viernes, 10 de abril de 2020

Radomir, te quiero I: Aquella prórroga en La Romareda

El lunes recibía con sorpresa en mi móvil la noticia de que Radomir Antic había muerto. Mi sentimiento inicial fue ése, la sorpresa, inmerso en unos días en el que las muertes son triste tónica habitual, incluso entre familiares de amigos o conocidos. Pero en esta ocasión el culpable no era el coronavirus, sino una pancreatitis que venía acuciando a Radomir desde hacía meses.
No pasó mucho tiempo para que la sorpresa se convirtiera en consternación, conforme iba digiriendo la noticia y recordaba el calado del personaje en la historia del Atleti y en mi historia vital.
No tuve la fortuna de tener trato personal con Antic (apenas coincidimos en un par de ocasiones), pero fue el entrenador del Atleti durante cinco temporadas (no ininterrumpidas) y, sobre todo, el técnico que guió la nave colchonera en el mítico Doblete de 1995-1996. Un héroe, dimensión que para un chico que comenzaba a lidiar con la adolescencia (como era mi caso) era incalculable.
NUNCA PUDE ENTREVISTAR A ANTIC
Muy pronto, comenzó a rondar en mi cabeza y hasta en mi alma un triste pesar: nunca había entrevistado a Radomir Antic. Se nos fue demasiado pronto y "sin ni una duda", como diría él mismo, era uno de los personajes de la historia colchonera con los que me habría encantado tener una buena charla.
El martes, muy acertados, Movistar emitió un especial de más de dos horas bajo el título de "Radomir, te quiero". Primero, la prórroga de la Final de Copa del Rey de La Romareda con los comentarios del propio Antic; luego una extensa entrevista al entrenador serbio en el museo del Vicente Calderón; para terminar con un documental que repasaba la trayectoria del Atlético de Madrid en la Liga de la 95-96 hasta salir campeón. Lo vi en diferido, de madrugada (con un recién nacido los horarios te cambian un poco...), y la nostalgia de aquella época se tornaba en melancolía al sumarle la pérdida de Antic.
Así que después de aquello, salí tan removido que sentí la necesidad de hacer mi pequeño homenaje a Rado. Y lo empiezo hoy.

HACE 10 AÑOS ESCRIBÍ SOBRE LA FINAL DE COPA DE 1996
Hace ya diez años (¡Cómo vuela el tiempo!) reviví en este blog aquella Final de Copa de 1996. Volví a verme el vídeo del partido y publiqué mi propia crónica.
Hoy quiero recuperar parte de ese artículo, el de la prórroga, y acompañarlo de los mejores comentarios que hizo Radomir en esa narración para Movistar. Será el primero de mis tributos a Antic, ya que en los próximos días voy a ir publicando la entrevista que nunca le hice. Espero que les guste. Les dejo con la prórroga de aquella noche de un 10 de abril en Zaragoza. Justo hoy, hace 24 años...  

AQUELLA PRÓRROGA, COMENTADA POR ANTIC
La prórroga llegó a La Romareda después de un partido en el que el Atleti había dominado más, pero en el que la ocasión más clara fue un cabezazo de Jordi Cruyff al larguero.
López, por un cansado Penev; Biagini por Vizcaino, tocado; y Roberto por Kiko habían sido los cambios (los dos últimos ya pensando en la prórroga).
¿Y qué les dijo Antic a sus muchachos antes de los 30 minutos de prolongación?
"Que había que tener mentalidad positiva, no pensar en que podíamos haber hecho mejor ésta cosa u otra, verlo como una nueva oportunidad de demostrar que éramos capaces y no rendirnos".
Y así salió el Atleti, intensificando su dominio de los 90 minutos, también ayudado por el hecho de que Guardiola se lesionó en el tramo final del choque y, con las sustituciones agotadas, tuvo que jugar la prórroga cojo, con un aparatoso vendaje en su muslo derecho.
"Antes de la Final preparamos un vídeo muy bonito para que cada jugador se sienta válido para este partido. Un vídeo con algunas de las mejores jugadas de cada uno en la temporada, como motivación. Lo pusimos en el bus. Si algo caracterizó a este equipo era su buen ambiente", explicaba un Antic que siempre insistió en la excelente atmósfera que se generó en su plantilla como una de las claves del éxito.

"ESCUCHA GENTE. AHORA NO PUEDES FALLAR"
Cuando el Barça intenta atacar, incurre en fuera de juego. La estadística plasmada en la pantalla no engaña: 10 fueras de juego del Barça, por 1 del Atleti. "Era nuestra apuesta de cómo jugar, asumiendo riesgos", proclama Radomir con un tono orgulloso.
Un cántico resuena desde las gradas, y Antic advierte al narrador sobre ello con una risa sincera: "Ahora sí no se puede fallar, escucha gente: Atleti, Atleti".

ANTIC ANUNCIA EL GOL
Y como si de una profecía se tratase, apenas un par de minutos después, ocurre. ¡"Ya empezamos a crear jugada, ésa es jugada, mira!", advierte Rado a un narrador que empezaba a divagar con la posibilidad de los penaltis. "¡Es el gol, jajaja!", carcajea cuando Pantic cabecea el centro de Geli a la red. "¡Qué aparición de Pantic, en momento justo, no tenía que ser ni más alto, ni más bajo! Era una apuesta, Geli había subido 101 veces. Había centrado detrás de portería, pero nunca dejó de subir. Recordamos aplauso de Solozábal en una de esas subidas", relataba el serbio, elogiando la perseverancia de Geli y el respaldo del capitán, valorando el trabajo, aun cuando no obtenía frutos. Y con el gol, llegó el descanso.
Y GOZA CON SU EQUIPO: "¡QUÉ GUSTO DE ESTA GENTE!"
En el último cuarto de hora, los rojiblancos, espoleados, incrementan la intensidad de su presión. "¡Fíjate el resultado cómo da fuerza! La línea de la defensa a 40 metros... ¡Oh! ¡Qué gusto de esta gente!", exclama Antic entusiasmado, como si estuviera reviviendo en tiempo presente el compromiso de sus pupilos.
Y pone el acento en una jugada aparentemente anecdótica. Un balón rebotado en la valla trasera es devuelto por Roberto Fresnedoso a Busquets (padre) para que saque de puerta. "Mira Roberto qué inocente. El Cholo nunca lo habría hecho", señala destacando el "cancherismo" de Simeone (que todavía en ese año en el que Antic comenta esa prórroga -2011- no era entrenador del Atleti).

REIVINDICA SU ESTILO: "NO DEFENDÍAMOS EL RESULTADO"
A ocho minutos del final, Caminero tiene un mano a mano que le salva Busquets. "Esto da lo que era este equipo. No defendía el resultado, iba a buscar otro y otro gol", se reivindica el serbio.
Por entonces ya hacía varios minutos que Cruyff había encendido su último cartucho: situar a Miguel Ángel Nadal (tío de Rafa) de delantero centro. Pero ante cada balón colgado al área por los cules, se agigantaba la figura de José Francisco Molina, que multiplicaba sus centímetros para sofocar cada centro. "¡Qué gusto!", proclama Antic entre risas.
En los últimos minutos da para ver una expulsión por bando, ambas por doble amarilla. Lo que provoca el doble elogio de Radomir, para el infractor y para el infringido. Primero, para Solozabal, tras parar dos ataques de Hagi y de Jordi. "¡Roberto! ¡Qué profesional, de verdad!", clama Antic. Nunca unas palabras tan breves denotaron tanta admiración.
Sólo un minuto después, Pantic esconde la pelota a Sergi como el que burla a un niño, fuerza su agarrón, y el catalán se marcha también expulsado. "¡Qué inteligente! Qué bien realiza las jugadas Pantic, de acuerdo con tiempo y resultado", sentencia su compatriota.

RADO, "MUY FELIZ" HACIENDO FELIZ A LA GENTE
El partido acaba, y Radomir Antic rompe a reír casi como si Díaz Vega acabara de hacer sonar su silbato en ese mismo instante. Sensiblemente emocionado, reconoce estar "casi con lágrimas en los ojos. Ha sido bonito, muy trabajado...". Y mientras observa las caras de los aficionados rojiblancos estallando de felicidad en la grada, reflexiona: "Detrás del fútbol te das cuenta de que hay gente, que hay cultura, que hay sociedad... ¡Qué bonito! Estás haciendo a gente feliz".
Y el entrenador se despide de la retransmisión con una confesión sincera: "Me ha hecho muy feliz, de verdad". Tú sí que nos hiciste felices. Hasta siempre, maestro.

* Recuerden, en los próximos días publicaré la entrevista que nunca le hice a Radomir

1 comentarios :

Mauricio dijo...

Muy grande Radomir Antic. Que recuerdos de aquella Copa. Me fui a celebrarla a una fuente de Alcalá de Henares. 15 años tenía entonces. Y unas semanas después vino la Liga. Que gran temporada aquella.
Gracias Rado, por lo que diste. Que descanse en paz.
Y gracias por la entrada, Jose. Gracias por devolvernos estos recuerdos