lunes, 24 de febrero de 2014

Volvió El Sadar, y volvió la maldición

Es El Sadar un estadio difícil para cualquier rival, pero en el que el Atlético de Madrid, especialmente, había tenido serios problemas para ganar en la historia reciente.
En la primera década del siglo XXI, el Atleti había cosechado allí una única victoria (1-2 en la 2006-07, en el último partido de Fernando Torres como rojiblanco); un empate (0-0 en la 2008-09) y ocho derrotas: seis en Liga (2002-03- 1-0; 2003-04- 1-0; 2004-05- 1-0; 2005-06- 2-1; 2007-08- 3-1; y 2009-10- 3-0), la última de ellas costó la destitución a Abel; y dos en Copa del Rey (semifinales de la 2004-05- 1-0; y octavos de la 2006-07- 2-0), que en ambos casos supusieron nuestra eliminación.
Desde 2006, el estadio dejó de llamarse El Sadar para denominarse Reyno de Navarra (por razones de patrocinio), cambio que el Atleti “aprovechó” para cosechar la reseñada victoria del último año de Torres. Desde entonces, un empate, dos derrotas, pero las tres últimas visitas habían sido triunfos.
2-3 en la 2010-11 (con hat-trick de Diego Costa, después de que Quique sentase a Forlán); 0-1 en la 2011-12 (gol de Godín); y 0-2 el año pasado, con un doblete de Diego Costa, que campó por su Reyno con cinco goles en tres partidos...
Eran tiempos del Reyno de Navarra. Pero ese patrocinio del Gobierno navarro acabó, y desde esta temporada el estadio pamplonica vuelve a ser El Sadar (en honor al río Sadar, que atraviesa la capital navarra).
Y VOLVIÓ EL SADAR
Y volvió la maldición. Nunca sabremos qué habría ocurrido si en el minuto tres el disparo que realizó Diego, tras una colada de Filipe hasta la cocina, hubiera entrado. Pero el balón se marchó fuera; y en el minuto cinco, un corner botado desde la izquierda por Armenteros fue rematado en una perfecta volea por Cejudo, que entró solo, solo, solo desde el flanco derecho de la frontal del área (1-0).
“Bueno, mejor en el cinco que en el 85”, pensé mientras miraba cómo en los bares cada vez hay más gente que se alegra de los goles en contra del Atleti...
Sin embargo, el Atleti nunca estuvo cerca de empatar. A cada balón dividido, llegaban antes los de rojillo; en cada disputa, los pamplonicas ponían un poco más; y cuando el Atleti controlaba la pelota, se veía rodeado de tres rivales.

NO ME GUSTÓ EL ONCE
No me gustó la alineación del Cholo. Villa, Diego Ribas y Adrián para jugar en El Sadar es demasiada clase y poco nervio. Era un ferviente defensor del ex del Depor, pero esta temporada no ha dado ni una sola muestra de volver a ser el del primer año. Ya no le sale un regate y se le ve desconectado en la mayoría de acciones.
Tras dos semanas de parón, Villa lo intentó, pero se le vio lento en varias ocasiones.
En cuanto a Diego, voy a empezar a plantearme el comentario que me hizo mi amigo César acerca de si sobra en este equipo. Aparece constantemente, se ofrece cada segundo, el juego gira en torno a él... pero él gira en torno a sí mismo. Se mareó en regates infinitos que no llevaron a ninguna parte, y no fue capaz de dar ningún pase decisivo ni de encontrar puerta con ningún disparo.

OSASUNA ACERTÓ TRES DE CUATRO
La desgracia quiso que a la caraja rojiblanca se le uniera el día de suerte de los navarros, que a los 20 minutos se encontraron con un zurdazo de Armenteros desde 20 metros que se coló ajustadísimo al palo derecho de Courtois (2-0).
A partir de entonces, el Atleti intentó correr un poquito más y enmendar un desaguisado que ya olía bastante a quemado.
Villa tiró una pared con Diego Costa (de lo poco que hizo), pero el hispano-brasileño la pegó desviada desde la frontal. Unos minutos más tarde, Mario Suárez no cabeceó por centímetros una falta bien puesta por Gabi; y un fuera de juego (inexistente) de Villa le privó de aprovechar un buen pase interior de Mario.
La posible remontada pasaba porque hubiera un gol antes del descanso... Pero no de Osasuna. Enésimo balón perdido en medio campo, centro desde la izquierda de Damiá y cabezazo de Roberto Torres, entre los dos centrales, para poner la puntilla (3-0).
El castigo era excesivo para los colchoneros, que habiendo dominado durante gran parte del primer acto, veían como Osasuna sumaba tres goles en cuatro disparos.
Pero, a veces, el fútbol es así de duro, y el Atlético de Madrid no hizo nada para remediarlo, ya que su primer tiro a puerta (entre los tres palos) no llegó hasta el minuto 80.

ARDA Y RAÚL, MEJOR QUE DIEGO Y VILLA
El inicio de la segunda mitad dio buena muestra de que el Atleti ni tan siquiera plantaría batalla, cuando Cejudo estuvo a punto de hacer el cuarto en una volea al lateral de la red.
En la última media hora, Arda Turan dio más pases peligrosos y Raúl García hizo más disparos a portería que Diego y Villa en una hora.
En sendas combinaciones entre ambos, en la primera el navarro conectó una volea que lamió el poste; y en la segunda su zurdazo picado lo salvó Andrés Fernández.
El resto, cada uno la guerra por su cuenta, en una internada por la derecha de Juanfran quien, tras irse de dos, tira en vez de centrar; o una jugada personal de Diego Costa, que tras tres recortes la pega fatal.

SUEÑOS Y PESADILLAS
Esta noche, me he levantado varias veces, sobresaltado, soñando con que era el Milan el que nos metía tres y nos dejaba fuera de la Champions. “¡No, no, no lo podemos perder todo!”, me repetía angustiado. Al despertar, con un sudor frío, me concienciaba de que todo había sido una pesadilla. Aún no hay nada perdido. Sin embargo, ese sueño refleja el temor a que una temporada de ensueño pueda quebrarse en un mes. Hace dos semanas, regresaba el fantasma de los derbis (gol en contra en cinco minutos); anoche, lo hacía el de El Sadar.
El domingo llega al Calderón el derbi liguero más importante en décadas. El liderato sigue en juego. Por favor, disipen los fantasmas. Este Atleti, se ha ganado el derecho a seguir soñando.

jueves, 20 de febrero de 2014

El Atleti consigue una victoria de prestigio: San Siro

No es el Milán que goleó 5-0 a la Quinta del Buitre en las semifinales de la Copa de Europa de 1989 (marcaron Ancelotti y Rijkaard); ni el Milán que endosó un 4-0 en la final de la Champions de 1994 al Dream Team de Cruyff; pero repasando las estadísticas a las que hice mención esta semana, ni Barcelona, ni Real Madrid han sido capaces de ganar a este Milán en San Siro en los últimos años. Los culés han empatado en su visita este año en la fase de grupos (1-1); el año pasado se pegaron un tremendo susto en octavos (2-0), aunque luego remontaron en el Camp Nou (4-0, con un gol de Villa); y en 2012 también se cruzaron en cuartos, con un peligroso 0-0 en Italia (después el Barça ganó 3-1 en Barcelona).
Por su parte, el Real Madrid empató 2-2 y 1-1 en la fase de grupos de 2010 y de 2009, y jamás en su historia ha vencido allí.
El último equipo español que había triunfado en San Siro fue precisamente el Barça de Frank Rijkaard en 2006, también 0-1 (Giuly). Ese año, ganó su segunda Champions...

UN MILÁN MÁS FUERTE QUE EN EL CALCIO
Así que no es San Siro una plaza fácil de conquistar, más cuando todos los expertos en fútbol internacional de los diferentes medios reconocieron que el heptacampeón de Europa fue anoche mucho mejor que el del Calcio italiano (va noveno), incluso en su mediocre juego de la segunda mitad...
Salió el Atleti fuerte, apretando al Milan muy arriba, y en una de las primeras jugadas, en un balón suelto, presionaron en la mismísima área milanista Raúl García, Koke e Insúa como jabatos. Sin embargo, esa efervescencia duró apenas diez minutos, dando paso a un mayor dominio milanista que desembocó en dos sustos de infarto.

DOS SUSTOS EN FORMA DE PALOS
En el primero, al cuarto de hora, Miranda pierde el sitio al salir a taponar a la banda una subida de Taarabt (el marroquí cedido este invierno por el Queens Park Rangers fue el más incisivo de los italinos) y el hueco lo aprovecha Kaká para, solo dentro del área, sacarse un trallazo al larguero. No la tocó Courtois, por más que insistiera Carlos Martínez.
Sí que lo hizo sólo tres minutos más tarde. Taarabt vuelve a ponerla desde la derecha y Poli, solo entre los dos centrales, cabecea a la red... pero Courtois la despeja al palo con una manopla derecha milagrosa (dejé bendecido a este chico desde que le entrevisté...).
Parecía ir de ex madridistas la cosa. Kaká, Poli (Rincón, bromeaba con mi padre) y de nuevo Kaká. El brasileño, que no corre, pero le sigue sobrando clase, se sacó un derechazo lamiendo el larguero, tras un taconazo de Balotelli. Fue, por suerte, el último susto de la noche. Corría el minuto 30.

EL ATLETI “PEGÓ” BIEN
Un Balotelli, por cierto, que parecía sedado. Su habitual carácter díscolo no afloró en toda la noche, incluso cuando en un balón perdido en línea de fondo Miranda le propinó un manotazo (involuntario) y fue al italiano a quien pitaron falta.
No pegó mucho el Atleti en San Siro. Pero pegó bien. Insúa se ganó la amarilla por un tackling a De Sciglio que provocó que tuviera que ser sustituido. Y se llevó otra tarjeta Diego Costa por derribar a Balotelli, que en la caída se hizo daño en el hombro y tuvo que ser retirado faltando quince minutos. Fue un respiro (su regate a Miranda en el primer tiempo, de crack...).

MEJORÓ EN LA SEGUNDA PARTE
En toda la primera parte, el equipo madrileño sólo fue capaz de encontrar portería en un par de cabezazos blandos de Raúl García y Godín, que atrapó sin problemas nuestro viejo amigo Abbiati. En la segunda parte cambió la historia. Dice Courtois que fue por la charla dada en el descanso por el Cholo, que decidió retrasar unos metros a Raúl García y, con cinco en el medio, crear ventaja en la franja ancha. Otros dicen que fue porque al Milán se le acabó la gasolina.
Lo que sé es que en el segundo acto el conjunto rossonero no creó ninguna ocasión clara y que en sólo cuarto de hora el Atleti ya había lanzado dos avisos, en un zurdazo de Raúl García desviado, y en una espectacular chilena de Diego Costa que se marchó arriba.
El tiempo fue corriendo, y la incertidumbre del 0-0 se mantenía, con la peligrosidad que este resultado implica de cara a la vuelta (no te vale ningún empate para pasar).
Pero el Atleti se fue haciendo dueño del choque. Raúl García probó nuevamente a Abbiati, que detuvo en dos tiempos (todavía recuerdo un balón que se le escapó en el Camp Nou, en su año de rojiblanco, y que nos costó un gol de Deco); y disparó alto en una bonita jugada trenzada por Gabi, Koke y Juanfran.

LA VORACIDAD DE DIEGO COSTA
Y cuando parecíamos abocados a las tablas sin goles, apareció Diego Costa. Corner botado al primer palo por Gabi, despeje hacia atrás de Abate, y el hispano-brasileño que da uno, dos, tres, cuatro pasos atrás para, adelantándose al propio Miranda (en mejor posición) acometer un potente testarazo a la red (0-1).
Ese hambre de gol, ese instinto depredador que le hace “quitar” el tanto hasta a sus propios compañeros, es lo que le tiene a un gol de Cristiano (22) como Pichichi en la Liga, y estar como quinto máximo goleador de esta Champions (Ibrahimovic, 10; Cristiano, 9; Messi, 7; Agüero, 6; Diego Costa, 5) habiendo jugado sólo cuatro partidos.
Su voracidad, es la voracidad de este equipo, que 17 años después quiere volver a unos cuartos de final de la Champions. En la última, el Cholo Simeone acabó con calambres, intentando meter a su equipo en semifinales. Den por seguro, que este año volverá a hacer lo imposible por llevar al Atleti a lo más alto. En tres semanas (11 de marzo), hay que rubricarlo en el Calderón. El sueño continúa.

martes, 18 de febrero de 2014

El Atlético de Madrid jugará en San Siro por primera vez en Europa

El Atlético de Madrid visita mañana el estadio del segundo equipo más veces campeón de Europa (Real Madrid, 9 -Última 2002; Milan, 7 -2007; Bayern Munich, 5 -2013; Liverpool, 5 -2005; Barcelona, 4 -2011; Ajax, 4 -1995) y lo hace por primera vez en competición europea.
Pese a que el rojiblanco es uno de los clubes más laureados de Europa (una Recopa, dos UEFA Europa League, dos Supercopas de Europa, una Copa Intercontinental, y un subcampeonato en la Copa de Europa de 1974) jamás se ha enfrentado al Milan en partido oficial en torneos de la UEFA.
LA COPA LATINA, ÚNICO PRECEDENTE
Sólo existe un precedente, en 1951, en las semifinales de la Copa Latina (competición que entre 1949 y 1957 enfrentaba a los campeones de las ligas de España, Italia, Francia y Portugal, y que desapareció con la consolidación de la Copa de Europa, creada en 1955).
El resultado fue de 4-1 para el equipo transalpino, con goles de Renosto (2) y Nordhal (2), mientras que la diana rojiblanca la anotó el sueco Henry Carlsson, que formó delantera con Juncosa, Mascaró, Pérez Paya y el gran Adrián Escudero.

PRIMER CRUCE EN CHAMPIONS
El hecho de que el Atleti sólo acumula cuatro participaciones en la Champions (1996, 2008, 2009 y 2013) desde que se implantó el formato de liguilla (en 1993) le ha privado de enfrentarse a un conjunto como el rossonero, algo que en estos últimos años sí han hecho el Real Madrid, el Barcelona o incluso el Málaga (el año pasado) y el Deportivo de la Coruña (2004).

SÍ SE HA VISTO CON BAYERN, MANCHESTER, AJAX...
El Atlético de Madrid se ha medido a grandes conjuntos de Europa a lo largo de su historia. El Bayern de Munich en la mencionada final de Copa de Europa de 1974 (1-1 con gol de Luis Aragonés en la prórroga; y 4-0 en el desafortunado desempate).
El Manchester United en unos octavos de final de la Recopa de 1991 (3-0 en la ida con goles de Futre (2) y Manolo; y 1-1 en la vuelta con tanto de Schuster), en uno de los primeros grandes partidos europeos que le vi al Atleti de niño.
El Ajax de Amsterdam, en las semifinales de la Copa de Europa de 1971 (1-0 con gol de Irureta en el Calderón, y derrota 3-0 en Holanda) y en los tristemente recordados cuartos de final de la Champions de 1997 (1-1 en Amsterdam, gol de Esnaider; y 2-3 en Madrid, Kiko y Pantic).
O más recientemente el Liverpool, en la liguilla de la Champions de 2008 (1-1 en España, gol de Simao; y 1-1 en Inglaterra, Maxi) y en las recordadas semifinales de la UEFA Europa League de 2010 (1-0 en el Calderón y 2-1 en Anfield, con goles en ambos encuentros de Forlán).

ESTADÍSTICAS
Como quiera que nunca se han medido entre ambos en competición europea, cabe destacar las estadísticas que acumulan Milan y Atlético ante rivales de España y de Italia respectivamente.

El conjunto rossonero ha jugado 53 partidos ante equipos españoles (Barcelona 19; Real Madrid 15; Deportivo 6; Athletic 2; Betis 2; Espanyol 2; Sporting 2; Celta 2; Málaga 2; y Sevilla 1), con un balance de 18 victorias; 13 empates; y 22 derrotas.

Por su parte, el Atlético de Madrid se ha enfrentado en 19 encuentros a conjuntos italianos (Fiorentina 4; Parma 4; Lazio 4; Cagliari 2; Roma 2; Udinese 2; e Inter 1), con un bagaje de 10 triunfos; 2 empates; y 7 derrotas.

UN ESCENARIO PARA HACER HISTORIA
Se trata de un escenario ideal para seguir haciendo historia y que el Atlético de Madrid se plante en unos cuartos de final de la Champions League casi dos décadas después. La última que lo hizo, un joven centrocampista argentino se dejó el alma en el campo para intentar meter al equipo en semifinales, hasta el punto de que tuvo que abandonar el campo, desfondado, por culpa de un calambre en una encarnecida prórroga ante el Ajax. Ese joven era Diego Pablo Simeone, que ahora intentará llegar más lejos desde el banquillo rojiblanco.

domingo, 16 de febrero de 2014

¡Raúl García selección!

No sé si les he hablado ya en alguna ocasión de un compañero de butaca que se sienta dos filas “odia” a Raúl García. Por desgracia, este chico representa el sentir de un amplio sector de la afición atlética, por lo que leo habitualmente en foros o escucho en diversos círculos colchoneros.
detrás de mí, que se puede decir sin exagerar demasiado que
Cuando Raúl García marca (como ayer a los dos minutos, tras rematar junto al palo una falta ensayada sacada a la frontal del área por Gabi -1-0-) suelo mirarle en tono amistoso e invitarle a que cante con el resto del estadio a coro con la megafonía el Raúl ¡Garciiiiiiía!
Cuando Raúl García realiza alguna acción de mérito (como ayer cuando a los cuatro minutos pegó un magnífico pase en largo de unos 40 metros para dejar solo a Diego Costa, y que éste pusiera el 2-0 con una vaselina con la zurda por encima de Mariño) también me doy la vuelta y suelo comentarle algo parecido a “vaya pase que se ha marcado Raúl García, ¿eh?”.
En muchas oportunidades suele responderme con una media sonrisa algo parecido a “sí, hay que reconocer que está haciendo buena temporada”.
Ahora, cuando Raúl García pierde un balón en la frontal, suele soltar algo así como “el hombre sin recursos”; cuando cae derribado en alguna jugada dudosa le grita “¡vago!”; o si falla en alguna acción teóricamente sencilla le espeta algo parecido a: “Anda a ver si coges a Adrián y os vais de aquí ya”.
Cuando ayer el Vicente Calderón despidió al navarro con el cántico de “Raúl García, loroloroloro, Raúl García”, comentó: “Ahora va a resultar que es ídolo de masas”. A lo que le respondí: “Verás cuando dentro de poco se comience a cantar el Raúl García selección”.

DEL BOSQUE YA HA VALORADO SU TEMPORADA
Y no en vano es algo sobre lo que se ha hablado y Vicente Del Bosque ya reconoció la notable campaña del centrocampista navarro. De no ser por la amplia y excelsa nómina de jugones que desempeñan una posición similar (Iniesta, Cesc, Cazorla, Mata...) sin duda ha hecho méritos más que suficientes para acudir al Mundial. Y más cuando esta semana hemos comprobado cómo un futbolista como Jesé (14 partidos en Primera) ya se autoreivindica como internacional.

SEIS AÑOS DE ROJIBLANCO
Raúl García cumple su sexta campaña en el Atlético de Madrid y es ya el tercer capitán del equipo (detrás de Gabi y Tiago), ejerció como tal en el derbi del pasado martes y, como bien me apuntó otro compañero de abono, “fue el único que se enteró de qué nos jugábamos con el Madrid”.
Fue el que más cerca estuvo de marcar (con un poste en los primeros minutos) y el único que se “pegó” con los madridistas, en un pique con Xabi Alonso con el que al menos demostró que perder este partido le dolía. Creo que no se pudo decir lo mismo de sus demás compañeros.

14 GOLES: 8 DE ELLOS, EL PRIMERO
Con el de ayer Raúl García suma 14 goles (siete en Liga; cuatro en Copa; y tres en Champions), de los cuales ocho fueron el primer gol del Atleti (abrió el marcador ante Rayo; Valladolid -en ambas vueltas- y Getafe, en Liga; Austria de Viena; y Oporto, en Champions; y Sant Andréu; y Valencia, en Copa, además de poner el decisivo 1-1 en el complicado partido de cuartos en San Mamés).
Es el segundo máximo goleador del equipo tras los 26 goles de Diego Costa (21 en Liga; cuatro en Champions; y uno en Copa); por delante de Villa, con 13 (11 en Liga; uno en Copa y uno en Supercopa); de Arda, con siete (tres en Liga; dos en Champions; y dos en Copa); o los cinco de Godín (dos en Liga; dos en Copa; y uno en Champions), que ayer marcó su quinto gol (los cinco de cabeza) esta temporada (cuatro de ellos en los dos últimos meses), con un imponente testarazo al saque de un corner (3-0).

RENOVADO HASTA 2018
A estos extraordinarios números, Raúl García les añade la buena noticia de que ayer se oficializó que amplía su contrato de 2015 a 2018, lo que, de cumplirse, le metería en la historia del Atlético de Madrid con diez temporadas defendiendo la rojiblanca (de momento tiene sólo 27 años).
He querido centrar mi crónica en el futbolista navarro, ya que creo que es de justicia ensalzar la enorme temporada de un hombre muchas veces vilipendiado, y que hay que recordar que tuvo que volver a su Pamplona natal la temporada 2011-2012 (le descartó Manzano), de donde Simeone le repescó tras marcar, sólo en Liga, once goles.

TAMBIÉN DESTACARON MARIO Y GODÍN
Del partido no hay mucho que contar. Las posibles dudas tras tres derrotas consecutivas (algo inédito hasta ahora en la “era Cholo”) se disiparon a los cuatro minutos con los dos mencionados goles; el Valladolid apenas compareció (sólo Javi Guerra chutó fuera en una volea al inicio de la segunda parte); y al buen partido de Raúl García se sumaron Mario Suárez y el ya mencionado Diego Godín.
El uruguayo, además del gol, estuvo imperial en defensa despejando por alto todo balón suelto en el área, y estuvo a punto de hacer un doblete con un cabezazo a bocajarro que salvó Mariño (antes del gol), y con un zurdazo muy cruzado en una de sus habituales subidas al ataque (él robó la bola y el finalizó la jugada tras un buen pase largo de Diego).
En cuanto a Mario Suárez, la suerte ha querido que su vuelta haya coincidido con los problemas físicos de Tiago (menos mal que aguantó hasta aquí) y ayer rozó el gol con un cabezazo a la parte superior de la red (en la primera parte), y otro testarazo al larguero (en la segunda). De esta guisa ya estuvo cerca de marcar a Casillas en el derbi, con lo que el de Alcobendas ya merece estrenarse esta temporada como goleador.

SAN SIRO: VUELVE LA CHAMPIONS
El Atleti mantiene una semana más el pulso liguero, y el miércoles llegará uno de los retos más apasionantes de toda la temporada. Unos octavos de final de la Champions en San Siro ante un siete veces campeón de Europa. Hay quien dice que los rojiblancos harían bien en no confiarse contra el Milan por su mal momento (noveno, a 12 puntos de la Champions y a 30 de la Juve, líder...). Pero estoy convencido de que en una plantilla donde, si no me equivoco, sólo tres de sus futbolistas han jugado en San Siro (Villa, Diego y Tiago) la motivación será la máxima. Por favor, sigan alargando el sueño.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Para esto, mejor no presentarse

Este derbi fue un partido especial para mí. Antes siquiera de haberse celebrado la ida (lógicamente, si no, no lo habría hecho) compré dos entradas para mi tío (madridista) y mi primo (atlético) para que nos acompañaran a mi padre y a mí en lo que se preveía una cita apasionante, víspera de una gran final de la Copa del Rey.
Entramos diez minutos tarde, ya que se nos fue la hora en el bar y la cola en la puerta 36 fue de 20 minutos (no sé con qué celeridad hacen los cacheos, pero es el segundo partido -también ocurrió con la Real- en el que el tiempo de espera en la cola se eterniza). Así que antes de sentarme comprobé con desolación como el resultado era ya de 0-1.
OTRO PENALTI TONTO DE MANQUILLO
Viendo las repeticiones posteriormente, Manquillo traba a Cristiano Ronaldo igual que lo hiciera dos semanas antes en Vallecas con Bueno. Lo hace sin querer, pero arrolla. El chico es un gran lateral, pero debe hacerse mirar esos errores si quiere ser un buen defensa.
A renglón seguido, Raúl García estrella un balón en el poste en la única ocasión clara del Atleti en todo el partido. Dos minutos después, penalti claro de Insúa a Bale, que entra a lo loco y se lleva al extremo galés. Con acciones así, normal que Simeone ponga a Juanfran de lateral izquierdo. Lo preocupante, la escalofriante lesión de Manquillo (en el campo lo vi con claridad y pensé que se partía el cuello) que le tendré un mes de baja. Cristiano, que provocó su lesión en un choque, no fue a preocuparse por el chaval hasta que ya se retiraba, después de tirarse dos minutos protestando y haciendo aspavientos por la amarilla que le mostró Undiano.
Pero nos habíamos quedado en el penalti. Cristiano bate a Aranzubía de forma similar al 0-1, con un tiro ajustado al palo derecho del meta. Sólo quince minutos y 0-2. Parecía haber vuelto el viejo y fantasmagórico guión de los derbis que hemos padecido durante trece años...

PARA JUGAR ASÍ, MEJOR HACER COMO EL RACING
La reacción del Atleti fue correr detrás del balón (pero poco), mirando cómo los de blanco movían la pelota y sin pasar de medio campo. En tu estadio, con un 0-2 en el marcador y un 0-5 en la eliminatoria, y el Atlético de Madrid se dedicaba a esperar al Real Madrid en su propio campo (37%-63% en posesión).
Así que visto el espectáculo, dije en voz alta y con un enfado mayúsculo que para eso mejor haber hecho con el Racing de Santander. Nos plantamos en medio campo, decimos que no jugamos, les damos la mano, y les felicitamos por haber llegado a la final. Sinceramente, me habría parecido una derrota más digna que el lamentable espectáculo perpetrado anoche por los de rojiblanco.

ME DECEPCIONÓ SIMEONE
Un espectáculo auspiciado por Simeone, al que no puedo poner más que un sobresaliente como nota a su labor como entrenador colchonero, pero ayer me decepcionó.
Cuando escuché la alineación rojiblanca en los diferentes medios, me resignaba a creerla. Mantuve la esperanza hasta el último momento de que no fuera cierta. Y es que, teniendo en cuenta que Diego Costa, Villa y Courtois estarán disponibles contra el Valladolid, dejar en el banquillo a cuatro titulares más como Juanfran, Godín, Gabi y Arda, me parece sencillamente un insulto cuando lo que había después de este partido era una Final. Con mayúsculas. Vale que las posibilidades de remontada eran ínfimas, pero si había un uno por ciento (convengamos que al menos un uno por ciento el Atleti tendría de remontar), había que apurar esa opción.
Y no entiendo como un hombre del carácter ganador, temperamento indomable y sangre caliente del Cholo, es capaz de presenciar a su equipo, contra el Real Madrid, en una primera parte como la que se hizo, y que no le devore la rabia.

E IGUAL NOS CIERRAN EL ESTADIO
En el descanso vi como un jugador madridista caía al suelo por el impacto de un objeto lanzado desde la grada. Es obvio que hay que censurar este tipo de actitudes (que por desgracia es habitual ver en los estadios de España). Pero como lo que se premia es la puntería, y el objetivo alcanzado fue el premio gordo, Cristiano Ronaldo, no me extrañaría nada, y hablo en serio, que nos cerrasen el estadio. Igual hasta nos toca la clausura en el partido de Liga ante el Real Madrid. Que se juegue en el Bernabéu. Al fin y al cabo, en el Calderón seguimos sin ganarles desde el 99...

MENOS RIDÍCULO EN LA SEGUNDA PARTE
En la segunda parte la vergüenza fue un poco menor, y al menos se vieron dos ocasiones claras, en un testarazo de Mario Suárez cerca del poste en un corner; y en una volea de Sosa que le salió centrada y se encontró la parada salvadora de Casillas (la única de mérito que ha tenido que hacer en 180 minutos... lamentable).
Por su parte, Cristiano Ronaldo pudo hacer su hat trick tras controlar con el pecho un centro al segundo palo de Carvajal que se comió... Juanfran (ojo con esto, que también es preocupante). Por fortuna, lo estrelló contra el pecho de Aranzubía,

REGRESO AL PASADO
Hemos dicho adiós a la Copa tras una semifinal en la que considero que hemos dado un enorme paso atrás respecto a nuestros enfrentamientos contra el Real Madrid. El 3-0 y el 0-2 me han recordado a tiempos cercanos, como si la insurreción mostrada en la Final de Copa de mayo y en la victoria liguera en el Bernabéu de septiembre no hubieran existido. Ojo, nadie nos las quitará ya, obviamente, pero valoro esta eliminatoria como un retroceso respecto a la moral que se había ganado en esos envites.
El próximo será el de Liga, el domingo 2 de marzo en este mismo escenario (si no nos cierra Cristiano el estadio). Y en esa ocasión no se podrá fallar. No valdrá escudarnos en la mala suerte, los penaltis, las provocaciones, las lesiones o la diferencia de Presupuesto. Ese día habrá una Liga en juego, y no se puede regalar. Ya les hemos invitado a una Copa.

domingo, 9 de febrero de 2014

Nos pinchan el globo

Tengo un amigo (del Barça) que lleva diciéndome desde diciembre que el “globo” del Atleti se está
desinflando. Me lo repitió especialmente después de empatar con el Sevilla (ellos habían empatado con el Levante...).
Otro amigo (del Madrid) colgó el otro día en un grupo de whatsapp lo siguiente: “Los servidores de ICloud de Apple llevan varias horas colapsados debido a que todos los aficionados del Atlético de Madrid están bajando de la “nube”... Se restablecerá el servicio lo antes posible”.
Y han sido muchos los chistes de los madridistas tras el 3-0 (se nota que lo estaban pasando mal) y los comentarios del tipo: “Por fin las aguas han vuelto a su cauce”.
Pero como dije en mi última crónica: “Cuando miro el inicio del caudal del agua, sigo viendo en lo más alto de la Liga al Atleti”. Anoche esto se acabó.

ERA UN PARTIDO IMPORTANTE
Y era un partido importante, muy importante, precisamente para acallar a todas esas voces que llevan diciendo seis meses: “El Atleti ya caerá. El Atleti ya aflojará. El Atleti ya pinchará...”.
Era un partido muy importante porque tras el primer varapalo de la temporada, con ese 3-0 en el Bernabéu, debían demostrar que el equipo sigue fuerte y que no iban a abandonar facilmente lo que han alcanzado con tanto esfuerzo. Porque han sido 22 jornadas luchando por el liderato con el Barça, empatados a puntos muchas fechas y sólo por detrás por el goal-average. Y cuando por fin consiguen el merecido y ansiado primer puesto... lo pierden en sólo una semana en el campo del cuarto por la cola tras un partido muy triste.

NO TIRÓ A PUERTA
Un partido en el que el Atleti se marchó sin hacer ni un solo disparo a puerta, ya que Diego Costa ni la olió, y sólo Diego lo intentó en varias oportunidades, pero todas disparos lejanos que no encontraron portería.
Nunca imaginé que el desenlace pudiera ser el 2-0 final. El Atleti salió mejor, y en los siete primeros minutos tuvo dos peligrosos acercamientos por la derecha. El primero en un centro de Raúl García que blocó en dos tiempos Esteban; y en el segundo, tras un gran pase interior de Diego, Manquillo centra picando la pelota por encima del meta almeriense, pero la zaga local despeja en área chica. Si tira en vez de centrar, hubiera sido el 0-1. Me gusta en cualquier caso la soltura de Manquillo.

EL SHOW DE TEIXEIRA
Después hubo dos posibles penaltis sobre el Atleti. Primero Trujillo placó a Diego Costa en la frontal del área (difícil saber si dentro o fuera); y después Suso traba a Manquillo en un encontronazo. En la acción de Trujillo, saca ambos brazos para parar al hispano-brasileño. Difícil no verlo...
Mientras tanto, Soriano se dedicaba a parar cada jugada del Atleti en falta. Que Diego recibe en la frontal: falta de Soriano. Que el Atleti sale a la contra: falta de Soriano. Que Gabi intenta revolverse en medio campo: falta de Soriano. Así, hasta nueve (todo el Atleti sólo hizo siete en total) y sólo se llevó una amarilla (que yo ni vi) al borde del descanso.
Francisco, más inteligente que Teixeira, le retiró en el 15 de la segunda, a ver si el árbitro le iba a tomar la matrícula después de 20 faltas... Lamentable.
Fue en esos momentos cuando recordé un comentario de otro amigo, atlético en este caso (Chechu) que me dijo hace un mes: mejor que el Atleti no se ponga primero. En el momento en que lo haga, van a ir a quitarle de ahí...
Y también recordé cómo a finales de octubre, en otro partido en el que el Atleti tampoco estuvo fino, ganó 1-2 gracias a sendos penaltis sobre Villa que desatascaron el encuentro. Anoche no hubo penaltis salvadores.
Siendo justos, diré que Teixeira también se comió una mano de Juanfran a disparo de Suso en el primer acto. Aunque ya compensó pitando el inexistente penalti del 2-0 que terminó de coronar la decepcionante actuación de Aranzubía. Demasiado castigo para el portero riojano.

NO SE PERDIÓ POR EL ÁRBITRO
En honor a la verdad, el Atleti no perdió por el árbitro. Ni mucho menos. Como he dicho, sólo Diego tuvo clarividencia en línea de tres cuartos y chutó a portería. Lo hizo hasta en cuatro ocasiones. Pero sólo en una, tras una buena combinación con Arda y después de un recorte, su disparo lamió el poste. El resto, balas de fogueo.
A falta de 25 minutos, inexplicablemente Simeone quitó al brasileño (como en el Bernabéu. No estará bien de forma...) y a Tiago, al que Barbosa acababa de romper la pierna a un metro del árbitro, que no pitó ni falta... Tiago tiene para un mes por un esguince en el ligamento de su rodilla derecha (por suerte no se lo partió) y se rompió el escafoides de la muñeca izquierda en la caída. Lo dicho, lo de Teixeira de matrícula. Como ha escrito mi compañero Iñako Díaz Guerra en As: "Casanova hace una lista de conquistas y le sale más corta”.

EL ATLETI FUE A POR EL PARTIDO... Y LO PERDIÓ
El Atleti fue a por el partido en el cuarto de hora final, y se encontró con que se lo dio al Almería.
El equipo andaluz, que no pasó de medio campo en 75 minutos, encontró los huecos para llevarse tres puntos de oro. Primero Aleix Vidal protagonizó una contra digna de Messi, en la que dribló a Miranda y a Gabi y su tiro fue de poste a poste. “La suerte del campeón”, quise creer entonces.
Pero se me quitó esa idea de la cabeza en cinco minutos.
“Gili-corner” del Almería, Verza pone un centro que se envenena y Aranzubía se la come por arriba... (1-0).
Lo dije en la ida de los octavos de final de Copa en Valencia. La diferencia entre ir o no ir a por la Copa fue la presencia de Courtois como titular. Un paradón antológico a tiro a la escuadra de Canales lo corroboró. El 1,99 poderoso del belga propició la palomita. El 1,84 de Aranzubía no habría llegado... Eso pasó ayer...
En la recta final, Aleix Vidal rompió esta vez a Godín y su tiro abajo lo despejó con el pie Aranzubía (su única parada del partido). Pero en el 85, el portero riojano estrelló en Jonathan Zongo una cesión de Godín, tras un penoso control, y pese a que consiguió rehacerse y atrapar el balón en la línea, Teixeira interpretó el forcejeo como penalti y le expulsó.
Verza puso el 2-0 a la izquierda de Gabi, portero de circunstancias al que fue “gracioso” ver dar varios pasitos a su derecha por si adivinaba el lado.
El Atleti pierde su segundo partido consecutivo, el segundo en Liga, el liderato y parte de su moral y su crédito. El martes viene de nuevo el Madrid en un encuentro en el que será difícil esperar nada, tengo dudas de cómo se afrontará, y podría ser la tercera derrota en una semana... tras haber sumado sólo una en seis meses. El globo se nos pincha. Helio, por favor, helio.

jueves, 6 de febrero de 2014

Estoy hasta los huevos de perder con estos, de perder en este campo

La frase ya la conocerán la inmensa mayoría de ustedes. Es parte del discurso que Luis Aragonés utilizó para motivar a sus futbolistas antes de la final de Copa del Rey de 1992 que disputó ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu (0-2- Schuster y Futre).
Tras la charla táctica y explicar pormenorizadamente los movimientos propios y del rival, Luis dijo: "¿Lo han entendido? ¿Sí? ¡Pues esto no vale para nada! (dijo golpeando la pizarra). Lo que vale es que sois mejores y que estoy hasta los huevos de perder con estos, de perder en este campo. Lo que vale es que sois el Atlético de Madrid y hay 50.000 que van a morir por vosotros. Hay que morir por ellos, hay que salir y decir en el campo que sólo hay un campeón y va de rojo y blanco".

EL HOMENAJE SE LO DIO EL MADRID
Anoche se había marcado este Real Madrid-Atlético de Madrid como un partido de homenaje a la figura de Luis, que nos dejó este fin de semana. Así lo expresó en la previa Florentino Pérez y los futbolistas de ambos equipos lucieron brazalete negro. Sin embargo, tras el preceptivo minuto de silencio, el homenaje se lo dio el Real Madrid.

Dominó el conjunto blanco durante todo el choque a un Atlético que sumó en los 90 minutos dos disparos a puerta, dos. El primero llegó en un cabezazo de Arda, a centro de Gabi, que rechazó Casillas. Sólo cinco minutos después, en el 17, Pepe puso el 1-0.
Es extraño que Pepe marque un gol y más aún con un disparo desde fuera del área. Pero para ello contó con la colaboración de Insúa, que desvió descolocando a Courtois un balón que posiblemente no iba ni a portería.

UNA SUCIA ESTRATEGIA
Durante toda la primera parte, lo más reseñable del encuentro fue la sucia estrategia del Real Madrid para buscar una amarilla a Diego Costa con la que no jugara el partido de vuelta.
Empujones constantes, un agarrón descarado de Arbeloa (en el minuto 21) que debió ser castigado como penalti, pisotones por detrás (elegante en su línea Arbeloa) e incluso una asquerosa acción de Pepe,
echándole mocos a Costa en una acción a balón parado. Pepe sólo vio la amarilla en el minuto 24 por trabar a Diego Costa en una banda. Arbeloa se fue de rositas.
El hispano-brasileño no supo huir de estas constantes refriegas y se le vio más en el suelo (dejándose caer en varias ocasiones) que con el balón en los pies. 
En el 15 de la segunda, los madridistas vieron cumplido su objetivo, tras una falta de Di María a Diego Costa en la que respondió con un respingo y encarándose como en él es habitual. Pepe celebró la amarilla más que su propio gol, riéndose en la cara del delantero colchonero.
Este tipo de acciones demuestran que en la casa blanca ha cundido el miedo por las dos recientes victorias atléticas en su estadio, y recuerdan a tiempos pretéritos donde los piques entre Buyo y Futre, Pizo y Míchel, o Hierro y Manolo eran el pan de cada día cuando la rivalidad era máxima. También hay que saber jugar este otro fútbol. Y el Atleti no supo. Ni de lejos.

DIEGO, ARDA... DESAPARECIDOS; JESÉ, PROMETE
En lo deportivo también perdió el Atlético. De Costa ya hemos hablado, y jugadores creativos como Diego o Arda no llegaron ni a la hora de partido, sin apenas entrar en contacto con el cuero (algo más el turco). Los dos fueron sustituidos por el Cebolla y Adrián, en sendos cambios que, pese a todo, no comprendo.
El mejor del choque fue un Jesé que, lejos de los cien millones de euros que ha costado Bale, ha hecho bueno el dicho de: “A los canteranos no se les da oportunidades. Ellos derriban la puerta”.
El canario suma ya varios partidos consecutivos de titular, algo que Morata nunca ha conseguido, y ayer fue una pesadilla para la defensa atlética con su velocidad y sus quiebros.

FALLO DE COURTOIS Y OTRO REBOTE
En el segundo acto, Jesé coronó su gran partido cruzando una extraordinaria asistencia al hueco de Di María (2-0). Rematar con la derecha un pase que te viene por detrás desde el lado izquierdo tiene una enorme complejidad. Hacerlo fuerte, aún más. Y ahí entró en escena Courtois, ya que el disparo, como era lógico, no llevaba una gran potencia, y se le coló por debajo del brazo izquierdo. Una vez más, el belga suma fallos a los que no acostumbra ante los blancos. Aunque ya sumó todos los aciertos posibles el día de la gran final del año pasado.
Al borde de la media hora, tuvo el Atlético su segundo disparo a puerta, en un gran cabezazo de Godín en un saque de esquina, que salvó Modric en la línea.
Al minuto de esa jugada, Di María recogió un rechace, la pegó desde lejos, y, otra vez, Miranda desvió la bola para cambiar la trayectoria de la bola y hacer inútil la estirada de Courtois (3-0).

SIN REACCIÓN, NI ORGULLO, NI CORAJE...
No hubo arranque de orgullo alguno. No hubo impulso de rabia, gesto de coraje, o amago de lucha. El Atlético se rindió sin remisión, entregó la cuchara, sacó bandera blanca (nunca mejor dicho). Jamás pensó en que un gol, al menos un gol, daba esperanzas para un partido de vuelta al que su afición ahora acudirá sin fe alguna.
El de anoche no fue el Atleti triunfante y orgulloso que lleva dándonos alegrías toda la temporada. Fue una caricatura más parecida al equipo acomplejado que se ha enfrentado a los blancos en el siglo XXI.

EL PEOR RESULTADO EN EL BERNABÉU EN 31 AÑOS
Para colmo, eligieron un mal día para cosechar el peor resultado en el Bernabéu en los últimos 31 años (en 1983 cayó por 5-0). En todo ese tiempo, los peores marcadores habían sido un 4-1, en 1987 y hace dos temporadas. El resto de derrotas, siempre más ajustadas (2-0, 3-2, 2-1, 3-1...).
Hablar de remontadas es ridículo. Más sin Diego Costa. Más viendo la actitud de anoche. Sin embargo, he escuchado a mucho madridista decir que “por fin las aguas vuelven a su cauce”. Cuando miro el inicio del caudal del agua, sigo viendo en lo más alto de la Liga al Atleti. Por favor, que este borrón no empañe una enorme temporada. Sigan luchando. Que aún quedan muchos frentes abiertos.

lunes, 3 de febrero de 2014

Ahora nadie puede pisar ese escudo

20:50 horas del 2 de febrero de 2014. El Atlético de Madrid acaba de golear 4-0 a la Real Sociedad y por primera vez en 18 años (desde el 25 de mayo de 1996, día en el que se conquistó la última Liga) es líder en solitario de Primera División.
El Vicente Calderón corea al unísono el nombre del hombre que precisamente más veces ha colocado al Atlético de Madrid primero al final de una Liga. “¡¡Luis Aragoneeeeés, Luis Aragoneeeeés, Luis Aragoneeeeés, Luis Aragoneeeeeés!!”. Ganó cuatro Ligas de rojiblanco, tres como jugador (1966; 1970; 1973) y una como entrenador (1977), sólo igualado por Alfonso Aparicio, que como futbolista conquistó cuatro Ligas (1940; 1941; 1950; 1951).
El Calderón rindió tributo al, para mí, personaje más importante en la brillante historia de más de cien años de este conspicuo club. Los sobrecogedores ocho minutos de silencio que guardó el Manzanares en honor al 8 que portaba en su espalda nunca serán suficientes para el hombre que, entre otros muchísimos logros, fue el autor del primer gol en el Vicente Calderón, el 2 de octubre de 1966, ante el Valencia.
Según me enteré de su muerte la mañana del sábado, decidí entrevistar a uno de los hombres que más temporadas compartió con Luis como futbolista (1967-1975), y que vivió su transición de jugador a entrenador, Javier Irureta. Jabo me explicó que Luis se convirtió en entrenador “de un día para otro” (era 1974, y Vicente Calderón destituyó a Juan Carlos Lorenzo en la jornada 9, colocando como técnico a Luis Aragonés, que a sus 36 años aún era jugador de la primera plantilla).
“El primer signo que nos dio de que era el entrenador fue que nos cogió uno a uno y nos empezó a llamar de usted, cuando antes ni se le ocurría llamarnos de usted”, me desvelaba Irureta.

UN LÍDER DE USTED
Desde el cielo Luis puede estar bien orgulloso del equipo de su vida, porque ahora al Atlético de Madrid se le llama de usted. Igual que su familia supongo que ayer asistiría emocionada y con orgullo al precioso homenaje que le hizo el Calderón, coreando su nombre después de cada gol.
Luis Aragonés ha sido una institución en el Atleti y cualquier jugador de esta club debe honrar su memoria, pero creo que fue especialmente bonito el hecho de que el único futbolista de la actual plantilla que ha entrenado a sus órdenes fuera el autor del primer gol.

¿QUIÉN MEJOR QUE VILLA...?
Era el minuto 37, el partido estaba atascado cuando Insúa (que suplió con nota la baja de Filipe) roba un
balón en línea de tres cuartos, abre para Diego Costa y su centro lo remata con la zurda en el primer palo David Villa, por debajo de las piernas de Claudio Bravo (1-0) (Tercer gol consecutivo en Liga).
El Guaje levanta ambos brazos hacia el cielo, y con un gesto emocionado dedica el tanto al Sabio de Hortaleza. David Villa no sólo jugó a las órdenes de Luis Aragonés. David Villa tuvo la oportunidad de debutar en la selección española (el 9 de febrero de 2005) gracias a Luis Aragonés. Nadie mejor para hacer ese tanto.
Un tanto muy importante, porque hasta entonces el Atleti estaba algo atascado, y no había llegado más que en una volea alta de Diego Costa, una tremenda galopada nada más comenzar del hispano-brasileño, y un gol anulado a Villa por fuera de juego.

MINUTOS DE INTRANQUILIDAD
En la segunda parte el fantasma de la pifia que hiciera esfumarse el liderato, como ante el Sevilla, sembró la intranquilidad en el Calderón durante 25 minutos.
Especialmente en los diez primeros, donde la Real Sociedad acumuló hasta cinco corners consecutivos. Su mejor hombre fue Carlos Vela, que protagonizó dos eslalon en jugadas individuales que en ambos casos fueron segados por Godín, contudente, después de que hubiera dejado atrás a varios compañeros.
En uno de ellos, Ansotegi remató fuera por poco un rechace tras un cabezazo de él mismo. Por fortuna, Courtois mantuvo la puerta a cero sin ni siquiera tener que intervenir.

UN PASE DE LUIS ARAGONÉS
Y en el minuto 72, el Atleti hizo aquello que le hizo grande con Luis Aragonés: un contrataque eléctrico. Balón recuperado por la zaga atlética, Raúl García, con el 8 de Luis a la espalda, da un pase largo de unos 30 metros digno del propio Zapatones y pone la pelota en la bota izquierda de Diego Costa, que se planta solo ante Bravo y le bate por el palo largo (2-0). Vigésimo gol en Liga.
“¡¡Luis Aragoneeeeés, Luis Aragoneeeeés!!”, coreaba el público del Manzanares todavía cuando, en un corner botado por Koke, Miranda cabeceaba el 3-0. Su primer gol liguero (suma otros dos en Champions).
La Real se rindió, y el Atleti cerró la goleada gracias a un golazo de Diego Ribas, al que le bastó media hora, y cero entrenamientos con sus nuevos compañeros, para ver puerta. Controló dentro del área un centro del Cebolla, sentó a Íñigo Martínez, y fusiló a Bravo por arriba (4-0).

JUSTO HACE DOS MESES ESCRIBÍ SOBRE ÉL
El día 1 de febrero de 2014 una leucemia se ha llevado a Luis Aragonés. Dicen que llevaba sólo dos meses luchando contra este cáncer de la médula ósea.
Es curioso, porque justo dos meses antes, el 1 de noviembre de 2013, Luis Aragonés fue el protagonista de mi crónica bajo el título “Ganar, ganar y ganar y volver a ganar”, después de que Simeone se expresara en términos similares a la mítica frase del Sabio, tras ganar en Granada.

"Y USTED NO PISE ESE ESCUDO"
Ocho años antes, un 12 de noviembre de 2005, España goleó a Eslovaquia por 5-1 en la eliminatoria de repesca para el Mundial de Alemania (ese día estuve en el Vicente Calderón). Luis Aragonés era el seleccionador nacional, y en un lance del encuentro, el cuarto árbitro, un italiano, le pidió a Luis que no se saliese del área ténica de su banquillo. “¡Y usted no pise ese escudo!”, le replicó el Sabio de Hortaleza, ya que el colegiado había pisado el escudo del Atlético de Madrid dibujado en el césped.
Así era Luis Aragonés. Genio y figura. Vehemente, altanero y respondón. Temperamental, mordaz y castizo. “Y del Atlético de Madrid hasta la muerte”, me sentenció Irureta. Tranquilo Luis, ahora, nadie puede pisar ese escudo. Está en lo más alto. Donde tú siempre quisiste. Donde tú estás ahora. Hasta siempre Luis. Muere el hombre, la leyenda continúa.

sábado, 1 de febrero de 2014

Javier Irureta: "Cuando perdía, era mejor no estar cerca de Luis. Era un ganador nato"

Esta mañana he despertado con dos mensajes que me anunciaban que Don Luis Aragonés había muerto. Con sólo 75 años, y sin que nada se hubiera hablado sobre la leucemia que padecía, Luis se ha ido y con él, un gran pedazo del Atlético de Madrid muere.
Desde hace tiempo tengo su número de teléfono grabado en mi agenda, pero nunca me había decidido a dar el paso de llamarle para pedirle una entrevista. Su fuerte carácter y su temperamento hosco me hacían temer una mala respuesta que frustrara mis intenciones de conversar con él. Después de haber entrevistado al máximo goleador en Liga en la historia del Atleti, Adrián Escudero, también ya fallecido, y al jugador con más partidos, Adelardo Rodríguez, me quedaba él. Al que siempre he considerado como la figura más representantiva en la historia colchonera. Diez años jugador; 15 entrenador; leyenda para la eternidad.
Siempre pensé que tendría tiempo para hacerlo. Ya no. Y su marcha me deja un pesar que ya nunca podré quitarme, por haber perdido la oportunidad de entrevistar a tan insigne personaje.
Quiero escribir un largo post a modo de homenaje. Pero de momento he entrevistado a una de las personas que mejor le conocieron en su etapa de futbolista, Javier Irureta. Aquí os dejo la noticia que he hecho para Agencia EFE.

Javier Irureta coincidió con Luis Aragonés en el Atlético de Madrid durante ocho temporadas (1967-1975), tiempo en el que aprendió del Sabio de Hortaleza de su carácter de "ganador nato", el cual hacía que "cuando perdía, era mejor no estar cerca de él, le cambiaba el humor".

Javier Irureta cuenta a Efe que se ha enterado del fallecimiento de Luis Aragonés Suárez (Madrid, 28 de julio de 1938 - Madrid, 1 de febrero de 2014) a las nueve de la mañana, por la llamada de sus hijas.
"No sabía que estaba enfermo, me ha cogido totalmente por sorpresa. Hace un mes estuve con él en una comida en el Vicente Calderón con ex compañeros y le vi fenomenal. Aunque me dijo algo que me dejó pensativo: cada año que pasa es como si me cayeran diez más. Pero le dije que era algo normal", desvela nostálgico.
Irureta comenta que aquel día Luis estaba "muy efusivo y cariñoso" y que estuvieron riendo y compartiendo anécdotas del pasado de su época como futbolistas en el Atlético de Madrid.
"Le tuve siete años y medio como jugador y media temporada como entrenador. Era un muy buen jugador, ganador, de carácter fuerte, técnicamente muy bueno, le gustaba jugar en paredes. Hacía grandes asistencias a Gárate o Ayala. Tenía mucho peso en el equipo y era goleador", enumera.
No en vano, Luis Aragonés anotó 123 goles en Liga con la camiseta rojiblanca (segundo máximo goleador de su historia).
"Tenía sus riñas en el campo con los adversarios. Y a veces también con los compañeros. Pero era una persona que siempre te impulsaba para tirar para adelante", relata sonriendo.

"NOS EMPEZÓ A LLAMAR DE USTED"
"Jabo" recuerda cómo fue la transición de Luis Aragonés de compañero a entrenador: "Fue de un día para otro. Vicente Calderón nos consultó a Gárate y a mí y le dijimos que fantástico, porque nadie podía conocer mejor al equipo".
"Al día siguiente ya andaba por allí con su carterita y el primer signo que nos dio de que era el entrenador fue que nos cogió uno a uno y nos llamaba de usted, cuando antes de usted ni se le ocurría llamarnos. Con Adelardo, por ejemplo, había sido compañero, vecino y amigo de toda la vida. Pero quiso jerarquizar su relación con los jugadores y lo consiguió", explica.
Irureta rememora cómo ese año (1975) llegaron a la final de la Copa del Rey con el Real Madrid y la perdieron por penaltis en el Vicente Calderón (0-0).
"Me paró un penalti Miguel Ángel y perdimos 4-3. Antes ganamos con él la Copa Intercontinental, y luego ganó la Liga, estando yo ya en el Athletic. Evolucionó en sus principios y eso le hizo acabar como uno de los grandes entrenadores de España", señala.

"HA SIDO ATLÉTICO HASTA LA MUERTE"
El ex entrenador del Deportivo de la Coruña, la Real Sociedad o el Real Oviedo reconoce que ha aplicado algunas de las enseñanzas que recibió de Luis Aragonés en esa etapa.
"Seguro. En la forma de trabajar, de exigir, de vivir los entrenamientos. Era un ganador, siempre. Llevaba muy mal la derrota, no le gustaba. Tenía el humor muy cambiado cuando perdía y era difícil estar cerca de él. Era un ganador y lo transmitió a todos los que tuvimos la suerte de coincidir con él", detalla a Efe.
Irureta no se atreve a catalogar a Luis como la figura más importante en la historia del Atlético de Madrid, aunque asegura que ha sido "muy muy importante, pese a que jugó en el Plus Ultra (filial del Real Madrid). Ha sido atlético hasta la muerte".

"DIO UN VIRAJE A LA SELECCIÓN"
En cuanto a su papel en la selección española, destaca que ha tenido "mucha relevancia en el éxito actual, ya que había que dar un viraje al equipo y él lo vio".
"Supo ver algo que otros no habríamos visto. Vio que era una generación de jugadores de toque, de talento, que le iba mejor un estilo de fútbol de más posesión, menos directo. Dejó sus pilares en la selección. Acertó plenamente. Él evolucionó porque antes le gustaba el contragolpe, la velocidad arriba, que fue su característica en el Atleti", resalta.
Para finalizar, Javier Irureta define a su ex compañero y amigo en tres palabras: "Ambicioso, trabajador y sincero. Él no aceptaba la dobles verdades. Sólo hay una verdad y él iba a por ella. Se ha ido alguien muy muy grande".