Durante la semana previa se mantuvieron patéticos debates, alimentados en gran medida por la prensa, sobre si el Atlético de Madrid debía dejarse perder con los culés. El motivo era que, a falta de sólo cuatro jornadas, el Barcelona se estaba jugando la Liga mano a mano con el Real Madrid (iban empatados a 66 puntos, pero con el goal average particular para los blancos), mientras que el Atlético de Javier Aguirre, que luchaba por volver a Europa siete años después, ocupaba la sexta plaza que daba billete para la UEFA con una “cómoda” renta de cuatro puntos respecto al Recreativo de Huelva y el Villarreal.
PERIODISTAS ANTIMADRIDISTAS, NO ATLÉTICOS
En
esa semana, tuve la oportunidad de discutir con uno de los periodistas “atléticos”
más conocidos de este país sobre esta penosa diatriba.
Mientras
yo defendía sin pestañear que el Atlético de Madrid debía ganar porque lo
primero eran sus intereses, y una clasificación europea estaba en juego, este
periodista (del que prefiero no decir el nombre, en parte por respeto, en parte
por vergüenza, aunque muchos muy pronto le identificarán) me soltó convencido: “El
primer gen de todo buen atlético es el antimadridista”.Así que este hombre me estaba diciendo que para un “buen” hincha del Atlético de Madrid lo primero es que pierda el Real Madrid, y luego ya nos preocuparemos por lo que haga el Atleti…
EL HAZMERREÍR DE ENTONCES
Ese
Atlético perdió. No sólo perdió. Fue humillado. Y zanjó el debate de la forma
en que se había acostumbrado a hacerlo desde hacía casi una década: siendo el
hazmerreír de toda España.
Para
que no lo olviden, voy a recordarles los hombres que perpetraron tamaña
ignominia: Pichu Cuellar; Seitaridis, Ze Castro, Fabiano Eller (se autoexpulsó
en el minuto 70), Antonio López; Galletti (Agüero), Luccin, Maniche (Maxi Rodríguez),
Petrov (Mista); Jurado y Fernando Torres.
EL SECTOR MÁS ACOMPLEJADO DE LA AFICIÓN
Algunos
aficionados, los menos y sin duda el sector más ignorante y acomplejado de
nuestra afición, corearon los goles culés. Sobre todo los primeros. Pero
conforme el cuarto o el quinto fueron cayendo, una gran parte de la grada,
abochornada y desolada, fue abandonando el estadio.
Aquellos
que celebraron esos goles blaugranas son los mismos que, años después, han
expresado en voz alta “casi mejor que nos elimine el Chelsea a que nos gane el
Madrid en la final” (lo he escuchado); o “bueno, ya era demasiado sin perder
con el Madrid”, después de la reciente eliminación en Champions.
NO SON DEL ATLETI
A
todos ellos, les recomendaría que se plantearan un cambio de equipo. Porque no
son del Atleti. Este domingo, en concreto, son del Espanyol. Y el miércoles eran
de la Juventus. Y el pasado fin de semana eran del Sevilla…
Y
ojo, quien me conoce sabe que mi antimadridismo es grande. Pero, como
en el caso de Robocop cuando dos directrices entraban en conflicto (1- Servir al
bien común; 2- Proteger al inocente; 3- Preservar la
ley;
4- No oponerse
ni atacar a directivos de la OCP), las mías están claras: 1- Atlético de
Madrid; 2- Atlético de Madrid; 3- Atlético de Madrid; 4- Antimadridismo. Y no
hay discusión si la cuarta entra en conflicto con las tres primeras.
EL PARTIDO QUE MÁS VERGÜENZA HE PASADO
Aquella
noche, sin duda alguna, fue el partido que más vergüenza he pasado viendo al Atlético
de Madrid en mis más de 20 años visitando el coliseo rojiblanco. Ese Atlético
de Madrid, por cierto, se quedó fuera de la UEFA, y su “cómoda” ventaja se
esfumó a favor de un Villarreal que incluso acabó sacándonos dos puntos.
Ese Atlético
de Madrid, por cierto, sí jugó en Europa al año siguiente. Pero lo hizo
accediendo por la gatera de la Intertoto y con los honores de eliminar (tras
perder en Rumanía) al prestigioso Gloria Bistrita.
"ESE ATLÉTICO NO SOMOS NOSOTROS"
“Ese Atlético
no somos nosotros. Este equipo juega para ganar siempre”, me decía hace poco un
futbolista de la actual plantilla. Y no me cabe duda. De hecho, de aquel equipo
hoy sólo está Fernando Torres. Un hombre, del que muchos me han dicho, que
terminó de decidirse a marcharse tras aquella humillación.
No me cabe
ningún atisbo de duda de que el Atlético de Madrid actual va a salir a derrotar
al FC Barcelona este domingo para amarrar la tercera plaza y no tener nada que
jugarse en Granada. A los que piensen lo contrario, a aquellos con eterno
complejo de segundón, les recomiendo que se queden en casa viendo por la tele
el Espanyol-Real Madrid. Así, al menos, estarán viendo de verdad a su equipo.
Al Atlético de Madrid, vigente y orgulloso campeón de Liga, mejor ni lo menten.
1 comentarios :
Cuan acertado análisis y palabras, amigo. Aunque seguro que los poceros seguirán con el run run que nos hemos dejado ganar el pasado domingo sin ver que quizá es su equipo quien no ha hecho los deberes. Aunque a estas alturas lo que piense la vikingada me da igual. Así como ese sector absurdo que haciéndose llamar atlético lo único que hace es decir imbecilidades mil, tipo del periodistas que hablas.
Aun con todo no hemos cerrado esta temporada. Necesitamos un punto en Granada para ser terceros, fundamental para no ir a esa ronda previa de Champions.
Forza Atleti! Siempre
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