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jueves, 16 de agosto de 2018

Tercera Supercopa de Europa para el Atleti, en el bar y sin VAR

SUPERCOPA DE EUROPA
REAL MADRID 2-4 ATLÉTICO
Goles: Diego Costa (2); Saúl, Koke
El día antes del partido comentaba con mi padre y unos amigos suyos que no habría VAR en la Supercopa de Europa. "¿No? ¿Seguro?", me cuestionaban sorprendidos. "Ni en la Champions tampoco", les contesté.
Después de haberse utilizado este año en el Mundial de Rusia, considero que con mucho éxito, llega a la Liga española. Ya antes, se ha venido usando en la Bundesliga alemana, el Calcio italiano o la Liga portuguesa. Pero la UEFA no lo quiere... Vaya usted a saber por qué.

BUSCANDO EL BAR QUE PONGA EL PARTIDO
Sin VAR, me fui a un bar a ver el gran partido. De vacaciones en un pueblecito de Cuenca, no tengo Movistar en casa. Uno llega con tiempo de sobra para evitar sorpresas y pasa unos primeros minutos de nervios hasta comprobar que, efectivamente, el camarero consigue sintonizar el partido, tras unos segundos interminables en los que la tele aparece en negro con un único mensaje "Encriptado"...
Pero se hace la luz, aparece en la pantalla el 'majestuoso' estadio Lillekula de Tallín, con menos de 13.000 espectadores de capacidad (otro capricho de la UEFA jugar este trofeo en Estonia...), y unos tipos haciendo bailes regionales.

ALEGRA VER A CHAVALES CON LA CAMISETA Y LA BUFANDA DEL ATLETI
En el bar, uno se alegra con la llegada de varios chavales adolescentes, uno con la camiseta del Atleti y otro con la bufanda. Por lo menos, ya tenía la garantía de que no estaría solo ante una marabunta madridista.
Y no tardo ni un minuto en comprobarlo. Sólo iban 50 segundos cuando Diego Costa, ante Ramos, prolonga de cabeza un pase largo de Godín, el defensa sevillano se confía pensando que llega Varane, pero el hispano-brasileño se anticipa con un nuevo autopase de cabeza y fusila a Navas con un zapatazo alto por su palo (0-1). Como medio bar salta de júbilo. "¡El Madrid todavía no se ha enterado de que ya ha empezado el partido!", repite varias veces entusiasmado el chico de la camiseta rojiblanca.

EL MADRID ENTRÓ TARDE AL PARTIDO... Y LUEGO BALE DIO GUERRA
Y tardó en enterarse. El primer cuarto de hora es de dominio colchonero, manejado por un Rodri (Don Rodrigo) imperial, que no pierde una bola. Su criterio a la hora de distribuir el balón es extraordinario. El Atleti va a ganar muchísimo en la parcela ancha con este chico.
Pero el Madrid despierta. Avisa con un centro de Marcelo, Asensio se saca un bonito taconazo y Oblak responde con una gran mano. "¡Qué paradón!", comentan unos y otros. El Atleti empieza a sufrir, pierde el dominio inicial, y los blancos empatan. Bale, que dio mucha guerra a Lucas en el primer acto, protagoniza una gran cabalgada, desborda a Lucas y pone un centro maravilloso al segundo palo, que Benzema cabecea cruzado a la red ganando la partida a Savic (1-1).

LOS TÍPICOS COMENTARIOS MADRIDISTAS: "ESTE TITULILLO PARA EL ATLETI"
Un tipo calvo, que apenas cinco minutos antes estaba comentando "este titulillo para el Atleti, a mí me la suda", ahora se abraza y choca las manos con el otro medio bar que se quedó mudo tras el gol de Costa.
Sólo un minuto después, Asensio se cuela sin oposición aprovechando un pasillo por la izquierda, Savic sólo recula, y el extremo mallorquín saca un derechazo que lame el palo... Y poco más tarde, en dos pases el Madrid se planta solo en el área: balón largo de Benzema a Bale, éste deja solo a Asensio, pero no controla bien y aparece Rodri, rapidísimo y salvador en la cobertura, para conjurar el peligro.
Los rojiblancos estaban sufriendo, y sólo una contra entre Griezmann y Costa que corta Asensio agarrando al hispano-brasileño da un pequeño respiro. Así que recibo el final de la primera parte como un descanso más que necesario.

"¿PERO GRIEZMANN ESTÁ JUGANDO?"
Tras un primer acto muy intenso, no ocurre nada en los primeros 15 minutos de la reanudación. Lo único reseñable, los cambios de Modric por Asensio y de Correa por Griezmann. "¿Pero Griezmann está jugando?", me preguntó sorprendida mi pareja cuando yo comentaba que el francés estaba desaparecido.
No pensaba que el galo fuera a ser titular y viendo su rendimiento, me reafirmé. Para 56 minutos así, mejor la última media hora.

EL "TITULILLO" EMPIEZA A TENER GRACIA
Entonces llegó el penalti. Juanfran (bastante sobrepasado en el primer tiempo) mide mal su salto para despejar un córner muy pasado, la pelota le pega en la mano y luego en la cabeza. No había VAR, pero el árbitro anduvo fino y señala la pena máxima. Oblak, que había parado siete de los doce penaltis que le habían lanzado (sin contar tandas), sigue sin suerte ante el Real Madrid. Ramos le superó con sangre fría tirando al lado contrario que eligió el esloveno (2-1). Los saltos y los golpes de pecho de "la otra mitad" del bar por un momento me hicieron pensar que ahora "el titulillo" les hacía algo más de gracia.
Mientras, Costa y Ramos siguen en su guerra particular. Cabezazos, codazos, el hispano-brasileño pisa al de Camas en un choque entre ambos. Se matan, pero sanamente. Lo que ha unido la selección española, que no lo separe el derbi.

EL TIEMPO SE AGOTA, LOS NERVIOS CRECEN... PERO ESTABA LA BESTIA
Los minutos iban corriendo y los nervios se apoderaban de mí. Ya no podía estarme quieto. La Supercopa se nos iba. Saúl salvaba de cabeza un remate de Varane y en el Atleti sólo Correa parecía aportar algo de chispa. Rodri, que al menos garantizaba el balón, daba paso a Vitolo. Y yo empezaba a verlo negro.
Pero estaba Diego Costa. La bestia seguía en el pasto y de ahí al final se desató. En el 78 controla con el pecho en el área e intenta ponerla de chilena, Carvajal despeja a la banda y allí Marcelo, en una jugada a la altura del córner "salvado" por Buyo en Tenerife hace 25 años (los que peinan canas sabrán de qué hablo), la mete de nuevo en el campo, Juanfran le roba la cartera, saca un pase raso al área, Correa se cuela entre Modric y Ramos en una baldosa y pone el pase de la muerte para que Diego Costa lo emboque a la red (2-2). Costa se señala su número y Juanfran no lo hace, pero me alegro infinito por esa jugada. Por aquel penalti (que nunca olvidará) y por aquellos comentarios del propio Marcelo ("le pesaban los huevos"...).

OTRA VEZ INTENTARON LA DEL 93...
No hubo sobresaltos hasta el final. Godín (muy serio toda la noche) despejó varios centros blancos y el Madrid intentó otra vez la épica... Pero Marcelo, de delantero centro, no enganchó un intento de chilena ante un bar enfervorecido... Era el minuto 93... Hay que ver cómo les gusta la sangre...
Thomas entró en el 89 por un notable Lemar y sería decisivo en la prórroga, junto al también recambio Vitolo.

LA CANTERA AL PODER: EL ARQUERO DE SAÚL Y EL PASE A LA RED DE KOKE
El Madrid encadenó varios córners consecutivos que la zaga rojiblanca solventó bien, y entonces llegó la explosión. Cinco minutos mágicos de los colchoneros le llevaron al título.
Costa gana en el cuerpo a cuerpo a Varane, se cuela en el área, la pierde, pero sigue luchando. Thomas le ayuda en la presión y roba a Varane en la frontal, Costa se la devuelve, centro atrás y golazo de Saúl con una volea con la zurda sencillamente magistral (2-3). El canterano hace el arquero, en homenaje al ídolo del que tanto ha sentido su marcha, Torres. Era el minuto 98, y en el 103, Diego Costa vuelve a ganar una carrera, esta vez a Carvajal, le deja tirado, encara a Varane, la pone atrás para Vitolo, éste de primeras a Koke y pase a la red del madrileño. ¡2-4! ¡La cantera al poder!
Entonces, el chico con la camiseta del Atleti cruza su mirada con la mía y levanta el pulgar hacia arriba con una cara de enorme felicidad.

Y GODÍN, QUE LO ESTÁ PASANDO MAL, LEVANTÓ LA SUPERCOPA
El Atleti había tumbado al Madrid. No es una Champions, pero era en Europa. En la última década, el campeón de la Champions siempre ha ganado después la Supercopa de Europa. ¿Siempre? No. Sólo hubo tres excepciones. 2010, 2012 y ahora 2018. Atleti, Atleti y Atleti.
Diego Godín, que lleva pasando unas semanas complicadas con su renovación (el club no le está tratando como merece), levanta la Supercopa (ya lo vaticiné en "Esto es Atleti") como orgulloso capitán y por fin puede esbozar una sonrisa de oreja a oreja. Esperemos que sea el primero de muchos. Esperemos que pronto pueda levantar otra... pero esta vez como campeón de la Champions. Es lo único que queda. Y la ambición es máxima. Road to Metropolitano. La primera parada ha comenzado fuerte.

lunes, 3 de septiembre de 2012

El precio de la grandeza

Era el Chelsea un modesto equipo londinense con escaso palmarés con el que Abramovich, a base de talonario, ha conseguido lograr su sueño: levantar una Champions.
Si antes del encuentro uno repasaba los títulos de uno y de otro sólo nos ganaban en ese ansiado cetro conseguido el pasado mes de mayo. Cuatro Premiers del Chelsea, por nueve Ligas del Atleti; siete FA Cups, por nueve Copas del Rey; una Copa de la UEFA, por dos rojiblancas; y desde el viernes, una Supercopa de Europa, por las dos nuestras...
Sin embargo, en otras estadísticas no había discusión a favor de los de Londres: 90 millones de euros en fichajes (40 Hazard, 32 Oscar, 10 Azpilicueta y 8 Marin); por uno del Atlético... (Cata Diaz).
El fútbol desde hace años es sólo dinero. Y no se engañen, el Atleti ganó porque sus once hombres derrocharon más coraje y corazón (como dice el himno), pero porque uno de ellos vale 45 millones de euros y fue él quien resolvió el partido...

INICIO ARROLLADOR
Minuto tres de encuentro, Adrián pone un buen pase profundo al que llega Filipe Luis en línea de fondo. Saca un centro al área donde hay una nube de defensas azules. Parece imposible que nadie remate, pero Radamel Falcao se come a Cole y estrella la pelota en el larguero.
“Ya les hemos metido el miedo en el cuerpo”, le comento a mi padre. Eso no era nada...
Minuto seis de juego, balón largo para Falcao, la pelota se le queda atrás, se frena, se para, toque sutil para superar la salida de Cech y la bola junto al palo izquierdo (0-1), inalcanzable para David Luiz (el hermano futbolista de Daniel Diges, el de “Algo pequeñito”).
Pequeñito, muy pequeñito se quedó David Luiz al lado de Falcao, al igual que todo el Chelsea ante la aplastante superioridad atlética. La cara de Fernando Torres tras el tempranero tanto, un poema...
No existió en ningún momento el equipo blue, ni Lampard, ni Mata, ni Obi Mikel... tan sólo Hazard justificó sus 40 millones con algún disparo desviado y algún pase profundo que fue siempre bien cortado por Godín y por Miranda. Impecables ambos, sobre todo el brasileño, anticipándose a cada balón que buscaba a Torres.

EL ATLETI ATACABA EN TROPEL: BATALLÓN DE COMBATE
Al cuarto de hora, Adrián se topó con Cech y Arda Turan cabeceó fuera un centro de Filipe. A los 19, llegó el segundo.
El Atleti atacaba en tropel, como cuando éramos niños y las jugadas ofensivas consistían en un batallón de combate avanzando metros todos alineados. Estilo Oliver y Benji. Nadie defendía, y era bueno ir en línea porque rara vez te la pasaba tu compañero, así que había que estar cerca por si se le escapaba...
Así que en tropel la llevaba Koke, junto a él Adrián, y un pase que nuevamente se come David Luiz le llega a Falcao, de nuevo se para, se coloca, y lo vi claro: ¡Lo va a volver a hacer! Y lo hizo. Una rosquita perfecta con la zurda, idéntica a la que le colocó a Iraizoz por la escuadra tres meses y medio antes en la final de la UEFA. 0-2. Sólo cambiaba el equipo rival. Pero la rosca de Falcao siempre se aloja en la escuadra.

COMO MOTOS
La cosa pintaba bien. Más que bien. Y el Chelsea era incapaz de acercarse a la portería del que se supone será su futuro portero.
Los ingleses intentaban moverla, pero el Atleti recuperaba con facilidad, con Mario y Gabi como gladiadores, y cuando se robaba, de nuevo toque de corneta y batallón de combate.
Adrián se cruza todo el campo con su zancada característica, le acompañan tres rojiblancos, entre ellos Gabi, que aparece por la derecha como si se hubiera tomado tres Red Bulls. “¡Van como motos!”, comenta mi padre fascinado. Pero Gabi no es Falcao y su tiro lo tapa Cech. “Si meten el tercero esto sí que se acaba”, sentencia.
Y el tercero tenía que llegar. Arda da un pase de la muerte para Adrián, que de forma sorprendente remata contra sí mismo (creo que jamás vi algo igual) y Falcao, que devora cada balón que ronda el área, remata no sé cómo y no sé cuándo contra el poste. Apoteósico.

¿DÓNDE ESTÁ FALCAO...?
Pero el éxtasis aún estaba por llegar. Minuto 45, corner en contra. “Es muy importante estar concentrados ahora”, dice el Mami Quevedo. El Atleti despeja... y de nuevo sale el batallón. Esta vez comandado por Arda Turan. Koke y Juanfran a su derecha, Adrián a la izquierda. “No le ha dado tiempo a llegar a esta contra a Falcao”, le advierto a mi padre.
Pero Arda también se ha dado cuenta. Llega a la frontal, se frena, se gira hacia la izquierda, y la suelta... ¿Quién llega por ahí? Sí, Radamel Falcao García, que con la zurda bate por bajo a Peter Cech (0-3). ¡Un, dos, tres! Nos recuerda con sus dedos. ¡Increíble! Un hat trick y dos palos contra el campeón de Europa. ¡En sólo 45 minutos! El Atleti ya era Supercampeón.

IMPOSIBLE REACCIÓN
En el segundo acto no hubo reacción inglesa. Era imposible. Tan sólo un par de tiros desviados de Hazard y de Torres (el único que hizo), y pudimos ver a un Niño impotente, bajando a la posición de lateral izquierdo incluso a intentar robar balones. Hasta dos faltas cometió el de Fuenlabrada en su desesperación, en un encuentro en el que por fin pudo ver in situ a su Atleti ganar un título... lástima que desde el lado contrario.
Y los de rojiblanco, corriendo y peleando cada balón como si fueran 0-0. Falcao el primero.
En el 60 un rechace de una falta acabó en los pies de Miranda, que contagiado por Falcao se la picó por encima a Cech. 0-4, y parecía que esto no iba a parar.
Pero paró. Por suerte para el Chelsea, que con fortuna también encontró el gol del “honor” en un balón suelto con el que fusiló Cahill (1-4). Fue el único disparo a portería de los blues.
Todavía pudo llegar el quinto, en un despeje al palo de David Luiz tras una nueva contra eléctrica. Tampoco hacía falta. El “We are de champions” volvió a sonar por el Atlético de Madrid por cuarta vez en dos años. Escuchar hablar a Mario Suárez de “ya tenemos otro título más” le hacía a uno frotarse los oídos ante palabras impensables hace muy poco tiempo. Otro título más. Efectivamente. Y ya van 25... (9 Ligas, 9 Copas, 1 Supercopa; 1 Intercontinental, 1 Recopa, 2 UEFAS y 2 Supercopas de Europa).

LA ROJIBLANCA DEBE SALIR EN LA FOTO
¿Saben lo único que no me gustó? Que nada más acabar el partido Falcao ya se había quitado la camiseta del Atlético de Madrid para lucir su habitual mensaje de agradecimiento a Dios. Igual que hizo en Bucarest, donde si se fijan es el único que aparece en la foto de los campeones sin la rojiblanca.
Alguien, no sé quién, debió advertirle del detalle y volvió a ponérsela para, esta vez sí, recoger la copa con la camiseta de su club. Como debe ser.
Las copas las gana él, es innegable, pero las gana con y gracias al Atlético de Madrid. Y ese escudo debe salir junto al trofeo en la foto. Después, que se ponga o se quite lo que quiera.
Supongo que es lo que nos merecemos. Un club con estrellas sin camiseta. Siempre con futuro incierto. En cualquier caso, gracias Radamel. Volveremos a ser campeones.

lunes, 6 de septiembre de 2010

La fiesta de la Supercopa de Europa, desde dentro

Como hacía apenas tres meses y medio, el Atlético de Madrid volvió a organizar un recorrido por las calles de Madrid con la Catedral de la Almudena, la sede de la Comunidad (Sol), el Ayuntamiento de Madrid y la fuente de Neptuno como puntos cardinales.
A las 17:30 los medios estábamos citados en el Vicente Calderón y me encontraba entre los “veteranos” que habían podido vivir la celebración de la UEFA y ya conocía sus peculiaridades.
Había incluso más periodistas que en aquella ocasión, algo extraño por tratarse de un título menor que aquel, lo que podía comprobarse por la inferior presencia de aficionados.
La hora pactada para el inicio del “tour”, las 18:00 horas, horario que no se cumplió desde el inicio, ya que el autobús de los futbolistas no abandonó el estadio hasta bien pasadas las seis y media.
Otro detalle, el vehículo era cubierto y con lunas oscuras, en contraste con el bus descapotable de la otra ocasión, algo más razonable y vistoso para una cita como ésta, tanto para aficionados como para futbolistas (ellos también disfrutan de la fiesta).
La primera parada, como entonces, es la Catedral de la Almudena, donde uno de los clérigos se confiesa seguidor colchonero y relata cómo había disfrutado en compañía de familiares y amigos del triunfo sobre el Inter y el 4-0 al Sporting.
Tras ofrecer el título a la Virgen, comienza la primera caza de testimonios. Con algunas ausencias notables en la comitiva (Agüero, De Gea, Domínguez y Tiago), mi primera presa es Diego Godín, una persona encantadora.
El defensa uruguayo se confiesa “sin palabras” ante la magnitud del club colchonero y su afición y decidido “a disfrutar de esta fiesta”. Quita importancia a ser el único fichaje titular hasta la fecha -”La idea es venir a aportar cada uno el máximo, su granito de arena, para seguir sumando a este gran equipo que ya tenían el año pasado y a este gran grupo humano”-, y se muestra encantado de contar con un anfitrión de la talla de Forlán: “Es impresionante, hace lo más difícil, que es seguir manteniéndose a un gran nivel y por algo es de los mejores del mundo”.
Tras las primeras carreras y empujones ponemos rumbo a Sol, donde Esperanza Aguirre, esta vez sin bufanda rojiblanca, espera a los jugadores atléticos.

"MI MINUTO DE GLORIA"A la bajada del autobús soy el primero en parar a Antonio López, el capitán, que porta la Copa, y responde a mis preguntas ante las cámaras de Madrid Directo (mis entrevistas eran para informativos), lo que provoca que mi compañero Fernando Timón mencione mi nombre, aunque la otra presentadora (que no me conoce) se apresura a decir que soy de Onda Madrid... No me importaría, pero de momento no.
El canterano, una vez más uno de los más felices en la celebración, se congratula por “poder brindar a toda esta gente otro título en apenas cuatro meses”. “El recibimiento es siempre increíble, los atléticos son de corazón y se demuestra una vez más”, asegura, aunque no se moja ante la posibilidad de volver a final de temporada: “Vamos a estar tranquilos y a disfrutar de ésta”.
Después intento parar a Filipe Luis, que no parece estar todavía demasiado integrado y me contesta que no sabe si puede hablar, cuando todos sus compañeros estaban haciéndolo, le insisto...

BUEN AMBIENTE EN LA PLANTILLA
José Antonio Reyes es de los más risueños, se siente protagonista y habla de sus posibilidades de volver a la selección: “Espero que mi nombre esté algún día en esa lista si sigo al nivel que estoy ahora”.
Y confiesa una de las claves del éxito de este equipo, mientras Camacho le estampa una palmadita en plena cara, que termina en mi micrófono: “La verdad es que el ambiente de la plantilla también es impresionante y eso es importante”.
En la subida al balcón de Sol me cruzo con Perea, al que tengo un cariño especial por todo lo que ha sufrido en este equipo. “Pasar malos momentos son cosas normales en el fútbol. Pero ahora esto sí que es bonito, poder ofrecerle una competición a toda la gente”.
Y le pregunto por el guiño que le había hecho minutos antes Enrique Cerezo en su discurso, que manifiesta que “hay un jugador de color que al final va resultar que no es tan malo”. “Tengo una gran amistad con el presidente, de parte de la directiva y de toda la gente hay un cariño especial hacia mí, igual que de mí hacia ellos. Y hoy es un momento de disfrutar, de alegría y de pasarlo bien. Este triunfo es para ellos”, confiesa.

TRABAS Y FALTAS DE EDUCACIÓN
Y entonces comienzan los problemas. Las restricciones son mayores que en la primera fiesta. Se ve que con la experiencia los “organizadores” del acto se malean. “Aquí no se puede parar”, “ahora no pueden hablar”, “a esta zona no se puede entrar”...
Y parece que los únicos maleados no son los organizadores... Cuando llegan al libro de firmas, me acerco a Simao (con el que había compartido algunas palabras fuera de cámara en la celebración de la UEFA) y le pido que nos atienda a un par de preguntas. “No”, me responde. Medio minuto, para Telemadrid, le insisto. “No”, vuelve a contestarme. Sólo es un momento, le reitero algo perplejo. “Si te he dicho que no dos veces, por qué te voy a decir que sí la tercera...”, me responde cortante, ante mi estupefacción.
Para alguien que unas horas antes había estado aplaudiendo su golazo en el Calderón ante el Sporting, fue un tanto chocante. Y más teniendo en cuenta que es uno de los capitanes, y debería dar ejemplo. Pero supongo que son muchos los casos de este tipo en este mundo...
En su descargo debo reconocer que, ya en Neptuno, volví a intentarlo (más por la petición de mi cámara. De ser por mí habría pasado...) y Simao accedió a responder con la mejor de las sonrisas tras un “Ahora sí, amigo, ahora sí”. Todavía ahora no comprendo muy bien el cambio de actitud. Quizá Simao padece algún tipo de trastorno bipolar...
La única pregunta que se salió del guión fue si estaría deseando renovar para celebrar más títulos en Neptuno, a lo que me respondió que estaba “muy tranquilo...”.
A la salida de la sede de la Comunidad me encuentro con que el autobús de la prensa se acaba de ir sin nosotros (quedamos algunos compañeros rezagados más), así que nos toca ir andando hasta el Ayuntamiento, al lado de Cibeles (menos mal que no tocaba volverse al Calderón...).

CRISTIANO UJFALUSILa tardanza valió la pena, porque en la puerta de la Comunidad paro a Ujfalusi, al que le digo que sus subidas por banda de este año están recordando a Cristiano Ronaldo, con quien ya le comparó el año pasado Lotina. “No, amigo, no -me responde entre risas dándome una palmadita-. Me encuentro muy bien físicamente y he empezado bien la temporada, pero como todo el equipo”.
Tras la caminata llego al Ayuntamiento de Madrid (¡Antes que el bus del Atleti!), donde hablo con Quique. Oyéndole, sinceramente uno cree que ha conectado plenamente con nuestros colores: “Es fácil sintonizar con esta gente, con este sentimiento, y con personas tan amables y tan agradecidas”.
Arriba, Gallardón recuerda que, “aunque no pudieron volver una semana después con la Copa del Rey, han vuelto a visitarnos en poco tiempo” (¡Qué lástima aquella Copa!) y se pone la camiseta rojiblanca de la que le hace entrega Cerezo, asegurando que “es la primera vez que me pongo la camiseta de un equipo”. DEMASIADO RETRASO Y APARICIONES "POR CUMPLIR"
Con un enorme retraso acumulado, la “actuación” de Antonio López y compañía en el escenario dura demasiado poco para un público ansioso de disfrutar con sus ídolos. Apenas un par de peticiones al camarero: “¡Una de atún claro! ¡¿Una de atún claro?! ¡Atún claaaaaroooo me sientooooo seguroooo…!” y “¡Una de pan Bimbo en lata! ¡¿Una de pan Bimbo en lata?! ¡Pan Bimbo en lata, papi morena...!”.
Y en Neptuno, más de lo mismo. Antes tres mil o cuatro mil personas, muy jóvenes en su mayoría, Forlán y compañía se limitan a botar un poquito, mostrar la Copa, y dar una pequeña vuelta de honor. Ni la bufanda se pudo colocar a Neptuno, “por razones de seguridad”... ¿Qué pasa, que en mayo el tridente estaba menos afilado?
El uruguayo, con la Supercopa en los brazos, se confiesa “muy feliz” de poder portar ese trofeo, y asegura sentirse orgulloso porque el cariño que recibe de la gente es “siempre muy fuerte”.
En vez de mejorar con el tiempo, la organización de esta segunda fiesta dejó mucho que desear respecto a la primera. Aunque firmo donde haga falta que en pocas fechas tengan una nueva oportunidad de enmendar la plana con un nuevo título que festejar. Aunque vuelvan a complicar las cosas más de la cuenta.

lunes, 30 de agosto de 2010

No es un título cualquiera

El Atlético de Madrid se ha proclamado campeón de la Supercopa de Europa. Un título poco estimado por muchos (los que no lo juegan), demasiado sobrevalorado por otros (poco acostumbrados), pero que debe ser apreciado en su justa medida.
Sobre todo por la manera en la que se ganó. El Atlético derrotó al campeón de la Champions y del triplete en Italia con solvencia, con autoridad, y con un 0-2 que refleja lo visto sobre el césped del Louis II de Mónaco: una victoria seria y holgada.
Para los rojiblancos supone su vigesimotercer título oficial: nueve Ligas, nueve Copas, una Supercopa de España; una Recopa, una UEFA, una Supercopa de Europa y una Intercontinental.
Lo que sólo deja hueco en las vitrinas del Calderón para la tan ansiada Champions League.

REYES Y AGÜERO, PROTAGONISTAS
Como pronostiqué en la previa, la velocidad y la chispa de Reyes y Agüero debían ser claves para obtener el triunfo. Y así fue. No sólo porque hicieran los goles, que también, sino porque sus ganas, su atrevimiento, y sus constantes encaramientos a la defensa rival percutieron de forma pertinaz en el conjunto interista, hasta que se derribó su muralla.

KUN Y EL ATLETI, CRECIENDO
¿Saben uno de los motivos fundamentales que han llevado a Agüero a continuar en el Atlético y a que éste haya sido uno de nuestros veranos más tranquilos (en cuanto a rumores de salidas) en los últimos años? El ganar títulos. El hecho de que el Kun pudiera disputar la temporada pasada dos finales, ganando una de ellas, y que el viernes pudiera proclamar en Mónaco que “ahora en Europa saben que somos un grande”, han afianzado a este chaval, de 22 años, a querer seguir de rojiblanco.
Fernando Torres creció más rápido de lo que lo hizo el Atlético, pero ahora el equipo está creciendo a la par del Kun Agüero, tan fuerte y tan deprisa como su hijo Benjamín, que en año y medio ya ha visto a su papá levantar dos copas.
Sergio Leonel fue el principal artífice de este triunfo frente a un campeón de Europa que comenzó asustando con tres llegadas consecutivas. Pero fue un espejismo.
El 10 rojiblanco cogió los galones y desde el minuto cinco ya se convirtió en un constante zumbido para los zagueros neroazzurros, cuando cayó derribado en el área ante el acoso de Chivu.
A la media hora, se coló en el área y remató fuera con la zurda, y antes del descanso, tras una preciosa pared con Reyes, se plantó solo ante Julio César, pero quiso reventar la final y la pegó muy desviada.
Mientras, el utrerano aparecía en todas partes, encarando por derecha e izquierda, forzando faltas y revolviéndose entre camisetas negriazules.
¿Y en el Inter? Sólo Maicon daba miedo con su poderosa zancada cuando se aproximaba al área de De Gea, y Etoo buscando un resquicio acostado al flanco izquierdo, siempre bien tapado por Ujfalusi y Perea. ¿Y Sneijder? ¿Quién...?

Y LLEGÓ EL GOL
En la segunda mitad los protagonistas continuaron siendo los mismos. En el 52, Agüero no conseguía salir airoso entre una maraña de piernas italianas, y tres minutos más tarde, rompía a un rival con un recorte eléctrico, pero la zaga interista cortaba la jugada.
Y en el minuto 62, llegó por fin. Los protagonistas todos los conocen, y, tras una doble pared, el utrerano entró en el área, trastabilleado, como quien pisa un campo de minas, pero aún tuvo la frialdad de recortar a Maicon y pegar a la pelota al palo corto de Julio César.
Los atléticos se coronaban como Reyes de Europa.
Todavía quedaba media hora por sufrir. El Inter, adormilado, amenazaba con una reacción furiosa, con sacar a relucir el orgullo de campeón, de aquel que busca toda la gloria para sí, como el Barcelona del año pasado. Pero no ocurrió. No hubo réplica interista, no hubo toque a rebato, no hubo asedio.
El Atlético continúo con su dominio sostenido, y mientras Agüero continúo haciendo de las suyas.
Y es que quería su gol. Y mientras Forlán, todavía sin ritmo, se asentaba en el banquillo maldiciendo su cambio, que le alejaba del anhelado Balón de Oro, pudo contemplar como su pareja hacía el segundo y definitivo.
Simao, sorprendente titular en detrimento de Fran Mérida y Jurado (hay quien dice que como premio a los del año pasado, pero yo eché de menos el premio a Antonio López), quiso sumarse a la fiesta, y con una internada hasta línea de fondo regaló el tanto al que más lo había buscado por sí mismo.
ME RECORDÓ A UN TÍTULO DE HACE 18 AÑOS...
No hubo tiempo a sufrir, no lo había habido, ni siquiera un penalti en el último minuto, que evocó nuestro habitual tendencia a complicarnos, dio lugar al temor.
Cuando De Gea replicó a mano cambiada el disparo de Milito, vino a mi mente, salvando las distancias, aquel triunfo de hace 18 años. También 0-2, también con un penalti detenido (por Abel a Michel), también ante el todopoderoso, y también valió un título.

Los maldicientes dicen que disfrutemos, que estas alegrías sólo llegan cada 14 años. Pero yo sé que no es así. Yo sé que esta larga travesía que se ha llevado mi adolescencia y parte de mi juventud ha sido sólo la excepción. Yo sé que estos títulos (con los que he tenido la fortuna de fotografiarme, ya que Cerezo estuvo el sábado en Telemadrid -¡Por cierto, no vean cómo pesa!, la Copa, Cerezo no sé...-) son sólo el principio de un camino a seguir. Ahora, la exigencia debe ser mayor. Este equipo,debe mirar a los títulos de frente.

jueves, 26 de agosto de 2010

Ante ustedes, el Inter de Milán, el campeón de todo

EQUIPO PREVISIBLE
1 Julio César;
13 Maicon, 6 Lucio, 25 Samuel, 26 Chivu;
4 Javier Zanetti, 19 Cambiasso;
9 Etoo, 10 Sneijder, 27Pandev;
11 Diego Milito.

Entrenador: Rafa Benítez (Primera temporada)

Tras una pretemporada insulsa para los rojiblancos, llega el primer partido del año y lo hace a lo grande: la Supercopa de Europa ante el Inter de Milán en el Louis II de Mónaco (viernes, 20:45).
Para los neroazzurros, que vienen de ganar la Supercopa italiana frente a la Roma (3-1- Etoo (2) y Pandev) el partido supone la posibilidad de ganar el quinto título del año y quedarse a sólo la Intercontinental (el ahora Mundialito) de igualar el asombroso “sextete” logrado el año pasado por el Barça.
Para el Atlético de Madrid sería el segundo título europeo en poco más de tres meses (para un club que llevaba 14 años sin tocar metal), y se llevaría a sus vitrinas un trofeo que nunca ha ganado. Con él, sólo quedaría una copa por levantar: la Champions... (Quién lo viera)

¿CÓMO VAN?
El equipo interista ha comenzado la campaña como acabó la pasada: ganando. Los neroazzurros tienen el mismo equipo que el año anterior ganó el triplete, con la única salvedad del cambio de inquilino en el banquillo: salió Mourinho y llegó Rafa Benítez.
Con el español, por lo que se pudo ver en el partido de la Supercopa, la línea de cuatro juega unos metros más adelantada. Además, intentan elaborar algo más el juego, sin abusar de los ataques directos que eran típicos en el juego de Jose Mourinho.
Esa defensa adelantada fue aprovechada por la delantera de la Roma en algunas ocasiones, lo que propició que Risse hiciera el 0-1 adelantado a los suyos.
Sin embargo, en la segunda mitad el conjunto negriazul demostró su superioridad, se hizo con el control del esférico, y los dos tantos de Etoo, unidos al de Pandev, hicieron justicia.
El camerunés lució más en la parcela ofensiva que en la última temporada con Mourinho, donde estaba demasiado atado a labores defensivas. Veremos si este hecho se convierte en una tónica a la largo de la temporada.

El año pasado en la Champions hicieron un papel impecable. Dando la talla en las grandes ocasiones (victoria 0-1 en Stamford Bridge; 3-1 al Barcelona en San Siro; y el 0-2 al Bayern en la final, por supuesto). Aunque demostraron ser un equipo muy conservador en sus dos visitas al Camp Nou (2-0 en la liguilla y 1-0 en el “catenaccio” de las semifinales, además del 0-0 en San Siro del partido inaugural).
Además, dejaron ver cierta debilidad ante rivales menores (1-1 en Rusia ante el Rubin Kazan, o el 2-2 en Italia frente al Dinamo de Kiev).

En la Liga, el Inter tuvo que sufrir hasta la última jornada para proclamarse campeón por dos puntos de ventaja respecto a la Roma (82 y 80), y doce de diferencia con el Milan, que fue tercero.
Un gol salvador de Diego Milito ante el descendido Siena, evitó que la Roma se llevara el Scudetto, ya que le valía el empate a puntos y vencía 0-2 al Chievo.

Mientras que en la Copa, de nuevo fue la Roma la que tuvo que padecer el sinsabor del subcampeonato. Una vez más, fue Diego Milito, igual que en la Champions e igual que en la Liga, el que con su gol dio el título a los neroazzurros. Antes, Fiorentina y Juventus se habían quedado en el camino de los interistas.

¿QUIÉNES JUEGAN?
Salvo las mencionadas variantes introducidas por Benítez (más toque de balón, defensa más adelantada...) el Inter de Milán juega con el mismo esquema que usaba Mourinho, un 4-2-3-1, y con los mismos hombres.
Los ataques frontales de los italianos, con Etoo y Pandev entrando por bandas, la total libertad de Sneijder y el instinto matador de Diego Milito, deberán ser cuidados con especial atención por el Atlético.
El más que probable once que Benítez plantará en el Louis II es el siguiente (entre paréntesis, goles en la Serie A italiana):

1 JULIO CÉSAR: El portero titular de la selección brasileña es indiscutible bajo los palos del Inter. A sus 31 años es un guardameta consagrado, seguro en las salidas y un buen parapenaltis, con lo que no será recomendable llegar a esta suerte.

13 MAICON DOUGLAS (6): Una bestia. Cumple su quinta temporada en el Inter y ha sido capaz de desplazar a Alves al medio campo de Brasil. Quizá el mejor futbolista de los de Benítez. Sube, baja, entra por fuera, por dentro, y siempre con peligro. Aporta cada año una cifra de goles de centrocampista. Además, los huecos que puede provocar en defensa son siempre cubiertos por Zanetti.
6 LUCIO DA SILVA (1): Tras una vida en el fútbol alemán, Lucio fichó la temporada pasada por el Inter y llegó en el mejor momento. Muy bueno por alto y con buen físico, tiene una técnica notable para sacar el balón jugado de la cueva. Completa el trío defensivo brasileño de los neroazzurros.
25 WALTER SAMUEL (3): A sus 32 años, cumple su sexta temporada en el Inter. Tras fracasar en el Real Madrid volvió al país que le valió el apodo de “Il Muro”. Un central fuerte y peligroso por alto cuando se suma al ataque, aunque carece de velocidad.
26 CRISTIAN CHIVU (1): Reconvertido al lateral izquierdo, el rumano es uno de los zagueros más difíciles de superar en la defensa interista. Su buena técnica le permite protagonizar jugadas de peligro por su flanco, y se caracteriza por su anticipación al rival.

4 JAVIER ZANETTI (0): Con 37 años recién cumplidos, el argentino lo jugó todo el año pasado (37 jornadas en Liga y 13 de 13 en Champions). “Il capitano” suma más de 500 partidos con el Inter, sólo en el Scudetto. Habitualmente desde el mediocentro, o escorado a la derecha, su todavía infatigable labor en la zona ancha sostiene a los neroazzurros. Y encima, cada cierto tiempo se destapa con pases interiores como el que valió el gol decisivo de Milito en la última Liga.
19 ESTEBAN CAMBIASSO (3): A sus 30 años, el argentino ha encontrado en Milán (séptima temporada) la madurez que no tenía en el Bernabéu. Notable destructor del fútbol rival, su visión de juego aporta el primer pase de peligro de los italianos.

9 SAMUEL ETO'O (12): El camerunés es de sobra conocido por nuestro fútbol. Su rapidez, sus recortes eléctricos y su hambre de gol siguen siendo las señas de identidad del ex del Barça. Aunque su capacidad de sacrificio y su lucha se han potenciado en Italia (sobre todo con Mourinho), en detrimento de su lucimiento en ataque (el último año sólo anotó 12 goles, su cifra más baja en ocho años). Veremos si con Benítez aguza su instinto depredador.
10 WESLEY SNEIJDER (4): Despreciado por el Madrid de Florentino, el holandés se ha convertido en un año en el auténtico líder del nuevo campeón de Europa. Con plena libertad de movimientos, aparece desde cualquier punto del ataque para crear peligro con su potente disparo y sus pases de tiralíneas. Su bota derecha es mortal en jugadas de estrategia. Ante la Roma se salió.
27 GORAN PANDEV (3): Delantero habilidoso y frío ante la portería rival. Este macedonio sabe sacrificarse en labores defensivas en favor del grupo. Tras triunfar en la Lazio, el año pasado volvió al Inter, donde había jugado en su filial con sólo 19 años.

22 DIEGO MILITO (22): Uno de los mayores ídolos de los tifosi interistas. No en vano, sus decisivos goles en las tres “finales” dieron al Inter el triplete. Sus dos dianas en la final de la Champions le definen: uno rematando una rápida contra de su equipo, y el segundo tras un hábil recorte. 24 tantos en 31 partidos con el Génova le permitieron el salto a un grande y no defraudó: 30 goles en la temporada (22 en Liga; 6 en Champions; 2 en Copa).

En este once también pueden entrar el veterano 5 Dejan Stankovic, o bien en banda izquierda por Pandev para contener, o por alguno de los dos mediocentros, aportando algo más de llegada.
8 Thiago Motta: el ex del Atlético fue titular en muchas fechas la temporada pasada, aunque este año parte como suplente. Su carácter ciclotímico no le ayuda.
Veteranos como 2 Iván Córdoba o 23 Marco Materazzi aún siguen aportando su experiencia en algunos partidos.
Tras la única salida del polémico Mario Balotelli (9 goles en Liga el año pasado), Rafa Benítez se ha interesado por el ex del Barça Giovani Dos Santos (ahora en el Tottemham) y su ex jugador en el Liverpool, Dirk Kuyt.

HISTORIA Y TRAYECTORIA RECIENTE
El Inter de Milán ha sido históricamente el tercer equipo de Italia, a la sombra de su vecino rico, el AC Milán, y la Juventus de Turín.
Sin embargo, tras ganar cinco Scudettos de forma consecutiva (suma 18, superando los 17 del Milán, aunque aún lejos de los 27 de la Juve) y volver a tocar la Copa de Europa después de 45 años (tiene tres Champions, por las dos de la Juve y las siete del Milán), ha recortado muchos puntos con ambos clubes.
Además cuenta en su palmarés con seis Copas, las mismas que la Fiorentina y sólo por debajo de las nueve de Juventus y Roma.
Fuera de Italia, a las tres Copas de Europa les aúna tres Copas de la UEFA (la última en 1998, con goles de Ronaldo, Zamorano y un Javier Zanetti que ya andaba por ahí), y dos Intercontinentales.

CONCLUSIONES
Según mi compañero Fernando Evangelio, nuevo experto en fútbol internacional para la Cadena COPE, el porcentaje de posibilidades se reparte en un 60-40 a favor del Inter. Con lo que, aunque los italianos son favoritos, las opciones para el conjunto rojiblanco también son muchas.
El Atlético deberá aprovechar esa defensa adelantada que el Inter exhibió en la Supercopa italiana para, con la velocidad de Reyes y Agüero, que parecen haber llegado enchufados esta pretemporada, hacer daño a los zagueros interistas, ya que ni Samuel, ni Lucio se caracterizan por su punta de velocidad.
Los rojiblancos deberán tener muchísimo cuidado a balón parado, una de las rémoras de este equipo en los últimos años. Enfrente estará Wesley Sneijder, cuya prodigiosa pegada en las jugadas de estrategia traerá en jaque a la retaguardia atlética.
Con la ausencia de Tiago, que ha entrado en la convocatoria, pero no será titular, habrá que ver quién mueve al equipo y, sobre todo, quien da ese último pase a Agüero y Forlán que rompa el muro negriazul.
Reyes será fijo en banda derecha, pero la duda estriba en ver si Quique se decantará por Fran Mérida, Jurado o Simao en la izquierda. Gran parte de las posibilidades de triunfo pasarán por las botas de estos hombres.
Mi pronóstico es incierto, aunque sin duda afronto el choque con altas dosis de ilusión. Un dato para la esperanza: en años pares la Supercopa de Europa ha sido siempre para el campeón de la UEFA en las últimas seis temporadas, con sorpresas como que el Zenit de San Petesburgo ganara al Manchester en 2008 (2-1) o el Sevilla al Barça en 2006 (3-0).
Además, el privilegio de ganar los seis títulos sólo debe estar a la alcance de un equipo de la talla futbolística del Barça. El viernes hay que poner freno a la racha interista.