jueves, 8 de noviembre de 2012

El sabor de la derrota

“Me marcho”, ponía en un lacónico mensaje el pasado sábado. Se veía venir. Eran demasiados meses y en algún momento tenía que acabar. Aunque parecía que este idilio no terminaría nunca.
Han sido casi siete meses, desde el 11 de abril, los que se ha pasado el Atlético de Madrid sin perder. Mucho tiempo sin probar el amargo sabor de la derrota.
Entonces, la última vez, se produjo, como tantas y tantas otras veces, contra el Real Madrid. Fue un 11 de abril en el Vicente Calderón, donde el Atleti llevaba también una buena racha encadenada de triunfos entre Liga y UEFA Europa League. Cada noche que visitaba el Manzanares parecía como si la magia se aliara con nosotros. Como si justo alguien pensara en nuestro Atleti y a los pocos instantes el bramido del gol le confirmara que sus buenos deseos habían surtido efecto. Es bonito creer que esas cosas existen...

LA ÚLTIMA, LA NOCHE DEL DERBI
Así que esa noche, la del derbi, pedí a esos pensamientos positivos que se aliaran con nosotros. Hice un pacto. Ofrecí mi alma si su magia se ponía de nuestra parte y nos llevaba a ganar un derbi 12 años después. Pero no se pueden hacer pactos con la fortuna. Ella se negó a desear nuestro triunfo esa noche. Y acabado el partido la llamé y lloré en su regazo.
Supongo que será algo parecido a esa canción que dice: “Todas mis ex son del Madrid, y yo soy del Atleti. Sabes lo que quiero decir, metáfora perfecta para describir, que en esta puta vida hemos venido a sufrir...”.
Supongo que, en el fondo, la fortuna siempre ha sido del Madrid. Aunque un día dijera que “soy del equipo que haga falta”...
“Qué suerte tienes”, me dijo alguien. Nunca la creí realmente... La Diosa fortuna no es sincera. Nunca lo ha sido. Un día te sonríe y te dice que eres el único. Al día siguiente te das la vuelta y se va con otro. Y al otro con otro. No se casa con nadie. Por eso la suerte, hay que trabajársela. No se puede confiar en la suerte.
Hace poco leí a un tipo que decía: “Cuánto más trabajo, más suerte tengo”. Pobre iluso. No sabe la mala suerte que en realidad está teniendo. Pero, sin duda, como filosofía es buena.

EL ATLETI EMPEZÓ METIENDO MIEDO
Esa es la filosofía del Cholo Simeone. Gran obrador de la magia citada anteriormente. No cree en la suerte, sino en el trabajo. Y ese trabajo hizo al Atlético plantarse en Mestalla como un equipo temible, intimidatorio, un colíder que quería seguir en lo más alto. Con 14 puntos de ventaja se plantó en el campo del Valencia.
Y esa superioridad y ese miedo que llegan a provocar los rojiblancos se plasmó en los primeros minutos: una internada de Arda que Ricardo Costa saca a corner; una falta en la frontal que enmudece a la parroquia valenciana, pero que Falcao manda arriba; un remate de tacón de Miranda que salva con un paradón Diego Alves y que termina con Falcao sangrando por los suelos tras un agarrón...

DECANTÓ ROBERTO SOLDADO
Pero el Valencia, pese a su situación en la tabla, no es un equipo romo, y cuenta en la punta del ataque con un canterano madridista que no tuvo hueco por ser peor que Higuaín y que a los 20 minutos marcó un golazo que decantó el partido. Pase largo de Rami, volea a la media vuelta de Soldado, y golazo junto al larguero de Courtois (1-0). Imparable. Precioso.
Con la desventaja, el Atleti acrecienta su dominio y empieza a acumular corners (once a uno en el total para los madrileños). Juanfran entraba por la derecha; Arda y Adrián por la izquierda. La más clara la tuvo Falcao en un precioso pase interior del asturiano. Pero los cracks también fallan, y el colombiano perdió el equilibrio. Se llegó al descanso con la sensación de que el Atleti merecía más. Pero no disparaba entre los tres palos.

CONTRA EL CRONO
Así que el Atleti salió decidido en el segundo acto a cambiar eso, y a los dos minutos Arda Turan (que ha cogido galones tras la salida de Diego. No sé si tendrá relación directa) pegó un zambombazo por encima del larguero. Después fue Falcao el que cabeceó arriba por poco un centro de Filipe.
El partido era bravo, pletórico en intensidad, el Valencia iba a morder, y uno pensaba que si jugaran así todos los días seguro que no tenían once puntos...
Los minutos siguen corriendo. Arda se planta solo ante Diego Alvés tras un gran pase del Cebolla, pero se queda sin ángulo y en su intento de recorte la acaba mandando al lateral de la red. Después Alvés se ve obligado a repeler un cebollazo.
Pero el crono no para, el Atleti cada vez más volcado deja mayores espacios, y a la contra el mexicano Guardado avisa con dos disparos que silban los postes de Courtois.
Hasta Godín se suma al ataque, en una cabalgada como en la que marcó al Valladolid hace algo más de un mes, pero más atropellado, no puede controlar la pared con Adrián.

EL SEGUNDO, DEMASIADO CASTIGO
El partido se traba. Se suceden las tarjetas y los enfrentamientos. Ya no hay fútbol, sólo peleas. Ricardo Costa es expulsado por sus malas artes, pero ya es tarde para expulsiones. El Atleti quiere morir en área ajena, pero en el último suspiro le cae un segundo mazazo. Demasiado castigo. Demasiado. Feghouli avanza desde medio campo tras un sombrero a Mario y dibuja un perfecto pase en profundidad para que Valdez drible a Courtois y ponga el segundo (2-0). El segundo. Si era difícil aceptar la existencia de un primero, el Atleti tiene que soportar el cargar con una segunda herida mortal. Sin merecerlo.

Pero la trayectoria de este Atleti es larga y firme. Hubo vida, mucha, antes de esta derrota. Sólo hay que sobreponerse y seguir ahí arriba. El Valencia ha ganado esta batalla, pero cuando esto termine, me temo que mirará al Atleti desde abajo. Mucho más abajo.

2 comentarios :

Juan dijo...

La verdad es que el Atleti no merecio perder. Pero es un poco desilusionante que en la primera salida realmente dificil hemos caido.

Ahora vienen Getafe y Granada, pero luego casi seguidos Sevilla, Madrid y Barça.
Sera complicado puntuar en los dos grandes estadios, pero al Sevilla hay que ganarle si o si. Si no, el globo se va a pinchar mucho.

De la Uefa de anoche mejor ni hablamos ¿no?

Un saludo

Nico García dijo...

Estáis bien, tal y como demostráis en Valencia, por una victoria o dos no os podéis venir abajo.

Saludos desde La Escuadra de Mago