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lunes, 24 de mayo de 2010

Nos deben otra Copa

Ya les avancé en mi crónica de la clasificación para la final de la UEFA que en el fútbol mantengo ciertas supersticiones irracionales. No sé si es porque este año hemos llegado a dos finales, y los partidos a cara o cruz han sido muchos, pero la final de la Copa del Rey fue un compendio de supersticiones absurdas que no cambiaron el resultado: derrota y adiós al tan anhelado Doblete.

MIÉRCOLES 9:15 HORAS
Me reúno con tres amigos: Ger (al que por cierto, nunca lo he dicho, pero conocí gracias a este blog), Chechu y Chamorro, para coger el coche rumbo a Barcelona (El elevado gasto de Hamburgo obligó a buscar en Copa el camino más asequible posible).
Pongo mi bufanda ondeando del Mini Cooper de Ger (íbamos bien apretaditos) y recibo los saludos y los toques de claxón de todo el respetable de la A-2.
Algunos incluso quieren que bajemos la ventanilla para hablar, supongo que para desearnos suerte para esta noche... Qué simpáticos, querrán preguntarnos si vamos para Barcelona...
Al tercer hombre que lo intenta, uno empieza a sospechar que aparte de lo de la bufanda hay algo más. Y efectivamente. La rueda trasera derecha está pinchada por un clavo como Kanouté de grande. Primera parada, Alcalá de Henarés, donde preguntamos en una gasolinera cómo llegar al taller más cercano.

11:00 HORAS, PRIMERA SEÑAL
Subsanado el pinchazo, uno vuelve al coche con fuerzas renovadas. Hemos perdido casi dos horas de viaje, pero intento convencer a todos de que esta piedra en el camino no es más que una señal: las complicaciones nos llevarán al éxito. La Copa está ganada. Por el camino carretera de Zaragoza arriba uno no cesa de cruzarse con otros coches engalanados con sus bufandas o sus banderas del Atleti. La A-2 es por momentos una riada rojiblanca. ¡Qué alegres son los colores, de tu raya roja y blanca!
El móvil de Ger conectado a la radio del coche nos deleita con los himnos del Atleti (el oficial y el de Sabina) y con la canción del Kun Agüero y los Leales.
Desde que le escuché entonar el “¿De quién, de quién? Kun Agüero, papá” en la celebración de la UEFA, esa pegadiza musiquilla se me había metido en la cabeza.
Así que nos aprendimos la primera estrofa y, tras siete horas y media desde la primera parada en Alcalá, entramos a Barcelona cantando el “Lleva el fútbol en la sangre... es parte de su alma... la hinchada grita ¡Vamos Kun Agüero!”. Luego, en el Metro, nos quedamos con la gente entonando la tonadilla.

LLEGADA A BARCELONA, OTRA SEÑAL
Aún desde el coche, vemos en el Puerto de Barcelona varios containers rojos con el nombre de Hamburgo en letras blancas. “Otra señal chicos”, les comunico ufano. Que se añade a los solecitos sonrientes que encontramos en los camiones por el camino o a los tentáculos rojiblancos que miden la fuerza del aire.
Y durante todo el camino, una única ilusión: llegar a la fan zone...Sin embargo, no conseguimos aparcar hasta las 18:30 y cuando queremos dejar las cosas en el hostal y abastecernos de provisiones, son las siete. La fan zone cierra en apenas media hora, así que decidimos ir directamente a los aledaños del Camp Nou.
Hasta con cinco personas había quedado en verme en Barcelona. No vi a nadie. Móviles sin cobertura, mensajes sin responder, y calles desconocidas y demasiado repletas. No pasa nada, la Copa está ganada.
“El Kun Agüero, se caga en el sombrero”, es el cántico de moda que descubrimos junto a la travesía de Les Corts y que cantamos cuando aparece en escena cualquier sevillista, ante la algarabía del resto de aficionados rojiblancos, que nos miran como si la hubiéramos inventado nosotros.
“Luego lo veremos, luego lo veremos”, nos responde un veterano hincha sevillista. Y luego lo vimos...

SE ACABA LA ALEGRÍA
Comienza la cuenta atrás. Menos de una hora. Los cánticos, la algarabía, la felicidad, la ilusión por el Doblete, están a punto de esfumarse en unos minutos. Pasamos el primer “control” del Camp Nou, la amplia valla que rodea el estadio. Para pasar por la puerta definitiva las colas son interminables. Y no se avanza. “¡Esto no pasa, en el Calderón!”, grita la gente. Pero de poco vale. Al final, entramos con el partido recién comenzado.
Fila 21, el fútbol se ve de lujo ahí. A pocos metros de David De Gea, nos acomodamos con el tiempo justo de ver cómo Capel convierte un rechace cualquiera en un zurdazo imparable que revienta nuestras redes. Cuatro minutos. 1-0.Diego Capel. Un gol en 29 partidos de Liga. Al que ni siquiera esperaba como titular en esta final, a la sombra de Perotti casi todo el año. El almeriense ya tendría tiempo en el partido de demostrar su mejor faceta, la histriónica. Especialmente en el minuto 73, cuando su habitual sobreactuación generó una vergonzosa batalla campal en la banda con el único objetivo de parar el partido.

GOL TEMPRANERO EN UNA FINAL...
En una final, y más cuando se presenta con resultado tan incierto, un gol tan tempranero puede desequilibrar totalmente la balanza. Y así lo hizo.El Atleti responde bien, con la enésima cabalgada de “correcaminos” Ujfalusi, que acaba con un remate de Agüero que saca Squilachi en la línea, haciendo lo propio después con el posterior tiro de Forlán.
Queda todo el partido, hay que creer.
Pero el Atleti no llega con claridad. Un tiro lejano y al centro de Simao; una falta arriba de Reyes; un mal disparo de Forlán, después de que Antonio López le robase la cartera a Konko...
El Sevilla no ataca, pero está muy encima. Parece haber varios Zokoras sobre el campo, Kanouté aguanta todo lo que le llega arriba, y Navas y Capel intentan hacer daño cuando les llega el balón.

DEMASIADO SUFRIMIENTO
Ger no para de mirarme a lo largo del partido, buscando en mí una respuesta. Lo que encuentra es a alguien aterrado, con la cara escondida tras las manos casi todo el tiempo. "Ánimo, que queda mucho", me dice, con una cara de "joder, si éste está así, mal va la cosa, sí...".
Y el cronómetro corre, y uno piensa, si empatamos antes del descanso, bien, pero si no...
Y Palop mete una mano abajo a Forlán; y luego mete una arriba y se la come, tras un corner, pero el Kun cabecea fuera. Y el descanso llega...

MÁS SUPERSTICIONES
Me quito la bufanda conmemorativa de la final de Copa porque no me está dando suerte (llevaba puesta también la mía habitual en la otra muñeca), me tiro una foto en los baños del Camp Nou, dejo más hamburguesa de la que me apetecería comer para Ger. Todo buscando el gesto correcto que nos dé el empate. Se ataca ahora en nuestra portería. Tiene que llegar. Pero no llega.
El Atleti está espeso, un disparo lejano de Tiago es lo único reseñable en veinte minutos. La entrada de Jurado por Simao (de nuevo desaparecido) da más chispa al Atleti, y una pared suya con Tiago es salvada por un defensa a corner cuando Kun esperaba para embocar.
Otro corner. Hasta nueve sacó el Atlético. ¿Cuántos remató? Sólo uno. El mencionado de Agüero antes del descanso.

ELLOS SOÑARON MÁS "DURO"
Y el tiempo vuela entre nuestros dedos, y el Doblete se escapa de nuestros sueños a golpe de puños de Palop a cada balón colgado al área. Por momentos no puedo respirar. No está tan bien esto de vivir una final en directo. Y menos así.
Y los jugadores del Sevilla comienzan a caer al suelo para perder más y más tiempo. Y las faltas, tónica habitual de todo el choque, no cesan (el Sevilla realizó el doble de faltas que el Atleti) y Raúl García volea fuera el enésimo despeje de Palop.
Entonces, cuando todo se acaba, y unos cantan de puntillas, rozando el cielo, y otros lo hacen con la agonía del preso condenado a muerte, Perea pierde el balón en medio campo ante Navas, y el de los Palacios aún tiene fuerza para pegarse una carrera de 50 metros y dejar en el camino, con sendos rebotes, a Domínguez y De Gea, y les dice a los suyos: señores, comiencen a entonar el campeones, campeones.

LA FIESTA EN LA GRADA
Y la hinchada hispalense estalla. Y entonces uno es más consciente de que apenas son la mitad que nosotros, que el Camp Nou es dos tercios rojiblanco, rojiblanco colchonero.
Pero el título es suyo. La oportunidad de dejar en el camino a un rival por objetivos directos en la última década (ascenso, UEFA, Champions, Copa) se pierde. La grandeza reciente de los del Pizjuan se revalida, y esta Copa se une a los títulos levantados hace apenas tres y cuatro años.
El viejo Atleti, por contra, coronado campeón de Europa sólo siete días antes, no es capaz de alcanzar su décimo torneo del KO, y añade a su palmarés el mismo número de finales perdidas que ganadas en Copa: nueve y nueve.
Y en la grada, en una muestra de amor a unos colores sin precedentes, los 50.000 colchoneros se desgañitan cantando a su equipo, y reeditando el campeones, campeones que muchos no pudieron cantar en directo en Hamburgo.

Y SÓLO QUIERO DORMIR...
¿Los 50.000? No. De pie, en mi asiento, en absoluto silencio, grabó con mi cámara el espectáculo de mi afición. Sobre el campo, algunos jugadores que provocaron lágrimas en mí la semana pasada, son ellos ahora los que lloran.
Yo no tengo fuerza para nada. El cansancio, los kilómetros, las ilusiones desvanecidas, dejan paso al virus que desde el pasado lunes pelea por apoderarse de mi cuerpo. Y lo consigue. Ya no hay más por lo que luchar. Ya no quedan más finales. Lo único que quiero es dormir. Sólo espero no tener que esperar otros diez años para volver a tener un sueño.

viernes, 5 de marzo de 2010

Sin fecha para la final de la Copa del Rey

El que muchos futbolistas definen como “el partido más bonito del año” sigue sin fecha, casi un mes después de que se conozcan oficialmente los finalistas, Atlético de Madrid y Sevilla.
Desde que ambos contendientes llegaran a la final de la Copa del Rey se señaló un día y un escenario: el miércoles 26 de mayo en el Santiago Bernabéu.
Esta elección presentaba dos problemas: el estadio, donde sólo cuatro días antes se jugaba la final de la Champions League, ya que una norma prohíbe que se jueguen dos finales en el mismo campo en una misma semana.
Y la fecha, debido a que el Mundial de Sudáfrica comienza el 11 de junio, y el 26 de mayo los internacionales (Agüero, Forlán, Simao, Luis Fabiano, Navas, Escudé...) ya deberían estar con sus respectivas selecciones.
Ante ambos inconvenientes, la Federación respondió que lograr el beneplácito de la FIFA sería sólo “un mero trámite”.
Un mes después, el trámite se ha convertido en negativa.

LAS OPCIONES
Así las cosas, descartado el 26 de mayo, las opciones son las siguientes, algunas un tanto alocadas/precipitadas, y todas precarias e inconsistentes.
Empecemos por las más “lógicas”, aunque, como digo, todas inestables:

MIÉRCOLES 19 DE MAYO
Sería una semana antes de la inicialmente prevista. El problema, si el Sevilla fuera finalista de Champions (algo improbable) no querría jugar la final de Copa tres días antes.
No se podría jugar en el Bernabéu por el mismo motivo. La opción sería Mestalla o tal vez el Camp Nou.

MIÉRCOLES 12 DE MAYO
Es el día marcado para la final de la Copa de la UEFA en Hamburgo. Es también improbable que el Atleti llegue a esa final (aunque según Cerezo y Gil Marín este año jugaremos las Supercopas de España y de Europa contra el Barça y aún llegaremos a Champions...).
En cualquier caso, hasta que no se produjera la eliminación rojiblanca (y esperemos que al menos no sea en octavos) no se podría elegir esta fecha.
Sí podría jugarse en el Bernabéu.
Las otras dos fechas son un tanto disparatadas, sobre todo la primera:

MIÉRCOLES 31 DE MARZO
Es decir, en menos de un mes.
El problema no es que quede menos de un mes, que se podría hacer oficial hoy esa fecha. El asunto estriba en que para disponer de este día, el Atlético debería ser eliminado en esta ronda de la UEFA ante el Sporting de Lisboa (no se sabrá hasta el 18 de marzo) y el Sevilla de la Champions por el CSKA (la vuelta se disputa el 16 de marzo).
Es decir, con menos de dos semanas de plazo se diría, hala, la final el miércoles 31. Como si este tipo de cosas se organizaran de un día para otro.
La sede también apunta al Bernabéu.

SÁBADO 1 DE MAYO
La única opción en fin de semana, curiosamente, el fin de semana en el que Sevilla y Atlético deberían jugar el partido de Liga en el Sánchez pizjuan.
Aquí, la idea sería adelantar la jornada de Liga entre ambos al martes o el miércoles, en lo que sería un incómodo aperitivo para la final. En este caso, el requisito vuelve a ser que ni Atlético, ni Sevilla hayan llegado a las semifinales europeas, que se juegan esa semana.
No podría celebrarse en el Santiago Bernabéu, ya que el Real Madrid juega en casa frente a Osasuna.

En resumen, después de meter todos los partidos en el mes más helado del año y a horarios intempestivos, es más cómodo que a la final de Copa lleguen equipos como el Recre, el Betis, el Espanyol, el Getafe o el Osasuna (con todos los respetos) como en los últimos años, porque, de lo contrario, no hay fechas ni organización acorde a lo que debería ser un evento de primer nivel.
¿Y todavía quieren que sea el partido más bonito del año?


PREGUNTA: ¿Qué solución le daríais vosotros? ¿Qué fecha y qué sede os gustaría?

viernes, 12 de febrero de 2010

El turno del Atleti, diez años después

Todavía recuerdo con estupor, como si fuera hoy, el momento en el que Raúl Tamudo metía la cabeza entre las manos de Toni Jiménez para petrificar a todos los atléticos y desnivelar una final que, estaba escrito, no iba a ser rojiblanca.

Corría el año 2000 y el mundo no se había acabado. José María Aznar había revalidado su Gobierno con mayoría absoluta; el Deportivo de la Coruña ganaba la primera Liga de su historia; comenzaba un novedoso programa bautizado como “experimento social” y presentado por Mercedes Milá, Gran Hermano; Schumacher conseguía su tercer Mundial de Fórmula Uno, el primero con Ferrari; en España entraba en vigor la nueva Ley de Extranjería; el Real Madrid ganaba su octava Copa de Europa, ante el Valencia; Telecinco estrenaba la serie Hospital Central; España levantaba su primera Copa Davis gracias a un joven Juan Carlos Ferrero; fallecía el actor y presentador Jesús Puente; el Atlético de Madrid bajaba a Segunda División, 70 años después...
Una década ha pasado desde entonces. Real Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Deportivo, Espanyol, Zaragoza, Mallorca o Betis han ganado algún título. Getafe, Celta, Recreativo, Osasuna, Athletic o Alavés han disputado alguna final.
El Atlético nada. Desde aquel gol de Tamudo los rojiblancos para ver un título de cerca han tenido que darse un paseo por el museo del club...

SUFICIENCIA Y DOSIS DE FRAGILIDAD
Esta noche, el Atlético de Madrid ha ratificado su puesto en la final de la Copa del Rey (previsiblemente el 26 de mayo en Mestalla o el Bernabéu, conmigo 'in situ'). Lo ha hecho con suficiencia, haciendo valer el 4-0 del gran partido de la ida, pero no sin ciertas dosis que nos recuerdan lo endeble de este conjunto.
A los dos minutos, las pesadillas de los más pesimistas se hacían realidad con un gol en propia puerta de Valera tras un corner. No podía ser, pero hemos visto tantas cosas en estos diez años...

COROCOTTA DURÓ SIETE MINUTOS...
Sin embargo, Agüero avisaba de que el Atleti no estaba para sustos dos minutos después y, en el siete, llegaba el empate.
Una falta bien sacada por Reyes tropezaba ligeramente en Moratón cuando Domínguez entraba al remate y el balón se alojaba en la red. 1-1. Fin de la eliminatoria. Muerto Corocotta. Adiós al espíritu del 11 de febrero.
La lectura que yo saco de esa falta es que siempre debe ser Reyes el que las ponga en movimiento, al igual que los corners. Su toque es mucho más envenenado que el de Simao, cuyo guante es mejor reservar para las faltas directas.
Con el 1-1, el Racing pegó un último coletazo en un remate de Colsa a centro de Christian. Fueron sus últimas señales de vida.
El dominio del juego era alterno, pero era el Atlético el que llegaba más, con un Reyes inspirado (sobrexcitado en exceso en ocasiones) y un Agüero clarividente, como siempre.
Ambos protagonizaron las dos ocasiones más claras, pero el primero la cruzó en exceso y el segundo remató a las manos del portero.

GOL DE JURADO Y PASEO
Con todo sentenciado, el Atlético quiso darse el lujo de ganar también en El Sardinero. Así, el Kun devolvió una maravillosa pared a Jurado, dejando solo al gaditano para que batiera a Mario con clase con el exterior de su diestra (1-2).
El Racing no tuvo otro remedio que tirar las hachas de guerra histriónicamente desenterradas y rendirse a la evidencia.
Entonces, ante un rival entregado, el Atlético tocó y tocó con sencillez. Fueron los minutos de Simao, que entró por el acelerado Reyes, de Raúl García, que saltó por Tiago, y de Ibrahima, que sustituyó a Agüero. Todos los relevos rondaron el gol.

"FINAL OFICIOSA", EMPANADA FINAL
Sin embargo, en el 89, cuando sólo los fantasmas de La Sexta hablaban de una “final oficiosa entre Atlético y Sevilla” o de un Racing “probablemente eliminado”, los santanderinos le dieron la vuelta al choque.
Un disparo lejano de Xisco se le coló por debajo del costado a De Gea, lo cual para nada afectó a la eliminatoria, pero tal vez sí a la moral de un chico con un expediente prácticamente inmaculado. Y justo en la víspera de recibir al Barça.
La empanada se prolongó durante un minuto, lo justo para que Antonio López perdiera un balón en defensa que Tchité prolongó hasta la red.
Al final, la derrota no siembra más dudas de las consabidas, porque la eliminatoria estaba más que solventada.

A SOÑAR...
Ya sólo queda desear un final tranquilo de Liga, esperar alguna alegría en la UEFA si los futbolistas ven en esta competición una vía de escape como la Copa, y soñar, soñar con esa final de Copa que a algunos nos deben desde que estábamos en el instituto y con un título que todos nos merecemos desde hace tanto... que ni me acuerdo.

viernes, 5 de febrero de 2010

¡Y salió el 4 Negro!

Si alguna vez han jugado a la ruleta (yo lo he hecho y no se lo recomiendo) sabrán que apostar a un número concreto de los 36 (37 con el cero) es muy arriesgado. Si ya es difícil apostar rojo o negro, par o impar, y que salga, imagínense cuando sólo tienes una opción de las 37.
Como proclamaba en mi crónica anterior, el Atleti decidió jugárselo todo al 4 (de febrero) Negro (siendo la Copa del Rey, no va a ser rojo...). ¡Y salió el 4 Negro!

JUGAR CON AGÜERO ES HACER TRAMPAS
Pero es que el Atleti hace trampas
. Al parecer, los rojiblancos son de esos jugadores que le ponen un imán a la ruleta, para que salga el número que quieren. Se hacen los despistados en las tiradas anteriores (llámese Liga), pero cuando llega su ronda, ahí se lo juegan todo.
El imán del Atleti se llama Sergio Leonel Agüero del Castillo y todavía estoy esperando que anuncien la renovación de su contrato con una cláusula de 200 millones de euros.
Y es que jugar con él, es hacer trampas. Es abusar, tener un tío que es capaz de que le metan dos hachazos dos futbolistas rivales y todavía se lleve la pelota. Es abusar que haga un eslalon por la derecha y se la ponga a Simao para que la reviente. Es abusar que rompa por dos veces a Torrejón hasta volverle loco y obligarle a hacerle penalti. Es abusar ver cómo se para, juega andando y la pone donde quiere, porque el rival no le entra porque ¡¿pa qué?! Si saben que no se la van a quitar.
El Atleti y Agüero demostraron desde el minuto uno que quieren llevarse esta Copa, y el Kun lanzó lamiendo el poste apenas comenzado el choque. Poco después, un corner era rematado al palo por Tiago. En cinco minutos, habían llegado más y más claro que en muchos partidos completos de Liga este año.

SIMAO, EJEMPLO DEL ATLETI BIPOLAR
Y el inicio arrollador tuvo su premio en el minuto nueve, cuando el citado eslalon del yerno de Dios fue rematado de volea maravillosa por Simao Sabrosa cerca de la escuadra.
El portugués es el claro ejemplo del Atleti bipolar de este año: tres goles en cinco partidos de Copa, apenas uno en 20 de Liga.
El Racing intentó sacudirse del bofetón inicial, pero los rojiblancos no se echaron atrás como acostumbran. Era un equipo desconocido, hilvanando jugadas de más de siete y ocho pases, con Tiago como director de orquesta (lo reitero, aleluya, un acierto en invierno), con Assunçao enorme un día más, y con Simao y Reyes ayudando en medio campo.
Y cuando el Racing se acercaba y centraba, daba gusto ver a De Gea descolgando balones, como cuando al niño alto que es, le pide una señora de baja estatura que le alcance algún producto de los estantes más altos del super mercado. A cada parada que hace, me tiro más de los pelos por los mil millones tirados en Asenjo. No porque sea malo, sino porque no hacía falta. Y lo sabían, lo sabían desde que el chaval tenía 14 años...
El Atleti rozó el segundo en un disparo de Forlán lamiendo el palo, y cinco minutos después, en el 40, llegó el segundo. Una vez más la jugada la inició el Kun, que se fue de tres e intentó irse de todo el Racing. En la frontal le pararon y del rebote se aprovechó Simao, que centró al área donde nadie despejó y el balón llegó a Reyes, que fusiló el 2-0. Es su segundo tanto como rojiblanco. Lástima que tuviera que marcharse después lesionado, aunque tenía una amarilla por una de esas entradas que hace cuando todavía se le cruzan los cables...

LO MEJOR NO FUE EL BOCATA
Con el 2-0 pude degustar con mi padre y mi novia el delicioso bocata de pollo, mayonesa y pimientos que nos había hecho esta última. En la previa, aventuré mi esperanza de que el bocadillo no fuera lo mejor de la noche. Por suerte no me equivoque, y los de rojiblanco estuvieron a la altura. Exquisitos.
La segunda parte continúo en la misma línea. Primero Tiago buscó el gol con un zurdazo fuera tras jugada individual, y después Simao remató una falta indirecta nuevamente a la madera. “Hay que sentenciar aquí”, le dije a mi padre. Y lo hicieron.

ESE PENALTI BUENO
Ayudó un poquito Mateu Lahoz, que pitó un penalti por una entrada de Toni Moral a Jurado que yo, desde mi asiento en el segundo anfiteatro del Fondo Sur (a más de cien metros), vi claramente que fue fuera del área. Pero no nos vamos a escandalizar ahora por regalos que cada año vemos le caen al Madrid o al Barça.
Forlán no perdonó, y la pegó impecable junto al palo derecho.
“Ladrones, un metro fuera”, me escribió mi amigo madridista Mario.
Diez minutos después pude responderle “¿Este también un metro fuera o qué?”, cuando Torrejón cazó a Kun de importencia tras el enésimo quiebro. Forlán nuevamente no falló y puso el 4-0 y el pasaporte a la final.
Los tres mil cántabros (yo diría que más) que abarrotaron el Calderón se fueron calientes a casa, justo castigo al “Atleti, Atleti, Atlético de Madrid, mierda”, que se tiraron cantando toda la primera parte.
También hubo recuerdos en la hinchada para el “Puta Sevilla”, futuro rival en la final, que, al parecer, se tiraron insultando al Atleti todo el partido del miércoles en el Sánchez Pizjuan. Nos temen, y esa es buena señal.

CORTANDO RÉCORDS NEGATIVOS
En 2007 el Atleti rompió con siete años sin viajar por Europa; en 2008 con once sin dejarse ver por la Champions; en 2010 vamos a acabar con diez años sin una final.
Espero que esa misma noche, en Valencia o donde sea, y haré todo lo posible que conmigo en el estadio, el Atleti acabe con esa otra cifra negativa que tanto duele y pesa: catorce años sin un título.
Esta Copa es mía, y me la pienso beber. ¡A su salud!

viernes, 29 de enero de 2010

Un Atleti profesional

“No era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre valiente”. Así comienza Arturo Pérez-Reverte su obra “El capitán Alatriste”, libro que he terminado de leerme esta semana con gusto, y bien podría ajustarse esta definición al bueno de Diego Forlán (que comparte nombre con el antiguo soldado de Flandes).
El uruguayo, persona por lo que cuentan reservada y amigo de pocos amigos, es alguien que cumple con su trabajo habitualmente de forma pulcra (exceptuando los borrones que este año está haciendo a su dilatado expediente) y es un hombre con el que no parece recomendable quedarse a solas en un callejón oscuro... o con un balón apurado cerca de tu área. En ambos casos, te mete la estocada hasta el fondo.
Bien pudo comprobarlo anoche Noguerol, que se entretuvo tiempo de más con el balón en los pies y fue a regalárselo al uruguayo. Donde se la clavó a Yoel podrá explicarlo bien el portero vigués: abajo, donde duele. Que se lo pregunten a Noguerol.

UN PARTIDO DE SEGUNDA
Su gol, salvó una primera parte atlética muy trabada. “Parece un partido de Segunda”, pensaba.
Paradójico, cuando sobre el campo estaban un equipo que este año ha jugado la Champions y otro que dicen juega como si fuera de Primera.
Hasta la llegada del gol de Forlán, en el minuto 27, el choque había sido eso, de Segunda. Trabado, oscuro, farragoso, atropellado, confuso. Ninguno de los dos equipos acertaba a dar más de dos pases consecutivos, cada balón se disputaba al límite y era común ver jugadas con constantes pelotazos de uno a otro lado, sin que nadie acertara a bajar la pelota.
Eso sí, si alguien lo hacía, era el Celta
, que centraba desde la derecha obligando a De Gea a blocar por arriba, salvo un par de ocasiones en las que la pelota llegó a Botelho, pero en ambas su disparo no entrañó ningún peligro.
En el Atleti, sólo Tiago ponía algo de clase, en lo que apunta al primer fichaje de invierno acertado en los últimos... ni me acuerdo.
El gol de Forlán afectó al Celta, y el camino hacia el descanso transcurrió plácido, con un Celta desencajado y un Atleti aliviado.

LO VIVÍ CON TENSIÓN
Hay partidos anodinos, sosos, de esos encuentros de Liga a los que de cuando en cuando nos acostumbra el Atleti, en los que un gol de los nuestros no sale de la garganta como disparado, automático, con fuerza.
En esos días, uno se pregunta si le estará perdiendo el gusto a esto, si la magia rojiblanca que lo encandiló de pequeño no se estará esfumando
, y el seguimiento a estos colores no se habrá convertido en una inexorable rutina que uno no puede dejar, pero que no tiene la excitación de los primeros años.
En noches como ayer uno se da cuenta de que no. La tensión con la que espera sentado frente al televisor el inicio del partido, la angustia de ver cómo pasan los minutos y se imagina un escenario así, insoportable, en la recta final del encuentro, y el gol, ese gol que te hace levantarte del sofá, como en el Calderón, y gritarlo, pensando después si te habrán escuchado los vecinos.
Que sí, que enfrente estaba un equipo de Segunda, que era nuestra obligación... pero estamos en semifinales, y la final está ya sólo a un paso. Y eso hace diez años que no lo vemos...

LOS GOLES QUE NO FUERON
De igual manera salté con el gol del Kun, a medio terminar la cena, recién iniciada la segunda parte. Fue una gran contra. Assunçao para Reyes, apertura de primeras a Ujfalusi y el centro de éste lo controla Agüero con sangre fría y define con calma ante Yoel. Era el 0-2. La sentencia. El billete a semifinales ya sellado. Pero no subió al marcador. El Kun estaba ligeramente adelantado. Y el linier lo vio.
Como tampoco subió al tanteador pasado el cuarto de hora una falta directa lanzada antes de tiempo por Trashorras. El árbitro estaba apuntando y no se puede sacar en ese caso. Pero el nudo en la garganta que se me creó al ver el balón dentro no me lo quita nadie.

LA MAGIA DEL KUN Y LA PUNTILLA QUE NO LLEGA
Los minutos fueron pasando sin agobios, y en algunas fases del choque los rojiblancos jugaban cerca de la portería celtiña, lo que evitaba sufrimientos innecesarios. Como una jugada del Kun, que me recordó al gol que le hizo al Levante, también en Copa, en su primer año. Recorte hacia dentro, hacia fuera y ¡pum! Zurdazo letal. Esta vez, se la sacaron en el segundo recorte. Aunque eso posibilitó después un precioso autopase de tacón con el que dejó sentado a dos vigueses. Sublime.
En los instantes finales Simao pudo sentenciar, pero tiró al muñeco, y Forlán pudo hacer lo propio tras una nueva gran jugada de Agüero. Su disparo flojo y al centro se coló por debajo de las piernas de Joel... pero no entró.

EL SUFRIMIENTO CRÓNICO
Y como no puede haber victoria atlética sin sufrimiento, un cabezazo al larguero de Joselu después de que Toni rompiera a Ujfalusi nos los puso de corbata... con perdón.
Como el Atleti es el Atleti, recé hasta el último instante para que no nos marcarán... y para que Quique no quitara a Agüero y a Forlán. ¿Se imaginan que el Celta hubiera empatado en el 93? ¿Quién hubiera metido los goles en la prórroga? ¿Jurado?
El caso es que el Atleti terminó el choque sin sus estrellas, pero en las semifinales. La ida será en casa (pensaba que era la vuelta y ya soñaba con celebrar el pase a la final en el Calderón).
Al menos anoche, el Atleti demostró su profesionalidad. Algo que, como el valor a un soldado, se les presupone. Pero no siempre lo demuestran...

viernes, 22 de enero de 2010

Un, dos,tres, responda otra vez....

Dicen que hasta un reloj parado acierta dos veces al día la hora. El Atleti volvió a dar muestras anoche de que es difícil saber si es un reloj parado o un moderno aparato de TDT que simplemente tiene más interferencias de las que debería.
El problema, que el equipo de Quique es en realidad (tras cinco meses de competición y tres del entrenador madrileño en el banquillo) una moneda al aire, en la que las posibilidades de que salga cruz son las mismas de que salga cara.
Los rojiblancos fueron totalmente dominados por el Celta de Vigo, desde el inicio (con el gol de Trashorras en el minuto dos) hasta el fin (el último disparo lo hizo el Celta, en un tiro de Vasco Fernandes desviado en el 87).

COMO CONTRA EL BARÇA...
Mi padre me comentaba que cualquiera diría que estábamos jugando en Vigo. Lo que parecía es que estábamos en el Camp Nou (con un excepcional Trashorras haciendo de Xavi e Iniesta juntos...). Me reía en la previa escuchando en la SER que el Celta de Eusebio era un equipo de toque, pim pam, pim pam... A ver cuánto la tocan en el Calderón, pensé.
Para el que lo viera por la tele igual puede ayudarme, pero el porcentaje de posesión debió rondar el 60-40 para los vigueses... vergonzoso.
A los mencionados dos minutos Trashorras cruzó la pelota con un derechazo genial a pase... de tacón... de Yago Aspas. Él y Michu se internaron solos por la banda izquierda.

ENHORABUENA, VOLVIÓ PERNÍA
Y es que el flanco zurdo del Calderón fue más siniestro que nunca, con la vuelta de Mariano Pernía. El hispano argentino no jugaba desde la pasada temporada y, superado su accidente, a sus añejas carencias se le unieron una incompetencia descomunal.
Llámenlo falta de ritmo, pero su banda era un colador. Cuando el Celta atacaba por su banda (siempre) Chechu gritaba a los vigueses “abusones”... con razón.
Y es que quise repetir la estampa de la bella remontada del Recre. Volvió Chechu, volvió Ger, y esta vez sí vino mi padre, al que ya he mencionado, e Irene, la novia de Chechu, que debutaba en el Calderón. Bonito día para dejar de fumar...
Esta vez el Manzanares no tenía a los 30.000 incondicionales de la remontada, sino a casi 50.000 personas. Y ya se sabe, se ponen nerviosos...
No me alargaré mucho en la crónica porque si es para hablar de lo que jugó el Atleti ya habría acabado hace varios renglones y del Celta no puedo decir mucho porque quién distinguiera sus números que levante la mano (pobres narradores desde las cabinas en las alturas del Calderón... debieron improvisar mucho con ese rojo pálido sobre el azul celeste).
Sólo Agüero, como siempre, despertaba a la grada con sus jugadas. Pero la permisividad del árbitro ante las patadas celtiñas imposibilitaron ver más del Kun. Y sus compañeros, que no se la pasaban...
No se la pasaban porque no la tenían. Sólo Tiago, en los primeros minutos, dio muestras de su clase, a lo que unió un gol de cabeza en el minuto once en su debut de titular.
Eso fue lo mejor del Atleti. Y lo último.

¿EL PORTERO DEL CELTA ERA BLANCO O NEGRO?
El portero del Celta, Joel, del que como dijo Chechu nos fuimos sin saber si era blanco o era negro, sólo tuvo que hacer dos paradas tras el 1-1. Ambas a disparos lejanos, uno del Kun y otro de Forlán.
Con semejante bagaje, difícil llevarse la victoria.
El Celta tocó y tocó, y las mejores ocasiones las tuvo Yago Aspas, pero en ambas oportunidades De Gea salvó los muebles despejando a corner.

¿QUIÉN ES DE PRIMERA?
Dicen que el Celta se siente más cómodo con su juego ante los Primeras (viene de eliminar a Tenerife y Villarreal). Aunque, sinceramente, quién dice que Perea, Pernía, Valera o Camacho son de Primera...
El canterano volvió a desaprovechar su enésima oportunidad en un nuevo cambio “valiente” de Quique, uniéndose al recital de patadones al aire de los citados. Dice Ger que no tiene continuidad... pero es que no se la gana...
No pensaba que tras el susto o muerte de Huelva el Atleti fuera a “dispararse a los pies” nuevamente. Pero tras la machada de anoche, sólo queda ganar en Balaidos. Es posible, es probable... Pero tras eliminar llorando a Recre y a Celta (esperemos...) ¿quién confía en dejar en la cuneta a Osasuna con ese Sadar “talismán”...?
Un, dos, tres, responda otra vez... No pasamos de tres respuestas correctas...

viernes, 15 de enero de 2010

Si nos caemos, combato y me levanto

Anoche fue una de esas noches en las que la irrupción del himno suena a gloria bendita. Una de esas noches en las que todo el estadio sale cantándolo entre una borrachera de alegría. Una de esas noches en las que el “porque luchan como hermanos” cobra cierto sentido, y no resuena en el estadio para acallar los pitos por el enésimo fiasco.
Cuando acabó la debacle de Huelva, el canterano Domínguez, uno de los pocos que dio la cara, respondió a un periodista que “no se iba a intentar remontar, sino que había que remontar. Que la afición no se merecía la vergüenza de aquella noche y se lo debían”. El chaval se creía sus palabras, el problema era saber si el resto de sus compañeros, muchos de los que ese día se habían arrastrado, también se lo creerían.

ESA ENFERMEDAD CRÓNICA
Pero se lo creyeron. El Atleti provoca en mí una enfermedad (porque es una enfermedad) similar a lo que le pasaba a Toshak con los once cabrones de siempre (al que citaba en mi última crónica). El pasado miércoles, tras la humillación del Colombino, pensaba, incluso con el 2-0, que la eliminatoria era irremontable, que no iría al Calderón, y que se merecían encontrarse un estadio vacío.
El sábado, con el partido en Valladolid, uno iba pensando según caían los goles: "Hombre, si marcara igual de pronto contra el Recre...". "Bueno, si fueran capaces de repetir este resultado...".
El martes, malo y con gripe en la cama, uno piensa que mejor quedarse en casa el jueves, que uno se va a poner peor... pero en el fondo está deseando recuperarse porque “¿y si remontan...?”.
Y el jueves, uno amanece mandando mensajes a un par de colegas, atléticos, para ver si aprovechamos que el club por una vez regala algo y se apuntan a la remontada.

ME LLEVÉ A DOS AMIGOS A LA REMONTADA
Y allí me planté, con estos dos amigos, Chechu y Ger, que disfrutaron tanto como yo de una noche histórica, por mucho que enfrente hubiera un equipo de Segunda.
Y es que el Atleti nunca en su historia había remontado tres goles en Copa. Lo máximo que había levantado, dos goles en contra (1952-53- Cuartos- Espanyol 3-1 Atlético; Atlético 5-2 Espanyol; 1960-61- Semifinales- Valladolid 3-1 Atlético; Atlético 3-0 Valladolid).
Salió Quique con todo lo que tenía, con el equipo más ofensivo posible, con rombo con Jurado en la mediapunta, y Simao, Reyes, Agüero y Forlán arriba.

¡QUÉ BUENO ES EL KUN!
Y salieron enchufados los futbolistas, con Reyes y Simao encarando por banda, con los defensas rápidos y anticipándose a las posibles contras del Recre, y con Agüero, sobre todo Agüero, al que para tirarle al suelo hace falta una escavadora. Será "por el culo gordo que tiene", como dice Chechu, pero el argentino iba dejando atrás contrarios como el que se salta un semáforo. Así, como el que no quiere la cosa.
Sin embargo, los minutos iban pasando y el gol no llegaba. Pero dos goles pueden llegar en dos minutos. Y así fue. En el 20, Forlán se internó por la derecha, puso el pase de la muerte, la zaga onubense no supo despejar, y Simao la empaló con la izquierda. 1-0, buen minuto. Apenas dos después, Forlán volvió a colarse, esta vez por la izquierda, y su pase al primer palo lo remató Agüero con la facilidad del que lleva metiendo goles toda la vida (2-0). La eliminatoria estaba allí.

SE LO DEBÍAN A LA AFICIÓN
Ya en los aledaños olía a remontada, y he de reconocer que me sorprendí al ver un ambiente propio de un partido de Liga. Al final, hubo 30.000 personas, que visto el resultado de la ida, el frío reinante en Madrid, y la trayectoria de este equipo, es como llenar dos Calderones.
Mi padre siempre dice que lo mejor que tiene este club es la afición, y a esa afición le debían la remontada de anoche.
Así, Ujfalusi, autoproclamado culpable del desastre de Huelva, puso la cabeza para igualar la eliminatoria en el minuto 39 de juego, con un testarazo inapelable que tocó el larguero antes de entrar. No pudo elegir mejor momento para marcar su primer gol con la rojiblanca. Con el 3-0, el Atleti hizo de Atleti y concedió un par de llegadas a los blanquiazules. Pero el marcador no se movió y así se llegó al descanso.

LA GLORIA QUEDA YA LEJOS PARA PEREA
La segunda parte a punto estuvo de comenzar en tragedia, cuando Perea hizo “la de Higuaín” y perdió la pelota tras el saque inicial a pies de Fornaroli, que, como bien dijo Chechu, al lado del colombiano parecía Forlán... No reproduciré las palabras que le dedicó Ger...
Por fortuna, el también uruguayo se la tiró a las manos a De Gea.
Minutos después, nuevamente Perea concedería un nuevo mano a mano a Barrales tras proteger la pelota como un alevín. Siempre he tenido cariño al colombiano, pero sus minutos de gloria de rojiblanco quedan ya muy lejos.
Pero dejando a un lado al central, el Atleti seguía llegando, y Forlán mandó al larguero el cuarto con Agüero y Reyes solos.
Pero el cuarto llegó, y en una jugada con mil rebotes, con jugadores caídos en las redes, pero el balón fuera, finalmente fue Agüero, quién si no, el que con la ayuda de un defensa marcó el tan anhelado tanto. 4-0 en el videomarcador.

¿POR QUÉ NO QUITA A ASSUNÇAO?
Pero el Atleti volvió a hacer de Atleti, eso que se le da tan bien, y Assunçao se puso a regatear a dos en la frontal del área chica con el lógico resultado. Carmona se la quitó y puso el 4-1.
Era un guión muy del Atleti, nadar como Phelps para ahogarse en la orilla. Pero anoche no. Anoche era distinto.
No fue distinto que, mientras el Calderón llevaba minutos pidiendo que Quique sentara a Assunçao, porque se estaba ganando la segunda amarilla, el brasileño terminara en la ducha con el técnico metiendo a Raúl García dos minutos tarde.
Al Atleti sólo le quedaba la heroica para pasar. Y así lo hizo. A falta de ocho minutos, el árbitro pitó una falta en la frontal sobre el Kun. Perfecta para un diestro, perfecta para el propio Agüero, que lleva dos de dos. Pero ésta se la pidió Simao. El portugués tomo carrerilla y la colocó en la escuadra. 5-1 . Fue tan perfecto que Bernardo no quiso estropearlo y se limitó a contemplar la obra de arte.
El Atleti lo hizo. El Atleti remontó. Y el camino ahora no puede ser otro que llegar a la final.
Y nos lo queríamos perder.

jueves, 7 de enero de 2010

¿Por qué siempre me traéis carbón?

Queridos Reyes Magos:

Desde que tengo 14 años, los regalos que recibo cada año dejan mucho que desear, hasta el punto de que, tras los recibidos ayer, sentía una angustia punzante que me penetraba en el estómago y que me hizo difícil conciliar el sueño.


Esa Navidad, con 14, me trajisteis la Super Nintendo, con el Fifa 96, que traía jugadores como Kiko, Caminero, Simeone, y otros como Molina, Santi, Pantic o Penev, que a priori no parecían gran cosa, pero que luego me llevaron a ganar el Doblete.

YO INTENTO SER BUENO...
Desde entonces, he dejado atrás mi infancia, mi adolescencia, y me he hecho adulto. Intento portarme bien, no tiro piedras a los curas, no atropello abuelitas, y hago lo posible por no atar hileras de petardos a los perros callejeros. Hasta suelo dar el aguinaldo a los niños que llaman a mi puerta, pese a que alguna vez me haga el despistado y no les abra tras mirar por la mirilla.
Aunque no soy muy católico, honro a mi padre y a mi madre, todavía no he matado a nadie, intento cometer actos impuros los justos, no robo, miento poco, no codicio casi ningún bien ajeno, y reprendo a mis amigos cuando me mandan tías guarras por los mails, por aquello de evitar los pensamientos impuros...

REGALOS IMPROPIOS DE LA ROJIBLANCA
Sin embargo, año tras año, pese a mis peticiones en la carta (que no son excesivas) me encuentro con la siguiente lista de regalos, que creo que son ligeramente mejorables:
Bejbl, Pablo Alfaro, Prodan (96); Andrei, Bogdanovic, Nimny (97); Juan González, Jugovic, Serena, Njegus, Torrisi, Venturín (98); Ayala, Gamarra, Pilipauskas, Toni Jiménez (99); Amaya, Fagiani, Hernández, Llorens, Wicky (00); Armando, Carreras, Colsa, Otero (01); Javi Moreno, Jorge Larena (02); Novo, De los Santos, Musampa, Nano, Nikolaidis, Olivera (03); Velasco, Richard Núñez, Pato Sosa (04); Galletti, Petrov, Valera (05); Costinha, Fabiano Eller, Mista, Pernía, Seitaridis, Zé Castro (06); Abbiati, Cleber Santana (07); Coupet, Sinama (08); Juanito, Cabrera, Roberto (09)...

En la lista he dejado fuera a futbolistas como Maniche, Reyes, Raúl García, Luis García, Jurado o Ujfalusi, por lo que fueron en algún momento o lo que se espera que sean, o a grandes futbolistas como Futre o Simeone, que dieron lustre a este escudo, pero que en la última década fueron fichados estando de vuelta no, lo siguiente.
Apreciarás que tampoco he metido a ningún canterano, pese a que muchos se nos habrán venido nombres a la cabeza, porque tengo mucho respeto a los chavales, que al menos no cuestan millones y no hay intermediarios de por medio que se llenen los bolsillos.

LO DE ANOCHE NO TIENE NOMBRE
Pero lo de anoche, lo de anoche... ya no tiene nombre.
Salió el Atlético a jugar al campo de un Segunda en apuros, el Recreativo de Huelva: 15º, a tres puntos del descenso y el tercer equipo menos goleador de su categoría.
Los rojiblancos tenían más la pelota, Jurado y Forlán lo intentaron en un par de ocasiones, Reyes encaraba con facilidad, y el debutante Cedric mostraba desparpajo y verticalidad por banda.
Pero entonces ocurrió lo de siempre. En tres toques, apertura a banda, centro al área y remate, el Atleti concedió un gol (1-0).
Nadie cubría al goleador, Fornaroli, ya que Ujfalusi salió a cortar la jugada fuera de sitio y sin acierto, y ni Camacho ni nadie hacen la cobertura.

LA HECATOMBE
Iba cuarto de hora, pero apenas diez minutos después de desencadenaría la hecatombe. Ujfalusi sale a campo ajeno con los tacos a la altura de la rodilla de Fornaroli a cortar un contragolpe del Recre. Quizá la roja fue excesiva, pero un futbolista de 32 años en una jugada de ese tipo debe ahorrarle las dudas al colegiado. Quique ya le ha puesto la cruz (otro más) recriminando su actitud públicamente en rueda de prensa.
Pero lo de Quique es harina de otro costal. Dos minutos después, el pobre Cedric hace penalti a Aitor en el pico del área. Con el 2-0 en camino (que transformaría Barrales) Quique tiene a Antonio López en la banda para recomponer la defensa. Pero lejos de quitar a un pivote defensivo (lamentable el partido tanto de Cleber como de Camacho) decide retirar al joven Cedric, matando dos pájaros de un tiro: no va a por el partido (sólo Forlán, Jurado y Reyes como futbolistas ofensivos) y asesina al chaval, que se marcha en su debut con un penalti cometido como última acción.

OTRO PARTIDO QUE CON DIEZ, SE ACABA
Por lamentable que parezca, el Atleti volvió a exhibir su habitual actitud derrotista cuando se queda con diez. Da igual que delante esté el Valencia, el Espanyol o el Recre. Si el Atlético de Madrid se queda en inferioridad, el partido se acabó.
En parte influye la mentalidad cobarde hasta la saciedad de nuestros entrenadores (Aguirre, Abel, Quique...) que firman el resultado que sea, aunque éste sea un difícil 2-0.
Así pues, el Atlético de Madrid no volvió a hacer ni un solo tiro a puerta en la hora de juego restante. Ni uno solo.
El Recreativo parecía el Barça (al que recordaba dominando la temporada pasada en Stanford Bridge con diez y remontando la eliminatoria), haciendo un rondo infinito (65% de posesión) típico de cuando quedan cinco minutos y ambos equipos dan por bueno el resultado. Uno por no hacer más daño, otro por su minusvalía.
No en vano, desde el banquillo el mensaje que se mandaba era el de aguantar el 2-0. Como el propio Quique reconoció tras el partido, no dijo nada en el descanso, y sus cambios, introduciendo a Raúl García por Jurado y a Simao por Reyes, demuestran la pusilanimidad de un entrenador que luego habla de la afición atlética cuando él es madridista.
El recital de todas las partes tuvo su justo premio, y a falta de dos minutos Candeias puso el 3-0 en una contra perfecta.

FORLÁN ME DIO ASCO
Especial mención quiero hacer una vez más al que fue ayer nuestro capitán, Diego Forlán, al que anoche me dio ASCO, con mayúsculas, ver cómo se arrastraba por el campo. Y ver cómo jugadores como Camacho o Raúl García le pasaban por izquierda y derecha para hacer las labores de presión que él no estaba realizando. Si tanto deseaba irse, que no hubiera firmado el nuevo contrato para pasar a ganar 750 millones de pesetas al año. Sinceramente, que lo regalen en el mercado invernal en vez de a Maxi. El argentino por lo menos sí se dejaba lo que tenía cada partido en el campo.
Sólo las palabras de Domínguez, diciendo que la afición no se merecía esto y que no es que se fuera a intentar remontar en la vuelta, es que iban a hacerlo, me dieron un mínimo consuelo.
Escuchar a Quique hablando de buscar futbolistas que no le defraudaran más a mí no me consuela. ¿Se atreverá a tachar a Forlán en esa lista? Apuesto a que no.
En el Colombino había 2.000 personas. La próxima semana en el Calderón, menos debía haber. Que no les engañen, esto no se remonta.
Este año, sólo había pedido llegar a la final de la Copa del Rey.

Pero señores, 6 de enero de 2010, y lo han conseguido. He dejado de creer.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

¡Ahora meten seis!

El Atlético de Madrid consiguió anoche su mayor goleada en los últimos años, 6-0, ante un Marbella que es colista en su grupo de Segunda B y con una eliminatoria ya sentenciada en la ida con el 0-2.

Sinceramente, de esta goleada no creo que salga reforzado nadie, más que Maxi. El argentino hizo cuatro goles, demostrando la voracidad de un delantero centro cada vez que se plantó frente al marco, y esperemos que le haya inyectado importantes dosis de confianza de cara a firmar más goles ante rivales de entidad.
Del resto, Sinama también hizo un gol, aunque casi no lo celebró porque antes había vuelto a recibir pitos tras fallar una ocasión clara, y Jurado también marcó, pero el gaditano es de lo poco salvable en este inicio de temporada.
Reyes al parecer también hizo un buen choque, que a punto estuvo de aderezar con un tanto, pero debe terminar de explotar con una buena actuación que le consolidé en el equipo.

FALTÉ AL ESTADIO, TRES AÑOS Y MEDIO DESPUÉS
Y digo al parecer porque no vi el partido. Por primera vez en tres años y medio, el Atleti jugaba en el Vicente Calderón y yo no estaba presente (la última vez que falté fue en un Atlético 1-0 Athletic gol de Torres porque estaba de vacaciones en Canarias). Como yo, hubo otros 40.000 abonados que decidieron quedarse en casa, lógico y normal por el resultado, el rival, la trayectoria del equipo y la hora ¿a quién y con qué intención se le ocurrió ponerlo a las siete un día entre diario?
Pero, pese a todos los condicionantes que invitaban a ahorrarse la visita al Calderón, yo, hubiera estado.
Y no estuve porque ayer empecé el Master en Periodismo Audiovisual de TeleMadrid y Onda Madrid que espero me ayude a abrirme puertas en este mundo.
Me sentía raro cuando a las siete de la tarde me encontraba sentado en un pupitre en la universidad en vez de estar en el Calderón. Cuando mi novia me mandó un mensaje al principio de la segunda parte para decirme que iban 5-0 pensé “¡ahora!”.

EN TODOS LOS "BOLOS" DE COPA ESTUVE YO
Y pensé “ahora” no sólo por el nefasto inició de campeonato, ya que esta goleada carece de demasiado valor, sino porque en los últimos años no he faltado ni a una sola de las primeras rondas de Copa y siempre me he encontrado entre los 4.000 incondicionales (¡¿15.000 según el club?!) que acudían al Calderón en días como ayer.
He soportado estoicamente el 0-0 del año pasado ante el Orihuela, el 1-1 de hace dos años contra el Granada 74, el 0-1 de hace tres temporadas frente al Levante; por no hablar de partidos más adelante, ya en octavos, como el 1-1 con Osasuna de la 2006-07 o el 0-0 con el Valladolid de la 2007-08. En todos esos choques el fútbol brilló por su ausencia. En todos esos choques no hubo más de 10.000 personas. Y en todos esos choques estuve yo. Por eso, anoche, pensé “¡ahora!”.

PD: Os dejo un resumen con los goles del partido por si alguno, como yo, no los vio en directo

miércoles, 28 de octubre de 2009

Comienza nuestra competición

El Atlético de Madrid comenzó anoche la que debe ser nuestra competición. El conjunto rojiblanco sumó su segunda victoria de la temporada (segunda, sí, casi en noviembre) en casa de un Segunda B, el Marbella, que es cuarto por la cola en su grupo.

Y digo que debe ser nuestra competición porque si alguien tiene dos dedos de frente en ese club (desde directiva, pasando por el nuevo cuerpo técnico, hasta los jugadores) deberían marcarse la Copa del Rey como nuestro objetivo prioritario, ya virtualmente eliminados de la Champions y 17º en la Liga.
Puede que una remontada espectacular y un cambio de actitud/aptitud (en algunos casos) nos pudiera llevar a igualar el cuarto puesto de temporadas precedentes. Pero siendo realistas, el objetivo es complicado.
Heroicidad similar habría que protagonizar en Champions y, aunque el tercer puesto que llevaría a UEFA está a mano, ya conocemos la escasa motivación de muchas de nuestras estrellas para esta competición, que nos llevaría a una eliminación a las primeras de cambio con el primer Bolton que se cruzase.

PONGAN FIN A LA SEQUÍA DE TÍTULOS
Por ello, señalo la Copa como objetivo primordial. Por ello, y porque son 14 años sin conquistar un título cuando el Atlético nunca, NUNCA, en toda su historia había pasado más de ocho temporadas sin ganar nada. Cifra que ya está cercana a doblar...
Anoche, el comentarista de Gol Tv dijo en un momento de la retransmisión que el Atlético llevaba desde 1996 sin ganar la Copa del Rey. Me sorprendió el comentario. Acostumbrados a que cada año se recuerde que el Madrid no la gana desde 1993 (¡Aupa ese Alcorcón!), ¿cuántas veces se menciona en los medios el tiempo que lleva el Atlético sin levantar un título?
El problema es que en este país ya nunca se menciona ese dato porque ya se ha acostumbrado a que lo normal es que el Atlético no gane nada. Por lo mismo que no se menciona cuánto tiempo lleva sin ganar un título el Espanyol o el Zaragoza (que llevan menos que nosotros, por cierto). Simplemente, porque lo extraordinario es que lo ganen.
Centrándonos en el partido, el Atlético volvió a hacer un encuentro correcto ante un equipo de inferior categoría, como nos tiene acostumbrados en los últimos años. De lo poco que podemos aliviarnos los atléticos es de que nunca nos han deparado un ridículo en estas primeras rondas de Copa, cosa que no pueden decir nuestros vecinos (Alcorcón, Real Unión, Toledo, Alavés...), ni el Barça (Figueres, Novelda, Gramanet...).

LA DIFERENCIA ENTRE UN SEGUNDA B Y UN PRIMERA...
Llegué al bar 20 minutos tarde por una reunión familiar y a mi llegada uno de los camareros le comentaba a un cliente: “Si no es así es que no marcan... en propia puerta...”. A lo que le pregunté ¿ha marcado el Marbella en propia puerta? A su respuesta afirmativa no pude por menos que esbozar una sonrisa de resignación.
En los minutos que pude ver ante del descanso fue un dominio total, pero estéril de los rojiblancos. Sólo Maxi, que estrelló un balón al palo, y Jurado, con un par de internadas, dejaban detalles con bicicletas o autopases que demostraban que se trataban de jugadores de Primera División.
El resto (Ujfalusi, Pablo, Juanito, Antonio López, Assunçao, Cleber, Sinama...) podían haber pasado perfectamente como jugadores de Segunda B, que compaginan su sueldo de futbolista con otro oficio para llegar a fin de mes. De Reyes, dicen que dejó detalles en los primeros 25 minutos y que Quique quiere recuperarlo. Ojalá, pero lo he oído ya tantas veces...
En la segunda mitad el patrón del choque fue similar, pero conforme pasaban los minutos el Marbella se animaba y en un par de disparos inquietó la meta de Asenjo.

MAXI SENTENCIA, EL MARBELLA SE RINDE
Vistos los precedentes, suspiré aliviado cuando Maxi puso el segundo en el minuto 82, en una de sus clásicas definiciones cruzando la pelota llegando desde atrás.
La llegada del segundo fue como para el Marbella el pitido final y bajó los brazos. Lo que propició un mano a mano de Jurado con el portero que salvó un defensa en la línea (hubiera merecido el premio del gol igual que Maxi), un nuevo disparo de la Fiera desviado, y dos ocasiones del Kun, que jugó los últimos 20 minutos.
En la primera falló un nuevo uno contra uno con el portero (ya son muchos en las últimas jornadas...) y en la última no supo tirar después de irse de cuatro.
La recuperación de confianza del equipo y de Agüero debe comenzar a verse en San Mamés. Mientras tanto, reitero, déjense de decir cada año que el objetivo es llegar a la final de la Copa del Rey y, por favor, háganlo.
Es la única alegría que pueden dar a esta afición herida de muerte. Nos lo deben.