Mostrando entradas con la etiqueta Copa del Rey 2014-15. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Copa del Rey 2014-15. Mostrar todas las entradas

viernes, 16 de enero de 2015

¿Quién manda en la capital?

OCTAVOS DE COPA- REAL MADRID 2-2 ATLÉTICO
Goles: Fernando Torres (2).
Se lo juro, últimamente, cada vez me cuestan más los postderbis. Por paradójico que parezca, cuando el Atleti perdía año sí y año también, resultaba más sencillo aguantar el chaparrón del vecino y esperar a que el temporal amainase. Pero desde que los rojiblancos plantan cara, y ganan asiduamente, al eterno rival blanco, cada vez son más los desagradables enfrentamientos que surgen con determinadas personas, que en algunos casos superan el umbral de lo futbolístico.

ENTENDÍ LO DE METERSE "EN LA CUEVA"
Ayer me acordé de un tuit que escribió la semana pasada mi compañero Ennio Sotanaz: “Hace tiempo que ya no disfruto los derbis. Ni ganando ni perdiendo. El antes y el después es tan insoportable que sinceramente no compensa”.
Lo leí con cierta perplejidad, y le repliqué lo siguiente: “No mientas. Que en el de septiembre en el Bernabéu (que lo vimos en el Calderón) te vi dar saltos como un enano”.
A lo que me contestó: “Sólo me vale el “durante“. 10 minutos después otra vez a la cueva. No compensa, en serio. Preferiría no tener que jugar”.
Es duro, pero como digo, ayer me sentí plenamente identificado. 
Desde que ganamos la Final de Copa del Rey en el Bernabéu hace año y medio, uno debe medir muy mucho lo que pone en esos grupos de whatsapp que carga el diablo. De hecho, desde entonces prefiero no escribir cuando hay un derbi. Hay que meterse en “la cueva”. Pero cuando a uno le provocan (y por desgracia yo soy de entrar al trapo fácil), al final te enzarzas en discusiones que preferirías haber evitado. Anoche, por triste que resulte, al final del partido estaba más jodido por una bronca de este tipo, que feliz por el triunfo de mi equipo.
Lamentablemente, seguro que más de uno de ustedes están entendiendo perfectamente a lo que me refiero...

UN TRIUNFO DE LA MANO DE "PAQUETORRES"
Un triunfo que fue muy grande, porque se sustentó además con dos goles del que durante muchos años ha sido nuestro estandarte, el hijo pródigo, del que también muchos habrán leído que esta Navidad ha vuelto a casa con SEUR, porque es quien más rápido envía los paquetes... En fin. Mientras no pasara del humor...

UNA JUGADA PRECIOSA
No iba ni un minuto de juego, cuando el Atleti hizo una combinación perfecta, demostrando que también sabe tocar. Siqueira para Koke, éste de primeras para Mario, que también al primer toque abre para Griezmann. El francés se va, con cierta fortuna, de Pepe, y pone un pase perfecto al segundo palo donde Fernando Torres, de primeras y con la zurda, bate a Keylor Navas poniéndosela a contrapie. 0-1. El Niño, que tardó cinco años en meter su primer gol a Casillas, batía al Real Madrid apenas en una hora de juego en su segunda etapa.

EL MADRID NUNCA MUERE...
El Madrid tenía que meter cuatro. Eliminatoria sentenciada.
Pero nunca se puede dar por muerto al Real Madrid, que es como el malo malísimo de las películas, que resucitaba varias veces después de muerto.
El equipo blanco siguió jugando con una fuerte intensidad, como si el resultado no se hubiera movido, y a los 20 minutos Sergio Ramos se desembarazó del marcaje de Godín, Oblak cayó al suelo (lo de este portero al final nos va a costar un disgusto...), y puso el 1-1 de cabeza.
El esloveno estuvo más que correcto el resto del choque. Al igual que el uruguayo, que achicó cada balón por alto y por bajo, especialmente en el primer acto, siendo objeto de varias faltas por ir con todo a defender a su equipo.
El Madrid asedió con ímpetu el portal atlético en esos primeros 45 minutos, y hubo acciones de verdadero agobio. La más notable, un balón que Mario Suárez sacó bajo palos a tiro de Cristiano, sólo unos minutos después del 1-1. Ahí pudo haber cambiado el partido.
Pero el Atleti resistió estoicamente, y especialmente cabe destacar a Tiago, el único que con su clase fue capaz de sacar al equipo de su propio área para intentar enlazar alguna contra.
TORRES ROMPIÓ A PEPE
En la segunda parte el choque ya fue más tranquilo, ya que Fernando Torres mató (ya sí) toda esperanza blanca, de nuevo antes del primer minuto. Cuánto han cambiado las cosas respecto a antaño, debió pensar el Niño...
Un mal pase de Sergio Ramos fue cortado por Griezmann, que inició una cabalgada veloz, abrió a la izquierda para el desmarque de Torres, y el fuenlabreño hizo un perfecto recorte con la zurda, para dejar literalmente tirado a Pepe, y con la derecha batió a un Keylor Navas que tocó con su pierna izquierda, pero no pudo evitar el tanto. 1-2. Ahora sí que sí. Doblete del Niño en el Bernabéu. Quién se lo hubiera dicho.
El Madrid lo siguió intentando, y antes del minuto diez Cristiano Ronaldo volvió a poner el empate, de nuevo de cabeza, tras un buen centro de Bale.
Sin embargo ya no hubo partido. Los blancos sólo dieron algún último coletazo, más por inercia que por convicción, mientras que el Atleti aún pudo matar en una última contra de Torres y Griezmann, y posteriormente la entrada de Arda ayudó a dormir el encuentro.

IGUALDAD EN LOS DERBIS DE COPA
El Atleti está en cuartos de final, donde le espera el Barça para intentar completar la machada copera. Y vuelve a eliminar al Real Madrid en una competición donde la habitual supremacía blanca no es tal. 22 veces se han cruzado colchoneros y merengues, y el resultado es sólo de 10-12 en nuestra contra. Igualdad.
Y como eliminar al vecino no es algo como para estar triste, voy a terminar con un chiste.
¿Qué hacen dos sudamericanos, un chino, y un español en un bar de Carabanchel...?
Disfrutar con una victoria del Atleti contra el Real Madrid. Ésa es la curiosa mezcla entre la que anoche viví el triunfo de mi equipo en el conocido bar de Yakarta, en Oporto. Un bar en el que, por cierto, mis padres se conocieron hace ya más de 35 años. Tenía que traerme suerte. No podía ser de otro modo. Disfruten la victoria. Disfruten del fútbol. Que para eso lo inventaron...

PD: HASTA LUEGO
Queridos lectores, amigos y seguidores varios. Como ya dije en el último post, me he embarcado en un proyecto muy ilusionante del que no tardando mucho tendréis cumplida información. Un proyecto que tiene que ver con el Atlético de Madrid y que a partir de ahora va a absorber todo mi tiempo. Así que al menos en los próximos meses el blog verá reducida sensiblemente su actividad. He querido escribir esta crónica por el significado de la victoria, pero en los próximos partidos me ausentará bastante a menudo. Gracias por leerme y por haberme dado una razón para ponerme frente al teclado después de cada partido durante todos estos años. ¡Nos leemos pronto!

viernes, 9 de enero de 2015

Un derbi de otra época

OCTAVOS DE COPA- ATLÉTICO 2-0 REAL MADRID
Goles: Raúl García (penalti), Giménez (corner).
Minuto 1 de juego, corner botado por James, desajuste en la zaga rojiblanca y Sergio Ramos, solo, remata de cabeza a portería. ¿Gol? No. Se han quedado en los derbis de la década pasada. Oblak mete ambas manoplas y conjura el peligro.
Tenía miedo, lo reconozco. Tenía miedo de que Oblak fallara, de que el joven Lucas no diera la talla, de que a Saúl y Mario Suárez se los comieran Isco y Kroos.
Tomás Roncero, ese gurú del periodismo, escribió una columna para el día del partido con el siguiente título: “Torres verá que todo sigue igual por aquí”.
Reconozco que también tuve miedo de eso. De que, aunque fuera irracional pensarlo, con la vuelta del Niño pudieran también aparecer esos fantasmas del pasado tan ligados a la ansiedad, el complejo de inferioridad y el exceso de motivación mal canalizada que atenazó a los rojiblancos durante años ante el eterno rival.
Pero era absurdo. Claro que han cambiado cosas. En los derbis, ha cambiado todo.

EL DATO: TORRES Y ANCELOTTI, LOS MISMOS DERBIS
Fernando Torres nunca ha ganado al Real Madrid en nueve derbis”, repetían las radios y los telediarios. Y uno recordaba esos “el Atleti lleva nueve años sin ganar al Real Madrid... diez... once... doce...”.
Eso me respondía mi hermano cuando le quería explicar algo sobre que Torres nunca hubiera ganado al Madrid como colchonero: “Pero no sólo fue Torres, el Atleti se tiró casi 14 años sin ganar al Madrid ¿no?”.
Pero lo que yo quería era darle un dato mucho más elocuente.
Fernando Torres estuvo siete temporadas en el Atleti (dos de ellas en Segunda) y sólo jugó nueve veces contra el Real Madrid. Ahora acaban de decir en el telediario que Ancelotti, que apenas lleva año y medio en el Bernabéu, juega hoy su noveno derbi contra el Atleti (cuatro derrotas, dos empates y tres victorias para el italiano). Eso es la mejor prueba de cómo ha crecido este equipo. Antes ni jugaba en Europa. Ahora se cruza al Madrid cada año en finales de Champions, finales de Copa, Supercopas...”, le argumentaba.
Y es que el dato es contundente. Koke o Godín han jugado las mismas veces contra el Real Madrid en año y medio (tres de Liga, tres de Copa, dos de Supercopa y una de Champions) que Fernando Torres en siete temporadas...

MÁS VICTORIAS EN AÑO Y MEDIO QUE EN 20 AÑOS
Ese crecimiento, y el espíritu ganador inculcado a los rojiblancos por el Cholo Simeone (no quiero imaginarme qué será del Atleti cuando el argentino se haya ido) ha permitido, no sólo que nos enfrentemos a los más grandes de forma asidua, sino que les ganemos.
La de este miércoles fue la tercera victoria consecutiva contra el Real Madrid (1-0 en Supercopa; 1-2 en Liga; y 2-0 en Copa), algo que no se producía desde las temporadas 1949-50 y 1950-51 (con victorias por 1-0, 3-6 y 4-0 con el mítico Adrián Escudero como uno de sus artífices); y es la quinta en el último año y medio (sumando el 0-1 de la temporada pasada en Liga y el 1-2 de la Final de Copa del Rey de 2013).
En este año y medio, he visto más veces a mi equipo ganar al Madrid que en mis 20 años anteriores de vida. De 1992 al 16 de mayo de 2013 (día anterior a la Final de Copa del Bernabéu) el Atleti sólo ganó cuatro veces al Real Madrid: 1-3 en la 1999-2000; 3-1 en la 1998-1999; 0-2 en la Final de Copa de la 1991-1992; y 2-0 en Liga también en la 1991-1992.

POR HUEVOS QUE HOY GANAMOS
Y en esta ocasión el Atleti ganó al Madrid por huevos, algo que durante todos los años citados no tenía por qué tener en mayor medida el equipo blanco, pero sí solía ser así.
Fue un derbi de otra época porque el Atleti saltó al campo con cinco canteranos (Lucas, Gabi, Mario, Saúl y Torres) y con once hombres que mordieron por cada balón como si fuera el último.
Y eso que la primera parte fue mala. Muy mala. “Porque es un derbi, sino sería un tostón de partido”, le dije a mi padre en el descanso.
Al susto de Ramos en el primer minuto, se le unió otro al cuarto de hora, con un gol anulado a Bale por fuera de juego. Por suerte, Raúl García sacó rápido el balón de las mallas, y el Atleti lanzó un contragolpe vertiginoso que nos quitó el frío del cuerpo con un zurdazo ajustado de Griezmann que sacó Keylor Navas a corner. El “huy” terminó con un tío de la fila de arriba cayendo al suelo de la mía. Éste no tenía frío...
En el resto del primer acto todos los ojos estaban centrados en Torres (el riesgo de sacarle de titular) y ofreció lo que se podía esperar: voluntad sin límites y sobreexcitación, unidos a falta de ritmo y de acierto. Le faltan partidos.

EL PENALTI ROMPIÓ EL PARTIDO
La segunda parte fue otra cosa. Empezó como la primera, con susto del Madrid en un derechazo cruzado de Bale que se fue abriendo hasta perderse por poco, pero se desatascó por un penalti absurdo de Sergio Ramos sobre Raúl García.
Dice el sevillano que cada día le gusta más la Premier. Pero que sepa que si algún día se va a la liga inglesa, ahí también se lo pitan.
El de Camas agarra al navarro por la espalda y literalmente le tira. Podrá estar mejor o peor, pero Raúl García debe jugar cada derbi. Su forma de vivirlos, sus piques constantes (antes con Alonso, ahora con Khedira o con Ramos) justifican su presencia en el campo.
El navarro tiró el penalti de forma espectacular, ajustadísimo al palo izquierdo de Navas (1-0) y entre la sonora euforia de la afición pasó casi inadvertida la salida de Fernando Torres.
EL MADRID NO TIRÓ A PUERTA
De ahí al final, el Real Madrid dominó con claridad (ya con Cristiano en el campo), pero fue incapaz de crear ni una sola ocasión de peligro ante una presión asfixiante de los de rojiblanco, que rodeaban a cada hombre blanco con tres y cuatro indios.
Por si fuera poco, en el 75 Giménez conectó un perfecto cabezazo en otro corner (ha tenido buen maestro con Godín) y desató el delirio en las gradas (2-0). Era difícil soñar con un resultado mejor.
Y Torres volvió a casa. Y siete años después (o trece, según se mire) por fin ganó al Real Madrid. Y como en las grandes borracheras de victoria, la hinchada se marchó cantando el himno por los vomitorios del estadio. Pero esta vez la cogorza fue gorda, y aún continuaron los cánticos inundando las calles aledañas del Calderón. Disfruten. Acostumbrarse a ganar al Madrid es algo grande. Pero ojo, que dure poco la resaca. Hay otras dos cenas de Navidad cerca. Que sigan las fiestas.