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lunes, 9 de mayo de 2016

Y esta vez va en serio: adiós

JORNADA 37- LEVANTE 2-1 ATLÉTICO
Goles: Fernando Torres.
El pasado jueves tuve la suerte de acudir a la primera jornada de Cultura en rojo y blanco, donde tuve la oportunidad en una charla de conocer facetas muy interesantes de Filipe Luis (es cinéfilo, apasionado por las series y la lectura, y un tipo culto. Los medios hacemos algo mal cuando somos incapaces de dar a conocer a la persona, más allá del futbolista. Y más cuando sobresale) y de disfrutar de una noche sabinera con Pancho Varona.

Lo hice en muy buena compañía, rodeado de buena gente atlética. Entre ellas, un chico al que he conocido gracias a mi libro de Godín, y que se declara seguidor de mi blog, me comentaba acerca de nuestras posibilidades de ganar la Liga: "Y eso que te pasaste un montón de partidos diciendo: adiós a la Liga. Después de pinchar con el Sevilla, el Barça, el Sporting... Escribías: la Liga está perdida...". Y era verdad.

¿CUÁNTAS VECES DIJIMOS ADIÓS?
Lo pensé durante unos segundos y me dije: tiene toda la razón del mundo. Soy de los que vio la Liga totalmente perdida en múltiples ocasiones, porque jamás imaginé que el Barça fuera a fallar tantísimo. Y repasando mis titulares, uno constata que me dejé llevar por el pesimismo (justificado): "Miedo", titulé tras el 0-0 con el Sevilla; "El orgullo intacto, la Liga perdida", tras caer en el Camp Nou; o "Decir adiós", tras la inesperada derrota en El Molinón. En muchas de esas crónicas, incluso en posteriores cuando la cosa parecía más cerca (en "Mantener viva la ilusión", tras golear 5-1 al Betis) mi diagnóstico era claro: la Liga era un im-po-si-ble. Y es mejor no empeñarse cuando algo es imposible. Sin embargo, un atlético jamás se rinde, y el lema del "Nunca dejes de creer" es el que nos ha llevado a llegar tan lejos.

NO SE PUEDE JUGAR A DOS BANDAS...
La Liga es el día a día, esa ilusión que te lleva a levantarte con fuerza cada mañana y con un objetivo que perseguir. Es la gasolina que te da vida. El Atleti ha estado luchando por esa ilusión durante más de ocho meses. Pero no se puede jugar a dos bandas. Eso está al alcance de muy pocos, y este Atleti, al fin y a la postre, ha perdido la Liga contra dos equipos que el año que viene estarán en Segunda, el Sporting y el Levante, porque venía cansado física y mentalmente de haber estado peleando por su otro amor sólo tres días antes: visitó El Molinón la semana después de la prorroga y la interminable tanda de penaltis con el PSV, y este domingo cayó en Levante tras la maratón futbolística vivida en Múnich.

COMO SI HUBIERAN JUGADO CON NOSOTROS
Y esta vez ya es de verdad. El adiós es definitivo. Las matemáticas no engañan y la puerta de la Liga está cerrada. En cierto modo, es como si el FC Barcelona hubiera jugado con nosotros. Falló de forma consecutiva cuando nadie lo esperaba. Empató en Villarreal y perdió de forma encadenada con Real Madrid, Real Sociedad y Valencia. Se acercó a nosotros hasta el máximo límite que pudo hacerlo (empatado a puntos, sólo salvado por el goal average), nos puso la miel en los labios, pero cuando ya no podía permitirse ni un fallo más... volvió a alejarse. Desde entonces, 21 goles a favor y cero en contra (0-8 al Depor, 6-0 al Sporting, 0-2 al Betis y 5-0 al Espanyol) son números más que contundentes que hablan a las claras de que, aunque lo pareció durante algún tiempo, este Barça no quería regalarnos la Liga. Tuvo sus dudas (muchas), nos hizo ilusionarnos, pero a la hora de la verdad, se marchó. Y la Liga, pues, se va con otro, ya que, pese a que el Madrid sigue por medio, los culés no van a pinchar ante un Granada que goleó en Sevilla (partido amañado, por cierto) y se ha salvado matemáticamente.


EL GOL TEMPRANERO NO AYUDÓ
Y eso que el Atleti marcó en el minuto uno en el Ciutat de Valencia. De nuevo funcionó la conexión Koke-Torres. El vallecano asiste en profundidad y el fuenlabreño se la pica a Mariño en la salida (0-1). Y durante seis minutos, soñé con un Atleti campeón. Lo que tardó Messi en sacarnos del sueño con un golazo de falta en el Camp Nou. Pero en realidad el Atleti no despertó. El Atleti siguió durmiendo. El tempranero tanto hizo a los rojiblancos confiarse, dando la victoria por segura. Pero el Levante no se rindió. Y no puede ser que un equipo descendido a Segunda también acumule más posesión que tú (55%-45%).

UN LEVANTE MUY "PROFESIONAL"
No es cuestión de llorar ahora, pero el Atleti ya estuvo a punto de perder la Liga hace dos temporadas ante un Levante que no se jugaba nada (acabó décimo) y este domingo la perdió definitivamente. Lo que algunos aplauden como comportamiento profesional a mí me huele a otra cosa...
A la media hora de juego, en una gran internada del colombiano Cuero, Casadesús cabeceó inapelable a la red (1-1). No reaccionaron los colchoneros antes del descanso, a excepción hecha de una colada de Correa que cerca estuvo de introducirse en propia puerta David Navarro. Pero menos aún despertaron en el segundo acto.

INOPERANCIA Y SUICIDIO
Simeone sacó a Griezmann y a Carrasco por Correa y Augusto, y todos esperábamos un efecto similar al del partido con el Rayo (Griezmann marcó según entró). Pero no ocurrió. Los minutos iban pasando y la inoperancia del Atleti crecía. Las piernas estaban pesadas y las ideas eran nulas.
Sólo en el último cuarto de hora los rojiblancos tocaron a rebato, pero apenas les sirvió para que Mariño se luciera ante Griezmann, tras una buena contra conducida por Carrasco.
Y el Atleti se suicidó. Volcado, cada contra del Levante se producía en superioridad y parecía mortal... Hasta que nos mató. En el 89, dos para uno de Morales y Rossi contra Savic (lento) y el italiano define para poner el 2-1 y, para más inri, quitar el récord de Zamora menos goleado de la historia a Oblak (ahora con 18 goles está igualado con los números de Liaño en la temporada 1993-94).

CAMPANA Y SE ACABÓ
Así que se acabó. Ahora sí. Como Simeone (sancionado) desde una ventana por la que presencias ese cumpleaños al que no te han invitado y no te dejan pasar, el Atleti dijo adiós a la Liga.
Fue bonito mientras duró. Muy bonito. Llegar con opciones hasta la penúltima jornada ha sido algo que hace dos meses nadie habría imaginado. Pero toca despertarse. Hay que levantarse y afrontar nuevos retos. Porque, por fortuna, este Atlético que nunca deja de creer siempre tiene un nuevo reto al que agarrarse. Una nueva meta por la que pelear para levantarse de una decepción. Y, como ya dije la semana pasada, si la vida es justa (y a veces lo es) el Atleti conseguirá su premio dentro de tres semanas. Porque, a veces, cada uno recibe lo que merece. Y ahora más que nunca, en esto, no quiero dejar de creer.    

lunes, 2 de mayo de 2016

Con todo

JORNADA 36- ATLÉTICO 1-0 RAYO VALLECANO
Goles: Antoine Griezmann (¡Y van 30!).
Ya sólo quedan cuatro pasos. Vamos, ánimo, tú puedes. Sé que han sido más de ocho meses muy duros, con subidas, con bajadas, con momentos muy malos. Sé que ha habido días en los que quisiste tirar la toalla; instantes en los que pensaste que nada merecía la pena.

Faltas de respeto llegadas de tu alrededor que te llenaron de ira y dañaron tu orgullo; situaciones en las que se han ninguneado tus enormes méritos, mientras se ensalzaba y se protegía a tu vecino por muchísimo menos. Se te ha tildado de violento, de agresivo, cuando has salido de grandes estadios habiendo cometido menos faltas que tu rival, pero cargado de cartulinas (el Atleti hizo 13 faltas en el Bernabéu -por 15 del Madrid-; y 16 en el Camp Nou en Champions -el Barça cometió 19- y en ambos casos vio más tarjetas que su rival...), se ha dicho que no tenías gol, que tu fútbol aburre, que dabas miedo...
Se ha asegurado que no pasarías del tercer puesto en Liga ni de los cuartos en Champions, que eso es lo más a lo que podrías aspirar, que "jamás soñaste" con estar en una situación como la actual...

A CUATRO PASOS DE LA GLORIA...
Pero has llegado hasta donde estás. El mes de mayo ya está aquí y tienes opciones de todo. Estás a cuatro pasos de la gloria. Hacer buena en Múnich la ventaja de la ida y vencer en Milán; y dos victorias en Liga, acompañadas de un favor de Espanyol o Granada, convertirían al Atlético de Madrid en el equipo más grande del mundo. Le permitirían tocar el cielo con las manos... quizá por partida doble.

...PERO HAY QUE PONERLO TODO
Pero para eso hace falta ponerlo TODO. Sin reservas. 
El Atleti ha demostrado este año que es capaz de ganar a cualquiera (Bayern de Múnich, Barcelona, Real Madrid...), pero que también puede sufrir contra cualquier rival (este año ha ganado por la mínima y en los minutos finales a Levante, Sporting, Rayo Vallecano...).
Sin ir más lejos, este sábado sufrió muy mucho para derrotar al Rayo. En gran parte porque Simeone decidió reservar a siete de sus titulares, algo necesario si se quiere llegar lejos en todas las competiciones, pero arriesgado para un equipo que no tiene la plantilla de Barcelona y Real Madrid.  

MUCHO SUPLENTÍSIMO
No sé quién acuñó el término de titularísimo, pero cuando escuché la alineación del Cholo para recibir al Rayo, pensé que había mucho "suplentísimo" en el campo. Gámez (7 partidos titular en Liga), Kranevitter (3), Óliver (9) o Vietto (12) apenas superan 30 titularidades esta temporada... sumándoles a todos. Y especialmente los dos últimos cuajaron un partido bastante oscuro, lo que les llevó a ser sustituidos al comienzo de la segunda parte.

GRIEZMANN YA SUMA 30 GOLES
Según saltó al campo el francés Griezmann, recogió un rechace blando de la zaga rayista (hace demasiadas aguas) y pegó un zurdazo seco junto al palo corto de Juan Carlos (1-0). Le bastaron sólo 35 segundos sobre el campo para arreglar el partido (suma ya 30 goles: 21 en Liga; seis en Champions; y tres en Copa).
Su tanto fue un bálsamo, porque el Rayo había metido el miedo en el cuerpo a la grada al inicio del segundo acto, con un disparo centrado (por suerte) de Javi Guerra, y un centro chut envenenado de Quini que sacó Oblak.
El Rayo metió en su área por momentos al Atleti y recordó al Bayern. Pero el martes, ni serán los mismos los que vistan la rojiblanca en el Allianz Arena, ni el cansancio acumulado igual que el de este sábado.

CON TODO
Entonces ya no habrá excusas. El viaje a Italia se atisba más cerca que nunca. En los cuatro partidos que restan, Simeone irá con todo. Al 100%. No se guardará nada. Ni el propio Godín, castigado por las lesiones en este final de temporada (dos lesiones en el bíceps femoral -PSV y Sán Mamés-; un esguince de rodilla -Camp Nou-; molestias en los isquiotibiales -Real Sociedad-; y una gastroenteritis -Mestalla- le han aquejado ya en 2016) será reservado en Múnich. No puede serlo. Para buscar la gloria, hay que apostarlo todo. Hay que querer el objetivo al 100%. Con el cuerpo, y con el alma. Con el corazón, y con la cabeza. Con locura y equilibrio. Con pasión y frialdad. Con contundencia y delicadeza. En lo falso y en lo cierto. Por la historia, y por el presente. Por nuestros mayores, y por nuestros hijos. Por lo que pudo ser y por lo que fue. Por los que se fueron y por los que vendrán. Por nuestros ángeles y por nuestros demonios. Por los que jamás confiaron, y por los que nunca dejan de creer. Por todos y por ninguno. Por ellos y por nosotros. Pero sobre todo POR TI. Atleti, ese martes vence por nosotros.     

lunes, 25 de abril de 2016

Seguimos creyendo

JORNADA 35- ATLÉTICO 1-0 MÁLAGA
Goles: Ángel Correa.
JORNADA 34- ATHLETIC 0-1 ATLÉTICO
Goles: Fernando Torres.
El Atlético de Madrid sigue ganando. Ganó el miércoles el partido más complicado que le quedaba en Liga en el "final a final" del Cholo en el que se ha colado, de forma inesperada, dos años después.
Ganó en San Mamés, otro año más. Un estadio en el que antes sólo habían vencido tres equipos (Madrid y Barça mediante) y ante un Athletic que, de haber ganado, se habría puesto a sólo tres puntos de Champions. Con lo que la victoria no es moco de pavo. Valórenla.
Y ganó el sábado al Málaga en el Calderón, en un partido que se complicó más de lo esperado y que tuvo que desatascar un casi siempre eléctrico y distinto Correa, ya en la segunda parte.

ESTAR LUCHANDO POR LA LIGA, UN MILAGRO
Tampoco es moco de pavo que faltando sólo tres jornadas para que acabe la Liga los colchoneros estén en disposición de ganarla. Hace un mes, nadie habría apostado por ello. El objetivo parecía perdido en el infinito. Hace dos meses, tras perder con el Barça y empatar en casa frente a Sevilla y Villarreal, tampoco. Los errores se habían acumulado y lastraban el sueño. Pero a veces, los milagros ocurren.

TORRES SELECCIÓN
Como también parecía imposible hace dos meses que se pudiera estar hablando de la vuelta de Fernando Torres a la selección española... En febrero, se decía que tenía los dos pies fuera del Atleti y que su renovación era una utopía. Desde entonces, marcó el gol 100. Y el 101. Y el 102... Así hasta el 107. Ha anotado ocho goles en trece partidos (en cinco de ellos fue suplente) y llevaba cinco encuentros consecutivos marcando (dejó de mojar contra el Málaga).
Lo vengo diciendo desde hace tiempo, Fernando ya recuerda al Niño hasta en la estética, y ahora mismo tiene los mejores números de todos los delanteros españoles en 2016. Si Casillas debe ir por historia, lo de Torres (autor del gol que lo empezó todo, en Viena ante Alemania, y también goleador en la final de Kiev ante Italia, en 2012) no lo merece menos.   

OTRO GOLAZO DEL NIÑO
En San Mamés, cuando el partido transcurría entre el temor (el Barça le estaba metiendo una somanta al Deportivo) y la incertidumbre, apareció Torres. En un perfecto centro desde la derecha de Griezmann (que no sólo marca, también asiste) el Niño puso la cabeza para sumar un partido más marcando y mantener al Atleti en la lucha (0-1). Su testarazo, poderoso, fue inalcanzable para Iraizoz. Su celebración, la prueba de un hombre que, muchos, muchos años después, está cumpliendo su sueño. Llevar al Atleti a lo más alto.

OTRO TRIUNFO EN SAN MAMÉS
Un Atleti que suma la friolera de siete triunfos en San Mamés en la última década. Ningún equipo de la Liga ha ganado más que los colchoneros en el feudo bilbaíno.
Los del Cholo aguantaron bien en el segundo acto. Oblak sólo tuvo que intervenir con verdadero peligro en un zapatazo de Beñat. El resto, disparos siempre blandos, con la cabeza y con el pie, de un Raúl García que lleva otra rojiblanca en la piel. ¡Gracias por todo Rulo!  
En la contra se pudo matar, tanto Griezmann como Carrasco. Pero no hizo falta más. Un gol para este Atleti es oro puro (Sólo ha encajado 16 tantos en 35 partidos. Oblak ha dejado 22 jornadas la portería a cero...). 

Y OTRO GOL DE ORO
Como de oro fue el gol de Ángel Correa en el minuto 62 del choque ante el Málaga. Y hacía falta, mucha falta, porque el miedo empezaba a olerse a orillas del Manzanares, y los recuerdos de cómo nos aplazaron el alirón (con su rémora en Lisboa) hace dos años empezaban a refrescarse en la grada.
Y es que el partido estaba feo. Muy feo. Y enturbiado. Que si un fuera de juego que no era; que si un córner convertido por el árbitro en saque de puerta; que si una expulsión a Simeone porque un balón lanzado desde el banquillo atlético irrumpe en un ataque del Málaga; que si una amarilla a Fernando Torres por protestar...
Mateu Lahoz estaba consiguiendo su objetivo: ser protagonista. Y es que cuando toda España se conoce el nombre de un árbitro, por algo (malo) será...
"Con este tipo de cosas es como se puede no ganar. Si se salen del partido", lamentó mi padre. Pero entró Correa. 

CORREA SELECCIÓN... O TITULAR
Si no marca Griezmann (lleva 29 goles), o Torres (10), lo hace Correa. El argentino ya lleva ocho goles, los mismos que Saúl, y ha desatascado varios partidos complicados esta temporada (en Eibar o en Vallecas marcó el 0-1 bien entrada la segunda mitad).
Este sábado lo volvió a hacer. Cuando los viejos corazones tan maltrechos y ajados del Calderón empezaban a experimentar complicaciones para palpitar con un ritmo natural, apareció Correa. Recogió un pase de Filipe (soberbio su estado este año) en la frontal, se abrió hueco ante un defensa, y soltó un latigazo que tocó lo justo en Albentosa para hacerse inalcanzable para Ochoa (1-0).   
El argentino tiene una chispa, un descaro, un atrevimiento, y un desequilibrio, que siempre que le veo sobre el campo me hacen preguntarme por qué no juega más...
A diez minutos del final volvió a marcarse un jugadón tras dejar atrás a dos defensas, pero definió arriba.

SUFRIENDO... GANANDO
El Atleti sufrió (sobre todo en un disparo de Recio a falta de tres minutos que hizo un extraño y salvó Oblak), el Atleti padeció, pero el Atleti ganó. Como siempre. Como estoy convencido de que hará en las tres jornadas que restan.
Pero como también hizo el Madrid tras un regalo en Vallecas (2-3) y el Barça al Sporting (6-0), con tres penaltis...
La Liga es una carrera de fondo. Nunca hay que dejar de pelear, porque el que más resiste, es el que se lleva el gato al agua. Y con los rojiblancos, por creer no será. Seguimos esperando que se consume el milagro.

lunes, 11 de abril de 2016

Otra oportunidad

JORNADA 32- ESPANYOL 1-3 ATLÉTICO
Goles: Fernando Torres, Griezmann, Koke.
“A mí me enseñaron en la vida a que hay que insistir. Hay que creer en lo que uno hace, y las cosas después caen por sí solas, si tienen que caer. Pero, como todo en la vida, y si lo haces en el trabajo, hay que darlo todo. Y nosotros estamos dando todo lo que tenemos. Somos persistentes, intensos, y buscamos seguir peleando”.
Las palabras son del Cholo Simeone en la rueda de prensa en Cornellá, ante la pregunta de que el técnico rojiblanco sólo había introducido un cambio respecto al once del Camp Nou (Augusto por Saúl), demostrando que no da la Liga por perdida.
Las palabras son del entrenador argentino, pero las podríamos haber suscrito cualquier aficionado colchonero, y son por sí solas una lección de vida. Una más.

PARECÍA UN IMPOSIBLE
Parecía perdida, sí. Parecía un imposible. Hace dos jornadas la distancia era de nueve puntos con sólo ocho jornadas por jugarse. Pero sólo dos semanas después apenas tres puntos separan a Barcelona de Atlético de Madrid. Y sólo el goal average perdido se presenta como el mayor escollo para no soñar (porque implica dos fallos del Barça).
El Barça volvió a caer en Anoeta, y se cumple el tópico de que en ocasiones hay campos realmente malditos (lleva cuatro temporadas consecutivas perdiendo en el estadio donostiarra, donde no gana desde el año 2007).

EL ERROR DECISIVO, FUE EL ÚLTIMO…
Esto ha permitido al Atlético volver a creer en la Liga. Y pese a que se dijo adiós al título muchas veces (el 24 de enero tras empatar con el Sevilla; el 30 de enero tras perder en el Camp Nou; el 21 de febrero tras un nuevo empate en casa, con el Villarreal), no puedo evitar pensar que el error decisivo, el gran error garrafal que nos puede apartar definitivamente del sueño de volver a abrazar la Liga, fue el último. Esa derrota en El Molinón, en el campo del penúltimo, donde el Sporting había ganado tres partido en toda la temporada… Fue sólo un instante, apenas unos minutos, pero se perdieron los nervios, y todo se fue al traste…

EL ATLETI NO BAJA LOS BRAZOS. AUNQUE LE PEGUEN PRIMERO
Pese a todo ello, el Atleti no deja de creer. No baja los brazos. Ni aunque el rival le pegue primero. Al filo de la media hora, Diop se adelantó a Juanfran en un córner y conectó un perfecto cabezazo para poner el 1-0.
Los colchoneros estaban jugando mejor hasta ese momento, pero, tras el esfuerzo y el varapalo del Camp Nou, el tanto espanyolista parecía una nueva losa para enterrarles en vida. “El Atlético ahora mismo perdería su segunda plaza a favor del Real Madrid”, se apresuraba a proclamar el narrador.

JAMÁS NIEGA OTRO INTENTO
Pero este Atlético está muy vivo. Y nunca se resigna a morir. Jamás niega otro intento. Olvidando el dolor. Y en esta lucha contra los elementos ha emergido de forma sobresaliente quien más grabado lleva el sentimiento atlético en su piel: Fernando Torres. Aliado con otro enamorado del Atleti desde la cuna, Koke, el Niño controló con el pecho un centro del vallecano, y fusiló de disparo cruzado el 1-1. Apenas habían pasado cinco minutos.
Minutos antes, Fernando ya había estado a punto de marcar con un disparo al poste, después de fintar a un contrario simplemente dejando pasar la pelota en un saque de banda, en un gesto técnico difícilmente al alcance de un mal delantero.

Los rojiblancos siguieron creyendo, y completaron la remontada en el segundo acto. En un uno-dos mágico de Koke, asistió a Griezmann para que ajustara la pelota al palo izquierdo de Pau López. Un uno-dos para poner el 1-2. Y séptima jornada consecutiva marcando del francés, a sólo una del récord histórico de jornadas seguidas marcando de un futbolista del Atleti (Forlán, en las ocho últimas fechas de la 2008-09).
En la banda, Thomas contempló el gol de Griezmann, ya preparado para entrar por el francés. Pero la fortuna quiso que no lo hiciera antes y que el galo firmase el 1-2. Si tienen que caer, las cosas caen por sí solas…

TORRES PUDO RESARCIRSE, EN PARTE, EN BARCELONA
El Atleti estaba desatado. Torres estuvo a punto de marcar en una volea lejana, y Pau evitó el gol de Koke a bocajarro. Pero el vallecano terminaría redondeando su enorme encuentro con gol. Y sería Torres quien le devolviera la asistencia.
El Niño salió con un sentimiento muy amargo del Camp Nou, pero pudo resarcirse en gran parte en la misma ciudad. Y lo hizo a partir de un error suyo. En lo que fue un mal control, la pelota amenazó con marcharse para siempre por línea de fondo. Pero Torres la rescató antes, y la convirtió en una perfecta asistencia para la cabeza de Koke, que anotó el 1-3. Esa jugada resume la esencia de este Atleti. Lo que parecía una causa perdida, se convirtió en un gol...

UNA ÚLTIMA OPORTUNIDAD
La Liga sigue viva. Parecía imposible, pero el Barça sólo ha sumado un punto de nueve y sus dudas son ahora nuestras certezas. En la vida hay que insistir, creer en uno mismo, y darlo todo. Nadie dijo que fuera fácil. No hay un manual para lograrlo. Pero, cuando todo parece perdido, la vida siempre nos da una última oportunidad. Un nuevo motivo para luchar. No hay que mirar atrás. Hay que perdonarse los errores. Dejando atrás los convencionalismos. Sólo tú sabes hasta dónde puedes llegar. Porque, a veces, la diferencia entre lo posible y lo imposible es sólo un prefijo… Así que nunca permitas que nadie te diga que no puedes hacer algo. El primer paso para conseguirlo, es intentarlo. Y no hay mayor sensación de triunfo que aquel que se logra cuando prácticamente nadie creyó en ti.
Por ello, en la Liga, en la Champions, en la vida… nunca, nunca, dejes de creer.  

domingo, 3 de abril de 2016

Mantener viva la ilusión

JORNADA 31- ATLÉTICO 5-1 BETIS
Goles: Griezmann (2), Fernando Torres, Juanfran y Thomas.
El Atlético de Madrid le endosó este sábado una manita al Betis que permite mantener por todo lo alto la ilusión de su plantilla y su afición. Ya no tanto de cara a la Liga (está imposible. Son seis puntos y el goal average a falta de siete jornadas), sino de mantener la moral alta ante el apasionante reto de eliminar al Barça de la Champions. A estas alturas la cosa está clara: aunque se pusiera a tiro la Liga, el Atleti está enamorado de la Champions. Y cuando se está enamorado de otra, no hay nada que hacer...
Por este motivo y no por otro el Atleti se dejó ir en la recta final del partido en El Molinón. Pagó el esfuerzo de la Champions ante el PSV y se le fue definitivamente una Liga que ya había relegado como segundo plato. Y es que, en el caso del Atleti, no se puede jugar a dos bandas. Aunque quiera...

NO SE MARCABAN CINCO DESDE HACÍA DOS AÑOS Y MEDIO
Debo reconocer que era de los que a la media hora de partido estaba bostezando y pensando que no jugábamos a nada. Pero justo entonces empezaron a caer los goles. Fueron cinco, algo que en Liga no ocurría desde hacía dos años y medio (precisamente también contra el Betis -5-0-, aunque un mes después se le endosó un 7-0 al Getafe...). Y con los números de la segunda vuelta, los rojiblancos han borrado la falta de gol de la primera mitad de campeonato. A falta de siete jornadas han marcado 24 goles a favor en esta segunda vuelta, mientras que en la primera fueron sólo 27 (apenas 1,42 por partido).
Donde sigue intratable es en los goles en contra. Sólo ha encajado 15 tantos, la mitad que el Barça (26) y el Madrid (29). Y eso que Oblak regaló el gol de la honra a Rubén Castro creo que en un exceso de confianza, al no blocar un centro blando de Leandro Damiao (3-1). Dio igual, y el público le tributó un merecido "Obi, Oblak, cada día te quiero más", como minutos antes cuando hizo un espectacular paradón a remate de Westermann.

EL AMOR ROMÁNTICO "IDEAL"
Al final fue un día emotivo. Lo es siempre que marca Fernando Torres, ya que no sabemos cuándo puede ser el último. El Niño, cinta al pelo, recordó con su estética y sus cabalgadas al de años atrás. Y también con su gol, con un precioso toque picado ante la salida de Adán, tras un gran pase de Koke (2-0).
Fernando Torres está cumpliendo en el final de su carrera su ideal del amor romántico (aunque durante años estuvo con otras...). Se entiende como amor romántico un amor para toda la vida, exclusivo, incondicional y que implica un alto grado de renuncia. Sin embargo, el amor romántico está plagado de muchos falsos mitos: quererse más que a uno mismo, sacrificarse por el otro hasta olvidar la propia vida, tener necesidad del otro hasta para respirar, o la fábula de la media naranja: ese ser absolutamente complementario que nos garantiza momentos mágicos.

EL AMOR ROMÁNTICO DESDE LA OTRA ACERA
El caso de otro Torres, Juanfran, es el opuesto al de Fernando. Posiblemente su amor romántico fuera el Real Madrid. Se crió en sus categorías inferiores y llegó a debutar con el primer equipo en la temporada 2003-04. Sin embargo, tras un paso por Espanyol y Osasuna, ahora triunfa en la acera de enfrente. Juanfran se siente un atlético más. Sus declaraciones, su entrega y su esfuerzo diario demuestran un sentimiento que ha mutado y que escenificó al besar el escudo cuando marcó el gol definitivo ante el PSV. Juanfran ha sabido cambiar la superficialidad, la altanería y la presunción de superioridad de los blancos por los valores de nobleza, espíritu de superación y lo auténtico del sentimiento atlético.
En ocasiones, los mayores pruebas de identificación con un escudo llegan del lado opuesto (miren a Luis Enrique o a Etoo en el Barça, en esta semana de Clásico...). Juanfran pudo, es un claro ejemplo de cambio. Pero no todos pueden.
El de Crevillente marcó el 3-0 en una acción en la que se metió hasta la cocina tras un gran centro de Correa. Lo mejor de la jugada, es que Juanfran llega hasta la propia línea de meta, pero a su lado, para empujarla, tenía a Filipe Luis. El otro lateral. Para mí, ambos laterales están siendo de lo mejor de este año.
GRIEZMANN LLEVA 26. PERO HACE FALTA AHORA...  
Entre medías marcó Griezmann, sin querer, en lo que era un centro para Koke que se comió Adán haciendo el salto de la rana (2-0). Y también marcó después, al remachar otra colada, con dos regates soberbios, nuevamente de Correa (4-1).
Sin embargo, le pongo un pero al francés. Lleva 19 goles en Liga, sí; 26 en todas las competiciones; pero minutos antes falló un mano a mano con Adán de los que si lo falla en el Camp Nou nos cortan el cuello. En la eliminatoria ante el PSV, marró dos clarísimas ocasiones que nos pudieron haber costado la eliminación. Y la diferencia entre un gran jugador y un fuera de serie es que este último no falla en las grandes ocasiones. Antoine, necesitamos de ti en el Camp Nou. Mucho.   
El francés regaló el quinto en otra contra a Thomas (5-1), que tenía que haber jugado mucho más en los dos últimos meses, aprovechando que el Betis se borró del partido en el último cuarto de hora.

LA HINCHADA LANZÓ SUS MENSAJES
Cuarto de hora que la afición aprovechó para lanzar sus mensajes. "Échale huevos, el martes échale huevos"; y "dale alegría a mi corazón, la Liga de Campeones es mi obsesión" fueron los cánticos más repetidos por una hinchada que se quedó en la grada algunos minutos después del final de la contienda para concienciar a los suyos.

EL VESTUARIO Y GODÍN LO TIENEN CLARO
Para terminar, quiero dejarles un fragmento de mi libro "Diego Godín, Coraje, corazón y cabeza" en el que el uruguayo resume el sentir del vestuario rojiblanco cuando conocieron, en 2014, que debían medirse con el Barça en la Champions.
Dos años después, el sentimiento es el mismo. El uruguayo me ha reconocido que les gustan estos desafíos, que la confianza en el vestuario es máxima, que pueden con este reto y que pasarán la eliminatoria.
Y en esta vida, cuando se tiene claro lo que se quiere y se pelea por ello, se puede con todo. Diferente es cuando uno no sabe ni por lo que lucha. Pero no es el caso de este equipo. Vuela Atleti, vuela alto.  

lunes, 21 de marzo de 2016

Decir adiós

JORNADA 30- SPORTING 2-1 ATLÉTICO
Goles: Griezmann.
¡Qué difícil es decir adiós a aquello a lo que se quiere de verdad! Cuánto cuesta, por mucho que intentemos prepararnos para la despedida, renunciar a algo por lo que se lleva ocho meses luchando. Por más que el objetivo se tornara difuso y lejano, siempre duele resignarse a que definitivamente hay que despedirse.
El sábado el Atlético de Madrid dijo adiós a la Liga de forma rotunda, después de caer en el campo del penúltimo, ante el peor local de todo el campeonato, realizando un partido romo en el que el cansancio no le dejó pensar, especialmente en el tramo final.
El equipo presentaba cinco variantes respecto al que se desfondó ante el PSV (Gámez, Lucas, Correa, Kranevitter y Vietto), pero sólo fue capaz de aguantar el tipo en el primer acto. En él, una genialidad de Griezmann al filo de la media hora marcó la diferencia.
Falta en la frontal del área. Le comento a mi padre: "No metemos una falta al arco iris. En los últimos años sólo ha metido una Griezmann y fue de rebote (contra Las Palmas)".
En ésas, el francés toma carrera, y toque magistral a la misma escuadra izquierda de Cuellar (0-1). ¡Golazo! Suele pasar...

ME DESPERTARON DE LA SIESTA...
Sin embargo, en el segundo tiempo el Atleti se fue diluyendo de la que es su verdadera esencia y fue perdiendo enteros. Correa en la banda es un fantasma del súper clase que en realidad es; Vietto lo intenta sin descanso, pero son pocas las veces en las que le sale; y Kranevitter no termina de acoplarse y desde luego no tuvo su tarde.
Los minutos fueron avanzando y, aunque el Sporting dominaba, no terminaba de crear verdadero peligro. Mientras, yo intentaba mantener los ojos abiertos en la sobremesa del día del padre ante tan soporífero espectáculo. Y me desperté en la recta final... a base de golpes.
En el 77, un centro chut de Sanabria en una falta terminó en el poste izquierdo de Oblak; y sólo dos minutos después, la bola acabó en la red. En un nuevo golpe franco en la frontal, la barrera fue un auténtico esperpento que se abrió por todas partes, y el disparo centrado de Sanabria se coló entre Filipe y Kranevitter, que envenenó la bola con su empeine izquierdo y descolocó a Oblak (1-1).  

EL CANSANCIO NO LE PERMITIÓ LUCHAR MÁS
Quedaban sólo diez minutos, y el Atleti debía enmendar un desastre que se había venido fraguando ante su dejadez en la última hora de juego. Y no pudo hacerlo. El cansancio ya era tanto, el desgaste físico y mental de la lucha de las últimas semanas tan brutal, que le hicieron caer desplomado a la lona ante el golpe del Sporting. Hasta el punto de que terminó por perderlo todo.
Apenas unos minutos más tarde, esta fatiga hizo que Giménez se rompiera definitivamente (tiene para tres semanas) en una carrera con Sanabria, que la aprovechó para dar el pase de la muerte a Carlos Castro y éste, a puerta vacía, la mandó al larguero. "Igual lamentan estos dos puntos a final de temporada para salvarse", comentó mi padre. Pero no serán estos dos puntos los que echen de menos.
Sólo dos minutos después, ante un Atleti totalmente roto y descentrado, un pase interior de Isma López rompió la espalda de Gámez, y Jony volvió a poner un pase de la muerte para que Carlos Castro, esta vez sí, apuntillara el 2-1 definitivo.

EN LA PRIMERA VUELTA NOS SALVÓ UN "SALTO DE FE"
En este mismo partido, en la primera vuelta, titulé mi crónica como "Salto de fe". En el último suspiro, Godín, que se había echado el equipo a la espalda en la recta final para desatascar un 0-0 que parecía inamovible, ganó un balón colgado al área de urgencia en un salto de fe y la prolongó para que Griezmann pusiera el 1-0. Por entonces el Atleti tampoco jugaba bien, pero todavía quedaban muchas fechas por delante, el equipo no tenía apenas errores en su mochila, la ilusión estaba intacta, y su espíritu de lucha le permitió estar enganchado al sueño de la Liga durante muchos meses.

YA SE DIJO ADIÓS MUCHAS VECES ANTES
Ahora, que parece que ya todo definitivamente se ha acabado, sigue costando decir adiós. Y pese a que en realidad ya se dijo adiós muchas veces y mucho antes, el 24 de enero (tras empatar con el Sevilla); el 30 de enero (tras perder en el Camp Nou); o el 21 de febrero (tras un nuevo empate en casa, con el Villarreal); uno sigue sintiendo que, si se pudiera borrar este último traspié en El Molinón, aún no estaría todo perdido. Y que, tras el empate del Barça en El Madrigal, la Liga aún nos habría brindado una última y cautivadora sonrisa.

TODAVÍA HAY POR QUÉ LUCHAR
Pese a todo, este Atleti, noble y orgulloso, todavía tiene muchas metas por las que luchar. La Liga está perdida, sí. Nos han castigado de forma demasiado severa por nuestros últimos errores. Pero la Champions está ahí. A otros, siempre favorecidos, el camino una vez más se les presenta más llano. Pero un atlético nunca se rinde, pese a la adversidad. "Eres el ser más terco que conozco", me dijeron una vez. Y sé que en este vestuario hay muchos tercos (pertinaz, obstinado, irreductible) que no van a bajar los brazos. Y es que ya lo saben, lo imposible sólo tarda un poco más.

domingo, 13 de marzo de 2016

De tres en tres

JORNADA 29- ATLÉTICO 3-0 DEPORTIVO
Goles: Saúl; Griezmann, Correa.
Llegó el Atlético de Madrid al final de la primera vuelta líder (sin contar ese partido menos del Barça que tantas ilusiones vanas nos provocó al vernos en lo más alto durante tres jornadas), aunque apenas sumaba 27 goles a favor (1,42 goles por partido). Sólo había sido capaz de hacerle tres goles al Sevilla, en la jornada dos.

SE ENCONTRÓ LA ESTABILIDAD
Sin embargo, desde que comenzó la segunda vuelta, le hizo tres a Las Palmas, tres al Eibar, y ahora suma de tres en tres: 3-0 a la Real; 1-3 al Valencia; y 3-0 al Deportivo. En diez jornadas, la mitad haciendo tres tantos. En tres partidos, ha marcado un tercio de los goles de toda la primera vuelta...
Dice el Cholo que el equipo ha encontrado una forma "más estable" de jugar. Y en la estabilidad está la clave para que cualquier cosa funcione en esta vida. En el último mes se ha logrado esa estabilidad, se hicieron tres consecutivos (desde la victoria en el derbi ante el Real Madrid) y ahora sólo hace falta que el martes no nos bloqueemos en nuestra casa y no nos entre la ansiedad.

SAÚL CRECE POR DÍAS
El Depor fue demasiado poco rival para un Atleti que ha vuelto a coger la sintonía y a recuperar su mejor estado. A los 17 minutos los rojiblancos se adelantaron. En una jugada sin aparente peligro, Filipe sacó un buen centro desde la izquierda y Saúl entró con todo, comiéndose a Manuel Pablo (el único vestigio del último Súper Depor, pero que los 40 años que refleja su DNI no mienten...), y conectando un cabezazo imponente fuera del alcance de Lux (1-0). A sus 21 años, el canterano crece por días, y con el de ayer suma ya ocho goles este año (cuatro en Liga; dos en Champions; y dos en Copa).
Carrasco pudo incrementar la renta cinco minutos después, pero tiró al muñeco, y al borde del descanso Griezmann no encontró portería tras una cabalgada desde medio campo después de un error grosero de Arribas. Los deportivistas exhibieron varios de estos fallos en la zaga, y así es imposible aspirar más que a la mitad de tabla. Y gracias.

CARRASCO HA VUELTO; GRIEZMANN NUNCA SE HA IDO...
El inicio del segundo acto nos recordó cuánto hemos echado de menos a Carrasco (especialmente en Eindhoven) y la frescura que aporta. Dos eslalon suyos sorteando contrarios nos alegraron la vista, acabando uno de ellos sacando astillas al larguero.
Le faltó un poco de puntería. La que le sobra a Griezmann y la que sigue sin tener Koke. Empieza a ser exasperante la dificultad del vallecano para levantarla en los córners... Pero en un gili-córner, hizo la pared con Carrasco y puso un buen pase interior a Griezmann para que el galo la cruzara a la red (2-0). Si Saúl lleva ocho, Griezmann lleva 23 (16 en Liga; cuatro en Champions; y tres en Copa).
  
...Y DE CORREA SE ESPERA MÁS
El Depor no se rindió, y de nuevo Saúl, ahora en defensa, salvó en la línea un gol de Cartabia. Pero ahora el que no perdona es el Atleti, y en el 83 Correa definió a la perfección un gran pase largo de Gabi (3-0). El argentino todavía pudo hacer un doblete poco después, pero no precisó un buen disparo. Sigo teniendo muchísimas esperanzas depositadas en este niño (21 años recién cumplidos) que siempre hace algo diferente.

EL ATLETI ESTÁ MÁS FUERTE
El Atleti está bien. El Atleti está más fuerte. Ha recuperado al 95% sus mejores sensaciones de la temporada. Ha dejado atrás el daño y camina con paso firme, avanzando mucho, por la Liga. Su único problema es el Barça. Cuya alargada sombra siempre está ahí. Por ello, lo del martes es fundamental. Llega la Champions. La verdadera prueba de fuego. El Atleti es muy superior al PSV, pero el 0-0 es un resultado peligroso. Ahora se suma de tres en tres, sí, pero los miedos y las sequías del pasado aún están cercanos y cuando la ilusión vuelve a ser máxima, hay que evitarlos.
Este Atleti lo quiere todo, y el todo es la Champions. Por ello, el martes no puede haber lugar a la duda, al miedo, o al agobio. Hay que tener paciencia y dejar la ansiedad y los bloqueos a un lado. Porque cuando se quiere algo, y se sabe que se cuenta con la capacidad para lograrlo, sólo hay que perseguirlo con decisión y constancia.
La historia nos lo debe. Este grupo se lo merece. Y el PSV este martes es sólo la primera parada a superar de un viaje que debe terminar en Italia, porque así nos lo han prometido. Allí, es donde quieren besar a la tan perseguida novia.          

martes, 1 de marzo de 2016

Superar los miedos ¡Cómo hemos cambiado!

JORNADA 26- REAL MADRID 0-1 ATLÉTICO 
Goles: Griezmann.
"Se puede tener miedo de un león, pero nunca de una cucaracha. Un león puede matarte, una cucaracha no. Es un miedo irracional". Con este lógico razonamiento intentaba una psicóloga hacer ver a su paciente que debía superar su entomofobia (miedo a los insectos). Sin embargo, durante casi catorce años (octubre de 1999 - mayo de 2013) no hubo entrenador, ni psicólogo, ni los dos en uno (el caso de Gregorio Manzano) que metiera en la cabeza de los futbolistas del Atlético de Madrid que su miedo a lo blanco, que les provocaba salir derrotados de antemano en muchos derbis (especialmente en el Calderón) era irracional.

EL ATLETI SALÍA DERROTADO DEL VESTUARIO
En esos catorce años, el Atlético de Madrid ha recibido goles a los 14 segundos (Ronaldo, el de verdad, en la 2003-04, en un Real Madrid 2-0 Atlético), a los 32 segundos (Raúl en la 2007-08, Atlético 0-2 Real Madrid) o a los 34 segundos (Van Nistelrooy en la 2008-09, Atlético 1-2 Real Madrid), buena prueba de que los rojiblancos no salían realmente a luchar por la empresa que tenían entre manos, sino que antes de empezar ya habían arrojado la toalla.
Medio en broma medio en serio (todas las bromas tienen su parte de verdad), durante aquellos años mi padre y yo llegábamos a los derbis del Calderón preguntándonos si alcanzaríamos el minuto cinco sin haber recibido el 0-1 (Kaká marcó a los cuatro minutos en un Atlético 2-3 Real Madrid de la 2009-10; y Solari lo hizo a los cinco minutos en un Atlético 1-2 Real Madrid de la 2003-04).
Eran tiempos duros. Muy duros. En los que uno acudía a los derbis como un sentenciado a la horca. Se pasaba mal. La agonía comenzaba muy pronto y uno se iba con la sensación, en la mayoría de estos choques, de que ni siquiera había habido partido. Las secuelas de estos derbis cada vez se hacían más pesadas (once años sin ganar al eterno rival... doce años... trece años...) y el deseo de que llegara una revancha que parecía que nunca se produciría casi se anulaba.

APENAS HABÍA VISTO CUATRO DERBIS CON VICTORIA
Con 30 años cumplidos, sólo había visto al Atleti derrotar al Real Madrid (siendo plenamente consciente) en cuatro ocasiones: 2-0 en Liga en la 1991-92; 0-2 en la final de Copa del Rey de 1992; 3-1 en Liga en la 1998-99; y 1-3 en Liga en la 1999-2000, el mencionado mes de octubre de 1999... Me pasé mis últimos años en el colegio y prácticamente toda mi etapa en el instituto sin un triunfo que poder echarle a la cara a mis amigos vikingos. De la universidad, ni hablamos...

SIETE TRIUNFOS EN LOS TRES ÚLTIMOS AÑOS
Pero todo eso cambió un 17 de mayo de 2013 en aquella final de Copa del Rey (otra vez) en el Santiago Bernabéu. El Atleti no fue mejor, pero sí le echó más co...raje y corazón y se llevó el título. Sin embargo, esa noche que jamás se borrará de la memoria de todos los atléticos hubo una conquista mucho mayor que el metal levantado: se perdió un miedo...
Desde entonces (y sí, voy a regodearme en enumerarlos), el Atlético de Madrid ha ganado siete veces al Real Madrid en menos de tres años: 1-2 en la final de Copa de 2013; 0-1 en Liga en la 2013-14; 1-0 en la Supercopa de 2014; 1-2 y 4-0 en Liga en la 2014-15; 2-0 en octavos de Copa en la 2014-15; y el 0-1 de este sábado en Liga en el Santiago Bernabéu.
Es decir, que en menos de tres años he visto al Atleti derrotar al Real Madrid casi el doble de veces (siete a cuatro) que en gran parte de mis anteriores 30 años de vida.

LA PANCARTA QUE LO CAMBIÓ TODO
No fue inmediato, pero la tendencia se ha revertido totalmente desde que los Ultras sacaran esta pancarta en el Fondo Sur del Bernabéu: "Se busca rival digno para derbi decente".
Sólo una temporada después, el Atlético comenzó a derrotar a su eterno rival, lo que demuestra que los anuncios por palabras funcionan. Este sábado en el Santiago Bernabéu el Atlético de Madrid volvió a ser mejor que el Real Madrid. Koke fue más vertical que Modric; Saúl tuvo más clase que James; Gabi mandó más que Kroos; Godín y Giménez estuvieron más rápidos que Benzema; y Griezmann tuvo más acierto que Cristiano. El portugués (que aseguró que si todos estuvieran a su nivelazo, el Madrid sería primero) tuvo dos clarísimas ocasiones, pero en una remató centrado (con la cabeza) y en otra muy cruzado (con el pie). En cambio Griezmann, la enchufó para dentro tras una buena pared con Filipe Luis al inicio del segundo acto (0-1). 

¿POR QUÉ SE FUNDÓ EL ATLETI?
El Cholo Simeone ha recordado a sus jugadores el porqué se fundó este club hace ya casi 113 años en la capital. Un origen que se remonta a un grupo de estudiantes bilbaínos que buscaban demostrar que se podía ganar con otro tipo de fútbol, con otros argumentos, que no la prepotencia y la altanería de los del Real Madrid. Un club que con los valores de la humildad, la nobleza, la dignidad y la honradez... el esfuerzo diario y el espíritu de superación para llegar más lejos, creyó que se podía competir con el más acaudalado, el más privilegiado o el más aventajado. Un equipo que confió en que lo auténtico pesaba más que lo superficial.

QUERER, CREER Y LUCHAR POR ELLO
El Atlético de Madrid se convirtió este sábado en el primer equipo en la historia de la Liga en ganar en tres temporadas consecutivas al Real Madrid en el Santiago Bernabéu. El paciente, descubrió que, aunque lo que hubiera enfrente fuera un león, no tenía nada que temer, porque creyendo en uno mismo, podía convertirse en un león tan fiero o más que su oponente. Lo que entonces eran dudas, se convirtieron en certezas. Y donde antes se temblaba, ahora se avanza con determinación. Querer, creer y luchar por ello. Y desde que la mentalidad ha cambiado, las cucarachas siguen existiendo. Pero ya no asustan a nadie.

lunes, 15 de febrero de 2016

Demasiado poco

JORNADA 24- GETAFE 0-1 ATLÉTICO  
Goles: Fernando Torres.
"Si hay un equipo en este mundo que puede ganar haciendo un solo gol es el Atlético de Madrid", sentenció el comentarista de Bein Sports cuando todavía restaban 20 minutos para el final del choque. Un comentarista, por otra parte, que aventuró que Carrasco podría tener para dos o tres meses de baja por el esguince que se produjo al inicio de la segunda parte (finalmente estará de dos a tres semanas sin jugar. Baja sensible...); o que se tiró todo el final del encuentro recordando cómo el Atlético también sesteó con un 0-1 en Riazor y con un partido cómodo, pero el Deportivo acabó empatando por un error de Giménez (si llega a empatar el Getafe me habría cagado en el dichoso comentarista por agorero...).

Pero en la primera frase que les he citado, acertó de pleno. Los rojiblancos sólo han encajado once goles en esta Liga (cuatro se los marcó el Barça), muy por debajo de los 18 tantos recibidos por el Barça y el Villarreal o los 23 que le han marcado al Real Madrid. Sólo un equipo en toda Europa ha recibido menos goles, el PSG (10). Pero el registro que sí lidera el Atlético de Madrid en todas las grandes ligas europeas es el del equipo que más partidos ha dejado su portería a cero. Con el de ayer, 15 de 23 jornadas.

DEL 99 AL 100, 571 MINUTOS; DEL 100 AL 101, UNO...
Así pues, cuando Fernando Torres marcó el 0-1 al minuto de juego, algún aficionado azulón seguro que pensó en coger la mochila e irse ya a casa. Visto para sentencia. Fue al minuto de juego sí, cuando Torres remató a la red en el segundo palo una gran asistencia desde la banda contraria de Yannick Carrasco. Y es que así es el Niño, si entre su gol 99 y el legendario número 100 tuvo que acumular 571 minutos y catorce partidos, para cantar su gol 101 no pasaron ni dos minutos. Así es Fernando Torres y la historia de amor de la que les hablé el otro día. Especial.

EL ATLETI NO QUISO MÁS; EL GETAFE NO PUDO
El Atleti hizo un buen primer acto, con Gabi mandando de forma autoritaria en medio campo y con el propio Torres pudiendo sentenciar (falló un mano a mano tras gran asistencia del capitán), pero siempre dio la sensación de que los rojiblancos no quisieron más y de que el Getafe simplemente no pudo dar más de sí.
Ésa fue especialmente la tónica de la segunda parte. Con un Getafe que tuvo más la bola, pero que jamás inquietó a Oblak, y con un Atleti que siempre tuvo la situación controlada y que supo dormir el partido cuando fue necesario. A ello contribuyó en la recta final un Óliver Torres que ojalá de una vez por todas consiga coger confianza, ya que a una gran media hora contra el Eibar, ayer volvió a sumarles 35 minutos de calidad, guardando la pelota, pisándola y dando siempre un pase acertado.
A excepción hecha de las pinceladas del cacereño, el segundo acto fue un auténtico aburrimiento con un Atleti que se mostró tan superior como conformista con la victoria mínima. El poderoso de rojiblanco pareció querer mantener vivas las esperanzas de los de azul hasta el último suspiro; pero los chiquitos de Getafe nunca pudieron hacer más y, aunque aguantaron hasta el final, vieron el partido morir.

Y HARÁ FALTA MÁS
El Atleti ganó con demasiado poco. Y me temo que tan poco no bastará para superar a rivales de más exigencia como son los próximos en llegar: Villarreal, cuarto con sólo seis puntos menos que los rojiblancos; el PSV en Champions; y el Real Madrid...
Confío en que los del Cholo sepan elevar su nivel para afrontar estas citas, porque dando tan poco nuestros rivales directos acabarán por alejarse. Con pequeñas dosis, será imposible luchar por todo.
Viendo el recital del Barça frente al Celta, rezo porque el Sporting sea capaz de sacarle algo a los culés este miércoles. De lo contrario, creo que el sueño de la Liga (seis puntos de diferencia a falta de catorce jornadas) empezará a verse demasiado borroso.       

miércoles, 10 de febrero de 2016

De cero a cien, en quince años- Fernando Torres, una historia de amor

Comenzó como un amor adolescente, en un recién estrenado siglo XXI. Por entonces, como canta Sabina, "se masticaba en los billares que el Atleti había bajado a Segunda"... Cañizares lloraba amargamente su segunda final de Champions consecutiva perdida, en los penaltis... el Alavés caía en una increíble final de la UEFA ante el Liverpool (5-4)... en el cine se estrenaba "Los otros", de Alejandro Amenabar... y en política el Gobierno de José María Aznar aprobaba las polémicas reformas educativas de la LOU y la LOCE.
UN NIÑO PECOSO NOS ENAMORÓ
Aún no lo sabíamos, pero entonces el mundo era joven. Enormemente joven. Estábamos pasando el peor momento de nuestras vidas y entonces vino él. Un Niño pecoso, extremadamente delgado y tímido, y con un flequillo rubio y afilado. Y nos enamoró locamente. Después de la primera cita, un 3 de junio del 2001 en Albacete, le bastaron quince minutos para conquistarnos. Y estuvimos quedando sin descanso durante más de seis años.
Todavía recuerdo la primera vez que le vi en televisión, en Telemadrid. Sólo faltaban dos jornadas para el final del curso, pero ante la pregunta del presentador, el Niño no dudó: "¿Subimos?"  -"Seguro", respondió con un brillo en los ojos que aún conserva.  

LAS PRIMERAS CITAS
Solíamos quedar sólo los domingos (por entonces teníamos vetado lo de salir fuera entre semana...) y cada día que cogíamos el camino al Manzanares lo hacíamos con la ilusión de verle sólo a él. El único por el que éramos envidiados y conocidos mundialmente. El único que nos despertaba una sonrisa en los malos momentos. El único por el que se podía soñar con tenerlo todo. Alguien con quien producía orgullo pasear a su lado.
Todavía recuerdo con nitidez todas y cada una de nuestras primeras citas. Especialmente aquellas que acabaron en gol. Como la primera en el Calderón, con apenas 17 años, el 25 de agosto de 2001 (contra el Jaén). O la primera ya en un restaurante de lujo (en Primera), el 15 de septiembre de 2002 (contra el Sevilla, de cabeza).
Y así hasta 91. En Tarragona. Tuvo que ser precisamente de penalti. Algo que define otra de sus grandes virtudes: la testarudez para lograr lo que se propone. Ya que era una suerte que se le estaba resistiendo por entonces.

UNA BRONCA MUY GORDA, Y LA RUPTURA
Ésa fue la última. Una semana antes habíamos tenido una bronca muy gorda, de las que hacen historia, provocada por un grupo de catalanes (el 0-6 ante el Barça) y desde entonces ya no levantaste cabeza. Hacía mucho que sabía que no te gustaban los amigos de los que te rodeaba cuando salíamos en público; que pensabas que no estaba invirtiendo lo suficiente en ti; y que cada vez que hacíamos balance se veía que lo nuestro no funcionaba.
Así que un 4 de julio de 2007 nos citaste a las diez de la mañana para decirnos que nos dejabas. Era pleno verano, pero mi recuerdo es el de una sala gélida como un témpano, llena de gente, y aún siento cómo se respiraba la tensión en el ambiente cuando te vi entrar.
"Nunca he mentido. Siempre he dicho que mi idea era seguir y que cuando tomara la decisión de marcharme lo diría y aquí estoy", fue tu frase que se me quedó grabada como un puñal en lo más profundo del corazón.
Fueron muchos los que dijeron que fueron "tus padres" los que te obligaron a dejarnos, pero yo siempre pensé que nadie te puso una pistola en la cabeza para que te marchases. Así que no pude perdonarte. Pero tampoco olvidarte.

GUIÑOS EN LA DISTANCIA
Tras muchos años de relación siendo un buen novio, sin flirtear con otras y siempre volviendo a casa a tu hora, te fuiste con otra. Una chica más rubia, más guapa, que además sabía inglés y te daba la posibilidad de irte más de 'Copas'... y hasta más tarde.
Con el paso de los años, vi cómo nos hacías guiños desde la distancia. Una bandera con nuestros colores sobre un autobús después de un viaje que hiciste a Austria y Viena; una bufanda con nuestro símbolo junto a una pieza de oro que lograste en Sudáfrica; y una camiseta con nuestro número: el 9...
Mientras tanto, conseguía cumplir otra de tus frases lapidarias del día de tu despedida: "Que los que vengan consigan llevarte donde yo no he podido"
Y sí, conseguí éxitos y tuve bastantes noches de alegrías. Pero jamás dejé de mirar tus redes sociales para tener noticias tuyas y saber cómo te iba por las islas.

SIETE AÑOS DESPUÉS, QUISISTE VOLVER
Tras mucho tiempo imaginando que ese momento llegaría, y después de unos meses en los que el rumor cobró fuerza, un domingo de primeros de enero me dijiste que querías volver conmigo. Quedamos a orillas del Manzanares, como siempre, y nos llenamos con nuestras mejores galas para recibirte.
He de reconocer que estaba reticente, temeroso. Había pasado mucho tiempo. Demasiado. El dolor ya quedaba lejos, pero como mínimo tenía que hacerme el duro y no recibirte con los brazos abiertos.
Sin embargo, no pasaron ni dos semanas para que me hicieras un doblete en ese sitio donde más morbo nos daba. Empezamos sólo con la puntita, pero esa noche la metimos entera.

Y LLEGÓ LA CITA CIEN
Y así llegó el pasado sábado. Los últimos cuatro meses habíamos atravesado un bache, con algunos momentos muy duros, y eran muchos los que ya proclamaban nuestra ruptura definitiva. Otra vez. Después de haberlo intentado de nuevo. Cuando ya parecía que lo nuestro sería para siempre.
Sin embargo, el sábado llegó nuestra cita cien. Fue a última hora, tras un par de intentonas fallidas, y cuando ya parecía que habría que esperar otro día para celebrar nuestro centenario.

Y VOLVISTE A TUS ORÍGENES
Fue en una gran fiesta, con más de 40.000 personas puestas en pie para celebrar ese momento, latiendo los corazones de todos como si fueran sólo uno. El nuestro. Como si el tiempo no hubiera pasado. Como si de verdad en ese momento estuviera pasando algo realmente grande.
Y en ese momento culminante, cuando otros sólo sacan abdominales para salir en la foto, tú te acordaste de tus raíces, de tus valores más arraigados, esos que jamás olvidaste, y te fundiste con ellos en un abrazo (con Manuel Briñas, el hombre que le descubrió para el Atlético de Madrid con sólo diez años) para demostrar al mundo que, al fin y al cabo, ni los años, ni la distancia, ni un mundo que cada vez se ha convertido más en un negocio carente de sentimientos... nada, te había cambiado.  

YA SÓLO QUEDA UNA FRASE...
Ya son cien citas, Fernando. Quince años. Pero todavía recuerdo la primera como si hubiese sido ayer. Ya sólo queda cumplir otra de esas frases tuyas que se quedaron grabadas antes de que nos separásemos: "Lo más importante es estar donde realmente estés a gusto y conseguir títulos donde de verdad los sientas". Vamos por ello, Fernando. Porque a veces en la vida, la fuerza del corazón, lo puede todo.  

PD: La cita cien se produjo en un Atlético de Madrid 3-1 Eibar en el que también marcaron Giménez y Saúl. Pero todo quedó eclipsado por una historia de amor en el minuto 91...

lunes, 1 de febrero de 2016

El orgullo intacto; la Liga, perdida

JORNADA 22- BARCELONA 2-1 ATLÉTICO
Goles: Messi, Luis Suárez; Koke.
Hay muchas ocasiones en la vida en las que es difícil mantener el orgullo cuando pierdes algo que quieres. Hay momentos donde la derrota humilla, donde uno se rebaja o donde se pierden los papeles. Por desgracia hay instantes en los que nos degradamos con tal de agarrarnos a aquello que queremos alcanzar y es difícil mantener la cabeza alta.

DOS MALAS DECISIONES QUE SE HAN PAGADO MUY CARAS...
El sábado éste no fue el caso del Atlético de Madrid. El equipo colchonero tomó principalmente dos malas decisiones a lo largo del partido que puede que tenga que pagar durante toda la Liga... (el plantillazo de Filipe, que quizá en otros casos -o equipos- podría haberse saldado con amarilla... y la entrada a destiempo de Godín que le supuso la segunda amarilla)

UN COMIENZO PRECIOSO
El comienzo de la película fue precioso. El Atleti salió presionando al Barça hasta su propia área, con Griezmann y Carrasco corriendo como leones para iniciar la presión. A los dos minutos Saúl ya obligó a volar a Bravo con una preciosa rosca a la escuadra, y a los diez Koke puso el 0-1. Gran internada por la derecha del propio Saúl (dejando literalmente tirado a Jordi Alba) y centro al corazón del área que llega a Koke, solo, quien bate a Bravo de primeras. La ilusión se disparaba hasta las cotas más altas y todo parecía posible. El castillo del sueño por la Liga reinaba en todo lo alto.
La presión alta impedía al Barça tocar, los rojiblancos se anticipaban en la mayoría de las acciones, Messi llegó a recibir en alguna ocasión rodeado de hasta cuatro contrarios, y Carrasco y Augusto volvieron a probar suerte desde fuera del área sin que Oblak ni siquiera viera al balón rondar por su área. "Estaría bien que el Atleti marcara el segundo, porque el Barça, como siempre, acabará despertando", le comenté a mi amigo Rodri, culé para más señas, con quien vi el partido. Y despertó.

EN UN INSTANTE, SE DERRUMBA EL CASTILLO
Tras 25 minutos primorosos, el Barça aumentó el empuje y el Atleti dio un par de pasos atrás. Primero fue Luis Suárez el que probó a Oblak con un latigazo, y sólo un minuto después (a la media hora) Messi colocaba el empate con un disparo ajustado al palo (1-1) tras asistencia de Jordi Alba que Giménez no supo cortar (fue muy fácil al suelo).
El empate no era malo. Lo habría firmado al inicio con los ojos cerrados. Pero duró poco. A los 38, un pase largo de Alves desde medio campo lo protege Luis Suárez, al que su compatriota Giménez da una excesiva e incomprensible ventaja, y el charrúa deja correr la pelota para cruzársela a un Oblak que quizá en esta sí pudo hacer algo más (2-1). En sólo ocho minutos se había ido al traste el trabajo magnífico de la primera media hora. Un inicio perfecto, inmaculado, se desvanecía en dos mazazos. El castillo se derrumbaba. Pero lo peor aún estaba por llegar. Al borde del descanso, el plantillazo de Filipe condenaba al Atleti y al partido. Una segunda parte con diez en el Camp Nou parecía la sentencia de muerte. Pero no fue así.

EL ATLETI TAMBIÉN FUE MEJOR CON DIEZ
Los del Cholo saltaron al segundo acto como si nada hubiese pasado. Seguían presionando arriba con un Carrasco estelar. Primero hizo una jugada en la que casi se va de cuatro (sombrero a Iniesta incluido) y luego sacó un centro perfecto que Griezmann remata con la puntera de la bota y Bravo, de forma milagrosa, hace honor a su apellido y saca con el pie derecho. Un paradón, pero, en honor a la verdad, se la encuentra. Cuando vi que Griezmann conectaba el remate (que parecía imposible) salté del sofá convencido del gol. Pero no entró. Y el Atleti no se vería en otra igual. Pese a estar en inferioridad respecto a su rival, los colchoneros daban más. Era el mejor partido de Augusto como rojiblanco, Juanfran taladraba por la derecha, Koke mandaba, Saúl pletórico de fuerza y de clase, Carrasco (repito) en plan estrella, y Griezmann apareciendo constantemente... Corría el minuto 62 de partido cuando el Camp Nou comenzó a pitar a su equipo. El Atleti estaba más fuerte y dominaba a los suyos con un hombre menos... Pero ya con dos...

CON NUEVE, UN IMPOSIBLE
En el 64, Godín va al suelo a un balón sin peligro que Luis Suárez controlaba en línea de fondo en dirección al córner y hace una entrada a destiempo que le cuesta la segunda amarilla. Ahora sí, el Atleti estaba muerto. Pero se mantuvo de pie.
En 25 minutos contra nueve el Barça sólo fue capaz de hacer intervenir a Oblak en una ocasión (precisamente la falta sobre Luis Suárez, que tiró directa Messi), y apenas sacar dos "huys" en sendos disparos demasiado cruzados de Arda y de Alves.

EL ORGULLO, EN TODO LO ALTO
Por el contrario, el Atlético de Madrid todavía dio varias muestras de carácter y orgullo hasta el final. En el minuto 70 Juanfran y Saúl presionaron al propio Claudio Bravo en una jugada ofensiva y en el minuto 90 el Camp Nou aún tuvo que contener la respiración en una falta lateral que llegó a ser rematada por Giménez y en la que incluso subió Oblak...
Fue emocionante ver al Atleti morir con cuatro de sus ocho hombres de campo presionando al Barça en su propia mitad del terreno... Pero así es este Atleti del Cholo: lucha hasta el último aliento. Mientras haya la más mínima esperanza, pelea por alcanzar su meta.
Creo sinceramente que la Liga está perdida. Si el Barça gana en El Molinón serán seis puntos y el goal average. Pero el orgullo está intacto. Y también estoy convencido de que agarrado a ese orgullo el Atleti luchará hasta el último suspiro (como hizo este sábado) para volver a levantar ese castillo de ilusión por la Liga. Si nos dejan (no recuerdo un Madrid-Barça en el que ninguno de los dos se quedara con nueve... Por mucho que las expulsiones pudieran ser justas) todavía se puede seguir luchando por un sueño que durante varios meses ha sido muy muy intenso.