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viernes, 24 de abril de 2015

Un cumpleaños con final amargo

CUARTOS DE CHAMPIONS- REAL MADRID 1-0 ATLÉTICO
Este 22 de abril, el Real Madrid eliminó con justicia al Atlético de Madrid de la Champions. Transcurridas más de 24 horas y digerida la dolorosa derrota, revisadas las jugadas principales, y soportadas las mil y una mofas de los madridistas (que obviamente nos tenían muchas ganas) es honesto y coherente decir que perdimos con justicia.
No hubo el juego fluido, la presión asfixiante arriba y el ímpetu incontenible del día del 4-0; ni las contras fulminantes y sencillamente perfectas del 2-2 en Copa; ni jugadas trenzadas de la belleza del 1-2 en Liga.
Nada de eso. Hubo garra, intensidad, competitividad (eso en el Atleti del Cholo ya jamás faltará), pero carecimos de acierto en las entregas, de chispa, y el equipo se echó demasiado atrás.

ENCERRADOS
Este 22 de abril se jugó en el Bernabéu como visitantes, donde se puede admitir retrasar más las líneas, pero la foto que les adjunto debajo la hice hace una semana en el Vicente Calderón y refleja cómo Mandzukic y Griezmann, los dos delanteros, trabajan encerrados junto al resto del bloque a escasísimos metros de la frontal del área. Me gustaría decirles que el Real Madrid acababa de sacar un córner o una falta ofensiva. Pero no. Era un ataque estático de los blancos. Y ésa fue también la tónica general del partido de este 22 de abril.
Pero este 22 de abril, sobre todas las cosas, era mi cumpleaños. Ése fue uno de los motivos por los que, por segunda vez en toda mi vida, decidí comprar una entrada para asistir en directo al derbi del Bernabéu. Y no me pregunten por qué, pero entre que era mi aniversario y el hecho de que la única vez que había visto al Atleti in situ en Chamartín fue en la final de Copa del Rey de 2013 (victoria en un derbi casi catorce años después) estaba convencido de que íbamos a pasar. Es irracional, lo sé, pero así me sentía.

LA PREVIA Y LOS CONTROLES
En la previa, mi amigo Santi Riesco tuvo el detalle de invitarse a una botella de Chivas para conmemorar tan señalada fecha. E hicimos el brindis de la victoria, convencidos de que esta vez nada podía fallar. En este viaje nos acompañó también su amigo Alberto, gran atlético tan seguro como yo del triunfo en los prolegómenos.
Acompañamos al grupo de hinchas rojiblancos escoltados por la Policía desde una distancia prudencial, ante el asombro de los vecinos de la zona por el colorido, los cánticos, y por semejante dispositivo de agentes.
Un dispositivo exagerado en la entrada al estadio. Si no pasamos por seis controles en los que si no te cacheaban, te pedían el DNI, la entrada, te miraban la bufanda o te preguntaban de qué era el bocata… no pasamos por ninguno.
Una vez ya dentro del Bernabéu, ya en la grada, mi asombro no cesaba cuando uno de los Steward de la UEFA volvió a pedirme el DNI. “Pero si ya he pasado tantos controles que hasta me habéis hecho el antidoping”, le dije con ironía.

EL SUFRIMIENTO EN EL CAMPO
Y comenzado el partido, empezó el sufrimiento. El meritorio Chicharito se mostró súper participativo desde los primeros compases, y ya amenazó en los primeros minutos con un disparo al lateral de la red y con un cabezazo buscando la escuadra.
El Atleti apenas pasaba de medio campo y su ocasión más peligrosa fue un disparo desde fuera del área que blocó Casillas realizado por ¡Jesús Gámez!
Incapaces de hilvanar más de tres o cuatro pases, Saúl se mostró especialmente nervioso e impreciso, y una pérdida suya cerca de nuestro área provocó un disparo de Cristiano Ronaldo buscando el palo corto que salvó Oblak con una gran parada.
Entre la afición colchonera el descanso llegó como un bálsamo, aunque el optimismo se mantenía intacto, ya que el Real Madrid tampoco estaba provocando un agobio excesivo.
Pero las ocasiones blancas siguieron llegando. Un genial pase interior de Isco terminó con un disparo cruzado de Chicharito que lamió el palo y que yo, sinceramente, vi dentro.
Lo mismo me ocurrió más tarde con otro tiro del mexicano, tras ganar la posición a Miranda, que volvió a desviar Oblak por centímetros.

LA EXPULSIÓN DE ARDA
Para esta segunda ocasión el Atleti ya estaba con diez. Arda Turan, que ya tenía una tarjeta por una falta clara a Kroos, llegó tarde y con la planta muy levantada a un balón dividido con Sergio Ramos. Segunda amarilla y expulsión. “¡Así, así, así gana el Madrid!”, gritó la afición atlética. Pero la roja fue justa. Como dijo el propio Ramos, “cuando tienes una amarilla hay que echar el freno”.
Una roja que fue como una condena de muerte. Con nuestro jugador más capaz para aguantar la pelota y crear expulsado, con Griezmann sustituido hacía diez minutos, con Torres en el banquillo, y con Mandzukic como único argumento ofensivo (su mejor jugada en todo el partido fue un balón que aguantó en la banda en medio campo yéndose de dos...) sólo faltaba por ver cuánto tardaría en marcar el Madrid.
Y mejor que fuera en el 87, porque una prórroga habría sido muy larga y, quizá, demasiado dolorosa.
Simeone dio entrada a Giménez por Tiago en el 85 y fue precisamente el uruguayo quien no tapó el disparo de Chicharito tras una gran internada de Cristiano (1-0).
Entonces el Bernabéu, cuyo mayor nivel de sonoridad lo había alcanzado con la megafonía que animó la salida de los jugadores al campo, estalló.

UN FINAL DURO DE SOPORTAR
Fue duro soportar dentro del estadio los constantes cortes de manga de la afición de alrededor, los recordatorios con los diez dedos extendidos de las Champions que atesoran, y los insultos. Supongo que del lado contrario es exactamente igual. Y especialmente triste fue ver una tangana importante entre un par de grupos de seguidores de ambos bandos en el Metro.
La vida sigue y, al fin y al cabo, esto es sólo fútbol. Nuestra Champions sigue esperando en un lugar en el tiempo no muy lejano. Mientras tanto, ver los gestos de rabia y las celebraciones eufóricas de los jugadores blancos, que saltaron una segunda vez al campo para celebrar el pase con los suyos, indican que hace tiempo que hemos dejado de ser un rival más para ellos. Y eso ya es algo. Como siempre fue, por cierto. Como siempre debió ser.   

jueves, 16 de abril de 2015

El mejor de los peores resultados

CUARTOS DE CHAMPIONS- ATLÉTICO 0-0 REAL MADRID
El martes, en la rueda de prensa posterior al partido, no sin cierta dificultad Carlo Ancelotti terminó manifestando que el 0-0 había sido para su equipo “el mejor de los peores resultados”.
Creo que esa calificación podría otorgársela más bien el Atlético de Madrid, ya que no supuso una victoria, pero dentro de los empates, sin duda, el 0-0 en casa es el mejor.
Para el Real Madrid quizá una derrota por 4-3 o por 3-2 sería “el mejor de los peores resultados”. Porque, aunque considerasen un empate en el elenco de peores resultados, el 0-0 en cualquier caso sería, para ellos, el peor de los empates. No el mejor de los peores. Ustedes me entienden ¿verdad?

RAZONES PARA EL OPTIMISMO
Creo que hay muchas razones para ser optimistas de cara a poder ver al Atlético de Madrid en las semifinales de la Champions (ojo, quizá con Juventus y Oporto como posibles rivales. Asequibles) por segundo año consecutivo. No quise decir nada en los días precedentes por si se gafaba, pero el Real Madrid esta temporada había sido incapaz de hacer un solo gol en el Vicente Calderón (1-0; 2-0; y 4-0) y se marchó por cuarto partido consecutivo sin marcar en el Manzanares (algo que nunca había ocurrido en la historia de los Atleti-Madrid).

EL PEOR DERBI DEL ATLETI ESTA TEMPORADA
Dejar la portería a cero en casa en Europa era uno de los grandes objetivos y creo que es para felicitarse porque, posiblemente, el del martes fue el peor de los siete derbis protagonizados por el Atlético de Madrid esta temporada. Quizá a la altura de la ida de la Supercopa (1-1 en un partido en el que el Atlético sólo atacó cuando marcó James, en el minuto 81).
Durante toda la primera mitad, sólo Griezmann probó a Casillas, y gracias a un error en la salida defensiva del Real Madrid. Por el contrario, Jan Oblak tuvo que hacer cuatro paradas de mérito, con las que complica su vuelta a Miguel Ángel Moyá (titular inesperado a principio de temporada y ahora, quizá, las cosas vuelvan a ser como estaban previstas).

UN GILICORNER MORTAL
Le sacó dos a Bale, la primera en un mano a mano a los tres minutos, y otras dos a James. Especialmente desesperante para mí fue la segunda, ya que vino originada por un gilicorner (¡Me ponen enfermo! Nunca los he entendido, y menos ahora con el potencial que tenemos a balón parado). Un saque en corto entre Arda y Koke que terminó con un pase a la frontal… para el Real Madrid. Varane protagonizó una galopada prodigiosa, su centro se paseó en primera instancia y después, Juanfran primero, cortando un pase de la muerte de Benzema a Cristiano, y Oblak a continuación, rechazando un tiro de James, evitaron el 0-1.
En esa primera parte estuvo algo gris Koke, fallando un par de pases claros en dos contragolpes con los que podríamos haber hecho daño.

¿Y EL CAMBIO DE MANDZUKIC?
En el segundo acto la cosa se igualó, pero gran parte de los 55.000 del Calderón nos pasamos más de media hora reclamando al Cholo un cambio que nunca llegó: la salida de Mandzukic. Un codazo de Ramos al croata al inicio de la segunda mitad hizo desaparecer al delantero, que después se pasó todo el choque peleando con el sevillano, con Carvajal, con el árbitro serbio…
Aparte de todo esto, no aportó nada en ataque. Por fortuna, el Madrid casi no llegó en el segundo acto, sólo Marcelo creó peligro (una buena noticia su baja en la vuelta) y las más claras las tuvieron los de rojiblanco. Arda se fue de cuatro, pero su pase filtrado para Raúl García lo cortó Carvajal; Torres cayó en el área cuando intentó encarar a Ramos; y Casillas hizo un par de intervenciones.
En ambas la jugada comenzó con un balón aéreo ganado por Godín. En la primera, Casillas canta en la salida ante un salto de Torres, pero Varane conjura el peligro desde el suelo; y en la segunda, en un córner que cabecea en el segundo palo Godín, una media chilena de Mario fue salvada abajo por Casillas abajo ante la inquietante presencia de Raúl García.

EN EL BERNABÉU A BUSCAR SUERTE
En el peor de los mejores derbis protagonizados por el Atlético de Madrid en los últimos años salió vivo, muy vivo, de cara a la vuelta en el Bernabéu. Allí, como dije, seré uno de los 4.000 colchoneros afortunados que podremos alentar al equipo. Será el día de mi cumpleaños. Y los precedentes son halagüeños. Así que confío en el pase. Berlín, sólo queda a tres pasos de Chamartín.

miércoles, 18 de marzo de 2015

Una experiencia única

OCTAVOS DE CHAMPIONS- ATLÉTICO 1-0 BAYER LEVERKUSEN
Goles: Mario Suárez.
Penaltis: 3-2- Griezmann, Mario Suárez, Fernando Torres.
Anoche en el Calderón viví una experiencia que sólo había pasado una vez en toda mi vida en ese estadio: una prórroga y después como añadido una tanda de penaltis.
La vez precedente fue allá por un caluroso mes de agosto del año 2004.
Todos éramos bastante más jovencitos y el Niño era un niño de verdad. Por entonces era la bandera de ese equipo que se jugaba la final de la Intertoto (¡Ese torneo!) con el Villarreal.
El Atleti venía de hacer un mal partido de ida (2-0), pero en la vuelta superó a los castellonenses. A la hora de juego la eliminatoria estaba igualada (goles de Ibagaza y García Calvo) y sólo diez minutos después Fernando Torres provocaba un penalti. El gol suponía la remontada. Pero el Niño cayó lesionado en esa acción y, mientras era atendido en el Fondo Norte, Jorge Larena fue el encargado de lanzarlo... y Reina se lo paró.
Se llegó a la prórroga... y a los penaltis. Y allí el desacierto fue máximo.
Reina también le detuvo el primero a García Calvo; Sergi marcó el segundo; pero Nano y Arizmendi tiraron fuera el tercero y el cuarto. Ya se saben la canción: “Cómo no te voy a querer; cómo no te voy a querer; si de cuatro penaltis, fallaste tres...”.
El Villarreal los transformó todos (Anderson, Víctor y Riquelme) y el Atleti aún tardaría tres años en jugar la UEFA. Torres, se marcharía sin saber lo que era jugar en Europa de rojiblanco.

ONCE AÑOS DESPUÉS
Casi once años después lo que se jugaba a orillas del Manzanares no era una clasificación para jugar la UEFA vía Intertoto, si no meterse por segundo año consecutivo entre los ocho mejores de toda Europa: llegar a los cuartos de final de la Champions.
Como entonces, la ida tampoco había sido buena (1-0) y también tocaba remontar.
El equipo contaba con dos bajas importantes por sanción, Tiago y Godín, y de inicio Simeone sorprendía a todos quitando al otro mediocentro titular del equipo, Gabi, para dar entrada a Cani.
Confío en el Cholo ciegamente, pero viendo el estado de forma que venía mostrando el ex del Villarreal sólo podía ocurrir lo que pasó: que aguantó 45 minutos.
Más en un partido con una intensidad bárbara, en la que los alemanes jugaron de nuevo a una velocidad y con una agresividad en muchos lances superior a la nuestra.
Pero en esta ocasión, los de rojiblanco no se dejaron superar. En los primeros minutos acumulamos muchos corners (un total de once en todo el partido), pero Koke no tuvo su noche y no fue capaz de poner ninguno más allá del primer palo.
Precisamente en una jugada a balón parado, tras un rechace, Mario Suárez conectó un zurdazo que fue envenenado por el central  Toprak y lo hizo inalcanzable para Leno (1-0). 27 minutos. La eliminatoria estaba igualada. La parte más importante del trabajo, marcar primero, estaba hecha.
Sólo tres minutos después pudo sentenciar Mandzukic tras un extraordinario pase en profundidad de Arda, pero el croata estuvo muy lento todo el choque.
El guión del partido transcurrió con un argumento similar hasta el minuto 70, donde el Atleti puso un poco más para pasar. Una volea arriba de Arda, y un par de dejadas dentro del área que no acabaron en un remate certero. Nos íbamos a la prórroga.

Le comenté a mi padre que creía que era la primera vez que íbamos a presenciar esta circunstancia en el Calderón y fue él el que me recordó el partido contra el Villarreal, del que yo, no sé por qué, tenía el recuerdo de haberlo visto por la tele.
“Estuvimos aquí, me acuerdo perfectamente. Estabas tan nervioso en los penaltis que te dije que mejor te fueras al vomitorio y no los vieras. Te iba a dar algo”, me aseguró mi padre.

Pero antes de los penaltis la prórroga transcurrió sin muchos sobresaltos, más allá de los que daba el propio corazón, y sólo un trallazo de Raúl García, que repelió Leno, pudo haber evitado los penaltis.

¡QUÉ MANERA DE SUFRIR!
Llegados a los once metros, me pareció gracioso abrazarme con mi padre y los dos compañeros de butacas del mismo modo que se colocan los futbolistas… Aquella posición duró exactamente lo que Raúl García tardó en mandarla a las nubes.
Mientras le maldecía y no podía entender cómo decidía fallar un penalti ahora (juraría que todos los que le he visto tirar con el Atleti los había anotado), Oblak (que salió por un lesionado Moyá, por cierto), nos daba vida al aguantar de forma extraordinaria a Calhanoglu y detenérselo por el centro. El portero esloveno demostró mucho oficio en la tanda, entregando en mano el balón a cada lanzador y deseándoles suerte antes de cada tiro…
Cuando Fernando Torres fue a lanzar el último, al contrario que con Raúl García se me pasaron por la cabeza todas las penas máximas que había errado como colchonero… Pero el Niño la puso al ángulo y esta vez se cobró el penalti que no pudo en aquella tanda de la Intertoto. El premio esta vez no era pasar a una liguilla de la UEFA. Eran unos cuartos de Champions. Cuando Kiessling lanzó el último penalti al cielo del Calderón, todos saltamos tras la trayectoria de ese esférico. Estábamos en las nubes. Se sufrió. Y de qué manera. Pero cuando el final es éste, todo padecimiento vale la pena. ¡Vamos Atleti, vamos!
 
PD: YA QUEDA MENOS
Como les prometí, aquí está la crónica por haber eliminado al Leverkusen.
Ya estoy finalizando el proyecto que tiene que ver con el Atlético de Madrid y en el que he estado trabajando durante los últimos meses. En breve volverán las crónicas y les daré más detalles.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Lo que hacía falta, y punto

JORNADA 6- JUVENTUS 0-0 ATLÉTICO
En mi época de redactor en Marca TV me tocaba casi a diario hacer resúmenes de entre diez y quince minutos de los partidos de Liga, Champions, Europa League... para posteriormente narrarlos (algo que me encantaba. Nunca he disfrutado más de mi profesión que entonces).
Uno debía ir seleccionando las mejores jugadas conforme avanzaba el choque para después hacer el montaje final. Si el partido era muy bueno y prolífico en ocasiones, había que ir cribando sólo las más peligrosas. Si el partido era malo de solemnidad, se metían hasta las tarjetas...
En el Juventus-Atlético de Madrid de anoche, si hubiera ido midiendo los tiempos, me habría tocado rebobinar buscando acciones de los primeros minutos. Con la última media hora, no habría rellenado ni un frame (fotograma que compone la sucesión de imágenes de la televisión. En un segundo hay 25 frames...).

DOMINIO ESTÉRIL DE LA JUVE
La Juve acumuló cerca de un 70 por ciento de posesión, al principio por obligación y al final por omisión.
En el primer acto, pese a que los italianos tuvieron el balón, las mejores ocasiones (las únicas) las tuvo el Atleti.
A los seis minutos, Mandzukic busca a Arda, despeje de la defensa juventina que deja solo a Koke entrando por el flanco izquierdo del área, pero su tiro abajo lo saca Buffon en dos tiempos.
Más tarde, fue un cabezazo bombeado de Giménez el que obligó a despejar a Buffon. Y por último, un buen tiro lejano de Mario Suárez también fue rechazado por el mítico guardameta italiano.

GODÍN Y GIMÉNEZ, ESCUDOS HUMANOS
Mientras tanto, la Juventus se dedicó a colgar balón tras balón al área, donde Giménez y Godín se transformaban en gigantes para rechazar con sus cabezas cada acercamiento italiano.
Que centraba Pirlo desde la izquierda, cabezazo de Godín.
Que la ponía Lichsteiner desde la derecha, testarazo de Giménez.
Que Tévez se sacaba un disparo por el centro, Godín hacía de escudo protector para su meta.
Que lo intentaba Llorente (muy batallador, pero sin acierto) en la frontal, Giménez se le anticipaba con una solvencia impropia de su edad.
Ya son varios los partidos destacando al joven central uruguayo, y si Miranda recuperará su puesto será porque su trabajo estos tres últimos años y medio ha sido impagable.

LA JUVENTUS SE LA JUGABA...
Desde Atenas, llegaban noticias de que el Olympiakos, con más o menos problemas (más que menos) se imponía ante el Malmö, con lo que el 1X2 de la Juve podía pasar de colocarle primero de grupo, a “conformarse” con el segundo puesto, o quedarse fuera de la Champions.
Intentó jugársela al 1 los 20 primeros minutos (previo susto de un corner directo de Gabi al poste), con una bonita triangulación (taconazo de Tévez incluido) que terminó en disparo de Pogba (contra el cuerpo, cómo no, de Giménez); un zurdazo lejano de Vidal al que respondió con una gran mano abajo Moyá (cuántas más veces la veo repetida, más paradón me parece. Mucho mérito el de este chico, que venía a sustituir a Aranzubía y ha acabado haciendo que no echemos de menos a Courtois. Ni un gol ha encajado en Champions); y un trallazo desde 30 metros de Pogba que le bota antes, que rechaza cómo puede, y mientras Giménez casi se la quita de las manos con un pseudo despeje, Godín la terminó mandando a Cuenca (o a Los Alpes) sin especulaciones. La experiencia es un grado. Y en la frontal del área chica y con el portero en el suelo, no se duda.

...Y AL FINAL TUVO MIEDO
El encuentro terminó con el citado rondo por omisión de la Juve (decidido a no hacer más fútbol, al menos abogó por mantener el balón), mientras el Atleti contemplaba cómo el equipo con más Scudettos de Italia (30, sin contar con los dos que le quitaron por amaño de partidos, e incluidos los tres últimos de forma consecutiva) le ofrecía un pacto de no agresión porque, incapaz de hacer un gol a los rojiblancos, tenía miedo de quedarse fuera de la competición.
Estoy convencido de que si los del Cholo hubieran necesitado ganar anoche en Turín, lo habrían hecho. Pero su suficiencia en el campo de uno de los más grandes clubes de Europa, dice mucho de sus aspiraciones. Ayer, hizo lo que hacía falta. Y punto.

jueves, 27 de noviembre de 2014

Otro homenaje a Luis Aragonés

JORNADA 5- ATLÉTICO 4-0 OLYMPIACOS  
Goles: Raúl García, Mandzukic (3).

El día después de la muerte de Don Luis Aragonés (1 de febrero de 2014) el Atlético de Madrid le rindió homenaje con un 4-0 a la Real Sociedad y consiguiendo el liderato de la Liga.
Un delantero, David Villa, fue el encargado de marcar el primer tanto de esa noche, y se lo dedicó levantando ambos brazos hacia el cielo al hombre que le hizo debutar en la selección española.
El día del fallecimiento de Luis, entrevisté a Javier Irureta para que me hablase de quien fue su compañero durante ocho temporadas y amigo toda la vida.
"Le nombraron entrenador de un día para otro. Vicente Calderón nos consultó a Gárate y a mí y le dijimos que fantástico, porque nadie podía conocer mejor al equipo. Al día siguiente Luis ya andaba por allí con su carterita y el primer signo que nos dio de que era el entrenador fue que nos cogió uno a uno y nos empezó a llamar de usted, cuando antes de usted ni se le ocurría llamarnos. Con Adelardo, por ejemplo, había sido compañero, vecino y amigo de toda la vida. Pero quiso jerarquizar su relación con los jugadores y lo consiguió", me explicaba Irureta emocionado, recordando cuando Luis Aragonés pasó de vestirse de corto a ser el entrenador del equipo.
Precisamente ayer se cumplieron 40 años desde que Luis dirigiera su primer entrenamiento, tras la destitución de Juan Carlos Lorenzo, y el Atlético de Madrid quiso recordar esta efeméride con otro 4-0.

AQUEL ATLETI-PSV A PUERTA CERRADA
De camino al estadio, recordaba con mi padre cómo justo hace seis años el Atleti jugó a puerta cerrada contra el PSV Eindhoven, para cumplir la sanción impuesta por Platini por los incidentes ocurridos en la grada contra el Olympique de Marsella.
Aquella noche el Atleti también consiguió el pase a octavos y mi padre y yo tuvimos la oportunidad de ver el encuentro en el estadio (conseguí un par de pases de prensa). Pero lo que siempre recordaremos (y rememorábamos ayer) fue el enorme frío que pasamos esa noche en un estadio desangelado y con una temperatura cercana a los cero grados.

UN AMBIENTE DE CHAMPIONS
El frío, con un estadio lleno y un ambiente cálido como el de anoche, apenas se nota.
La cosa empezó rodada, y los rojiblancos se adelantaron apenas a los nueve minutos de juego, tras una gran combinación entre Arda, Juanfran, Roberto y Raúl García.
La genial pared entre Arda y Juanfran se esperaba; que Raúl García metiera la punterita izquierda y se señalara el escudo tras su gol, también (1-0). Ahora, que Roberto decidiera pasarle al pie a Juanfran para que éste asistiera a Raúl García, en vez de haber pegado un pelotazo a la grada, ya se entendió menos. Quizá debamos buscar en su pasado colchonero. En cualquier caso, gracias Roberto.
No necesitaba muchas ayudas el Atleti, ya que dominaba el partido con una autoridad aplastante ante un Olympiacos incapaz de pasar de medio campo.

DEL FRACASO AL ÉXITO, EN DOS MINUTOS
Sobrepasada la media hora, Koke dio un pase en profundidad a Mandzukic que Diego Costa, a la carrera, habría transformado en gol con los ojos cerrados. Sin embargo el croata, más lento que el caballo del malo, tardó más que Oliver Atom en llegar a la portería rival, y cuando lo hizo decidió hacer un torpe recorte con el que terminó por perder la pelota.
Si el partido hubiese terminado ahí, la hinchada se habría vuelto a casa comentando cómo se echa de menos a Diego Costa y que el croata es un tronco de 22 millones de euros. Por fortuna para Mandzukic, al partido todavía le quedaba una hora de juego.
No le hizo falta tanto tiempo, sino sólo dos minutos más, para rematar a placer un centro de Ansaldi (2-0), que llegó a sus botas tras una patada al aire descomunal de Botía (otro de origen rojiblanco... del Sporting). Dos regalos, dos goles. Este Atleti no perdona. Y así se llegó al descanso.

EL HOMENAJE DE MANDZUKIC A LUIS
Como apenas había trabajo atrás, recién reanudado el choque Diego Godín robó un balón en campo ajeno, avanzó unos metros con la cabeza levantada, y metió un pase profundo a Mandzukic que habría firmado Xavi. El croata recortó ante la salida de Roberto, pero esta vez sí Botia se cruzó salvador para despejar a corner.
Con los pies no es un portento, pero con la cabeza no hay quien gane a Mandzukic. En tres minutos, conectó dos testarazos a la red.
El primero, en un gran centro de Arda, lo remató abajo inalcanzable para Roberto (3-0); y el segundo, ganando a Botia por alto tras una falta lateral de Gabi y picando la bola (4-0). El defensa murciano ya no sabía ni dónde mirar... Hat trick para un Mandzukic que suma cinco goles en cinco partidos en Champions.
El croata, como Villa en su día, quiso homenajear de este modo a Luis Aragonés, ya que el Sabio de Hortaleza era, hasta ayer, el único jugador en la historia del Atlético de Madrid que había firmado un triplete en la Copa de Europa (ante el Cagliari en 1970).
Quedaba media hora por delante y en la grada nos frotábamos las manos ensoñando con una goleada histórica. 

FALTA UN HOMENAJE...
Pero el quinto no llegó, porque el árbitro anuló (aún no sé por qué) un gol de cabeza a Griezmann tras un saque de esquina, y porque el propio delantero galo cabeceó alto un centro de Juanfran tras una espectacular internada. Primero se coló entre dos y después se hizo un autopase ante un tercero. “¡Parece Messi!”, exclamó mi padre.
Y así, una noche más, Luis Aragonés recibió el homenaje de su equipo y de su afición, que volvió a corear su nombre. El Atleti dio un paso más (ya está en octavos) para dar a Zapatones el verdadero tributo que se merece. Ese que estuvo tan cerca la temporada pasada. Ese que le robaron hace 40 años. Estamos trabajando en ello.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Suecia y el porqué Koke y Godín lo juegan todo

JORNADA 4- MALMÖ 0-2 ATLÉTICO 
Goles: Koke, Raúl García.
Anoche en Suecia, Jorge Resurrección Merodio 'Koke' y Diego Roberto Godín Leal jugaron los 90 minutos. No es ninguna noticia, ya que acumulan esta temporada un total de 1.440 minutos (sin contar los descuentos, que hay quien los suma...). Lo han jugado todo, desde el primer minuto hasta el último, en los partidos disputados en Liga (10), Champions (4) y Supercopa (2).
En esta clasificación de indiscutibles, les siguen con 1.350 minutos Miguel Ángel Moyá (Oblak sólo tuvo su oportunidad en Atenas... Y no convenció), Joao Miranda (Giménez le dio descansó contra el Espanyol), y Juanfran Torres (Jesús Gámez jugó en su lugar en Valencia).
Después con 1.122 minutos aparece Mario Mandzukic, que sólo se perdió dos partidos de Liga tras romperse la nariz en Grecia, aunque sólo ha disputado los 90 minutos completos en tres encuentros (uno de ellos precisamente el de Olympiakos. ¡Tipo duro!).
Al croata le sigue un hombre al que nadie pondría el cartel de indiscutible, pero que siempre está: Raúl García. Con 1.012 minutos, ha sido titular en 10 de los 16 duelos, y su profesionalidad y trabajo infatigables ya le han hecho sumar cuatro goles.
Hombres como Gabi (957 minutos) o Arda (898 minutos) están más abajo en esta tabla a causa de sus problemas físicos; Siqueira ya tiene 874 minutos (por los 566 de Ansaldi) mientras que Griezmann, que aún no se ha asentado, acumula ya 839 minutos y es, junto a los dos primeros, el único que ha participado en todos los partidos de esta temporada.
Con estos nombres, más Mario (809 minutos) y Tiago (664 minutos) les sale el once habitual.

DIEGO GODÍN, EL FARAÓN
Pero volvamos a Godín y a Koke. Del uruguayo, Simeone dejó clara su opinión recién finalizada la temporada pasada al aseverar: “Nunca dejaría que se marchara Godín”.
Dejando a un lado su proverbial remate de cabeza (arte en la que se ha convertido en un auténtico especialista), Godín derrochó anoche en Suecia razones por las que es imprescindible.
Durante la primera media hora, cuando el partido vagaba todavía en una indefinición que podía marcar el partido, el uruguayo achicó por arriba y por abajo cualquier intento de llegar al área de los suecos.
Y recién iniciada la segunda mitad, momento en el que el Malmö salió del vestuario con ánimos renovados y la firme intención de empatar, Godín sostuvo con su omnipresencia la imbatibilidad de Moyá.
A los tres de la reanudación, fue al suelo para cortar una peligrosa internada del lateral Tinnerholm (súper incisivo) y todavía logró evitar que la pelota saliera a corner; y, sólo un minuto más tarde, sacó bajo palos una volea del propio Tinnerholm cuando el Malmö Stadium cantaba el gol.
Por algo le llaman el faraón, ya que si alguien reina en el área (en ambas) es él.

KOKE Y SU ESPUELA
Si Godín tuvo un resultado que mantener al comienzo del segundo acto fue porque transcurrida esa primera media hora de incertidumbre, Koke puso por delante al Atlético de Madrid.
No lo hizo de cualquier manera, sino con un golazo con la parte interior de la espuela que, de haberlo marcado algún ganador de los premios de la Liga, se estaría repitiendo en cada telediario al menos hasta el sábado.
La jugada la protagonizó Juanfran, que se encargó de sacar el balón en la defensa, Arda y Raúl García lo fabricaron en medio campo, y el alicantino, tras galopar la banda, sacó un perfecto pase al primer palo, allí donde se la pidió Koke con su dedo anular, y el vallecano remachó con la exquisited antes descrita (0-1).
El canterano, cuya magnitud en el equipo crece “partido a partido”, fue también vital a la hora de adormecer a las fieras suecas, que rozaron el gol con una volea al poste de Rosenberg, pero mediada la segunda parte tuvieron que asistir al toque hipnótico con el que los Arda, Gabi, Raúl García, Juanfran y el propio Koke decidieron acostar el encuentro. Ese equipo, que no sabe tocar...

RAÚL GARCÍA APUNTILLÓ
Y así, entre toque y toque de Koke y Gabi, Juanfran la volvió a poner al área, y hubo un rechace a pies del que siempre está, Raúl García, que empaló un perfecto derechazo cruzado a la red (0-2)
Todavía pudo llegar un tercero, de hecho lo hubo, pero el árbitro (por cierto, durante la primera parte un atlético más, al menos por la tonalidad anaranjada de su camiseta. Aunque luego no devolvía las paredes...) lo anuló porque el Cebolla Rodríguez frisaba el fuera de juego cuando remató de cabeza (¿cómo no?) a la red un buen centro de Raúl García.

A UNA VICTORIA DE OCTAVOS
Pero no hacía falta más. El 0-2 es más que suficiente para liderar en solitario el Grupo A de la Champions y dentro de tres semanas devolver al Olympiakos el susto de la jornada inaugural, y sellar la clasificación a octavos. Ese día, seguro que Koke y Godín vuelven a sumar los 90 minutos.
Pero eso será en tres semanas, ahora, toca pensar en Anoeta, para seguir en la lucha por mantenernos a un punto del que muchos enaltecen como “el mejor equipo de la historia”. Partido a partido. Minuto a minuto. A por los 1.530...

jueves, 23 de octubre de 2014

Juanfran caracolea; Arda la levanta; Koke la pica

JORNADA 3- ATLÉTICO 5-0 MALMÖ
Goles: Koke, Mandzukic, Griezmann, Godín (corner), Cerci.
“Se ve que por abajo también sabemos jugar”, dijo Koke (máximo asistente de la Champions con cuatro pases de gol, por cierto) con una sonrisa pícara cuando atendió a los medios después del partido.
La jugada del 1-0, la que abrió la que por entonces aparentaba ser una muy seria defensa sueca, está al alcance de pocos equipos que no sepan tocarla.
Arda la protege junto al corner. Tras un par de amagos cede a la derecha, donde aparece Juanfran. El alicantino (ha comenzado la temporada enorme) caracolea, y pasa atrás para Mario. El canterano la pone al área donde Griezmann, de primeras, habilita de nuevo a Arda. El turco la para, piensa, taconea mientras los zagueros desesperan, y de pronto la levanta entre dos defensas y encuentra a Koke, que la pica cruzada y pone el 1-0. Golazo. Monumental. Precioso.

PRIMER ACTO ANODINO
Hasta entonces, no nos engañemos, la primera mitad había sido más bien monótona. Me la pasé enfrascado en una larga conversación con mi amigo Ger, al que invité al encuentro por su 28 cumpleaños (que fue el lunes) sobre la vida, el amor, el trabajo... e incluso en algún momento hablamos del Atleti, muy avanzada ya la primera parte.
Sólo un gol anulado a Saúl por fuera de juego; y un trallazo con el que Griezmann reventó el larguero (tras otra exquisitez de asistencia de Arda) sobresaltaron nuestra charla.
Los suecos no parecían gran cosa, y debía ser cuestión de tiempo que el Atleti encontrara puerta. Lástima que fuera dos minutos después, y no antes, cuando Arda, avisando, remató fuera una dejada de Mandzukic. Me fastidiaron una apuesta a que el Atleti iba ganando ya al descanso.

DIEZ MINUTOS DE LUJO
Sin embargo, en diez minutos del segundo acto me hicieron olvidar la apuesta perdida.
Al gol de Koke (minuto 48) le sucedió otra gran jugada colectiva. De nuevo, Arda la inicia; Griezmann nuevamente de primeras abre a banda; Koke pone un pase profundo para Juanfran; que se la devuelve al canterano y su centro, al primer palo, lo remata con la puntita de la zurda Mario Mandzukic, anticipándose a su par (2-0).
Todavía duraban los abrazos cuando Mario conectaba con Koke, el vallecano tocaba de primeras para Griezmann y el francés, tras un recorte, saca un zurdazo que el portero repele en una parábola que acaba por besar las mallas (3-0). La suerte que esquivó al galo en el poste ante el Espanyol o el larguero antes citado, ahora no le rehuyó.
El detalle de que la cosa funciona, Antoine fue corriendo a abrazarse con ese técnico que viene dejándole habitualmente en el banco. Algo tendrá el agua cuando la bendicen...

MANDZUKIC EN DEFENSA
Quedaba casi media hora por delante y ahora mi pronóstico de 3-0, imposible al descanso, se antojaba corto.
Tampoco forzó la maquina demasiado el equipo rojiblanco. Mandzukic, que se faja en defensa como un gladiador (lo que le ha evitado la posibilidad de escuchar pitos, pese a su escaso bagaje goleador), estuvo a punto de cometer un penalti en una acción en la que el árbitro sacó amarilla al delantero sueco (se la sacó limpia); y la más clara la tuvo Mario Suárez, tras una espectacular jugada de Juanfran en la que, ante la duda de qué hacer, decidió colarse entre dos defensas como Pedro por su casa. ¡Rayo! Al de Alcobendas se la sacó Olsen con un paradón (de las pocas que olió). Los goles llegarían después.

OTRO CORNER; OTRO GOL DE GODÍN
Era el minuto 87 cuando el Malmö, 3-0 abajo y con un corner en contra, se decidió a hacer un cambio... “Pocos vídeos del Atleti ha debido ver el entrenador sueco para, precisamente en un corner, ponerse a hacer una sustitución. Algo que ya de por sí prohibe el manual. Estaría bien que marcáramos ahora”, le comenté a Ger.
Y debió escucharme Diego Godín, quien volvió a conectar otro cabezazo imperial en un corner de Koke, llegando en carrera desde varios metros atrás (4-0). Lo del uruguayo y Miranda va a ritmo de récord.
La goleada la cerró otro que necesitaba ver puerta (como Mandzukic y Griezmann): Alexio Cerci. También debatía sobre el italiano con Ger, que piensa que se estrellará como Diego en su última época. “Tiene mucha clase y está fuera de forma”, le replicaba. Y lo demostró en el 5-0. Recorte, zurdazo buscando la escuadra que encuentra el poste, pero recoge el rechace y la pone de nuevo al mismo sitio, esta vez abajo.
La tragedia de Atenas ya parece de otra época, el Atleti es líder del grupo y empieza a asentar sus virtudes también en la máxima competición continental: 423 minutos sin encajar un gol en el Vicente Calderón en la Champions. Ni Barça, ni Chelsea, ni Juventus, ni Malmö lo han logrado en cuatro partidos. El último en hacerlo fue Kaká en el minuto 27 de los octavos de final. También algo de otra época. Que pase el siguiente.

jueves, 2 de octubre de 2014

Que Arda la Champions

JORNADA 1- ATLÉTICO 1-0 JUVENTUS
Goles: Arda Turan.
Reconózcanlo, a quién de ustedes no le rondó a lo largo del día de ayer, antes de la visita de la Juventus (campeón del Scudetto los tres últimos años) alguno de los siguientes pensamientos:
“Verás como le dé a la Juve por hacernos la gracia... alguna genialidad de Tévez... un gol de cabeza de Llorente... Y como el Olympiacos gane en Malmö... ya tenemos al madridista de turno en la oficina: Bueno, el año pasado campeón de Europa hasta el 93, pero esta temporada eliminados en la liguilla... Parece que el Atleti vuelve a la realidad...”.
Sean sinceros, algo de eso pensaron...

LA JUVENTUS, UN MIURA DE PRIMERA
Pero no, ocurrió todo lo contrario. Como la mayoría de ustedes, miedo aparte, confiaba en este bloque de campeones que ha formado el Cholo Simeone. Capaz de competir (y de vencer) a los equipos más poderosos de Europa, pese a las notables bajas que se han producido.
Enfrente, un Miura de primera categoría: 30 Scudettos (con diferencia, el equipo con más ligas de Italia, por las 18 del Milán y del Inter), nueve copas, dos Champions, una Recopa, tres Copas de la UEFA...
De un verde que hacía daño a la vista y que disgustó a todos los presentes, que por primera vez iban a tener la oportunidad de ver en directo a un histórico como Gianluigi Buffon, pero seguía siendo la Juve.

PARTIDAZO DE ARDA
No fue un buen partido, para qué negarlo, pero era un Atlético de Madrid-Juventus de Champions, y eso ya de por sí es mucho.
Los italianos dominaron con claridad el primer acto (al final, un 63% de posesión) a un atlético en el que los mejores, de largo, eran Tiago (estuvo onnipresente) y Arda Turan.
Se lo dije en el descanso a Juan Esteban (autor de “Arda Turan, el genio de Bayrampasa” y del que ya les hablé con motivo del derbi), de quien se puede decir en cierto modo que Arda “es suyo”: “Partidazo de Arda”. “Enorme”, me contestó.
A los pocos minutos, deja sentados a dos contrarios con una maniobra inverosimil (-¿Has visto quién ha sido, papá? -Claro, Arda. Es el único capaz de hacer eso...); más tarde, roba un balón fajándose a ras de césped para pegarse una carrera de 40 metros, ponerla atrás en el área tras un par de amagos, y la prolongación de espuela de Mandzukic la desvía con la mano Vidal (el árbitro no vio nada. Se comió varias manos. Pero sigo preguntándome de qué valen los jueces de área...); después, en otro robo, asiste a Mandzukic, pero su tiro lo ataja sin problemas Buffon.
Era el mejor dentro de un partido plano. Y aún le faltaba lo mejor.
La Juve, por su parte, controlaba el juego, pero apenas inquietaba, y su único acercamiento peligroso fue un disparo desde la frontal del imponente Pogba (1,88 que parecen 2,05) que se perdió cerca del poste izquierdo de Moyá (por cierto, el portero de los 16 millones, está definitivamente defenestrado).

EL MAYOR SUSTO: MOYÁ
Precisamente Moyá “creó” la única acción que realmente nos asustó, en una jugada en la que reculó para coger dentro del área un balón largo, aparentemente sencillo, pero le costó atraparlo como si al balón (o a sus guantes) les hubiesen untado aceite, ante la amenazante presencia de Llorente.
La más clara del Atleti también llegó de carambola, tras un centro chut de Arda (quién si no) que tras tocar en Lichsteiner rebotó en la mano de Cáceres y no se coló en la portería de Buffón porque el meta transalpino la sacó con los pies.
Los rojiblancos ponían más que la Vecchia Signora en este segundo acto, ya con Griezmann en el campo, pero no parecía suficiente para meter mano a una Juve en la que Buffon no había encajado un gol en toda la temporada.
Los nervios se apoderaban del Calderón y no llegaba el pánico porque las noticias desde Suecia eran positivas: el Malmö ganaba al Olympiacos.

ORGULLOSO DE JUANFRAN
Pero entonces combinaron los tres mejores del choque. A Tiago y Arda se les unió Juanfran. Un tío que en la previa de un partido contra la Juventus dice: “Viene uno de los mejores de Europa, pero el equipo está increíble y vamos a ganar seguro”. Y que después del partido comenta: “Hicimos un gran trabajo. Merecimos ganar. La gente se va orgullosa del equipo”. A mí hace tiempo que me tiene ganado. Parece que ha crecido en otra cantera distinta a la que en realidad se crió. Nos fuimos orgullosos del Atleti, y orgullosos de ti, Juanfran.
El alicantino, que lo intentó sin descanso todo el partido, tiró una pared con Tiago, puso un gran balón al segundo palo y allí apareció quién... bueno, ya lo saben. El turco, Arda Turan, le ganó la espalda a Lichtsteiner y con un toquecito leve con la zurda, casi imperceptible, toc, fuera del alcance de Buffon (1-0). Acababa de marcar un gol que volvía locos de euforia a 50.000 personas que saltaban y gritaban poseídos de alegría y él, a lo suyo, tranquilamente, se tumba y le planta un beso al césped. Y sin inmutarse, oiga.

ARDA ES DE CHAMPIONS
GOOOOL DE ARDA”, me escribe Juan. Y es que “su chico” es un futbolista de Champions. Como los grandes toreros, se motiva más cuando torea en Las Ventas. Y para un jugador al que no se puede medir en cifras, la máxima competición continental sí le mide. El año pasado, tres goles en Liga, y cuatro en Champions: Zenit, Oporto, Milan y Chelsea. Casi nada.
La tragedia de Atenas ayer se tornó en comedia gracias a un otomano. El grupo empieza de nuevo. Cuádruple empate a tres puntos. Pero habiendo ya jugado contra Juventus y Olympiacos. Que Arda la Champions.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Un debut de narices

JORNADA 1- OLYMPIACOS 3-2 ATLÉTICO
Goles: Masuaku, Afellay, Mitroglou; Mandzukic, Griezmann.
Un minuto de juego, Gabi ve una tarjeta amarilla por una falta en medio campo.
Cinco minutos de encuentro, Mandzukic se marcha ensangrentado con la nariz rota por un codazo de Kasami.
Doce minutos de partido, Masuaku saca un zapatazo desde la frontal y sorprende a todos (el debutante Oblak el primero) por el palo largo (1-0).
Cuando acariciábamos la orejona, cerramos la pasada Champions con un cabezazo mortal de Sergio Ramos, la carrera de Di María y la celebración oligofrénica del decisivo Cristiano Ronaldo. Fue media hora de terror que parecía tener su continuación en la vuelta a la máxima competición continental.

LOS DEBUTS SUELEN ILUSIONAR...
Los debuts en Europa siempre tienen una motivación especial. Que me lo digan a mí, cuando sólo era un crío, en aquel primer partido que vi al Atleti en la Champions, un 11 de septiembre de 1996 (Atlético 4-0 Steaua- Esnaider (2), Simeone (2)).
Ilusión similar me hizo cuando volvimos a la Copa de Europa doce años después, con otra goleada, esta vez un 0-3 al PSV (Agüero (2), Maniche).
También fue bonito el comienzo en la UEFA Europa League de la 2011-2012 (que acabaría en Bucarest), con un 2-0 a un histórico como el Celtic de Glasgow, con goles de Diego y el primero (de tantos) de Falcao como rojiblanco.

...CASI SIEMPRE
En cambio hay otros debuts que te saben a poco. Que no esperas con el cosquilleo de otras grandes citas. Fueron los casos de la vuelta a la Europa League en 2012 (0-3 al Hapoel en Tel Aviv) y en 2010 (derrota 1-0 contra el Aris de Salónica). En ambas ocasiones, tras venir de ganar la competición, como que reengancharse desde el inicio sabía a poco.
Es como uno de esos videojuegos en los que sólo podías salvar la partida a partir de cierto punto, y si llegabas al monstruo final y te mataban, empezar desde el principio era un enorme bajón...

UN INICIO "RARO"
Así me pareció el inicio del partido del Atleti en Atenas. Tras habernos matado el monstruo final en la última partida, el comienzo “tranquilote” de los del Cholo en el Georgios Karaiskakis aparentaba que, tras emociones tan fuertes, el manido infierno griego no era suficiente.
El Atleti está raro”, repetía mi amigo Iván, con quien vi el partido en la Taberna del tarao, uno de los pocos bares de Getafe que te aseguran poner al Atleti (algo a tener muy en cuenta este año, en el que jugaremos el mismo día que el Madrid y será quien ocupe las pantallas... aunque el su partido sea en abierto...).
Pero a base de golpes comenzó a espabilarse. Juanfran comenzó a desbordar por banda derecha (ha comenzado la temporada como una moto); Ansaldi la ponía de lujo por la izquierda y parecía comerle la tostada a Siqueira; Raúl García remataba fuera por poco; y Mandzukic, con la nariz rota, se hinchaba a darlas de cabeza. Que si primero mando arriba un centro de Gabi; que si después cabeceo contra el cuerpo de Abidal (pareció mano); que más tarde hago una dejada atrás que termina en un tuya-mía en el área entre Mario y Arda en el que nadie tira...
Parecemos el Barça con el tiki taka”, lamentaba Iván.

QUIEN GOLPEA PRIMERO...
A todo esto, el Olympiakos miraba y en una de éstas salió a la contra. El Chori Domínguez cruza la pelota, pero Mitroglou la deja pasar teniendo detrás a dos de amarillo. Jugada muerta... Pero no. Uno de los dos de amarillo era Mario Suárez, que hace una entrada a Ansaldi (de cara, pero poco contundente) y entre ambos se la regalan a Afellay, que no se había visto en una igual desde que le dijeron que le fichaba el Barça, y se la cruza a Oblak (2-0).
Por suerte, Mandzukic seguía empeñado en poner en peligro los huesos propios de la nariz (que es la única parte del cuerpo que tiene huesos en propiedad, ojo) y en otro testarazo, a nuevo centro de Ansaldi, empezó a arreglar el panorama (2-1).
El descanso llegaba y yo lo recibía confiado en la remontada.

GRIEZMANN SE TOPA CON ROBERTO
En la reanudación el Atleti no hizo nada hasta que saltó Griezmann (otra vez por Gabi. Dos cambios consecutivos... Raro) que en cinco minutos en el campo le habría metido dos goles a Oblak (habrá que verle, pero era su debut y no paró una...).
Pero estaba Roberto. Primero un despeje palomitero a un trallazo arriba; y después un tiro seco abajo, donde duele, junto a la cepa del palo, y manopla dura del ex del atlético. La noche tenía guasa con los porteros rojiblancos.
Arda pudo marcar en un derechazo que silbó la escuadra, y cuando parecía que el paso de los minutos nos abocarían al empate... llegó el 3-1.

OTRO REGALO DEFENSIVO
No sé qué hizo Ansaldi, que estropeó su buena labor ofensiva con fatalles errores defensivos. Se cayó, se durmió, se resbaló... pero le regaló la pelota a los griegos, que tras una rápida internada la pusieron en el área, y allí se revolvió Mitroglou para batir a Oblak por debajo de las piernas... (3-1).
Sólo Osasuna nos hizo tres goles en todo el año pasado...
Quedaba cuarto de hora y una remontada habría sido un milagro. Estuvo cerca. Entró Cerci, participativo, con clase, pero al que vi lento y fuera de ritmo, y puso el 3-2 Griezmann embocando un perfecto centro de Koke, tras pase interior del italiano.
Y así comenzó la Champions 2014-2015. Como una continuación de la anterior edición, pero complicándonos el grupo desde el inicio. No quiero imaginarme una Juventus puntuando en el Calderón y un Olympiacos ganando en Malmo...

REPETIREMOS FINAL DE CHAMPIONS
Pero para que no cunda el pánico, quiero despedirme con un dato para la esperanza. Desde que la Champions es Champions (1993), hasta seis equipos han repetido final durante, al menos, dos temporadas consecutivas: Milán (1993, 1994 y 1995); Ajax (1995 y 1996); Juventus (1996, 1997 y 1998); Valencia (2000 y 2001); Manchester (2008 y 2009); y Bayern (2012 y 2013).
Y otros seis clubes han jugado al menos dos finales en tres temporadas: Real Madrid (1998, 2000, 2002); Milan (2003, 2005 y 2007); Liverpool (2005 y 2007); Barcelona (2009 y 2011); Manchester (2009 y 2011); y Bayern (2010, 2012 y 2013). Volveremos, volveremos...