miércoles, 11 de febrero de 2009

LA ENTREVISTA Pantic: "Mandé vídeos míos a Antic para que me fichara el Atlético"

Hablar de Pantic es hablar del Doblete. Recordar su cabeza cruzando la pelota fuera del alcance de Busquets, evocar un balón en la escuadra tras un golpe franco del serbio, rememorar a la afición del Atlético postrándose en reverencias ante el 10 cuando iniciaba su liviana carrera para, desde el córner, usar a un compañero como prolongación al gol, revivir sus recortes por banda y sus milimétricos centros.
Hablar de Pantic es ver su ramo, cada domingo puntual en el córner izquierdo del fondo sur, y su busto, que se encuentra en las entrañas del estadio.
Milinko Pantic (05-09-1966, Loznica, Yugoslavia), es historia viva y fresca del Atlético de Madrid. Más conocido por muchos como “Sole”, como él mismo reconoce, el apodo le viene de su abuela, que se lo puso “de cariño”.

ERA SUPLENTE EN EL PARTIZAN

Los comienzos para Pantic fueron muy difíciles, ya que este mediapunta, que subió a la categoría de divinidad en el Atleti, era suplente en sus inicios en el Partizán de Belgrado. “A mí me pasó factura no ser titular en Partizán. Todavía no entiendo por qué no jugaba. Pero llego como suplente a Grecia en el 91 y en el 92 me nombran mejor extranjero de la liga griega”, dice Pantic, intentando explicar, aún sin comprenderlo, por qué no dio el salto a un gran equipo hasta casi la treintena.
En el Panionios griego las cosas sí funcionan, pero no explota hasta que llega el Atleti. A su salida, en Grecia se tiraban de los pelos, pero “estas cosas pasan”, sentencia el serbio: “Yo estaba, por así decirlo, a un kilómetro del Olympiakos. Pero ellos preferían fichar a jugadores de más nombre y nunca se concretó mi salida. Cuando me fichó el Atlético la gente en Grecia se preguntaba cómo podía ser que no hubiera jugado en un grande de allí”.
MANDA VÍDEOS SUYOS A ANTIC…
Y el culpable de su llegada es Radomir Antic, que ya le fichó para el Partizan cuando ‘Sole’ era sólo un niño (19 años) y Antic ejercía de director deportivo. Y el propio Pantic, que puso de su parte de una forma inimaginable en el mercado del fútbol hiper globalizado de hoy día: “Mandé vídeos míos a Antic y era lo que él quería: un jugador que tocara en el medio, con balón parado… He leído varias veces que le dijo a Gil que estaba dispuesto a pagar mi fichaje de su bolsillo. Yo nunca le pregunté a Antic si fue así, pero supongo que sí. Él lo tenía claro y si lo dicen será cierto”.Desde que pisa Madrid, todo le viene de cara. Lo recuerda como si fuera hoy, y me corrige cuando le hablo de su primer gol en el Calderón: “No fue ante la Real en Liga, sino en el Villa de Madrid contra un equipo argentino”. Pero hablamos de su primer gol oficial, de falta, por supuesto. Un gol que pudo cambiar la historia, que igualó un 0-1 en contra y terminó en goleada (4-1), cerrando de un plumazo dos años nefastos: “Debutar en el Calderón y marcar un gol delante de tu afición, aunque hay que reconocer que con mucha suerte, fue el comienzo deseado por todos. Subimos para arriba y conseguimos ganar un partido que fue el primero de muchos. El año anterior el Atlético estuvo luchando casi para no bajar”.

EL DOBLETE, NOMBRE A NOMBRE
Allí coincidió con hombres que han grabado con letras de oro sus nombres en la historia rojiblanca: Caminero, diferente, con mucha clase y mucho talento”, Kiko, “un fenómeno, un artista en todos los sentidos”, Simeone, “muy importante para el grupo. Un guerrero”, Molina, “nuestro tercer central. El jugador doce. Como Beckenbauer, jugaba muy bien con los pies”, Solozábal, “nuestro capitán, capitán ideal. Trabajó mucho en silencio y dio mucho rendimiento”, Geli, “como un hermano. De mi quinta, muy familiar, un chico humilde. Delfi merece mucho respeto”… y por supuesto, “el gran jefe de orquesta”, Radomir Antic. “Manejó todo, creó un ambiente que funcionó. En el vestuario hay de todo, no podemos ser todos amigos, ni comer, ni cenar juntos, pero había muchísimo respeto. Nos llevábamos muy bien todos”.
LA AFICIÓN, LA “CULPABLE” DE TODO
¿Y quién le enseñó a Pantic lo que era ser del Atleti? La respuesta es poco habitual, pero creo que es la más acertada que he escuchado nunca: “La afición. Todo fue gracias a la afición, que me ha tratado siempre de maravilla y me sigue tratando muy muy bien. Eso fue fundamental para que volviera a vivir aquí, para estar cerca de todo. La culpa de que esté aquí la tiene la afición”.
NO QUIERE ‘PERDER’ NI EN LAS ENTREVISTAS
Pantic tenía un enorme carácter ganador que achaca a los “genes serbios”. “A mí ahora no me gusta perder ni en las pachangas, en el padel, en el tenis”. Pero es que no le gusta ‘perder’ ni en las entrevistas. Cuando le hablo de que juega dos años “a un grandísimo nivel en el Atleti”, entra raudo al quite: “El tercer año no fue malo, pero el Atlético fichó a Juninho y me quitaron un poquito de protagonismo”.

LA CHAMPIONS DEL 97…
Del brasileño hablaremos más tarde, pero cuéntame esa Champions del 97 de la que fuiste ‘Pichichi’ con cinco goles: “Nos faltó un pelín de suerte para rematar la faena. Quizá si no nos cruzamos con el Ajax… Si no marco aquel gol ante el Widzew Lodz…”. Pero Milinko explica por qué el Atlético ganó ese partido, algo que se echa de menos en el de hoy: “Mi Atlético nunca tuvo miedo nadie, no especulaba, siempre salía al campo a ganar”.¿Y por qué no tiró Pantic ese penalti que falló Esnaider?: “Justo antes había fallado dos o tres penaltis contra el Celta, el Hércules y en un amistoso. Te pones nervioso, y yo me enfadaba conmigo mismo, porque nunca fue lo mío fallar tanto. Esnaider también los metía, pero estaba Van der Sar, uno de los mejores porteros del mundo aún ahora”.

QUIZÁ DEBIÓ IRSE AL LLEGAR JUNINHO
Y entonces llegó Juninho: “Yo no le conocía de antes. Pero después del primer entrenamiento me di cuenta de que no cabíamos los dos. Y él tenía la ventaja de haber sido un fichaje muy caro. Pero yo lo acepté como un señor, es ley de fútbol. Es muy difícil competir contra alguien que cuesta tanto, contra un fichaje estrella”. Y en la reflexión deja una frase que nos entristece, a aquellos que sólo tres años nos supieron tan a poco: “Quizá me equivoqué por no marcharme cuando le ficharon a él. No supe interpretar la jugada y me quedé fuera de juego”.

EL MALDITO MADRID…

Y algo que no ha cambiado de su época a la actual: la incapacidad para ganar al Real Madrid ¿Miedo, fobia, psicosis?: “El miedo no existe. Fue casualidad no ganar al Madrid”. Y recuerda uno a uno todos sus derbis: “En ningún partido fuimos inferiores. En el 1-4, con 1-0 teníamos un jugador más y el final se vuelve loco y nos ganan sin querer. En el 1-0 nos ganan tirando nosotros dos largueros. En el 1-2, de Panucci y Soler, nos ganan sin merecerlo…”.Mejor hablar del Barcelona: “En cambio, con el Barça jugué los mejores partidos de mi vida. Quizá había una especial motivación porque el Barcelona era el equipo de todos en la época del Dream Team… Pero con el Madrid no tengo ninguna explicación”.

“SU” VICENTE CALDERÓN Y SU RAMO
Y tantas alegrías, vividas en un sitio, nuestro Vicente Calderón, “su” Vicente Calderón: “Que tiren el Calderón es ley de vida. El club tiene muchas necesidades. Yo me quedaré con mi Calderón donde yo viví lo mejor. Yo no puedo influir en la decisión del club y hay que aceptarlo, supongo que para bien de todos”.Un estadio donde todavía, y tras trece años, Margarita viene cada domingo desde Talavera a poner un ramo de rosas rojas y blancas en su honor: “Margarita es una fenómena. Es una familia que me faltan palabras para definirla. El detalle que tiene conmigo no ha pasado nunca y además soy extranjero. Esta familia me adoptó, son como mis padres adoptivos. La conocí personalmente el año después del Doblete, pero ahora nos conocemos de sobra y el trato no puedo expresarlo”.
¿Y NO ESTÁ PARA JUGAR UN RATITO?
Un ramo que se coloca en el corner, donde haría buena falta para sacar más de uno: “Saltar como en balonmano a sacar los córners y volver a salir, jajaja. Yo no quiero entrar en quién los saca. Yo nací con este don, ponía el balón donde yo quería. Si veo que en el primer palo no se puede rematar, no insisto en el primer palo. Pero Simao tiene una pierna espectacular, pone el balón donde quiere, pero hay que sacar mucho mucho más provecho de estas jugadas”.
Y precisamente con Simao tuvo un reto lanzando faltas. Terminaron empate, con lo que Pantic matiza: “No era un reto… En un reto tenemos que ponernos los dos más serios. Simao es un tío de puta madre y se portó con los niños de lujo”.
SU OBJETIVO, ENTRENAR Mirando al futuro, Pantic tiene un sueño, muy claro, para el que ya se siente suficientemente preparado: “Mi objetivo es ser entrenador y yo suelo cumplir siempre mis objetivos”. Y en su equipo “siempre ficharía un organizador, un jugador diferente a los que hay ahora en el Atlético”.
Mientras tanto, sigue deleitándonos con su guante derecho en el fútbol indoor de veteranos: “Si me convoca el mister, el Pechuga, jugaré. Es un fenómeno, si me convoca, encantado, y si no, no me voy a enfadar (risas)”.
Seguro que le convoca. Y seguro que, más tarde o más temprano, triunfa como entrenador: “Espero no tardar tanto en triunfar como entrenador que como jugador. Pero voy a triunfar, eso lo tengo claro”. Nosotros también. Se lo merece.