Goles: Griezmann.
Se dice que un salto de fe es el acto de creer o aceptar algo intangible, improbable o sin evidencia empírica. Una acción asociada incluso con la creencia religiosa.
El domingo en el Vicente Calderón Diego Godín dio evidencia
empírica a su salto de fe en el minuto 93, cuando hizo tangible y probable algo
que había estado buscando (y liderando) durante toda la segunda parte, pero que
parecía una quimera ante el mal partido del Atlético: dar los tres puntos a su
equipo.
El uruguayo se erigió en el auténtico referente del conjunto rojiblanco para lograr la victoria pese a su condición de defensa. Se sumó al ataque en cada acción en la que tuvo la más mínima posibilidad, se colocó como delantero centro incluso en jugadas a pelota corrida y remató o prolongó cada córner o cada falta lateral.
El uruguayo se erigió en el auténtico referente del conjunto rojiblanco para lograr la victoria pese a su condición de defensa. Se sumó al ataque en cada acción en la que tuvo la más mínima posibilidad, se colocó como delantero centro incluso en jugadas a pelota corrida y remató o prolongó cada córner o cada falta lateral.
En el último suspiro tuvo su premio, y en ese salto de fe
ganó la partida a Bernardo en el clásico balón de urgencia colgado al área por
Tiago, y su prolongación de cabeza permitió a Griezmann adelantarse a Cuellar y
tocar lo justo para poner el 1-0.
EL CALDERÓN COREÓ EL NOMBRE DE GODÍN
EL CALDERÓN COREÓ EL NOMBRE DE GODÍN
Esa fue la última acción del partido y el Calderón terminó
coreando el nombre del que consideraba como principal artífice del triunfo:
"¡Diego Godín, Diego Godín, Diego Godín!".
"Es curioso que coreen el nombre de alguien que no es
el que ha marcado el gol", comentaba una primeriza en la grada. Con su fe,
Godín permitió que los aficionados rojiblancos se marcharan con una sonrisa en
la cara en el Día de las peñas. Para algunos, se trataba de su primera visita
al coliseo colchonero. "Está totalmente lleno", se sorprendían al
entrar, se maravillaban al poder conocer de cerca la leyenda del ramo de Pantic
y se afanaban en inmortalizar con imágenes el colorido de las gradas del
Manzanares.
HOMBRES DE LEYENDA: MIGUEL SAN ROMÁN
HOMBRES DE LEYENDA: MIGUEL SAN ROMÁN
A veces, las mayores leyendas no se forjan en torno a los
personajes más principales, sino alrededor
de personas que con sus valores, su capacidad para transmitir, y su fe contribuyen a darle esencia a los logros. Y es que al fin y al cabo ¿qué es una gesta sin unos rasgos diferenciados en torno a los que identificarse?
de personas que con sus valores, su capacidad para transmitir, y su fe contribuyen a darle esencia a los logros. Y es que al fin y al cabo ¿qué es una gesta sin unos rasgos diferenciados en torno a los que identificarse?
Una de esas figuras emblemáticas que perdurarán en el
recuerdo ha sido Miguel "el Pechuga" San Román. Un hombre que incluso
se hizo merecedor de un libro ("Blanco ni el orujo", de José Antonio
Martín Petón), pese a haber disputado apenas 70 partidos en diez temporadas
como portero rojiblanco. Casi siempre a la sombra del guardameta argentino Edgardo
Madinabeyitia, su identificación con la causa rojiblanca y su defensa a
ultranza del escudo del oso y el madroño (tanto en su etapa como futbolista
como ya después de retirado) le han valido para que algunos medios le hayan
catalogado en su despedida como "una leyenda del Atlético de Madrid" o
que jugadores como Fernando Torres no hayan dudado en aseverar: "Se nos
acaba de ir un trocito de nuestro escudo".
SU PERSEVERANCIA TUVO RECOMPENSA
SU PERSEVERANCIA TUVO RECOMPENSA
"Yo no entiendo mi vida sin haber sido del Atlético de
Madrid", manifestaba el "Pechuga" a todo aquel que quisiera
escucharle. Claro ejemplo de alguien que convirtió en religión su fe en este
equipo. El "Pechuga" San Román nos dejó ayer a los 77 años, pero
estoy convencido de que en uno de sus últimos alientos ayudó a propulsar ese
balón que prolongó Godín para dar el triunfo al equipo de su corazón.
Tras doce años en el primer equipo (incluidas dos cesiones
al Rayo y al Murcia), su perseverancia y su tenacidad por seguir en el club
colchonero le valieron para jugar la mayoría de sus partidos en las últimas
temporadas (alternando en la portería con Rodri).
PORQUE SI SE CREE EN ALGO...
PORQUE SI SE CREE EN ALGO...
Esa fe inquebrantable fue la que el domingo le hizo al
Atlético de Madrid lograr los tres puntos pese a que, visto el partido, nada
apuntaba a ello. Y esa convicción es la que, aunque no se está protagonizando
una buena temporada, mantiene a los rojiblancos en la lucha por la Liga.
Porque en la vida, en muchas ocasiones, aunque las
condiciones sean adversas, creer en algo con todas tus fuerzas permite alcanzar todo aquello que se
desee. Pero lo primero, es confiar realmente en ello. Dar un salto de fe.
1 comentarios :
La verdad es que Godin se echo el equipo a la espalda en la segunda parte. Cada vez tiene mas jerarquia y mas peso animico como lider en este equipo.
Si habia alguien que el domingo queria ganar era él.
A ver si son capaces de repetir victoria con el Betis porque si queremos estar arriba hay que sumar practicamente todo en lo que queda de segunda vuelta.
Saludos!
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