lunes, 31 de marzo de 2014

Esto va en serio

Todavía tengo algún amigo atlético que sigue sosteniendo que no vamos a ganar la Liga. “Queda mucho y una eliminatoria en medio con el Barça con mucho desgaste”, apuntan.
Otros muchos, hace meses, aseguraban que “es más posible ganar la Champions que la Liga”. La dificultad de aguantar al máximo nivel 38 jornadas y la utopía de alcanzar los 100 puntos para ser campeón (cifra lograda por Barcelona y Real Madrid en las dos últimas temporadas) hacían que no hace mucho cualquier aficionado colchonero se plantease levantar el título liguero como un imposible.
Pero la realidad es que ya sólo quedan siete jornadas y que ésta ya no será una Liga de 100 puntos. El máximo posible serían 97... y es el Atlético de Madrid el único que podría alcanzar ese techo. Barça y Real Madrid aspiran a 96 y 94 puntos. Pero hay más motivos para la esperanza.
Acabado el derbi ante el Real Madrid, donde se consiguió un empate que dejaba las cosas como estaban (tres puntos por debajo), pero con el goal average ganado, uno echaba mano al calendario y había una conclusión clara: de las doce fechas que restaban, y a excepción hecha del choque en el Camp Nou (es la última jornada y Dios sabe, todavía, cómo se llegará) el partido más difícil era el de la jornada 31: San Mamés.
SAN MAMÉS: SÓLO TRES DERROTAS
Se visitaba el estadio del cuarto clasficado. Un escenario donde el Barça había perdido (1-0) y el Madrid empatado (1-1) y donde sólo un equipo había ganado, el Espanyol (1-2).
Y se ganó... Si abrimos el abanico a la Copa del Rey (donde el Atlético ganó cuando aún nadie había conquistado el nuevo San Mamés) estos son los números del Athletic en su nueva casa: 19 partidos jugados: 13 ganados; 3 empatados; 3 perdidos. ¿No hace falta que les diga quién ha firmado dos de esas tres derrotas, no? Pues eso, que esto va en serio.

EL 1-0 ME PILLÓ DORMIDO...
Tuve un fin de semana agitado (inauguración de un pub el viernes noche y comida familiar el sábado con su preceptiva sobremesa) por lo que quise dormir una mini siesta antes de ver al Atleti (por la noche también tenía el cumple de mi primo). Por poco que quise echarme, no pude llegar al bar antes de que el partido empezara... así que escuché por la radio el 1-0. “Muniain, Muniain... ¡Goooool del Athletic! El balón largo, Muniain gana la espalda a la defensa, Courtois sale tarde y le supera por arriba”, canta el narrador. “¿A dónde iba Courtois?”, se pregunta Paco González. “Y encima se ha tirado muy raro. No es normal ver fallar al portero belga”, apostilla.
Y uno se pregunta si no había mejor momento para cantar, mientras se autoflagela (superstición a tope) pensando que el 1-0 es un “castigo” por no haberse levantado antes de la siesta y haber dejado “solo” al equipo.
Por cierto, volviendo a la radio ¿y lo que se sufre con tantísimo en juego cada vez que el narrador sube la voz...? Como siempre estoy o bien en el Calderón o lo veo por la tele, había olvidado lo mal que se pasa ante la incertidumbre de lo que está ocurriendo...

UN BAR LLENO DE ATLÉTICOS
El Barça acababa de ganar en Cornellá por lo que una derrota, incluso el empate, significaban perder el liderato. Por mucho que el envite fuera en uno de los estadios más inexpugnables de la Liga. Así que había que ponerse manos a la obra. Recién llegado al bar, Koke deja solo a Diego Costa, pero su disparo cruzado lo salva Iraizoz con un paradón ante el “huy” y el maldecir de gran parte de la concurrencia. Entonces uno mira a su alrededor y se pregunta si el bar es el de siempre. Ese bar donde uno habitualmente se traga todos los partidos del Atleti fuera acompañado de uno o dos, como mucho, sufridores más. Esta vez, los aficionados colchoneros pegados a la pantalla superan la decena... lo que hace luchar por una Liga.


DIEGO COSTA PUEDE CON TODO
Pero este Diego Costa puede concederte una, pero no dos. En un gran ejercicio de presión (el Atleti presionó muy arriba todo el choque) Sosa (titular por Arda) roba en campo ajeno una mala entrega de Iturraspe y propulsa el balón para Costa. El hispanobrasileño coge la moto y en una arrancada de vértigo deja atrás a San José y se la cruza con la zurda a Iraizoz (1-1). Décimo gol con la izquierda de Diego Costa, que desde que destaqué esta estadística no ha parado de meter goles con la zurda (25 en Liga: 13 con la derecha; 2 de cabeza y 10 con la izquierda).
Y es que el 19 atlético puede con todo. Tres minutos después del gol, remata de cabeza la cabeza de Iraola. Y diez minutos más tarde, nueva cabalgada por la izquierda, recorta, entra en el área y cede de tacón a Filipe, cuyo pase de la muerte al segundo palo lo remata muy desviado Raúl García.
En sólo media hora, el Atleti había dado la vuelta al partido y tenía el campo inclinado a su favor.
Sin embargo, en otro balón largo el Athletic da el susto. Courtois vuelve a salir a destiempo y Susaeta se le anticipa de cabeza, mandando el balón lamiendo el poste...
El partido se toma un pequeño respiro en la recta final del primer acto, que expira con el 1-1.

LA REANUDACIÓN: IMPETUOSA
Lo que ocurrió en el inicio de la segunda parte fue de una intensidad tal que casi haría falta otra crónica para describirlo. En sólo nueve minutos, Diego Costa cruza fuera por centímetros un pase largo de Mario; Diego Costa es derribado por Laporte en un penalti clarísimo (Ojo, ya son 14 jornadas sin un penalti a favor... y en las 17 primeras nos pitaron ocho...); De Marcos remata fatal tras un regalo de Godín; y Koke hace el 1-2... En un ataque atropellado del Atleti, entre Raúl García y Koke roban la bola en la frontal, apertura a banda izquierda, Filipe la pone, y el propio Koke mete la cabecita para poner el 1-2. La locura en el bar.

EL ATLETI CONTROLÓ...
Lo que hizo el Atlético de Madrid en los minutos posteriores fue de los mejores minutos que le he visto en esta grandísima temporada. Con una autoridad aplastante, los de Simeone se hicieron con el control del juego y tocando y tocando los Gabi, Koke, Filipe o Arda (ya en el campo) hacían bueno el dicho de que la mejor defensa es un buen ataque.
Pero el Athletic es el Athletic y más con el empuje de San Mamés, y aún tuvo un último arreón en el que Courtois se redimió de todos sus pecados con una mano antológica a cabezazo de Aduriz.

...Y EL ÁRBITRO PIDIÓ PERDÓN
Volviendo al tema de los penaltis, otros hablan de arbitrajes premeditados y solicitan que determinados árbitros no vuelvan a pitarles. A nosotros, directamente, los propios árbitros nos piden perdón... A falta de cinco minutos, Teixeira pitó una falta a Diego Costa cuando el Cebolla se iba solo ante Iraizoz, y él mismo se dio después cuenta de su error y se disculpó.
SIETE FINALES
Villarreal; Getafe; Elche; Valencia; Levante; Málaga; y Barcelona. Ésas son las paradas que le quedan al "partido al partido". Entre medias, dos anticipios con el Barça gracias al abono internacional. Y yo les pregunto: subidos al tren de la Liga a esta velocidad ¿la Champions podría llegar a ser un “estorbo”? ¿Apostarían por un campeonato por encima del otro? ¿O llegado a este punto hay que jugarse el all-in? Yo, como diría el Frente Atlético, “sólo te pido una cosa... que salgas este año campeón”.

jueves, 27 de marzo de 2014

¡Volveremos a ser campeones, como en el 96!

27 de marzo de 1996. Hay jornada entre semana y el Atlético de Madrid juega en Vallecas contra el Rayo. Estoy en casa, en mi habitación, y lejos de salir a la calle a jugar al fútbol con mis amigos o hacer los deberes del día, estoy más pendiente de otra cosa: el transistor. Ese compañero inseparable las tardes de domingo de antaño.
A los 20 minutos de partido, Manolo Lama canta por la radio que Diego Pablo Simeone (sí, el Cholo, no me lo invento. Aquí tienen una crónica de aquel día) se cuela en el área y asiste a su joven compatriota, Leo Biagini, para que ponga el 0-1.
En la segunda parte, Lama canta dos goles más del Atleti, ambos de Pantic, y los rojiblancos vencen por 0-3.
Desde el Camp Nou, Carrusel Deportivo nos cuenta que el Barça no ha podido pasar del empate con el Tenerife (2-2, goles de Celades y Amor) con lo que el Atlético de Madrid incrementa su ventaja respecto al segundo, situándola en ocho puntos. Es la jornada 33 y aún restan nueve finales para que el conjunto de Radomir Antic pueda ver cumplido un sueño (esa Liga tuvo 42 jornadas).
El Valencia de Don Luis Aragonés vence 2-0 al Salamanca con goles de Poyatos y Viola (no es un chiste) e iguala a los culés en la segunda plaza. ¿Y el Real Madrid? Los blancos pierden en casa frente al Racing (1-2- Míchel; Álvaro y Merino), pero el Madrid estuvo muy lejos de disputar esa Liga (era 8º ¡A 21 puntos del Atleti!).

18 AÑOS DESPUÉS...
26 de marzo de 2014. Hay jornada entre semana y el Atlético de Madrid juega en el Vicente Calderón contra el Granada. Por primera vez en mucho tiempo, el Atleti y el Madrid juegan a la misma hora (curiosamente la jornada después de igualarse en el liderato), con lo que hay mucha gente con cascos en los oídos en el estadio. “Había pensado en traerme la radio, pero al final se me ha pasado”, le cuento a mi padre según nos sentamos. Sí, yo soy de esos que todavía tienen radio. No tengo radio en el móvil, ni Ipod, ni nada por el estilo.
El Atleti empieza bien, y en los primeros compases mete en su área a un Granada que parece nervioso. Nyon pega una patada al aire; Roberto lanza un par de saques de puerta directamente fuera; Coeff hace un despeje hacia atrás...
Y los rojiblancos sacan el primer “huy” en un centro desde la derecha de Juanfran que, tras un rebote, cae a pies de Arda, que lo ve tan fácil que la manda con clase y con pausa... al lateral de la red.

EL VIDEOMARCADOR INFORMA
Al cuarto de hora, el videomarcador repica por primera vez. “¡Tinoninoní!”. Sevilla 0-1 Real Madrid, anuncia. Y le transmito a mi padre que me temo una nueva goleada de los merengues en el Pizjuan.
Unos minutos más tarde, Diego Costa es el que lo intenta por la banda. Choca con Murillo y el central colombiano queda tendido en el suelo. Entonces el Calderón ruge. “¿Qué pasa? Tampoco ha sido para tanto”, le comento a mi padre. “Ha marcado el Sevilla”, responden unas filas más atrás. “¡Tinoninoní!”, contesta el videomarcador. Y efectivamente, Sevilla 1-1 Real Madrid.
“¡Atleeeeeeeeeeeeti! ¡Atleeeeeeeeeeeti!”, grita la hinchada enloquecida.

EL ATLETI LO INTENTA
A renglón seguido, el Cebolla (sorpresa en el once) se interna por la izquierda y pone un balón a la frontal que de nuevo Arda manda fuera, esta vez más desviado. “Hubiera estado bien que hubiésemos marcado en el mismo minuto que el Sevilla”, le digo a mi padre sonriendo.
Pero el Granada responde con un corner que Angulo remata fuera por poco y uno se da cuenta de que el corazón le pega un vuelco. A priori es un partido sencillo, pero cuando los granadinos atacan, te invade el miedo.
Y entonces llega el gol. En un gili-corner, Arda la pone al segundo palo, Godín gana por arriba a Angulo, y la pelota queda franca para que Tiago la empuje de cabeza a la red. Me levanto y celebro el gol... pero entonces me doy cuenta de que el linier ha levantado la bandera por una falta del uruguayo en el salto.
Sólo cinco minutos más tarde, Gabi (de nuevo inmenso al corte) se cuela en el área y pone un pase que la zaga granadina despeja a corner. “¡Joder qué tensión!”, le confieso a mi padre. Y el descanso llega con el 0-0 inamovible.

Y DE NUEVO DIEGO COSTA
Al descanso, el sentir es el de que no se puede perder otra vez el liderato de primeras, como se hizo contra el Almería.
El Atleti sale al segundo acto decidido a encontrar el gol. Villa no está fino arriba. Le sobra un recorte y le falta un segundo. Pero Diego Costa vuelve a capitalizar el ataque colchonero. Avisa con un cabezazo en un corner que ataja Roberto casi sobre la línea y sólo un minuto más tarde...
Nuevo corner para el Atleti, Sosa (recién entrado por el Cebolla) la pone y ahora, sin oposición, Diego Costa conecta un cabezazo perfecto a la red (1-0). 24 goles en Liga; 32 en la temporada; el 100 del Atleti esta campaña (cifra que no alcanzaba desde 1997).
Entonces pego un brinco y me abrazo a mi padre con casi tanta fuerza como el día del derbi. “Joder, me has hecho daño. Como ganemos la Liga me vas a matar”, me reprende mi padre.
“Perdona, pero es que es mucha tensión”, le respondo dándole un beso. Está ya viejo el pobre :)

OTRO "¡TINONINONÍ!"
El Granada vuelve a perder algún balón fácil en su propio campo (pese a los apuros, para mí ha sido de los rivales más flojos que han pasado por el Calderón), pero el Atleti ya no aprieta con la misma intensidad que antes del gol. Raúl García da el relevo a Villa y entonces, alguien canta unas filas más adelante. “¡Ha marcado el Sevilla!”. Y uno abre los ojos y comprueba como el rumor comienza a correr como la pólvora por la grada. Los gritos y las celebraciones comienzan a extenderse. Entonces me doy la vuelta y les grito a mis compañeros de butaca: “¡Ha marcado el Sevilla! ¡Ha marcado el Sevilla!”. Y entonces, compruebo cómo me miran, con una cara de incredulidad e inquietud, como si estuvieran viendo una de esas pelis en las que, cuando parece que ya han matado al malo, se les olvida rematarle y este revive. Y me dicen “espera, espera”, con un gesto con la mano. “Pero mirad, qué va a ser si no”, les insisto, señalando el alborozo de la grada. Y “¡Tinoninoní!” viene en mi ayuda. Sevilla 2-1 Real Madrid. Confirma el videomarcador. Y es que el Madrid es un malo malísimo, pero si Manolo Lama dice que el Sevilla le ha marcado, es que le ha marcado.
Gabi está a punto de poner el segundo en un nuevo disparo lejano que salva Roberto; Raúl García remata arriba una internada de Costa; y el pitido final del árbitro es celebrado como otro tanto.

Y EL MADRID ACABA
Entonces, pregunto a un tipo con cascos sentado en la fila de delante (del Madrid, seguro, porque no cantó ni un gol. Ni el nuestro, ni los del Sevilla): “¿Ha terminado el Madrid?”. “Sí”, me responde escuetamente. Y como buen periodista, informo a cada atlético que me encuentro: “¡Ha perdido el Madrid! ¡Ha perdido el Madrid!”.
La radio nos confirma que el Real Madrid ha perdido. El Atlético de Madrid incrementa su ventaja respecto al segundo (el Barça, a un punto) y el tercero (el Real Madrid, a tres y con el goal average particular perdido). Es la jornada 30 y aún restan ocho finales para que el conjunto del Cholo Simeone pueda ver cumplido un sueño

Y mientras bajamos por las entrañas del estadio, ebrios de felicidad, se vuelve a escuchar una canción creada el año de la primera UEFA Europa League (2010): “¡Volveremos volveremos. Volveremos otra vez. Volver a ser campeones, como en el 96!”.

lunes, 24 de marzo de 2014

Y "el Clásico de tres" lo ganó Gabi

Tras la marcha de Fernando Torres (del que escribí la semana pasada sobre “El día en que conocí al Niño”), y a excepción hecha de Antonio López (que sin duda sabía lo que era ostentar ese honor), el brazalete de capitán del Atlético de Madrid ha pasado en los últimos años por los brazos de Perea, Agüero, Forlán, Simao, o incluso de alguno que llegó a tirarlo al suelo (como Maxi Rodríguez).
Sin embargo, desde hace tres temporadas la C de capitán la porta un chico madrileño criado en las categorías inferiores del Atleti, Gabriel Fernández Arenas “Gabi”.
Es el único que salta cada partido al césped con tres escudos del Atlético de Madrid, cuatro, si me apuran (el de la camiseta, el pantalón, el brazalete, y el que lleva en el corazón).
Y es que hace falta querer mucho a ese escudo para ser cada encuentro el que más corre. No en vano, Gabi es el jugador de la Champions que más ha corrido en toda la competición: 93 kilómetros en ocho partidos (una media de 11,6 Km por partido).
Llevo tiempo queriendo escribir sobre él, ya que su encomiable labor como capitán se refleja no sólo en el campo, sino fuera de él. Buen ejemplo fueron sus declaraciones en zona mixta tras el partido de San Siro (0-1): "Esto va por todos los hinchas del Atleti. Por las 3.000 personas que han venido aquí, de los cuales muchos se habrán gastado sus ahorros para acompañarnos. Por ellos hay que hacer este tipo de partidos. Este equipo sólo está haciendo lo que siempre ha sido la historia de este club: luchar por todos los títulos hasta el final".
Orgullo es la palabra que mejor define lo que sentí al escuchar las palabras de nuestro capitán.

CORAJE, CORAZÓN... Y GOLES
En esta recta final, su lucha denodada está siendo aún más decisiva.
Hace dos semanas, con su presión, forzó el mal pase atrás de Jonny que llegó a pies de Villa para que desatascara un partido que transcurría 0-0 en Vigo.
Tres días más tarde, con su presión, robó la bola a Essien que terminó en el 1-0 de Diego Costa ante el Milan para poner pie y medio en los cuartos de Champions.
Pero es que, si no fuera suficiente con la forma en la que se deja el alma en cada choque, el capitán está aportando también goles en las últimas jornadas.
En el derbi, se sacó un zapatazo desde más de 30 metros para poner el 2-1(digan lo que digan de Diego López, a mí me pareció un golazo). Y ayer Gabi volvió a pegar otro derechazo junto al poste izquierdo de Adán (0-1) cuando el encuentro, como en Vigo, continuaba 0-0.

UNA PRIMERA PARTE FUERA "CLÁSICA"
Fue la primera parte una clásica primera parte del Atleti a domicilio. Sin poner toda la carne en el asador, controlando el juego por momentos, pero sin meter la quinta marcha.
Arrancó el Betis más vigoroso, lo cual es digno de loa teniendo en cuenta que el fútbol venía de eliminarle de la forma más cruel en el último penalti ante el eterno rival. El Betis, que ha llegado a esos octavos de UEFA por méritos propios, no como el Sevilla (entró como noveno porque la UEFA no permitió jugar en Europa a Málaga ni Rayo), se va a ir a Segunda sólo un año más tarde sin saber muy bien cómo.
Con el paso de los minutos, los de Simeone fueron haciéndose con el control del juego, Arda fue sentando contrarios por izquierda y derecha, y Raúl García tuvo las dos primeras en remates desviados. Después fue Diego Costa el que marcó de tremendo zurdazo, pero el árbitro lo anuló por un inexistente fuera de juego.

EN CINCO MINUTOS, TRES GOLPES
Sin embargo, sería el entrenador bético, Calderón, quien se quejaría del árbitro cuando éste expulsó a Braian Rodríguez por una mano de chiquillo, teniendo ya una amarilla por una entrada a destiempo a Godín en el primer acto. Si el Betis se derrumbó por esta roja o lo derrumbó el gol de Gabi es algo que nunca sabremos, ya que entre una acción y otra sólo pasaron 120 segundos...
Quien seguro que lo remató fue Diego Costa, que apenas cinco minutos más tarde fusiló con la zurda una perfecta asistencia de cabeza de Koke (0-2). Nueve goles de 23 con la izquierda (por los dos de 26 Cristiano); sólo cuatro de penalti (por los seis de Cristiano).
Lo que también es irrefutable es que el Betis ya no pudo levantarse ante tanto mazazo en tan poco tiempo, y el Atleti caminó plácido hacia un liderato momentáneo... que se convertiría en definitivo.

UN CLÁSICO VIBRANTE
El conjunto colchonero se convirtió en líder en un Clásico vibrante cargado de goles (3-4), emoción, polémicas, tanganas y en el que intercambiaron su propia medicina: un penalti fuera del área para el Madrid; otro por un posible piscinazo de Neymar; cabezazos y fingimientos de Pepe (lo de este futbolista no tiene nombre. Insisto en que no debería continuar en nuestro fútbol); y pisotones de Busquets...
Un Clásico que se llevó el Barça gracias a un hat trick de Messi, que para mí jugó un partido más que discreto.
Dicen que el Real Madrid sigue siendo favorito para ganar esta Liga, cuando ha conseguido un punto de doce ante Atlético y Barça.
Dicen que la del Madrid es la mejor defensa de Europa, cuando ha encajado 30 goles en Liga por 21 del Atlético.
Pero la realidad es que, a falta de nueve jornadas, nos encontramos ante la Liga más igualada en más de 40 años. Y el Atlético de Madrid es su líder.

...EL SALTO LO GANA GABI
Al final del partido del Villamarín, Gabi manifestó: “Nosotros hemos cumplido. Ahora nos da igual lo que hagan en el Clásico”. Pero estoy convencido de que el capitán celebró los goles del Barça como cualquier otro aficionado colchonero. Porque ahora, Gabi es el líder del líder.
Por cierto, en el vídeo promocional del Real Madrid-Barcelona de Canal Plus, “un Clásico de tres”, el balón aéreo, como no podía ser de otro modo, lo gana Gabi. Y que dure.

jueves, 20 de marzo de 2014

El día que conocí al Niño Fernando Torres...

¡Dios, el tiempo vuela! Casi no puedo creerlo. Echo la vista atrás y recuerdo el día en el que por primera coincidí con Fernando Torres en persona. Rebusco en el album de fotos y descubro que han pasado ya ocho años... ¡Ocho años! Fue un 17 de marzo de 2006, tres días antes de que Fernando Torres cumpliera 22 años...
Por entonces, Torres era ya el capitán del Atlético de Madrid y yo trabajaba como becario en la Cadena SER. Le esperamos en la redacción de Gran Vía 32 y llega acompañado de su representante sobre las 23:30. Esa noche el Niño es el protagonista de José Ramón de la Morena en El Larguero.
A su llegada, Antonio Ruiz me lo presenta. Y descubro con sorpresa cómo Torres está incluso más nervioso que yo por el encuentro. “Hola ¿Qué tal? Encantado”, me comenta escuetamente. “Él también es atlético”, le informa Antonio Ruiz, a lo que Fernando responde con una sonrisa.
Torres no ve delante a un aficionado del Atlético de Madrid que lleva cinco años yendo cada domingo a verle al Calderón, no. Él ve a un periodista más, dentro de los muchos que conoce cada año, que pertenece a la cadena que esa noche va a hacerle una larga entrevista en directo.

VOLVIÓ UN AÑO DESPUÉS
Un año más tarde, el 16 de abril de 2007, Torres volverá a la SER, de nuevo a ser entrevistado en directo por De la Morena. Y yo, nuevamente, allí estaré para saludarle en persona. Lo que nunca imaginé esa noche es que sería la última en la que tendría la oportunidad de saludarle como rojiblanco. Dos meses y medio después, el club anuncia su venta al Liverpool.
Algunas de las cosas que dijo esa noche jamás pudo hacerlas realidad (al menos de momento). La respuesta que me dio a mí personalmente, tampoco pudo cumplirla.
Hoy, les dejo el artículo que escribí sobre esa noche de Larguero de 2007 (en nuestro primer encuentro aún no tenía el blog). Hoy, en el día en el que 'el Niño' cumple 30 años. Hace mucho que el Niño se hizo mayor... 

Fernando Torres, desde cerca (17-04-2007) 
 
Es tímido hasta llegar al paroxismo. Como cuando llegó al vestuario del Atleti, hace ya seis años: “Yo sólo hablaba cuando me preguntaban. Cuando uno llega nuevo a un sitio no debe ir como si fuera el número uno, todo lo contrario. Yo escuchar, ver y aprender. Así me han educado a mí”. 
Así es Fernando Torres y así se presenta en El Larguero de la Cadena SER, con José Ramón De la Morena. Muy callado al principio, contestando con monosílabos. No responde al prototipo que uno espera de una súper estrella, de un futbolista joven, apuesto y multimillonario, acostumbrado al calor de los focos y de los micrófonos y al análisis de cientos de miradas.
¿Y qué quieren, si sólo es un niño?
, decía la madre de Dani Pedrosa en un anuncio. Así es Fernando Torres, el ‘Niño’ del Atleti. Un niño que llegó a las entrañas del Atleti cuando éste estaba en Segunda. Que compartió vestuario con Juanma López, Carlos Aguilera, Toni Muñoz, o uno de sus ídolos, Francisco Narváez Kiko. A todos ellos los miraba con ensimismada admiración, y los respetaba. Algo que, a sus 23 años recién cumplidos, cree que se ha perdido: “Los jóvenes de ahora no valoran donde están. Llegan al primer equipo como si llevaran toda la vida, te cambian el canal de la tele, la música…”.

En los descansos publicitarios, Torres es callado. De la Morena, Antonio Ruiz o Alcalá bromean sobre las quejas arbitrales del Real Madrid y Torres guarda silencio. Él es el nuevo.
En la entrevista vuelve a reafirmar su amor por lo rojiblanco y su deseo de continuar: “No condiciono mi continuidad a ganar títulos o entrar en Europa”. Alcalá le aprieta: “¿No crees que eres un futbolista para jugar Champions todos los años?”. Torres lo tiene claro: “Lo importante es estar donde estés a gusto y conseguir títulos donde más los sientas. Estoy convencido de que voy a ganar títulos aquí y de que voy a jugar la Champions con el Atleti”.

 
Al terminar la entrevista es diferente. Se le ve más sonriente, liberado, demostrando que no le agradan demasiado este tipo de encuentros en los medios.
Y la mejor frase la deja a su salida del estudio. Me hago una foto con él y le lanzo un ruego: “Torres, haznos un favor y no te vayas nunca del Atleti”. Su contestación me gusta: “No te preocupes, hombre”. Amén.

domingo, 16 de marzo de 2014

“Un Clásico de tres”

Me van a permitir la licencia de que le robe a Canal Plus el lema de su promoción para el Real Madrid-Barcelona del próximo domingo (21:00 horas) como título de mi crónica.
Un Clásico de tres, con una imagen en la que me llena de orgullo ver a Juanfran disputando un mismo balón a Iniesta y a Modric. Atleti, Barça y Madrid, tres equipos y un destino: levantar la Liga 2013-2014.
Y es que van 28 jornadas (ya sólo quedan diez para que acabe la película) y el Atlético de Madrid sigue a un partido del líder. “A ver lo que aguanta”, decían cuando en la jornada cuatro era primero empatado a todo con el Barça. “Ya caerá”, dijeron cuando sumó siete de siete en el Bernabéu. “No podrá aguantar el ritmo en la segunda vuelta”, aseveraron cuando terminó la primera mitad del campeonato igualado a 50 puntos con los culés...
EL ATLETI ES ASPIRANTE. LO DIJO LUIS...
El lema del “partido a partido” de Simeone ha calado en toda España, pero decir a estas alturas que el Atleti no es candidato al título es mentir. Quedan diez jornadas, señores, llega el sprint final y es a estas alturas del campeonato donde Don Luis Aragonés siempre dijo que se podía ver a qué aspiraba realmente cada equipo. Y el Atlético de Madrid, lo miren por donde lo miren, aspira a ser campeón.
No en vano, si los rojiblancos ganan el domingo a las 17:00 al colista en el Benito Villamarín (es obligado) el Clásico empezará con el Atleti como líder. Con lo que habrá que ir con el Barça (o al menos que no gane el Madrid).

EL ÚNICO INVICTO EN SU ESTADIO
Para llegar a estas circunstancias, el Atleti volvió a ganar anoche en el Calderón, donde lleva 12 victorias y tres empates (es el único equipo de la Liga invicto en su estadio). Esta vez la víctima fue el Espanyol, que quitando a Madrid y Barça ha sido el equipo que más guerra ha dado a los de Simeone entre los dos partidos (recuerden, la única derrota de la primera vuelta fue allí, 1-0).
No sé si será por la presencia de nuestro ex, Javier Aguirre, en el banquillo periquito, pero los blanquiazules vendieron cara su derrota.
Bien pertrechados atrás, los catalanes además se dejaron ver por las inmediaciones de Courtois, que tuvo que hacer varias paradas de mérito, una de ellas incluso estando grogui.

SOSA TITULAR
La primera ocasión no llegó hasta el cuarto de hora, cuando Sosa puso una falta a la cabeza de Villa que rechazó a corner Casilla. No sé por qué el argentino fue titular y además desplazó en los balones parados a Gabi. En sus últimas apariciones ante Celta y Milan dio sendos goles (a Villa y a Diego Costa el 4-1), pero si no juega Diego ni en ausencia de Koke...
Su labor en medio campo fue muy discreta y tuvo que ceder su puesto al canterano en el minuto seis de la segunda.
El Espanyol respondió con un disparo de Sergio García a la media vuelta (fue un constante incordio), que despejó Courtois tras haberla desviado peligrosamente Alderweireld.

NI UN PENALTI EN LA SEGUNDA VUELTA...
Después, Villa cabeceó cruzado y fuera por muy poco un centro de Filipe, y a la media hora una rápida contra acabó con un buen pase interior de Arda para Diego Costa, que se metía hasta la cocina hasta que fue derribado por Fuentes en un choque. En la grada pudo parecer sólo eso, un choque. En la tele parece penalti.
Sólo les doy un dato: en la primera vuelta el Atleti era el equipo con más penaltis a favor (siete). En la segunda no le han pitado ni uno... siendo superado por el Rayo (ocho) y alcanzado por Barça y Levante.

NERVIOS AL DESCANSO, MENOS PARA DIEGO COSTA
Había nervios en el descanso en las gradas del Calderón, y la palabra “pinchazo” o el “esto huele a 0-0” comenzaban a escucharse de boca de varios aficionados. Pero eso era antes.
En el diez de la segunda, Gabi encuentra a Villa entre líneas, controla con la derecha y la pone de primeras con la zurda, a la carrera imperial de Diego Costa. La pantera ya había arrancado y nadie pudo pararla, pese a que Colotto lo intentó agarrándole de su brazo izquierdo. “Es muy fuerte”, sentencia mi padre. Y Costa que se mete hasta el área y la cruza a la perfección con la zurda (1-0).
“Define casi igual de bien con la zurda que con la derecha”, proclamo. Y sus cifras así lo demuestran. Ha marcado ocho goles con la izquierda, por trece con la derecha y uno de cabeza (22); mientras que el Pichichi Cristiano sólo suma dos de sus 25 goles con la zurda...

SE SUFRIÓ...
No fue la cosa precisamente coser y cantar de ahí al final. El propio Diego Costa en una nueva cabalgada espectacular pudo sentenciar tras colarse entre los centrales, pero Casilla en su salida le metió el brazo lo justo para desequilibrarle y que la terminara pegando desviada.
Después, David López y un rebote volvieron a probar los reflejos de Courtois (inconmensurable salvando esos dos tiros envenenados) y entonces entró Jhon Andrés Córdoba (por un Simao discreto, que salió ovacionado por su pasado) y sembró el horror.

CÓRDOBA NOQUEA A COURTOIS
El mexicano es un delantero imponente (1,86 y 85 kilos) y en sólo media hora fue un auténtico quebradero de cabeza... sobre todo para Courtois, al que casi se la parte.
Minuto 74, pase en profundida que protege Alderweireld con aparente ventaja clara para Courtois. Pero allí que aparece Córdoba para meter el pie entre ambos y propinar un tremendo rodillazo fortuito al meta belga en su cabeza..
A partir de entonces, diría que Courtois jugó conmocionado el cuarto de hora final, al menos los primeros minutos, donde fue capaz de sacar ¡con la cabeza! (ya que creo que con los brazos no calculó bien ante su aturdimiento) un disparo colocadito de David López.

RECÉ PARA QUE EL ESPANYOL NO TIRASE
Sólo habían pasado tres minutos del rodillazo. Desde entonces, no paré de mirar al portero belga y de rezar para que el Espanyol no lanzara a puerta. Un Courtois que constantemente se tocaba la cabeza, el cuello, y se inclinaba apoyado sobre sus rodillas... ¡No estaba bien!
Me recordó a un partido hace muchos años en el que Juanma López jugó conmocionado varios minutos y luego confesó no recordar nada de lo que ocurrió tras el golpe...
Por fortuna no hubo más tiros a puerta. Córdoba, solo y sin ángulo, la pegó de puntera al lateral de la red, y Sergio García tuvo la última, pero la manda a las nubes. 

NÚMEROS Y ACTITUD DE CAMPEÓN
Un gesto de Filipe Luis, celebrando el disparo arriba, en el descuento, cerrando los puños, dice mucho del ahínco con el que este equipo lucha cada victoria. Van 21 en 28 jornadas. Las mismas con las que el Súper Depor se proclamó campeón en el año 2000 (69 puntos). Quedan diez batallas, y Simeone ya admite que si llegan así a las últimas cinco fechas “hablaremos de título”.
El domingo 23 de marzo (cumpleaños de mi hermano) puede ser un día decisivo. Primero hay que ganar al Betis, y después que el Madrid no gane al Barça. Pero esta vez no iremos contra los blancos por simple antimadridismo. Este año, es un Clásico de tres.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Déjennos solos

18:20 horas del martes 11 de marzo de 2014. Mientras me ducho instantes antes de ir a recoger a mi padre al trabajo para ir al Vicente Calderón, escucho la tertulia de Radio Marca dirigida por Paco García Caridad. Me sorprendo de que en la previa de un Atlético de Madrid-Milan de octavos de la Champions debatan pausadamente sobre la meritoria victoria del Rayo Vallecano por 2-3 en Anoeta.
“Si hoy jugará el Madrid de qué iban a hablar del Rayo”, pienso...
Por fin, comienza el tiempo para analizar el partido de los colchoneros. Santi Segurola (de los periodistas deportivos a los que más respeto y admiración profeso) responde a la pregunta de si el Atleti tiene más posibilidades de ganar la Champions que la Liga que está muy bien situado en ambos escenarios (lo cual ya me alegra, porque nos reconoce candidatos). Sin embargo, añade que en la Liga el Real Madrid está muy fuerte y no le ve tropezando (hace una vuelta, cuando perdió en el Camp Nou, escuché a muchos madridistas proclamar que la Liga estaba perdida. Estaban a seis puntos del liderato y quedaban 28 jornadas por jugarse...).
Entonces, en un momento que no sé muy bien encuadrar, el espacio para el Atleti-Milan ha terminado y se debate sobre si el 4-3-3 implantado por Ancelotti es equiparable al 4-3-3 que utilizaba Pep Guardiola en el Barça... Irremediable.

UNA NUEVA MENTIRA: COURTOIS AL MADRID
El día antes, Thibaut Courtois se ve obligado a salir públicamente a desmentir que tenga un acuerdo con ningún club. José Ramón de la Morena acababa de anunciar en el Larguero la noche anterior que el belga jugaría en el Real Madrid, dónde si no, cuando acabe su contrato con el Chelsea, si no antes.
Precisamente en Radio Marca, por la mañana, el mítico José María García asegura que la noticia del supuesto fichaje de Courtois por el Real Madrid es “absolutamente falsa”.
“Alguien se lo inventa porque el Atlético de Madrid, 150 millones de presupuesto, está luchando en igualdad de condiciones contra imperios de 550. Hay que enturbiar e intentar perjudicar desde el imperio del monopolio. Florentino Pérez es muy mentiroso. Ya le filtró hace tres años a Juan Antonio Alcalá la noticia falsa del dopaje del Barça”, sentencia.

EN EL CÉSPED "ELLOS" NO JUEGAN...
Pero llegan las 20:45 y el Atlético de Madrid salta al césped del Vicente Calderón al ritmo de la música de la Champions. Y allí no juegan ni Paco García Caridad, ni José Ramón de la Morena, ni José María García, ni Florentino Pérez... Ni siquiera juegan los más de 250 millones de euros de presupuesto del Milan. Ni sus siete Copas de Europa. Sólo juegan once hombres contra otros once. Y los hombres del Atleti tienen mas... coraje. Y corazón.

ME PERDÍ EL 1-0...
No sólo los del campo. También los 54.000 de la grada, muchos miles de los cuales todavía están guardando cola en las puertas del estadio cuando a las 20:48 Diego Costa pone el 1-0 (pese a haber llegado a la fila a las 20:30). “Esto es lo que me da rabia”, lamenta mi padre contrariado. Mientras que yo no sé muy bien si también lamentarme o celebrar el tanto, que al fin y al cabo había marcado el Atleti.
Y es que los hombres del Atleti presionan más fuerte (increíble Gabi en un nuevo robo, esta vez a Essien); tienen más clase (precioso el centro de Koke al segundo palo); y saltan más lejos y con más fe: alucinante el remate acrobático de Diego Costa para, suspendido en el aire, poner con su pierna izquierda el 1-0 de magnífica volea. Recordó a Torres (contra el Alavés). Recordó a Cruyff (contra el propio Atleti).
Ya en la grada, uno contempla como el único equipo en el campo es el rojiblanco. Rami placa a Diego Costa cuando se marchaba; Godín remata fuera por poco una nueva jugada ensayada; Filipe se precipita en el pase en una jugada en la que pudo entrar hasta la cocina...
Mientras que el Milan, ni siquiera es capaz de pasar de medio campo... hasta que lo hace.

EL MILAN EMPATA Y CUNDE EL NERVIOSISMO
En el minuto 27, Poli pone un centro cruzado a la espalda de Juanfran (que sintiéndolo mucho es el punto más débil de la zaga rojiblanca) y Kaká de cabeza logra el empate, después de tocar en el propio lateral alicantino (1-1).
Entonces el guión cambió, y durante varios momentos temí que la confianza, el valor y la ambición de este equipo durante toda la temporada se fueran al traste por unos minutos de nerviosismo.
Mario Suárez perdía un balón tras otro, Juanfran o Godín la rifaban al pelotazo, el equipo no enlazaba dos pases seguidos... Y Kaká tuvo el segundo de nuevo en su cabeza. Otro centro desde la derecha, y esta vez en el primer palo remata alto por poco. El brasileño se echaba las manos a la cabeza... y los aficionados atléticos también.

PERO DECIDE "EL HOMBRE TRANQUILO"
Pero la Champions está hecha para determinados futbolistas tocados con una varita. Y uno de ellos es Arda Turan (tres goles en Liga en 22 partidos; tres goles en Champions en seis partidos). El turco recibe en la frontal una dejada con el pecho de Raúl García, no se lo piensa dos veces y engancha una volea a bote pronto que desvía Rami y acaba en la red. 2-1 y el Calderón vuelve a respirar. ¡¿Qué a respirar?! A cantar a pleno pulmón.
La ambición, el valor y la confianza vuelven a fluir a borbotones por las venas rojiblancas, y Raúl García se saca una chilena que lame el poste. El descanso llega para un Atleti que vuelve a estar on fire.

YA SÓLO EXISTE EL ATLETI
Y así sale en la segunda parte. Al minuto, Diego Costa tira demasiado cruzado; y a los tres, dirige una contra vertiginosa que acaba Gabi (está en todas partes) con un disparo al exterior del palo izquierdo de Abbiati. Un Abbiati, por cierto, que, mientras Courtois salvó al Atleti con un paradón en la ida, no ha hecho una parada en 180 minutos. Si el Milan quiere volver a ser grande, deberá empezar por cambiar a un portero que ya demostró ser un tronco en su año como rojiblanco.

OTRO GOL DE RAÚL GARCÍA...
Los minutos transcurren con rumbo a los cuartos y queda claro que si alguien marca será el equipo español. Miranda cabecea centrado otra gran internada de Diego Costa; Raúl García finaliza muy arriba una buena maniobra ante Rami... Y llega el tercero. Gabi pone una falta y Raúl García salta más que De Jong y Rami y su testarazo se aloja en la red (3-1). Otro al que le gusta la Champions (cuatro goles) y que ayer mostró en esta competición se mayor especialidad (en Liga ha marcado con la cabeza cuatro de sus siete goles).

...Y OTRO GOL DE DIEGO COSTA
La fiesta ya era completa. Tiempo para hacer la ola, para ondear las 25.000 banderitas rojiblancas regaladas por los jugadores a la afición y para cantar el “Te quiero Atleti” con más pasión y sentimiento que nunca... y para que Diego Costa hiciera doblete (siete goles en cinco partidos...) con un derechazo cruzado tras acabar una colada de Sosa metiéndose entre tres zagueros (4-1).

ASÍ QUE... DÉJENNOS SOLOS
Al terminar, el enésimo periodista pregunta a Thibaut Courtois por su posible acuerdo con el Real Madrid. “Es para desestabilizarnos”, sentencia el belga.
El Atlético de Madrid está a cuatro partidos de una final de la Champions y a una derrota del Real Madrid, en once finales, para luchar una Liga. Y yo sólo pido una cosa: déjennos solos. En el césped, ya se encargan el Cholo y los suyos.

lunes, 10 de marzo de 2014

El 7 de España

Apenas hace un mes que falleció Don Luis Aragonés, el hombre que tuvo que aguantar una infamante campaña de acoso y derribo por sacar de la selección “al 7 de España”. Hace poco que Luis confesó que entonces le dijo a Raúl que pensaba que Villa y Torres estaban rindiendo mejor que él, razón por la que decidió dejarle fuera del combinado nacional. No me cabe duda de que se lo dijo mirándole “a los ojitos”, como tantas y tantas otras veces lo hizo con otros grandes futbolistas a lo largo de su carrera (Romario, Etoo, Fernando Torres, Reyes...). Luis siempre fue “con la verdad por delante”.

Desde entonces, el 7 de España ha sido David Villa (Pichichi en el Mundial de 2010 -5- y en la Eurocopa de 2008 -2-). Ahora, Villa viste de rojiblanco, y Vicente del Bosque no le ha llamado para la última convocatoria previa al Mundial, el amistoso con Italia.
No hay duda de que el Guaje no está completando una gran temporada, pero sí está haciendo un buen año. Ciñiéndonos a los números, hay unos cuantos argumentos para que Villa vuelva a recuperar su siete.

LOS SIETES DEL SIETE
Entre su lesión y su ausencia de algunos partidos notables (no jugó ni un minuto en San Siro ante el Milan ni en el derbi) Villa había pasado siete partidos sin marcar.
Sin embargo, en Vigo fue el hombre que abrió el marcador, algo que ya ha logrado en siete ocasiones esta temporada.
Con su doblete, Villa ocupa el puesto siete en la tabla del Pichichi (empatado a 13 goles con el autor del único gol del España-Italia, Pedro) y sólo superado por Cristiano (24), Diego Costa (21), Alexis (16), Messi, Benzema y Griezmann (15).
En sus últimos siete partidos de Liga (Barcelona, Sevilla, Rayo, Real Sociedad, Valladolid- sólo 15 minutos- Osasuna y Celta) ha sumado la nada despreciable cifra de cinco goles.
Si Villa juega un nuevo partido como internacional, estará sólo a siete encuentros de alcanzar a su predecesor como 7 de España, Raúl González (102 internacionalidades), al que ya superó hace tres años como máximo goleador en la historia de la selección española con 56 tantos (por los 44 de Rául).
Y si Villa marca un nuevo gol, sumaría 16 tantos en toda la temporada (Liga: 14; Copa: 1; Supercopa: 1), igualando su último año en el Barça (Liga: 10; Copa: 5; Champions: 1) y justo a siete goles de su mejor temporada como blaugrana, con 23 (Liga: 18; Copa: 1; Champions: 4).

ME PERDÍ LA PRIMERA PARTE
He querido dedicar este artículo a David Villa porque, aparte de que se lo merezca, no puedo contarles demasiado del encuentro, ya que sólo presencié la segunda parte.
En la primera, a las ocho, me encontraba jugando con mi equipo de fútbol sala, con el que conseguimos ganar 5-3, aunque yo no pude firmar ninguno de los tantos.
Así que según acabó el partido, como una bala cogí el coche y me planté en el bar, sin ni siquiera cambiarme, ataviado todavía con las medias del propio Atlético de Madrid (vestimos con camiseta y medias rojas y pantalón negro).
Sudando todavía, me dispuse a ver cómo a mi Atleti le tocaría hacer lo propio para sacar los tres puntos en Balaidos, después de que en la primera mitad (con un mayor dominio vigués por lo que pude escuchar después) se hubiera acabado sin goles.

VILLA: DEL SUFRIMIENTO, A LA PLACIDEZ
Sorprendentemente, el Barça acababa de caer en Valladolid (1-0), por lo que una victoria del Atleti ponía líderes a los rojiblancos, al menos el sábado noche.
Y ahí apareció Villa. Primero, asistiendo en una contra para que Raúl García chutara desviado a la derecha de Yoel; y después, estrellando un zurdazo en un defensa celeste, a pase de Diego, pero en el rechace la volvió a pegar Filipe, obligando a emplearse a fondo al meta vigués.
Ambas ocasiones, en el 56 y en el 58, me hicieron resoplar. Se iniciaba la cuenta atrás, sólo 30 minutos para no perder otra ocasión de ponerse en la cabeza.
Pero de lo que podría haber sido media hora de sufrimiento, se pasó a un final plácido y sin complicaciones en sólo dos minutos.
Minuto 62 de partido, una vez más y como siempre el gran capitán, Gabi, se deja el alma presionando al rival. Ante el acoso, Jonny cede atrás de manera precipitada... entregando el balón a David Villa. Si un defensa de esta Liga tiene un error de esta índole ante un delantero rival, el Guaje es un mal contrario ante el que equivocarse. Villa se anticipa a Fontás, y con un tiro abajo bate a Yoel por su palo corto (0-1).
Sin tiempo casi para celebrarlo, Sosa (que acababa de sustituir a Koke) pone un buen balón en la frontal del área. Raúl García arrastra a los centrales y Villa recibe solo, para definir con un derechazo raso a la derecha de Yoel (0-2). Dos minutos, dos goles, y partido resuelto.

A raíz de aquello el Celta se dio por vencido y no volvió a acercarse por los dominios de Courtois (que cumplió su partido 100 entre rumores de un posible futuro en el Real Madrid. Un nuevo intento de desestabilizar a un rival en la lucha por la Liga). Mientras tanto, los del Cholo pudieron hacer el tercero en un buen contragolpe que finalizó el Cebolla con un tiro flojo.

TRES JORNADAS "PROPICIAS"
Como era de esperar, el Madrid derrotó al Levante (3-0), pero ahora vienen tres jornadas que podrían ser propicias para que el Atleti cogiera a los blancos. Los rojiblancos reciben a Espanyol y Granada y visitan al Betis; mientras que los merengues juegan en Málaga y Sevilla y en el Bernabéu se medirán con el Barça.
Pero antes, el martes, llega al Calderón un partido de esos que deberían verse cada año: Atlético de Madrid-Milan. Los colchoneros deben hacer valer el 0-1 de la ida. Pero ojo, enfrente hay un equipo con siete Copas de Europa. Va de sietes la cosa...

jueves, 6 de marzo de 2014

Dos años sin mi abuelito (poesía)

Los que me siguen, saben que sólo dejo de hablar del Atlético de Madrid en este blog cuando es para hacerlo de mi abuelito. Hoy, 6 de marzo de 2014, hace dos años que se nos fue.
En estos dos años han pasado muchas cosas que me habría gustado compartir con mi abuelito.
Como ya les conté en mi último post sobre él, hace ya casi un año que entré a trabajar en la cadena COPE, su cadena. En sus últimos años, estaba casi totalmente ciego, por lo que su principal fuente de información y entretenimiento era la radio y, en concreto, la COPE.
Habría pagado lo que fuera porque hubiera podido escucharme, a su nieto, “el mayor” de ocho, “la flor y nata del periodismo”, “la pluma más acerada de todo Getafe”, y comentar con él las diferentes noticias.
Hoy, por ejemplo, he hablado de un caso de corrupción del anterior Gobierno del Ayuntamiento de Leganés. “Estos políticos son todos unos marranos”, seguro que me habría dicho.

Me habría gustado que el año pasado, tras ganarle la Copa del Rey al Real Madrid en el Bernabéu, al llegar a casa y escuchar mi voz, hubiera extendido su brazo, con la mano abierta, a ciegas, pero con la certeza de que yo iba a estrecharla, y entonces me hubiera dicho: “Enhorabuena, rey (que es como nos llamaba a todos los de la familia). Estarás loco de contento ¿no?”.
Y, aunque yo sé que el Madrid siempre le ha tirado más, por su hijo pequeño, Emilio Javier, también sé que se habría alegrado porque sabía lo que un triunfo como ése suponía para mí. Y me habría hecho algún chascarrillo del tipo “Tu tío esta noche seguro que ha mojado la almohada”, acompañado de su inimitable sonrisa socarrona, con la que a veces incluso se le soltaba la dentadura de tanto reír. Si cierro los ojos, puedo verle sonriendo ahora mismo.

Y me habría encantado poderle contar, el pasado mes de enero, cómo asistí a la inauguración de la escuela de ciclismo para niños de Alberto Contador. “Sí es que es un chico muy formal”, me habría asegurado. Sin duda, mi abuelito, que hizo sus pinitos con la bicicleta de joven, fue uno de los mayores fans de Alberto. “Yo sé que es inocente. Sólo por su forma de estrecharme la mano, y por cómo me habló, se ve que es una persona íntegra, moral, que nunca se habría dopado”, me dijo convencido el día en el que tuve la oportunidad de presentarle a Contador. Un encuentro que, a día de hoy, sigue siendo la gestión como periodista de la que más orgulloso me siento. 

Hoy es un día triste, sin duda. Y la semana que viene (el 13) se cumplirá el décimo aniversario de la muerte de mi abuelita. Pero sé que ninguno de los dos quiere que les recordemos con tristeza, por lo que, como homenaje a ambos, he querido rescatar este poema en quintetos que mi abuelito (ya os conté que también era amante de la poesía) le escribió a mi abuelita por su cumpleaños, en Granada, en el año 1950.

UN AÑO MÁS 
Otro brote se ha formado
en la rosa de mi amor.
Veinte pétalos, la flor,
llena de luz y esplendor
su plenitud ha alcanzado.

El aroma que derrama
es tal, que mi corazón
se abre con gran ilusión
y entonando una canción
dice que siempre te ama.

¿Por qué rehuyes mi caricia?
Sabes que mi voluntad
te las hace sin malicia.
Y tú sabes, con justicia,
que no hay en ellas maldad.

La única verdad del cuento,
es que ha de llegar el día,
que veas que mi pensamiento
no cesa en todo momento
de procurar tu alegría.

¡Y que pase lo que quiera!
Como siempre te he querido,
te querré hasta que me muera.
Mi palabra es tan sincera
que verás que no he mentido.

Dos años después de este poema mis abuelitos se casaron. En el año 2002 celebraron sus bodas de oro y lo hicieron volviendo a contraer matrimonio.
Puedo dar fe de que mi abuelito la quiso hasta el día de su muerte, ya que cada noche desde que ella se fue, sin fallar una sola, besaba el rostro de mi abuelita en una foto que de ella tenía enmarcada junto a su cama. Os echamos de menos, abuelitos.

PD: Mi abuelito, que nunca tuvo muy claro qué era aquello de Internet, siempre me preguntaba si poniendo su nombre en la Red saldría algún poema suyo. Desde hoy sí, abuelito. El nombre de mi abuelito era Emilio Navarro Cañadas y está etiquetado en este post, al igual que en los tres anteriores que escribí en su honor.

lunes, 3 de marzo de 2014

Orgulloso del Atleti: seguimos en la lucha

Decía recientemente el Cholo que si por él fuera jugaría todos los días contra el Real Madrid y el Barcelona para subir el nivel del equipo y mejorar su competitividad. Yo no tengo el mismo deseo, ya que, como todo en la vida, lo mucho cansa.
Le comentaba a mi padre en la previa que no estaba tan nervioso como en otros derbis, y lo achacaba a que quizá fuera porque era el sexto Atleti-Madrid en menos de un año. Eran las tres y media de la tarde y aún estábamos de previa en el bar; una hora más tarde, ya en los aledaños del estadio, el corazón empezaba a palpitarme acelerado ante el embriagador ambiente de fútbol pasional que desprenden estos choques. Teoría desmontada.
Veinte minutos antes ya me siento en mi butaca y escucho al Frente Atleti corear a sus ídolos ante un estadio ya medio lleno: “¡Diego Costa eoe, Diego Costa eoe! ¡Aleeeeé, Miranda ale alé aleeeé! ¡Fi-li-pe Luis, lorolorolololoooo!”.
Mis compañeros de fatigas van subiendo por el segundo anfiteatro del fondo sur y el comentario de todos es idéntico: “¡Hoy toca!”, “¡Hoy les ganamos!”, “¡Tiene que ser hoy!”.
Y recibo al “amigo” de Raúl García vaticinándole que hoy ganamos 1-0 con gol del navarro. “Si eso pasa te doy un beso”, me asegura. No hizo falta.
En cualquier caso, mi pronóstico para esa tarde (por cierto, un Atleti-Madrid a las cinco no da tiempo a hacer previa. Aunque ya me las apañé con mi padre para poder hacerla. Fue el domingo que más pronto he comido en mi vida) era un 3-1. Estuvimos cerca.
El inicio del partido se acerca y ves cómo desde diez minutos antes muchos atléticos ya levantan, nerviosos, sus cartulinas al cielo del Calderón para colaborar en el precioso tifo que inundó con los colores rojiblancos el estadio. Yo me espero a la salida de los futbolistas (en eso consistía según el “manual de uso” de la cartulina) y aprovecho para hacer fotos del precioso espectáculo.

COMIENZO DE DERBI "DE LOS RECIENTES"
Por fin, los 22 protagonistas aparecen en la bocana de vestuarios y comienza el encuentro.
Era el derbi de Liga más importante que presenciaba en el Vicente Calderón en mi vida. Sin embargo, el guión comienza siendo el mismo que otros tantos y tantos derbis de pesadilla.
Minuto dos, corner en corto para Arbeloa. Nadie presiona porque es Arbeloa, éste cede en corto para Di María y la cuelga al segundo palo donde Benzema, solo, empuja a la red (0-1). Miro con fijación casi obsesiva el banderín del árbitro asistente. Pero éste no se levanta. No doy crédito. Desde la tele (después) compruebo que Filipe Luis tira tarde el fuera de juego.
“¡No me lo puedo creer! ¡Otra vez no! ¡De verdad que para nada esperaba que el Atleti fuera a caer de nuevo en estos errores! ¡Otra vez 0-1 desde el vestuario!”, espeto desolado.
En un intento desesperado de rebeldía Arda y otro compañero sacan de medio campo con todo el Madrid celebrando el 0-1 en la banda, pero el árbitro corta la absurda artimaña, ya que los blancos no estaban alargando la celebración.

EL ATLETI REACCIONA; EL ÁRBITRO FALLA
Sin embargo, el Atleti fue capaz de reaccionar por la vía del fútbol, y a los diez minutos Diego Costa desborda a Sergio Ramos en el flanco izquierdo del área y es derribado. Penalti claro, reconocido por el propio Ramos, que Delgado Ferreiro omite.
“Ya podíamos haber anulado el gol regalado y el árbitro no ha querido”, lamenta mi padre. Y el Calderón es un clamor: “Siempre robando, vikingos siempre robando!”.
El Atleti se encorajina y lucha con fuerza cada balón dividido, sin embargo su esfuerzo sólo se traduce en un par de disparos desviados de Diego Costa y Raúl García. El Real Madrid, en cambio, sin hacer nada suma dos ocasiones peligrosas en un minuto. En la primera, Benzema remata de primeras un centro de Di María y Courtois lo rechaza; en la segunda, Courtois salva en dos tiempos un taconazo de Cristiano a centro desde la derecha.
Los nubarrones que rodeaban el Calderón amenazaban con un segundo gol que matara el derbi.

HACÍA FALTA ARDA
Sin embargo, el Atleti seguía intentándolo, y yo no paraba de reclamar la presencia de un hombre: “¡Ófrecete, Arda! ¡No te escondas en la banda, Arda! ¡Tienen que buscar a Arda!”.
Y mis plegarias fueron escuchadas. Minuto 27 de partido, Arda recibe en la frontal, rodeado de Modric y Coentrao, el turco se inventa un giro mágico sobre si mismo con el que rompe al luso (que había salido a taparle) y su pase, inalcanzable para Xabi Alonso (que le hacía la cobertura) deja solo a Koke, que se saca un derechazo genial cruzando la bola fuera del alcance de Diego López. 1-1. Y la locura. Me abrazo a mi padre, a Fernando, que se sienta siempre a nuestro lado, a su hijo Alberto, de sólo diez años, me subo una fila más arriba a abrazar al “amigo” de Raúl García y a sus amigos, que no sé cómo se llaman ninguno, pero me caen genial. Incluso choco las manos con un par de “no habituales” que estaban por ahí. Ahora sí, el gol inicial estaba contrarrestado.
EL ATLETI SE CRECE Y PEPE A LO DE SIEMPRE
Llegan entonces los mejores minutos del Atleti. Los rojiblancos se crecen y durante algunos minutos la zaga madridista se ve obligada a achicar balones al pelotazo. Mientras tanto, Pepe intenta enturbiar el partido fingiendo una agresión de Godín ¡que estaba de espaldas! La asquerosa actitud del portugués en la ida del derbi copero, junto a la de ayer, no hacen más que demostrar que un tío que fue capaz de pisar la cabeza de un compañero estando en el suelo (no lo olvidemos) no merece jugar en esta Liga.
Pero el Atleti sigue insistiendo. Diego Costa se cuela entre Pepe y Sergio Ramos con un genial reverso, pero Diego López tapona su disparo en la salida. Y cuando la aguja del reloj marcaba el descanso... La explosión.

GOLAZO DE GABI Y EL CALDERÓN EXPLOTA
Soy un romántico del fútbol (del Atleti, sobre todo) por lo que no se me ocurre nadie mejor para marcar el
golazo que voy a narrarles a continuación.
Gabi Fernández, nuestro capitán, recoge un balón a unos 30 metros de la portería y se saca un zambombazo tremendo que se va abriendo y sorprende a Diego López (2-1). Abrazo a mi padre con tanta fuerza que le dejo sin aliento, y vuelvo de nuevo a saltar una fila más arriba para repetir el proceso del primer tanto. La afición es una extensión del equipo, y la piña en el césped para celebrar el tanto se multiplica en la grada.
Y el árbitro pita el descanso. El descanso más feliz en un derbi en los últimos 15 años. “Ten cuidado si hay más goles, que ahora casi me tiras”, me avisa mi padre. “Si te tenía bien sujeto”, le contesto. “Ya, pero cuando me has soltado me has dejado temblando”, me replica. Ahora lo cuento y me río.

EL ATLETI DEBIÓ MATAR A LA CONTRA
El inicio de la segunda parte hacía presuponer un ataque de ira del Madrid. Pero no fue así. El Madrid domina, pero no reacciona, y es el Atleti, a la contra, el que puede matar el partido.
Diego Costa cabalga con Pepe y se planta en la frontal, pero la pega mal, muy desviado; el propio hispano-brasileño cabecea muy cruzado un corner; y Diego López, junto con el poste, salvan un cabezado de Arda Turan tras centro de Juanfran. El Atleti perdonaba... y este refrán en fútbol siempre se paga. Y más si es el Madrid el que está enfrente.
Los de blanco lo intentan, pero sus dos ocasiones más claras vienen propiciadas por dos “faltitas” pitadas en la frontal por Delgado Ferreiro. Ambas perfectas para Cristiano. Pero ambas contra la barrera. En la primera de ellas el portugués se desgañitó pidiendo una mano de Gabi que tenía pegada al pecho. Aunque ahora dicen que según el reglamento eso es penalti.

*LA TRAPISONDA CON EL MONO
En una nueva contra, Diego Costa porfía con Arbeloa y ambos caen al suelo junto al área. El árbitro decide sacar amarilla para el delantero atlético. La jugada, polémica sin duda, vuelve loco al Mono Burgos, que protesta y es expulsado, lo que desata su ira y entre Simeone y otros cuantos contienen al argentino. Sangre caliente la del Mono, quien, por mucho que hayan criticado su actitud (censurable), al menos no juega, como otros provocadores de los que ya he hablado antes.

LOS CAMBIOS DE ANCELOTTI
Ancelotti reacciona y quita a Arbeloa (que habría acabado expulsado) y a Coentrao para dar entrada a sus dos laterales titulares (nos quiso dar esa ventaja), además de a Isco por Di María.
Mientras tanto, Simeone, una vez más, decide morir con sus once, pese a que al equipo se le acaba el fuelle.
El Atleti capea como puede el asedio madridista. Bale y Cristiano se acercan al gol de cabeza, a centro de Carvajal (cómo se noto su entrada), pero los de rojiblanco siguen haciendo un partido impecable en defensa... hasta que falló Mario Suárez.

...Y EL FATÍDICO EMPATE
Minuto 82, Mario corta con la izquierda un mal pase de Isco, pero le rebota en la derecha y le cae a Carvajal. El chaval apura línea de fondo, la pone atrás, donde Bale no controla, y le llega a Cristiano Ronaldo... a Cristiano Ronaldo, solo, porque Koke justo acababa de salir a tapar a Bale. Y el portugués fusila a Courtois (2-2).
El Atleti se queda sin su tan merecido y trabajado premio. Líder durante 37 minutos, el Madrid empata y ya no hay gasolina para una nueva remontada (sólo entró el Cebolla por Arda).
El vídeomarcador ya no se mueve y sólo un trallazo alto de Modric pudo evitarlo.

FINAL: DE LA RABIA, AL ORGULLO
Escucho alguna patada a la silla cuando el árbitro espira los tres silbidos finales. Una vez más, el público se marcha con la eterna sensación del “se han escapado vivos”. Pero esta vez, el equipo no sale derrotado. Y el Calderón se pone en pie para tributar una sincera ovación a sus once héroes.
Hay quien ha tildado de demagogo a Filipe Luis por manifestar tras el partido que “el Madrid sacó a sus suplentes de 40 millones”. “No le escuché decir eso cuando el Atleti perdió con Osasuna, de un presupuesto muy inferior, la semana pasada”, espetaba un tertuliano de bufanda blanca esta mañana. La diferencia, es que Osasuna plantó cara y superó al Atleti en un partido. El Atleti, está plantando cara y peleando al Madrid una Liga. Igual que hace menos de un año le arrebató una Copa.
Así que cuando uno baja por el vomitorio del Vicente Calderón, el pesar deja paso a un sentimiento de orgullo infinito. Simeone y los suyos se han ganado el derecho a jugar otras doce finales. Hasta que el cuerpo aguante. Seguimos en la lucha.

PD: Quiero dedicar esta crónica a mi compañero y amigo Santi Riesco, que no pudo vivir in situ el espectáculo por estar enfermo. ¡Lo habrías disfrutado colega!
*El significado de la palabra "trapisonda", usada en esta crónica, lo aprendí gracias a leérsela a él por primera vez, hace ya varios años.

sábado, 1 de marzo de 2014

ESPECIAL DERBI: NUNCA he visto ganar un derbi al Atleti en el Calderón

Hola, soy Jose Ignacio Fernández, tengo 32 años, y nunca he visto en directo al Atleti ganar un derbi en el Vicente Calderón.
Parece una presentación para una reunión de alcohólicos anónimos o para alguna terapia destinada a superar algún trauma. De hecho, en este caso concreto es de superar un trauma de lo que se trata y, por desgracia, creo que de los 57.000 que abarrotemos mañana el Calderón, podría apostar a que una cifra cercana al 40 por ciento puede hacer una afirmación como la mía.

EN 14 AÑOS COMO SOCIO...
Llevo catorce años como socio (como ya he contado en varias ocasiones, desde que en el año 2000, con el descenso, mi padre no pudo negarse a que nos abonásemos ante la rebaja de precios) y en esas catorce temporadas (las dos primeras en Segunda) NUNCA he visto ganar al Atleti un derbi en el Calderón. El bagaje es desolador: diez derrotas y un único empate (el día que lo tuvimos más cerca, 1-1 con gol de Fernando Torres).

EL MAYOR USURPADOR DE NUESTRO ESTADIO
Y es que, desde el regreso a Primera (2002), el Atlético de Madrid ha derrumbado unos resultados que hablaban de igualdad total en el Vicente Calderón (23 victorias atléticas, 19 empates y 23 victorias madridistas) hasta dejar una estadística que convierte al Real Madrid, con gran diferencia, en el mayor usurpador de nuestro estadio (ATM: 23; X: 20; RM: 33), seguido, muy de lejos, por el Barcelona (ATM: 37; X: 18; BCN: 21). De hecho, los blancos son el único rival que ha ganado más veces en el Calderón que el propio Atleti en sus enfrentamientos particulares.

DOS TRIUNFOS EN 30 AÑOS...
Pero es que si miramos los números en el Manzanares antes de ese año 2002, desde el año 1984 (el Atlético venció por 1-0 al Real Madrid con gol de Hugo Sánchez) para un socio atlético también ha sido muy difícil ver ganar un derbi a su equipo en casa. En esos 18 años, los atléticos sólo pudimos cantar victoria en dos ocasiones como locales. En 1992 (2-0 con goles de Vizcaino y Manolo) y en 1999 (3-1, con tantos de José Mari, Juninho y Lardín, que aparecen en la foto de arriba). Descorazonador.

LOS DOS ÚLTIMOS DERBIS, SIN HISTORIA
El año pasado (jornada 33) el derbi llegó tan igualado como éste (2º RM- 71 pts; 3º ATM- 68 pts), aunque en realidad ya había muy poco en juego (el Barça sumaba 84 puntos) y el partido verdaderamente importante, la Final de Copa del Rey, esperaba tres semanas después.
Esa jornada el Real Madrid se impuso 1-2 al gol de Falcao (marcó Juanfran en propia puerta y Di María) y se jugó un mal partido. Pero aún peor fue el 0-2 de Copa de hace menos de un mes, en el que se salió con los suplentes con la excusa de que la semifinal estaba perdida en la ida.

ESTE DOMINGO NO HAY EXCUSAS
Este domingo no habrá excusas. Por primera vez en casi 20 años, el Atlético de Madrid afronta un derbi con la posibilidad, no de intentar “fastidiarle” el liderato al Real Madrid, sino de arrebatárselo. Por primera vez en casi 20 años, el Atlético de Madrid afronta un derbi con la posibilidad, no de intentar complicarle la Liga al Real Madrid, sino de quitársela.
Por primera vez en casi 20 años, el Atlético de Madrid afronta un derbi no con el derbi en sí como mayor motivación, sino con la opción real de pelear un título como sueño más ilusionante.
Los miedos y los fantasmas de trece años de desdichas ante el eterno rival se disiparon en el Bernabéu en aquella Final de Copa "Legen-dary" (1-2) y sólo cuatro meses más tarde terminaron de ahuyentarse con un nuevo triunfo en Concha Espina, esta vez en Liga (0-1).
Es hora de ratificar en nuestra casa, con nuestra gente, que los complejos ante el vecino rico se han acabado.

HÁGANLO POR LUIS; HÁGANLO POR LOS 50.000
Hasta la década de los 90, el Atlético de Madrid jamás había pasado más de cuatro temporadas sin vencer al Real Madrid. En otras épocas, era habitual ver al conjunto colchonero pasar por encima de los merengues. Como en un 3-0 en la campaña 1969-70, con dos goles de Luis Aragonés y uno de Gárate.
Como diría el grandísimo Luis Aragonés, que se nos fue justo hace un mes: Estoy hasta los huevos de perder con estos. Lo que vale es que sois el Atlético de Madrid y hay 50.000 que van a morir por vosotros. Hay que morir por ellos, hay que salir y decir en el campo que sólo hay un campeón y va de rojo y blanco".
Este domingo por la tarde, no serán 50.000, sino casi 60.000 los que van a morir por los de rojo y blanco. Luis Aragonés ganó en múltiples ocasiones al Real Madrid, pero muchos de esos 60.000 no han podido hacerlo nunca en su estadio. Por ello, le pido a los once del campo que lo den todo para dar esa satisfacción tanto tiempo negada a esa afición. Porque cualquiera de ellos, daría lo que fuera por tener las condiciones para que, aunque sólo fuera durante 90 minutos, poder enfundarse la rojiblanca este día, a las cinco de la tarde, y comerse al eterno rival. Porque no se ha nadado tanto tiempo hasta aquí para morir tan cerca de la orilla. Porque este equipo y su hinchada merecen luchar por esta Liga hasta el último minuto. Atleti, vence por nosotros.

¡HAGAN SUS APUESTAS Y VÓTENME! 
Para terminar, les dejo la lista con los 76 resultados que se han producido en los Atlético de Madrid-Real Madrid disputados a lo largo de la historia de la Liga. Yo me pido un 3-1 ¿Cuál les apunto a ustedes?
Y les pido un favor. Mi blog participa en los Premios 20Blogs de 20Minutos. Ahora mismo estoy en la lucha por entrar entre los cinco primeros en la categoría de Deportes (con 274 blogs inscritos) y después será el jurado el que elija tres finalistas. Así que POR FAVOR les pido su voto para que me ayuden a quedar lo más arriba posible. Hay que registrarse (arriba a la derecha) o conectar a través de Facebook. Pueden votarme en este link:
http://lablogoteca.20minutos.es/un-grande-sin-memoria-33866/0/ 

1-1- Once veces (58, 63, 66, 68, 75, 80, 87, 93, 98, 00, 07)
1-2- Siete veces (53, 73, 96, 04, 09, 11, 13)
0-1- Seis veces (45, 64, 65, 69, 85, 86)
1-0- Cinco veces (56, 61, 62, 76, 84)
3-1- Cinco veces (41, 44, 46, 81, 99)

2-1- Cuatro veces (30, 40, 43, 59)
2-2- Cuatro veces (35, 67, 71, 79)
 
2-3- Cuatro veces (36, 47, 82, 10)
0-2- Cuatro veces (49, 74, 95, 08)
0-3- Cuatro veces (29, 91, 05, 06)
3-3- Tres veces (60, 89, 90)
0-0- Dos veces (83, 94)
2-0- Dos veces (42, 92)
1-3- Dos veces (78, 88)
2-4- Dos veces (55, 57)

1-4- Dos veces (97, 12)
4-0- Dos veces (51, 77)
3-2- Una vez (52)
3-4- Una vez (54)
3-0- Una vez (70)
4-1- Una vez (72)
0-4- Una vez (03)
5-0- Una vez (48)
5-1- Una vez (50)