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jueves, 6 de mayo de 2010

Quebraderos y dilemas por el Atleti

Estos últimos días, lejos de ser felices y eufóricos, me han traído muchos quebraderos de cabeza a causa del Atleti.
Tengo entradas para Hamburgo, dos, a precio de 130 euros que me han conseguido a través de un patrocinador.

Debería sentirme un privilegiado por ello, pero no he encontrado a nadie con quien ir. Ni mi padre, ni mi novia, ni algunos amigos están dispuestos a asumir los 500 euros del viaje en avión. Con lo que yo, tampoco estoy convencido de la posibilidad de ir solo, aunque conozco a un par de atléticos que estarán allí. Pero sin viaje ni alojamiento cerrado, voy a renunciar a las entradas. Me duele mucho, y aún a esta hora no he llamado para decir que se las den a otro (me las entregaban mañana), e incluso algún amigo me ha dicho que las revenda. Pero creo que no valgo para eso.

NO FUI AL CALDERÓN A VER AL VALLADOLID
Los quebraderos continuaron ayer. Comencé mi andadura en Telemadrid y al salir me di cuenta de que no me había llevado conmigo el abono del Atleti. Otro dilema, volver a Getafe y luego al Calderón para ver un descafeinado Atlético-Valladolid al que mi padre ya me había dicho que no iba a asistir, o pasar de viajes inútiles...
Al final, me quedé en casa de mi novia y escuché la primera parte por la radio, donde el Valladolid perdonó lo imperdonable ante un Atleti displicente y firmó su sentencia de muerte, y vi la segunda por la tele.
Aún así, por intrascendente que sea el choque, ver los goles de Juanito, Jurado y Forlán y no estar en el campo para celebrarlos me duele.
Así soy yo. Así siento el Atleti. Que estos días, lejos de las alegrías que debería estar experimentando, me está haciendo estresarme. Todavía estoy buscando cómo conseguir entradas para Barcelona para un amigo y mi novia, además de las que tengo mía y de mi padre con los dos abonos. ¡Qué agonía!

domingo, 2 de mayo de 2010

Hoy también jugaba el Atleti

Aunque no lo pareciera, hoy también jugaba el Atleti. Es difícil, en apenas tres días, experimentar un contraste mayor entre dos partidos de tu equipo. De la tensión insondable del jueves, con la emoción a flor de piel y el corazón palpitando a cada jugada, a la indiferencia de hoy, un partido indolente en el que nada había en juego y, aunque esté mal decirlo, convenía perder.
Fue como pasar de la última montaña rusa con los loopings más espectaculares a dar de comer a las palomas en un banco; como tirarte de un avión en paracaídas a, tres días después, meterte en una sauna.
El jueves, mi padre me decía que, como siga así, “cuando sea mayor no vas a poder ver el fútbol. Te va a dar un infarto”. Esta tarde, me sorprendía mandando mensajes sin enterarme demasiado del juego, o terminando una partida del Tetris con la segunda parte ya comenzada.
Se trataba de un partido poco deseable. El Atleti con la conveniencia de perder, para “ayudar” al Sevilla a meterse en Champions y garantizarse así, aún perdiendo la final de Copa, una plaza en la UEFA.
Pensar en perder no es recomendable. Y pensar en perder por si pierdes... menos aún. Pero es lo que había. Y a hacer este partido más llevadero ayudó, y mucho, la clasificación del jueves para la final de la UEFA. Alguno de los dos títulos caerá, espero. De lo contrario, habría sido un partido muuuuy triste.

LAS ENTRADAS DE HAMBURGO
Hablando de la final de Hamburgo. Hoy se ha conocido el ritual para el reparto de entradas y no me parece para nada justo que los 15.000 primeros abonados con abono total puedan coger una entrada a otro abonado total, aunque sea el 45.000. Con esta medida, yo, que soy el 16.000, no creo ni que las huela... Y estoy devanándome los sesos para encontrar una...

¿EL PARTIDO? GANÓ EL SEVILLA, CLARO
Como verán, 300 palabras después y aún no he hablado del partido... Perdió el Atleti, sí. Lo siento por los del Mallorca, a los que no me habría importado echar una mano y fastidiar al Sevilla. Como digo, algún título caerá...
A los cinco minutos, vino el primero. Un corner al segundo palo (el primero de los once de los que dispuso el Sevilla) fue rematado por Luis Fabiano, libre de marca, a gol (1-0).
Como había quedado un poco descarado, el Atleti empató a los dos minutos para disimular. Una falta prolongada al segundo palo por Camacho fue propulsada a la red por Tiago apareciendo desde atrás (1-1). Segundo gol del portugués en esta Liga.
Sólo hubo que esperar otros cinco minutos para que los hispalenses volvieran a ponerse en ventaja. En un balón dividido en el flanco izquierdo del área, Valera arrolló a Adriano y encima se hizo daño. Gracias Dios, por no dejarle liar ninguna en Anfield. Según mi madre, no fue penalti porque los dos chocaron, pero Valera no lo hizo aposta...
Sin embargo, Pérez Burrull no lo vio así, y Negredo colocó el 2-1.

OTRO PENALTI
Cada corner del Sevilla era rematado por uno de blanco. El primero, gol. El segundo, remate de Fazio fuera. El tercero, parada de De Gea a cabezazo de Luis Fabiano. Y el cuarto, penalti...
Luis Amaranto Perea
, hoy capitán, agarró a Konko dentro del área y éste se dejó caer. Uno de esos agarrones que hay mil en la zona de castigo en cada partido. Pero Pérez Burrull estaba dadivoso y lo volvió a pitar. Y Álvaro Negredo lo volvió a marcar, esta vez engañando a De Gea con sutileza.
Con el 3-1, pensé que así al menos el Atleti se podía permitir meter otro golito. Pero sólo Reyes estaba por la labor, al que su ex equipo paró en reiteradas faltas cuando intentaba internarse.
Con el descanso asomando por la bocana de vestuarios, el utrerano mandó al poste izquierdo una buena jugada del Kun Agüero.
Cabe destacar, antes de que se me olvide, que el día de hoy pasará a la historia por ser el del debut del fichaje estrella de García Pitarch: Leandro Cabrera.
El uruguayo, al que hasta ahora sólo habíamos visto en imágenes de los entrenamientos al lado de Forlán, me causó indiferencia, como el partido. Aunque tuvo un miura como Jesús Navas para estrenarse.

45 MINUTOS MÁS LARGOS QUE EL ÚLTIMO MINUTO DE ANFIELD
En la segunda parte, nada de nada. Un par de jugaditas del Kun, una de ellas finalizada en gol anulado por un dudoso fuera de juego; un tiro al larguero de Fazio en el enésimo corner, y 45 minutos que se me hicieron laaaaargos, laaargos, casi tanto como el último minuto de la prórroga del jueves en Anfield.
Con Europa prácticamente en el bolsillo, sólo falta rematar la temporada con un Doblete que tanta falta nos hace y con el que enjugar las muchas lágrimas derramadas en la última década. Nos lo merecemos. Nosotros. Los mismos que daríamos un riñón por ir a Hamburgo.
Por cierto, no sé si lo he dicho ya, pero... ¿alguien me consigue una entrada?

domingo, 25 de abril de 2010

Este año sí habrá niños del Atleti

Era un día bonito: tiempo espectacular, el sol por todo lo alto, una afición con ganas de animar a su equipo tras la importante victoria frente al Liverpool, y el estadio repleto de niños con sus camisetitas rojiblancas.

EL DÍA DE SALVIO
Qué mejor día para que nuestra futura estrella, el Toto Salvio, se reivindicara que el Día del Niño.
Su día. A sus 19 años, el argentino formó dupla atacante con su compatriota, el Kun Agüero, y destrozó a la defensa tinerfeña a la contra. Jugó donde tiene que jugar, arriba, en punta, liberado de obligaciones defensivas y de trabajos tácticos que desconoce. Y destacó.

Comenzó asustando el Tenerife, con un disparo al poste de Ayoze con un futbolista rojiblanco tendido en el suelo. Pero se adelantó el Atleti.
En una rápida contra propiciada por Salvio, éste sirvió para Agüero, cuyo tiro lo salvó Sergio Aragoneses, pero el Toto mandó el rechace a la red. Primer gol del argentino con la camiseta colchonera (1-0).
Tomó el mando el Tenerife, al que una victoria le habría sacado del descenso tras el empate del Málaga y la derrota del Zaragoza, pero cada réplica de los locales era mortal.
Tuvo una Agüero tras hacer tres recortes; más tarde, Tiago mandó otra al larguero; y Jurado remató fuera una tercera en posición franca. Hasta que volvió a marcar Salvio. En una buena apertura a banda derecha de Tiago para Valera, el murciano la bajó con el pecho y puso un gran centro al área, que Salvio remató de primeras a gol. 2-0.
Quiso coronar su extraordinario partido el ex de Lanús cuando, al borde del descanso, robó la cartera a un zaguero tinerfeñista cerca del área, y, aunque algo escorado, buscó superar a Sergio Aragoneses con la zurda. El ex rojiblanco le privó del hat trick.

EL TENERIFE APRETÓ, EL KUN SENTENCIÓ
En la segunda parte, el empuje de Dinei y de Kome desde segunda línea metió al Atleti en su campo, con Nino siempre merodeando el gol.
En una internada del propio Dinei, De Gea sacó el disparo abajo con la pierna derecha, pero la jugada continuó y acabó con un pase atrás y un tiro perfectamente ajustado de Román Martínez (2-1).
Fueron los minutos de los isleños, cuyos 400 incondicionales desplazados al Manzanares se animaron con el “este partido, lo vamos a ganar”. Pero era el día de los niños del Atleti.
De todos menos de Ibra
, que, después de estar calentando toda la segunda mitad, vio cómo Quique llamaba a falta de 20 minutos a Simao y a Forlán, para dejarle a él los preceptivos cinco minutitos.
Me imagino la cara que debió quedársele al pobre chico. Cosas de Quique.
Por fortuna para los rojiblancos, el recién entrado Diego Forlán conectó con Agüero, que aguantó hasta la cocina las embestidas de Pablo Sicilia para cruzarle la pelota a Aragoneses. 3-1 y a pensar en Anfield.

POR LOS NIÑOS DEL ATLETI
Otros años
, viendo a los niños volverse tristes a sus casas después de un mal resultado uno se preguntaba ¿pero cómo va a haber niños del Atleti?
Pero este año es distinto. En las caras felices de los más pequeños, en el brillo intenso de sus ojos después de ver ganar a su Atleti y de celebrar un gol de su ídolo, uno puede vislumbrar que esta temporada va a pasar algo grande.
Hace casi dos décadas, un niño de nueve años afianzó su amor por este equipo después de ver a Futre levantar la Copa del Rey en el Bernabéu, ante el Mallorca, tras un gol de Alfredo. Y es que son los títulos y las gestas los que atraen a los pequeños hacia los equipos.
Ese niño era yo. Y hoy, ya bien crecidito, auguro que este año serán muchos los niños que se van a hacer del Atleti. No les decepcionen. Hay que aprovecharlo.


* Nota: El próximo miércoles, publicaré la crónica del Atlético de Madrid-Barcelona de la final de la Copa del Rey de 1996, el año del Doblete.
Será la primera crónica de una serie sobre las últimas finales jugadas por el Atleti, para ir creando ambiente de cara a la histórica cita en Anfield y la próxima final de Copa.

domingo, 18 de abril de 2010

Se acabaron las pachangas; el jueves, en serio

El Atlético de Madrid finalizó anoche su “pretemporada” de cara a las semifinales de la Copa de la UEFA ante el Liverpool. Y lo hizo con derrota, como ante el Espanyol y el Xerez.
El jueves, ya no habrá más probaturas. El Liverpool de Fernando Torres visita el Manzanares, sin el ex rojiblanco, que no jugará ni aquí, ni allí, después de que hoy se haya confirmado que se operará de su rodilla derecha.
El jueves ya no valdrá quedarse mirando mientras el rival remata hasta tres veces en tu área. El jueves,el contrario no se te podrá adelantar en la marca en un corner. El jueves, no habrá sitio para las concesiones. El jueves, el 100% será lo mínimo exigible.

TORRES, ¿LA RODILLA O EL CORAZÓN?
Resulta difícil hacer una crónica de un partido del que uno esperaba poco y que finalmente acabó en derrota, cuando uno sólo tiene la cabeza en el Atleti-Liverpool, y encima acaba de enterarse de que Torres no jugará.
Cuando he leído en la portada de As.com que el fuenlabreño deberá operarse su rodilla derecha y no jugará en mes y medio (llegará justo para el Mundial) primero he sentido alegría. El Liverpool pierde a su mejor jugador para enfrentarse a nosotros.
Pero después, pensándolo, esto le quita un gran aliciente a la eliminatoria, y es el hecho de que Torres viera pasar por encima, camino a un título, a su equipo de toda la vida, en detrimento del club al que se marchó “para crecer”.
Eliminemos o no a los Reds, el ex estandarte de los rojiblancos no estará allí para padecerlo, ni estaría tampoco para jugar una hipotética final.
En cualquier caso, el Atleti es lo primero, y, apartando oscuros anhelos, la ausencia del mejor jugador del rival siempre debe ser sinónimo de buenas noticias.
Torres finalmente se operará hoy “por consejo de un médico español”, perdiéndose, por segundo año consecutivo, el reencuentro con la que fue su casa y la posibilidad de jugar una final europea.
Hay quien apuntaba a aplazar el quirófano hasta después del Mundial. Yo, ya no sé qué dolor es mayor, si el de la rodilla desgarrada, o el del corazón del fuenlabreño, que no quiere vivir in situ ninguna de las dos posibles caras de la moneda de este duelo. Mi madre señala al corazón. ¿Ustedes qué piensan?


LO PROMETIDO: EL VILLARREAL
Pero toca hablar del Villarreal y, como quiera que en mi última crónica les recomendé no ver el partido, que ya se lo contaba yo, lo prometido es deuda, así que vamos a ello.
Volvió el Atleti al modelo de visitante, con sólo un delantero
. Por fortuna, esta vez el punta era Agüero, que no jugará la ida ante los ingleses, y, por fin, Forlán descansaba.
El partido era igualado y la actitud era distinta a la de los dos partidos precedentes.
Con un Atlético dominando más el juego, Reyes apareciendo entre líneas, y Simao buscando el desborde por banda. Así, llegó la primera ocasión, en un nuevo mano a mano marrado por el Kun, esta vez por el acierto descomunal de Diego López, que sacó con la plancha su disparo.

PELOTA ROJIBLANCA; GOL AMARILLO
Pese a que la pelota era rojiblanca, el gol fue amarillo. Un corner botado por un ex, Ibagaza, fue rematado de espuela por Godín, que puso el 1-0. El balón entró mansamente por el palo corto, fácilmente evitable de haber alguien en los postes.
Los de Quique siguieron a lo suyo, tocando la pelota y llegando hasta línea de tres cuartos. Pero ahí, se nublaban las ideas, y Agüero era el único referente. La mejor ocasión llegó tras un corner. Hasta ocho tuvo el conjunto rojiblanco. En uno de ellos, Perea prolongó en el primer palo y, en el segundo, Agüero, forzado, cabeceó fuera.

UJFALUSI SE SENTÍA DADIVOSO
Pero el Atlético quiso hacer un regalo que mató el partido. En concreto, Ujfalusi. Y por partida triple. El checo, excelente lateral, anoche de nuevo central, quiso salir con la pelota controlada desde la cueva. La perdió en la frontal, lo que posibilitó la colada de Cani hasta el punto de penalti, donde fue derribado. Mientras unos reclamaban penalti y otros lo negaban, Ujfalusi despejó contra Valera (que era de los segundos), lo que aprovechó Llorente para rematar a portería. De Gea salvó el disparo y Ujfalusi, que se sentía dadivoso, completó sus obsequios quedándose mirando cómo Rossi apuntillaba el 2-0. Alguien tenía que acabar metiéndolo...

MONÓLOGO ATLÉTICO
La segunda parte fue de dominio absoluto madrileño, lo que por un lado quitó cierto mal sabor de boca y, por otro, ayuda a recuperar algo de la tensión competitiva y la moral que reclamaba el miércoles pasado.
Antonio López rozó el gol en un remate de pecho que sacó Diego López con una espectacular mano; la misma que metió abajo minutos después a un disparo ajustado de Reyes, en una de las pocas veces que el Kun pudo marcharse de Musacchio (prometedor central argentino).
A la segunda que lo hizo, llegó el merecido gol, tras un bonito pase picado de Reyes, que Agüero bajó con el pecho y cruzó fuera del alcance de Diego López (2-1). Le vendrá bien el tanto al argentino.
Los nervios del Villarreal, propiciaron pérdidas tontas que a punto estuvieron de costarle el empate (en una de ellas Tiago tiró rozando el palo) y, desde luego, demostraron que este submarino amarillo no es el que era, dominado con claridad en su estadio por los madrileños.

NO ENTIENDO A QUIQUE
Al final, Quique sacó a Forlán (¿para qué?) por Tiago (el único que no jugará ante el Liverpool...); y sólo dio cinco minutos a Ibra para que se comiera el césped. Antes, déjenme mencionar que quitó a Domínguez por Valera en el minuto 25 por una “situación táctica”, en lo que esperemos no sea ningún castigo para el mejor central de la plantilla.
Si el orden y la seriedad del equipo, principalmente en UEFA y Copa, no se le puede negar a Sánchez Flores, algunas de sus decisiones en cambios y alineaciones continúan desesperándome.
El martes publicaré un artículo con el análisis del Liverpool, rival al que habrá que superar para traspasar la delgada línea que este estrambótico año separa el triunfo más histórico del fracaso más estrepitoso.

jueves, 15 de abril de 2010

Mejor no lo vean

Quedan seis jornadas que apuntan a suplicio. Anoche, el colista de la Liga, el Xerez Club Deportivo, sacó los tres puntos del Vicente Calderón sin ni siquiera dar muestras de ir al límite. ¿Alguien puede decir que le sorprendiera? Yo, no. Lo que no quiere decir que no me frustre.
Si el Xerez, que apura sus opciones de permanencia, se ha llevado la victoria del Manzanares ante un equipo apático y desidioso, ¿qué nos hace pensar que Tenerife y Valladolid no harán lo propio (próximos visitantes del Calderón)?
Un día más, uno sale antes de tiempo del Master sin estar muy convencido de lo que hace y llega al campo corriendo transcurridos cinco minutos. Con un campo medio vacío (normal) y mientras le está contando a su padre qué tal el día... marca el Xerez.
Un balón colgado al segundo palo por Casado es rematado de cabeza por Bermejo y su parábola bombeada sorprende a De Gea. 0-1.
El Xerez hacía su trabajo y se aprovechaba de un Atlético dormido.

EL SECRETO DE QUIQUE
Sin embargo, los rojiblancos volvían a tener una vez más a su dupla ofensiva en casa, que nuevamente disputó los 90 minutos, esta vez en un triste partido contra el colista...
Ya le he cogido yo el truco a Quique. No es que quisiera agotar sus opciones de alcanzar Europa vía Liga, y por ello formara con la pareja Forlán-Agüero ante Depor, Athletic y Osasuna en casa, pese a tener entre medias partidos vitales en UEFA con Valencia y Sporting de Lisboa. No. Lo que Quique quiere es que no le pinten la cara en casa, para mantener a la afición contenta, cumpliendo dignamente en Liga, mientras se llega lejos en los otros dos torneos.
Por contra, fuera del Calderón, ha sentado al Kun Agüero en el banquillo sin ningún rubor en El Sardinero, La Romareda y Cornellá...
Ya lo apunté antes de anoche, pero Quique Sánchez Flores me corroboró sus verdaderas intenciones con estas declaraciones tras el choque: “No estuvimos a la altura y creo que tampoco había ninguna necesidad de poner en contra a nuestra afición, que no esperaba eso de nosotros”.
Desde luego que no había necesidad, Quique, pero puestos a tirar la Liga, hágalo sin disimulos, no canse a las “estrellas”, y dé paso a la cantera. Que igual hasta nos sorprendemos del resultado.

YA QUE ESTABAN, ALGO HICIERON
Como quiera que estaban en el campo, al gol del Xerez respondió Agüero de inmediato, yéndose de tres y pegando un derechazo que repelió Renan; y después Forlán soltó un zambombazo a la escuadra. 1-1. Hicieron falta tres minutos. 17 goles para el charrúa.
Me decepcionó el Xerez en líneas generales. Encontró dos goles en jugadas puntuales, pero me dio más visos del colista que es, que del equipo que está experimentando una mejoría y que sueña con la permanencia, que pretende.
El resto de la primera parte fue para el Atleti. Andando, al tran-tran, Agüero buscaba el gol por su cuenta (probablemente obsesionado por aquello que se escribe acerca de que no ve puerta -dos goles en toda la segunda vuelta-), Simao se colaba por las bandas, y Raúl García lo intentaba de lejos. Así, llegó una internada de Simao que acabó con un disparo de Tiago paseándose por delante de la portería, después de tocar en la mano de un zaguero azul.

TIAGO NO ESTUVO
Pero Tiago en realidad no estaba. Que los demás tengan la cabeza en otra parte, pase, pero el portugués sólo tiene la Liga, y los partidos contra el Xerez deberían ser sus finales.
Fuera de sitio, demasiado arriba, y dejando el peso de la organización a Raúl García (carga que le queda grande), Tiago falló en controles fáciles y en la primera parte regaló un balón a Armenteros que apunto estuvo de costar el segundo.
Voluntarioso Armenteros
, el centrocampista xerecista buscó el gol con ahínco y ya en la segunda parte mandó a las nubes una gran jugada individual de Orellana, que chuleó con su habilidad a Perea y Valera. Demasiado chulo el pequeño extremo azulón, que tuvo la gracia de tirar el ramo de Pantic en el saque de un corner.
El Atleti sesteaba en su abulia y el Xerez debía pisar el acelerador. Ni le hizo falta. Un balón parado colgado desde la derecha fue rematado de cabeza a la red por Armenteros. A la tercera fue la vencida (1-2).
Quedaba cuarto de hora y Quique dio entrada a Salvio. Antes, Reyes saltó por Simao y Assunçao por Raúl García. Los de siempre. Yo, ya he perdido la cuenta de las convocatorias que suma Rubén Pérez sin debutar. Seguro que él también.
En los compases finales, un remate arriba de Forlán a dejada de Reyes y una jugada personal del Kun que repelió Renan, fueron los últimos intentos de un Atleti que ha decidido que este final de Liga sea una pretemporada para la semifinal de UEFA y la final de Copa.

LOS PELIGROS DE LA "PRETEMPORADA"
El problema, es que hay dos conceptos en fútbol que pueden perderse. La tensión competitiva y la moral. La primera, si se va, no es tan fácil de recuperar. Aunque parece que estos jugadores tienen un interruptor que encender y apagar según la cita.
Respecto a lo segundo, supongo que no es lo mismo recibir al Galatasaray tras haber ganado al Barça; o al Valencia tras meterle tres al Depor; que plantarte ante el cinco veces campeón de Europa, el Liverpool, arrastrando tres derrotas (si se consuma la de Villarreal).
Por ello, y ante lo que pueda pasar, les recomiendo que el sábado, no lo vean. Ya lo veré yo por ustedes y se lo cuento. Lo mío, no tiene remedio.

domingo, 11 de abril de 2010

La Liga, un Callejón sin salida

¿Qué es la UEFA? Una ilusión. ¿Qué es la Liga? Un compromiso. Esto es lo que podría decirse parafraseando (mal) al extraordinario Calderón de la Barca.
Desde que el equipo resucitó, con la llegada de 2010, la Liga se ha convertido en esa incómoda rutina que hay que cumplir el fin de semana entre los emocionantes escarceos de los jueves de Copas.
A excepción hecha de los subidones ante Barça y Valencia, el Atlético se había agarrado con alfileres a la esperanza de alcanzar Europa vía Liga por su buena racha en casa.
Pero esa esperanza tenía que romperse por algún lado y lo hizo en Cornellá, donde un rápido y habilidoso extremo, Callejón, se ha encargado de convertir nuestra recta final en esta competición en un trámite preceptivo.
Un equipo que lleva sin ganar a domicilio desde enero, cuando sumó su segundo triunfo fuera del Calderón esta campaña (las víctimas propiciatorias, Xerez y Valladolid), nunca puede pensar en meterse en Europa.

EL ABURRIDO ATLETI DE LA LIGA
Y es que el Atleti de los fines de semana es otro, y sin la motivación de un objetivo excitante ni la exigencia de la hinchada, se convierte en un conjunto abúlico que pasea por el campo en función del rival.
Así ha ocurrido hoy en el coqueto estadio de Cornellá, donde ya en la primera parte los periquitos hicieron méritos sobrados para marcharse con ventaja al descanso.
En los primeros minutos, una esporádica ocasión de Juan Valera (hoy extremo ante la baja de Simao) no contrarrestó los dos manos a mano de Osvaldo ante De Gea. En el primero, tras gran asistencia de Luis García, el portero madrileño salvó con su pie derecho. En el segundo, su disparo a bocajarro lo salvó De Gea de forma milagrosa por encima del larguero.
El delantero italo-argentino trajo en jaque a la defensa madrileña todo el choque, haciendo sufrir a uno de nuestros baluartes, Domínguez. Antes del descanso, nuevamente le ganó la espalda y tras un buen control remató fuera.

¿POR QUÉ FORLÁN NO PARA?
En el Atleti, con Tiago desaparecido, Jurado perdido y Valera a lo suyo, sólo Reyes ponía algo de picante. Pero arriba sólo estaba Forlán, una vez más, y el uruguayo no da más de sí. Se vio en el minuto 45, cuando ni siquiera corrió a un envío en profundidad de Reyes. No puede. Y, sin embargo, Quique se empeña en exprimirlo. Hoy, nuevamente, le premió con los 90 minutos, con los que ya suma 2.361 en Liga. Mientras, el Kun volvió a ver el encuentro desde el banquillo y sólo tuvo que saltar al campo media horita. 1.860 minutos lleva el argentino, 500 menos, con una década menos en su DNI. No lo entiendo.

RECITAL DE CALLEJÓN

En el segundo acto, comenzó el recital de Callejón. Al minuto de la reanudación, burló a Reyes y la puso en boca de gol. Allí, Luis García la prolongó de tacón y, desde el suelo, Víctor Ruiz la rozó para, llorando, desembocarla en la red. 1-0.
Lejos de reaccionar, el Atlético se convirtió en marioneta de un Espanyol alegre y ambicioso. Callejón buscó su gol en un disparo que rechazó Assunçao, y, a los 20 minutos, se lo regaló a Osvaldo. En un balón buscando la línea de fondo, Callejón volvió a ganar la espalda de la zaga y sacó un centro magistral que Osvaldo cabeceó libre de marca a las mallas (2-0). El italo-argentino encontró el justo regalo a su empeño de la primera mitad. Él y Callejón, desarbolaron a la defensa rojiblanca. El granadino, de sólo 23 años, probó la impotencia de Tiago en la recta final, con una patadita que "premiaba" su gran actuación.

KUN NO LA METE; SALVIO, BIEN
Por entonces, el Kun ya estaba en el campo, y se dejó ver en dos acciones.
En la primera, tras una gran triangulación entre él, Forlán y Tiago, se plantó ante Kameni, pero la cruzó en exceso. Sólo un minuto después, Salvio (que hoy tuvo 15 minutos) le dejó solo ante el portero nigeriano en un gran pase, pero Agüero volvió a fallar y la mano del espanyolista evitó la emoción final. Tengo un compañero que dice estar preocupado por el desacierto del Kun este año en los uno contra uno. ¿Debería preocuparme?
De lo poco rescatable fue precisamente su compatriota, que instantes después se coló por la banda y su pase de la muerte (nuevamente hacia el Kun) lo salvó un defensa sobre la línea. Salvio esta vez sí dejó pinceladas de clase, lo que es una buena noticia tras unas actuaciones mediocres ante las que algunos ya se aventuraban a colgarle el cartel de 'bluf'.
Al final, Ujfalusi se fue a la calle por una entrada extemporánea, e Iván Alonso infligió un excesivo castigo poniendo el tercero (3-0).
Definitivamente, la Liga se convierte en un Callejón sin salida en el que no podemos ir ni para adelante, ni para atrás. Toca pensar en el Liverpool. ¿O ya lo estaban haciendo?

lunes, 5 de abril de 2010

Ciclos divergentes

El año en que el Deportivo de la Coruña ganaba la primera Liga de su historia, la temporada 1999-2000, el Atlético de Madrid descendía por primera vez a Segunda desde la Guerra Civil.
Ese año fue el último que el Súper Depor ganó en el Vicente Calderón (no todo son rachas negativas), 1-3 con dos goles de Roy Makaay y uno de Víctor Sánchez.
Era un equipazo aquel Depor de Irureta, con Songo'o; Manuel Pablo, Naybet, Donato, Romero; Víctor, Mauro Silva, Djalminha, Fran; Turu Flores y Makaay.
No era manco el Atleti, con Molina; Gaspar, Santi, Gamarra, Toni; Aguilera, Bejbl, Baraja, Solari; José Mari y Hasselbaink. En una plantilla en la que un joven Juan Carlos Valerón era suplente.

SÓLO QUEDAN VALERÓN Y MANUEL PABLO
Del partido de aquel mes de noviembre de 1999 al de anoche sólo quedan dos supervivientes: Manuel Pablo y Valerón. El grancanario representa en sus castigadas y ya veteranas piernas la grandeza perdida del Depor: pequeñas esencias de calidad que hacen evocar la clase de ese equipo añejo, pero entre lagunas de mediocridad y de absentismo.

ATLETI-DEPOR, VIDAS DIVERGENTES
La victoria de ese Súper Depor dio paso a un lustro de gestas: siempre en el podio de la Liga, todos los años en la Champions, y con el “centenariazo” en el Bernabéu en forma de Copa del Rey (2001-02) y esas semifinales de Copa de Europa contra el Oporto (2003-04), tras levantar un 4-1 al Milan, como momentos álgidos.
Mientras tanto, el Atlético pasaba dos años para abandonar el infierno de Segunda y en su vuelta a Primera sumaba temporadas de mediocridades y decepciones, incapaz de superar el séptimo puesto.
El Depor se fue desinflando, su magia se marchitó con la retirada de hombres como Mauro Silva, Fran, Donato, Djalminha... y la venta obligada de futbolistas de la talla de Makaay, Luque... la falta de liquidez hizo que los grandes fichajes brillaran por su ausencia en Riazor, y el equipo no pasó del séptimo lugar en los últimos seis años.
Mientras tanto, el Atlético ha experimentado un lento, pero constante crecimiento, que le ha hecho estar en Europa en las últimas tres campañas y que esta temporada le coloca a las puertas de un título, con opciones aún en dos competiciones.

TRAYECTORIAS QUE SE CRUZARON ANOCHE
Estas trayectorias divergentes se encontraban también en la Liga, donde el Depor había sumado un punto de los últimos doce (cuatro derrotas consecutivas tras la de anoche), y el Atlético encadenaba cuatro triunfos consecutivos en el Calderón (cinco con el de ayer).
El Depor se aleja de Europa tras varias jornadas instalado en UEFA, mientras que el Atleti se acerca a ella. Mucho han cambiado las tornas desde el enfrentamiento en la primera vuelta (jornada 11), donde los blanquiazules se impusieron 2-1 de penalti en el último minuto, situándose quintos con 22 puntos y dejando al Atlético antepenúltimo con sólo siete. 33 puntos han sumado los madrileños, por 20 de los gallegos.

Y ASÍ FUE EL PARTIDO
El encuentro hizo honor a la situación de ambos conjuntos. No esperaba mucho de los rojiblancos, convencido de que lo importante viene el jueves y de que no hay equipo, por más que lo exprimamos (y lo estamos haciendo en demasía), para tres competiciones.
Pero Quique volvió a situar de partida a Agüero, Forlán y Simao. Y eso es mucho.
Mucho más de lo que el Depor puede ofrecer, por lo que no confiaba, pese a nuestra posible relajación, en una victoria gallega. “Como mucho un empate”, vaticinaba. Y eso es a lo más a lo que aspiraba Lotina.
Con un único hombre en punta y con poca pólvora, el canterano Adrián, y con un nutrido mediocampo en el que la calidad de Valerón y Sergio ya sólo rememora tiempos mejores, con Guardado como el único que ofrece algo distinto, y con dos hombres muy discretos, como Juan Rodríguez y Antonio Tomás, el partido deambulaba nuevamente entre insípido y anodino, a la espera de que un fogonazo de los rojiblancos arriba pudiera decantar la balanza.
Y así ocurrió a los 21 minutos, aunque el fogonazo lo puso un artista invitado: Juanito. El central gaditano, titular por las bajas de Valera y Perea tres meses después, fusiló de cabeza a Aranzubia tras un centro de Simao. El portero vasco respondió con un paradón, pero el rechace lo devolvió con rumbo a portería Antonio López y lo remachó a la red Juanito de media chilena (1-0). Me sorprendió la alegría del ex internacional, que lo celebró con alegría inusitada, teniendo en cuenta su dilatada ausencia y lo improbable de que repita.
Con el 1-0 se llegó al descanso, aunque los de casa dejaron estirarse un poco al Depor, que sólo inquietó con un cabezazo desviado de Adrián.

EL ATLETI MATÓ A UN DEPOR ANESTESIADO
En la segunda mitad, y en vista de que el Depor daba muestras de su impotencia, el Atleti mató el partido. Un error de Aranzubía dejó solo a Agüero ante el meta. Tenía a Forlán a su derecha, como en Valencia, pero esta vez decidió jugársela él. Su tiro lo rechazó Aranzubia, cuyo despeje llegó a Simao que, con Forlán aún solo, también eligió probar fortuna él mismo. El disparo tuvo el mismo resultado, despeje del portero, que acabó donde debió empezar, con Forlán remachando (2-0).
Decimosexto gol liguero del charrúa, al que anoche, y como en Valencia, se volvió a ver bajando a recuperar un balón a su propia área (muy aplaudido, por supuesto). Si el Bota de Oro ha decidido sumarse plenamente a la causa en este final de temporada, habrá mucho ganado.
Con el Depor de anestesiado a moribundo, los rojiblancos pusieron el tercero en una gran jugada de Ujfalusi, que una vez más demostró ser el mejor lateral de la plantilla.
El checo tiró una doble pared con Tiago y Forlán, recortó a Lopo en línea de fondo y asistió para que el propio Tiago la empujara a la red (3-0).
Pese a estar todo resuelto desde antes del 3-0, Quique volvió a tardar una enormidad en hacer los cambios e hizo debutar al canterano Molino, aunque sólo le concedió cinco minutos.

HAY QUE CERRAR EL CICLO
La UEFA se acerca a cinco puntos, pero el Atleti tiene otras dos citas mucho más importantes para cerrar el ciclo. El jueves, frente al Valencia, el equipo debe volver a unas semifinales europeas y hacernos soñar con una final continental 24 años después. Y en mayo (supongo) deberá doblegar al Sevilla para volver a levantar un título.
Sevilla y Valencia son dos de los clubes que nos han discutido el puesto de tercero de España en esta década. Recuperar ese escalón y volver a llenar las vitrinas, son los requisitos para completar el círculo. Al Depor, le auguro tiempos difíciles.

lunes, 29 de marzo de 2010

La mitad de equipo

Así lo refleja la tabla: el Atlético de Madrid es la mitad de equipo que el Real Madrid: 74 puntos (1º) por 37 (10º).
Así lo reflejan los últimos 17 derbis: 0 victorias rojiblancas
(se lo escribo también en letras, por si no se entiende: cero), seis empates y once derrotas (más en el Calderón -7- que en el Bernabéu -4-).
Y así lo reflejan las sensaciones y los números sobre el campo: 59 por ciento de posesión del Real Madrid, por 41 por ciento del Atleti (cuando he visto el porcentaje se me ha antojado hasta corto); 27 tiros de los madridistas, por 12 de los atléticos; Siete corners de los de Pellegrini, por dos de los de Quique. Y TODAVÍA HAY ATLÉTICOS CONTENTOS
Uno de los problemas de esta inferioridad manifiesta es que todavía hay “atléticos” que se han ido contentos con la actuación de su equipo en el derbi. En la previa, eran muchos los que se conformaban con “dar la cara” o “hacer un papel digno”.
A posteriori, me desespera leer a “periodistas” “del Atleti” como Manolete o FJ Díaz hablar de “Miedo en el Bernabéu” (del Real Madrid, dice) o titular “Todo sea por nuestra amistad”.
Aunque sea un caso perdido, me indigna que Manolete escriba cosas como “una derrota que sabe a victoria”.
Es triste que haya hinchas rojiblancos que se marchen felices por el hecho de haber comenzado ganando y de que el resultado muestre una quimérica igualdad.
El título más acertado, el de los Ultras Sur: “Cada noche de derbi, vuestra peor pesadilla”

EL ATLETI SE ADELANTÓ POR CUARTO AÑO
Igual que en el Calderón el guión marca que a los cinco minutos (o menos) ya vaya ganando el Madrid, en el Bernabéu el Atleti ya lleva cuatro años consecutivos “dando vida al derbi” y adelantándose. Mista lo hizo a los cinco minutos en la 2006-07; Agüero al minuto de la 2007-08; y Forlán en el 38 de la 2008-09. Anoche, fue José Antonio Reyes.
Me decía mi padre fechas antes que sería bonito que el utrerano se saliera en el Bernabéu. Durante unos instantes lo fue.
En un balón que se comió Albiol, Tiago tocó para Agüero, el Kun en una décima controló y abrió a la derecha para Reyes, ante la presión de Marcelo, y el andaluz, solo, tocó con sutileza extrema junto al poste derecho de Casillas. A ver si la coges ahí. 0-1.
Sólo iban nueve minutos, lo que supone un mundo de sufrimiento por delante si tu equipo no busca el segundo. Y no lo busco.
Sin embargo, el Atleti controlaba el partido plácidamente, perfectamente replegado atrás, serio, ordenado, rápido en las coberturas, y haciendo que durante 35 minutos el único peligro del Madrid fuera un disparo de Cristiano fuera del área tras una cabalgada desde medio campo.
Los blancos apretaron al final, y el empate se mascó en tres ocasiones consecutivas.
Primero fue De Gea el que se lució en una volea de Marcelo. Sin solución de continuidad, Higuaín regateó al portero madrileño, pero Tiago salvó su remate en la línea (algunos en el bar, en las últimas filas, todavía seguían cantando el no gol con el Atleti ya en medio campo). Y, por último, fue Cristiano el que, totalmente solo, remató de cabeza fuera.

LOS GOLES DEL MADRID ME LOS CANTÓ "IBRA"
Con su testarazo engominado llegó el descanso, el segundo consecutivo en Chamartín con el Atleti en ventaja. Bromeaba en ese tiempo de asueto con mi padre sobre que Ibra no había sido convocado, ya que había un chico negro parecido a él viendo el partido en la calle, por el ventanal del bar.
El dichoso Ibra me dio la segunda parte, porque no resultó ser precisamente atlético, y sí un tanto estúpido.
Desde el inicio se acumularon las malas noticias: Reyes, lesionado, tuvo que ceder su puesto a Jurado (minutos antes Valera tuvo que hacer lo propio con Perea, que fue recibido con una ovación por la jocosa hinchada vikinga); y apenas transcurridos tres minutos, empató el Madrid.
El gol me lo cantó el jodido Ibra, que antes de que el Madrid botara el corner, ya estaba corriendo por la acera al grito de goool, goool. Patidifuso, miré a la tele y... efectivamente, gol del Madrid.
Albiol peinó en el corazón del área y Antonio López, que acompañaba a Xabi Alonso, le liberó de su marca para que empujara a la red, de forma calcada a como lo hiciera ante el Sporting una semana antes (1-1). Antoñito, hay que esperar a que la jugada acabe para empezar a salir.
Lo del doble cornudo de Ibra tenía truco, ya que tenía auriculares. Y así, me cantó el segundo.
Después de un pase excepcional de Xabi Alonso, Arbeloa hizo la jugada de su vida. Control con el pecho, doble recorte a Domínguez y tiro cruzado ante De Gea. Increíble (2-1).
Ese gol, no se lo veremos hacer a un lateral del Atleti.
Los rojiblancos estaban noqueados, e Higuaín lo aprovechó. Primero, rematando al larguero y, después, Tiago le devolvió el gol que le había robado en la primera parte.
En un balón robado en la frontal, lejos de pegar un patadón, intentó tocar en corto, haciendo tropezar la bola en Assunçao y enviándola mánsamente a pies de Higuaín que, solo, no perdonó el 3-1.
Fin del partido. Otro derbi con el mismo signo.

NO SE PUEDE RESUCITAR A UN MUERTO
Un sorprendente palmeo de Xabi Alonso dentro del área dio la posibilidad de resucitar al Atlético a falta de 20 minutos. Forlán los transformó en el 3-2. Pero ese equipo ya estaba bien muerto.
Con Tiago fundido, y sin Reyes, en los rojiblancos nadie tenía el balón en medio campo. De esa manera, al Kun ni siquiera se le vio sobre el césped de Chamartín.
Y con el tiempo cumplido, el Atlético tuvo una al toque de corneta. El egoísta Forlán recortó bien, pero con cuatro compañeros en boca de gol decidió pegarla pese a estar escorado.
Es difícil irse contento, cuando los tres últimos años los rojiblancos estuvieron mucho más cerca de la victoria que anoche. Esta vez, pese al marcador, el Atleti sólo aguantó al Madrid... la mitad.

PARA ACABAR, UNA ADIVINANZA...
Y un año más (y ya caminamos hacia los once) los atléticos nos vamos con la sensación de que nuestro equipo es el único incapaz de dar la sorpresa ante el Real Madrid. Y es que, en los últimos años, han sido muchos los que lo han conseguido menos nosotros.
Les propongo un juego (sin consultarlo, claro): ¿Adivinan cuál es el equipo que más veces ha ganado en la última década en el Bernabéu? Les doy una pequeña pista: no es el Atleti... (Solución, el miércoles)

viernes, 26 de marzo de 2010

El Atleti se estira

En esta triste Liga, en la que Madrid y Barça ya tienen unos dígitos (71 puntos a falta de diez jornadas) que otros años han valido a equipos para ser campeones a final de temporada (el Depor ganó en el año 2000 con 69 puntos; el Valencia en 2002, con 75; o el Barça en 1998, con 74), al Atleti, habiendo sumado UNA VICTORIA en las primeras once jornadas, aún le da para meterse en la UEFA. Y en la Champions no, pero por poco.
En esta insípida Liga, en la que el Madrid suma diez victorias consecutivas (la mayoría de ellas por tres goles o más); en la que el Barça sólo ha perdido contra el Atleti tras 28 jornadas; en la que el tercero está a 18 puntos; en la que los blancos sueñan con romper el registro de los 107 goles de la Quinta del Buitre (ya llevan 78...); en la que Messi aspira a superar los 34 goles de Ronaldo como blaugrana... (suma 25) en esta desangelada Liga con una dictadura bicefálica (¿a qué me suena eso...?), el Atleti está octavo (su mejor puesto de la temporada), a cinco puntos del sexto, pese a ser el equipo de España con más partidos a sus espaldas (48 encuentros) y tener una plantilla de trece futbolistas (ahí a Quique no le falta ninguna razón).

LA LIGA NO MOTIVA
Venía al Vicente Calderón un supuesto gallito de la Liga, el Athletic. Metido en puestos europeos y tras cinco jornadas sin perder, sólo dio visos de querer llevarse el partido en los primeros minutos.
Era un encuentro de esos en los que a uno le da cierta pena lo mal que va el equipo en Liga
. Diez de la noche, entre semana, con mal tiempo, televisado en abierto, y sin la emoción de poder hacer algo grande (suerte que está la final de Copa y la UEFA).
Uno de esos días en los que 20.000 personas en el estadio ya son un éxito, y en el que uno sabe que mi padre viene por verme a mí. En este caso, tenía un aliciente más, ya que su verdadero equipo es el Athletic.
A igualdad de condiciones, mi padre prefiere que el Atleti gane al Athletic “porque si se mete en Europa, es al Atleti al que voy a ver, no al Bilbao”. Pero en este caso, casi era el Athletic el que necesitaba más los puntos.

EL ATHLETIC TUVO SU MOMENTO
Lo intentó al principio, con un Iturraspe mostrando maneras en medio campo, con Javi Martínez luciendo zancada, y con Llorente demostrando cómo con 1,95 se puede manejar hábilmente el balón.
Así, en la primera media hora, De Gea tuvo que salvar a corner un cabezazo de Gurpegi, mientras que Llorente rozó el palo en un primer intento y, en el segundo, tras marcharse con facilidad pasmosa de Valera y Assunçao, su tiro potente volvió a encontrarse con De Gea.
Fue el momento del Athletic, pero no lo aprovechó, frente a un Atleti timorato que sólo se acercó con un par de disparos desviados de un enfadado Forlán. Un par de tiros de los que el año pasado le entraban.

FORLÁN HABLA DE ACTITUD...
La segunda parte fue distinta. A los ocho minutos, Valera recibió un balón en el carril del 8 y no se lo pensó: se metió hasta la cocina desbordando a Castillo y su centro atrás lo remató Forlán a la red (1-0).
El murciano, que atrás piensa demasiado y suele ser desbordado, tiene la virtud de que arriba no piensa:
corre cual cabra loca y, el día que el centro le acompaña, le sale bien.
14 goles para Forlán, que celebró el tanto con rabia y volvió a reivindicarse en los micrófonos.
El uruguayo critica la actitud de la grada, a la que tacha de desmemoriada. Forlán no se da cuenta de que lo que le duele a la parroquia rojiblanca es precisamente eso: su actitud.
A la grada no le duele que de cada tres controles que haga falle dos. Que de cada primer toque que intenta, sólo la mitad vayan al compañero. A la paciente hinchada colchonera lo que le duele es ver a Agüero ir a presionar estando cinco metros detrás de Forlán. Verle estático esperando que le llegue la pelota. Y no ver esas carreras que se daba de campo a campo para tapar una contra.
Le duele porque han visto al Forlán del año pasado y saben que puede hacerlo. Y el de esta temporada no lo hace. Pero él, sigue hablando de actitud, cuando no recuerdo la última vez que agradeció las ovaciones de la grada con un tímido aplauso. Claro ejemplo de ello fue su comportamiento en Lisboa, donde fue de los pocos que no regaló su camiseta.

KUN ES EL YERNO DE DIOS

Con el gol, llegaron los mejores minutos de los de Quique, con Agüero intentando esa jugada mágica que haga que alguien se fije en él y se deje de hablar tanto de Messi. Que al fin y al cabo, el yerno de Dios es él.
En un primer eslalon, se metió hasta la cocina tras deshacerse de Ustariz y San José, pero se escoró demasiado, y su centro picado buscando a Forlán lo salvó Iraola en boca de gol.
Minutos más tarde, pisó la pelota de forma elástica sentando al central, pero acabó por trastabillarse.
La suerte le sonrió finalmente en el minuto 85, cuando un disparo de Valera desde su casa (ya les cuento, sin pensar), cayó a pies del Kun, que con un toque sutil se deshizo de San José, y la cruzó con suavidad fuera del alcance de Iraizoz (2-0). Sus goles son mis goles (ya lleva diez) y me alegro más que con ninguno cada vez que marca el argentino.
Quique le premió sustituyéndole por Ibra, y, éste sí y como siempre, correspondió a la grada con un sentido aplauso. Ojalá se quede muchos años.

Y AHORA... EL BERNABÉU
Y ya sólo queda el Bernabéu. Con Europa de reojo, los rojiblancos visitan a los Cristianos, los Kakás, los Higuaíns y los Xabis Alonsos.
El año pasado, el derbi del Bernabéu llegó justamente igual que éste: con un Madrid enrachado, que sumaba diez victorias consecutivas. El Atleti empató 1-1 con gol de Forlán y tuvo ocasiones sobradas para haber vencido.
Allí, juegan mejor que aquí, sin la ansiedad fantasmagórica que les atenaza en el Calderón. Cuatro empates y tres derrotas es el bagaje de las últimas siete visitas. La última victoria, sigue sin moverse de fecha: 30 de octubre de 1999 (1-3- Hasselbaink (2) y José Mari). ¿Ya toca no? Algún año será. Y que bonito sería éste...

martes, 16 de marzo de 2010

Jurado no es tan malo

El Atleti jugó anoche su primer partido en lunes desde hace doce años, cuando durante dos temporadas Antena 3 fue pionera en esta “brillante” idea de jugar los lunes.
El lunes, el día más odiado por antonomasia, ha sido impuesto nuevamente como día de fútbol por aquellos que se empeñan en que este deporte lo sea cada vez menos y sólo quede el negocio. Un fútbol para la televisión y sus dirigentes y no para los aficionados y los futbolistas, que son realmente los que dan vida a este invento.
El último lunes que yo recordaba con el Atleti en escena fue un 23 de febrero de 1998. Lo vi en casa (tenía sólo 16 años y aún no era socio), por Antena 3, como digo, y el Atleti se impuso al Zaragoza por 2-1 con goles de Vieri y de Kiko (un golazo de vaselina el de este último, antes de que las lesiones apagaran su duende andaluz atacando a sus tobillos).
Era el Atleti post-Doblete, de los Molina, Toni, Caminero, Pantic, más algunas incorporaciones brillantes (Vieri o Juninho) y otras no tanto (Prodan o Bebjl).
Aquel era un Atleti que aún luchaba por mantener su puesto histórico (tercero) acechando en la tabla al Madrid (a tres puntos) y al Barça (a cinco).
Todavía recuerdo cómo el comentarista del partido hablaba de la “obligación” de ganar del Atleti “para no descolgarse de la cabeza”.

UN PARTIDO FRÍO
Eran otros tiempos, en los que el fútbol los lunes tampoco estaba bien visto.
Anoche, un Atlético décimo en la clasificación recibía a Osasuna, ambos con 31 puntos. Nuevamente tocaba salir antes del trabajo o del Master (donde ya me da hasta vergüenza decir que me voy antes). Pero en esta ocasión la emoción no era la misma que unos octavos de la UEFA o unas semifinales de la Copa.
Y se veía en el ambiente, gélido todo el encuentro, más aún por la protesta encabezada por el Frente Atlético contra este fútbol de los lunes, quienes no animaron en todo el partido.
Fue un Atleti-Osasuna frío y sin mucha historia, con alguna ocasión en los primeros minutos (sobre todo un cabezazo picado de Antonio López que lamió el poste), pero que salvó un hombre a falta de diez minutos: José Manuel Jurado.

JURADO, ESE TÉMPANO ELEGANTE
Un futbolista también frío por definición, con más técnica que entrega, al que muchos reprochan su irregularidad y su falta de sangre, pero que atesora una clase con la que define partidos como el de anoche.
Es Jurado un jugador vilipendiado por gran parte de la afición atlética (algunos influidos por su pasado madridista), a la que le gustaría verlo lo más lejos posible del Calderón.
Pero, con los números en la mano, Jurado, hoy por hoy, es un futbolista rentable.
El gaditano ha marcado seis goles en esta Liga, la mayoría golazos (Anoche, Racing, Valladolid, Valencia...) y algunos de ellos decisivos (Zaragoza, Tenerife...).

MÁS GOLES QUE SILVA, NAVAS, INIESTA...
Con esos seis tantos, iguala o supera a jugadores considerados en otros equipos como estrellas: Mata (6), Kanouté (5), Silva (4), Navas (3), Iniesta (1)... Y en el Atlético es el tercer máximo goleador, con sólo tres goles menos que el Kun Agüero (9).
Por ello, tras su gol, decidí hacerle protagonista de mi crónica, en un partido que el Atlético ganó con justicia, haciendo pagar a Osasuna su racanería que, tras jugar media hora contra diez por expulsión de Simao, apenas disparó una vez con peligro, en un tiro lejano de Masoud que sacó De Gea a corner.

VALIÓ LA PENA
Y es que, el gol de Jurado, hizo que uno se planteara al salir del estadio que había merecido la pena marcharse antes del Master, a ver un partido un lunes a las nueve de la noche. Su gol, nos hizo volver a casa con una sonrisa en la boca después de ver ganar a nuestro equipo y con la alegría de haber presenciado un golazo.
Y a la salida, le expresé a mi padre un deseo: “Espero que el jueves, sobre este hora, pueda estar también feliz, porque haya merecido la pena viajar a Lisboa”.

lunes, 8 de marzo de 2010

El Atleti encuentra un punto ante un sucio Zaragoza

Minuto 15 de partido. Reyes cae al suelo derribado por Ponzio. Las conté. Era la quinta falta del argentino sobre el utrerano en sólo cuarto de hora, un par de ellas de tarjeta. Sin embargo, Teixeira Vitienes, al que Dios conserve el oído porque de vista poco, no se había echado la mano al bolsillo y ni tan siquiera había pitado alguna de las entradas. Era sólo el comienzo.
En la previa, había dicho Ponzio que esperaba “estar a la altura para frenar a Reyes”. Y a buen seguro que lo frenó. En seco además.
Junto a él, Contini sacudía lo justo. Si salía de la cueva, patada pétrea abajo y a correr. Por fortuna, a la segunda éste sí vio la cartulina cuando golpeó a Agüero en el pie de apoyo.
Antes de todo esto, el Atleti ya iba por debajo en el marcador. A los seis minutos (qué manía ha entrado ahora en la prensa deportiva a añadir un minuto al momento en el que en realidad se producen los goles...) Jarosik se había adelantado por arriba a Ujfalusi para cabecear el 1-0.

UN NUEVO ZARAGOZA
Si alguno era la primera vez que veía el nombre de este central checo, que no se asuste. El nuevo Real Zaragoza formó anoche con medio equipo que no empezó la Liga. Roberto (Atlético), Jarosik (Samara ruso), Contini (Nápoles); Edmilson (Palmeiras), Eliseu (Lazio); y Suazo (Monterrey) son fichajes del mercado de invierno, que han sacado al equipo maño del pozo del descenso cinco puntos a flote. Es lo que tiene el dinero. A Valladolid, Tenerife y Xerez sólo les queda rezar lo que sepan.

UN NUEVO GABI. MÁS DURO
A todos estos, se les añaden dos canteranos atléticos, Gabi y Arizmendi, uno maño, Ander Herrera, Diogo y el mencionado Ponzio, y ya tienen equipo para luchar por la permanencia.
El primero de ellos, luce el brazalete de capitán con 26 años y sólo dos y medio en La Romareda.
El madrileño completó una buena primera mitad, y tuvo una clara ocasión tras una pared con Suazo, que desbarató De Gea abajo. Sin embargo, su motivación extra por enfrentarse a su ex equipo se tradujo en un exceso de adrenalina en la segunda parte que también debió llevarle a no terminar el partido. Agüero, Reyes o Tiago probaron la dureza del nuevo Gabi, que sólo vio una amarilla... en el minuto 85.

TEIXEIRA: 23 FALTAS, 7 TARJETAS. SÓLO DOS POR GOLPEAR
Como verán, estoy centrando mi crónica en el colegiado, Teixera Vitienes, algo que no acostumbro a hacer. Pero es que del Atleti no se puede decir mucho.
Se marchó al descanso sin hacer ni un sólo tiro a puerta, con Reyes, como hemos dicho, placado, con Agüero atado en corto, y con Simao y Forlán desaparecidos. Assunçao y Tiago intentaban entrar en juego, pero era el equipo blanquillo el que tenía más la pelota.
Mientras tanto, Teixeira mostraba por fin la amarilla a Ponzio al borde del descanso... por obstaculizar un saque de banda a Agüero.
El Zaragoza hizo 23 faltas y vio siete cartulinas. Sólo dos fueron por entradas al rival
(Contini y Gabi). La mencionada a Ponzio; una a Eliseu por obstaculizar el saque de De Gea; Roberto por perder tiempo; y Edmilson y Arizmendi por protestar, fueron las tarjetas del colegiado cántabro, que permite jugar duro. Ahora, ojo con las “tonterías”...
Como fue una tontería lo que hizo Reyes... y le mandó a la ducha. El utrerano, harto de recibir más regalos que los que tendrá Doña Leonor de Todos los Santos de Borbón Ortiz en su futura comunión, soltó el codo en el enésimo agarrón, esta vez de Eliseu.
Apenas le dio, pero ahí estaba Teixeira, que no había sancionado con tarjeta ninguna de las 20 faltas que soportó el utrerano, para expulsarle.
Mucho había aguantado Reyes sin hacer una de éstas, a las que nos tenía acostumbrados dos años atrás.
Antes de la expulsión, Quique dio entrada a Jurado por Forlán (se marchó enfadado, consigo mismo, supongo) y a Salvio por Simao, al que por fin vimos 25 minutos seguidos (hasta ahora había jugado diez, repartidos en tres partidos...).
El argentino dejó un par de internadas interesantes, pero habrá que verle más y en otras circunstancias para evaluarle.

LA VALENTÍA DE QUIQUE
El partido agonizaba, y con el Atleti impotente, con un control estéril y Gabi erigido ahora como apaleador oficial, Quique sopesaba en el banquillo si meter a Ibrahima, o si sería arriesgar demasiado y mejor aguantar el 1-0.
A falta de tres minutos, Sánchez Flores se hinchó de valor, y en un alarde de temeridad nunca antes visto a orillas del Manzanares desde que Aguirre puso a Sinama de lateral, sacó a Ibra. Y encima le salió bien.
En un corner muy pasado, Jurado la recibió en banda izquierda, se revolvió bien ante su par, y sacó un centro con la zurda que Ibra cabeceó a la red (1-1).
El empate hizo justicia a la racanería de los maños en la segunda parte y castigó su dureza excesiva como no lo hizo el árbitro.
El punto, de poco vale. El Atlético se coloca décimo (su mejor posición en toda la temporada) a once del descenso y a diez de Europa (más lejos de todo), con lo que se confirma la teoría de que en la Liga la recta final será una travesía en el desierto.
Por ello, el jueves habrá que darlo todo en pos de un buen resultado ante el Sporting de Lisboa (publicaré su análisis el miércoles). Intuyo que esa tarde estarán “on”. O al menos eso espero.

lunes, 1 de marzo de 2010

Un notable en febrero

Han pasado ya cuatro años de mi último mes de febrero con exámenes. Veo ya lejanos esos días, en los que uno se encerraba en la habitación, con las pilas de apuntes, y se ponía a estudiar, descartando en muchos casos parte del temario confiando en que uno no podía tener tan mala suerte de que le cayera justo eso...
Era un mes duro, pero a la par emocionante. La llegada a clase el día del examen, la tensión y las risas nerviosas con los compañeros ya en el pupitre, con alguna gracia acerca de eso que no te sabías.
Siempre recordaré aquel año en el que, con siete asignaturas por delante y muy pocas bien preparadas, le dije a mi amigo Rodri: “Lo mejor es no agobiarse, lo quieras o no, los exámenes irán pasando y fus, fus, me los iré quitando...”. CUATRO PARTIDAZOS
Como a mí me pasaba, el Atleti llegaba al mes de febrero con asignaturas muy duras y con un curso en el que no había tocado un libro.
Había que pegarse la panzada en el mes de exámenes y el panorama en el Calderón era apasionante: “Cuatro partidazos”, le decía a mi padre.
Racing en las semifinales de Copa (4-0); Barça en Liga (2-1); Galatasaray en UEFA (1-1, aunque adelante en la eliminatoria) y 4-1 anoche frente al Valencia en Liga.
Sólo el empate en Santander en Liga y la derrota en Almería evitan que el Atleti haya cosechado un mes de febrero de sobresaliente.

EL ATLETI DE LAS GRANDES CITAS
Sabía que anoche el Atleti lo iba a hacer bien. Los rojiblancos han demostrado este año que les van los partidos grandes (lo que me da muchas esperanzas de cara a la final de Copa y a llegar lejos en Europa).
Si uno mira la clasificación, los cuatro primeros han caído en nuestro fortín. ¿Todos?... ¡no! Una galaxia blanca poblada por adinerados cracks resiste todavía y siempre al ataque indio.
Sin embargo, este año tengo una corazonada. El Atleti siempre juega mejor en el Bernabéu que en el Calderón, y sin la presión que restará llegar en mitad de tabla... ya lo ha dicho Domínguez. Pero para ese partido queda un mes, y Domínguez no jugó anoche, así que centrémonos.
Salió el Atleti a meter en su campo al Valencia, y antes del minuto 20 Forlán ya había mandado una rozando el palo, Reyes había tirado fuera desde la frontal, y en un eslalon había sido cazado por Banega dentro del área. Fue tan clamoroso que a Burrul y a su linier debió extrañarles que Banega, en su vuelta al Calderón, se hubiera transformado en el futbolista alocado de su primera etapa de rojiblanco, así que no lo pitaron. En la contra, conducida por Joaquín, De Gea salvó el primer mano a mano a Silva, pero el canario se llevó el rechace y con calidad y fortuna acabó poniendo el 0-1. De traca.
Estaba claro que el partido iba a encenderse y como el Atleti era el de esmoquin, no estaba dicha la última palabra. Primero fue Reyes (si continúa así, no llevarle al Mundial sería pecado) el que volvió a meterse hasta la cocina driblando jugadores como si fueran conos, pero quiso acabar él la faena, cuando lo apropiado era ser generoso, y remató al poste sin ángulo.

UN PENALTI SIN PRECEDENTES
Y después fue Agüero, que ése siempre está. Le robó la cartera a Marchena, le tumbó, y éste quiso ganarle la partida por la mano. Desde el suelo, palmeó el balón cual Gasol en un tapón. Burrul volvió a no ver nada, pero las protestas frenéticas de los rojiblancos le llevaron al cuarto árbitro.
No sé si fue éste el que le avisó por el pinganillo, pero cuando señaló la pena máxima y expulsó a Marchena no daba crédito. Sin precedentes. Me intrigaba si habría echado mano del monitor, algo ya inaudito, pero al parecer lo vio desde su posición, mucho más alejada que la del colegiado cántabro.
Forlán la pegó al medio y empató el choque (1-1). Quedaba un mundo. Y tenía que ser rojiblanco.
A punto estuvo Agüero de certificar la remontada antes del descanso, pero en el mano a mano con César la pelota le botó y la mandó a la grada. Era un aviso.

ASEDIO ATLÉTICO Y RECITAL DEL KUN
En el segundo acto, no quedó lugar a la duda de que el Atlético se llevaría los tres puntos.
Con Simao entonado en la izquierda, Antonio López desdoblándole, Tiago haciéndolo fácil, pero todo bien, y Agüero sublime.
Pero ahí estaba César para pararlo todo. Primero con una mano espectacular a falta de Simao; después blocando un tiro abajo de Reyes; y más tarde salvando tres del Kun. En la primera, el argentino le regatea, pero le escora lo suficiente para que acabe disparando fuera. En las dos siguientes, el argentino vuelve a meterse hasta la cocina, pero en ambas el meta ataja sus disparos.
El Kun no podía más. Durante dos minutos, el argentino se queda tendido en el área. En cuclillas. Intenta levantarse, pero no puede. Tiene que retirarse, pero quiere seguir. El juego continúa, y hay un corner. “Gol de cabeza del Kun”, le digo a mi padre. Y el resto ya lo conocen.
El argentino cabecea en el primer palo, apenas sin saltar, y pone el gol que él y el equipo tanto estaban mereciendo (2-1).
El yerno de Dios se retira entre una ovación de las que hacen época. Y yo me vuelvo a preguntar: ¿Para cuándo su renovación? Si algo hace a este Atlético diferente al resto de equipos es él, y si de verdad queremos volver a ser algo más que un equipo mediocre que se conforme con entrar en Champions de cuando en cuando, se le debe renovar al alza ya. No me cansaré de repetirlo.

FIN DE FIESTA
El final del encuentro fue una fiesta, a la que se apuntó Jurado asistiendo a Forlán para que picara el 3-1 (ya lleva doce goles en un mal año...) y permitiéndose el lujo de poner él mismo el cuarto.
El Valencia estaba con nueve, tras ser expulsado Miguel. Pero esos tantos no hicieron sino poner justicia a lo visto durante los 90 minutos.
Mientras, César recibía del Calderón el homenaje que había buscado toda la noche. El cacereño se ha convertido en uno de esos porteros que, con la edad, convierten su portería en su circo. Calidad en las paradas, esperpento en lo que las rodea.
El Atleti se sitúa por primera vez más cerca de Europa (ocho puntos) que del descenso (diez), aunque el inicio liguero (una victoria en diez partidos) hacen que en la Liga los homenajes sean contados. Veremos si en La Romareda les apetece jugar. Y si no, ya jugarán los jueves. Si quieren, pueden.

domingo, 21 de febrero de 2010

El Atleti no te arregla los findes

Ayer me junté con mi familia para celebrar el 84 cumpleaños de mi abuelo. Mi familia me felicitaba y me decía: Qué bien anda últimamente el Atleti, ¿eh? Ganar al Barça, el único que lo ha hecho...
Como comprenderéis, mi familia, excepto uno de mis tíos, de fútbol no sabe mucho.
Y yo tenía que explicarles que bueno, que sí, que ganamos al Barça y estamos en la final de Copa, pero que las eliminatorias no fueron muy complicadas y... bueno, todo eso que ya saben ustedes.
Mi abuelo nació en Almería y anda últimamente pachucho, con lo que juntarnos toda la familia le hizo mucha ilusión.
Por la noche, tuve fiesta de disfraces. Elegí “ser” David Bisbal, también de Almería, y en el concurso que se curró uno de mis compañeros de Master se decidió que el galardón al peor disfraz recayera sobre mí.
Después, acabé discutiendo con una de mis compañeras de Master, curiosamente, de Almería.
Y entonces llegó el domingo. Y el Atleti jugaba... contra el Almería.

DE MENOS A MÁS
Ni antes, ni durante el partido me puse a pensar en todas estas conspiraciones judeo-masónicas venidas del sur que me llevarían a padecer una nueva derrota del Atleti. Pero me ha dado por hilar las ideas ahora, frente a la pantalla del ordenador.
El partido en los comienzos fue anodino, como muchos de los que nos acostumbran los de Quique este año.
El equipo no tocaba mal, con Tiago dando salida con clase a las jugadas y Assunçao entonado. Pero no llegaba. Mientras, el Almería tuvo un par de oportunidades, en botas de Goitom y de Piatti, en las que, por suerte, Asenjo respondió bien (volvió a titubear en los balones aéreos, donde De Gea le saca un mundo).
En el tramo final del primer acto, los rojiblancos, hoy de negro, fueron creciendo, y Forlán tuvo dos claras ocasiones. La primera la mandó fuera por poco, y en la segunda su fuerte derechazo lo repelió Alves. El uruguayo volvió a moverse solo en punta, ya que Quique reservó nuevamente al Kun. El entrenador madrileño apostó de nuevo por Jurado como segundo punta, pero el gaditano no estuvo demasiado participativo, y sigo pensando que para ganar un partido se deben poner dos delanteros. Sin embargo, Quique no parece confiar demasiado en Ibra, ni en los que vienen detrás.

COMANDADOS POR REYES Y TIAGO
El Atlético confirmó la mejoría de los minutos finales, y en la segunda parte dominó el choque. Comandados por Tiago (a ver lo que tardan en pagar los ocho millones de euros antes de que vuelva por donde vino, como Banega...) y por José Antonio Reyes, un desconocido con respecto al futbolista que llegó al Atleti hace dos años y medio.
El utrerano hace jugadas increíbles
, con arrancadas desde medio campo en las que deja atrás contrarios con facilidad pasmosa. En una de ellas, se metió hasta la cocina, pero la pegó con la pierna mala y Alves respondió a corner.
Poco antes, el Almería había estrellado un cabezazo al larguero por medio de Chico, en la única llegada almeriense hasta la fatídica recta final.
Mientras, siguió el recital de Reyes. En pocos partidos he visto a un futbolista recibir más faltas en un mismo choque que a él. Debieron pararle de manera ilegal como en diez ocasiones. Sin embargo, tanta falta apenas se tradujo en tres tarjetas. Una de ellas para el propio Reyes por protestar... así es nuestro fútbol...
En una de esas infracciones, Reyes la pegó abajo para que despejara Alves, que voló milagrosamente para salvar el cabezazo posterior de Forlán cuando ya se cantaba el gol.
No tuvo suerte el uruguayo, que pocos minutos antes regateó a Alves tras un maravilloso pase de Tiago, pero su disparo lo sacó Chico en la línea.
La balanza se iba decantando del lado madrileño, y Tiago quiso redondear su noche con un trallazo a la escuadra. Pero lo escupió la madera.

Y CUANDO MÁS CERCA PARECÍA... GANÓ EL ALMERÍA
Y cuando uno iba haciéndose a la idea de que íbamos abocados a un nuevo empate injusto, el Almería renació... y se llevo el partido.
Primero fue un ex atlético, Ortiz, el que cabeceó fuera por poco. Después Piatti la pegó fuera. Y cuando Asenjo se estaba congraciando con una buena parada a tiro de Soriano, la jugada continuó... y marcó Piatti (1-0).
El argentino, que ya nos birló dos puntos en el descuento en el Calderón, nos amargó la noche y remató mi fin de semana.
Y es que, si uno espera este año que el Atleti le arregle un finde, está comprobado que no. Confiemos en que en la UEFA, que es jueves, den la talla y demuestren su superioridad ante el Galatasaray.

lunes, 15 de febrero de 2010

La ilógica del fútbol

Contaba Fernando Torres en una entrevista al poco de llegar a Liverpool, que el 0-6 que el Barça infligió al Atleti hace tres años le hizo tomar la decisión de salir. Hasta ese día, Torres había vencido al Barcelona en varias ocasiones (dos en el Camp Nou y dos en el Calderón) siendo protagonista al endosarles hasta siete goles. Como explicaba el de Fuenlabrada, eran para él y para el equipo “pequeñas victorias en la temporada”, que les hacían pensar “que podían estar a un alto nivel si hacían las cosas así”. Sin embargo, esa trágica noche, Torres se dio cuenta de que "todo era una ilusión” y de que tenía “que seguir adelante”. Y huyó hacia delante.

EL ATLETI, PARADIGMA DE LA ILÓGICA
Que el fútbol no tiene lógica es algo que todo el mundo sabe. Y el Atleti es uno de los equipos que mejor lleva a la práctica este axioma.
La gente se hace eco del camino tan fácil que ha tenido hasta la final de Copa. Ha sido un camino fácil, sí. Pero si jugó con el Recreativo fue porque éste eliminó antes a un Primera como el Sporting. Y si jugó con el Celta es porque éste se cargó al Villarreal y al Tenerife.
Y, como bromeaba un día con un amigo, si el Atleti le metió 4-0 al Racing, y el Racing eliminó al Alcorcón, y el Alcorcón ganó 4-0 al Madrid... ¿le meterá el Atleti al Madrid 0-8 en el Bernabéu?
Pero el fútbol no funciona con este tipo de lógica...

NO TIENE MUCHA LÓGICA...
Que Perea lo corte todo y esté casi impecable no tiene mucha lógica. Que Assunçao se multiplique en medio campo, barra cada balón, regateé contrarios, y encima la saque jugada, no tiene mucha lógica.
Que Domínguez sea un mariscal en defensa, sea el jefe de la zaga, ordene y manda como un veterano, con sólo 19 años, no tiene mucha lógica.
Que Reyes se vaya de Iniesta y de Busquets, y ponga un pase en profundidad que ni Laudrup en sus mejores tiempos, no tiene mucha lógica.
Y que Forlán, en la primera que tiene, fusile sin piedad con la derecha a Valdés junto al poste derecho, este año, no tiene mucha lógica.
Sin embargo, todo eso pasó anoche en el Calderón. Y lo último que les he contado, la combinación Reyes-Forlán, en el minuto nueve (1-0).
Tampoco tiene demasiada lógica que pocos minutos después Agüero se quedara solo delante de Valdés, tras un gran pase de Simao, y con tiempo para pensar en regatearle, tirar a un palo, al otro... decidiera pasar a Forlán cuando el uruguayo estaba bien tapado por Puyol.

EL ATLETI CONTRA EL BARÇA SE TRANSFORMA
Pero no pasa nada. El Atleti contra el Barça se tansforma en un grandísimo equipo. Capaz de hacer cuatro goles si el contrario te hace tres. De pelear cada balón. De presionar al contrario en su propia área.
Y de ponerse 2-0 en el minuto 20. Simao mandó junto al palo de Valdés de manera magistral una falta perfecta para el perfil de un diestro. Segundo gol del portugués en Liga y segundo de falta, junto al de Copa.
En la celebración del tanto, no pude contener el comentario hacia mis compañeros de fatiga de ¿por qué nunca harán esto contra el Madrid...? Yo no me lo explico.
Y mientras le comentaba a mi padre que un 2-0 ante el Barça no es ni mucho menos decisivo... gol de Ibrahimovic (2-1).
Un corner peinado por Puyol en el primer palo (ya, ya sé que hablar de peinado y Puyol es una contradicción)
dejó solo a Ibra en el segundo poste para empujarla. El más cercano era Perea. Pero anoche era un día de fiesta y no es para quejarse y, así, el sueco pudo romper una sequía de dos meses.

CON DE GEA HAY MUCHO PORTERO
El gol dio paso a los mejores y únicos minutos de verdadero buen fútbol de los de Guardiola.
Tenía miedo en la previa (y lo anuncié) porque los últimos dos balones que “tocó” De Gea en Santander fueron dos goles (uno con fallo incluido). Con esa rémora, el Barça enfrente, y sólo 19 añitos para aguantarla, temía por la actuación de nuestro portero. Pero me equivoqué.
No sin antes llevarme un pequeño susto en la línea de mis presagios, cuando aún con 0-0 al niño se le colaba entre las piernas un balón fácil en el punto de penalti. Fue sólo un susto.
En el 31 blocó abajo un cabezazo de Ibrahimovic. En el 32 despejó un remate envenenado del sueco. En el 33 sacó un zurdazo de Messi y en el 45 volvió a detener un remate del argentino.
Fueron los minutos del Barça, y De Gea volvió a demostrar que tenemos portero de presente y de futuro.
Entre medias, Agüero remató al cuerpo de Valdés con la jugada anterior en la cabeza, cuando esta vez sí debió devolver la pared a Ujfalusi, que se había sumado al ataque con convicción.
El descanso fue bien recibido por la abarrotada parroquia local, y pocos podían esperar que el 2-1 no se movería hasta el final.

DOS TIROS DEL BARÇA EN LA SEGUNDA PARTE
Recién reanudado el choque, llegó a mi juicio la mejor ocasión blaugrana. Iniesta se plantó ante De Gea con Xavi a su lado, pero no controló bien y Perea salvó el peligro.
Fue el último acercamiento peligroso de los culés hasta el minuto 90.
Hasta entonces, fue el Atleti el que tuvo mejores ocasiones, maniatando a un Barça al que a falta de doce minutos los problemas se le multiplicaron cuando Xavi hubo de retirarse tocado.
Los rojiblancos supieron aprovechar las bajas culés, y mientras Reyes volvió loco a Maxwell por la izquierda (debió irse expulsado), Simao exigió al canterano Bartra por la derecha, que hubo de retirarse exhausto en el 15 de la segunda.
Agüero tras un recorte eléctrico a Puyol, y un zurdazo de Ujfalusi (mucho mejor de lateral) obligaron a Valdés a evitar el tercero.
Al final, sólo un arranque de furia de Messi hizo peligrar los puntos, pero su arrancada terminó con un disparo que se fue abriendo hasta perderse. Como el juego del Barça cada vez que visita el Manzanares.

EL BARÇA DE LOS RÉCORDS NO PUEDE CON EL CALDERÓN
Tras 22 jornadas, el Barça pierde su condición de invicto en el Calderón. Como el año pasado en la jornada 25, tras no haber perdido ni un partido desde la primera jornada. O como en 2006, cuando el Atleti de Torres ganaba a un Barça que, tras 15 victorias consecutivas, soñaba con batir el récord histórico de la Liga.
Y yo me pregunto, si el Atleti siempre gana en casa (cinco victorias, dos empates y una derrota) al doble campeón de Europa en los últimos cuatro años, y campeón de todo el año pasado... ¿no debería ganar el Atleti la Copa de Europa?
De momento, conformémonos con un partido similar el jueves ante el Galatasaray. Entonces, quizá se pueda soñar con hacer también algo grande en la UEFA.