miércoles, 24 de febrero de 2016

Diego Godín y la justicia de los premios

En el año 2014 Diego Godín fue campeón de la Liga española con el Atlético de Madrid (gracias a un
gol suyo), subcampeón de la Champions (con un gol suyo en la final), semifinalista de Copa del Rey y llegó hasta los octavos de final del Mundial (Uruguay pasó la primera fase también gracias a un tanto suyo). La temporada 2013-2014 firmó ocho goles, una cifra estratosférica para un defensa que además no tira ni penaltis ni faltas. Y durante el año natural de 2014 sumó la friolera de nueve tantos (seis en el último tramo de la campaña 2013-2014 y tres en la primera mitad de la 2014-2015).
Fue uno de los integrantes más decisivos del Atlético de Madrid campeón de Liga, pieza indispensable e indiscutible para el Cholo Simeone.
Sin embargo, Diego Godín no estuvo ni siquiera entre los nominados para el Balón de Oro 2014, ni entró en el once ideal de la FIFA, ni tampoco fue merecedor de ningún premio en la gala de la Liga de Fútbol Profesional (LFP)...

POR DETRÁS DE THIAGO SILVA O DAVID LUIZ…
En España, se eligió a Sergio Ramos como mejor defensa (el Real Madrid acabó tercero); y el once de la FIFA tuvo por delante de Godín al propio Ramos, a David Luiz (tercero en la Premier con el Chelsea y eliminado de la Champions por el propio Atlético) y a Thiago Silva (futbolista que nunca ha pasado de unos cuartos de final en Champions). En los tres casos, si a vuela pluma debo decir en qué son mejores que Godín respondería que en que tienen más pelo...
En la última lista del Balón de Oro (2015) la FIFA eligió entre los 59 precandidatos a defensas como el argentino Otamendi o el italiano Chiellini. Incomprensible...
Godín sólo vio reconocido su enorme rendimiento al ser incluido en el once ideal de la Liga BBVA 2014 (elegido por la redacción de LFP.es, a Godín se le unieron sus compañeros Courtois, Juanfran, Filipe Luis, Gabi, Koke y Diego Costa... y luego ninguno fue premiado en la gala de la LFP ¿quién decidía esos premios?); y en el equipo del año UEFA, a votación de los internautas de UEFA.com.

VALORES QUE LOS PREMIOS NO SABEN MEDIR
Si fuera por números, Godín se merecería al menos estar nominado a cualquiera de esos galardones. Pero es que además, el ‘Faraón’ reúne características como sus cruces decisivos, su capacidad de anticipación, su poderío aéreo, su casta, su compromiso, su aliento al compañero, su coraje, su corazón, su cabeza... como valores intangibles que los premios no saben medir.
Y dentro de estas virtudes etéreas hay una que le define a la perfección y por la que parece que el premio que le concedió este lunes Agencia EFE (mi casa como colaborador durante seis años) estaba creado ad hoc para él: el liderazgo.
El director de Deportes de EFE, Luis Villarejo, argumentó que Godín se merecía este premio por ser "un líder carismático y natural", dentro de un equipo que se ha definido históricamente por ser "rebeldes y ganadores".
LA PALABRA LÍDER VA UNIDA A DIEGO GODÍN
En mi libro de Diego Godín "Coraje, corazón y cabeza" aparece en más de una veintena de ocasiones la palabra "líder" en referencia al uruguayo. Siempre de la boca de alguno de sus compañeros o entrenadores.
Entre algunos de los ejemplos más destacados, su compatriota y compañero en la selección y en el Villarreal, Sebastián Eguren, le define del siguiente modo: "Diego se convirtió en un líder a seguir, y todo desde la humildad y el no creerse más que nadie, sin marearse con ningún aplauso. Pero Diego no siempre fue un líder, fue aprendiendo a base de respetar los liderazgos del resto".
Su también compatriota y tándem en el centro de la zaga tanto en el Atlético como en la selección charrúa, Josema Giménez, lo expresa de este modo: “Tiene el poder de un líder. Cuando habla, te llega, y aprendo un montón de él. Es un referente. El espejo en el que me miro”.

LUGANO: “UN LÍDER A LAS MALAS”
Diego Lugano, el hombre que le cedió el brazalete en la celeste, explica cómo nació el liderazgo de Godín: "En muchos momentos muy jodidos, de mucha presión, sobre todo en fases eliminatorias, Diego surgió como un verdadero líder a las malas, con un temple muy importante, apoyándome en todo, en la toma de decisiones. Es muy inteligente para transmitir a la gente lo que significa la selección, para transmitir a los compañeros la importancia de lo que nos estamos jugando, y por eso le aprecio tanto".

TABÁREZ: “GODÍN REÚNE TODOS LOS TIPOS DE LIDERAZGO”
Y el hombre que le otorgó la capitanía, el Maestro Tabárez, define muy bien qué tipo de líder es Diego: "Hay muchos modos de liderazgo: un líder deportivo, el jugador imprescindible; un líder social, el que se acerca siempre al compañero que lo necesita o atiende los problemas del grupo desde el silencio… Y Godín reúne todas esas características. Mucho antes de ser capitán, asomaba entre los más jóvenes como un líder. Siempre estaba ahí y era reconocido por los de más edad a la hora de tratar temas, hacer una consulta... ".

LUIS SUÁREZ: “GODÍN IMPONE RESPETO”
El barcelonista Luis Suárez es una voz más que significativa para valorar su condición como capitán de la selección uruguaya: "Godín impone respeto, es el que alza la voz dentro del campo de juego, y es un líder en el vestuario. Teniendo casi la misma edad que él, cuando veo la forma en la que te habla, afirmando las cosas, con esa seguridad, te das cuenta de que tiene razón en todo lo que dice. Es un grandísimo ejemplo a seguir para los más jóvenes. Siempre tuvo carácter de ganador, pero desde que está en el Atlético de Madrid aún se ha contagiado más de ese afán por ganar".

GABI: “GODÍN YA ERA CAPITÁN ANTES DE LLEVAR EL BRAZALETE”
Y precisamente en el Atlético de Madrid, el hombre que le precede en la capitanía, Gabi, detalla cómo Diego se ha ganado el brazalete rojiblanco: “Puede parecer fácil, pero escuchar a un jugador hablar y que llegue a todos los compañeros... es una de las cosas más difíciles en el mundo del fútbol. Cada palabra que Diego dice antes de un partido, en cada charla, le llega a la gente, y por eso es un líder nato. Mucho antes de que Godín llevara el brazalete, ya era uno de los capitanes en la caseta. Poquito a poco se ha ganado el respeto de la afición y de los compañeros gracias al trabajo, a estar callado y a no levantar la voz, salvo cuando había que levantarla".
El tercer capitán atlético, Koke, también habla del liderazgo del uruguayo: “Es por su jerarquía. Por el tipo de persona que es. Por algo le han dado también la capitanía en Uruguay. Por su forma de llevar el grupo, que no vale cualquiera".

JUANFRAN: “CON POCO QUE TE DIGA, TE LLEGA MUY ADENTRO”
Y otro de los pesos pesados del vestuario, Juanfran, va más allá: “No sólo en el fútbol, sino en la vida, hay personas que hablan mucho, pero no te acaban de transmitir nada. Diego, en cambio, con poco que te diga te llega muy adentro. Cualquier cosa que me dice sobre el juego o sobre el partido, hace que le preste toda mi atención. Cuando él habla, se hace notar en el grupo, y los compañeros encaminan sus ideas en función de lo que él dice”.

GRIEZMANN: “CUANDO GODÍN HABLA, EL RESTO CALLAN”
Y en esta línea, la gran estrella del actual Atleti, Antoine Griezmann, pone el colofón a lo que significa Godín en la caseta colchonera: “Sabe las palabras que hay que usar en cada momento y la verdad es que cada vez que habla hay un silencio en el vestuario o en el campo, porque sabemos que lo que va a decir es lo que está pasando o lo que tiene que pasar. Cuando él habla, el resto callan”.

Después de leer todos estos testimonios que aparecen en mi libro, uno se hace a la idea de cuán a la perfección casa que le hayan concedido a Diego Godín este "Premio al Liderazgo Deportivo" de Agencia EFE. No en vano, Godín ha sido capitán en todos los equipos por los que ha pasado, excepto el Villarreal. En el Atlético Cerro, con sólo 19 años…

UNA VEZ MÁS, SUS PADRES SIEMPRE PRESENTES
Pero si hay algo para lo que aún no se ha inventado ningún premio y que ejemplifica la grandeza de Diego Godín fueron sus palabras al recoger el galardón: "Quiero compartir especialmente este premio con mis padres... Todo lo que soy como persona, se lo debo a ellos".
En mitad de esta frase, Diego calla presa de la emoción. El aplauso del público le da aire para terminar sus palabras. Y según acaba se funde en un emotivo abrazo con sus progenitores, Julio e Iris, que como cada año han venido a visitarle unos días por su cumpleaños.

YO YA LO HABÍA VIVIDO
Algunos podrían pensar que es un gesto de cara a la galería. Una emoción impostada. Pero yo sé que no. Justo hace un año, en su casa de Boadilla, sin focos, sin cámaras, y sin premios de por medio, un nudo en la garganta volvió a dejar a Diego sin palabras cuando me contaba el día en el que llamó por teléfono a sus padres (que tanto le ayudaron en aquellos comienzos cuando apenas tenía para comprarse una muda de repuesto para entrenar) para contarles que le habían convocado para entrenar con la primera plantilla del Atlético Cerro.
"Ese día estaba loco de la vida. Era un poco devolverles todo lo que habían hecho por mí. Pensar en el orgullo que podrían tener ellos al ver que yo había llegado a Primera División fue... impresionante", me relató aquel día, antes de que la emoción le impidiera seguir hablando.
Ningún premio puede reconocer un sentimiento tan puro como ése, pero desde luego, momentos como estos, son los que me hacen sentirme orgulloso cada día de haber escrito el libro de Diego. En este caso, el tópico se cumple: gran futbolista... mejor persona.     

lunes, 15 de febrero de 2016

Demasiado poco

JORNADA 24- GETAFE 0-1 ATLÉTICO  
Goles: Fernando Torres.
"Si hay un equipo en este mundo que puede ganar haciendo un solo gol es el Atlético de Madrid", sentenció el comentarista de Bein Sports cuando todavía restaban 20 minutos para el final del choque. Un comentarista, por otra parte, que aventuró que Carrasco podría tener para dos o tres meses de baja por el esguince que se produjo al inicio de la segunda parte (finalmente estará de dos a tres semanas sin jugar. Baja sensible...); o que se tiró todo el final del encuentro recordando cómo el Atlético también sesteó con un 0-1 en Riazor y con un partido cómodo, pero el Deportivo acabó empatando por un error de Giménez (si llega a empatar el Getafe me habría cagado en el dichoso comentarista por agorero...).

Pero en la primera frase que les he citado, acertó de pleno. Los rojiblancos sólo han encajado once goles en esta Liga (cuatro se los marcó el Barça), muy por debajo de los 18 tantos recibidos por el Barça y el Villarreal o los 23 que le han marcado al Real Madrid. Sólo un equipo en toda Europa ha recibido menos goles, el PSG (10). Pero el registro que sí lidera el Atlético de Madrid en todas las grandes ligas europeas es el del equipo que más partidos ha dejado su portería a cero. Con el de ayer, 15 de 23 jornadas.

DEL 99 AL 100, 571 MINUTOS; DEL 100 AL 101, UNO...
Así pues, cuando Fernando Torres marcó el 0-1 al minuto de juego, algún aficionado azulón seguro que pensó en coger la mochila e irse ya a casa. Visto para sentencia. Fue al minuto de juego sí, cuando Torres remató a la red en el segundo palo una gran asistencia desde la banda contraria de Yannick Carrasco. Y es que así es el Niño, si entre su gol 99 y el legendario número 100 tuvo que acumular 571 minutos y catorce partidos, para cantar su gol 101 no pasaron ni dos minutos. Así es Fernando Torres y la historia de amor de la que les hablé el otro día. Especial.

EL ATLETI NO QUISO MÁS; EL GETAFE NO PUDO
El Atleti hizo un buen primer acto, con Gabi mandando de forma autoritaria en medio campo y con el propio Torres pudiendo sentenciar (falló un mano a mano tras gran asistencia del capitán), pero siempre dio la sensación de que los rojiblancos no quisieron más y de que el Getafe simplemente no pudo dar más de sí.
Ésa fue especialmente la tónica de la segunda parte. Con un Getafe que tuvo más la bola, pero que jamás inquietó a Oblak, y con un Atleti que siempre tuvo la situación controlada y que supo dormir el partido cuando fue necesario. A ello contribuyó en la recta final un Óliver Torres que ojalá de una vez por todas consiga coger confianza, ya que a una gran media hora contra el Eibar, ayer volvió a sumarles 35 minutos de calidad, guardando la pelota, pisándola y dando siempre un pase acertado.
A excepción hecha de las pinceladas del cacereño, el segundo acto fue un auténtico aburrimiento con un Atleti que se mostró tan superior como conformista con la victoria mínima. El poderoso de rojiblanco pareció querer mantener vivas las esperanzas de los de azul hasta el último suspiro; pero los chiquitos de Getafe nunca pudieron hacer más y, aunque aguantaron hasta el final, vieron el partido morir.

Y HARÁ FALTA MÁS
El Atleti ganó con demasiado poco. Y me temo que tan poco no bastará para superar a rivales de más exigencia como son los próximos en llegar: Villarreal, cuarto con sólo seis puntos menos que los rojiblancos; el PSV en Champions; y el Real Madrid...
Confío en que los del Cholo sepan elevar su nivel para afrontar estas citas, porque dando tan poco nuestros rivales directos acabarán por alejarse. Con pequeñas dosis, será imposible luchar por todo.
Viendo el recital del Barça frente al Celta, rezo porque el Sporting sea capaz de sacarle algo a los culés este miércoles. De lo contrario, creo que el sueño de la Liga (seis puntos de diferencia a falta de catorce jornadas) empezará a verse demasiado borroso.       

miércoles, 10 de febrero de 2016

De cero a cien, en quince años- Fernando Torres, una historia de amor

Comenzó como un amor adolescente, en un recién estrenado siglo XXI. Por entonces, como canta Sabina, "se masticaba en los billares que el Atleti había bajado a Segunda"... Cañizares lloraba amargamente su segunda final de Champions consecutiva perdida, en los penaltis... el Alavés caía en una increíble final de la UEFA ante el Liverpool (5-4)... en el cine se estrenaba "Los otros", de Alejandro Amenabar... y en política el Gobierno de José María Aznar aprobaba las polémicas reformas educativas de la LOU y la LOCE.
UN NIÑO PECOSO NOS ENAMORÓ
Aún no lo sabíamos, pero entonces el mundo era joven. Enormemente joven. Estábamos pasando el peor momento de nuestras vidas y entonces vino él. Un Niño pecoso, extremadamente delgado y tímido, y con un flequillo rubio y afilado. Y nos enamoró locamente. Después de la primera cita, un 3 de junio del 2001 en Albacete, le bastaron quince minutos para conquistarnos. Y estuvimos quedando sin descanso durante más de seis años.
Todavía recuerdo la primera vez que le vi en televisión, en Telemadrid. Sólo faltaban dos jornadas para el final del curso, pero ante la pregunta del presentador, el Niño no dudó: "¿Subimos?"  -"Seguro", respondió con un brillo en los ojos que aún conserva.  

LAS PRIMERAS CITAS
Solíamos quedar sólo los domingos (por entonces teníamos vetado lo de salir fuera entre semana...) y cada día que cogíamos el camino al Manzanares lo hacíamos con la ilusión de verle sólo a él. El único por el que éramos envidiados y conocidos mundialmente. El único que nos despertaba una sonrisa en los malos momentos. El único por el que se podía soñar con tenerlo todo. Alguien con quien producía orgullo pasear a su lado.
Todavía recuerdo con nitidez todas y cada una de nuestras primeras citas. Especialmente aquellas que acabaron en gol. Como la primera en el Calderón, con apenas 17 años, el 25 de agosto de 2001 (contra el Jaén). O la primera ya en un restaurante de lujo (en Primera), el 15 de septiembre de 2002 (contra el Sevilla, de cabeza).
Y así hasta 91. En Tarragona. Tuvo que ser precisamente de penalti. Algo que define otra de sus grandes virtudes: la testarudez para lograr lo que se propone. Ya que era una suerte que se le estaba resistiendo por entonces.

UNA BRONCA MUY GORDA, Y LA RUPTURA
Ésa fue la última. Una semana antes habíamos tenido una bronca muy gorda, de las que hacen historia, provocada por un grupo de catalanes (el 0-6 ante el Barça) y desde entonces ya no levantaste cabeza. Hacía mucho que sabía que no te gustaban los amigos de los que te rodeaba cuando salíamos en público; que pensabas que no estaba invirtiendo lo suficiente en ti; y que cada vez que hacíamos balance se veía que lo nuestro no funcionaba.
Así que un 4 de julio de 2007 nos citaste a las diez de la mañana para decirnos que nos dejabas. Era pleno verano, pero mi recuerdo es el de una sala gélida como un témpano, llena de gente, y aún siento cómo se respiraba la tensión en el ambiente cuando te vi entrar.
"Nunca he mentido. Siempre he dicho que mi idea era seguir y que cuando tomara la decisión de marcharme lo diría y aquí estoy", fue tu frase que se me quedó grabada como un puñal en lo más profundo del corazón.
Fueron muchos los que dijeron que fueron "tus padres" los que te obligaron a dejarnos, pero yo siempre pensé que nadie te puso una pistola en la cabeza para que te marchases. Así que no pude perdonarte. Pero tampoco olvidarte.

GUIÑOS EN LA DISTANCIA
Tras muchos años de relación siendo un buen novio, sin flirtear con otras y siempre volviendo a casa a tu hora, te fuiste con otra. Una chica más rubia, más guapa, que además sabía inglés y te daba la posibilidad de irte más de 'Copas'... y hasta más tarde.
Con el paso de los años, vi cómo nos hacías guiños desde la distancia. Una bandera con nuestros colores sobre un autobús después de un viaje que hiciste a Austria y Viena; una bufanda con nuestro símbolo junto a una pieza de oro que lograste en Sudáfrica; y una camiseta con nuestro número: el 9...
Mientras tanto, conseguía cumplir otra de tus frases lapidarias del día de tu despedida: "Que los que vengan consigan llevarte donde yo no he podido"
Y sí, conseguí éxitos y tuve bastantes noches de alegrías. Pero jamás dejé de mirar tus redes sociales para tener noticias tuyas y saber cómo te iba por las islas.

SIETE AÑOS DESPUÉS, QUISISTE VOLVER
Tras mucho tiempo imaginando que ese momento llegaría, y después de unos meses en los que el rumor cobró fuerza, un domingo de primeros de enero me dijiste que querías volver conmigo. Quedamos a orillas del Manzanares, como siempre, y nos llenamos con nuestras mejores galas para recibirte.
He de reconocer que estaba reticente, temeroso. Había pasado mucho tiempo. Demasiado. El dolor ya quedaba lejos, pero como mínimo tenía que hacerme el duro y no recibirte con los brazos abiertos.
Sin embargo, no pasaron ni dos semanas para que me hicieras un doblete en ese sitio donde más morbo nos daba. Empezamos sólo con la puntita, pero esa noche la metimos entera.

Y LLEGÓ LA CITA CIEN
Y así llegó el pasado sábado. Los últimos cuatro meses habíamos atravesado un bache, con algunos momentos muy duros, y eran muchos los que ya proclamaban nuestra ruptura definitiva. Otra vez. Después de haberlo intentado de nuevo. Cuando ya parecía que lo nuestro sería para siempre.
Sin embargo, el sábado llegó nuestra cita cien. Fue a última hora, tras un par de intentonas fallidas, y cuando ya parecía que habría que esperar otro día para celebrar nuestro centenario.

Y VOLVISTE A TUS ORÍGENES
Fue en una gran fiesta, con más de 40.000 personas puestas en pie para celebrar ese momento, latiendo los corazones de todos como si fueran sólo uno. El nuestro. Como si el tiempo no hubiera pasado. Como si de verdad en ese momento estuviera pasando algo realmente grande.
Y en ese momento culminante, cuando otros sólo sacan abdominales para salir en la foto, tú te acordaste de tus raíces, de tus valores más arraigados, esos que jamás olvidaste, y te fundiste con ellos en un abrazo (con Manuel Briñas, el hombre que le descubrió para el Atlético de Madrid con sólo diez años) para demostrar al mundo que, al fin y al cabo, ni los años, ni la distancia, ni un mundo que cada vez se ha convertido más en un negocio carente de sentimientos... nada, te había cambiado.  

YA SÓLO QUEDA UNA FRASE...
Ya son cien citas, Fernando. Quince años. Pero todavía recuerdo la primera como si hubiese sido ayer. Ya sólo queda cumplir otra de esas frases tuyas que se quedaron grabadas antes de que nos separásemos: "Lo más importante es estar donde realmente estés a gusto y conseguir títulos donde de verdad los sientas". Vamos por ello, Fernando. Porque a veces en la vida, la fuerza del corazón, lo puede todo.  

PD: La cita cien se produjo en un Atlético de Madrid 3-1 Eibar en el que también marcaron Giménez y Saúl. Pero todo quedó eclipsado por una historia de amor en el minuto 91...

lunes, 1 de febrero de 2016

El orgullo intacto; la Liga, perdida

JORNADA 22- BARCELONA 2-1 ATLÉTICO
Goles: Messi, Luis Suárez; Koke.
Hay muchas ocasiones en la vida en las que es difícil mantener el orgullo cuando pierdes algo que quieres. Hay momentos donde la derrota humilla, donde uno se rebaja o donde se pierden los papeles. Por desgracia hay instantes en los que nos degradamos con tal de agarrarnos a aquello que queremos alcanzar y es difícil mantener la cabeza alta.

DOS MALAS DECISIONES QUE SE HAN PAGADO MUY CARAS...
El sábado éste no fue el caso del Atlético de Madrid. El equipo colchonero tomó principalmente dos malas decisiones a lo largo del partido que puede que tenga que pagar durante toda la Liga... (el plantillazo de Filipe, que quizá en otros casos -o equipos- podría haberse saldado con amarilla... y la entrada a destiempo de Godín que le supuso la segunda amarilla)

UN COMIENZO PRECIOSO
El comienzo de la película fue precioso. El Atleti salió presionando al Barça hasta su propia área, con Griezmann y Carrasco corriendo como leones para iniciar la presión. A los dos minutos Saúl ya obligó a volar a Bravo con una preciosa rosca a la escuadra, y a los diez Koke puso el 0-1. Gran internada por la derecha del propio Saúl (dejando literalmente tirado a Jordi Alba) y centro al corazón del área que llega a Koke, solo, quien bate a Bravo de primeras. La ilusión se disparaba hasta las cotas más altas y todo parecía posible. El castillo del sueño por la Liga reinaba en todo lo alto.
La presión alta impedía al Barça tocar, los rojiblancos se anticipaban en la mayoría de las acciones, Messi llegó a recibir en alguna ocasión rodeado de hasta cuatro contrarios, y Carrasco y Augusto volvieron a probar suerte desde fuera del área sin que Oblak ni siquiera viera al balón rondar por su área. "Estaría bien que el Atleti marcara el segundo, porque el Barça, como siempre, acabará despertando", le comenté a mi amigo Rodri, culé para más señas, con quien vi el partido. Y despertó.

EN UN INSTANTE, SE DERRUMBA EL CASTILLO
Tras 25 minutos primorosos, el Barça aumentó el empuje y el Atleti dio un par de pasos atrás. Primero fue Luis Suárez el que probó a Oblak con un latigazo, y sólo un minuto después (a la media hora) Messi colocaba el empate con un disparo ajustado al palo (1-1) tras asistencia de Jordi Alba que Giménez no supo cortar (fue muy fácil al suelo).
El empate no era malo. Lo habría firmado al inicio con los ojos cerrados. Pero duró poco. A los 38, un pase largo de Alves desde medio campo lo protege Luis Suárez, al que su compatriota Giménez da una excesiva e incomprensible ventaja, y el charrúa deja correr la pelota para cruzársela a un Oblak que quizá en esta sí pudo hacer algo más (2-1). En sólo ocho minutos se había ido al traste el trabajo magnífico de la primera media hora. Un inicio perfecto, inmaculado, se desvanecía en dos mazazos. El castillo se derrumbaba. Pero lo peor aún estaba por llegar. Al borde del descanso, el plantillazo de Filipe condenaba al Atleti y al partido. Una segunda parte con diez en el Camp Nou parecía la sentencia de muerte. Pero no fue así.

EL ATLETI TAMBIÉN FUE MEJOR CON DIEZ
Los del Cholo saltaron al segundo acto como si nada hubiese pasado. Seguían presionando arriba con un Carrasco estelar. Primero hizo una jugada en la que casi se va de cuatro (sombrero a Iniesta incluido) y luego sacó un centro perfecto que Griezmann remata con la puntera de la bota y Bravo, de forma milagrosa, hace honor a su apellido y saca con el pie derecho. Un paradón, pero, en honor a la verdad, se la encuentra. Cuando vi que Griezmann conectaba el remate (que parecía imposible) salté del sofá convencido del gol. Pero no entró. Y el Atleti no se vería en otra igual. Pese a estar en inferioridad respecto a su rival, los colchoneros daban más. Era el mejor partido de Augusto como rojiblanco, Juanfran taladraba por la derecha, Koke mandaba, Saúl pletórico de fuerza y de clase, Carrasco (repito) en plan estrella, y Griezmann apareciendo constantemente... Corría el minuto 62 de partido cuando el Camp Nou comenzó a pitar a su equipo. El Atleti estaba más fuerte y dominaba a los suyos con un hombre menos... Pero ya con dos...

CON NUEVE, UN IMPOSIBLE
En el 64, Godín va al suelo a un balón sin peligro que Luis Suárez controlaba en línea de fondo en dirección al córner y hace una entrada a destiempo que le cuesta la segunda amarilla. Ahora sí, el Atleti estaba muerto. Pero se mantuvo de pie.
En 25 minutos contra nueve el Barça sólo fue capaz de hacer intervenir a Oblak en una ocasión (precisamente la falta sobre Luis Suárez, que tiró directa Messi), y apenas sacar dos "huys" en sendos disparos demasiado cruzados de Arda y de Alves.

EL ORGULLO, EN TODO LO ALTO
Por el contrario, el Atlético de Madrid todavía dio varias muestras de carácter y orgullo hasta el final. En el minuto 70 Juanfran y Saúl presionaron al propio Claudio Bravo en una jugada ofensiva y en el minuto 90 el Camp Nou aún tuvo que contener la respiración en una falta lateral que llegó a ser rematada por Giménez y en la que incluso subió Oblak...
Fue emocionante ver al Atleti morir con cuatro de sus ocho hombres de campo presionando al Barça en su propia mitad del terreno... Pero así es este Atleti del Cholo: lucha hasta el último aliento. Mientras haya la más mínima esperanza, pelea por alcanzar su meta.
Creo sinceramente que la Liga está perdida. Si el Barça gana en El Molinón serán seis puntos y el goal average. Pero el orgullo está intacto. Y también estoy convencido de que agarrado a ese orgullo el Atleti luchará hasta el último suspiro (como hizo este sábado) para volver a levantar ese castillo de ilusión por la Liga. Si nos dejan (no recuerdo un Madrid-Barça en el que ninguno de los dos se quedara con nueve... Por mucho que las expulsiones pudieran ser justas) todavía se puede seguir luchando por un sueño que durante varios meses ha sido muy muy intenso.