lunes, 29 de noviembre de 2010

La “justicia” del fútbol

Dice uno de los múltiples tópicos que rodean al mundo del fútbol que lo que un día te dan (los árbitros), otro te lo quitan, habiendo una especie de “justicia” poética a final de temporada por la cual la balanza de regalos y robos suele estar compensada, dejando a los equipos aproximadamente en el puesto que merecen por méritos deportivos (eximan de esta máxima a Madrid y Barcelona, por supuesto, que siempre estarán arriba, y un poquito más gracias a los árbitros, que rara vez se equivocan en su contra –más les vale-).

TRAS LOS REGALOS DE ANOETA...
Al Atleti le hicieron dos regalos en Anoeta que supusieron dos goles. El penalti por mano de Tiago que no fue pitado y en la contra acabó con gol del Atleti (también es mala suerte que fuera ésa y no cualquier otra jugada la que acabara en gol) y el 1-2, en el que el Kun remata un pase de Ujfalusi en supuesto fuera de juego (digo en supuesto porque habiendo visto la jugada cien veces, incluso habiendo ayudado a los compañeros de realización a “tirar” la línea, Agüero está más adelantado que la zaga realista, pero con uno de sus pies a la misma altura que el balón).
El caso, que se habló mucho de esas dos dádivas para justificar nuestra victoria (mucho más que de los tres penaltis en Villarreal, el del Bernabéu o el del Almería. Cinco en tres jornadas…) y este sábado, perdimos por el árbitro. Así de claro.

TEIXEIRA AYUDÓ MUCHO AL ESPANYOL
Resulta contradictorio que me centre ahora en el árbitro, Teixeira Vitienes, cuando hace un mes (tras los tres penaltis de Villarreal) sentencié que estaba cansado de echar la culpa a los colegiados y que Ramírez Domínguez no era el causante de nuestra derrota.
La diferencia es que el Villarreal nos ganó en buena ley, haciendo un buen fútbol y golpeando en los minutos decisivos, mientras que el Atleti no tiró un disparo a puerta.
Este sábado, el Espanyol marcó dos de sus tres goles de forma ilegal (el penalti por manos de Reyes no es penalti, y el 1-2 llega en una clara falta de Osvaldo a Perea) y el Atlético de Madrid fue el único equipo que llevó el peso del choque, tuvo las mejores ocasiones y se vio obligado a remar contra viento y marea por el capricho de un colegiado atolondrado.

ESTADÍSTICAS MUY ROJIBLANCAS
Y es que los números no engañan: 57%-43% en posesión para los rojiblancos; casi el doble de tiros a puerta (23 por 14); y mientras que De Gea sólo hizo cuatro paradas, el inefable Kameni se desmarcó con 13 intervenciones…
Los números del colegiado cántabro tampoco engañan: nueve amarillas mostradas, siete de ellas en la primera parte, lo que me obligó a consultar su nombre en el periódico antes del descanso, algo a lo que sólo acostumbro cuando la actuación del árbitro se merece esa atención…

VAYA MANOS DE REYES...
Su primer gran mérito llegó en el minuto 20, cuando señaló penalti tras una falta que José Callejón estrelló contra la barrera. Desde el campo uno ya estaba indignado, ya que esos penaltis por manos en la barrera se pitan uno al año. Pero tras ver en la televisión cómo la pelota golpea en los brazos de Reyes, recogidos contra el pecho, la indignación es mayor.
Luis García transforma el penalti y comienza la odisea. El Atleti tardó en reaccionar, pero su acoso fue in crescendo en los minutos finales del primer acto. Los corners y las faltas lateral se fueron acumulando, Agüero y Forlán probaron a Kameni, y en el descuento llegó el merecido tanto. Kameni repele un cabezazo de Tiago tras saque de esquina, salva a bocajarro y sobre la línea un posterior remate de Godín, pero ya no puede hacer más ante Tiago, que la revienta a la red. 1-1, importante empatar antes del descanso.

OTRO "EMPUJONCITO" DE TEIXEIRA
La segunda parte comenzó como había terminado la primera: un pase en profundidad de Reyes dejó a Simao en un mano a mano con Kameni, pero el camerunés tapó cualquier resquicio en su salida.
Sin embargo, a los siete minutos, llegó el 1-2. En un balón dividido en el flanco izquierdo, el potente Osvaldo carga con dudosa legalidad a Perea mandándole a la lona. Así, consigue sacar un disparo que De Gea apenas despeja en una extraña pose (¿qué hizo ahí De Gea?) dejando un rechace blando que Verdú empuja a gol. 1-2 y de nuevo a remar contra corriente.

GOLAZO DEL KUN Y VISOS DE REMONTADA
Pero los colchoneros volvieron a rehacerse, porque el partido hecho por los de Quique esta vez sí fue merecedor de la victoria. Forlán avanzó en línea de tres cuartos, oteó el horizonte y se sacó un precioso pase entre líneas para el desmarque del Kun, que definió con un golpe de billar: tac, firme, certero, al hoyo… 2-2.
Quedaban más de 20 minutos, el equipo estaba enchufado, la afición caliente de espíritu para combatir los cero grados a orillas del Manzanares. Todo apuntaba a la remontada de los rojiblancos, llevados en volandas por su hinchada…

OSVALDO NOS DEJÓ HELADOS
Y con esa confianza bajé al baño del vomitorio 49. Volví rápido a las escaleras, la chaqueta no me cerraba, la cremallera se había salido. Me estaba quedando helado. Entonces, levanto la vista y veo conectar una asombrosa volea a Osvaldo que se convierte en el 2-3.
Consigo cerrar mi cremallera con esfuerzo, pero ya era tarde. El frío había entrado en mi cuerpo y me había calado hasta los huesos.
Igual efecto que el causado por el gol de Osvaldo en los once de rojiblanco. Restaban doce minutos, pero estaba acabado.
Tanto jarro de agua fría es demasiado peligroso a estas temperaturas. La Champions se aleja con el Espanyol a cinco puntos. No fue justo. ¿Pero quién dijo que hubiera justicia en el fútbol? El título es irónico. Que le pregunten a Teixeira.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Milagro para creer en San Sebastián

Pintaba mal, muy mal. El Atleti perdía 1-0 en Anoeta, campo en el que no ganaba desde 1991, y los acercamientos más peligrosos eran disparos lejanos de Simao, Forlán o Agüero que se perdían cerca de la meta de Bravo, pero sin llegar a ver puerta.
Pero entonces se produjo el milagro. A falta de 20 minutos, un barullo en el área rojiblanca acabó impactando en el brazo izquierdo de Tiago. Pero el árbitro no lo vio y, entre el desconcierto, José Antonio Reyes se sacó un pase largo de unos 40 metros, el Kun Agüero la pinchó como los ángeles, desbordó a De la Bella haciéndole parecer un juvenil, y sirvió el empate en bandeja a Diego Forlán, para que prosiguiera su racha goleadora. Entonces, comenzó otro partido.
LO VI EN MARCA TV... POR AL JAZEERAFue un encuentro especial y atípico para mí. Era la primera vez que me tocaba ver al Atleti en Marca TV, y horas antes ni siquiera sabía si podría verlo. No por la carga de trabajo que pudiera tener, no. Sino que, por increíble que parezca, en la redacción de Marca TV no tienen Canal Plus...
por fortuna, me tranquilizaron diciéndome que podría verlo por la señal de Al Jazeera. Y así fue. Pude presenciar el partido con comentarios en árabe, que pronunciaban “De Yea” “Fórlan” y “colchonerou”.Para “debutar” en estas lides me tocó hacerlo acompañado de Yon Cuezva, ex de Radio Marca, que se me presentó como un “hincha radical de la Real”. No tardé en comprobarlo, ya que a los 12 minutos Joseba Llorente, con la ayuda de Ujfalusi, puso el 1-0, tanto que Cuezva celebró con rabia dándole una patada a la puerta (menos mal que no están en descenso...).
La jugada vino precedida de una preciosa bicicleta de Griezmann sobre Perea, que incomprensiblemente fue el lateral titular con Domínguez en el banquillo. Me gusta Perea, soy defensor suyo ante los detractores. Pero si Domínguez y Godín están bien, ellos deben ser los centrales titulares, y Ujfalusi el lateral derecho.
Sobre Griezmann, decir que había oído hablar bien del francés, pero me sorprendió su capacidad de desborde. Y sólo tiene 19 años...

APENAS VI LA PRIMERA PARTEApenas pude ver la primera parte, atareado montando unas declaraciones de Ramos explicando por qué tiró el penalti, o Cristiano desafiando al Barça a ver si les meten ocho el lunes (ojalá...).Las subidas de tono del narrador árabe me sobresaltaron viendo cómo la Real podía poner el segundo, sobre todo en un centro de Xavi Prieto al que Llorente no llegó por poco.
Por fortuna, el choque se serenó y en los minutos finales fue el Atleti el que se hizo con el dominio. El Kun, al que se le veía con ganas y adquiriendo responsabilidad, hizo un eslalon en la frontal que terminó rozando el poste. Después fue Mario Suárez el que avisó con un cabezazo tras un saque de esquina (el Atleti sacó ocho corners, señores. Y es una suerte a la Quique no saca ningún provecho, en gran parte porque el primer lanzador rara vez supera el primer palo).
Al borde del descanso fue Tiago el que lanzó una bonita rosca que Bravo despejó a corner en una estirada que hizo honor a su apellido.

EL PARTIDO NO CAMINABA... PERO EXPLOTÓEl inicio de la segunda mitad nos trajo una nueva ocasión de Griezmann que repelió De Gea de puños. Pero pronto respondieron los rojiblancos con una volea alta de Tiago. Me gustó el portugués mucho más que en otros partidos. Ofreciéndose y llegando al ataque más de lo acostumbrado. De hecho, participaría de forma decisiva en el 1-3.
Pese al intercambio de golpes inicial, el partido avanzaba sin un destino claro, y me temía que acabaría languideciendo, como tantos otros, sin que se moviera el resultado, y con una nueva derrota visitante. Mientras tanto, Quique, impasible, no movía el banquillo.
Pero la suerte quiso aliarse con nosotros y se produjo el milagro en la jugada que les narré al inicio.
Justo coincidiendo con que acababa de terminar mis “quehaceres” y me disponía a sufrir con la recta final del choque.
Celebré el tanto de Forlán con un contenido “¡toma!” cerrando el puño derecho con fuerza. “Puedes celebrarlo”, me dijo un cariacontecido Yon Cuezva. “Ya lo he hecho”, le contesté, “tampoco hace falta dar patadas a las puertas”.

Y SACÓ EL RODILLONo sé si la Real se puso nerviosa y se abrió a partir de entonces. O si el Atleti, insuflado de valor por el tanto, se hinchió de moral y de inspiración, pero el conjunto rojiblanco sacó el rodillo que parecía olvidado entre los trastos del sótano.
Así, en menos de diez minutos, los rojiblancos robaron en medio campo, la pelota llegó a Forlán, que hizo un recorte perfecto, y su mente se abrió, como la banda izquierda de la defensa txuri urdin, para dibujar una autopista por la que Ujfalusi apareció para asistir en bandeja a Agüero, que puso el 1-2.El argentino se encontraba algo más adelantado que la defensa blanquiazul, pero prácticamente en la línea del balón. De hecho, creo que los jugadores vascos apenas protestaron el tanto.
Sin tiempo para la reacción, un gran pase largo de Tiago llegó a pies de Forlán, Bravo estropeó su buena noche con una salida en falso y el balón quedó franco, en el punto de penalti y sin portero, para que Agüero salvara la oposición de dos defensas con un zurdazo a la red. 1-3, partido sentenciado y doblete que va a venir muy bien al Kun.

SIMAO SE COMPLICÓPero con el Atleti nunca se puede hablar de sentencias. A Simao se le ocurrió intentar colarse entre dos rivales en la frontal de nuestra propia área (no sé en qué momento Quique se va a sentar con el portugués y con Reyes, para decirles que dejan de regatear en nuestro propio terreno), y se coló, pero Xavi Prieto se la robó, tocó para Diego Rivas, y el ex rojiblanco puso la emoción junto al poste izquierdo de “De Yea”. Quedaban cinco minutos.
“Ahora vais a probar cómo aprieta Anoeta”, me anunció Yon. Cruce los brazos preparado a sufrir, pero por suerte, el acercamiento más comprometido fue una semichilena de Zurutuza que se perdió fuera por poco. Si mete eso, me voy...
Ya en el descuento, Reyes nos regaló una internada maravillosa, con cañito incluido sobre un zaguero, y fue derribado por Mikel González en su segundo autopase. Primer penalti en Liga que Simao transformó con maestría (2-4).

VICTORIA PARA CREEREl Atlético de Madrid consiguió una victoria importantísima en un estadio donde no vencía desde la 1991-92 con Luis Aragonés en el banquillo (0-2-Moya y Vizcaino) y sale reforzado en muchísimos aspectos. Se demostró que puede ganar fuera, como dijo el Kun (segunda victoria a domicilio de la temporada. Las mismas que todo el año pasado); que puede remontar un marcador adverso; y, sobre todo, que puede acabar la primera vuelta con bastantes más de 30 puntos (ya lleva 20). Me pregunto si estos tres entraban en las cuentas de Quique...

jueves, 18 de noviembre de 2010

La Copa nos ofrece una nueva revancha ¿Recuerdan el último derbi copero?

Sabía que era a la una, pero se me había ido de la mente. A las dos y media recuerdo que hoy era el sorteo de Copa del Rey. Por la cabeza me barruntaba la posibilidad de que el rival pudiera ser el Madrid, algo a lo que no había habido opción los dos últimos años gracias a Alcorcón y Real Unión.
En ese momento, abro la página de Marca.com y ahí está, todo el cuadro del sorteo (algo que no me gusta, prefiero la emoción del bombo ronda a ronda): el Espanyol en octavos... y el Real Madrid en cuartos de final.
Entonces rápidamente viene a mi memoria la última vez que Real Madrid y Atlético de Madrid se midieron en el torneo del KO. Busco en la wikipedia: temporada 1993-94. Y efectivamente, fue ese año, dos temporadas después del título brillantemente logrado en el Bernabéu ante los blancos.

LA IDA EN EL BERNABÉU: 2-2
Entonces yo sólo era un niño, y recuerdo cómo viví con alborozo el partido de ida. El Atleti realizó un gran encuentro y especialmente un hombre que comenzaba a convertirse en mi ídolo: José Luis Pérez Caminero. El madrileño había llegado ese año con otro gran estandarte rojiblanco: Kiko Narváez.
Caminero esa noche se salió y con dos fulgurantes galopadas superó por dos veces a Paco Buyo. Por desgracia, a ocho minutos del final, Míchel puso las tablas de cara a la vuelta de penalti (no lo recuerdo, pero seguro que fue riguroso).

OCTAVOS DE FINAL- IDA (4-enero-1994)
Arbitro: Fernández Marín

REAL MADRID, 2
Buyo; Luis Enrique, Alkorta, Sanchis, Lasa; Míchel, Milla, Prosinecki (Dubovsky 53´); Butragueño (P. Llorente 53´), Zamorano, Alfonso.
ATLETICO DE MADRID, 2
Abel; Tomás, Juanito, Solozábal, Pedro; Pizo Gómez, Caminero, Quevedo, Pirri (Sabas 89´); Kiko (Luis García 87´), Kosecki.

GOLES: 1-0- Zamorano (10’), 1-1 Caminero (34’); 1-2 Caminero (54’), 2-2 Míchel (Pen.) (82’).

LA VUELTA EN EL CALDERÓN... Y EL RITUAL
Una semana después llegó la vuelta al Vicente Calderón. Al Atleti le valía con el 0-0 para eliminar a los blancos, vigentes campeones (el año anterior había ganado su último título hasta hoy), y meterse en los cuartos de final.
Por entonces, un amigo mío del colegio me había regalado un “surtido” de productos colchoneros que aún conservo: un peluche estilo “Indi”, una bufanda, una muñequera, una cinta para el pelo, un llavero... y acostumbraba a ver los partidos del Atleti en casa ataviado con todo el “ajuar”...
Mi obsesión iba más allá en partidos de especial tensión, en los que besaba cada cinco minutos todos los objetos siempre que el resultado acompañara. Esa noche, estuve 40 minutos repartiendo besos a mis reliquias.
Hasta que en ese minuto Emilio Butragueño puso por delante al Real Madrid. Por fortuna, Juanito empató dos minutos después, y pudimos respirar en el descanso con el Atleti clasificado.
Sin embargo, la alegría duró muy poco. A los tres de la reanudación, un todavía madridista Luis Enrique (qué majo se volvió después) ponía el 1-2, y al cuarto de hora Mikel Lasa sentenciaba con el 1-3.
A doce minutos del final, Pedro logró el 2-3 de penalti, pero ya era demasiado tarde, porque el 3-3 tampoco hubiera valido.
Esa noche, aquel niño del Atleti guardó sus abalorios en un cajón y se acostó triste, sin poder soñar con otra Copa.

OCTAVOS DE FINAL- VUELTA (13-enero-1994)
Arbitro: López Nieto

ATLETICO DE MADRID, 2
Diego; Tomás, Juanito (Vizcaino 55'), Solozabal (López 46´), Pedro; Pizo Gómez, Quevedo, Pirri; Kiko, Luis García, Kosecki.
REAL MADRID, 3
Buyo; Paco Llorente (Villarroya 79´), Alkorta, Sanchis, Lasa; Míchel, F. Hierro, Milla, Luis Enrique; Butragueño (Nando 66´), Zamorano.

GOLES: 0-1- Butragueño (40´), 1-1 Juanito (42´); 1-2 Luis Enrique (48´), 1-3 Lasa (62´), 2-3 Pedro (Pen.) (78´).

EL NIÑO SE HA HECHO MAYOR
Han pasado 17 años y el Atlético de Madrid no ha vuelto a enfrentarse al Real Madrid en Copa
, pese a haber ganado una (1996) y haber llegado a otras tres finales (1999, 2000 y 2010).
En Liga, por supuesto, sí lo ha hecho. Dos veces cada año, exceptuando las dos temporadas de infierno en Segunda.
Ese niño se ha hecho mayor, algunos de esos objetos rojiblancos incluso ya se han perdido, y en todo ese tiempo sólo ha podido volver a ver ganar al Real Madrid dos veces, dos. La última hace once años...
Si el Atleti gana al Espanyol y el Madrid al Levante, pido a los jugadores de la actual plantilla que demuestren en ese cruce, sobre el campo, si de verdad les ha dolido la tan cacareada “espanldinha” de Cristiano Ronaldo. Que saquen el orgullo rojiblanco que por tantos años ha sido pisoteado.
Y que alguien les cuente el gol de rebote de Maqueda; el de Raúl rompiendo a López; el cabezazo de Helguera en fuera de juego; los dobletes de Ronaldo; el gol anulado a Perea; los goles al medio minuto del Calderón; las paradas imposibles de Casillas...
Y que pongan fin a todo ello.
Que la primera falta sea del Atleti... que el primer balón dividido sea rojiblanco... que el primer disparo a puerta sea colchonero... que desde el propio vestuario, los gritos más altos e imponentes sean emitidos por los indios... Y que, de una vez por todas, acaben con esta tortura que parece interminable. Que, por fin, el Atleti doblegue al Real Madrid.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Ahora ha comenzado nuestra Liga

Quizá a algunos les suene raro, pero es la pura realidad. El Atlético de Madrid comenzó el sábado “su Liga”. El conjunto rojiblanco sumó los primeros tres puntos de lo que va a ser una maratón de nueve partidos contra rivales frente a los que sí puede “salir a ganar en cada campo”, “sin sentirse inferior a nadie” y yendo “a por la victoria desde el primer minuto”.
Los típicos tópicos que suelta cualquier futbolista del Atlético de Madrid sí se cumplirán desde hoy y ya no deberían salir amedrentados desde el inicio, como en el Sánchez Pizjuan; ni marcharse sin hacer ni un tiro a puerta, como en El Madrigal (penaltis aparte); o regalar goles absurdos, como en el Santiago Bernabéu.

EL ATLETI ESTÁ PARA SER CUARTO...
Como vaticiné a principio de temporada, la exigencia de las cinco primeras salidas del calendario liguero marcarían fehacientemente para qué está este equipo. Y está, como los últimos cuatro años, para luchar por ser cuarto. No da para más.

...PERO TENDRÁ QUE GANAR FUERA
El punto logrado en Mestalla se puede considerar nuestro mayor botín
, después de caer en Sevilla, Castellón, el Bernabéu y ante el Barça en casa. Y también valoro los tres puntos de San Mamés, ya que el Athletic está bien y, sobre todo, por lo difícil que le resulta a Quique puntuar fuera del Calderón (Lo repito: Sánchez Flores sólo ganó a domicilio la temporada pasada en Xerez y en Valladolid, dos Segundas). Ésa será a partir de ahora su mayor asignatura pendiente ante equipos frente a los que será obligado ganar si se quiere volver a la Champions.
En este sentido, las declaraciones hoy del entrenador ya me parecen cobardes, conformándose con terminar la primera vuelta “con más de 30 puntos”. Sólo logrando cinco victorias en los ocho encuentros que restan se acumularían 32. Y estos son los encuentros: Real Sociedad, Espanyol, Levante, Deportivo, Málaga, Racing, Hércules y Mallorca.
Qué quieren que les diga, pero a mí me saldrían más puntos... Aunque también ambicionaba diez de los cuatro que finalmente se han logrado en las cinco primeras visitas.

EL REGRESO “AGRADECIDO” DE FORLÁN
Centrándonos en el sábado, la mejor noticia fue el retorno goleador de Forlán. El uruguayo está en boca de todos después de su peor racha sin marcar (dos meses sin ver puerta), sus reiterados desplantes a la afición y los constantes rumores sobre su posible salida.
Diego Forlán se purgó en lo futbolístico (hizo dos goles), en lo anímico (se le vio liberado, como muestra la jugada del segundo tanto) y en lo sentimental (fue capaz de agradecer con aplausos el calor de la grada en ambas dianas, algo a lo que, por desgracia, no acostumbra).
Forlán seguirá marcando goles de rojiblanco, como nadie podía dudar, y debería hacerlo de forma abnegada y agradecida. Al fin y al cabo, gracias al Atleti ha ganado títulos individuales y colectivos siendo una pieza importante. Y el tren de primera clase ya pasó para el uruguayo.

El doble Bota de Oro dio muestras pronto de que su sequía iba a terminar, después de una bonita pared con Agüero que bajó con el pecho y remató al lateral de la red. En mi zona se cantó gol.
Después sería el propio Kun el que fallara un mano a mano con Ricardo, tras una asistencia de Forlán que peinaba Simao.
Y a los 26 minutos, Agüero iniciaba un eslalon dejando atrás a dos contrarios y sacaba un tiro cruzado que no era capaz de blocar Ricardo. Su rechace, blando, era mandado a la red por Forlán. 1-0 y por fin el Cacha rompía su abstinencia. No marcaba desde la jornada dos.

PARA ROBINSON NO ERA JUSTO
Bien es cierto que justo antes del tanto De Gea se había lucido a cabezazo de Nekounam. Pero de ahí a decir, como dijo Michael Robinson en la SER, que el gol del Atleti era un espejismo, media un abismo. Vale que el inglés jugó en Osasuna, pero eran los rojiblancos los que habían realizado más méritos.
Y los siguieron acumulando. Ricardo enmendaría su error con un paradón a cabezazo de Tiago, y en el 40, el 2-0.
Un maravilloso pase profundo de Reyes era mal controlado por Forlán, pero el charrúa sacaba un centro medido, al borde de la línea de fondo, para que Agüero cabeceara a la red.
Justo antes, una ocasión osasunista se paseó por delante de la meta de De Gea, con lo que intuyo que Robinson estaría hablando de que lo más justo sería un 0-3. No volví a poner la radio.

LA GOLEADA DEBIÓ SER MAYOR
En la segunda mitad el partido tuvo poca historia y se perdió una oportunidad de lograr una goleada balsámica ante los varapalos recientes.
Monreal se marchó a la calle en el minuto 60 al ver la segunda amarilla por una mano. Pero hizo oposiciones para irse mucho antes, con otra mano que no fue castigada y sus continuas faltas al vapuleado Reyes.
El Atleti puso el tercero tras un cambio de juego de Perea que puso en la frontal de cabeza Simao, y allí, Forlán recortó hacia fuera al zaguero y se sacó un derechazo a la escuadra de Ricardo. 3-0 y, como digo, Forlán liberado.

MARIO SUÁREZ GANA ENTEROS
El cuarto pudo llegar fruto de la inercia, aunque no por insistencia colchonera. Lo tuvo en sus botas Mario Suárez, que no precisó un claro remate y la mandó al larguero. Hubiera sido un bonito premio para el canterano rojiblanco, que repitió titularidad en medio campo por delante de Raúl García y de Assunçao.
Me gustan más las prestaciones del madrileño frente al navarro (que parece estancado), pero aún quiero ver si su llegada le hace acreedor de disputar más minutos que el brasileño, cuya seriedad en medio campo ha sido clave estos dos últimos años.

HOY HE EMPEZADO EN MARCA TV
Para terminar, quiero compartir con vosotros una alegría: hoy he empezado a trabajar en Marca Televisión. Igual que hace más de un año os contaba que mi sueldo de mileurista fue demasiado alto para que la SER me hiciera indefinido, hoy he empezado un nuevo proyecto con la mayor de las ilusiones.
A partir de ahora, quizá alguna crónica llegue con más retraso de lo habitual, como la de hoy, pero, por contra, intentaré teñir un poquito de rojiblanco la redacción de Marca TV.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Simulacro de partido

Hace unas semanas, un amigo mío, ingeniero aeronáutico para más señas, que lo más parecido que ha visto en su vida a un balón de fútbol es una cápsula espacial, me dijo: “Me gustaría que me llevaras algún día al Calderón, para vivir la experiencia de un partido en un estadio...”.
Le comenté que la oportunidad más fácil, por no asistir mi padre, podría producirse en la primera ronda de Copa, partidos descafeinados gracias al retorno al doble partido que ha impuesto nuestra Federación. Y así fue.
“Será un simulacro de partido”, le advertí. “Ni público, ni ambiente, ni intensidad, ni algo en juego... Ven si quieres, pero no será un verdadero partido de fútbol en el Calderón lo que te encontrarás”.
Avisado, mi amigo decidió asistir, como primera “toma de contacto”, bajo la promesa de que más adelante le llevaré a un partido de verdad.

LOS CINCO MIL MASOCAS DE SIEMPRE
Su presencia en el estadio, junto a los habituales cinco mil o seis mil valientes-masocas que nos tragamos estos bodrios, fue el mayor aliciente (Sólo falté al del año pasado, y le metieron seis al Marbella, tras haber padecido el 0-0 con el Orihuela, el 1-1 frente al Granada 74, el 0-1 contra el Levante...).
Aunque me esforzaré en rescatar lo más destacado del encuentro para aquellos que no lo vieron, que fueron muchos, ya que el encuentro no se televisaba.
A cada paso, tuve que explicarle que normalmente por aquí no se puede ni andar, que este bar suele estar hasta arriba, que habitualmente hay largas colas para entrar...
Como a muchos, le sorprendió al llegar a la grada el malsonante término de “vomitorio”, aunque ya le expliqué que no es ni mucho menos exclusivo del Calderón, sino que está en todos los estadios, y viene de los antiguos circos y teatros para denominar la puerta de entrada y salida al graderío.

PARTIDO ANODINO... Y LA CANTERA
El partido comenzó soporífero, como se podía esperar tras el 0-5 de la ida. Y Álvaro me preguntó quiénes eran los canteranos del Atleti, por saber situar a aquellos que más querrían agradar.
Entre ellos, destacó una vez más el 49, Alberto Perea, que volvió a dar muestras de su calidad en medio campo, aunque en ocasiones le sobró un recorte.
Por la izquierda lo intentó Koke. Algo escorado de su posición habitual, se mostró en ataque, especialmente en la primera mitad, y cerca estuvo de marcar tras un buen recorte, pero el guardameta Li acabó sacando a corner su disparo.
Otro de los chavales del filial era Pulido, al que tenía especiales ganas de ver. Era su debut en el primer equipo y, por desgracia, su acción más destacada fue para mal, al perder la marca de Aridane, que le ganó la espalda para hacer el 0-1 en el minuto 20. En el resto se le vio atento y valiente, aunque sólo tuvo que emplearse a fondo en otra acción que rechazó a corner.

EL UNIVERSIDAD JUGÓ EL DOMINGO CONTRA EL FILIAL
Curiosamente, el Universidad de Las Palmas jugó este mismo fin de semana frente al Atlético de Madrid B, empatando a dos en el Cerro del Espino al remontar un 2-0 en contra en los últimos cinco minutos. El equipo canario repitió ocho de sus once titulares. Y Aridane repitió gol.
Los isleños se parecieron más anoche al conjunto que lucha por meterse en los Play-off en Segunda B (es quinto) y no al conjunto acomplejado e impotente que fue humillado en la ida.
A ello ayudó en gran manera Diego Costa, que había rozado el gol en un par de oportunidades, pero que en el minuto 40 se marchó a la calle tras propinarle un manotazo en una contra a Alberto Ferreres.

SIN DIEGO COSTA, NO HAY DELANTEROS
Con su expulsión llegó el descanso y en la reanudación, la certeza de que a este equipo le falta un delantero. Llevamos cuatro años rezando por que al Kun y a Forlán no les pase nada, porque como ocurra, no tenemos a nadie. Sin Costa, el delantero centro fue... Fran Mérida.
Con 0-1 en casa, contra un Segunda B, y por mucho que se estuviera con diez, Quique Sánchez Flores decidió regalarnos a los cinco mil que estábamos pasando frío un 4-4-1, con Mario Suárez por Raúl García como única alternativa.

EL GORDITO MADRIDISTA Y PREGUNTAS DE NEÓFITO
Así, el partido transcurrió por los mismos cauces, lo que provocaba que el mayor atractivo fuera un niño gordito, sentado dos filas más adelante, que no tenía problema en reconocer que era del Real Madrid, cantar los goles blancos cuando los anunciaban en el videomarcador, e incluso corear la expulsión de Diego Costa, lo que le costó más de un pipazo de los de detrás.
Mientras, mi amigo me preguntaba por qué tiraba Alberto Perea si el árbitro ya había pitado fuera de juego; si el Atleti no estaba sacando la camilla para perder tiempo; cuántas tarjetas tienen que sacarle a un jugador para que le expulsen; o qué pasaría si todos los jugadores del Universidad se adelantaran hasta medio campo en el saque de una falta lateral del Atleti... (por aquello del fuera de juego igual. Esa misteriosa regla...).

CÓMO SE CANTA UN GOL EN EL CALDERÓN
Por fortuna, Fran Mérida enganchó un zurdazo desde la frontal que se coló junto al larguero, y le pude demostrar cómo se celebraba un gol: bufanda ondeando al viento y cántico ritual de “¡Atleeetiii, Atleeetiii!”.
Faltaban quince minutos y al chico le hacía ilusión que ganara el Atleti en su primera visita. A mí también, la verdad, y los rojiblancos cerca estuvieron de conseguirlo, ya que atacaron más en los últimos cinco minutos que en todo el partido.
Aunque antes, Joel dio muestras de que aún no está al nivel de su compañero De Gea. Ya en la primera parte salió con miedo en un corner, y, en el segundo acto, se le escapó de las manos un centro fácil, lo que hubiera supuesto el 1-2 de no ser porque Juanito salvó bajo palos.
Estos partidos son los que prueban si un portero está para las grandes citas. Y Joel aún no lo está.

NO LLEGÓ EL 2-1, ¿PERO QUÉ MÁS DABA?
En los mentados minutos finales, una vaselina de Fran Mérida que acabó en la parte superior de la red; un mano a mano de Filipe Luis por velocidad, que rechazó el portero; y un disparo de Koke, con el tiempo cumplido, que, tras un rebote, dio en el poste y el portero atrapó en la línea hubieran hecho que los cinco mil masocas, mi amigo y yo, nos hubiéramos ido más contentos a casa. Tampoco hubiera sido justo. Mejor que volvieran alegres en su vuelta en avión los jugadores del Universidad. Al fin y al cabo, ¿para qué valen estos partidos de vuelta ante un Segunda B? ¿Para que remonte el Madrid...?

lunes, 8 de noviembre de 2010

Siempre ha sido así: derrota número 50 del Atlético de Madrid en Chamartín

Señores, ni se ofusquen, ni se rasguen las vestiduras. La historia no engaña, y lo ocurrido anoche es lo que ha pasado siempre, ni más, ni menos.
En 74 derbis ligueros en territorio blanco los números no mienten para el Atlético: 50 derrotas, 12 empates y 12 victorias. 87 goles a favor, por 148 en contra.
Puntuar tanto en el viejo Chamartín como en el Santiago Bernabéu siempre ha sido difícil, y el estadio del Real Madrid sólo se nos ha dado bien en los años 40, donde se consiguieron cuatro triunfos (40-41: 1-4; 42-43: 1-3; 46-47: 1-2; 48-49: 1-2).
Ni en las épocas más gloriosas, como las doradas décadas de los 60 y los 70 (cuatro Ligas, cinco Copas, una Recopa, una Intercontinental y el subcampeonato en la Copa de Europa), el Atleti pasó de un par de victorias en el Bernabéu (ambas 0-1, en la 64-65 y la 72-73). Con lo que en la actualidad se hace difícil pretender un triunfo rojiblanco en Chamartín, cuando las diferencias entre ambos se acentúan cada año (sponsors, ingresos televisivos, inversiones en fichajes...). ESO SÍ, YA TOCA
Eso sí, al Atlético siempre se le debe exigir salir a ganar al coliseo blanco y, de hecho, la necesidad de una nueva victoria allí apremia. Son once temporadas sin vencer en Chamartín (las dos de Segunda incluidas) lo que iguala nuestra peor racha allí. Precisamente once años transcurrieron desde la mencionada victoria en la campaña 1972-73 hasta el histórico 0-4 de la 1984-85.
Pero el Real Madrid es en su estadio un equipo casi invencible para todos. Si no, miren sus números contra el Barça en 80 partidos (50 victorias, 14 empates y 16 derrotas). Similares a los nuestros...

20 AÑOS DE DE GEA... 32 DE CARVALHO
Pero abandonemos la historia y las estadísticas y centrémonos en el presente, en los 20 años de De Gea, los 32 de Carvalho, los 31 de Forlán... y los 22 de Ozil.

El Madrid salió mandando como era de esperar y a los pocos minutos el nutrido bar de madridistas en el que me encontraba ya había voceado un sonoro “huy” en un cabezazo de Pepe y había cantado “ilegalmente” un gol de Khedira, anotado en fuera de juego tras un mal rechace con el pecho de De Gea. Mal asunto...
Ya apunté el viernes que los fallos del joven guardameta en Noruega no eran buen precedente para el derbi. Y ayer se corroboró.

Poco tardaron los blancos en marcar de verdad. En el minuto 12, Reyes perdió un balón en campo propio por intentar regatear a Xabi Alonso (tengo dudas sobre si hubo falta), Carvalho inició la jugada, y la finalizó tras aprovechar un buen pase de Di María para batir a De Gea (1-0). Hace pocos días, un amigo atlético me comentaba que contra el Madrid encima recibíamos goles de los jugadores más insospechados: Cassano, Arbeloa, Higuaín en su día (nos metió su primer gol con la camiseta blanca cuando por entonces no marcaba ni al arco iris)...
Ayer fue Ricardo Carvalho, que dio un recital de lo que es un central y encima abrió el partido, que siempre es lo más difícil.

EL SEGUNDO, IMPERDONABLE
Sin tiempo para digerir el 1-0, llegó el segundo en una falta escorada (he leído a varios atléticos decir que no es falta de Domínguez sobre Ronaldo, pero no es el leve manotazo del rojiblanco lo que se pita. Si no que le pisa claramente en el tobillo. Véanlo si pueden).
No sé si De Gea debió poner otro hombre más en la barrera, o si Reyes estaba mal colocado (debía estar un paso más atrás) o si debió ser otro y no el utrerano el que defendiera esa posición... lo que sé es que en la vida De Gea puede comerse un disparo flojo y por su palo. Si Reyes la toca y se mete un autogol, mala suerte. Pero el portero no puede quedarse mirando cómo la bola entra mansamente por-su-pa-lo... Supongo que en sus 20 años estará la razón. Mucho que aprender. Mucho portero, en cualquier caso.

EL ATLETI NUNCA BUSCA UN OZIL
Otro que tiene mucho que aprender, pero que ya sabe lo suyo, fue el autor de ese tanto, Mesut Ozil. Minutos después del gol hizo una jugada descomunal, coreada por un gordo con tirantes a mi lado con un “sácate la chorra y meales encima”, después de tirar un cañito a Domínguez y pisar la pelota para superar a Tiago.
Descubrí al alemán en el Mundial, como medio mundo, este verano. Entonces Ozil era un desconocido que militaba en el Bremen, me encandiló y me pregunté ¿por qué el Atleti no intenta ficharle?
Vale que si el Real Madrid se mete por medio se lo habría acabado llevando, como hizo hace dos años con Van der Vaart. Pero ni siquiera se intenta, y ha costado “sólo” 15 millones, mientras nosotros hemos pagado 12 por Filipe Luis.
Quiero hablar del brasileño porque parece que agotó todo su repertorio el día de su debut. Desde entonces, ni una internada, ni un disparo, ni un uno contra uno. Para colmo, anoche tampoco estuvo bien en defensa. No me gasto dos mil millones de pesetas para eso, teniendo a Antonio López en el banco.

VISOS DE HUMILLACIÓN, PERO REACCIÓN
En esos minutos, los blancos eran un vendaval, con Cristiano pegándola desde donde la pillara, y me temía la humillación por la que muchos atléticos renegaron de este partido.
Pero entonces el Atleti despertó. Un par de internadas del Kun no acabaron en la red porque en una Forlán no llegó por poco, y en la otra, Carvalho mandó a corner el disparo del uruguayo, con Casillas en el suelo. Íker voló para desviar un disparo de Reyes, muy dinámico en ataque, y para rechazar un cabezazo de Domínguez. En ese rechace, con Casillas batido, llegó un remate del Kun que salvó el amplio brazo extendido de Xabi Alonso. Allí nadie vio nada. Diez jornadas, cero penaltis a favor...

EL ATLETI MERECIÓ EL 2-1
En la segunda mitad, ni el Madrid salió a sentenciar, ni el Atleti decididamente a recortar distancias.
Sin embargo, las ocasiones fueron llegando, especialmente un poste por bando, tras sendas prodigiosas voleas de Higuaín y Forlán.
El Atleti dominaba el juego, pero no llegaba con claridad, y un remate arriba de Reyes y una contra protagonizaba por el Kun, que repelió Casillas, fueron lo más cerca que estuvimos del 2-1.
Los rojiblancos lo intentaron hasta el final, pero nos quedaremos sin saber qué hubiera ocurrido si hubiera logrado apretar el marcador.
Sólo se bajaron los brazos a falta de cinco minutos, cuando Marcelo o Sergio Ramos pudieron infligir un castigo excesivo. Pero ya era tiempo de espaldinhas de Cristiano Ronaldo y de que Raúl García quisiera partirle la cara.

YO YA PIENSO EN EL CALDERÓN
Y me gustaría terminar de forma similar a como empecé. Históricamente, los derbis en el Vicente Calderón han sido choques llenos de pasión, de rivalidad, de piques, de lucha y de coraje, donde en ocasiones el Real Madrid salía vencedor, en otras se empataba, y en muchas de las veces era el Atlético de Madrid el que regalaba la victoria a los suyos. Desde que el equipo volvió a Primera, esto no ha sido así, ya que el Madrid se ha llevado siete veces el triunfo del Manzanares por un triste empate.
Sólo le pido a estos jugadores, que anoche hicieron lo que pudieron, que en la vuelta, con 55.000 almas un año más llevándoles en volandas, pongan fin a esta pesadilla. Porque en las épocas más gloriosas, sí era habitual ver al Atlético de Madrid pasar por encima de los blancos en el estadio colchonero, a veces, por tres o cuatro goles. Incluso una vez, hubo un 5-0... Y la historia no engaña.

viernes, 5 de noviembre de 2010

¡¿Pero qué haces Tiago?!

Minuto 83 de partido. El Atlético de Madrid empata a uno en Trondheim en un encuentro en el que rayó el ridículo en largas fases de la segunda mitad.
Tiago Mendes recoge un balón dividido en medio campo
y con un autopase se marcha con coraje del primer contrario que le sale al paso. El esférico le sale largo, pero con un toque sutil manda encargar una sotana a un segundo rival noruego. Tiago se crece, y recorta hacia afuera a un tercer enemigo. Se está gustando, se ve en sus ojos. “¡Suéltala!”, le grito, “¡Suéltala!”, esperando que el portugués finalice esa gran jugada con un buen pase al hueco al desmarque de Forlán.
Pero entonces Tiago, jugador poco acostumbrado a hacer goles y menos aún desde larga distancia, suelta un pelotazo desde 25 metros. “¡¿Pero qué haces Tiago?!”, le espeto, lamentándome por cómo ha desperdiciado tamaña jugada.
Pero entonces miró la portería y veo como el balón entra por la escuadra... “¡Menudo golazo ha marcado el cabrón!”, celebro medio avergonzado...

HAY DUDAS: LA PRINCIPAL, LAS QUE TENGA DE GEA
De esta forma, el Atlético de Madrid ganó anoche un partido en Noruega que mereció perder durante muchos minutos y que siembra muchas dudas en torno a algunas de nuestras piezas claves de cara al derbi.
La principal, David De Gea
. Uno de nuestros valores más seguros, en el más amplio sentido del adjetivo, tuvo ayer varios fallos, todos en la segunda parte, que esperemos no minen la confianza de uno de los baluartes de cara al derbi.
El portero de 19 años, que habitualmente actúa con la firmeza de un veterano que rondase los 40, cantó inesperadamente en el 1-1, intentando blocar de forma poco ortodoxa un disparo de Henriksen que se coló entre sus piernas.
Diez minutos después, intenta atajar con una mano, como si fuera Michael Jordan, uno de los cien balones que anoche se colgaron al área chica. Lógicamente se le escapó, aunque sin consecuencias por fortuna.
Y sólo seis minutos antes de la obra maestra de Tiago, De Gea salió hasta el corner a proteger un balón que terminó salvando sobre la línea de fondo Iversen. Si se hubiera apellidado Vieri, estaríamos hablando del 2-1...
Bien es cierto que entre medias salvó un cabezazo a bocajarro de Prica y un derechazo de Moldskred, en el primer cuarto de hora del segundo acto. En eso minutos, el Atlético fue encerrado en su propia área por un mediocre conjunto noruego, mostrándose incapaz de hilvanar dos pases seguidos y en un espectáculo bochornoso de la defensa, con Perea comiéndose cada balón aéreo y Ujfalusi inoperante a la hora de despejar. Un esperpento que sólo puede ser calificado de una manera: ridículo.

ENCIMA PERDIENDO TIEMPO...
A la irrisoria segunda parte protagonizada por los de Quique
(que yo lo siento, pero tiene muchísimo que ver en estos cobardes repliegues del equipo cuando va ganando) se le unieron gestos como el propio De Gea perdiendo tiempo en los saques de puerta o Assunçao marchándose sustituido con andares cansinos. Si esta es la actitud contra un Rosenborg que en la Liga española estaría en Segunda, al Bernabéu mejor ni vamos.

NADIE MARCA EL JUEGO
Antes de todo esto, Agüero adelantó al equipo a los tres minutos tras una buena asistencia de Simao (0-1). El argentino estaba en fuera de juego, pero los arbitrajes en Europa son tan malos como los de aquí. Aunque, al contrario que en nuestro país, últimamente nos benefician más que perjudican.
La primera mitad fue más digna, sostenidos en que el equipo iba por encima en el marcador, pero en ningún momento se supo marcar el tempo del partido ni demostrar la superioridad innegable de los rojiblancos dominando el juego.
En un par de llegadas Tiago y Raúl García pudieron sentenciar. Y la más clara la tuvo Diego Costa, que vio como un defensa le sacaba un gol sobre la línea.
Sin embargo, el Rosenborg entraba por bandas con una facilidad pasmosa (y el domingo jugará Valera...) y cada centro al área o balón colgado desde su propio campo sembraba el desconcierto en la zaga atlética.

SIN DEFENSA PARA EL DOMINGO
Para colmo, otra de las piezas que se tambalea es Domínguez. El único central sano de garantías (Juanito no sé por qué sigue en la plantilla y no es el Bernabéu un campo en el que debutar para Pulido) se dolió sobre el césped en varias acciones y el parte médico hoy anuncia que se ha resentido de su maltrecho tobillo derecho.

COMENTEN NUESTRA ÚLTIMA VICTORIA
Miedo, mucho miedo para el domingo. Pero quién sabe. Por favor, les invito a ver y comentar la portada de nuestra última victoria en el Santiago Bernabéu. Por entonces, los pronósticos no eran mucho más halagüeños que hoy. Que Dios reparta suerte...

jueves, 4 de noviembre de 2010

Un año más, con la misma portada de aquel Real Madrid 1-3 Atlético de Madrid en el Bernabéu...

De Atlético de Madrid, un Grande sin Memoria

Once años... Once años se cumplieron el pasado domingo de esta portada. Una portada que ya publiqué el año pasado por estas fechas con motivo del derbi y que, desgraciadamente, vuelvo a rescatar ahora porque seguimos sin una nueva que la sustituya... ¿Hasta cuándo? (Pulsar en la portada para ampliar y después en la lupa que aparecerá arriba a la derecha).

Era 1999 y el Atlético de Madrid era entrenado por Claudio Ranieri. El equipo llegaba al Bernabéu en la jornada 10, 16º con 10 puntos tras un inicio muy irregular.
Gamarra, Ayala, Hasselbaink, Toni Jiménez o Capdevila eran los fichajes que a la postre nos llevarían a Segunda. Aunque esa noche, tras ganar 1-3 en el coliseo blanco protagonizando un gran partido y superando en la tabla a los merengues, nadie podía sospecharlo.

ALINEACIONES
Estos fueron los futbolistas que jugaron ese partido, destacando la figura de Etoo en el Real Madrid (en uno de los tres únicos partidos que jugó de blanco) y el debut de Casillas en un derbi en su primera temporada en el primer equipo (tuvo que entrar por expulsión de Bizarri):

1- REAL MADRID: Bizarri (Roja 50'); Salgado, Iván Campo, Julio César, Roberto Carlos; Seedorf, Helguera (Etoo 69'), Redondo (Karembeu 62'), Guti (Casillas 50'); Raúl, Morientes.
3- ATLÉTICO MADRID: Molina; Gaspar, Gamarra, Chamot, Capdevila; Aguilera (Valerón 63'), Bejbl, Baraja, Solari; Hasselbaink (Paunovic 89'), José Mari (Correa 79').

“El Atlético hizo pupa” tituló aquel día la crónica de Marca José Vicente Hernaez.
Y eso que los madridistas se adelantaron en el marcador con un gol de Fernando Morientes de cabeza a centro de Roberto Carlos (1-0). Tan sólo se habían disputado ocho minutos y se preveía una nueva noche aciaga de los rojiblancos.
Sin embargo, apenas cuatro minutos después, en el 12, Aguilera metía un balón en profundidad para Jimmy Floyd Hasselbaink y el holandés recortaba con la derecha a Iván Campo y batía a Bizarri con la zurda (1-1).
A la media hora de juego, un balón robado en medio campo por Aguilera a Redondo llegó de nuevo a Hasselbaink, que asistió con velocidad a José Mari y el sevillano ponía el 1-2. Siempre se le dieron bien los blancos a José Mari (les hizo tres goles en tres partidos distintos).
Sin tiempo de reaccionar para el equipo entonces dirigido por John Benjamin Toshack, Jimmy redondeó su gran noche con un nuevo gol.
Fue en el 38, cuando se sacó un potentísimo disparo lejano con la diestra que se coló a la izquierda de Bizarri (1-3).
No hubo opción a la remontada madridista, ya que, apenas disputados cinco minutos de la segunda parte, Bizarri fue expulsado por derribar fuera del área a Capdevila en un mano a mano, lo que posibilitó el debut de Íker Casillas en un derbi a sus 18 años, ya que el titular habitual, Bodo Illgner, estaba ausente por lesión.


LAS PALABRAS DE LOS PROTAGONISTAS
En sala de prensa, Toshack reconoció el baño atlético sentenciando que “el resultado ha sido justo e incluso corto”. El técnico rojiblanco, Claudio Ranieri, manifestó que “lo merecíamos por lo que se ha sufrido”.
La estrella del partido, Jimmy Floyd Hasselbaink, declaró que “ganar al Madrid en su campo es algo especial”. El holandés nacido en Surinam dedicó la victoria “a toda la afición del Atleti” y aseguró que, pese a que “nos hemos divertido en el campo, sólo son tres puntos”.
“Jugamos a un nivel altísimo, fuimos superiores durante los 90 minutos y físicamente demostramos estar muy fuertes”, concluyó.
El otro goleador del choque, José Mari, se estrenaba esa temporada en Liga: “El gol ha tardado en llegar, pero lo ha hecho en el mejor momento. Ha sido un espectáculo. Estaba loco por marcar y da más alegría al ser un derbi. Sólo ha habido un equipo sobre el terreno de juego. No sé si el Madrid esperaba que saliéramos tan arriba, pero la idea era salir a ganar desde el primer minuto”.
Por su parte, un joven Rubén Baraja manifestó lo siguiente: “En el Bernabéu ha llegado nuestra apoteosis. Es una alegría muy grande para los aficionados que están sufriendo desde el principio de temporada. En este campo se puede presionar, lo hemos hecho y ha sido todo un éxito. El equipo ha demostrado mucho carácter”.
Jugadores como Clarence Seedorf no pusieron excusas a la superioridad rojiblanca. “Nos han dado un baile”, reconoció el holandés. O “nos pillaron dormidos”, dijo Roberto Carlos.

¿DÓNDE ESTABAIS VOSOTROS?
Aquella noche, algunos cláxones se dejaron oír en torno a Neptuno y hubo banderas rojiblancas ondeando por las ventanillas de los coches. Y eso que sólo hacía cinco meses de la última victoria del Atleti sobre el Madrid, 3-1 en el Calderón.
Aquella noche, apenas era un chaval que se acostó feliz y pudo presumir de equipo ante mi entonces novia, del Real Madrid, con la que vi el partido en su casa.
Algunos como Fernando o Julio ya me contaron el año pasado dónde lo vieron ese 31 de octubre de 1999, pero ¿y el resto? ¿Qué recordáis de aquella noche?

Varios de vosotros habéis amenazado con que el domingo no veréis el derbi (supongo que finalmente no lo cumpliréis), pero qué posibilidades reales le veis al equipo… ¿Pensáis como he escuchado a algún atlético que podemos salir goleados?
A veces los triunfos más grandes llegan cuando menos se esperan. Supongo que habrá que soñar… es la base de todo esto.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Llega el invierno al Calderón

Hasta el momento en esta Liga, el Atlético había cosechado una serie de resultados “normales” para poder aspirar a la cuarta plaza a final de temporada. Victorias en casa frente a Sporting, Zaragoza y Getafe; tres puntos a domicilio en San Mamés y un empatito en Mestalla. Mientras que se caía en el Calderón frente al todopoderoso Barça, y fuera frente a Sevilla y Villarreal. Todo dentro de la “lógica” para un club que aspira a ser cuarto cuando el calendario sea más benigno.
Para alguien que quiere que su equipo quede “entre los cuatro primeros”, y no cuarto, que es distinto, estos resultados ya eran motivo de desilusión.
Sin embargo, el empate de anoche ante el Almería ya no entraba en las “cuentas” de nadie.

CONTRA EL FRÍO, UNA SALIDA FUERTE
Era el primer partido oficial del invierno. Siete de la tarde y ya era noche cerrada en el Calderón, con el recién estrenado cambio horario. La lluvia había hecho acto de presencia de forma intermitente durante todo el día y los primeros gorros rojiblancos ya cubrían las cabezas de algunos aficionados.
Pero con el inicio del partido, nada hacía presagiar que el resultado final nos dejaría fríos.
Agüero y Forlán formaban juntos de inicio y eso ya era motivo de satisfacción. Y de temor en la zaga rival. Aparte del inestimable peligro que el Kun genera por sí solo, las prestaciones de Forlán se multiplican con el argentino al lado.
Así, al minuto de juego ya habían combinado y Forlán buscó una vaselina que se perdió lamiendo el palo.
Sesenta segundos después, el uruguayo lo volvía a intentar con un disparo que la defensa rechazaba a corner. Buen comienzo para el Atleti y para un Forlán necesitado de gustarse y de gustar.
Y antes del minuto cinco, penalti sobre José Antonio Reyes. Para la mayoría la jugada es rápida y pasa desapercibida. Crusat llega tarde y derriba a Reyes en el lateral del área, pero claramente dentro. El propio utrerano protesta. Agüero también. Pero ni el árbitro ni el linier vieron la falta dentro del área.

CERO PENALTIS EN NUEVE JORNADAS
Quiero destacar que disputadas nueve jornadas al Atlético de Madrid aún no le han pitado ni un solo penalti a favor, mientras que a equipos como Sevilla y Real Madrid les han señalado ya cuatro y tres penas máximas.
El de ayer a Reyes fue claro, porque de hecho la falta se pitó. Como claros fueron los tres de El Madrigal, donde se podía al menos haber castigado uno. En la segunda parte también hubo una caída dudosa de Diego Costa dentro del área. Mucho menos evidente que la que le infligieron hace unas semanas en Sevilla… La jornada pasada comenté que quejarme sobre los árbitros no me reportaba consuelo. Pero vistos los datos, ya está bien.
Sólo seis equipos no han disfrutado de ningún penalti a favor: Atlético de Madrid, Real Sociedad, Racing, Almería, Zaragoza… y el otro no lo adivinarían… ¡Villarato!

¿Y LA PROTECCIÓN PARA REYES?
Comentario aparte también merece el habitual padecimiento de Reyes. Minutos después del penalti, Ortiz, reconvertido al lateral izquierdo y al que Reyes volvió loco, le pegó una patada en la banda que para el árbitro nuevamente no fue motivo de tarjeta. El utrerano tuvo que quedarse lesionado en la caseta en el descanso y su presencia en el Bernabéu es dudosa. No hay más preguntas, señoría…
Pero por entonces sólo iban unos minutos de juego y en el Calderón nadie pensaba en penaltis no pitados, bajas para el Bernabéu e inmunidad para Reyes.
Sólo disfrutaba con los caños del extremo andaluz, las internadas de un Simao entonado, y maldecía a Diego Alvés por sus paradas a bocajarro a disparos de Forlán y del Kun.

EL ESTRENO DEL KUN, Y OTRA VEZ PIATTI
Pero en la enésima parada de Alves, a precioso cabezazo de Reyes, Agüero aparecía en el rechace para marcar su primer gol en Liga. 1-0 y la tarde pintaba fenomenal.
Sin embargo, a falta de un minuto para el descanso, Tiago controla mal un saque de banda a favor (imperdonable), la pelota cae a pies de Uche y su trallazo lo despeja De Gea a corner.
Mientras la grada corea el nombre del guardameta, el saque de esquina es mal despejado por nuestra defensa y la pelota llega a Pablo Piatti, que de perfecta volea pone el empate (1-1).
Debe ponerle al argentino el Calderón, ya que el año pasado hizo los dos goles
(y marcó sólo siete en todo el año) y anoche fue un quebradero para la zaga rojiblanca con sus rápidas diagonales con el balón controlado.

SEGUNDA PARTE ESPESA
Pese al golpe, todos esperaban que en la segunda mitad el Atlético se llevara el choque sin problemas. Pero pronto comenzó a vislumbrarse que no sería así. El conjunto almeriense empezó a perder tiempo desde el minuto uno, Diego Alves desquiciaba al respetable con sus interminables saques de puerta “a lado cambiado” que le valieron la tarjeta y los ataques de los de Quique eran lentos y previsibles.
Sin la chispa del lesionado Reyes, a Fran Mérida siempre le sobraba un recorte, y sólo Simao, más entonado que nunca y desbordando constantemente (buena noticia si se repite) comprometía a la defensa mediterránea.
Para más inri, el Almería sembraba el pánico en las contras con la velocidad de Crusat y Piatti por banda, y Ulloa estuvo a punto de hacer honor al Día de los Difuntos en un balón al que no llegó por poco.

SE AVECINA MUCHO FRÍO
En el último minuto, Agüero pudo cambiar el signo de un final cardíaco, en una falta en la frontal que él mismo se generó tras un eslalon. Pero el balón lo sacó la barrera.
Camino a casa, los comentarios de la gente no eran de lo más halagüeño, y eran muchos los que firmaban no salir goleados del Bernabéu. El jueves, espera la gélida Noruega. Y el domingo a última hora de la noche, Chamartín. Tengo frío…