lunes, 24 de octubre de 2016

No se puede ganar siempre

JORNADA 9- SEVILLA 1-0 ATLÉTICO
"No se puede ganar siempre", me dijo en cuanto terminó el partido para intentar consolarme.
"Sí se puede. En una Liga con el Madrid y el Barcelona, o ganas siempre o no te la llevas", respondí todavía sensiblemente dolido por la derrota.
Pero para intentar convencerme de que no estaba en lo cierto, y de que una derrota no era tan grave, me interpeló: "¿A que ningún equipo ha ganado nunca la Liga ganando todos los partidos?".
"Ganándolos todos no. Pero sin perder ninguno, con la mayoría victorias y varios empates, sí que ha ocurrido", contesté.

AQUELLA REAL SOCIEDAD (CASI) INVICTA DE LOS AÑOS 80
Y de inmediato vino a mi cabeza una historia que me contó mi padre, de una Real Sociedad de primeros de los ochenta, que perdió la Liga a manos del Real Madrid, cuando no había perdido ni un solo partido en toda la temporada.
Hoy he llamado a mi padre para que me refrescara esa historia. Era la Real Sociedad de Arconada, López Ufarte, Satrústegui o Perico Alonso, con Alberto Ormaetxea en el banquillo. Corría la campaña 1979-80 y los txuri-urdin llevaban liderando la clasificación toda la temporada. Efectivamente no habían perdido ni un solo partido... Hasta la penúltima jornada. Fue su única derrota. Precisamente con el Sevilla... en el Sánchez Pizjuán. Esa tarde de una década de los ochenta recién estrenada cayeron 2-1 y el Real Madrid, que venía por detrás apretando (pese a haber perdido tres encuentros esa temporada) terminó por llevarse ese campeonato aprovechando el único tropiezo realista.
Por suerte para la afición blanquiazul, lograron levantar dos Ligas consecutivas las dos siguientes temporadas. Y pese a no ganar esa Liga, sus 32 jornadas consecutivas sin perder siguen siendo, a día de hoy, la mejor racha del fútbol español.

UNA TARDE DE PRIMERAS VECES
Fue una tarde de primeras veces para el Atlético de Madrid. Todas negativas. Fue la primera vez que el Atleti del Cholo caía ante el Sevilla (desde el 3 de octubre de 2010, un 3-1 también en el Pizjuán); fue la primera derrota de la temporada (se sumaban ocho triunfos y tres empates entre Liga y Champions); y fue la primera expulsión de Koke (en la recta final) en su carrera profesional.
Y eso que el Atleti saltó al estadio de Nervión con el planteamiento valiente que lleva exhibiendo Simeone en las últimas semanas: Griezmann y Gameiro arriba; Carrasco y Correa como extremos; y Gabi y Koke como mediocentros (¿Dónde están los del cuatrivote...?). Pero los colchoneros no llevaron el peso del encuentro en ningún momento.

EL SEVILLA DOMINÓ; CORREA NO TUVO SU TARDE
El Sevilla dominó durante el primer acto, pero el Atleti se defendió con la seriedad habitual. Ésa que en ocasiones hace al rival casi imposible saber qué tal día tiene Oblak. De hecho, las mejores ocasiones fueron para los rojiblancos, en un zurdazo raso de Gameiro (también gris ante sus ex) que rechazó Sergio Rico, y, la más clara, un mano a mano de Correa, tras prolongación de Gameiro, que el argentino mandó fuera en una mala definición con el exterior. El 11 rojiblanco no tuvo su tarde. Se le vio más impreciso de lo habitual, pareció dormido en algunos momentos, y vio una amarilla al borde del descanso que me hizo adelantar que sería sustituido en el intermedio. Dicho y hecho. Gaitán entró en su lugar para comenzar la segunda parte.

VENDAVAL SEVILLISTA EN LA REANUDACIÓN
Sin embargo, el Sevilla hizo un inicio de segunda mitad tan arrollador, que acorraló al Atleti en su área como nadie había logrado hacer desde hacía mucho tiempo. En una jugada espectacular, Samir Nasri (del que todavía no me explico cómo le han dejado escapar en la Premier) hizo una doble pared con el Mudo Vázquez y Vietto, rompió con un recorte seco a Savic  y Gabi, y se sacó un derechazo raso a la madera. Sólo tres minutos después, Oblak hizo un paradón a remate a bocajarro del Mudo Vázquez.
Los colchoneros lo estaban pasando realmente mal. Pero, una vez más, habían salido vivos del temporal.

EL GOL VINO EN UN SAQUE DE BANDA... EN DEFENSA
Pero cuando parecía que la mar estaba tranquila, un saque de banda ¡en defensa! del Sevilla terminó en el 1-0. Saque lateral de Mariano en la mitad de su terreno, Nzonzi supera a Godín en medio campo con un toque bombeado para Vietto, que se la devuelve en profundidad, y el francés realiza una poderosa carrera de más de 50 metros, superando a Gabi y a Savic, y define a la perfección ante la salida de Oblak (1-0). Quedaba poco más de cuarto de hora, y cuando a los cuatro minutos Koke vio la segunda amarilla por llegar tarde a un balón dividido con Rami (esas segundas tarjetas a otros se las perdonan...) estaba claro que sólo un milagro podía evitar la derrota. Y los milagros, como todos ustedes saben, se dan pocas veces en la vida.

PERO SE DIÓ LA CARA
Lo intentó, en cualquier caso, este Atleti que siempre da la cara. Dispuso de varias faltas laterales con las que inquietar a Sergio Rico, y en una de ellas un cabezazo abajo de Godín estuvo a punto de superar al meta sevillista. Pero Rico blocó abajo. Mal día para dejar de fumar.
Se pierde ante los sevillistas en uno de los peores momentos (nos superan en la tabla); se pasa de ser primeros a caer al quinto puesto; y especialmente me preocupa la falta de gol de un Gameiro que tenía un escenario ideal para reivindicarse.

NO HAY QUE PERDER EL CAMINO
En cualquier caso, lo apretado de la tabla hace que nadie deba rasgarse las vestiduras, ni Madrid, ni Barcelona están exhibiendo un nivel como para asustarse (ambos ganaron en los últimos minutos y sufriendo) y en sólo tres jornadas viene un derbi en el Calderón que puede poner las cosas en su sitio. Cabeza alta, trabajo duro e ideas claras. Sólo está perdido quien se desvía de su camino. Y este Atleti, se lo conoce con los ojos cerrados.        

martes, 4 de octubre de 2016

Del infierno al cielo, en un mes

JORNADA 7- VALENCIA 0-2 ATLÉTICO
Goles: Griezmann y Gameiro.
LUCHAR POR EL DESCENSO
27 de agosto de 2016. Último sábado del mes de verano por excelencia. Andaba yo en una terraza de Gandía viendo un flojísimo Leganés-Atleti, rodeado de un buen grupo de madrileños veraneantes con la rojiblanca a cuestas, mientras mi amigo Juanma ojeaba puestos en el Paseo Marítimo. Da igual. Esté uno en la playa o en la montaña; en Roma o en Almagro; haga frío o haga calor, se busca los medios para ver a su Atleti. Y mi Atleti empató, el segundo empate consecutivo contra un recién ascendido. Y eso hizo que nuestra estrella, Antoine Griezmann, con el equipo decimotercero con dos puntos de seis posibles, sentenciara que "de seguir así, pelearemos por el descenso".

LUCHAR POR EL TÍTULO
2 de octubre de 2016. Primer domingo de un mes de otoño todavía con temperaturas veraniegas. Hacía poco más de cuatro horas me encontraba en un parque de Parla Este, participando en una edición del Survival Zombie (si no han jugado nunca y quieren descargar un poco de adrenalina, se lo recomiendo) y "zombie" me levanté para, en una terraza de Getafe, presenciar un Valencia-Atleti que nos podía poner líder provisional.

DOMINIO SIN PELIGRO
La primera parte no fue para tirar cohetes. El Atleti dominaba con claridad, Koke movía al equipo con fluidez (empieza a gustarse como mediocentro) y Griezmann aparecía con velocidad entre líneas. Pero apenas un zapatazo del francés despejado por Alves y un remate de Saúl en los primeros minutos eran el bagaje ofensivo.
El Valencia tuvo también un par de llegadas. Un disparo abajo de Gayá y otro arriba de Mario Suárez, que "despejó" una jugada de Nani en la frontal.

OTRA ESTRELLA CON EL SÍNDROME DE LOS ONCE METROS
Así hasta el borde del descanso, cuando Correa, nuevamente titular, fue empujado por Nani dentro del área. Como el miércoles ante Neuer, Griezmann se plantaba en los once metros ante el parapenaltis por excelencia. Y Diego Alves se lo paró. No lo tiró a reventar y al larguero como contra el Bayern (y el Madrid en la final de Champions). Buscó colocarla al lado izquierdo. Pero la puso a media altura, en vez de abajo, y Alves se la cazó. Otra estrella rojiblanca que deberá convivir con el síndrome de los once metros (Torres, Diego Costa...).

OBLAK, ZAMORA; GRIEZMANN, PICHICHI; LUCAS, IMPERIAL
En la segunda parte el panorama pintaba parecido. El Atleti era mejor, pero el Valencia tenía las suyas, siempre desbaratadas por un segurísimo Oblak (otra vez Zamora) y un imperial Lucas. El chico estuvo excepcional al cruce. Cumple tantísimo cada vez que sale, que igual debería vérsele como mayor alternativa a Savic y Giménez.
Pero síndromes a un lado, es difícil deprimir al Principito Griezmann. Recién entrado, Torres sacó un zurdazo cruzado que repelió Alves, Gameiro cazó el rechace, la dejó para Griezmann, y el galo batió al brasileño de un zapatazo (0-1). Con permiso de las bestias (uno dormido y otro lesionado), el francés es Pichichi. Como el personaje del libro por el que recibe su apodo, el Principito se caracteriza por su tenacidad.

MARIO SUÁREZ ECHÓ DE MENOS LA ROJIBLANCA
Incluso podía haberse animado a quitarse el síndrome ayer mismo. Mario Suárez, que jugaba por primera vez contra los rojiblancos, hizo un penalti al galo para que pudiera desquitarse. Gran partido del de Alcobendas. Sin embargo, fallar tres penaltis en cuatro días hubiera sido demasiado hasta para Griezmann (eso sólo está al alcance de grandes como Palermo) y el fue el capitán quien asumió la responsabilidad. Gabi lo tiró abajo y ajustado a un palo, como debe ser. Pero flojo. Resultado: segundo penalti parado por Alves. El 19º de 41 desde que está en nuestra Liga (y dos no los tiraron a puerta).

GAMEIRO ESTÁ DE DIEZ... SIN PORTERÍAS 
La segunda pena máxima vino precedida de una jugada que define al Gameiro actual. El francés inicia la jugada en banda, arranca a correr como un gamo, se cuela entre dos zagueros con facilidad pasmosa, pero define como un elefante con un disparo al centro. Minutos más tarde volvió a hacer una contra parecida, que mandó desviadísima. Si el chico afina la puntería, le quitará el Pichichi a Griezmann. Mientras tanto, espero que el Cholo le tenga practicando disparos cada entrenamiento.
Por fortuna, puedo resarcirse en el 92. Gameiro hizo un magnífico control orientado de un pase largo de Juanfran, destrozó a Bakkali por velocidad, recortó a Aderlan, y esta vez su tiro encontró la red... por debajo de las piernas de Alves (0-2).

CÓMO CAMBIA LA VIDA
La tarde-noche fue generosa con el Atleti. El Madrid empató con el Eibar, el Barça perdió en Vigo, y el liderato provisional se convirtió en definitivo. En el día en el que el Vicente Calderón cumplía 50 años de su partido inaugural, también con el Valencia, el Atleti se ponía líder.
Sólo había pasado un mes. De la playa, al asfalto. De la Eclipse, al Survival Zombie. De luchar por el descenso, a hacerlo por la Liga. Del infierno, al cielo. Así es la vida. Así es el Atleti. No hay términos medios. Todo o nada. Y este Atleti es de darlo todo. Y pronto, la vida deberá devolverle lo que se merece.