JORNADA 6- JUVENTUS 0-0 ATLÉTICO
En mi época de redactor en Marca TV me
tocaba casi a diario hacer resúmenes de entre diez y quince minutos
de los partidos de Liga, Champions, Europa League... para
posteriormente narrarlos (algo que me encantaba. Nunca he disfrutado
más de mi profesión que entonces).
Uno debía ir seleccionando las mejores
jugadas conforme avanzaba el choque para después hacer el montaje
final. Si el partido era muy bueno y prolífico en ocasiones, había
que ir cribando sólo las más peligrosas. Si el partido era malo de
solemnidad, se metían hasta las tarjetas...
En el Juventus-Atlético de Madrid de
anoche, si hubiera ido midiendo los tiempos, me habría tocado
rebobinar buscando acciones de los primeros minutos. Con la última
media hora, no habría rellenado ni un frame (fotograma que compone
la sucesión de imágenes de la televisión. En un segundo hay 25
frames...).
DOMINIO ESTÉRIL DE LA JUVE
La Juve acumuló cerca de un 70 por
ciento de posesión, al principio por obligación y al final por
omisión.
En el primer acto, pese a que los
italianos tuvieron el balón, las mejores ocasiones (las únicas) las
tuvo el Atleti.
A los seis minutos, Mandzukic busca a
Arda, despeje de la defensa juventina que deja solo a Koke entrando
por el flanco izquierdo del área, pero su tiro abajo lo saca Buffon
en dos tiempos.
Más tarde, fue un cabezazo bombeado de
Giménez el que obligó a despejar a Buffon. Y por último, un buen
tiro lejano de Mario Suárez también fue rechazado por el mítico
guardameta italiano.
GODÍN Y GIMÉNEZ, ESCUDOS HUMANOS
Mientras tanto, la Juventus se dedicó
a colgar balón tras balón al área, donde Giménez y Godín se
transformaban en gigantes para rechazar con sus cabezas cada
acercamiento italiano.
Que centraba Pirlo desde la izquierda,
cabezazo de Godín.
Que la ponía Lichsteiner
desde la derecha, testarazo de Giménez.
Que Tévez se sacaba un disparo por el
centro, Godín hacía de escudo protector para su meta.
Que lo intentaba Llorente (muy
batallador, pero sin acierto) en la frontal, Giménez se le
anticipaba con una solvencia impropia de su edad.
Ya son varios los partidos destacando
al joven central uruguayo, y si Miranda recuperará su puesto será
porque su trabajo estos tres últimos años y medio ha sido
impagable.
LA JUVENTUS SE LA JUGABA...
Desde Atenas, llegaban noticias de que
el Olympiakos, con más o menos problemas (más que menos) se imponía
ante el Malmö, con lo que el 1X2 de la Juve podía pasar de colocarle
primero de grupo, a “conformarse” con el segundo puesto, o
quedarse fuera de la Champions.
Intentó jugársela al 1 los 20
primeros minutos (previo susto de un corner directo de Gabi al
poste), con una bonita triangulación (taconazo de Tévez incluido)
que terminó en disparo de Pogba (contra el cuerpo, cómo no, de
Giménez); un zurdazo lejano de Vidal al que respondió con una gran
mano abajo Moyá (cuántas más veces la veo repetida, más paradón
me parece. Mucho mérito el de este chico, que venía a sustituir a
Aranzubía y ha acabado haciendo que no echemos de menos a Courtois.
Ni un gol ha encajado en Champions); y un trallazo desde 30 metros de
Pogba que le bota antes, que rechaza cómo puede, y mientras Giménez
casi se la quita de las manos con un pseudo despeje, Godín la
terminó mandando a Cuenca (o a Los Alpes) sin especulaciones. La experiencia es un
grado. Y en la frontal del área chica y con el portero en el suelo,
no se duda.
...Y AL FINAL TUVO MIEDO
El encuentro terminó con el citado
rondo por omisión de la Juve (decidido a no hacer más fútbol, al
menos abogó por mantener el balón), mientras el Atleti contemplaba
cómo el equipo con más Scudettos de Italia (30, sin contar con los
dos que le quitaron por amaño de partidos, e incluidos los tres
últimos de forma consecutiva) le ofrecía un pacto de no agresión
porque, incapaz de hacer un gol a los rojiblancos, tenía miedo de
quedarse fuera de la competición.
Estoy convencido de que si los del Cholo
hubieran necesitado ganar anoche en Turín, lo habrían hecho. Pero su
suficiencia en el campo de uno de los más grandes clubes de Europa,
dice mucho de sus aspiraciones. Ayer, hizo lo que hacía falta. Y
punto.