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domingo, 31 de mayo de 2015

Parece que hace un mundo

No sé a ustedes, pero a mí, al ver al Sevilla jugar la final de la UEFA Europa League, anoche al Barça y al Athletic en la de la Copa del Rey, y la finalísima de Champions que el próximo sábado se decide en Berlín entre los culés y la Juventus, me da la sensación de que la Liga acabó hace un mundo.
A esa sentimiento contribuye el hecho de que la temporada para el Atleti acabó prácticamente el 22 de abril (día de mi cumpleaños, para más inri) tras la eliminación europea en el Bernabéu.
Restaban todavía seis jornadas para el final de la Liga, pero la ventaja de cuatro puntos respecto al Valencia y de seis con el Sevilla hacían que el tercer puesto prácticamente se diera por hecho.
CANSANCIO: SÓLO TRES PUNTOS EN LAS ÚLTIMAS CUATRO JORNADAS
La cercanía del objetivo y el cansancio latente en las piernas de nuestros futbolistas se reflejó en que en las últimas cuatro jornadas apenas sacamos tres puntos de los doce posibles (empates ante Athletic 0-0; Levante 2-2; y Granada 0-0; y la derrota con el Barça 0-1. ¡Ojo! Ya son cinco temporadas sin ganar a los blaugranas en Liga. Sumando sólo dos empates, por ocho derrotas...).
El de Los Cármenes fue un simulacro de partido en el que el Granada pudo haber lamentado muy mucho su conformismo si ese gol en el minuto 80 en Los Juegos Mediterráneos hubiera sido del Almería en vez de del Valencia.
Ese tanto tranquilizó a unos e hizo que los otros por primera vez en el encuentro de verdad necesitasen el punto "acordado", por lo que el pacto de no agresión se hizo escandalosamente manifiesto en esos últimos compases, con constantes rondos de ambos equipos en su zona defensiva.

TRES AÑOS EN EL PODIO, POR PRIMERA VEZ EN 52 AÑOS
Acabada la Liga, el Atlético de Madrid debe celebrar que por primera vez en 52 años ha enlazado tres temporadas consecutivas terminando en el podio de la Liga. La última vez que lo logró fue en las temporadas 1960-61- 2º; 1961-62- 3º; y 1962-63- 2º.
En los años setenta, por ejemplo, donde se ganaron tres Ligas (1969-70; 1972-73; y 1976-77), se alternaron con un cuarto puesto en la 1971-72 o un sexto en la 1974-75.

UN AÑO NOTABLE
Creo que la temporada ha sido notable. De ocho. Igualar los éxitos del año pasado era casi imposible (campeón de Liga, subcampeón de Champions y semifinalista de Copa. Visto ya con distancia, debemos valorarlo más), con lo que un tercer lugar en la Liga, y los cuartos de final en Champions y en Copa (teniendo en cuenta que tocaron Madrid y Barça) es lo mínimo a lo que debe aspirar este equipo cada año para poder quedar satisfechos. Todo lo que sean finales o levantar títulos, es llegar al sobresaliente.

LOS MEJORES DE ESTE ATLETI 2014-15
Y dentro de estas notas, me gustaría que valorasen conmigo a los mejores futbolistas de la temporada
rojiblanca.
Para mí, sin duda, el mejor ha sido Antoine Griezmann. Tras una primera vuelta en la que fue habitual suplente, ha terminado el año como Pichichi del equipo con 22 goles en Liga, tras un segundo tramo de campeonato espectacular, habiendo sumado 19 de esos tantos en sólo 17 jornadas (de la 16 a la 33).
Un escalón por debajo situaría a Diego Godín. El autor del gol que nos dio la Liga en el Camp Nou (sumó ocho goles en toda la temporada. Enorme cifra para un central), este año se ha quedado en la mitad de tantos (cuatro, tres en Liga y uno en Champions), pero ésa no es su función principal.
Ha vuelto a ser un auténtico baluarte en defensa, ha sostenido al equipo tanto en compañía de Miranda como de Giménez, lo que ha posibilitado que el equipo haya sido el segundo menos goleado de la Liga (29 tantos encajados) sólo por detrás del Barça del Zamora Claudio Bravo (21 goles) que ha rendido a un gran nivel.

MOYÁ, GIMÉNEZ, JUANFRAN O TIAGO PARA COMPLETAR EL PODIO

Completando el podio podría acordarme del propio Moyá, al que una inoportuna lesión (como le pasó primero a Oblak) le quitó el puesto en los últimos partidos, pero ha hecho una gran temporada, muy por encima de lo que se esperaba.
Giménez también ha demostrado que su dupla con Godín tiene mucho futuro, tanto en Uruguay como en el Atlético de Madrid. Se ha mostrado rápido, fuerte y seguro atrás, y ha sorprendido con grandes goles arriba como ante el Madrid en Copa o el de Elche en Liga.
Y Juanfran Torres ha sido otro de los valores más firmes del equipo. Ha tenido menos errores defensivos que la temporada pasada (donde varios de los pocos goles encajados llegaron por su zona), mientras que ha sido determinante en la parcela ofensiva en muchos encuentras, demostrando velocidad y desborde.
El quinto máximo goleador de la plantilla ha sido Tiago (cinco goles). Su permanencia en el equipo ha sido una suerte. Pese a acabar de cumplir 34 años ha sido el mejor mediocentro del equipo, ante el bajón de Gabi y la inconstancia de Mario. Infatigable y decisivo en la recuperación, siempre reparte la bola con criterio.
En la franja ancha Saúl también ha protagonizado grandes partidos (cuatro goles) como contra el Real Madrid en Liga, pero aún debe ganar regularidad (también estuvo muy flojo precisamente con el Madrid en Champions).
Arda nos ha regalado algunos destellos de magia, aunque ha estado por debajo de su nivel, al igual que Koke, que ha ido de más a menos.

MANDZUKIC, LA GRAN DECEPCIÓN
Para mí Mandzukic ha sido la gran decepción de la temporada (aunque ya su fichaje no me ilusionó) con una segunda vuelta pésima en la que se ha dedicado más a pegarse con los contrarios que a marcar goles.
Su último gol fue en febrero (al Almería de penalti) y mientras que entonces sumaba 20 goles en 32 partidos en todas las competiciones, se ha quedado en 20 en 43. Sólo doce de ellos en Liga. Demasiado poco para el delantero centro del Atlético de Madrid.
En el lado contrario la buena noticia ha sido descubrir que Fernando Torres aún nos puede dar unas cuentas alegrías desde un papel más secundario. Marcó goles decisivos ante Villarreal y Levante y sus golazos ante Madrid y Barça en Copa aún le han permitido ser el cuarto máximo goleador del equipo con seis tantos.
El tercero ha sido Raúl García con diez (cuatro de ellos de penalti), quien también ha rendido bastante por debajo del extraordinario nivel que alcanzó el año pasado.
Ni Siqueira ni Ansaldi han convencido en el lateral izquierdo (se habla de la vuelta de Filipe Luis ¿Lo recuperaríais?) y Miranda también ha estado más bajo, aunque yo abogaría por su continuidad.

¿CUÁL ES SU PODIO ROJIBLANCO?
Así las cosas, Griezmann, Godín y Juanfran sería mi podio de esta temporada, seguidos de cerca por Giménez y Tiago. ¿Quién sería vuestro podio de los mejores jugadores del Atlético de Madrid en esta 2014-2015?

PD: El proyecto rojiblanco del que os hablé está a punto de salir, con lo que en los próximos días les iré dando algunas "pistas" sobre de qué trata.

domingo, 3 de mayo de 2015

El Atlético de Madrid no revalidará su título de Liga

JORNADA 35- ATLÉTICO 0-0 ATHLETIC
Les sonará a perogrullada, pero fue este sábado cuando se hizo oficial: a falta de tres jornadas, el Atlético de Madrid matemáticamente ya no puede revalidar el título de Liga brillantemente logrado la temporada pasada.
De haber ganado al Athletic de Bilbao los números aún le habrían concedido algún mínimo porcentaje, pero no lo hizo, y unido a la escandalosa goleada del Barça en Córdoba (0-8, y eso que no hizo el primero hasta el 42) colocan a los colchoneros a once puntos de los culés (mayor distancia respecto al liderato en toda la temporada) a falta de nueve por jugarse.
Perogrullada o no, ayer cuando terminó el partido en el Calderón este pensamiento fue lo primero que se me pasó por la cabeza. Y me entristeció, lo reconozco.
En realidad fui consciente de que la Liga se esfumaba en el minuto 80 de la jornada 26, cuando un desafortunado gol de Mustafi nos quitaba una merecida victoria ante el Valencia y nos birlaba dos puntos que aún nos habrían dejado con opciones: el equipo se habría colocado a cinco puntos del Barça y a cuatro del Madrid, a falta de doce jornadas, y con el ‘Clásico’ todavía por jugarse y la posibilidad de que ambos perdieran puntos.

TODAVÍA ALGUNOS JUGADORES SOÑABAN CON LA LIGA
Perogrullada o no, puedo asegurarles que hasta hace apenas tres jornadas todavía había jugadores de nuestra plantilla que soñaban con el título, con la esperanza de que el Barça se hubiera dejado puntos en Cornellá o contra el Valencia. Pero ni los culés han fallado, ni tampoco lo ha hecho el Madrid.
Con el empate de ayer el Atleti suma 76 puntos, los mismos que obtuvo hace dos temporadas y que por entonces le convirtieron en el mejor tercero de la historia de la Liga de tres puntos. 

PUNTOS DE CAMPEÓN EN 11 DE LAS ÚLTIMAS 17 TEMPORADAS
Precisamente desde que cada triunfo vale tres puntos (1995-1996), y quitando las dos primeras temporadas en las que hubo 42 jornadas (22 equipos), con estos 76 puntos el Atleti habría sido campeón en cuatro temporadas:  1997-98- 1º Barcelona 74 puntos; 1999-2000- 1º Deportivo 69 pts; 2001-02- 1º Valencia 75 pts; 2006-07- Real Madrid 76 pts.
Estaría a punto de serlo en otras tres: 1998-99- 1º Barcelona 79 pts; 2003-04- 1º Valencia 77 pts; 2002-03- 1º Real Madrid 78 pts. Y aún tendría serias opciones de levantar la Liga en otras cuatro campañas más: 2000-01- 1º Real Madrid 80 pts; 2004-05- 1º Barcelona 84 pts; 2005-06- 1º Barcelona 82 pts; 2007-08- 1º Real Madrid 85 pts.

ROBO EN EL CALDERÓN
Pero las opciones reales de ser campeón en la 2014-2015 el Atlético de Madrid las perdió este sábado por culpa de Latre. Jaime Latre, que al menos si hubiera sido Carlos igual nos habría hecho gracia.
Hasta tres goles anuló el colegiado aragonés a los colchoneros, y ya se lo adelanté a mi padre tras verlos in situ: “Raro será que de los tres goles al menos no se haya equivocado en uno”. Y se equivocó en dos.
Quienes me leen saben que no suelo exacerbarme con los árbitros, pero dos goles mal anulados y un penalti clarísimo a Torres son como para molestarse. El penalti al Niño llegó al borde del descanso en un centro al segundo palo de Koke que el de Fuenlabrada llegó a rematar, pero mientras Etxeita le agarraba en el área de forma notoria. Me sorprendió de hecho ver protestar de forma tan vehemente a un Torres que se ganó la amarilla… y pudo ser más.
Justo después de esa acción, en un córner, Griezmann volvió a ser el más listo (se lleva todos los rechaces) y mandó el balón a la red. Pero éste sí fue anulado correctamente por fuera de juego.      
Aparte de estas acciones, poco más hizo el Atleti para merecerse el 1-0 en el primer acto.
A los siete de la reanudación, Griezmann volvía a batir a Herrerín tras un precioso pase de Tiago a lo Laudrup (picándola por encima de la defensa), pero el árbitro asistente volvió a levantar la bandera. El francés partía de posición legal.
Y lo propio ocurrió en el 70, cuando esta vez Tiago fue el que ejecutó con la punterita un gran pase de Arda, y el linier volvió a señalar fuera de juego, equivocándose esta vez de forma aún más clamorosa.
ORGULLOSO
No hicieron un gran partido los del Cholo, aunque el peso de dos goles legales anulados es mucho.
Por su parte, el Athletic tuvo un par de peligrosísimas contras llegando por la derecha, pero en una Kike Sola ‘despejó’ un disparo de San José, y en otra Siqueira evitó un disparo de Williams (muy activo en el frente ofensivo).
Tras la importante victoria en Villarreal (con un golazo de Torres demostrando una fe, una velocidad y una sangre fría que recordó a los viejos tiempos), el punto debería de ‘valer’.
Dudo de que el Valencia puntúe en el Bernabéu, así que tres puntos de los últimos nueve bastarían. A día de hoy, lo que más me preocupa de hecho es lo que ocurra el día del Atleti-Barça por las maledicencias y por los viejos y dolorosos recuerdos.
Pero pase lo que pase, y vistos los anteriores números, puedo decir algo alto y claro. Como dice la canción: ORGULLOSO, DE ESTOS JUGADORES.

domingo, 8 de febrero de 2015

El día que llevábamos años esperando

JORNADA 22- ATLÉTICO 4-0 REAL MADRID
Goles: Tiago, Saúl, Griezmann, Mandzukic.
No me gustan los partidos a las cuatro de la tarde. Y menos un partido de la magnitud de un derbi. En las grandes citas qué menos que hacer un par de horas de previa... Y a esas horas resulta más complicado... Pero se hace.
Llego a las 13:30 horas al Paseo de Yeserías y encuentro pronto un hueco en zona azul. Pongo mi ticket para una horita y media, y ya no tengo que preocuparme por más parquímetros, ni multas (muy habitualmente aparco malamente...), ni historias... Sólo hay que pensar en el derbi.
Según entro al bar le digo a mi padre: “Bueno papá, ¿por qué resultado apuestas hoy en el derbi? Un 4-0 ¿no?”. “¿Un 4-0? Tú estás loco hijo. Confórmate con un 1-0 o espérate que hoy no nos den un disgusto. El Madrid está muy fuerte en Liga”, me responde.
“4-0, papá, 4-0”, le repetí... Qué lástima que no apostara por ello, amigos.
Así que entramos al estadio media hora antes para evitar las colas de última hora. Esas colas que tiene un grosor de doce personas y en las que si no vas de listo, se te cuela hasta gente que no va al partido... Así nos pasó en Copa contra el Barça... y nos perdimos el 1-0 de Torres. Esta tarde no queríamos perdernos ningún gol.

COMIENZO ACCIDENTADO
Y no hubo gol tempranero, pero sí un par de heridos recién comenzado el choque.
Sólo corría el minuto siete cuando en un corner botado al segundo palo, Godín remata la bola y Khedira remata a Godín. El alemán saca el codo a pasear y rompe la nariz al uruguayo. Lo vimos en todo el Fondo Sur (al menos), pero el insigne Fernández Borbalán no se enteró de nada.
Para colmo, un minuto más tarde, en una carrera en una contra Koke se rompe. El de Vallecas queda tendido en área blanca, mientras que Godín hace lo propio en nuestro campo. Dos caídos en menos de diez minutos. Mal asunto.
Pero el contratiempo no fue presagio de nada. Godín pudo continuar, y Saúl entraría por Koke. Quizá estaba escrito que así debía ser. El partido del alicantino fue para enmarcar.

EL ACIERTO DE CASILLAS
Corría el minuto 13 (no sé si Casillas es supersticioso) cuando un centro de Juanfran era despejado por Nacho al pecho de Mandzukic. El croata la duerme y pronto le grito ¡a Tiago, a Tiago!
El portugués venía solo desde la frontal del área. No sé si fueron mis gritos o quizá los grandilocuentes aspavientos de Tiago, pero allí se la puso el croata, y el luso se sacó un derechazo duro, aunque centrado, que amablemente se comió Casillas (1-0). “No ha sido un error”, aseguró después el portero en zona mixta. Por supuesto que no, Íker. A todos nos pareció acertadísimo. Tan contentos quedamos en el Manzanares, que al unísono se coreó un “Íkeeeer, Íkeeeer”, que el portero de Móstoles también se tomó “con humor”. Todos contentos. Con todo lo que ha parado en este estadio durante años, no está mal que se empiece a comer alguno.
LA CHILENA DE SAÚL
Mientras alguno todavía estaba dando saltos por la grada, Mandzukic (muy caído a banda izquierda todo el primer tiempo) pone un balón para la llegada de Siqueira. El brasileño corre hasta línea de fondo como si allí estuviera la meta, y por el camino deja tirado en el suelo a Carvajal (el único defensa titular ayer en el Madrid, todo sea dicho) y pone un centro a media altura al primer palo que Saúl convierte en el pase del año con una chilena espectacular. El remate del canterano entra tras tocar en el palo y se pasea por la red hasta depositarse en el lateral contrario (2-0). Les juro que hasta que no vi el balón en la otra esquina de las mallas no fui consciente del tanto. Fue un “si no lo veo no lo creo” total, y otra vez a repartir abrazos por la grada. A mi padre, a Fernando, y a dos chavales de atrás que no suelen venir mucho, pero que su cara me suena. Parecían buena gente.
“¿Ves papá? Somos violentos. Metemos goles de chilena”, le dije entre risas.

HABÍA QUE MATARLES
El que estaba para pocas bromas en esos momentos era el Madrid. Totalmente grogui, todos coincidimos en la grada en que era el momento de matarles, ya que todo el mundo sabe que el Madrid es como el malo malísimo de las películas. Como no le remates diez o doce veces, todavía se levanta y te acaba clavando el cuchillo. Saben bien de lo que les hablo...
Y pudo matar Griezmann, a pase de Juanfran, pero paró Casillas; y después pudo hacerlo de volea Godín, pero paró Khedira. Se está extendiendo ya la costumbre de que defensas corten con la mano dentro del área tiros de jugadores atléticos, pero supongo que siendo Barça y Madrid está permitido. Las protestas desesperadas de Godín eran síntoma inequívoco de que la mano había existido. El teatro de Khedira llevándose las manos a la cara, lo confirmaba... Fernández Borbalán, que estaba justo de frente, a lo suyo...


Pero el Atleti no mató (aún) y los blancos intentaron recomponerse agarrados a un Kroos que intentaba multiplicarse en medio campo. Mientras tanto, Cristiano estaba muy ocupado limpándose el escudo y protestando cada acción en la que no se iba de nadie y no le pitaban sus habituales faltitas a favor. “Somos mucho mejores que el Atlético”, dijo al final del choque el humilde portugués. Ayer lo demostrasteis. Sin duda. Igual que toda esta temporada...

CÓMO HEMOS CAMBIADO...
Y con el 2-0 llegó el descanso, y mi padre me comentaba cómo había cambiado la historia, de todos esos derbis (tan cercanos en el tiempo) en los que el Madrid se adelantaba en los primeros cinco minutos en el Calderón... (o en el primer minuto). Descansos con un 0-2 en contra (2009-10 o 2007-08) en los que casi te daban ganas de irte para casa...
Pero el Atleti está a siglos de distancia de esos derbis, y lejos de echarse atrás a guardar la renta, olió la sangre del rival, y quiso hacer daño. Por tres veces en apenas un minuto (con la zurda, de chilena y de cabeza) Griezmann pudo poner el tercero, pero faltó puntería.

GRIEZMANN SE COME A VARANE
No falló unos minutos más tarde. En el 66, centro de Arda al segundo palo, Saúl la pone de cabeza al palo contrario, y allí aparece Griezmann, comiéndose a su compatriota Varane (que tenía la ventaja) para colocar el 3-0. Esa jugada resumía el choque de ayer. El Atleti tenía puestas al menos dos marchas más.
Con el Madrid definitivamente muerto, el Calderón se dio a la fiesta. La ola, los oles, y quien no salte madridista. La tarde era perfecta. Pero podía mejorar...
“Falta un golito y acierto el 4-0, papá”, le recuerdo. Y en el estadio tenían claro quién debía marcar ese cuarto tanto. Minuto 78, Fernando Torres salta al campo.

Y LLEGÓ EL 4-0...
Y no lo anotó el Niño, pero lo dio. En una internada por banda derecha, puso un centro perfecto al corazón del área donde Manzukic encontró el premio a su buen partido y apuntilló con un cabezazo en plancha ante el que Casillas sólo pudo mirar. 4-0. 4-0. “Te voy a tener que pagar un cubata”, me dijo mi padre entre risas.
Y así nos marchamos todos, entre risas. “¡Una manita, queremos una manita!”, jaleó el público. Pero Fernández Borbalán sólo añadió dos minutos. Esta vez no hubo minuto 93. No hizo falta sacar el cartelón de “Hasta que marque el Madrid”.
4-0. Cuatro victorias esta temporada ante los blancos. Cuatro puntos de distancia. Pero el goal average ganado. Un goal average que el año pasado algún amigo madridista me dijo que le iba a valer a mi abuela, pero que fue decisivo para ganar la Liga.

EL DERBI QUE TODOS ESPERÁBAMOS
Durante años, elucubraba con mi padre sobre que el día que ganara el Atleti al Madrid tendría que ser así. Goleando. Con un partido redondo. He visto al Atleti hacer grandes partidos contra los blancos y caer 0-3 (en la primera época de Torres); he visto a Agüero fallar hasta cinco ocasiones claras en un partidazo en el Bernabéu y no pasar del 1-1; he visto al Atleti hacer un arranque espectacular en el Calderón y no pasar del 1-1 (el año del primer gol de Torres y del famoso tanto anulado a Perea).
Siempre soñamos este 4-0. Pero no fue la primera victoria. Antes vino un agónico 1-2 en la legendaria Final de Copa. Y el 0-1 la temporada pasada. Y el 1-2 en septiembre en el Bernabéu. Y el 1-0 en la Supercopa. Y el 2-0 en Copa... Y son ya tantas, y tan seguidas, que uno casi pierde la cuenta. Pero han sido tantas, y durante tantos años, las que ha habido que tragarse, que todavía espero que Cholo y los suyos nos deparen muchas más victorias en el derbi más caliente del mundo. Porque así se limpian los escudos. Con grandes triunfos. Ayer, el por todos proclamado como mejor equipo del mundo, cayó 4-0 en el Vicente Calderón. Que siga la fiesta. 4-0. 4-0... 

PD: SEGUIMOS TRABAJANDO
Este partidazo bien valía la crónica, pero durante las siguientes semanas debo seguir dedicando todo mi tiempo al proyecto que ya les adelanté que tiene que ver con el Atlético de Madrid. Aproximadamente en un par de meses podré darles información al respecto. Les va a gustar. Saludos y Forza Atleti.

martes, 13 de enero de 2015

Este año no

JORNADA 18- BARCELONA 3-1 ATLÉTICO
Goles: Neymar, Luis Suárez, Messi; Mandzukic (P).
El domingo vi el Barcelona-Atlético de Madrid en pantalla gigante en el palco VIP del Vicente Calderón, invitado por tercera vez a un evento de estas características por Mahou, dentro de su campaña Atléticos Cinco Estrellas.
Cuando me llegó la invitación no me lo pensé demasiado, ya que los precedentes eran inmejorables: 0-1 en Mestalla en la jornada 35 de la temporada pasada, que ponía la Liga a un paso (aunque luego se complicase en Levante); y 1-2 en el Santiago Bernabéu esta temporada en la jornada 3.
Dos partidos vividos como en casa, rodeado por más de 200 atléticos con los que cantar y vociferar los goles sin tapujos, y dos grandes victorias en estadios de relumbrón. El Camp Nou debía ser la tercera... Pero este año no.

HANDICAP: SE ADELANTÓ  EL BARÇA
La temporada pasada Barça y Atleti se midieron en seis ocasiones y los culés no pudieron llevarse el triunfo en ninguna de ellas. Bien es cierto que menos en la última, la que nos dio la Liga, el Atleti nunca se había visto por debajo en el marcador. Y eso era un handicap a tener en cuenta.
Un handicap que se convirtió en realidad a los 12 minutos, cuando Messi se marchó de Godín con un extraño autopase, sacó un pase atrás que ni controló, ni remató Luis Suárez, pero que sirvió para despistar a Juanfran (que despejó al aire) y la pelota cayó a pies de Neymar, que fue al suelo para empalar el 1-0.
Sólo dos minutos antes, una gran diagonal de Neymar desde la izquierda, salvando la oposición de tres contrarios, terminó en el flanco contrario a pies de Messi, quien dribló a Gámez con una facilidad pasmosa, pero la pegó muy desviada con la derecha. Mal presagio.

MALOS AUGURIOS
Los malos augurios iban creciendo por el Calderón cuando se comprobaba que Mandzukic y Griezmann defendían apenas unos metros por delante de la frontal del área, y que el tridente del Barça (en esta ocasión los tres inspirados. ¡Vaya día para dejar de fumar!) penetraba con facilidad en la zaga atlética.
Así, Moyá tuvo que sacar un remate a bocajarro de Luis Suárez, tras rechazar previamente un zurdazo de Jordi Alba; Neymar falló un gol cantado con la cabeza a pase del uruguayo, que previamente había roto a Giménez con un bonito autopase; y el portero mallorquín metía una buena manopla derecha a disparo de Messi, que volvía a marcharse con facilidad de Gámez.
La apuesta del lateral malacitano en la izquierda (sólo había sido titular este año en Liga en la derrota en Mestalla) no salió bien y a los 33 minutos, sobreexcitado, salió a lo loco a un balón dividido ante Messi que le ganó el argentino (con el brazo, eso sí) y trazó una diagonal que atrajo hacia sí a toda la defensa, para terminar asistiendo en el lado izquierdo a Luis Suárez, que puso el 2-0 a placer.
Los minutos hasta el descanso se me hicieron largos, ya que el Atleti no dio el menor atisbo de reacción y ya desde antes del segundo Michael Robinson opinaba que el Barça debería buscar el 2-0 “porque tiene KO al Atleti y tras la charla del Cholo en el descanso no les pondrán las cosas tan fáciles”. Pero el 2-0 llegó antes que el descanso.

EL 2-1 Y TORRES HICIERON SOÑAR
La segunda parte fue mejor, como era de prever, e incluso soñamos con el empate durante muchos minutos. Hubo partido, emoción y alternativas, algo por lo que muchos no habrían apostado tras lo visto en el primer acto.
El apurado Gámez maquilló su actuación sacando un penaltito a Messi (que le tocó en la puntera) y Mandzukic se encargó de transformarlo por el centro con un duro derechazo (2-1) y mandó callar al Camp Nou, algo absurdo, teniendo en cuenta que íbamos perdiendo.
Simeone fue valiente y quitó a Gabi por Torres, lo que propició que los presentes empezaran a fantasear con el Niño, alimentados por sus buenos números contra el Barça (ocho goles en once partidos). “¿Te imaginas el 2-2 con gol del Niño?”, se preguntaba retoricamente Juan Esteban.

SE ROZÓ EL EMPATE
Y cerca estuvo en un par de ocasiones. En una, Mandzukic tardó demasiado en ponerle el centro y la salida de Bravo evitó que le llegase la bola; y en una segunda, tras una exquisited de Arda Turan (caño a Piqué con el tacón) su centro chut lo volvió a sacar el meta chileno sin que nadie lo remachara en boca de gol.
Entre medias, hubo múltiples piques de Giménez con Luis Suárez, de Godín con Alves, y de Neymar con todo el mundo (Raúl García, Koke, Juanfran...) fruto de la intensidad de un clásico que ha alcanzado la rivalidad de antaño.
Pero en el 87, tras un nuevo rebote, un balón de Rakitic que buscaba a Neymar rebotó en Raúl García y cayó a pies de Messi, que lo empujó en el área chica (3-1).

ESTE AÑO NO
La Liga se puso a tiro la semana pasada, pero en ésta se vuelve a ir. Si el Madrid gana su partido aplazado serán siete puntos. Demasiados para una segunda vuelta ante dos rivales que pinchan tan poco. Soñar con ganar la Liga dos años consecutivos ya se sabía que era casi una quimera. Así que parece que este año no. Toca pensar en el Bernabéu. En dos semanas debe haber revancha en el Camp Nou.

PD: HASTA LUEGO
Queridos lectores, amigos y seguidores varios. Quiero informaros de que desde hace un tiempo me he embarcado en un proyecto muy ilusionante del que no tardando mucho tendréis cumplida información. Un proyecto que tiene que ver con el Atlético de Madrid y que a partir de ahora va a absorber todo mi tiempo. Así que al menos en los próximos meses el blog verá reducida sensiblemente su actividad. Ya les iré avisando. Gracias por leerme y por haberme dado una razón para ponerme frente al teclado después de cada partido durante todos estos años. ¡Nos leemos pronto!

domingo, 4 de enero de 2015

Flechas en el tiempo

JORNADA 17- ATLÉTICO 3-1 LEVANTE
Goles: Griezmann (2), Godín.
EL ARQUERO DE KIKO
Sábado 26 de septiembre de 1998. El Atlético de Madrid recibe en casa a la Real Sociedad en la cuarta jornada de Liga. En una rápida internada por la izquierda de Jordi Lardín, el balón llega a Jose Mari, que se anticipa a la salida de Alberto y pone un pase de la muerte algo pasado al segundo palo para Kiko Narváez. El gaditano se lanza al suelo para llegar a esa bola y poner el 2-0 (el partido terminaría 4-1) y se queda arrodillado frente al Fondo Sur con el brazo izquierdo extendido y el derecho flexionado.
Posteriormente, Kiko explicaría que adoptó esa posición simplemente porque quería quedarse parado contemplando la alegría del público ante su tanto. La celebración sería bautizada como el arquero por la posición de sus brazos.
Lo festejaría de esta guisa en pocas más ocasiones (yo de hecho no lo recuerdo), ya que después sólo marcaría cuatro goles más esa temporada (tres en la UEFA y uno en la Liga) antes de padecer esa maldita lesión de tobillo en el CampNou (el 28 de noviembre de 1998) que le tuvo apartado de los terrenos de juego durante más de un año y que provocó que nunca más volviera a ser el mismo.

EL ARQUERO DE TORRES
Lunes 19 de junio de 2006. España juega la segunda jornada del Mundial de Alemania contra Túnez. Cesc mete un extraordinario pase en profundidad, Fernando Torres gana por velocidad la espalda a la defensa, quiebra en su salida al portero tunecino y le bate con su pierna derecha para poner el 2-1 (el resultado terminaría 3-1 en un partido que Túnez comenzó ganando). Se desliza de rodillas por el césped del Gottlieb Daimier Stadium y con el brazo izquierdo extendido y el derecho flexionado imita el arquero protagonizado por Kiko ocho años atrás. Sinceramente, no recuerdo haber visto a Torres repetir esta celebración con el Atlético jamás (sí lo hizo al menos una vez en el Chelsea).

EL ARQUERO DE GRIEZMANN
Sábado 3 de enero de 2014. El Atlético de Madrid recibe en casa al Levante en la 17ª jornada de Liga. Siqueira pone un centro templado desde la izquierda, Griezmann se anticipa por alto y bate a Mariño por el centro con un fuerte cabezazo (1-0). Corre por detrás de la portería del Fondo Sur y se arrodilla mirando al palco con el brazo izquierdo extendido y el derecho flexionado haciendo con las manos como si disparara un arco.
Era el minuto 17. En el dos de la segunda, Juanfran desborda por la derecha, centra al segundo palo y un gran cabezazo de Mandzukic es cantado como gol. Sin embargo, Mariño responde con un paradón, rechaza un defensa, pero un segundo testarazo de Griezmann lo vuelve a salvar Mariño, aunque un metro sobrepasada la línea de gol (2-0). El francés repite celebración hacia el palco.
En ese palco, como todos saben, estaba sentado el hijo pródigo, Fernando Torres, que hoy ha sido presentado en el Calderón ante más de 40.000 personas (impresionante) y me ha dejado una frase que me ha gustado especialmente. “Algún día me tenéis que contar qué he hecho para que me tratéis así de bien”, dijo dirigiéndose al público a través de un micrófono.

AQUEL GOL FANTASMA DE TORRES
Curiosamente, el gol de Antoine Griezmann, celebrado de forma interruptus hasta que no comprobamos que el linier corría hacia el medio campo, me recordó a otro gol fantasma marcado por Fernando Torres hace más de trece años (un 22 de diciembre de 2001). Fue uno de los únicos seis goles que logró en el año del ascenso, en un Atlético-Racing de Santander que terminó 2-0. También en el Fondo Norte (me pilló lejos), y también tras un barullo en el área, el Niño finalizó la jugada con un zapatazo que tras estrellarse en el larguero botó dentro, y el árbitro dudó hasta que concedió el tanto. Fue otra celebración interruptus. Aquella tarde, Luis Aragonés se sentaba en el banquillo. Como en el citado arquero en el Mundial de 2006. Todo está unido.

EL ARQUERO DE GODÍN
En el 82, Diego Godín nos ahorró el sufrimiento al rematar de cabeza, casi sin saltar, un buen centro de Tiago tras un corner sacado atrás y superar la mala salida de Mariño (3-1). El uruguayo corre sonriente hacia el medio campo y se arrodilla imitando el gesto de Griezmann también mirando al palco. Cuando todos en el Calderón ya estábamos convencidos de que se trataba de un homenaje a Torres probablemente pactado en el vestuario, Godín aseguró que se lo dedicó a un amigo que había ido a verle desde Uruguay, el Cacique Medina.
Fuera esta última pose para Fernando Torres o no, las flechas que unían en el tiempo pasado, presente y futuro, tres generaciones de futbolistas distintas, ya estaban lanzadas.

GRAN PRIMERA PARTE
El Atleti se sobrepuso a un Levante al que debió matar en la primera mitad con unos 45 minutos extraordinarios, con un Arda Turan en plan estelar, que protagonizó dos jugadas por banda dignas de un genio. La primera, prolongando de tacón un balón para Juanfran, cuando estaba acosado por dos contrarios; y la segunda, tirando un caño con la espuela a Nikos, metiéndose hasta la cocina y poniendo un pase de la muerte para Mandzukic quien, obstaculizado por Iván López, intento mandar la pelota a la red hasta con la mano, sabedor de que tamaña jugada merecía acabar en gol.
El Levante se metió en el partido en el minuto 61, prácticamente en su única llegada. Mandzukic evitó sobre la línea el gol de Víctor, pero tras un despeje un centro chut de Iván López se coló entre una nube de piernas y El Zhar la desvió a gol casi sin querer.

TENSEN SUS ARCOS
Hubo algo de miedo y cierto desasosiego durante algunos minutos, pero Godín puso la calma para una grada que volvió a animar como antes, por más que el Frente se empeñe en lo contrario.
Las flechas están cargadas. Los arcos están listos. Griezmann ya es el Pichichi del equipo con ocho goles (cinco en dos partidos); Godín es el cuarto máximo goleador del equipo (tres en Liga y uno en Champions); y Fernando Torres llega a un Atlético de Madrid en la lucha por todos los títulos: a un punto del Real Madrid tras su derrota en Mestalla; en octavos de la Champions contra el Leverkusen; y desde este mismo miércoles deberá luchar por entrar en los cuartos de Copa del Rey contra los madridistas. Tensen sus arcos, y prepárense para la batalla. Promete ser apasionante.

lunes, 22 de diciembre de 2014

Y Griezmann explotó en el estadio talismán para el Atleti

JORNADA 16- ATHLETIC 1-4 ATLÉTICO
Goles: Griezmann (3), Raúl García (penalti).
A principios de temporada mantenía una charla con una serie de compañeros y periodistas colchoneros, entre ellos Rubén Uría, J.F. Borrell o Borja Aranda, en la que se debatía la idoneidad del fichaje de Antoine Griezmann. “Es muy bueno, pero no tiene gol”, se dijo en ese coloquio.
Por mi parte, señalé convencido que el francés iba a llegar al menos a los 15 goles en Liga.
Sin embargo, conforme tachábamos las hojas del calendario liguero, reconozco que empecé a ponerlo en duda...

PICHICHI JUGANDO LA MITAD
Anoche, el bueno de Antoine Griezmann hizo su primer hat trick como rojiblanco y sumó de una tacada los mismos goles que había anotado hasta entonces en Liga, lo que le coloca con seis como Pichichi colchonero (junto a Mario Mandzukic).
Y lo ha hecho cuando en las estadísticas de minutos jugados, ni siquiera aparece entre los diez jugadores más utilizados por el Cholo (es justo el undécimo en Liga, con 863 minutos). Ha disputado 24 partidos este año y sólo la mitad de titular (12).
Pese a sus innegables cualidades (velocidad,regate, habilidad, buen disparo...), no ha logrado hacerse con un hueco fijo en el once. Sólo ha sido decisivo en partidos puntuales (sus dos goles en el 4-2 ante el Córdoba, su segunda parte para espabilar al equipo en Hospitalet...) y sin duda necesitaba un partido como el de anoche.

SAN MAMÉS, TALISMÁN EN EL SIGLO XXI
Griezmann explotó, y lo hizo en el auténtico estadio talismán del Atlético de Madrid en el siglo XXI. Los colchoneros han logrado la friolera de siete victorias en trece visitas ligueras desde que llegó el año 2.000 (ocho en catorce si sumanos el triunfo en Copa del año pasado).
Es el campo donde el Atleti más veces ha ganado fuera desde su vuelta a Primera, seguido del Coliseum de Getafe con cinco triunfos en once encuentros.

ESTRENO DE LA GRIS-BLANCA
Y eso que nada hacía presagiar ese triunfo tras la disputa de la primera parte. De incio, el Atleti estrenó la lucida camiseta gris-blanca ideada por Nike. Nada menos que hubo que esperar a la jornada 16 para ello (hasta entonces el Atleti jugó con la equipación suplente del año pasado, la amarilla) y no me extraña, porque en los planos abiertos de la tele y sobre todo vista por detrás, la camiseta parece totalmente blanca.
Los brillantes ideólogos de la obra de arte supongo que darían gracias a Dios al final del choque, porque al descanso aventuraba que no volveríamos a ver esa zamarra.

PRIMERA PARTE DE PENA
A los 16 minutos, Mikel Rico (que esperaba el saque de una falta de Susaeta un pasito por delante de la línea del Atleti, pero nadie cogió su marca después) cabeceó totalmente libre el 1-0.
Y en el 39, Aduriz ganó la espalda a la zaga colchonera, sentó con un recorte a Giménez, pero Siqueira apareció providencial al cruce para molestar lo suficiente y evitar que fusilara a Moyá.
Por su parte, el Atleti apenas pisaba el área de Gorka Iraizoz y el partido se jugaba en una constante pelea en la franja ancha en el que lo más destacado eran las riñas de Muniaín con Giménez o las ya clásicas entre Aduriz y Godín o Tiago.

EL PRIMER GOL, PARA ENMARCAR
Al vestuario se fue un equipo clínicamente muerto y volvió un hiperactivo.
29 segundos tardó el Atleti en empatar el choque. 29 segundos en los que se vio una preciosa jugada al primer toque entre Tiago, Raúl García (de tacón), Gabi, Arda, de nuevo Raúl García y Juanfran (todos de primeras), que centro al área, donde Griezmann cabeceó a la red (1-1). Antes de que saliese el centro pensé: “Esta jugada merece ser gol”. Y así fue. Para que luego digan que el Atleti no sabe tocar...

YO VI CONTACTO EN EL PENALTI
Sin tiempo para asimilar el golpe, un taconazo de Arda habilitó a Tiago dentro del área, que tocó lo justo para anticiparse a San José, que llegó tarde al cruce, y fue al suelo. Muchos hablan de piscinazo, pero yo en una de las repeticiones (una frontal en un ángulo por detrás de Tiago) sí vi contacto. Desde luego, si se tiró, lo hizo de lujo. Cayó como un saco.
Raúl García fue el encargado de tirar el penalti (el segundo que transforma este año) y, aunque lanzó centrado, engañó a Iraizoz (1-2). En siete minutos, los del Cholo le habían dado la vuelta al partido.
El Athletic ya no fue capaz de sobreponerse, aunque todavía una volea de Aduriz tras un corner podría haber cambiado el signo del partido, de no ser porque le salió justo al sitio donde estaba colocado Moyá.

GRIEZMANN MATÓ A LA CONTRA
A falta de cuarto de hora, Gabi puso un balón perfecto para Griezmann, al que encima ayudó un resbalón de su marca (Gurpegi) y el francés tuvo la suficiente sangre fría para aguantar la presión de De Marcos y definir con calidad con la zurda (1-3).
Sólo unos minutos después, Arda rompió a la zaga bilbaína por el centro con un perfecto pase para dejar solo a Griezmann, que pecó de generoso al intentar regalar el gol a Raúl García, y terminó marcando él en fuera de juego después de que el navarro no precisara el remate (1-4).

UN POQUITO DE SANGRE
El final del partido puso un poco de esa sangre que hay que derramar para vencer en San Mamés. Primero de la cabeza de Siqueira, que se llevó un pisotón con los tacos de Aduriz cuando estaba en el suelo y le costó siete puntos, y luego de Godín, que chocó con el codo de su compatriota Giménez en un balón aéreo por el que saltaron al unísono. Una jugada que resume el pundonor mostrado por este equipo durante todo este año. Incluso con un partido decidido, sus futbolistas se juegan el tipo en la lucha por la bola.

Y FELIZ NAVIDAD
Victoria rotunda en un estadio bonito para poner broche de oro a un 2014 mágico y dar paso a un 2015 ilusionante. Llegan fechas de anhelos y esperanzas y yo sólo puedo decirle a esta plantilla y al cuerpo técnico: gracias por hacernos soñar. Y disfruten de estas Navidades. Porque se lo han merecido. Con creces. 

PD: Feliz Navidad también a todo aquel que me esté leyendo en estos momentos. Gracias por estar ahí y espero seguir viéndoles en 2015.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Frío

JORNADA 15- ATLÉTICO 0-1 VILLARREAL 
Goles: Vietto.
Cuando el frío se te mete muy dentro en el cuerpo, de verdad, hasta los huesos, es imposible sacárselo. Hay fríos, de hecho, que son peores que los generados por las temperaturas gélidas. Provienen de las sensaciones, de los sentimientos, y donde calan es en el alma. Cuando eso ocurre, lo mejor es acostarse y esperar un nuevo día. El domingo en el Calderón, ambos fríos se apoderaron de mí, y estoy convencido que también de muchos aficionados colchoneros de bien. Pero de los de verdad. No de los que cantan orgullosos cuando el equipo pierde.

UN MAL DÍA
Que el domingo fue un mal día para mí no les sorprenderá a nadie. Si les digo que lo mejor que me ocurrió en todo el día fue encontrar unos calzoncillos que creía perdidos (es verídico) se lo digo todo.
Una absurda discusión con mis amigos por una invitación de más a la cena de Navidad y un encuentro indeseado fueron los desagradables preludios al Atlético-Villarreal.
“Si el Atlético no pierde hoy, cerrará todo 2014 invicto en el Calderón”, rezaban los periódicos. Y una victoria nos colocaba empatados a puntos con el Barça en el segundo puesto de la parrilla.

Y salieron a ello los del Cholo en los primeros minutos, pero su único acercamiento con peligro fue un derechazo de Koke desde fuera del área que se fue abriendo hasta perderse a la izquierda de Asenjo.
Los corners (pocos) se quedaban cortos; las genialidades de Arda no encontraban rematador; los saques de banda se pitaban para el lado contrario; y en cada jugada se reclamaba una mano amarilla. Una locura.

UNA TRISTE DIVISIÓN EN LA GRADA
Todavía peor era lo que acontecía en la grada. Con el Frente Atlético en huelga (lo que queda de él. O lo que entró al estadio), sin emblemas y sin voz, el resto del público intentó asumir el papel de animación. Sin embargo, sin la fuerza de un coro de 3.000 ó 4.000 hinchas que marcan al unísono las canciones y el resto del estadio les sigue, los brotes musicales de grupos de 15 ó 20 personas son más difíciles de seguir.
De hecho, en determinados momentos mientras que un lado del estadio coreaba “Atleeeeti, Atleeeeti”, en mi fondo estábamos con el “Ahora, ahora, ahora Atleti ahora”. Habrá que afinar.
Para colmo, los del Frente sólo abrieron la boca para corear un “Si no nos quieres, no cantes mis canciones” que fue reprobado con pitos del resto de la grada. Me pregunto cuántas de las canciones que canta el Frente han sido creadas por ellos mismos, porque al menos el 90 por ciento son meras copias de los mismos cánticos que se escuchan en otros estadios cambiando el “Atleti” por el equipo de turno.
Sólo volvieron a cantar para proclamar un “Atleti somos nosotros” cuando marcó el Villarreal. Se me ocurren muchas personas que son más el Atleti que ellos. Y lo peor es que se alegrarían de la derrota...

Volviendo al fútbol (porque no queda otro remedio) un buen zurdazo de Tiago con el interior devolvió la atención al césped, pero Asenjo lo sacó con un paradón cuando parecía dentro. Hasta entonces, el Villarreal se limitó a estar bien ordenado atrás, y sólo avisó en una contra que Cherysev finalizó con un flojo disparo, después de un balón perdido por Raúl García tras un corner a favor.

UN GOL FATALMENTE ANULADO
El segundo acto lo comenzó Vietto con un zapatazo a la izquierda de Moyá desde la frontal. Era un aviso del destrozo que nos haría después la joven perla argentina.
Sin embargo, en esos instantes el Atleti todavía tenía el control del partido.
Godín ganó por arriba una falta colgada por Gabi, Mandzukic recibió solo entre una nube amarilla, pero su disparo a bocajarro lo sacó un rapidísimo Asenjo.
Y si alguien estaba por la labor de ganar era Arda Turan. El turco recibe en el flanco derecho del área, hace uno, dos, tres, mil recortes, y cuando todos pensaban que ya no podía hacer más, rompe con un nuevo quiebro a Cheryshev, la pone en la cabeza de Mandzukic en el segundo palo, y testarazo a la red. El Calderón estalla de júbilo y esta vez sí al unísono descarga toda la tensión contenida. Pero entonces, la mano levantada de Pérez Montero (un esperpento) anula el tanto. No daba crédito, ya que no podía ser fuera de juego. Ya en casa, pude comprobar cómo el gol fue anulado por una supuesta falta merced a un tremendo piscinazo de Mario Gaspar que habría firmado el mismísimo Cristiano Ronaldo. Tremendo.

EL VILLARREAL MATABA A LA CONTRA
El partido debió encarrilarse en ese punto, pero tras la anulación entró en una espiral que nos llevaría a la derrota. Los ataques rojiblancos eran cada vez más atropellados e imprecisos, los cambios no ayudaron (Cerci ya se puede ir con un lazo en vez de la diadema), y el Villarreal sumaba contras cada vez más peligrosas.
“Está más cerca el 0-1 que el 1-0”, le dije a mi padre.
Miranda, por confiarse y querer llevarse un balón picadito ante Cheryshev, perdió una bola mortal que no acabó en gol por un mal control de Vietto cuando estaba solo.
Después Moyá respondió con una gran manopla derecha a un trallazo de Cheryshev, y a falta de cinco minutos Vietto puso la puntilla. El argentino recibió en línea de tres cuartos en carrera hacia el lado izquierdo, rompió a Godín con un recorte soberbio hacia la derecha, y batió a Moyá con la frialdad que le faltó en el control de unas líneas más arriba (0-1).

Y así nos dejó a todos los del Calderón. Fríos. ¿A todos? No. Entonces a algunos sí les entraron ganas de cantar. Winter is coming.

lunes, 8 de diciembre de 2014

El mito del balón parado

JORNADA 14- ELCHE 0-2 ATLÉTICO
Goles: Giménez, Mandzukic.
El Atlético de Madrid ganó el sábado en Elche su cuarto partido fuera de casa en esta Liga (Real Madrid, Almería, Getafe y Elche) y deja ya lejos la derrota en Anoeta.
Lo hizo con mucha solvencia, adelantándose pronto (minuto 15) y en otro encuentro en el que Moyá apenas tuvo que intervenir. Lo hizo sólo una vez, a diez minutos para el descanso, pero fue en un auténtico paradón en el que se jugó el físico al chocar con el poste, despejando a corner un centrochut de Faycal Fajr (era un pase, pero se envenenó de manera endiablada).

¿OTRO GOL DE ESTRATEGIA...?
He leído y escuchado en muchos sitios que el Atleti abrió el partido en otra acción a balón parado. En otra jugada mágica brotada de la pizarra de Simeone y el Mono Burgos. Según las estadísticas de El País (bastante fiables) el Atleti ha marcado nueve goles este año de estrategia. Aunque según mis cuentas (este año en el blog estoy apuntando el tipo de jugadas que dan origen al gol) son trece: siete de corner (Tiago (2), Miranda (2), Arda, Mario y Godín), y seis tras el saque de una falta (Saúl (2), Mandzukic (2), Raúl Jiménez y Miranda). Supongo que si previamente hay algún rechace (como el de Arda la jornada anterior) El País no lo cuenta.
La excelencia que ha logrado este equipo en este tipo de acciones es innegable, pero decir que el 0-1 del Martínez Valero llegó gracias a una jugada ensayada es ya rizar el rizo. Paso a narrarles, tal cual, cómo fue la acción.
Koke saca un corner en corto para Arda (aunque acabó bien, siempre odiaré los gili-corner); el turco cede atrás a Siqueira; quien devuelve a banda para Koke; el vallecano la mete en profundidad hacia Arda; que toca de primeras a Siqueira; quien hace lo propio para Koke (a estas alturas supongo que ya se les habrá olvidado el origen de la jugada...); y el internacional español vuelve a combinar de primeras para Arda (que tenía en fuera de juego la uña del dedo gordo del pie derecho mientras lo llevaba en el aire caminando hacia campo propio...); que conecta con Giménez dentro del área, que sorprende a todos con un gran control y un tremendo zapatazo a la escuadra (0-1).
Si este gol, tras ocho pases, es fruto de una jugada ensayada, pido definitivamente que se acelere la canonización del Cholo Simeone. Porque esta pizarra ya ni la del telesketch.
Por cierto, la forma de pegar al balón de Giménez dudo que la hubiera igualado Miranda. Aunque es innegable que el crédito del brasileño es casi ilimitado.

Y SE ACABÓ EL PARTIDO
Y por sorprendente que parezca, ahí se acabó el partido. Remontar un gol al Atleti es algo muy difícil (esta temporada sólo el Celta -2-2- y la Real -2-1- lo han logrado) y el Elche lo asumió con resignación.
El Atleti tocó con una tranquilidad y un dominio abrumadores, con Gabi recuperando su mejor nivel y Tiago cortando cualquier balón suelto, y el Elche sólo tiró a puerta cuando ni siquiera era su intención.

MANDZUKIC HACE NÚMEROS
Por aquello de que sentenciar un partido con un simple 0-1 queda feo, el Atleti lo finiquitó con un segundo tanto. En el ocho de la segunda, Gabi robó un balón en medio campo tras una buena presión, se internó por la derecha y metió un precioso pase picadito para dejar solo a Mandzukic, que supo aprovechar la ocasión y batió a Tyton (que se parece a Angoy, antiguo portero del Barça) con un disparo seco junto a su palo corto (0-2). Sexto gol del croata en doce partidos de Liga, que junto a los cinco de Champions y el de Supercopa, tiene unos números dignos.
En ese punto ya no hubo discusión sobre que el choque había terminado, y sólo alguna colada de Arda (que sigue de dulce) pudo haber incrementado la cuenta.

Y AHORA, A TURÍN
El Atleti afronta ahora en el Juventus Stadium un partido con cierta trampa. Es un escenario extraordinario (más de 45.000 espectadores) y un rival de relumbrón, pero el hecho de que la clasificación esté hecha y valga incluso una derrota mínima para ser primero, podría dar lugar a sensaciones contradictorias. Si a eso le unes que lo televisa TVE (¡Lo nunca visto!) el extrañamiento aumenta.
Sin embargo, la cita es de envergadura, y conociendo a los del Cholo, estoy convencido de que el Atleti se volverá de Turin con el liderato del grupo y que la Champions regresará al Calderón el 10-18 de marzo. En la vuelta de los octavos de final.

lunes, 1 de diciembre de 2014

Hay que echarlos. No al miedo en el fútbol

JORNADA 13- ATLÉTICO 2-0 DEPORTIVO 
Goles: Saúl (falta), Arda Turan (corner).
Mi padre no me llevó a un Atleti-Barça hasta que no tuve 15 años (4.500 pesetas costó aquella entrada en 1997). Un 2-5 en el que sólo dos goles de Kiko mantuvieron al Atleti en el partido, pero el Barça terminó arrasando con un hat trick de un jovencísimo Ronaldo.
Y mi primer derbi in situ no llegó hasta varios años más tarde, ya como socio y lo suficientemente talludito. Prefiero ahorrarme el resultado.
Mi padre nunca quiso llevarme antes a un partido “de alto riesgo” por el temor a verse envuelto en una escaramuza entre aficiones rivales o la Policía con un niño de por medio. Así que en esos primeros años tuve que conformarme con ver en el Calderón al Oviedo, el Logroñes, el Celta, o como mucho un Zaragoza o el primer Súper Depor.
Eran los años noventa, y los ultras campaban por los aledaños de los estadios con mucha mayor impunidad de la que hay ahora.
De hecho, el primer año en Primera (2002) nos tocó correr para resguardarnos detrás de unos coches porque nos cogió en medio de un lanzamiento de pelotas de goma por parte de la Policía tras un Atlético de Madrid-Valencia (En 2012 un aficionado del Athletic murió a causa del impacto de una pelota de goma lanzada por la Ertzaintza tras un Athletic-Schalke de UEFA). De ese tipo de incidentes quiso preservarme mi padre de niño. Tenía miedo. No por él, sino por su hijo.

LA RADIO ME DIO LA NOTICIA
El domingo 30 de noviembre de 2014 iba camino a Oporto para dejar allí el coche (los domingos por la mañana llego con el tiempo justo al Calderón, así que lo dejo allí y prefiero coger el Metro) cuando Radio Marca me daba una noticia que me dejó helado: “Dos grupos de ultras radicales del Atlético de Madrid y del Deportivo de la Coruña han quedado esta mañana a las nueve en las inmediaciones de Madrid Río para pegarse y ha tenido como resultado que uno de los hinchas se encuentre en estos momentos ingresado en el hospital en el siguiente estado: clínicamente muerto”.
Les juro que en esos momentos pensé: que sea del Atleti...
Pero no. La radio me añade que el aficionado clínicamente muerto es del Deportivo de la Coruña.
En seguida viene a mi mente el nombre de Aitor Zabaleta... Apuñalado en los aledaños del Calderón en 1998 por un miembro de Bastión (un grupo nazi dentro del Frente Atlético). Y no soy capaz de recordar más nombres de aficionados que hayan muerto en estas circunstancias en estos 16 años (consultando la hemeroteca, otro seguidor, precisamente del Depor, murió por culpa de una paliza tras un Compostela-Deportivo en San Lázaro).

DOS MUERTOS PARA EL FRENTE ATLÉTICO
Dos muertos en 16 años para la mochila de una misma afición. Demasiadas. Sobran dos. Sabía todo lo que iba a venir después, y por ello, sinceramente, hubiera preferido que el fallecido llevara nuestra bufanda. No es la afición del Atlético de Madrid quien le ha matado, sin duda. Probablemente una de las aficiones más fieles, abnegadas y desvividas por su equipo de todo el mundo. Pero le ha matado un colectivo que cada domingo ocupa la grada baja del Fondo Sur, que es la voz del Vicente Calderón, y que lleva el nombre de este club en el suyo propio: Frente Atlético.

EL MIEDO SE RESPIRA
Mi padre, además del Atleti es del Athletic, y hace dos temporadas vimos en un bar muy cercano al Calderón el Manchester United-Athletic. Fue un 2-3 en un auténtico partidazo de los leones, pero no pudimos cantar ninguno de los goles porque en ese bar (del que no daré el nombre) es habitual la presencia de algunos miembros del Frente. El modo en el que hablaban de “los putos vascos” durante ese partido invitaba a no mostrar simpatía por los bilbaínos.
“Había que poner una bomba dentro del estadio y matarles a todos”, dijo uno de ellos en relación a la Final de Copa del Rey, que ese año iban a jugarla precisamente Athletic y Barça en el Vicente Calderón.
¿De verdad es necesario tener, no que albergar, sino que concentrar en el Vicente Calderón a ese tipo de personas año tras año?

UNA BATALLA CAMPAL
Desde ayer, el nombre de Francisco Javier Romero Taboada se une al de Aitor Zabaleta. A diferencia de aquel, todo apunta a que éste “se buscó” la muerte, ya que decidió acudir a esta supuesta “quedada” que tuvo como resultado 24 detenidos, varios de ellos con antecedentes penales (incluido el propio fallecido), de la que la Policía se incautó de un arsenal de armas blancas que a ellos mismos les “impresionó” por su magnitud.

OTROS YA LES HAN ECHADO
Joan Laporta prohibió la entrada al Camp Nou a los Boixos Nois en el año 2003, lo que le costó repetidas amenazas de muerte y un intento de agresión en 2004, y el año pasado fue Florentino Pérez el que retiró los abonos en el fondo a los Ultras Sur y prohibió la entrada al estadio al menos a medio centenar de sus ultras más radicales.
Mientras tanto, en el Atlético de Madrid Enrique Cerezo dijo ayer que los incidentes ocurrieron “muy lejos del Calderón” y que el Atlético “no tiene que ver con esto” y Miguel Ángel Gil Marín manifestó que él no es quién para disolver el Frente Atlético y que “siempre hay algún hijo de puta entre esos 4.000”.
Ambos dirigentes, que siempre han estado prestos a retirar cualquier pancarta en contra de su persona en el estadio, han permitido que durante años se cantara en el Calderón el “que no nos engañáis, que Aitor Zabaleta era jarrai”.

Y HUBO PARTIDO
Así que con este ambiente, se disputó (que no se jugó. Porque el fútbol es un juego, y lo de ayer era un partido manchado de sangre) el Atleti-Depor. Un encuentro que apenas tuvo 15 minutos de buen fútbol, con un arranque fuerte de los rojiblancos que se plasmó con un cabezazo al poste de Mandzukic, otro testarazo de Giménez que sacó Sidnei bajo palos, y un par de despejes de puños de Fabricio (un portero muy flojo) a corners de Koke.
Sólo Arda tuvo magia protagonizando varias internadas brillantes (volvió loco a Insúa) en un partido en el que futbolistas como Griezmann, Saúl o Koke estuvieron muy grises.

UNA ATMÓSFERA VICIADA
Grises como la atmósfera del partido, con un Frente Atlético que apenas se atrevió a animar, que recibió pitos de su público las pocas veces que lo hizo, y con una afición del Depor que coreó en varias ocasiones un “asesinos, asesinos” que todavía fue respondido con algunos insultos de la grada, al menos por parte de mi sector.
Cuando los tuyos acaban de matar a una persona, creo que lo menos que puedes hacer es callarte. Y digo los tuyos, los nuestros, porque en cierto modo todos los que vamos al Calderón amparamos a este colectivo, dando por supuestos como un mal necesario los altercados que protagonizan con cierta asiduidad.

HASTA LOS GOLES FUERON FEOS
El partido tuvo dos goles, y ni siquiera eso fue bonito. El primero, en una falta lateral de Koke que prolongó Mandzukic y que cabeceó Saúl en boca de gol (1-0) y el segundo de Arda Turan, que recogió un rechace en un corner y conectó una volea que desvió Diakité a las mallas (2-0).
Mención aparte tuvo Alessio Cerci, que puede dar gracias al lamentable incidente de la previa para que no le dedique más líneas. Su apatía en los 20 minutos que disputó, andando y sin ni siquiera mirar al balón cuando el Atleti la sacaba en defensa, le hicieron merecedor de no volver a pisar el Calderón.

HAY QUE ECHARLOS
Como no deberían hacerlo esos grupos violentos que utilizan el fútbol como la excusa bajo la que contextualizar su única pasión en esta vida: delinquir.
Sólo espero que esta nueva desgracia sirva para que los dirigentes tomen las medidas necesarias: expulsarlos. Y también espero que Gil Marín y Enrique Cerezo no dejen de tomarlas por miedo. Porque que ellos no pasen miedo, implica que yo sí lo pase. Y mi padre. Y los padres de todos esos niños que alguna vez han dejado a sus hijos en casa “por si pasa algo” en un espectáculo que sólo debería ser una fiesta. 
Hay que echarlos. No al miedo en el fútbol.

domingo, 23 de noviembre de 2014

La veteranía es un grado

JORNADA 12- ATLÉTICO 3-1 MÁLAGA
Goles: Tiago (corner), Griezmann, Godín.
Cuando el Atleti deambulaba por un desierto de mediocridad, entre la mitad de tabla y los puestos de Intertoto, las primeras temporadas tras los dos añitos en el infierno, lo que más echaba de menos era la continuidad de un bloque.
Fernando Torres fue nombrado capitán con apenas 19 años, y el Niño reclamó la permanencia de Javier Aguirre en el banquillo, después de que en Primera ningún entrenador pasara de una temporada al mando (Luis Aragonés, Manzano, Ferrando, Bianchi, Pepe Murcia...).
Pero el problema no era la precariedad de los técnicos (que también), sino que cada año arribaban en el Manzanares diez jugadores nuevos: diez en la 2002-2003; once en la 2003-04 (incluida la vuelta de Simeone); once en la 2004-05; cinco en la 2005-06; diez en la 2006-07...
Quitando a Torres y a Aguilera (y más tarde gente como Antonio López, Perea o Pablo) cada año era un nuevo proyecto, una nueva plantilla, unas nuevas ideas... volver a empezar.

UN CENTRO DEL CAMPO VETERANO
Pero aquello ya es el pasado. Por poner un ejemplo, en el medio campo de ayer en el Atlético, el que menos tiempo lleva es Arda Turan, que cumple su cuarta temporada. Tiago llegó al Atleti en el mercado de invierno de la 2009-2010 (seis temporadas), la misma campaña en la que debutó Koke en el primer equipo; y Gabi suma su séptimo curso como colchonero.
Entre dos de ellos se fabricó la jugada del primer tanto.
Previamente, Juanfran ganó línea de fondo (ha empezado la temporada en una forma extraordinaria), su pase atrás lo dejó pasar Arda, y el tiro de Koke lo rechazó Weligton con los brazos. Se desgañitaron los rojiblancos pidiendo el penali, pero enseguida le espeté a mi padre: "Tranquilo, si en el Atleti sacamos penaltis-corner".

PARTIDAZO DE TIAGO
Y así fue. Koke la coloca al primer palo, y Tiago se adelanta a todos para cabecear a la red (1-0). Tercer gol del portugués en esta Liga. Los tres a balón parrado. Los tres de cabeza. Y nos lo queríamos perder.
El partido del luso fue sublime. A su habitual buen criterio jugando la bola le añadió un recital a la hora de recuperar el balón. Fue una auténtica barredora. Balón dividido en medio campo, para Tiago; posible contra del Málaga, corta Tiago; que los malacitanos intentan salir por banda, al cruce Tiago. Omnipresente. A sus 33 años, está viviendo una segunda juventud que le convierte en imprescindible en este equipo.
El Atleti hizo unos primeros 20 minutos sobresalientes, con una presión asfixiante hasta el propio área de Kameni (con el Málaga empeñado en sacarla al toque, pese a las complicaciones), entrando por derecha e izquierda, y con un Arda de dulce (se hizo un autopase de tacón en línea de fondo de extra class).
El Málaga, que había avivado durante la semana el falso mito del “Atleti violento”, frenó el ritmo del partido con una patada de Antunes en la cara de Arda (que Teixeira no señaló ni como falta) y un choque con Mandzukic que le dejaría KO (estuvo errando por el campo hasta que Simeone le quitó en el minuto 57).
Sin embargo, al borde del descanso el croata fue capaz de completar una gran maniobra de 9. La protegió en la banda, se giró, y le devolvió la pared en ventaja a un Arda que ganó la espalda a Antunes y la puso perfecta, siempre cabeza arriba, al segundo palo, donde Griezmann no tuvo más que empujarla (2-0). También tercer gol liguero para el francés.

EL MÁLAGA DIO EL SUSTO
El Málaga añadió un plus de agresividad tras el descanso, y ya avisó Juanmi con un zurdazo alto a los tres minutos de la reanudación.
Recién entrado, Raúl Jiménez cabeceó centrado un gran centro de Ansaldi y Kameni se la encontró, y en la siguiente jugada, el Málaga encontró el 2-1.
El Atleti basculó mal en defensa, Giménez salió de la zaga y Juanfran se metió al centro, y Samu Castillejo, sin oposición, puso un centro al segundo palo que conectó en un gran remate Roque Santacruz, ganando la posición a Ansaldi (2-1).

PERO APARECIÓ EL MARISCAL GODÍN
Entonces apareció Godín. Cuando el miedo podía olerse en la grada cada vez que el Málaga pasaba de línea de tres cuartos, Santacruz ganó un balón aéreo a Giménez y dejó solo en el área a Juanmi. Y cuando el delantero malagueño se relamía pensando dónde la iba a poner, Godín se cruzó, providencial una vez más, para sacarla a corner.
Tuvo que ser el propio uruguayo, de cabeza cómo no (el Atleti ya contabiliza 13 de sus 23 goles con la testa), el que sentenciara el partido. Un centro abajo de Juanfran fue repelido por Kameni de forma poco ortodoxa, el balón salió a línea de fondo, donde Tiago la bombeó al segundo palo y Godín remachó el 3-1.
Entre medias, el Atleti había tomado un poco de aire por la expulsión de Samu Castillejo (por doble amarilla) y Griezmann pudo haber finiquitado el choque por dos veces. En una lanzó al lateral de la red con Godín y Jiménez para empujarla y sólo un minuto después quiso “arreglarlo” dándosela al mexicano cuando él lo tenía todo a favor. Pero le pasó muy fuerte.
No hizo falta. Fue Godín, otro que lleva cinco temporadas en el club, el que matase el partido y se recreara en su celebración en las redes del Fondo Norte.
El balón murió en su cabeza, cortando el último ataque del Málaga, y minutos antes se permitió una frivolité al intentar sacar la bola jugada en banda, ante la presión de dos contrarios.
El público coreó varias veces su nombre. Y es que ya es un ídolo más en el Calderón. Pero para llegar a ídolo hacen falta partidos, y confianza, y galones. Y una complicidad con la grada que sólo se gana a base de un sacrificio y un compromiso que se reconocen con el tiempo. Un tiempo que te permite llegar al corazón de la gente, y que el escudo llegue a tu corazón. Y jugadores comprometidos como Godín, como Tiago, como Arda, como Koke, son los que te llevan a ganar partidos como el de ayer... y títulos.