cabeza alta, trabajo duro e ideas
claras. Sólo está perdido quien se desvía de su camino. Y este Atleti, se lo
conoce con los ojos cerrados.