jueves, 26 de mayo de 2016

La nuestra

El 24 de mayo de 2014 parecía el día. 40 años después, tocaba la tan anhelada venganza a la afrenta de Schwarzenbeck. El homenaje que tanto merecía Don Luis Aragonés, además en el año de su muerte, después de que se fuera a la tumba con el pesar de no haber podido levantar aquella Copa de Europa (“Debí ir yo a aguantar ese último córner en vez de Gárate. Él era demasiado buena gente”, se reprochaba el 'Sabio de Hortaleza' después de esa final). El rival debía haber sido el propio Bayer Múnich. Pero se coló el Madrid...
Un año después, se repitió la historia. Fue en unos cuartos esta vez. Menos doloroso. Pero nadie olvida tampoco aquella expulsión rigurosa de Arda y el gol de Chicharito con el tiempo casi cumplido (fue el día de mi cumpleaños...). Un año en el que al Real Madrid se le había ganado TODO: Supercopa, eliminados de Copa, victorias, 4-0 incluido, en Liga...
Pero esos cuartos de Champions sirvieron para que los madridistas, prepotentes como siempre, sacaran su eterna cantinela: la Champions es nuestra competición... Lo demás son minucias...
AQUELLOS CALAMBRES DEL CHOLO
Hubo otros desengaños en la Copa de Europa entre medias de ambas. La mayoría recordamos aquel zurriagazo de Dani Carvalho (más tarde rojiblanco) que enmudeció al Calderón en el minuto 99 de la prórroga. Era 1997. También en unos cuartos de la Champions. Contra el Ajax. Unos cuartos en los que el Cholo Simeone, de corto y en el campo (donde nunca ha dejado de sentirse), tuvo que retirarse en el minuto 113 porque a sus 27 años aún sin cumplir los calambres le impedían dar ni un solo paso más.

NO HACE TANTO, LA CHAMPIONS QUEDABA GRANDE
O muchos aún tenemos frescos en la memoria los dos goles de Lisandro en el 2009. Y esa enorme rabia contenida y esa pregunta eterna y sin respuesta de por qué Abel dejó a Forlán en el banquillo de Oporto aquella noche en la vuelta (sacó de titular a Sinama...).
Las goleadas del Chelsea (4-0) o del Oporto (0-3) sólo un año más tarde (la 2009-10, lo que nos llevó de rebote a nuestra primera Europa League) parecen muy lejanas en un tiempo en el que al Atlético de Madrid la Champions le quedaba grande.

SABÍA QUE IBA A VOLVER
Hoy el Atleti es el grande. En la Champions, en Europa, y en el mundo. Lo dije en septiembre de 2014: el Atleti repetirá una final de Champions. ¡Ojo! En septiembre de 2014. Tras perder 3-2 con el Olympiacos. Basado en la estadística, desde que la Champions es Champions (1993), hasta seis equipos habían repetido final durante, al menos, dos temporadas consecutivas: Milán (1993, 1994 y 1995); Ajax (1995 y 1996); Juventus (1996, 1997 y 1998); Valencia (2000 y 2001); Manchester (2008 y 2009); y Bayern (2012 y 2013).
Y otros seis clubes habían jugado al menos dos finales en tres temporadas: Real Madrid (1998, 2000, 2002); Milan (2003, 2005 y 2007); Liverpool (2005 y 2007); Barcelona (2009 y 2011); Manchester (2009 y 2011); y Bayern (2010, 2012 y 2013).
Ahora Real Madrid y Atlético lo han vuelto a hacer (2014 y 2016). 

ALGUNOS LO SABÍAN DESDE EL PITIDO FINAL EN LISBOA
Juanfran lo sabía y así me lo dijo en mi libro: "Vamos a volver a estar en una final de la Champions y la vamos a ganar".
Y Diego Godín piensa del mismo modo: "La historia del Atlético de Madrid está hecha para levantar una Liga de Campeones. Sólo falta esa página y seguro que lo vamos a lograr".
El Atleti desea muchísimo más esa Champions que su rival. Desde que el árbitro Björn Kuipers pitó el final del partido de Lisboa, algunos futbolistas rojiblancos ya sólo estaban pensando en volver. El ejemplo son estas declaraciones de Juanfran, nada más terminar la final, en las que manda un mensaje contundente a la afición: "Que estén tranquilos, que volveremos a jugar una final de Champions".


NADIE, NUNCA, PERDIÓ SUS TRES PRIMERAS FINALES DE COPA DE EUROPA
Y ya estamos aquí. Y dos años no son nada. Y en ese tiempo nuestro bagaje contra el Real Madrid es casi inmejorable (cinco victorias, cuatro empates y una única derrota). Y no queda otra que ganar, porque siguiendo con la estadística, nunca, nadie, jamás, en la historia, ha perdido las tres primeras finales de Copa de Europa que ha jugado. Sólo tres equipos han jugado dos finales perdiendo ambas (Stade Reims, Valencia y Atlético de Madrid) y clubes como la Juventus o el FC Barcelona ganaron a la tercera que jugaron.

LO QUE NO TE MATA TE HACE MÁS FUERTE
Dice el refrán que lo que no te mata te hace más fuerte y, como dice mi colega Peris, al Atleti lo de Lisboa obviamente no le mató. También lo dijo Juanfran: "Estoy seguro de que esa final nos hizo más fuertes a todos dentro del grupo".
Y el Cholo, enormemente inteligente a la hora de utilizar las palabras para motivar a sus futbolistas y descargarles de presión, no habla de venganza o de revancha, sino de nueva oportunidad. Y a mí me viene a la cabeza una brillante cita en este sentido del novelista francés Víctor Hugo: El futuro tiene muchos nombres: para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad...

Y LA OPORTUNIDAD ES AHORA
Y la oportunidad es ahora. El futuro se escribe en rojo y blanco. Por el espíritu de Luis Aragonés. Por todos los minutos 93. Por el "Se busca rival digno para derbi decente". Porque cada futbolista con la rojiblanca acabe con los mismos calambres que terminó Simeone en su último partido de Champions con la rojiblanca. Por jugar cada partido como si fuera el último. Porque nunca dejes de creer. Porque si se cree, y se trabaja, se puede. Porque Atleti yo te amo, contigo a la final.

PORQUE SOMOS DIFERENTES
Porque su estrella, hace dos años, celebró un 4-1, de penalti, con todo decidido, en el minuto 120, quitándose la camiseta y enseñando a toda Europa su cerebro, cuando media hora antes estuvo “muy cansado” para celebrar el decisivo 1-1 de Sergio Ramos.
Mientras que nuestra estrella, el Niño, ha vuelto para jugar ESTE partido, y proclama al mundo que es el encuentro más importante de su vida, habiendo jugado otra final de Champions, o de Eurocopa... o de un Mundial.
Porque somos diferentes. Porque no es lo mismo ganar con su estilo, que con el nuestro. Porque nuestros corazones laten distinto. Porque somos de otra especie.

PORQUE ESTÁ ESCRITO
Porque, como dice mi amigo Santi Riesco, lo del sábado es sólo un título. El premio es ser del Atleti. Pero este sábado, el premio va a ser doble. Porque es justo. Porque se lo merecen. Porque ya toca. Porque luchan como hermanos. Y porque ésta, es LA NUESTRA. Y la van a ganar. Y la van a ganar bien. Está escrito.

lunes, 9 de mayo de 2016

Y esta vez va en serio: adiós

JORNADA 37- LEVANTE 2-1 ATLÉTICO
Goles: Fernando Torres.
El pasado jueves tuve la suerte de acudir a la primera jornada de Cultura en rojo y blanco, donde tuve la oportunidad en una charla de conocer facetas muy interesantes de Filipe Luis (es cinéfilo, apasionado por las series y la lectura, y un tipo culto. Los medios hacemos algo mal cuando somos incapaces de dar a conocer a la persona, más allá del futbolista. Y más cuando sobresale) y de disfrutar de una noche sabinera con Pancho Varona.

Lo hice en muy buena compañía, rodeado de buena gente atlética. Entre ellas, un chico al que he conocido gracias a mi libro de Godín, y que se declara seguidor de mi blog, me comentaba acerca de nuestras posibilidades de ganar la Liga: "Y eso que te pasaste un montón de partidos diciendo: adiós a la Liga. Después de pinchar con el Sevilla, el Barça, el Sporting... Escribías: la Liga está perdida...". Y era verdad.

¿CUÁNTAS VECES DIJIMOS ADIÓS?
Lo pensé durante unos segundos y me dije: tiene toda la razón del mundo. Soy de los que vio la Liga totalmente perdida en múltiples ocasiones, porque jamás imaginé que el Barça fuera a fallar tantísimo. Y repasando mis titulares, uno constata que me dejé llevar por el pesimismo (justificado): "Miedo", titulé tras el 0-0 con el Sevilla; "El orgullo intacto, la Liga perdida", tras caer en el Camp Nou; o "Decir adiós", tras la inesperada derrota en El Molinón. En muchas de esas crónicas, incluso en posteriores cuando la cosa parecía más cerca (en "Mantener viva la ilusión", tras golear 5-1 al Betis) mi diagnóstico era claro: la Liga era un im-po-si-ble. Y es mejor no empeñarse cuando algo es imposible. Sin embargo, un atlético jamás se rinde, y el lema del "Nunca dejes de creer" es el que nos ha llevado a llegar tan lejos.

NO SE PUEDE JUGAR A DOS BANDAS...
La Liga es el día a día, esa ilusión que te lleva a levantarte con fuerza cada mañana y con un objetivo que perseguir. Es la gasolina que te da vida. El Atleti ha estado luchando por esa ilusión durante más de ocho meses. Pero no se puede jugar a dos bandas. Eso está al alcance de muy pocos, y este Atleti, al fin y a la postre, ha perdido la Liga contra dos equipos que el año que viene estarán en Segunda, el Sporting y el Levante, porque venía cansado física y mentalmente de haber estado peleando por su otro amor sólo tres días antes: visitó El Molinón la semana después de la prorroga y la interminable tanda de penaltis con el PSV, y este domingo cayó en Levante tras la maratón futbolística vivida en Múnich.

COMO SI HUBIERAN JUGADO CON NOSOTROS
Y esta vez ya es de verdad. El adiós es definitivo. Las matemáticas no engañan y la puerta de la Liga está cerrada. En cierto modo, es como si el FC Barcelona hubiera jugado con nosotros. Falló de forma consecutiva cuando nadie lo esperaba. Empató en Villarreal y perdió de forma encadenada con Real Madrid, Real Sociedad y Valencia. Se acercó a nosotros hasta el máximo límite que pudo hacerlo (empatado a puntos, sólo salvado por el goal average), nos puso la miel en los labios, pero cuando ya no podía permitirse ni un fallo más... volvió a alejarse. Desde entonces, 21 goles a favor y cero en contra (0-8 al Depor, 6-0 al Sporting, 0-2 al Betis y 5-0 al Espanyol) son números más que contundentes que hablan a las claras de que, aunque lo pareció durante algún tiempo, este Barça no quería regalarnos la Liga. Tuvo sus dudas (muchas), nos hizo ilusionarnos, pero a la hora de la verdad, se marchó. Y la Liga, pues, se va con otro, ya que, pese a que el Madrid sigue por medio, los culés no van a pinchar ante un Granada que goleó en Sevilla (partido amañado, por cierto) y se ha salvado matemáticamente.


EL GOL TEMPRANERO NO AYUDÓ
Y eso que el Atleti marcó en el minuto uno en el Ciutat de Valencia. De nuevo funcionó la conexión Koke-Torres. El vallecano asiste en profundidad y el fuenlabreño se la pica a Mariño en la salida (0-1). Y durante seis minutos, soñé con un Atleti campeón. Lo que tardó Messi en sacarnos del sueño con un golazo de falta en el Camp Nou. Pero en realidad el Atleti no despertó. El Atleti siguió durmiendo. El tempranero tanto hizo a los rojiblancos confiarse, dando la victoria por segura. Pero el Levante no se rindió. Y no puede ser que un equipo descendido a Segunda también acumule más posesión que tú (55%-45%).

UN LEVANTE MUY "PROFESIONAL"
No es cuestión de llorar ahora, pero el Atleti ya estuvo a punto de perder la Liga hace dos temporadas ante un Levante que no se jugaba nada (acabó décimo) y este domingo la perdió definitivamente. Lo que algunos aplauden como comportamiento profesional a mí me huele a otra cosa...
A la media hora de juego, en una gran internada del colombiano Cuero, Casadesús cabeceó inapelable a la red (1-1). No reaccionaron los colchoneros antes del descanso, a excepción hecha de una colada de Correa que cerca estuvo de introducirse en propia puerta David Navarro. Pero menos aún despertaron en el segundo acto.

INOPERANCIA Y SUICIDIO
Simeone sacó a Griezmann y a Carrasco por Correa y Augusto, y todos esperábamos un efecto similar al del partido con el Rayo (Griezmann marcó según entró). Pero no ocurrió. Los minutos iban pasando y la inoperancia del Atleti crecía. Las piernas estaban pesadas y las ideas eran nulas.
Sólo en el último cuarto de hora los rojiblancos tocaron a rebato, pero apenas les sirvió para que Mariño se luciera ante Griezmann, tras una buena contra conducida por Carrasco.
Y el Atleti se suicidó. Volcado, cada contra del Levante se producía en superioridad y parecía mortal... Hasta que nos mató. En el 89, dos para uno de Morales y Rossi contra Savic (lento) y el italiano define para poner el 2-1 y, para más inri, quitar el récord de Zamora menos goleado de la historia a Oblak (ahora con 18 goles está igualado con los números de Liaño en la temporada 1993-94).

CAMPANA Y SE ACABÓ
Así que se acabó. Ahora sí. Como Simeone (sancionado) desde una ventana por la que presencias ese cumpleaños al que no te han invitado y no te dejan pasar, el Atleti dijo adiós a la Liga.
Fue bonito mientras duró. Muy bonito. Llegar con opciones hasta la penúltima jornada ha sido algo que hace dos meses nadie habría imaginado. Pero toca despertarse. Hay que levantarse y afrontar nuevos retos. Porque, por fortuna, este Atlético que nunca deja de creer siempre tiene un nuevo reto al que agarrarse. Una nueva meta por la que pelear para levantarse de una decepción. Y, como ya dije la semana pasada, si la vida es justa (y a veces lo es) el Atleti conseguirá su premio dentro de tres semanas. Porque, a veces, cada uno recibe lo que merece. Y ahora más que nunca, en esto, no quiero dejar de creer.    

jueves, 5 de mayo de 2016

Ya hemos vuelto...

SEMIFINALES DE CHAMPIONS- BAYERN MÚNICH 2-1 ATLÉTICO
Goles: Griezmann.
Cuenta el Antiguo Testamento de la Biblia que Goliat era un gigantesco soldado filisteo de una altura aproximada de seis codos y un palmo (2,90 metros) que acampó junto a sus huestes en Efes-damim y retó al ejército de Israel a que presentara a un hombre que luchara contra él en un combate cuerpo a cuerpo. Durante 40 días, nadie en la tropa israelita del Rey Saúl (muy apropiado. Jamás olvidaremos ese golazo en la ida que ha valido medio billete para la Final) se atrevió a aceptar tamaño desafío.
Transcurrido ese tiempo, un pastorcillo de la tribu de Judá, David, que destacaba en talentos y buen semblante, hizo frente al reto. Y valiéndose de una honda, lanzó una piedra que impactó en la cabeza de Goliat, le derribó, y le degolló con la propia espada del gigante.
La historia de David contra Goliat es conocida en todo el mundo como un ejemplo de audacia, de valentía, y de cómo derrotar a un rival más fuerte haciendo uso de otras armas. A nadie en la época, ni con el paso de los siglos, se le ocurrió censurar por qué David hizo uso de una honda en vez de exponerse al cuerpo a cuerpo, espada con espada, y batirse el cobre contra la cota de malla de más de 5.000 siclos (unos 57 kilos) de Goliat y frente a la hoja de hierro de siete kilos de su lanza.

EL BAYERN, UN GOLIAT EN EUROPA
El Atlético de Madrid no es David. No es un pastorcillo a priori indefenso. Pero, sin duda, el Bayern de Múnich es un Goliat en Europa. 25 Bundesligas, 17 Copas, cinco Champions, dos Intercontinentales, una Recopa y una UEFA adornan un brillante palmarés para un club con casi 500 millones de euros de presupuesto (el quinto más alto de Europa, por detrás de Real Madrid, Barcelona, Manchester y PSG). Un equipo en el que juegan los mejores futbolistas del campeón del mundo, Alemania (Muller, Neuer, Lahm, Gotze), y muchos de los más insignes futbolistas del planeta (Lewandowski, Ribery, Robben, Vidal, Xabi Alonso...).
Pese a ello, muchos critican hoy que el Atlético de Madrid no derrotara al Bayern de Múnich jugándole de poder a poder, de tú a tú, a cara descubierta; y le reprochan que lo hiciese empleando sus armas: un contragolpe letal, una defensa férrea e impenetrable, y una lucha, una brega y una intensidad al alcance sólo de aquellos que pelean con el alma.

LA ENVIDIA VA TAN FLACA Y AMARILLA...
Pretenden que el Atlético gane apelando al jogo bonito cuando el estilo de juego y los futbolistas que componen uno y otro equipo son diametralmente opuestos. Pero poco se habla de la primera parte en el Calderón, con aquel golazo de Saúl, en la que pudo sentenciar Griezmann con otro mano a mano que salvó Neuer, y en la que el Bayern se marchó sin hacer ni un solo disparo a puerta. Como diría Quevedo: La envidia va tan flaca y amarilla porque muerde y no come.
El Bayern es mejor equipo, asumámoslo, jugaba en su estadio, ante más de 70.000 espectadores, y tenía que remontar. Con lo que era obvio que dominaría el choque, y era más que previsible que tocaría sufrir. Y mucho.
Por ello celebré con esperanzas cuando los germanos no hicieron su primer tiro a puerta hasta el minuto 20, en una dejada de Muller a Lewandowski que salvó Oblak con su salida. Comenzaba el recital del esloveno. Después hizo un paradón a un disparo envenenado de Ribery. Pero más tarde no pudo hacer nada ante una falta de Xabi Alonso que rebotó entre las piernas de Giménez y le descentró (1-0).

SE LE NOTARON LOS 20 AÑOS A GIMÉNEZ
No tuvo su noche el uruguayo, al que sólo dos minutos más tarde se le notaron sus 20 años y agarró de forma tan absurda como descarada a Javi Martínez, al que le perdió la cara, en un saque de esquina. Un penalti que pudo costar una Final de Champions. Y quiero recordar que ya el año pasado fue Giménez (recién entrado) el que perdió el sitio y no tapó el disparo definitivo de Chicharito con el que se decidió la eliminatoria.
Por fortuna, esta vez el Goliat del Atleti fue Oblak, que se agigantó para detener el penalti de Muller. El fallo supuso un mazazo para un Bayern que ya no volvería a disparar hasta el descanso, aunque no provocó una reacción en los colchoneros, que apenas tiraron a portería por medio de Gabi en un par de intentos lejanos en los primeros minutos.

GRIEZMANN, CRECIMIENTO DE ÉLITE
Hacía falta más en el segundo acto. Y el Atleti cazó una contra mortal. En apenas cuatro toques. Cuando Griezmann se la dejó de cabeza a Torres tras un gran pase largo de Koke, supe que esa jugada acababa en gol. Perfecto pase filtrado del Niño entre Alaba y Javi Martínez y definición de crack de Griezmann, al palo corto de Neuer (1-1). Había reclamado mayor peso específico de Griezmann antes de los cruces con el Barça y el Bayern, después de que con el PSV y en algunos partidos de Liga hubiera fallado manos a mano importantes. Tras estas eliminatorias, el francés ha dado un paso más en su crecimiento como futbolista de élite. Chapeau para el galo. El grito que pegué para celebrar el tanto estuvo a la altura del que dio Gabi en el campo. El capitán representa con su furia, su garra y entrega lo que cada atlético sentimos fuera del césped. Como lo representa Koke. Para mí, el mejor tras Oblak. Estuvo en todas partes. Aguantó la posesión, forzó córners de la nada, y apareció en defensa en múltiples ocasiones, de cabeza, con el pie, por arriba, yendo al suelo... Con Koke, el Atleti jugó en Alemania con doce.

QUINCE MINUTOS DE SUFRIMIENTO 
Con el 1-1 ya me veía en Milán. Era el resultado por el que había apostado en la previa. Pero el Bayern es mucho Bayern. A cuarto de hora para el final, Vidal ganó por arriba a Filipe y asistió para que Lewandowski remachara en el segundo palo a placer (2-1). Quedaba cuarto de hora de sufrimiento infinito. Quince minutos interminables (20 con el añadido) en los que todavía Oblak dejó otra parada para el recuerdo, en una estirada imposible para repeler un disparo de Alaba que de nuevo había envenenado un rebote.

QUE NO LO TIRE TORRES...
Quince minutos en los que Fernando Torres pudo sentenciar. El Niño fue objeto de un penalti (fuera del área) con el que Javi Martínez le paró en una cabalgada poderosa. Y quiso ser el héroe, cuando Gabi le preguntó si lo lanzaba él. "Joder, lo quiere tirar Torres", le anuncié a mi padre con una sonrisa nerviosa. Y lo falló. Lo paró Neuer, porque no iba mal tirado. Pero no es desde los once metros donde Fernando Torres ha encontrado su gloria deportiva y, sinceramente, habría preferido que lo lanzase Gabi.

SIMEONE, EL NERVIO QUE LO ARRASTRA TODO
La gloria se consigue luchando. Y este Atlético de Madrid la ha obtenido de la mano de un entrenador que vive cada partido como si lo estuviera jugando. Verle empujar al delegado de campo (por feo que estuviera) por no haber conseguido que se hiciera antes el cambio de Savic, o verle patear el balón de forma imaginaria en la banda, con ese tic incontrolable del jugador que nunca ha dejado de ser, le hacen a uno sentirse orgulloso del hombre que lidera este proyecto y que, sin duda, es el auténtico artífice del éxito sin precedentes de este Atlético de Madrid. Finalista de la Champions por segunda vez en dos años. Su nervio, su garra, su pasión, lo arrastra todo y a todos. Hasta la victoria.

SI EL FÚTBOL ES JUSTO...
El Atleti está en Milán. Y si el fútbol es justo, deberá levantar allí su primera Copa de Europa. Contra el eterno rival. Por la derrota en Heysel en el minuto 120 en 1974; por el minuto 93 de Lisboa de hace dos años; por haberse cargado a dos de los mejores equipos de este continente (Barcelona y Bayern) mientras otros llegaban a la Final de Champions jugando la Europa League. Porque se lo merecerán los miles de la grada que lloraron hace dos años, y los Godín, Juanfran, Filipe, Koke, Gabi, Tiago... que lo hicieron sobre el césped. Porque el fútbol nos la debe, hace mucho. Porque el Atlético de Madrid va a escribir esa página que le falta... y va a ser el 28 de mayo de 2016... en Milán... en San Siro.        

lunes, 2 de mayo de 2016

Con todo

JORNADA 36- ATLÉTICO 1-0 RAYO VALLECANO
Goles: Antoine Griezmann (¡Y van 30!).
Ya sólo quedan cuatro pasos. Vamos, ánimo, tú puedes. Sé que han sido más de ocho meses muy duros, con subidas, con bajadas, con momentos muy malos. Sé que ha habido días en los que quisiste tirar la toalla; instantes en los que pensaste que nada merecía la pena.

Faltas de respeto llegadas de tu alrededor que te llenaron de ira y dañaron tu orgullo; situaciones en las que se han ninguneado tus enormes méritos, mientras se ensalzaba y se protegía a tu vecino por muchísimo menos. Se te ha tildado de violento, de agresivo, cuando has salido de grandes estadios habiendo cometido menos faltas que tu rival, pero cargado de cartulinas (el Atleti hizo 13 faltas en el Bernabéu -por 15 del Madrid-; y 16 en el Camp Nou en Champions -el Barça cometió 19- y en ambos casos vio más tarjetas que su rival...), se ha dicho que no tenías gol, que tu fútbol aburre, que dabas miedo...
Se ha asegurado que no pasarías del tercer puesto en Liga ni de los cuartos en Champions, que eso es lo más a lo que podrías aspirar, que "jamás soñaste" con estar en una situación como la actual...

A CUATRO PASOS DE LA GLORIA...
Pero has llegado hasta donde estás. El mes de mayo ya está aquí y tienes opciones de todo. Estás a cuatro pasos de la gloria. Hacer buena en Múnich la ventaja de la ida y vencer en Milán; y dos victorias en Liga, acompañadas de un favor de Espanyol o Granada, convertirían al Atlético de Madrid en el equipo más grande del mundo. Le permitirían tocar el cielo con las manos... quizá por partida doble.

...PERO HAY QUE PONERLO TODO
Pero para eso hace falta ponerlo TODO. Sin reservas. 
El Atleti ha demostrado este año que es capaz de ganar a cualquiera (Bayern de Múnich, Barcelona, Real Madrid...), pero que también puede sufrir contra cualquier rival (este año ha ganado por la mínima y en los minutos finales a Levante, Sporting, Rayo Vallecano...).
Sin ir más lejos, este sábado sufrió muy mucho para derrotar al Rayo. En gran parte porque Simeone decidió reservar a siete de sus titulares, algo necesario si se quiere llegar lejos en todas las competiciones, pero arriesgado para un equipo que no tiene la plantilla de Barcelona y Real Madrid.  

MUCHO SUPLENTÍSIMO
No sé quién acuñó el término de titularísimo, pero cuando escuché la alineación del Cholo para recibir al Rayo, pensé que había mucho "suplentísimo" en el campo. Gámez (7 partidos titular en Liga), Kranevitter (3), Óliver (9) o Vietto (12) apenas superan 30 titularidades esta temporada... sumándoles a todos. Y especialmente los dos últimos cuajaron un partido bastante oscuro, lo que les llevó a ser sustituidos al comienzo de la segunda parte.

GRIEZMANN YA SUMA 30 GOLES
Según saltó al campo el francés Griezmann, recogió un rechace blando de la zaga rayista (hace demasiadas aguas) y pegó un zurdazo seco junto al palo corto de Juan Carlos (1-0). Le bastaron sólo 35 segundos sobre el campo para arreglar el partido (suma ya 30 goles: 21 en Liga; seis en Champions; y tres en Copa).
Su tanto fue un bálsamo, porque el Rayo había metido el miedo en el cuerpo a la grada al inicio del segundo acto, con un disparo centrado (por suerte) de Javi Guerra, y un centro chut envenenado de Quini que sacó Oblak.
El Rayo metió en su área por momentos al Atleti y recordó al Bayern. Pero el martes, ni serán los mismos los que vistan la rojiblanca en el Allianz Arena, ni el cansancio acumulado igual que el de este sábado.

CON TODO
Entonces ya no habrá excusas. El viaje a Italia se atisba más cerca que nunca. En los cuatro partidos que restan, Simeone irá con todo. Al 100%. No se guardará nada. Ni el propio Godín, castigado por las lesiones en este final de temporada (dos lesiones en el bíceps femoral -PSV y Sán Mamés-; un esguince de rodilla -Camp Nou-; molestias en los isquiotibiales -Real Sociedad-; y una gastroenteritis -Mestalla- le han aquejado ya en 2016) será reservado en Múnich. No puede serlo. Para buscar la gloria, hay que apostarlo todo. Hay que querer el objetivo al 100%. Con el cuerpo, y con el alma. Con el corazón, y con la cabeza. Con locura y equilibrio. Con pasión y frialdad. Con contundencia y delicadeza. En lo falso y en lo cierto. Por la historia, y por el presente. Por nuestros mayores, y por nuestros hijos. Por lo que pudo ser y por lo que fue. Por los que se fueron y por los que vendrán. Por nuestros ángeles y por nuestros demonios. Por los que jamás confiaron, y por los que nunca dejan de creer. Por todos y por ninguno. Por ellos y por nosotros. Pero sobre todo POR TI. Atleti, ese martes vence por nosotros.