lunes, 23 de diciembre de 2013

Para presumir hay que sufrir

Dice el refrán que para presumir hay que sufrir, queriendo transmitir que lograr algo valioso cuesta su esfuerzo o que, en el caso más material, para lucir un buen físico o una buena apariencia hay que trabajárselo (dietas, ejercicio físico, cuidados estéticos...).
En el Atlético de Madrid no iba a ser menos, y un equipo catalogado como sufridor en muchas fases de su historia no iba a mantenerse en lo más alto de la tabla de forma plácida y desbordante.
No todos los días se va a ganar por 5-0, 4-2, 2-0, 5-0, 7-0, 3-0... (he citado varios de los resultados de esta temporada en Liga como local).
Hasta ahora, sólo el Celta de Vigo hizo peligrar en algunos momentos la victoria del Atleti en el Calderón (2-1). Pero este sábado, el Levante fue el primer equipo esta campaña que realmente hizo sufrir a los futbolistas rojiblancos en el Manzanares y puso el nudo de congoja en la garganta a su afición durante muchos minutos.

MI AMIGO MARIO Y SUS VISITAS AL CALDERÓN
Para este encuentro tuve como acompañante (además de a mi padre) a mi amigo Mario. Fue un bonito fin de semana de reencuentros con otros compañeros de la carrera como Francis, al que llevábamos años sin ver, y a Mario, como en otras ocasiones que ya he relatado en este blog, me lo traje al Calderón pese a su condición de madridista recalcitrante.
En la previa, repasábamos que su historial de visitas al Manzanares no era demasiado halagüeño para los intereses rojiblancos: un único triunfo, con una gran remontada, eso sí (3-2 ante el Villarreal en 2009) y tres empates (1-1 con el Valencia la temporada pasada; 1-1 con la Real Sociedad en 2006; y un 0-0 precisamente con el Levante en 2005).
“Señor X”, apuntó mi padre.

LLEGUÉ YA CON 0-1
Señor X y yo llegamos al estadio en el minuto cuatro de juego porque tuvimos que pasar por taquilla y antes por la Fnac para que comprase el regalo de cumpleaños de su madre (espero que al menos le gustara) y cuando salí por el vomitorio y vi el 0-1 en el videomarcador no me lo podía creer. “¡Eres gafe!”, le espeté.
Posteriormente he podido ver que el 0-1 fue un buen pase por el centro que rompió a la zaga colchonera y el extremo austriaco Ivanschitz batió a Courtois con un control orientado y un zurdazo cruzado.
El Atleti parecía tener el día tonto, y a los diez minutos Miranda, habitualmente impecable, dudó y perdió la posición con Barral, que habría hecho el segundo de no ser por un paradón de Courtois.
A partir de entonces los rojiblancos comenzaron a despertar y a acumular llegadas con centros de sus laterales y Arda volcado a la izquierda. Pero faltaba remate. Lo intentó Diego Costa con un bonito recorte, pero su tiro pareció un pase a las manos de Keylor Navas. En la jugada, Tiago, que esperaba un centro que no se produjo, propinó un puñetazo injustificado a Juanfran que el árbitro no vio. Mi padre sí. “Le ha enchufado”, nos dijo. Pero no era ésa la clase de remates que necesitaba el Atleti.

GODÍN PUSO EL REMATE; MIRANDA, LA IMPRECISIÓN
Así que ante la falta de remate tuvo que ser un defensa, Godín, quien hiciera el trabajo. El urguayo se sumó al ataque en una de sus habituales apariciones, Juanfran la puso con la zurda, y Godín enganchó un precioso testarazo a la escuadra (1-1). “¿Ha cantado Keylor?”, me preguntaba preocupado Mario, que lo tiene en el Comunio. “Tranquilo, que ha sido un golazo”, le respondí.
El Atleti volvía a la onda positiva y una jugada de Villa a la que no llegó Diego Costa por poco hacía presagiar que los del Cholo podían darle la vuelta antes del descanso. Pero atrás seguía sin ser el día. Miranda se puso a controlar con el pecho y a arriesgar la pelota en defensa. Resultado, pérdida imperdonable, Barral que se planta solo y tira fuera por poco ante la salida de Courtois, que le arrolla. El Atleti estaba jugando con fuego.

DIEGO COSTA CUMPLIÓ; KOKE, NO
Pero en partidos calientes, Diego Costa es el Rey. Minuto dos de la segunda parte, falta pasada de Gabi al segundo palo. ¿Pasada?, pasada para todos menos para Diego Costa, que casi desde el punto de penalti corre tras esa pelota ganando la espalda a Nikos y conecta una volea a la red (2-1). De todos los colores. 18 goles y ya era Pichichi en solitario.
Pero era día de sustos, para regocijo de mi amigo Mario, que pedía con la mano tarjeta para Gabi (en una patada en la que la vió) o que cantaba el “ser del Barça es, ser un subnormal” (cuando el Calderón entonaba el “si no quieren violencia, que aprendan a pitar”) o el “Real Madrid oe oe” (en el “Forza Atleti ale ale”).
Así que cuando Pedro Ríos marcó el 2-2 me dijo “golazo”, mientras me daba en la pierna. Empezaba a hacerme muy poquita gracia...
Eso ocurrió justo cuando me dijo “a Koke hoy se le está viendo muy poquito ¿no?”.
“Mira, ahí le tienes”, le contesté. Pero en ese momento, Koke no debía ser Koke, y en el rechace de un corner, dejó una pelota tan corta a Filipe que se anticipó Pedro Ríos, y tras una carrera de 40 metros se la puso a Courtois junto al palo derecho en un gran disparo (2-2).
Quedaba más de media hora, pero me instaló el miedo en el cuerpo porque, encima de llegar tarde, debía salir diez minutos antes para llevar a Mario a Atocha, ya que su tren de vuelta salía a las 22:15 (periodista como yo, el domingo le tocaba currar por el sorteo de Navidad).

GANARON LOS LATERALES
Simeone echó mano del nuevo revulsivo, Raúl García, por un desaparecido Villa, aunque el Atleti apretaba sin chispa.
Pero por fortuna, en un partido donde los laterales del Atleti fueron los mejores, Filipe colgó un balón bombeado, Raúl García la prolongó, y Juanfran apareció como un rayo anticipándose a Rubén, que llegó tarde y le arrolló. Penalti.
Los segundos hasta que lo pateó Diego Costa, que ya ha fallado tres esta temporada, se me hicieron minutos. Y a punto estuvo de cazarla Keylor Navas, pero el hispano-brasileño la pegó bien a su izquierda (3-2) y termina el año como Pichichi en solitario (19 goles) y casi deja en igual posición al Atleti.
Cinco minutos más tarde, abandonamos el estadio a la carrera, aguzando el oído para que cada sonido del Calderón me indicara si había novedades.
Por suerte no las hubo y el Atleti sufrió, pero sumó otra victoria. La 22ª en 25 partidos oficiales. Juanfran ha dicho que 2014 será mejor que 2013. Y yo, no sé por qué, me lo creo. ¡Que tengan una rojiblanca Navidad!

miércoles, 18 de diciembre de 2013

¿Quieres ganar la nueva equipación de la selección española?

Mis amigos de Sportium me han "engañado" para participar en un concurso con el que puedes ganar la nueva equipación completa que la selección española lucirá en el Mundial de Brasil 2014.
Participar es muy sencillo. Fotografíate con una vieja equipación que deba ser renovada, cuélgala en una red social, y ya formas parte del concurso.
Puedes participar a través de Facebook pinchando aquí.
O a través de Twitter o Instagram colgando la foto e incluyendo en tu comentario el hastag #renuevomiequipacion y @sportium 

No hace falta que sea la camiseta de España del Mundial del 82, ni que esté hecha un desastre. Puede ser la camiseta del club de tus amores o del equipo de tu barrio. Lo importante es que mandes una foto original, graciosa y currada y tus posibilidades de ganar serán muchas.
Además, sólo por votar, puedes llevarte un Brazuca, el balón oficial del Mundial.

Sportium es la marca de locales de apuestas más conocida en España y ahora se ha lanzado al mundo online. Para dar a conocer este paso ha preparado este divertido concurso en sus redes sociales que premiará a aquel que demuestre que de verdad merece la nueva equipación de la selección.

Como podéis ver, yo ya me he hecho mi foto con mi primera camiseta del Atleti (de finales de los 80) y un pantalón de esos cortitos que se llevaban entonces, de la marca Puma, de la época en la que Futre corría la banda del Calderón.
Las medias son de un equipo en el que estuve años más adelante y como veis están rotas, así que le dan el toque necesario al cuadro. ¿Me merezco o no me merezco la equipación?
Si queréis votar por mí podéis hacerlo en este enlace.
Y si lo que quieres es colgar tu propia foto y ganarte la equipación de España, pincha aquí.

¡Suerte para todos!

lunes, 16 de diciembre de 2013

Un Equipo Valiente

Me he permitido la licencia de usar las mayúsculas para adornar ambos vocablos, porque los calificativos que se merece este Atlético de Madrid son ya infinitos, pero si es algo sobre todas las cosas es un Equipo Valiente. Con mayúsculas.
Dice la RAE que Equipo es “un grupo de personas organizado para un servicio determinado”, que en el caso concreto del deporte es “disputar el triunfo”.
No dice nada en su definición de la solidaridad, el compañerismo, la entrega, el sacrificio, el corazón o el orgullo que puede derrochar un buen equipo, en especial el nuestro, pero si nos vamos a la definición de Valiente encontraremos otra serie de adjetivos que se ajustan al grupo de hombres dirigidos por el Cholo Simeone: fuerte y robusto en su línea; esforzado, animoso y de valor; eficaz y activo; excelente, primoroso o especial; grande y excesivo.
Me he sentido orgulloso de este Equipo en innumerables ocasiones a lo largo de esta temporada (y de los dos últimos años), pero ayer especialmente. Por varios motivos, de los que se vieron futbolísticamente hablando, pero más de los que no tienen que ver exclusivamente con el juego, aunque sí determinan en gran medida el resultado.

EL VALENCIA: PARTIDO DIFÍCIL
El Atleti recibía anoche en el Vicente Calderón al Valencia, el cuarto o quinto equipo con más grandeza en la historia de nuestro fútbol, aunque en la actualidad atraviesa momentos más que delicados, tanto en lo económico como en lo deportivo.
En cualquiera de los casos, no es un partido más, y se sabe que ganar a los ché siempre tiene mérito (las tres últimas temporadas habían puntuado en el Manzanares: 1-2; 0-0; y 1-1).
Podía ser un partido difícil, pero en mi fuero interno mantenía un bonito sueño: ganar 4-0. Por primera vez en muchas jornadas, el liderato tenía un resultado alcanzable.
Así que fui pronosticando ese 4-0 a quien me preguntaba, algo que expresé en mi propio Twitter en la previa.

PRIMERA PARTE ÁSPERA
Sin embargo, la primera parte ofreció la cara áspera del choque que se podía esperar y hablar de cualquier goleada era quimérico.
La única ocasión rojiblanca en los primeros 45 minutos fue una internada aunando fuerza y clase de Diego Costa, que tras dos quiebros puso un centro atrás que la zaga valencianista consiguió desbaratar, evitando el remate en boca de gol de Arda.
El Valencia durante muchos minutos disfrutó de la posesión. El Atleti está comodísimo y controla los partidos, por paradójico que parezca, sin balón. Pero esa posesión ché no se tradujo en llegada alguna, y los rojiblancos acabaron volteando también esta faceta del juego, aunque sin consecuencias.

"NO SE PUEDE GANAR SIEMPRE"
Se presentaba, pues, una segunda parte dura. 45 minutos por delante para seguir la estela del Barça de los 100 puntos y enfrente un rival de esos con los que se podía salir del estadio entonando el “no se puede ganar siempre”. Pero este Atleti sí quiere, y puede, ganar siempre.
A los dos minutos de la reanudación, Diego Alves bloca un zurdazo cruzado de Diego Costa; a los seis, Arda dispara alto una dejada de Villa, que debió tirar; y a los doce, un pase de Miranda desde la derecha (tras un corner) lo toca ligeramente Tiago y se pasea delante de la portería ante la mirada asesina y frustrada de Villa.
“En diez minutos de la segunda parte, hemos hecho más que en toda la primera”, le dije a mi padre. 

CUANDO DIEGO COSTA GALOPA...
Dos minutos más tarde, llegó el gol. Godín saca la pelota desde la retaguardia en una de esas galopadas atropelladas a las que acostumbra, deja a Diego Costa en medio campo, y el hispano-brasileño hace el resto. Cuando Diego Costa galopa, las defensas tiemblan. Y tanto tembló Víctor Ruiz que reculó y reculó hasta meterse en el área, y allí el de Lagarto le recortó y la cruzó con la zurda (1-0). Alves se la comió, y el Calderón explotó. Llegado a este punto, quiero destacar cómo la afición, conocedora de la importancia de este choque e interiorizada plenamente en el papel de luchar por la Liga, subió cuatro o cinco tonos los decibelios del estadio para dar a los suyos el aliento necesario. Y los suyos respondieron.

RAÚL GARCÍA, DECISIVO
Minutos antes, bromeábamos con un compañero de butaca que textualmente ha llegado a decir que “odia” a Raúl García, con que se hacía necesaria la presencia del navarro para decidir este partido.
El que nunca hace nada entró por un gris Villa ya con el equipo en ventaja, pero le bastaron dos minutos en el campo para hacer el segundo. Centro de Juanfran, mal despeje de Mathieu y Raúl García la revienta con la zurda a la red (2-0). Décimo gol esta temporada (seis en Liga; tres en Champions; y uno en Copa) de la perla de Tajonar, que ya no parece una ostra como le consideran algunos, y se coloca como segundo máximo realizador del equipo, adelantando a Villa.
Con el 2-0 el Atleti se desató y el 4-0 anhelado comenzó a verse como posible.

DIEGO COSTA Y LOS PENALTIS
Cada balón para Diego Costa desembocaba en una cabalgada furiosa rumbo al área. Y dos de ellas terminaron en penalti.
En el primero le trabó Víctor Ruiz; en el segundo le agarró de forma descarada Barragán.
Entre un penalti y otro pasaron ocho minutos y muchas cosas. El primero lo paró Diego Alves, que es un especialista en penaltis, algo que Diego Costa no es. Le marcó el lado hacia donde iba a lanzarse y hacía allí dio un paso antes del disparo. Pese a ello, Diego tiró allí. Tres fallos en seis penaltis (Celta, Austria de Viena y Valencia) es un porcentaje de error bastante alto como para pensar en dejarlo.
Sin embargo, la afición del Atleti es diferente (le coreó el “Diego Costa, alé alé”) y este Equipo también. Diego Costa vuelve a caer en el área. Quien más quien menos piensa que mejor que no lo tire él. Pero en una muestra de compañerismo y confianza en su nuevo líder, Gabi le lanza la pelota a Diego Costa (le dio en la cabeza, por cierto) y Arda, Filipe y otros tantos, fueron a convencer al hispano-brasileño de que ese penalti volvía a ser suyo. Y Diego Costa respondió a la confianza con un zapatazo por el centro (3-0). 17 goles en 16 partidos. Pichichi con Superman Cristiano. Uno costó 94 millones de euros. El nuestro, tres...
En esos momentos le pregunté a mi padre cuántos de los futbolistas en el campo estarían pensando en marcar el cuarto para ser líderes. Yo aún no lo sabía. Pero eran todos.

GRANDE EL ENTRENADOR; GRANDE EL CAPITÁN
Cuando llegué al bar para tomarme la de la victoria, pude ver con orgullo y admiración cómo Simeone jaleaba a los suyos en la celebración del 3-0 al grito de “uno más, un gol más”. Y entonces pienso:
¡Qué grande es el Cholo! Es increíble el carácter ganador que ha imprimido este hombre a la plantilla.
Ya en el coche, camino a casa, escucho a Gabi en la Cope. Pregunta: “¿Qué te parecen las palabras de Muntari diciendo que quiere al Atleti en el sorteo de Champions porque es el rival más débil?”.
Respuesta: “Ojalá que nos toque el Milan”. Y entonces pienso: ¡Qué grande es Gabi!
Y no sé ustedes, pero cuando llego a casa, ya en la cama, con las luces apagadas y alejado de los focos del Calderón, aunque con el rumor del estadio todavía flotando en mi cabeza, me acuesto pensando que todo es posible y, por primera vez, sueño con que este Atleti pudiera ganar la Liga. Y la Champions. Es que es muy grande.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Sin miedo a nada

El Atlético de Madrid camina orgulloso y altivo por su regreso a la Liga de Campeones, saldando cuentas
pendientes con viejos enemigos y mirando al futuro con optimismo, sin temer a ningún rival de cara al bombo del lunes.

EL PASADO RECIENTE
Como reclamaba antes de este encuentro, el Atleti se vengó del Oporto, equipo que nos eliminó en nuestras dos últimas participaciones en la Champions. 2-2 y 0-0 en 2009, en aquella eliminatoria de octavos que será recordada porque Abel Resino dejó en el banquillo en el partido de vuelta a Forlán, aunque había la obligación categórica de marcar; y 2-0 y 0-3 en la fase de grupos de 2010, lo que nos colocó terceros, pero a punto estuvo de dejarnos sin la UEFA Europa League (que luego ganamos) con esa última goleada en el Calderón, después de que el Apoel Nicosia sacara un sorprendente empate en el campo del Chelsea (que fue el líder de ese grupo).
Eran otros tiempos. El Oporto ya no tiene a Lisandro (que nos hizo los dos goles de 2009. Ahora en el Lyon), ni a Hulk (Zenit), Bruno Alves (Fenerbahce), Rolando (Inter) o el propio Falcao (Mónaco), todos ellos goleadores frente al Atleti en 2010.

JACKON MARTÍNEZ Y LOS PALOS
Tiene a Jackson Martínez, eso sí, enorme delantero que a punto estuvo de helar al Calderón (más) a los siete minutos, cuando estrelló un buen remate en el larguero.
No tuvo suerte el colombiano, que al borde del descanso volvió a toparse con el exterior de la madera en un disparo que desvió Alderweireld.
Pero éste Atleti está de dulce, especialmente Raúl García, el que nunca hace nada, que al cuarto de hora se sacó de la chistera una volea con la zurda a la media vuelta, sin ángulo, pegado a línea de fondo, que Helton todavía está buscando por cerca de su escuadra derecha (1-0). Ni se enteró por dónde entró. Nosotros, casi tampoco. Pero fue un golazo. El tercero del navarro en esta Champions. El noveno de la temporada. Los mismos que Villa.
Con el gol, el Oporto atacó con más obligación que convicción, y cada acercamiento terminaba en la madera. A las dos citadas, a los 20 minutos añadió otra con un cabezazo de Varela contra la parte superior de la escuadra. Sumó cuatro palos, cierto, pero éste y el segundo de Jackson fueron más postes de “refilón” que el trallazo que reventó el larguero en los primeros minutos.

ARANZUBÍA DEBUTÓ EN CHAMPIONS
A la media hora, Aranzubía quiso ganar protagonismo en su debut. Hizo un penalti tonto junto a la línea de fondo a Jackson Martínez, pero él mismo se encargó de parárselo a Josué, que tiró potente, pero poco escorado. Como le comentaba a mi padre, a Aranzubía le ha valido la pena fichar por el Atleti aunque sólo sea por el hecho de haber debutado en la Champions y poder contar a sus hijos el día de mañana que paró un penalti en la máxima competición continental.
Perdonó el Oporto, y al minuto lo hizo también Diego Costa. Contra rapidísima, deja atrás a los centrales, pero su tiro, bien cruzado, lo saca Helton estirando la pierna derecha.
A la segunda no perdonó. Sólo diez minutos después, gran pase largo de Óliver (que dejó más detalles de su clase, aunque no fue su mejor partido tras el toque de atención de Simeone) y se anticipa a Helton con la cabeza, realizándose un gran autopase que finalizó antes de quedarse sin ángulo (2-0).
El hispano-brasileño suma cuatro goles en apenas 194 minutos en la Champions. Una media por encima de la del Pichichi Cristiano Ronaldo.

Así llegó el descanso y con él bien podría haber llegado el final del partido. Poco que reseñar en la segunda mitad. Villa entró por Diego Costa, pero apareció poco. Sólo Raúl García estuvo a punto de hacer el tercero, pero, sorprendentemente en su estado, se encontró con Helton.
Por su parte, el Oporto se encontró con su cuarto palo, en un gol casi cantado de Licá que remató contra el poste. Éste sí fue poste poste.

VENGANZA DULCE
Los alrededor de 500 aficionados del Oporto que visitaron el Calderón tuvieron que volverse a Portugal tristes, como les ocurrió a los hinchas atléticos que viajaron a O Dragao en 2009 y 2010. La venganza fue especialmente dulce, ya que el Zenit terminó goleado en Austria (vaya panorama...) con lo que una victoria del Oporto les habría metido en octavos. Pero ni estuvieron cerca.

ORGULLO ANTE NUESTRO POTENCIAL
Cumplida la venganza, el Atleti sólo debe mirar al futuro y al único que puede observar con cierto recelo es al Manchester City del hijo repudiado Kun Agüero (cuarto en la Premier con 29 puntos). Mientras que uno escucha con una sonrisa orgullosa cómo los expertos en fútbol internacional de los diferentes medios de comunicación darían como favorito al Atleti en un cruce con el líder de la Premier, el Arsenal (35 puntos), que se dejó su condición de primero al caer en Nápoles.
Del resto, Milan, Leverkusen, Galatasaray, Olympiacos, o Schalke 04, nos puede caer cualquiera, que aquí le recibiremos con los brazos abiertos. De hecho, les digo más. Me pido un Milan, al que nunca he visto en el Vicente Calderón y sólo su nombre evoca Copa de Europa.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Y volvió el campeón de la Copa del Rey

Sábado a las cuatro de la tarde. Una hora y un día atípicos para tratarse de la competición de la que se la Federación sí acierta dando a los equipos más modestos la posibilidad de recibir en sus casas a los grandes de nuestro fútbol en un día a la altura, como es el fin de semana, para que sus aficionados puedan disfrutarlo.
trataba, pero en este caso creo que
Sólo les falta volver al partido único en estas primeras rondas para de verdad devolver la magia a esta competición. Tras el 1-4 del Barça en Cartagena, o el 0-4 del Atleti ayer en Sant Andreu, ¿qué sentido tienen los partidos de vuelta? Camp Nou y Vicente Calderón presentarán gradas vacías.
Sólo el Real Madrid parece haberle cogido el gusto a dar vidilla a estas primeras rondas (el Real Unión en 2008 y el Alcorconazo de 2009 aún están recientes), aunque pese a su exitoso 0-0 en La Murta (me eché a reír yo solo cuando escuché a Nacho Fernández decir en Radio Marca al terminar el partido: “Hemos peleado, pero éste es un campo muy difícil...”) lo normal sería que los blancos goleen en el partido de vuelta.

¿RESULTADO PARA PRESUMIR?
Pero volvamos al Atleti, que es quien nos interesa. Un 0-4 en el campo de un Segunda B puede pensar la mayoría que no es un resultado para sacar pecho. Pero uno echa la vista atrás (no muy atrás) y recuerda a un Atleti cosechando resultados ajustados en estos campos (2009- 0-2 al Marbella; 2008- 0-1 al Orihuela; 2007- 1-2- al Granada 74), por no hablar del 2-1 en Albacete en 2011 que terminó en eliminación (0-1 en el Calderón, ya que Gil Marín decidió “regalar” tres partidos más a Gregorio Manzano y, de paso, la condena copera).

RAÚL GARCÍA NUNCA FALLA
Un habitual de estos partidos menores, que cumple ya se le ponga ante el Sant Andreu que frente al Barça, es Raúl García. Así, a los diez minutos, el que nunca hace nada remataba de primeras a la red un centro desde la izquierda de Filipe Luis. Como quien monta un reloj, Raúl García hace goles de rojiblanco. Ya suma ocho, habiendo marcado en todas las competiciones (5 en Liga; 2 en Champions; 1 en Copa). “Raúl García nunca falla”, me dijo mi padre.
En el veinte, el partido y la eliminatoria ya estaban sentenciados. Gran pase rasgando la defensa por arriba de Koke que Manquillo controla en el flanco derecho y asiste atrás para que Arda Turan haga el 0-2. Gran partido el que cuajó el canterano, subiendo con soltura por su banda y, además de esta asistencia, regaló otro gol a Diego Costa en el segundo acto, que el hispano-brasileño remató fuera por poco. Merece más minutos el chaval.

EL RIVAL AGRADECIÓ LA INTENSIDAD DEL ATLETI
Al final del partido, los jugadores del Sant Andreu y su propio entrenador (el mítico Patxi Salinas) agradecieron a los de Simeone la intensidad y profesionalidad con la que se tomaron el choque. El Cholo quiso premiar a los aficionados del Sant Andreu con el centro del campo con más clase de la plantilla rojiblanca: Arda, Tiago, Koke, Óliver. Y pasó lo que tenía que pasar. Que el encuentro fue en muchas fases un enorme rondo en el que a los pobres jugadores del Sant Andreu siempre les tocaba estar en el medio...
El partido sirvió para ver que Adrián, pese a su mejoría, sigue sin estar fino de cara a portería. El asturiano marró dos claras oportunidades. En una la mandó al lateral de la red, con Koke solo en el punto de penalti; y en la segunda recortó y disparó contra un defensa cuando la ocasión era muy propicia.
Además, pudimos ver que Aranzubía sigue manteniendo los reflejos. El veterano portero riojano es posible que ni juegue la Copa (Courtois estaba lesionado), pero dejó un par de paradas consecutivas a un cabezazo y una chilena del equipo barcelonés.

ARDA TURAN, EXTRA CLASS
Pero si por algo mereció la pena ver este encuentro fue por la jugada del 0-3. Tiago la mete en el área para Adrián, taconazo del asturiano, Arda hace un recorte y la deja para Raúl García, que le devuelve nuevamente de tacón, y, ya al borde del área chica, Arda Turan se saca de la chistera un precioso recorte, también con el tacón, con el que engaña a dos defensas y al propio portero, y a la media vuelta la empuja a la red como si jugara contra niños. Como diría un compañero mío de butaca en el Calderón: “Extra class”.

Al final del encuentro, Simeone dio entrada a Villa y a Diego Costa, lo que suponía alargar el suplicio de los locales, ya que éstos quieren marcar hasta en las pachangas.
El asturiano lo logró tras una pared con el hispano-brasileño que finalizó con un buen autopase y un rechace afortunado que le permitió superar al portero para empujarla (0-4).

Mientras otros hacen pruebas o sestean en campos muy difíciles, el Atleti deja claro que el campeón ha vuelto. Que pase el siguiente.

lunes, 2 de diciembre de 2013

¡Qué grandes los Atletis!

Un 26 de abril de 1903, un grupo de estudiantes de Vizcaya residentes en Madrid y aficionados del Athletic de Bilbao decidieron crear en la capital un nuevo equipo de fútbol: el Athletic de Madrid.
De hecho, en los primeros tiempos ambos Athletic, que vestían de blanquiazul, no podían enfrentarse en competición oficial debido a su “parentesco”.
Han pasado 110 años, pero este fin de semana el hermanamiento entre estos dos clubes y la gran ayuda que los bilbaínos prestaron a los madrileños, no se recuerda igual prácticamente desde aquel mes de abril de principios del siglo XX.
GRAN INTENSIDAD EN ELCHE
Cuatro de la tarde del sábado. El Atlético de Madrid inicia un partido de una enorme intensidad en el Martínez Valero. Enfrente, un equipo bien colocado en la tabla para ser un recién ascendido (10º con 17 puntos, a tres de Europa) y entrenado por un hombre, Fran Escriba, que fue el segundo de Quique en los casi dos años que pasó sentado en el banquillo del Calderón.
En el césped eran habituales las disputas en las que se aglomeraban jugadores de ambos equipos en una encarnizada lucha por hacerse con el balón, que cambiaba de pies con rapidez incluso en una misma jugada.
La mejor ocasión del primer acto llega para los rojiblancos al filo de la media hora, cuando un centro envenenado de Koke lo despeja Manu Herrera ante Villa en una valiente salida, y el rechace cae a pies de Diego Costa, cuyo disparo lo salva Damián Suárez, con el portero ya superado.
Si los jugadores del Elche corrían, los del Atleti lo hacían con el mismo esfuerzo, y era de esperar que con el transcurso de los minutos se impusiera la mayor calidad de los colchoneros.

GRAN INTENSIDAD EN BILBAO
Nueve de la noche del domingo. El Athletic de Bilbao inicia un partido de una enorme intensidad en San Mamés. Enfrente el líder, el invicto Barça, que sólo había cedido un empate en 14 jornadas, aunque venía de perder en la Champions ante el Ajax, y una segunda derrota provocaría que el Atleti le diera caza en la primera plaza.
La mejor ocasión del primer acto llega para los rojiblancos al filo de la media hora, en un centro de Susaeta que llega a Muniain, quien solo ante Pinto y en área chica, remata flojo y centrado a las manos del portero gaditano.

EL ELCHE AVISA
Cinco de la tarde del sábado. El primer cuarto de hora de la segunda parte no tiene la misma intensidad de la primera, y el Atleti ya no llega. De hecho, el Elche avisa con un zurdazo cruzado de Carles Gil que saca en una buena estirada Courtois. La cuenta atrás en el cronometro comienza a correr y uno teme que se escapen dos puntos, lo que en esta Liga de los tres dígitos es como una derrota por mucho que sea sumar fuera.

EL BARÇA AVISA
Diez de la noche del domingo. El Barcelona comienza a intensificar su dominio y el Barcelona avisa con un mano a mano de Neymar tras un gran pase de Cesc, pero el brasileño la manda a las nubes. Minutos después, lanza lamiendo el poste una falta en la frontal. Pese a que el Athletic planta batalla, parece que la calidad de los culés puede acabar decantando de su lado la balanza un encuentro más.

PERO EL ATLETI GOLPEA
Cinco y veinte de la tarde del sábado. Raúl García sustituye a David Villa. En su primer minuto en el campo se atreve con un zapatazo lejano que despeja Manu Herrera, al rechace llega Botía antes que Diego Costa, que le hace falta en su intento de remate, pero el árbitro no pita nada y Koke remacha con la zurda a la red (0-1). Los propios Koke y Diego Costa miraron varias veces al árbitro antes de celebrarlo. A mí me pasó lo propio en el bar. No fue el penalti autoinfligido a sí mismo por Pepe, pero tiene mala suerte el Elche con los arbitrajes.
El Atleti se desata, y en sólo diez minutos le anulan, esta vez sí, un gol a Arda Turan por supuesta falta al portero al rematar (creo que menos falta que el no anulado); y Diego Costa pone el 0-2 cruzando la bola tras una bonita asistencia de Adrián, levantando la bola con clase por encima de la defensa.
Los rojiblancos navegan los quince últimos minutos del choque por un mar sereno, ya que el bravo oleaje del Elche se calma con el golpe de los dos goles. Los del Cholo Simeone suman 40 puntos de 45 posibles y empatan en el liderato al Barcelona.

PERO EL ATHLETIC GOLPEA
Diez y veinte de la noche del domingo. Buena contra del Athletic, Ander Herrera lanza en profundidad para Susaeta, y el centro del extremo desde línea de fondo lo remacha Muniaín a la red (1-0). Mi “¡Tomaaa!” en el bar hace que se dé la vuelta un antiguo compañero del colegio (madridista) al que ya había avanzado que hoy el Barça pinchaba, motivo por el cual había querido ver este partido.
El Athletic se desata, y en sólo diez minutos Pinto saca un cabezazo a bocajarro de Toquero (estaba solo) y Laporte tiene otra oportunidad que manda arriba.
Los rojiblancos terminan el partido presionando al FC Barcelona en su propia área, en un ejercicio de asfixia digno del mayor encomio que impide a los culés salir de su propio campo. Los del Txingurri Valverde suman 29 puntos y se meten en puestos Champions, mientras que el Barça mantiene su liderato por una diferencia de dos goles... dos goles (42-9 el Barça; 40-9 el Atleti).

SE MERECE EL LIDERATO
Sólo restan tres jornadas para que el Barça visite el Vicente Calderón (Valencia, Levante y Málaga). Si el Atleti hace lo mismo que haga el Barça (o incluso aunque ceda dos puntos más) llegará a ese partido en disposición de ponerse líder. El extraordinario mérito del temporadón que está haciendo este Atlético de Madrid del Cholo Simeone, a la altura de dos trasatlánticos que le quintuplican en presupuesto, merece el premio del liderato. Aunque sea una semana. Lo que pase 19 jornadas más adelante, ya se verá. ¿Aguantará este Atleti? Eso llevan preguntándose desde la jornada cuatro... Y ahí está. Mientras tanto, ¡gracias Atleti! ¡Y gracias Athletic!