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viernes, 24 de julio de 2020

Diego Godín alcanza su gol 50 como profesional

No encontrarán esta noticia en ningún otro medio, ni siquiera en Uruguay. Ni la propia Wikipedia, fuente de "sabiduría" del siglo XXI, tiene bien computados los goles de Godín en la Primera uruguaya. Para contabilizarlos todos recurrí en su día, cuando escribí el libro "Diego Godín: Coraje, corazón y cabeza", a archivos de la AUF (Asociación Uruguaya de Fútbol).
Muy lejos queda ya su primer gol como profesional, un 10 de abril de 2005 con 19 años recién cumplidos, en la Primera División uruguaya. Fue en el Torneo Apertura de ese año, en el Parque Artigas, un 2-2 en un Paysandú-Atlético Cerro. Curiosamente fue con el pie, con la derecha, tras un córner eso sí, y no con la cabeza, el arma principal con la que marcaría la mayor parte de los goles de su carrera (36 de sus 50 goles han sido con la testa).
EL ATLÉTICO CERRO LE RESCATÓ PARA EL FÚTBOL
El Atlético Cerro fue el equipo que, todavía con 17 años, le hizo debutar en Primera y le rescató para el fútbol, ya que sólo un año antes Defensor Sporting le había comunicado, por teléfono, "que no servía" y que debía abandonar su cantera.   
Fue un enorme varapalo que hizo a Diego que se le viniera "el mundo abajo". Pero Cerro, un club modesto de Montevideo, le dio otra oportunidad y allí todo fue muy rápido: el debut en Primera, los primeros goles importantes, y convertirse en el capitán más joven en la historia del club.

MARCÓ OCHO GOLES EN UN AÑO, MUCHOS DECISIVOS
Hasta ocho goles marcó con el Atlético Cerro en menos de un año. Rafa Cotelo, comunicador y comediante uruguayo e hincha de Cerro, recuerda bien algunos de esos tantos decisivos: "La mayoría de goles de Diego fueron de cabeza, como ahora. Y recuerdo especialmente uno que hizo contra Rampla, el clásico rival de Cerro, lo que aumentó el amor de la hinchada por Diego; y otros dos en la promoción de descenso contra Plaza (uno en la ida -2-2- y el otro en la vuelta -1-0-). Nos lo estábamos jugando todo y gracias a esos goles de Diego nos mantuvimos en Primera".
LE LLAMÓ LA SELECCIÓN "MAYOR"
El nombre de Godín comenzó a resonar con tal fuerza en el país charrúa que a finales de 2005 le llamó la selección "mayor", con la que debutó el 26 de octubre de 2005. Sólo unos meses después, ya estaba cantando goles con la celeste. Por partida triple. Serbia, Egipto (con un gol en Alejandría con el que el periodista Rodrigo Romano le bautizó como el "Faraón" de Uruguay) y Venezuela fueron sus primeras víctimas en un lapso de apenas cinco meses.

Y LE FICHÓ NACIONAL... Y EL VILLARREAL
Su rendimiento fue tan sobresaliente que en agosto de 2006 le fichó uno de los grandes de Uruguay: Nacional. Allí sólo marcó un par de tantos, pero ambos en la Copa Libertadores (la Champions sudamericana) ante Vélez Sarsfield y Necaxa, ambos como local en el Gran Parque Central.
Sólo duraría un año en Nacional. Con apenas 21 años el Villarreal se lo llevó para Europa, con el consiguiente "cagazo" que supuso para el imberbe Diego saltar el charco. 

OSASUNA Y EL SADAR, SU VÍCTIMA FAVORITA
Con Pellegrini en el banquillo le costó entrar en el equipo, pero en su primer partido como titular (jornada 7) marcó su primer gol de amarillo con un cabezazo en plancha. Fue en El Sadar contra Osasuna, que se terminaría convirtiendo en su rival favorito (le marcó tres goles, los mismos que a Plaza en Uruguay).
Cuatro goles anotaría Godín en su etapa en Villarreal, el penúltimo de ellos con la derecha... de tacón... a pase de Ibagaza en un córner... y contra el Atlético de Madrid...
EN EL ATLETI ENCONTRÓ SU "LUGAR EN EL MUNDO"
Menos de cuatro meses después, en agosto de 2010, el uruguayo era presentado con el conjunto colchonero, donde encontró su "lugar en el mundo". Nueve temporadas, ocho títulos, 389 partidos (10º jugador con más encuentros en la historia del Atlético de Madrid) y 27 goles...

A UN GOL DE SER EL DEFENSA MÁS GOLEADOR DEL ATLETI
El uruguayo se quedó a sólo un gol de igualar a Juan Carlos Arteche (otro mito rojiblanco) como el defensa más goleador en la historia colchonera. 28 tantos (18 en Liga) marcó el zaguero cántabro en 421 partidos; en 27 (17 en Liga) se quedó Godín; superando a Miguel Ángel Ruiz, que completa el podio con 25 goles (también 17 en Liga) en 356 encuentros.   
"Habría sido un honor igualar a Arteche. Me hablaron mucho de él. Pedro Pablo (el delegado del club) me contó muchas historias suyas y es un orgullo que me hayan comparado con alguien tan querido en el club", me contaba en una ocasión Diego.

SU PRIMER GOL DE ROJIBLANCO, CONTRA EL ROSENBORG
Godín se estrenó pronto como goleador con la rojiblanca. El 21 de octubre de 2010, de cabeza por supuesto, ponía el 1-0 en un encuentro de Europa League frente al Rosenborg. Sólo unos días después, también con la testa, anotó su segundo tanto, en Copa del Rey frente al Universidad de Las Palmas.

PARA MARCAR CON EL PIE ES "AMBIDIESTRO"
Bastante más le costaría estrenarse en Liga. No fue hasta el 30 de enero de 2012, contra su rival favorito, Osasuna en El Sadar, y ya con Simeone como entrenador. Era el cuarto partido en el banquillo del Cholo, y Godín, tras año y medio como colchonero, marcaba su primer gol en Liga con el Atleti. Lo hizo con la zurda, empalando un rechace del portero a tiro de Falcao tras un córner. Y es que para marcar, Godín no hace distinciones entre la izquierda y la derecha: ocho goles ha firmado con la diestra y seis con la zurda. "Eso es porque soy ambidiestro", bromeaba Diego.
La diferencia la estableció en sus últimos meses de rojiblanco: marcó el 1-0 ante la Real con un remate abajo con la diestra; y el entonces muy celebrado 2-0 ante la Juventus, al conectar una volea también con la derecha aprovechando un rechace. Su salto para celebrarlo con una afición enloquecida fue una de las más bellas fotos que dejó Godín de colchonero.

ESA PICADITA AL VALLADOLID, SU GOL "MÁS LINDO"
También con la derecha firmó uno de los goles "más lindos de su carrera" (en sus propias palabras), picándosela por encima en su salida al portero del Valladolid, tras una pared con Koke, en una jugada en la que salió con la bola jugada desde su propio campo. En el Vicente Calderón.

KOKE, SU MÁXIMO ASISTENTE
Precisamente Koke es su máximo asistente, con seis pases de gol (Le sigue Gabi con cinco asistencias). "Kokiño, el futuro del Atleti" le repetía Godín cuando comenzó a hacerse un hueco en el primer equipo. "Diego llegó al Atleti cuando yo apenas llevaba cuatro partidos. Es una de las mejores personas que tenemos en el vestuario. Es un chico entrañable, siempre está haciendo bromas y haciéndonos reír. Nos apoyamos mucho mutuamente durante ese primer año”, me descubría Koke en el libro.
15 GOLES CONSECUTIVOS CON LA CABEZA... Y EL DEL CAMP NOU
Tras ese gol contra el Valladolid, Godín marcó de forma consecutiva la friolera de 15 goles con la cabeza. Quince (entre 2012 y 2015). Ocho de ellos los firmó en su mejor temporada goleadora con el Atleti, la 2013-14, la de la Liga. Le marcó al Oporto, al Valencia, al Levante, al Getafe, al Real Madrid en la final de Champions (también a Italia para dar a Uruguay el pase a octavos en el Mundial)... y el gol más importante de su carrera, al Barcelona en el Camp Nou. 
Un gol que valió una Liga, y con el que Diego había soñado dos noches antes: "Vi que marcaba en Barcelona y que ganábamos la Liga. Pero no les conté nada a mis padres, ni a nadie, porque eso son cábalas que tiene uno, un sueño, y se supone que no debe contarlas".
Seis años después, así recuerda el Guacho ese sueño cumplido: "El 17 de mayo es como otro cumpleaños para mí. Son los recuerdos más bonitos que pueda tener. No sólo por lo que ganamos, que fue muy importante, es por cómo lo ganamos, a  quiénes, y en qué época... Eso con el tiempo lo hace aún más grande".
Y CANTÓ EL GOL 50 EN MILÁN
El club no hizo un esfuerzo por su renovación y Godín se fue del Atleti a un gol de Arteche y a uno de su gol 50 como profesional. En Italia no ha tenido un año fácil. Nuevo equipo, nuevo país, nuevo esquema y un entrenador, Conte, con el que no es sencillo entenderse. Eso le ha llevado a ser suplente varios partidos esta temporada. Pero la semana pasada por fin pudo estrenarse como goleador con el Inter de Milan. Anotó el 2-1 contra el Torino a pase de Alexis Sánchez, tras una jugada ensayada en un córner, con un remate de cabeza, como no podía ser de otro modo.

SU ALMA DE DELANTERO SIGUE VIVA
Godín será siempre un defensa con alma de delantero. Todavía lleva dentro al goleador que era en las divisiones inferiores de su equipo natal, Estudiantes de Rosario, cuando cada año peleaba el Pichichi de la categoría. Ese diablillo que le susurra al oído cada partido "sube, sube". Un diablillo que el Cholo le obligó a desoír "porque no puedes hacerlo todo", pero que sí puede campar a sus anchas en las jugadas a balón parado, ésas que Diego vive como "su momento".
50 goles, sin haber tirado jamás ni una falta ni un penalti. No está mal para un defensa, ¿no? "Pocos, he hecho pocos. Tengo que hacer mas", me aseguraba Diego en su día.
¡Porque puedas disfrutar de muchos momentos más, Guacho! 

TODOS LOS GOLES DE GODÍN TEMPORADA A TEMPORADA
TEMP/EQUIPO/PART/GOLES (SEL)CABEZADCHAIZDA
2003AT. CERRO10000
2004AT. CERRO110000
2005AT. CERRO368521
2006AT. CERRO130 (+1)00 (+1)0
TOTAL>AT. CERRO618 (+1)52 (+1)1
2006-07NACIONAL502 (+2)0 (+1)11 (+1)
2007-08VILLARREAL341100
2008-09VILLARREAL380000
2009-10VILLARREAL443111
TOTAL>VILLARREAL1164211
2010-11AT. MADRID302200
2011-12AT. MADRID413201
2012-13AT. MADRID421010
2013-14AT. MADRID518 (+1)8 (+1)00
2014-15AT. MADRID484400
2015-16AT. MADRID461 (+4)1 (+3)00 (+1)
2016-17AT. MADRID473300
2017-18AT. MADRID451100
2018-19AT. MADRID394220
TOTAL>AT. MADRID38927 (+5)23 (+4)31 (+1)
2019-20INTER301100
****TOTAL646 (+135)50 (8)36 (5)8 (1)6 (2)

domingo, 11 de noviembre de 2018

De Arteche, a Godín: cuando los hombres aún ganan partidos

JORNADA 12
ATLÉTICO 3-2 ATHLETIC DE BILBAO
Goles: Thomas, Rodrigo y Diego Godín.
Al que les escribe, el fútbol y el Atleti no comenzaron a germinarle en el corazoncito hasta los nueve años. Mi padre siempre cuenta la anécdota de que cuando me llevaba a jugar al fútbol de niño al Cerro de los Ángeles, yo prefería ponerme a coger piñas de los pinos que a pegar patadas al balón.
Por ello, nunca vi jugar a uno de los máximos defensores del escudo del oso y el madroño: Juan Carlos Arteche (1978-1988). Por supuesto, con los años supe de su historia, de cómo se vaciaba en el campo, de su garra, de su nobleza, y de su abrupta salida del club por culpa de un enfrentamiento con Jesús Gil.
Pero de lo que no hablan los números ni las estadísticas de los almanaques de fútbol es de los sentimientos que se vivieron en el Vicente Calderón en tardes épicas como aquella de hace justo 35 años, un 6 de noviembre de 1983, cuando cientos de niños salieron del Manzanares empapados (aquel día llovió a cántaros) queriendo ser Arteche.
Vivencias de esa índole sólo se descubren si alguien que las ha sentido en primera persona te las transmite, y quiero dar las gracias a Hele Atlética por descubrirme ésta, hace ya diez años, en su blog Futblogeras.  

¿DÓNDE ESTÁS ARTECHE?
"¿Dónde estás, Arteche?" fue el título elegido por Hele para hacer un relato paralelo entre aquella gesta protagonizada por Arteche ante el Betis en 1983; y un desangelado partido en el que el Atleti del Kun Agüero y de Forlán (y de Seitaridis, y de Cléber Santana...) caía derrotado por 1-3, también contra los verdiblancos, viéndose impotente para reaccionar, allá por el 2008.
"El 6 de noviembre de 1983 llovía sobre el Calderón, no había parado de llover en todo el día. El Atleti se enfrentaba al Betis con la obligación, como siempre, de ganar. No sólo por los dos puntos de entonces… también porque el Atleti, como todos los años, aspiraba a quedar el primero, a ganar la Liga", comenzaba su crónica Hele Atlética. Y quiero rescatar su narración de aquel día para, emulándola, triplicar ahora el relato con lo ocurrido anoche en el Nuevo Metropolitano.

ANOCHE TAMBIÉN LLOVÍA SOBRE EL METROPOLITANO
Anoche también llovía sobre el Metropolitano. El día había amanecido gris, pero las nubes se contenían. Sin embargo, entrada la tarde comenzaron a descargar sin tregua sobre el ya maltrecho césped del nuevo estadio rojiblanco, propiciando un terreno de juego que bien podría haber pasado por el del Calderón de aquella tarde, con más barro que césped, como a la antigua usanza, cuando el fútbol era fútbol y los hombres ganaban los combates a los modelos publicitarios.

TODO HACÍA PRESAGIAR QUE LOS VERDIBLANCOS SE HARÍAN CON EL PARTIDO
"Aunque comenzó marcando Pedraza, antes del minuto 20, pronto empezaron a complicarse las cosas. Seguía lloviendo sin parar y, antes del descanso, con goles de Paco y Rincón, el Betis ya mandaba en el marcador.
La tarde amenazaba con volverse aciaga cuando Parra establecía el 1 a 3. Faltaban 40 minutos y todo parecía indicar que los verdiblancos se harían con el partido",
proseguía Hele.

EL ATHLETIC SE PUSO 1-2, GODÍN SE LESIONÓ Y NO HABÍA CAMBIOS
Anoche, el partido nunca pintó bien para los colchoneros. Pasada la media hora, San José se anticipaba a todos en el corazón del área, las milagrosas yemas de los dedos de Oblak despejaban la bola contra la madera, pero Williams aparecía solo para empujar el rechace (0-1). El Atleti no llegaba, pero en el 60 Thomas se sacaba un zapatazo desde fuera del área inalcanzable para Iago Herrerín (1-1).

Sin embargo, la tormenta no cesaba en el Metropolitano. Sólo tres minutos después, gran pase profundo de Muniain, Williams ganaba en la carrera a Godín y ponía el 1-2. Ipso facto, el uruguayo (que ya venía de atravesar unas molestias musculares) se echaba la mano a la parte posterior del muslo izquierdo: se había roto en la arrancada.
El Atleti ya había hecho los tres cambios, faltaba media hora y todo parecía indicar que los bilbaínos se harían con el partido.

EL CALDERÓN NO PERDÍA LA ESPERANZA EN 1983... PERO EN 2008...
"El 6 de noviembre de 1983 la lluvia seguía arreciando, pero nadie se movía de sus empapados asientos de hormigón. El año anterior, los chavales del Fondo Sur habían creado una peña, que no paraba de animar. En el minuto 55, Mirko Votava recortaba las distancias y el Calderón no perdía la esperanza de asistir a una remontada histórica", rememoraba Hele, que contraponía que en 2008, en cambio, "volvía a llover. El público abandonaba sus asientos, impotente... nada, ni un solo detalle anticipaba que el partido no estuviese sentenciado". 

EN 2018 NUNCA SE DEJA DE CREER
¡Ay esos asientos de hormigón!, que presentaban un paisaje similar al que ofrece hoy nuestro moribundo Calderón, despoblado de sus butacas rojas, blancas y azules.
Anoche, nadie se fue porque en el Nuevo Metropolitano no nos mojamos y porque, sobre todo, la religión cholista marca que "Nunca dejes de creer". Así, a diez minutos del final Rodri prolongaba a la red un córner maravillosamente botado por Thomas (2-2). El público creía en la remontada, fuerte la voz, y alentaba a los suyos bajo la lluvia. 

EN 1983 HABÍA UN CENTRAL DE LOS DE ANTES: ARTECHE
"El 6 de noviembre de 1983 había un jugador sobre el césped que se llamaba Juan Carlos Arteche. Un central, sí, de los de antes: seguro, contundente, una muralla. Un jugador que siempre, incluso una vez retirado, supo la importancia de vestir la rojiblanca, el orgullo de defender esos colores, la oportunidad de dejarse la piel en el campo porque jugaba en el Atlético de Madrid.
Suyos fueron los dos goles, en el 85 para empatar el partido y en el 89 para darle la vuelta al marcador que transformaron para la historia una tarde aciaga de lluvia en un episodio de épica y coraje", sentenciaba Hele. 

EN 2018 HAY UN CENTRAL DE LOS DE ANTES: GODÍN
Anoche, había un jugador sobre el césped que se llamaba Diego Godín Leal. Un central, sí, de los de antes: seguro, contundente, una muralla. Un futbolista de los que ya no quedan. Un hombre, un defensa férreo, serio, comprometido, alejado de cualquier estereotipo de futbolista moderno vestido en tatuajes, rayada la cabeza con el último peinado de moda y más preocupado de mirar a su cámara que a su afición para celebrar un gol.
No nació en Madrid, ni falta que hace (Arteche era cántabro), pero siempre ha sabido la importancia de vestir la rojiblanca, de poder besar ese escudo cuando de verdad lo sintió, la oportunidad de dejarse la piel en el campo porque jugaba en el Atlético de Madrid. Y por ello, aún estando lesionado, permaneció sobre el campo media hora "para ayudar" a sus compañeros.
Él forzó la falta que dio origen al tanto de la remontada, y suyo fue el gol, en el 92 y de cabeza, para darle la vuelta al marcador y transformar para la historia una tarde aciaga de lluvia en un episodio de épica y coraje.
ARTECHE TAMBIÉN SE LESIONÓ EN AQUELLA TARDE DE 1983
Aquella tarde de 1983, Arteche se rompió el ligamento de la rodilla en la jugada del gol de la victoria (también de cabeza) y estuvo dos meses de baja. Para la historia dejó una estampa imborrable, empapado, roto de dolor y de orgullo, sin poder levantarse del suelo, mientras sus compañeros formaban una piña sobre él.

Anoche, sobre el césped del Metropolitano, Godín, cojo desde hacía 30 minutos, nos regaló otra viñeta para nuestra historia, calado hasta los huesos, sin poder dar un paso, henchido de alegría y de rabia, se tendía sobre el suelo mientras sus compañeros formaban una piña sobre él. 
EN 2018, ARTECHE ESTABA EN DIEGO GODÍN
El gran Juan Carlos Arteche se nos fue (falleció en octubre de 2010 por culpa de un cáncer), pero seguro que anoche, desde el tercer anfiteatro, estaría orgulloso de ver en Godín a su digno sucesor.
Amiga Hele, aunque en 2008 aún no lo sabíamos, Arteche, una lluviosa noche de noviembre de 2018, estaba en Diego Godín.
Sólo espero que en el futuro siga habiendo gente como Hele, que cuente a los nuevos atléticos quién era Juan Carlos Arteche. Yo, desde luego, me encargaré de contarle a mis nuevas generaciones quién era Diego Godín Leal. 

VÍDEO: Aquí pueden ver un resumen de aquella gesta de Arteche

lunes, 18 de octubre de 2010

¿Tú sabes quién era Arteche?

Dicen los fríos números que Juan Carlos Arteche (Cantabria, 11-04-1957 -- Madrid, 13-10-2010) fue un defensa central del Atleti que jugó 308 partidos de Liga como rojiblanco, el cuarto que más, sólo por detrás de Adelardo (401), Tomás (367) y Collar (338).
Dicen los fríos números que estuvo once temporadas (1978-1989) vistiendo la rojiblanca, marcando 18 goles y ganando dos títulos, la Copa del Rey y la Supercopa de 1985.
Dicen los fríos números que Arteche llegó a internacional, que jugó cuatro partidos con la selección española y en uno marcó un gol, a Albania…
Son números para tenerlos en cuenta, sin duda, pero yo no comencé a oír hablar de Arteche por ninguno de esos motivos. YO NO VI JUGAR A ARTECHE
Yo nunca pude ver jugar a Arteche. El central cántabro fue “retirado” del Atlético de Madrid por Jesús Gil en 1988, después de que le suspendiera de empleo y sueldo, y, pese a que los Tribunales le dieron la razón, se desvinculó del club a finales de esa temporada.
Yo era demasiado niño por entonces, mi amor por el Atleti no se despertaría hasta un par de años más tarde, pero, ya de adulto, he escuchado en múltiples ocasiones hablar de este bravo central cántabro, más allá de los números y de las reseñas que de él podía haber leído.
Siempre he imaginado a Arteche como una especie de Juanma López, zaguero batallador que no daba un balón por perdido, al suelo para cortar cualquier avance rival, expeditivo y contundente, y enfervorecido defensor de los colores del Atlético de Madrid.

LA MAYOR GESTA DE ARTECHE
Una de las más heroicas gestas que escuché sobre Arteche la conocí a través de Hele, que relataba en su blog cómo una lluviosa tarde en el Calderón, en la temporada 1983-84, acabó en una gloriosa remontada en un partido que se perdía ante el Betis 1-3.
Arteche, lesionado, marcó los dos goles definitivos en los minutos 85 y 89 (3-3 y 4-3), en un ejemplo de coraje, hombría y amor a unos colores descomunal.
El defensa cántabro se retiró del campo cojo, pero henchido de orgullo y ufano por la satisfacción del deber más que cumplido.
A causa de ese encuentro, Arteche tuvo que pasar por quirófano para ser operado de una rotura de ligamentos en una de sus rodillas. Aún convaleciente en el hospital, Vicente Calderón le impuso la medalla de oro y brillantes del club. Esas cosas, hoy no ocurren.

AGUILERA ME HABLÓ DE ÉL
La última vez que escuché hablar de Arteche fue justo una semana antes de su muerte. Fue en boca de Carlos Aguilera, otro de los últimos grandes capitanes de este equipo, al que pude entrevistar ese día.
Cuándo le pregunté quiénes fueron los jugadores de los que más aprendió Aguilera, el lateral no duda. El primero al que nombra es Juan Carlos Arteche como uno de los que le enseñó "los valores que tiene que tener un jugador del Atlético de Madrid”.
Por ello, cuando me enteré del fallecimiento del defensa cántabro, Aguilera fue uno de los primeros a los que llamé. “Estoy jodido. Era un fenómeno. Un atlético de toda la vida”, comienza diciéndome.
“Arteche era aquella persona que alguien que está empezando se quiere encontrar. Siempre estaba ahí para ayudarte, para darte buenos consejos y, sobre todo, para enseñarte lo que era el Atlético de Madrid. Enseñarte que hay que respetarlo y quererlo... Siempre estaba ahí para echarte una mano”.

¿TÚ SABES QUIÉN ERA ARTECHE?
El sábado, en el Vicente Calderón, tras un emotivo minuto de silencio y una escalofriante ovación a los cuatro minutos de juego, la pregunta “¿tú sabías quién era Arteche?” era una de las más repetidas. Se la hizo uno de mis compañeros de butaca a su hijo, de siete años. Se la hizo, filas más arriba, un hombre a unos jóvenes de veinte años sentados a su lado. Para después ponerse a enumerar las múltiples cualidades del malogrado zaguero atlético.
Cuando leía a Tomi o a Hele detallando los sentimientos y las emociones experimentadas en aquella machada de Arteche, sentía no poder haber vivido esos instantes. Como sentí, al conocer su muerte, el hecho de no haber podido entrevistar a un hombre que, sin duda, hubiera podido transmitirme mucho de lo que es el amor por lo rojiblanco vivido en primera persona.

¿QUIÉN SERÍA HOY ARTECHE?
El sábado en el Vicente Calderón intentaba buscar sobre el césped algún futbolista que se pudiera asemejar a Arteche. Por desgracia, el único que se me ocurrió fue el Cata Díaz, del Getafe, incansable luchador los 90 minutos, zaguero experimentado que usa todos los recursos a su alcance para evitar el progreso del rival.
No hubo ninguna heroicidad sobre el campo de aquellas que hubiera firmado Arteche. Aunque sí se ganó, con sobriedad, con solvencia, con tranquilidad, como seguro que el mítico 4 atlético ganó muchos partidos cuando su equipo luchaba cada año por ser campeón “y si no estabas entre los tres primeros, la afición te pitaba...”.
El Atleti ganó 2-0 con un equipo con múltiples ausencias (la pareja de puntas, Agüero-Forlán; y de centrales, Godín, Domínguez) sabiendo aguantar el arreón inicial de los getafenses, que en los primeros minutos tuvieron dos llegadas de Manu del Moral y otras tantas de Colunga. Pero todas ellas acabaron en inocentes disparos que blocó De Gea con sencillez, a excepción de un tiro de Manu que lamió el palo.

CUANDO EL DELANTERO PRESIONA: REYES
En los rojiblancos destacaría a José Antonio Reyes, que en la posición de segundo punta demostró todo lo que se puede sacar cuando los delanteros de verdad presionan, en vez de limitarse a trotar mirando el balón de reojo y con desdén.
Así, robó la cartera en la salida una vez a Boateng y otra a Marcano; amén de amargar la noche a Codina, al que cortó un saque de puerta y a punto estuvo de marcarle el 1-0 taponándole un despeje que terminó lamiendo el poste.
Minutos después de eso, Simao marcó el 1-0 con una falta ajustada al poste derecho de Codina. Tres goles del portugués, que supera su registro liguero del año pasado. Sí, ya lo supera... En la segunda mitad, Míchel introdujo a Casquero y a Rafa, que en el descanso se habían dedicado a ser protagonistas entorpeciendo a los chicos del concurso de la Coca cola.
Pero el Atlético, en apenas 25 minutos con dos delanteros sobre el campo (con la entrada de Forlán) desarboló a la defensa getafense cada vez que salía a la contra.
Así llegó el segundo, en un primoroso pase en profundidad de Reyes a Valera que el murciano apuró hasta la cocina para servir en bandeja a Diego Costa (2-0). El lateral lo celebró con rabia. Pero es la frustración de alguien que no vale para el Atleti al que de vez en cuando le salen las cosas bien.

No fue una victoria especialmente épica para un hombre que una tarde salió como el Cid de este estadio, pero el homenaje tributado por la afición seguro que emocionó a sus hijas y a su viuda, presentes en el palco. Desde hoy, todos deberían saber quién era Arteche.