martes, 27 de diciembre de 2016

Un lustro con el Cholo: una parábola sobre la confianza


Dice la RAE que la confianza es la "esperanza firme que se tiene de alguien o algo"; un "pacto o convenio hecho oculta y reservadamente entre dos o más personas". Una persona de confianza es "alguien en quien se puede confiar". Y la RAE define confiar como "encargar o poner al cuidado de alguien algún negocio u otra cosa"; o "depositar en alguien, sin más seguridad que la buena fe y la opinión que de él se tiene, la hacienda, el secreto o cualquier otra cosa". Confiar es, en último término, "esperar con firmeza y seguridad". 
MOISÉS Y EL MAR ROJO
La confianza es una cualidad fundamental en cualquier ámbito de la vida, pero que se erige como vital a la hora de que un líder sea seguido por los suyos.
La Biblia cuenta cómo hace más de 3.000 años Moisés ordenó que se separasen las aguas del Mar Rojo para que, de esta forma, su pueblo pudiera salir de Egipto. Sin embargo, se dice que cuando Moisés alzó su cayado sobre el Mar Rojo no se produjo el esperado milagro. No fue hasta el momento en el que el primer israelita se lanzó al mar para cruzarlo, cuando las olas retrocedieron y se dividieron las aguas, dejando expedito el paso a los judíos.
Se trató, pues, de un claro ejemplo de fe y de confianza de su pueblo en Moisés. Y esa confianza fue la que posibilitó el milagro.

LAS ESTRELLAS SIGUEN AL CHOLO
En los últimos tiempos, jugadores de la talla de Griezmann o Godín han reconocido en entrevistas públicas que su continuidad en el equipo colchonero se debe en buena medida a la presencia de Simeone en el banquillo. A la confianza que les genera. A la fe que les transmite.

SUS MANDAMIENTOS SON SEGUIDOS A PIES JUNTILLAS...
Y buena prueba de ello son unas palabras pronunciadas recientemente por Saúl Ñiguez: "Confiamos al 100% en Simeone. En ocasiones puede pedirnos algo y que no estemos plenamente convencidos de ello, pero te lo transmite de una manera con la que al final consigue que vayas a muerte con él".
El Cholo es el Moisés del Atlético de Madrid, y sus mandamientos son seguidos a pies juntillas por el pueblo rojiblanco. Si Simeone les pide que crucen el Mar Rojo, lo hacen sin dudar...
El argentino es el profeta y el líder espiritual de la religión colchonera desde hace ya cinco años.

HOY SE CUMPLEN CINCO AÑOS DE SU PRESENTACIÓN
Hoy se cumple un lustro desde que se presentó al Cholo Simeone como nuevo entrenador del Atlético de Madrid. Un 23 de diciembre de 2011 el club anunciaba en su página web que el exjugador argentino firmaba por el Atleti por lo que restaba de temporada y una más, y tal día como hoy hace cinco años era presentado en el Vicente Calderón.

"NO ME ASUSTA EL DESAFÍO", FUERON SUS PRIMERAS PALABRAS
"Sé la exigencia que tiene el Atlético. No me asusta. Me entusiasma, como todas las situaciones que generan desafíos. Aquí estamos para recuperar un poco de lo que siempre tuvimos. Nos gusta un equipo agresivo, un equipo fuerte, aguerrido, contragolpeador. Lo que nos llevó a los atléticos a identificarnos con esta gloriosa camiseta”, fueron sus primeras palabras como técnico rojiblanco. Cinco años después, a ciencia cierta ha demostrado que el desafío no le ha asustado. Nunca lo hizo. Y ese equipo agresivo, fuerte, contragolpeador, nos ha hecho a los atléticos identificarnos más que nunca con esa gloriosa camiseta. Y ya van cinco años.
AQUELLOS TIEMPOS CON SEIS ENTRENADORES POR TEMPORADA...
Cinco años... que se dice pronto, pero que significa mucho. Muchísimo. Para alguien como yo, que ha visto siendo un niño cómo sólo en una temporada pasaban por el banquillo del Atlético de Madrid seis entrenadores distintos (Seis, sí. En la 1993-94, Jair Pereira -hasta la jornada 7-; Cacho Heredia -jornada 11-; Emilio Cruz -jornada 19-; José Luis Romero -jornada 25-; Ovejero -jornada 29-; y Jorge D'Alessandro) y que al año siguiente, con el fichaje del hasta entonces seleccionador colombiano Pacho Maturana, hasta me inventé un cántico: Pacho Maturana, ¿dónde irás mañana? (Maturana fue destituido por Jesús Gil en la jornada 9...); el que Simeone lleve cinco años al frente del Atlético de Madrid es un milagro similar al de Moisés con las aguas del Mar Rojo.

EL SEGUNDO TÉCNICO CON MÁS PARTIDOS EN LA HISTORIA DEL ATLETI
Sus números (285 partidos como entrenador del Atlético: 179 victorias; 57 empates; 49 derrotas) le convierten en el segundo técnico con más encuentros al frente del Atleti, sólo superado por el legendario Don Luis Aragonés (611 partidos: 307 victorias; 135 empates; 169 derrotas); y muy por encima de entrenadores campeones de Liga como colchoneros como Ricardo Zamora (206 partidos y dos Ligas, 1939-40 y 1940-41), Radomir Antic (189 partidos y una Liga y una Copa, 1995-96) o Helenio Herrera (120 partidos y dos Ligas, 1949-50 y 1950-51).
Precisamente Ricardo Zamora es el único entrenador que ha permanecido más temporadas consecutivas al mando del Atlético de Madrid, siete (entre 1939 y 1946).

FRASES PARA UNA FILOSOFÍA DE VIDA
En estos cinco años, las frases que nos ha dejado Simeone en cada entrevista o rueda de prensa se han convertido en una filosofía que va mucho más allá del rectángulo de juego. Del "partido a partido", al "siempre hay que creer" (rebautizado el año pasado en el lema "Nunca dejes de creer"), pasando por el paradigmático "aquí el esfuerzo no se negocia", hasta llegar a la que para mí fue su frase más moralizante y aleccionadora, pronunciada además en Neptuno tras ganar el título de Liga: "No es solamente una Liga, muchachos. No es solamente una Liga, mujeres. Es algo mucho más importante lo que estos chichos les transmiten a todos: que si se cree y se trabaja, se puede. Así que arriba todos".
Pero de todas ellas, quiero quedarme con la última que nos ha dejado, en la entrevista que le realizó Marca la semana pasada: "Va a ser difícil encontrar un equipo mejor que el Atlético en mi futuro".

LA CONFIANZA PUEDE PERDERSE EN UN MINUTO...
Y es que es un futuro, y no mirando a lo logrado en el pasado (Una Liga, una Copa del Rey, una Supercopa de Europa, una Supercopa de España, una UEFA Europa League...), es como quiero terminar este post sobre el Cholo.
Dice Warren Buffett, empresario estadounidense considerado uno de los mejores inversores del mundo, que “se necesitan 20 años para construir una buena reputación y sólo cinco minutos para arruinarla”. Extrapolándolo a la confianza, hacen falta mil buenas acciones para ganarse la confianza de otro, pero sólo con una única mala acción ésta puede perderse... Y sin confianza, no hay nada...
Soy de los que piensa que un camino de buenas obras no puede resquebrajarse al primer tropiezo.
Por eso, Diego Pablo, mi nivel de confianza en ti está tan alto, que harían falta al menos cinco años sin éxitos para que comenzase a dudar.
Por otros cinco años del Cholo como el Moisés rojiblanco. Ése es mi deseo para esta Navidad. "¡Así que arriba todos!".

viernes, 2 de diciembre de 2016

Vuelve la sonrisa del defensa con alma de delantero

Recordaba uno de los mejores amigos de Godín, Esteban Bertinat, en mi libro “Diego Godín, Coraje, corazón y cabeza” cómo un año, en las categorías inferiores de Estudiantes de Rosario (el equipo de su ciudad natal), “Diego llegó a marcar diez goles en un partido”. “Se me quedó grabado”, confesaba boquiabierto.
Su primer entrenador, Víctor Carlin, que le guió cuando apenas levantaba dos palmos del suelo, nos contaba que en sus primeros años como futbolista “Diego era cada temporada el máximo goleador del equipo y todos los años andaba peleando el Pichichi de la categoría”.
Fue ya con 17 cuando William Lemus, el entrenador que rescató a Diego Godín para el fútbol, lo situó por primera vez como zaguero en el Atlético Cerro. Y Diego rememoraba lo mucho que le costó adaptarse a ese puesto y lo mucho que Lemus tenía que atarle: “Yo agarraba la pelota y me iba para arriba. Tiraba paredes, iba driblando… y Williams se enojaba conmigo y a mí más me fastidiaba, así que otra vez me iba para arriba. Y hacía goles. Y mis compañeros me insistían en que tenía que jugar arriba”.

EL CHOLO TAMBIÉN TUVO QUE FRENAR SU ESPÍRITU DE DELANTERO
Por entonces, aquello era la tónica habitual. El pan de cada día. El “partido a partido”… Pero ese “vicio” por sumarse al ataque lo ha seguido manteniendo hasta bien crecidito… Vamos, que todavía lo tiene. El propio Cholo Simeone tuvo también que frenar ese ímpetu.
En la primera temporada del técnico argentino en el Atlético de Madrid, el equipo empataba a cero en Zaragoza en un partido espeso. El tiempo expiraba sin que los rojiblancos fueran capaces de llegar con claridad, y en el minuto 93 Godín hizo un penalti a Helder Postiga que supuso la derrota.
Al día siguiente, en Majadahonda, Simeone tuvo una charla individualizada con Godín en la que le dijo lo siguiente: “Hiciste ese penalti porque quieres hacerlo todo. Quieres resolver lo tuyo y lo que tus compañeros no hacen. Y no puedes hacerlo todo. Vos tienes que hacer bien lo tuyo, defender. Y si los compañeros no hacen los goles, que no hagan los goles ¡No pasa nada! Pero no es lo mismo empatar que perder. Y perdimos por un penalti que hiciste vos por querer ir de delantero, querer jugar de mediocentro, querer ir arriba… Y cuando te toca defender, estás cansado. Lo que a ti te parece que es ayudar al equipo, en realidad le estás haciendo mal”.
Godín asegura en el libro que ese consejo se le quedó grabado. “Fue una gran charla y me sirvió mucho para mi carrera, para seguir creciendo”.

ESE DIABLILLO QUE LE SUSURRA "SUBE, SUBE..."
Sin embargo, Diego jamás ha dejado de sentir ese gusanillo que le llama a buscar la portería rival cada partido. Lo que en mi libro definí como un diablillo que incita a Godín a tirarse al monte y subir para arriba, tirando paredes y driblando contrarios, como cuando era un “botija” (niño en uruguayo). Como aquel golazo que marcó contra el Valladolid en el Calderón en septiembre del 2012, tras una pared con Koke y picársela al portero en su salida (el único gol con el pie y en jugada de los 20 tantos que suma con la rojiblanca).

GODÍN SIENTE CADA CÓRNER COMO "UNA JUGADA PARA MÍ"
Una de esas tardes que pude compartir con Diego en el salón de su casa charlando sobre el Atleti, sobre el fútbol y sobre la vida, no pude evitar sonreír por dentro al confirmar ese ansia que Godín experimenta en cada jugada a balón parado para conseguir mandarlo a la red. Cuando le transmití cómo en cada córner o falta cerca del área crecía un rumor en las gradas del Calderón “Gol de Godín, ahora viene el gol de Godín”… esto fue lo que me respondió: “La gente lo dice y yo lo vivo así –me reconoció con una sonrisa plena-. Soy defensor, pero siempre tengo ganas de hacer gol. Así que cada vez que hay un centro a pelota parada o un córner, lo vivo como si fuera una jugada especialmente para mí, porque siento que puedo marcar. En un partido son contadas con los dedos de una mano las situaciones que puedo tener, así que siempre lo busco”.  

VOLVIÓ A EXHIBIR SU SONRISA EN EL SADAR...
La misma sonrisa plena que pudo exhibir el pasado domingo en El Sadar, cuando, por fin, después de casi un año, Godín pudo volver a marcar un gol con la camiseta del Atlético de Madrid.
“¿Por qué todos los jugones sonríen igual?”, se preguntaba Andrés Montes. Y no hay sonrisa más feliz y radiante que la de Diego Godín cuando consigue marcar.
Lo hizo de cabeza, como (casi) siempre (Ha marcado con la testa 18 de sus 20 goles con la rojiblanca). Lo hizo tras un saque de esquina, como (casi) siempre (Ha anotado tras un córner once de sus 20 goles como colchonero). Y lo hizo a pase de Koke, como (casi) siempre (Koke es su máximo asistente en el Atleti con cinco asistencias, las mismas que le ha dado Gabi).

...Y SE LO DEDICÓ A MOYÁ
Lo hizo con su habitual salto poderoso, ganando la partida a Oriol Riera, y machacando el balón a la red dentro del área chica (0-1). Según marcó, salió corriendo como un poseso, apartando a sus compañeros del camino, y se lo dedicó a Moyá en el banquillo, que le dijo antes del partido que esa tarde marcaría.
Sólo un minuto después, Gameiro puso el 0-2 finalizando un buen mano a mano. Y Carrasco redondeó la goleada en el 90 tras un fallo de la zaga pamplonica (0-3).
Pero el partido lo desatascó Diego. Se le da bien El Sadar. Muy bien. No en vano, allí marcó su primer gol en España, con el Villarreal (el 6 de octubre de 2007); y allí marcó su primer gol en Liga con el Atleti (antes había hecho dos en Copa y en UEFA) y su primer gol con el Cholo (el 30 de enero de 2012).

SE CUMPLE UN AÑO DE NUESTRA PRESENTACIÓN DEL LIBRO DE GODÍN
Ya tocaba. Hacía casi un año de su último gol con la rojiblanca. El 5 de diciembre de 2015, en Los Cármenes contra el Granada. Curiosamente, sólo tres días después de que presentásemos su libro en un centro comercial de Alcorcón
Jamás olvidaré ese día. Hoy se cumple un año. Un día en el que Godín también lució su máxima sonrisa cuando, después de intercambiar una mirada conmigo y escapársenos a ambos una sonrisa pícara, expresó que esperaba que hubiera una segunda parte del libro “con algo que tanto deseamos los atléticos como es la Champions” (VÍDEO de la presentación). “Va a haber tiempo para eso”, añadió. Estoy seguro.
Porque Diego vuelva a exhibir muchas más veces su sonrisa con la camiseta rojiblanca. Porque su sonrisa es la nuestra, y nos la contagia a los demás.