martes, 27 de julio de 2010

El día que mi abuelo conoció a Alberto Contador

Es éste un blog en el que en pocas ocasiones se habla de algo que no sea el Atlético de Madrid, y en prácticamente nulas de un tema que no sea el fútbol. Pero en esta ocasión voy a hacer una excepción por Alberto Contador, primero, y, principalmente, por mi abuelo.
SU AMOR POR EL CICLISMO
Mi abuelo Emilio, del que ya he hablado en alguna ocasión, tiene 84 años. Actualmente se encuentra viviendo con nosotros, ya que durante los meses de verano alterna su estancia en casa de los cuatro hijos que no lo acogen a lo largo del año, que pasa con una de mis tías.
Desde muy joven le apasionó la bicicleta, consiguiendo ganar un par de Vueltas a Almería con veintipocos años. Pero hizo carrera en el Ejército, donde llegó a ser Coronel, y desde allí le cortaron sus sueños subido a un sillín. “¿Tú quieres ser ciclista o militar?”, le interrogaron retóricamente.

PEGADO AL TOUR
Desde entonces, su amor al ciclismo lo mantuvo a través del televisor. Bahamontes, Perico, Indurain...
Todavía recuerdo con nitidez las tardes de verano en Adra, Almería, pegado al televisor, prescindiendo de la siesta, para no perder detalle del Tour de Francia.
Cada año, un poco más pegado a la pantalla. Cada año, un poco más ciego, perdiendo una visión que nunca estuvo totalmente sana, por una granada que le impactó cerca de uno de sus ojos en la Guerra Civil, cuando sólo era un niño.
En 2007, un jovencísimo Alberto Contador, de sólo 24 años, ganaba su primer Tour de Francia. Un año después, el Giro y la Vuelta. Y en 2009, nuevamente el Tour.
Mi abuelo seguía con entusiasmo las hazañas de este nuevo corredor de Pinto. Ahora, por la radio, ya que ya no distingue nada por mucho que se acerque al televisor.

El año pasado, tuve la suerte de poder seguir las celebraciones de Pinto y el recibimiento a su héroe para Agencia EFE. Este año, he podido repetir. Y conforme el triunfo de Contador se iba materializando, un pensamiento rondaba mi cabeza: conseguir que mi abuelo pudiera conocer al campeón del Tour.
SU HERMANA ME DIO EL PASE
Y a ello me puse. El año pasado, las medidas de seguridad fueron fuertes. Pese a ello, se colaron muchas “hermanas” de Contador (sólo tiene una). Así que el encargado de protocolo del Ayuntamiento de Pinto me dijo que era imposible conseguir un pase, pese a la insistencia de la jefa de prensa.
Así que busqué conseguirlo a través del medio al que nadie les negaría la entrada: la propia familia de Alberto. Su hermana, Alicia, y su madre, Paqui, no pusieron ningún reparo desde el primer momento en el que les transmití la ilusión de mi abuelo por conocer a su hijo y hermano. Y Alicia me dio uno de sus pases destinados a “Familia y amigos” para que mi abuelo pudiera entrar al catering previsto para después de los actos.

EL "TOUR" A PINTO
Y así emprendimos la aventura. Junto a mi madre, que se quedó con mi abuelo los instantes previos a la llegada de Contador, pese a que ella no pudo acceder al Consistorio.
A las ocho menos cuarto entré con él por la puerta del Ayuntamiento, después de que el speaker anunciara que a Alberto le quedaban poco más de quince minutos para llegar.
Y allí le vimos aparecer. Subir entre aplausos y enunciar su discurso en el balcón, ante los más de tres mil paisanos que le aclamaban.
Después, tras una pequeña rueda de prensa, tuvo que atender en directo a Telecinco y a Telemadrid. Lo cual, hasta que lo supimos, me hizo temer que pudiera “escapársenos” como acostumbra en los más empinados puertos.
Mientras tanto, hablamos con Fran, hermano y mano derecha de Contador, que le transmitió a mi abuelo que harían lo posible por que se acercara a saludarle.

EL SALUDO
Y tras hora y media de espera, llegó Alberto, rodeado por una nube de amigos, conocidos y conocidos de conocidos, que le pedían una foto, un autógrafo, o simplemente estrechar su mano.
Parándose a cada momento, teniendo para todos ellos una sonrisa y unas palabras amables.
Cuando llegó hacia nuestra zona, cogí a Alberto por el brazo y le dije que si tenía un minuto. “Un momento, que voy a saludar a...”, me dijo, y se puso a repartir más besos.
Entonces, miré a uno de sus amigos, Ruben, que se había ofrecido a tirarnos una foto, y me dijo: “Cógele ahora, que si no se te va a ir”.
Y al mirar a mi izquierda, mi abuelo ya estaba poniéndose de pie, alertado por uno de los concejales, que ya le había avisado de la presencia del ciclista.
Así que volví a coger a Alberto, y le dije que si por favor podía saludar a mi abuelo, que había sido ciclista y quería conocerle.
Entonces se fue hacia él, y con la cara de simpatía que veis en la foto de arriba (que tiré como pude con mi móvil) atendió las palabras de mi abuelo.
“Yo soy del gremio -le dijo- y sé algo del sufrimiento de la bicicleta y del mérito que supone conseguir tres Tours”.
Tras las fotos, y después de firmarle una gorra conmemorativa, mi abuelo se despidió diciéndole “ha sido un orgullo conocerte”. “El orgullo es mío”, le respondió él. Después, se perdió entre la marabunta, firmando otras muchas gorras que surgieron de la nada cuando cogió la de mi abuelo.
VALIÓ LA PENA
Antes de irnos, todavía le presenté a la hermana de Contador, a la que dimos las gracias por todo. “Sois una bendición de familia, os lo merecéis todo”, le dijo mi abuelo, todavía nervioso.
Y así, sensiblemente emocionado y orgulloso de la “gesta”, nos marchamos del Ayuntamiento.
Cuando mi madre le preguntó qué le había dicho Contador, mi abuelo nos sorprendió con un “no me acuerdo”. En cualquier caso, sé que nunca olvidará este día que, puedo decir sin miedo a equivocarme, ha supuesto mi mejor gestión desde que soy periodista.
“Qué musculoso estaba, no tenía un gramo de grasa”. “A ver abuelito, cómo va a correr tanto si no...”, comentábamos mientras volvíamos a casa.

Gracias a Alberto y a su familia, y a todos los que hicieron posible este momento.

Y como le dije a Alicia, su hermana, “nos vemos el año que viene con el cuarto”. Desde ayer, Contador tiene un fan incondicional más.

martes, 20 de julio de 2010

¡Bien, la farsa del calendario ya llegó!

Hoy se ha celebrado el “sorteo” (sólo de escribirlo me da la risa) del calendario de Liga 2010-11. El año pasado ya escribí un artículo que les recomiendo que lean sobre la farsa de este ritual, ya que difícilmente lo podré superar hoy.
La propia Federación Española nos dio alguna pista sobre la pulcritud del sorteo, cuando ayer se publicaba “por accidente” en su web un "calendario fantasma" que, por supuesto, nada tendría que ver con el “sorteado” hoy. Faltaría más. Bueno, nada no, que la primera jornada para el Atleti sí es la misma: Atlético de Madrid-Sporting.
Al fin y al cabo, con el Atleti tampoco hay que tener mucho cuidado, porque de un año para otro el calendario cambia poquito. Villar y compañía tienen que fijarse sobre todo en sustituir a Tenerife, Valladolid y Xerez por Real Sociedad, Levante y Hércules (eso sí cantaría mucho) y ya está todo hecho.
En la primera jornada al Atleti suelen ponerle uno “facilito”. El Málaga ya había tocado los dos últimos años (en tres de las últimas ocho campañas) con lo que éste había que variar: el Sporting.

EL BARÇA, SIEMPRE EN LA JORNADA TRES...
En la tercera jornada, el Barça. Como el año pasado. ¡Como en cuatro de las últimas ocho temporadas! Habiendo 19 jornadas, ya es una tremenda casualidad que en el 50% de los casos caiga en la tres. Coincidencia sólo, aunque desde el ascenso (temporada 2001-02) sólo en una oportunidad el Barça se ha hecho esperar más de siete jornadas.

EL MADRID, EN LAS DIEZ PRIMERAS...
Y en la décima jornada, el Madrid. Como el año pasado. Los blancos siempre tocan en las diez primeras jornadas desde hace seis campañas
. Qué caprichosa es la fortuna. Suerte que al menos este año cambian los turnos: primero en el Calderón frente a los culés, y en el Bernabéu con los merengues, al contrario que el año precedente.

Y EL BARÇA-MADRID, EN LA MISMA FECHA
Lo que nunca cambia es el Barça-Madrid. El año pasado, el 29 de noviembre. ¡Este año, el 28 de noviembre! Yo lo entiendo, tampoco es cuestión de marear a la gente. Que uno tiene que prepararse la Navidad, los puentes... Ah, y eso sí, la primera vuelta, siempre en el Camp Nou. Patrón que se cumple por séptima vez en los últimos nueve años...
Como no podía ser de otra forma, esta “imposición” corresponde a las televisiones, para las que no es conveniente que un Barça-Madrid se juegue demasiado pronto, ni demasiado tarde. Por lo que he descubierto, no sólo por razones deportivas (ahí mandarán más los propios clubes), sino también por cuestiones “climatológicas”. Es más atractivo el “Clásico” en octubre o noviembre, y en marzo o abril, que en agosto o septiembre o ya en mayo o junio, donde el buen tiempo convierte a la tele en un elemento más prescindible.
De esta manera, excepto en la 2007-08, donde alguien se despistó y plantó el Madrid-Barça en la antepenúltima jornada (pasando lo que más temían, que el choque llegó con la Liga sentenciada y el Madrid metió cuatro a los culés) en los últimos nueve años el clásico siempre cae entre la jornada nueve y catorce. Bien centradito.

VALENCIA Y ZARAGOZA TAMBIÉN REPITEN
Volviendo al Atlético, la temporada pasada, tras el Barça le tocó medirse con el Valencia, en la quinta jornada, y el Zaragoza, en la sexta. Este año aparecen en la cuarta y la quinta. Más pegaditos, que hay que aprovechar que salen calientes tras los blaugranas.

Cómo me gustaría algún año coger el calendario y ver el Madrid-Barça en la jornada uno (algo que no ocurre desde 1992) y ver al Atleti comenzando la Liga con Real Sociedad, Racing, Athletic y Sporting... (¿Les suena?). Igual así, algún año cogían confianza en el inicio y se creían capaces de todo. Pero no, en los últimos años siempre ha estado la preceptiva visita al Camp Nou en las siete primeras jornadas para recordarnos cuál es nuestro sitio (3-0, 6-1 y 5-2).
Menos mal que este año se comienza en el Calderón...

LA UTOPÍA DE UN SORTEO PURO
Pero para que volvamos a ver un sorteo puro tendrían que desaparecer las Sociedades Anónimas, el Pay Per View, las giras asiáticas, los intermediarios, el merchandising... y me parece que eso, nunca volverá a ocurrir.
Quién hubiera vivido la época de Adelardo, para, como él, ir corriendo a por "el calendario en cuanto salía a ver cuándo nos tocaba con el Madrid”...

jueves, 15 de julio de 2010

“Banderas de nuestro Niño”

Dos años después de que Fernando Torres luciera una bandera de España con el escudo del Atlético de Madrid en la celebración de la Eurocopa, se ha superado.Tras ver las múltiples fotos de la cabalgata de este lunes, además de la bandera colgada a su espalda, Torres ha añadido una camiseta con su nombre de su época de rojiblanco (de la temporada 2002-03, si no me equivoco) y dos bufandas colchoneras, una de ellas del Frente Atlético.

NO ME ENORGULLECE
Para algunos este gesto es digno de rendirle pleitesía como atlético de corazón. A mí, vuelve a crearme sentimientos encontrados, alguno de ellos de rechazo.
¿Por qué si es tan atlético no se quedó para demostrarlo? Ya sabéis muchos de vosotros mi opinión sobre este asunto, sobre que no creo que Cerezo o Gil Marín le apuntaran con una pistola para que se marchara, y sobre las miles de entrevistas en las que manifestó durante años que todavía era muy joven, que quería jugar la Champions de rojiblanco, que quería levantar títulos como atlético, y que todo ello en el Calderón tendría un sentimiento incomparable a los logros en otro sitio…
Cada día que reafirma su “amor” por el escudo del oso y el madroño con actuaciones como las del lunes, me provoca más dolor. Es como proclamar cuáles son sus sentimientos, pero recordar que ese equipo se le quedó pequeño como para continuar juntos. 

¿QUÉ BUFANDA LLEVABA EN EL ESTADIO?
Sé que no son muchos los que me apoyan en esta polémica, pero le añado una puntilla más al debate: ¿Qué hacía en la celebración en el mismo césped del Soccer City, tras la consecución del título frente a Holanda, con una bufanda del Liverpool?
¿Por qué en el momento en el que los ojos de todo el mundo estaban presenciando los festejos del campeón del mundo no llevaba ninguna enseña del Atlético de Madrid? ¿No lo tenía previsto?
Supongo que es más fácil vestirse de rojiblanco ante la afición española y en Madrid, que ante las cámaras de todo el planeta.
Reconozco que me dolió la salida de Torres, lo que no es óbice para que me alegre de sus triunfos personales y con la selección. No puedo decir lo mismo respecto al Liverpool, del que me complace no haya conseguido los títulos que fue a buscar.
No me molesta que el de Fuenlabrada luzca nuestros colores en este tipo de actos. Pero, como ya dije tras la Eurocopa, el escudo del Atleti no se lleva en las banderas, ni en las bufandas, como pueda hacer yo cuando voy al Vicente Calderón. Se lleva en el pecho.

martes, 13 de julio de 2010

Y el fútbol cumplió con su parte

Eran casi las once de la noche del 11 de julio de 2010 (¡Que lo hagan fiesta nacional!), las miles y miles de personas que abarrotaban la Castellana y sus aledaños, el Paseo de Recoletos y Cibeles no sabían cómo contener sus nervios. Los había afónicos, deshidratados, dando botes, al borde de un ataque de nervios... En general el sufrimiento era extremo y la mayoría intentaban contener la respiración pensando en que lo peor aún estaba por llegar: jugarse la final de un Mundial por penaltis.
Pero entonces llegó Iniesta, el futbolista más futbolista dentro del campo (eléctrico, ingenioso, clarividente, desequilibrante, elegante, descarado...) y menos “futbolista” fuera de él (humilde, tímido, sencillo, introvertido...) para fusilar al portero holandés “Skeletor” (Stekelenburg).
Su gol se teletransportó como un rayo, a la velocidad de la luz, y recorrió los casi 9.000 kilómetros que separan Sudáfrica de España para crear una explosión de júbilo nunca antes experimentada en nuestro país.
Jamás un gol fue cantado tan alto y de forma tan unánime por tantos, hasta el punto de que seguro que a los internacionales les debió llegar ese estallido.
Iniesta fue grande hasta en la celebración, luciendo una camiseta con el lema de “Dani Jarque siempre con nosotros”, en recuerdo del central del Espanyol fallecido hace casi un año.
Seguro que desde el cielo el capitán blanquiazul unió su voz a la de los 47 millones de españoles para celebrar el tanto.

INIESTA EL INEFABLE
Y es que Iniesta es un jugador incomparable. El único capaz de pasarse toda la prórroga liderando a la selección en busca de su logro más importante, pidiendo el balón sin descanso, y de, después, en las celebraciones, asegurar avergonzado que “si lo sé, no marco el gol”.
Un personaje bipolar, ciclotímico, capaz de erigirse como el auténtico protagonista con un balón en los pies, de la estrella que todo lo puede, apareciendo con vehemencia, y de esconderse más tarde en las celebraciones, buscando el papel de secundario, alejándose de los micrófonos como si quemaran.

“¡GRACIAS A INIESTA, ESPAÑA ESTÁ DE FIESTA!”
Así gritaba Madrid tras la victoria.
Una Madrid plural, cosmopolita, en la que colombianos, ecuatorianos, brasileños, marroquis o argentinos celebraban el triunfo desbocados como un español más...
Me tocó ver el partido en las pantallas gigantes de la Castellana, recogiendo los testimonios de la afición para Telemadrid. Cuando marcó el manchego, las caras de emoción de la gente eran indescriptibles, y había incluso quien no podía hablar.
Ya he comentado en otras ocasiones que no siento a la selección como al Atleti, no es una elección, simplemente es así, no se pueden controlar los sentimientos. Pero en el momento en el que Iniesta perforó la portería holandesa salté como el que más.

LA PRÓRROGA FUE CARDIACA
Hasta entonces, la pelota parecía negarse a entrar. En la prórroga, el propio Iniesta, Cesc y Navas rozaron el gol. Pero la defensa 'orange' y Stekelemburg lo evitaron, en dos casos con Villa en posición franca para marcar.
La media hora suplementaria tuvo toda la intensidad y la emoción que le faltó al partido.
En los 90 minutos, Casillas ahuyentó a los críticos con dos manos o mano providenciales, ambos ante Robben, en los que con su pierna derecha, primero, y sus manos, después, recogió los corazones españoles cuando estaban suspendidos en el aire.
La velocidad del ex madridista fue el único peligro holandés, rompiendo con su rapidez la línea de retaguardia roja.
No fue lo único que rompieron los tulipanes, con un juego sucio que dio mal ejemplo del repertorio holandés y que ofreció una triste imagen al mundo en tan magno momento.
Sólo la cabeza de Sergio Ramos (pletórico todo el Mundial) y una acción de Villa, que salvó un zaguero bajo palos, sacaron el "huy" de las gargantas españolas, que se mantuvieron muy tensas y calladas durante los 120 minutos...

DEUDA SALDADA
...Durante los 116, perdón. Con el gol de Iniesta estalló todo el país y el fútbol español saldó su deuda histórica. Ese derechazo cruzado zanjará los debates de por qué el Baloncesto, Nadal, Contador o Alonso consiguen éxitos que la selección de fútbol ni rozaba. Ya no habrá más preguntas de cuál es la razón de que los Sub-16, los Sub-18 o los Sub-20 ganen Mundiales y Europeos, y la Absoluta se estrelle cada evento en cuartos.
La cara incrédula y desorbitada de Íker Casillas levantando la Copa es el mejor reflejo del sentimiento de todo un país. Pero era real. Lo hemos conseguido. ¡Somos campeones del Mundo!

PD: Y tras ver estas increíbles imágenes, un pensamiento rondaba mi cabeza de forma incontrolable: ya sólo me queda por ver al Atleti campeón de la Champions.

sábado, 10 de julio de 2010

Aguilera: "Los ex mundialistas estamos viviéndolo como si estuviéramos dentro"

A poco más de 24 horas para el partido de fútbol más importante en la historia de toda España he tenido la fortuna de poder entrevistar a Carlos Aguilera. El eterno capitán rojiblanco, quince años defendiendo el escudo del Atlético de Madrid, nos ha contado sus experiencias como mundialista en Francia 1998 y cómo está viviendo este Mundial.

DEJA TUS PREGUNTAS
A primeros de agosto, he quedado con él para hacerle una entrevista más extensa sobre su carrera como colchonero. Desde aquí os invito a que me propongáis preguntas para el lateral madrileño.

Aquí os dejo la entrevista y... ¡Qué viva España!

Carlos Aguilera tuvo la suerte de jugar el Mundial de Francia 1998, ahora, retirado hace ya cinco años, confiesa que los ex internacionales "estamos viviendo los partidos como si estuviéramos jugando o en el banquillo de Sudáfrica".
Carlos Aguilera Martín (Madrid, 22-05-1969) debutó como internacional de la mano de Javier Clemente en septiembre de 1997, en un Eslovaquia 1-2 España.
Ocho meses después, recibió la noticia de que el técnico de Barakaldo le citaba en la lista de 23 que viajaban al Mundial de Francia 1998: "Cuando el seleccionador da la lista y tú estás incluido es una gran alegría, una alegría enorme, porque se te ha cumplido un sueño, el de estar con los mejores, que es para lo que luchas día a día".
España cayó en la primera fase tras perder el partido inaugural contra Nigeria, con aquel ya imborrable error de Andoni Zubizarreta, pero Aguilera no recuerda ese Mundial con tristeza: "No salió como queríamos, pero un Mundial no se juega todos los días, y el simple hecho de estar ahí y encima el poder jugar dos partidos, te puedo asegurar que fue un sueño maravilloso".
Sin embargo, es inevitable sentirse dolido cuando hay que decir adiós al campeonato de forma tan temprana: "Es una gran desilusión, no sólo por las esperanzas que generas en la gente, sino porque tú mismo tienes unas expectativas enormes y al final se convierte en una gran decepción".

COMO SI ESTUVIERA EN SUDÁFRICA
Por ello, este Mundial, que está tan cerca de ser levantado por los de Vicente Del Bosque, está siendo seguido por todas esas generaciones que se quedaron en el camino con mucha intensidad.
"Ahora, aunque no estemos jugando, tenemos la misma ilusión que entonces. Yo en mi caso te puedo asegurar que estoy viviendo los partidos como si estuviera jugando o en el banquillo, como si fuera uno más de los 23, porque sinceramente es una gran alegría, se lo están mereciendo, y a ver si por fin lo conseguimos", asegura emocionado.
En su selección coincidieron futbolistas como Raúl, Hierro, Kiko, Luis Enrique, Morientes... ¿Qué tiene la selección de hoy que no tenían sus predecesoras?: "Quizá para los partidos importantes no estábamos preparados. Siempre jugábamos con selecciones que tenían mucha más experiencia que nosotros y al final se decantaba para ellos de una forma o de otra".
"Creo que ahora estamos hablando de los mejores jugadores que ha tenido España, juntos sobre todo. Se ha dado una circunstancia que antes no se daba, se han juntado una serie de jugadores que han ganado todo a nivel de club, pero que no se han conformado con los triunfos de sus equipos y tienen hambre de títulos también en la selección. Es un equipo que sabe a lo que juega y que no se siente inferior a nadie", sentencia.

"ESPAÑA GANARÁ SIN APUROS"
Aguilera tiene claro que "daría cualquier cosa" por poder ser uno de los que salten el domingo contra Holanda, y es que no tiene dudas sobre cuál será el resultado.
"Yo no soy el pulpo Paul -comenta entre risas-, pero creo que España no va a pasar apuros. Holanda es un equipo que tiene buenos jugadores de medio campo hacia delante, pero atrás tienen problemas. No creo que España pase los apuros que pasó con Alemania, así que sólo le pediría a nuestros jugadores que no nos hagan sufrir mucho y que resuelvan pronto".
Esperemos que los pronósticos se cumplan: "Ya sea por el pulpo, ya sea por las meigas o por lo que sea, que se traigan la Copa para pasearla por toda España. Esa Copa del Mundo que es tan bonita y que ya toca tenerla".

jueves, 8 de julio de 2010

El “Tiburón” hizo bueno al pulpo

Corría el minuto 73, el dominio total y absoluto de la selección española parecía no dar sus frutos, Villa se estrellaba contra el muro teutón y la magia de Iniesta, unos minutos antes, se paseaba por delante de la puerta de Neuer, como si de una línea infranqueable se tratara, sin llegar a consumar el truco.

TRES GOLES EN 89 PARTIDOS
Pero entonces apareció Puyol, hombre de casta y coraje insondables, que siempre está donde tiene que estar en la retaguardia, pero cuyo camino pocas veces se cruza con el gol.
En 88 partidos como internacional sólo dos veces había podido cantar gol, en dos goleadas intrascendentes ante Estonia (0-3 en 2008), e Irlanda del Norte (0-5 en 2002).
El corner botado por Xavi desde la izquierda fue rematado de forma imperial por “Tiburón” Puyol (como le bautizó Andrés Montes, que en paz descanse). Y fue así como entró en el área, como un escualo sediento de sangre, arramblando con todo, y con una furia desmedida giró su cabeza para catapultar el balón a la red (1-0).
Diez años se cumplirán el próximo 15 de noviembre desde que debutó con la Roja, y anoche, consiguió un gol cuya trascendencia será difícilmente superable.
Es posible que el capitán del Barça, cuyo tanto me recordó al que consiguió el año pasado ante el Real Madrid en el famoso 2-6, no vuelva a vestir la camiseta de España tras la final del domingo.

Y HABLA DE RETIRADA
El ilerdense dejó caer su retirada como internacional antes de la cita mundialista. “No es un decisión definitiva. Antes lo consensuaré con Vicente del Bosque y Fernando Hierro”, dijo.
Tras lo de anoche, ya imagino cuál será la respuesta que reciba del seleccionador y el director deportivo de la selección.
Y no sólo por el gol, no. Sino por su trabajo incesante en la zaga, su anticipación constante, su lucha sin límites, su compromiso fraternal y su concentración extrema. Junto a Piqué, el 5 de la Roja paró cada llegada al área de los alemanes.

ALEMANIA, DESBORDADA
Una Alemania que no cumplió las expectativas y que, en el plano personal, me decepcionó. No apareció Ozil en todo el partido, Klose no tuvo ni una, a Podolski se le vio más corriendo para atrás que hacia delante. Sólo Schweinsteiger intentó sostener a un centro del campo alemán que naufragó ante la abrumadora superioridad española.
Y es que la selección se comportó como siempre, tocando la pelota como si sólo fuera suya, moviendo al rival de un lado a otro sin piedad, y convirtiendo a la germana en un equipo menor, como si de Honduras, Chile o Paraguay se tratara.
El insultante dominio que ante hondureños o paraguayos podía parecer estéril, se tornó majestuoso ante el combinado de Joachim Low, que apenas podía limitarse a contener el chaparrón.
Tan sólo dio dos sustos el equipo teutón. El primero, al borde del descanso, en la única internada de Ozil, que terminó derribado por Ramos en el área. El árbitro nos perdonó ahí…
El segundo, en una de las pocas fases del partido en las que Alemania sacó la cabeza, en una clara oportunidad de Kroos que solo, recién entrado en el campo, encontró a Casillas en su camino hacia el gol.
Antes de ese espejismo, Xabi Alonso, Xavi y la mencionada colada hasta la cocina de Iniesta anunciaron el gol que certificaría Puyol.

ESTABA HECHO
Y con él, todos supimos que estábamos en la final. Quedaba más de cuarto de hora por delante, pero daba igual. La hegemonía rojigualda volvió a no dar lugar a la réplica, y sólo un par de contras de los nuestros pudieron haber engordado el marcador.
Fernando Torres, que fue suplente, pudo haber encontrado en ellas el gol que le devolviera la confianza perdida. Pero Pedrito, inconmensurable toda la noche, pecó de egoísta en ese último lance. Un Pedrito, por cierto, cuya temporada y evolución vertiginosa le hizo plenamente merecedor de la titularidad de anoche.

¿QUÉ PRONOSTICARÁ EL PULPO?
El gol de Tiburón Puyol volvió a encumbrar al pulpo alemán Paul, para desgracia de sus compatriotas. No ha fallado ni un solo pronóstico el octópodo, que mañana viernes decidirá en qué caja entra: Holanda o España. España u Holanda.
47 millones de españoles estarán pendientes de esta cita. Los más de seis mil millones de personas de este mundo tendrán puestos al menos un ojo en la final de este Mundial.
El domingo, debemos sentirnos privilegiados por poder presenciar un hito que generaciones y generaciones sólo soñaron.
Disfrutémoslo.
Yo lo tengo claro. Me han hecho creer.

miércoles, 7 de julio de 2010

Ya han hecho historia

Esta noche, a las 20:30 horas, las calles de toda España se vaciarán y familiares y amigos se concentrarán en sus casas o en los bares en torno a la televisión para intentar empujar a España hacia algo que ningún español ha visto jamás: la selección en la final de un Mundial.
Mi abuelo, de 84 años, me comentaba esta semana sus recuerdos de aquel único Mundial hasta la fecha en el que España quedó entre los cuatro primeros: el de Brasil en 1950.
“España jugaba muy bien”, me decía, “pero en la fase final nos metieron unas palizas tremendas”, asegura recordando el 6-1 que nos endosó Brasil y el 3-1 de Suecia, que maquilló a falta de pocos minutos Zarra.
“Todavía recuerdo el gol de Zarra contra Inglaterra, le tengo grabado en la cabeza tras marcar, muy serio, con el portero inglés tendido a sus pies”. Casi totalmente ciego desde hace varios años, no le falla la memoria, ya que no son las imágenes de aquella instantánea, tan repetidas estos días, las que evoca.
“Yo creo que van a ganar esta noche”, me dice esperanzado, aunque sabe que, “como siempre, los alemanes son muy duros”.

UNA NUEVA Y TALENTOSA ALEMANIA
Una rejuvenecida Alemania,
con la aparición de jóvenes talentos como Ozil, Khedira o Muller (por suerte éste último no estará) y el engrandecimiento de otros como Schweinsteiger o Klose hacen a los germanos un combinado bastante más complicado que el que cayó hace dos años en Austria. Muchos dicen que la ausencia de Ballack ha sido decisiva para enterrar a la “vieja Alemania”.
A España le costó lo indecible romper el muro de Paraguay el pasado sábado, pero a priori nada tendrá que ver ese choque con el de esta noche, con una Alemania que saldrá a batirse de poder a poder.
Esperemos que el peso de la historia no se haga notar en el campo, ya que, mientras que los nuestros nunca han llegado a la final, Alemania ha estado presente en siete de las últimas catorce finales. Se proclamó campeón en Suiza 1954 (3-2 Hungría), Alemania 1974 (2-1 Holanda) e Italia 1990 (1-0 Argentina); quedándose con la miel en los labios en Inglaterra 1966 (4-2 Inglaterra), España 1982 (3-1 Italia), México 1986 (3-2 Argentina) y Corea y Japón 2002 (2-0 Brasil).

FUNDAMENTAL QUIÉN MARQUE PRIMERO
En mi opinión, será fundamental quién dé el primer golpe. Hemos visto cómo los de Joachim Low han destrozado a Inglaterra (4-1) y a Argentina (4-0) a la contra después de adelantarse en el marcador. La clase de Ozil (grandísimo futbolista), la llegada de Schweinsteiger, la velocidad de Podolski y el instinto matador de Klose pueden hacernos mucho daño a una zaga que no se caracteriza por la velocidad.
Confiemos en que entre los nuestros Iniesta y Xavi estén inspirados en la creación en medio campo y a la racha de Villa se le una Fernando Torres, al que todos esperamos y que volverá a tener una oportunidad de titular.
No tengo claro mi pronóstico, aunque os confesaré que no soy demasiado optimista. Eso sí, si ganamos, creo que el Mundial no debe escaparse en la final ante Holanda.

¿Qué resultado vaticináis vosotros? ¿Dónde y con quién lo veréis?

Pase lo que pase, los Casillas, Ramos, Puyol, Capdevila, Xabi Alonso, Xavi, Iniesta, Villa o Torres, campeones de Europa hace dos años y ahora semifinalistas del Mundial, ya han hecho historia.
¡Qué viva España!