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jueves, 6 de junio de 2013

Verdades sobre el caso Falcao: Poderoso caballero es don Dinero

Ya lo decía la acerada pluma de Francisco de Quevedo allá por el siglo XVII:

"Madre, yo al oro me humillo,
él es mi amante y mi amado,
pues de puro enamorado
de continuo anda amarillo;
que pues, doblón o sencillo,
hace todo cuanto quiero,
poderoso caballero
es don Dinero".

MUCHAS PREGUNTAS
No le den más vueltas amigos. Supongo que durante estos días, desde que se anunció el traspaso de Radamel Falcao al Mónaco, no han parado de darle vueltas a la cabeza.
¿Por qué han tenido que venderle? ¿Por qué al Mónaco? ¿Les ha obligado el fondo de inversión? ¿Gil Marín y Cerezo lo único que quieren es llenarse los bolsillos una vez más? ¿No puede el Atleti retener a sus estrellas ni entrando de forma directa en la Champions y ganando una Copa del Rey al Real Madrid...? ¿Cómo Falcao elige el Mónaco y no un equipo de primer nivel tipo Chelsea o Manchester? ¿No prefiere jugar la Champions en el Atleti que irse a un recién ascendido de la liga francesa...?

PERIODISTAS Y GENTE DE DENTRO, RESPONDEN
Todas estas preguntas y muchas más también han bombardeado mi mente durante estos días. Por ello, me he puesto en contacto con varios periodistas de primera línea y gente de dentro del mundo del fútbol que siguen a diario la actualidad del Atlético de Madrid. Para saber un poco más de la respuesta a todas estas cuestiones.
Y siento decepcionarles, pero la contestación a todos estos interrogantes es la misma. Por dinero, por dinero, y por dinero. No hay más. Pero ahora se lo detallo...

EL ÚLTIMO PARTIDO, LO DE MENOS
El domingo me senté frente al televisor a ver la última jornada de esta sobresaliente temporada por parte del Atlético de Madrid. El mejor tercero en la historia de la Liga de tres puntos. 76 puntos, con diez de ventaja al cuarto, la Real (66), once al quinto, el Valencia (65), y veinte al séptimo, el Betis (56).
Enfrente estaba un Real Zaragoza que se jugaba la permanencia, aunque sólo le valía el triunfo y esperar que ni Depor ni Celta lo lograsen.
Como hace una semana el Mallorca, los maños demostraron el porqué de su descenso a la categoría de plata.
Igual que los baleares, en los primeros minutos hacen un par de acercamientos, en los que Monsieur Courtois vuelve a dar argumentos a su merecido trofeo Zamora (29 goles en 37 partidos, una media de 0,78, muy por encima del segundo, Víctor Valdés, con 33 tantos en 31 encuentros, 1,06) con dos buenas estiradas a disparos de Apoño y Víctor Rodríguez.
Minutos después, Diego Costa responde con un cabezazo al larguero, tras un corner que incluso bota en área pequeña sin que nadie lo despeje, prueba del pánico en la zaga aragonesa.

¿FALCAO NO PREFIERE JUGAR LA CHAMPIONS AL DINERO?
Sin embargo, apenas pienso en el partido, sólo puedo pensar en una cosa: no está Radamel Falcao. Ni estará nunca más con la camiseta rojiblanca, tras la friolera de 70 goles en 91 partidos oficiales (52 en Liga, 16 en Europa y dos en Copa).
¿No prefiere Falcao jugar la Champions en el Atleti que irse a un recién ascendido de la liga francesa...? La respuesta de mi interlocutor es clara.
Quedándose un año en el Atleti perdía diez millones de euros (cobraba 3,5 millones de euros por temporada, frente a los 14 que percibirá en Mónaco) a cambio de jugar la Champions sin ninguna opción de ganarla. ¿Valen seis u ocho partidos de Champions diez millones? No lo sé, para él, no”.
¿Y cómo Falcao elige el Mónaco y no un equipo de primer nivel tipo Chelsea o Manchester?
No tenía esas ofertas, y el Atleti no estaba realmente en la carrera porque no es competitivo económicamente. Si el año que viene llegan esas propuestas de los clubes de super élite, pues ya negociará. Si no, otros 14 kilos...”.

EL ZARAGOZA SE DESINFLA

El partido continúa y el Zaragoza cada vez se viene más abajo. Desde Vigo llega pronto la noticia de que el Celta gana 1-0 al Espanyol, lo que condena a los maños a Segunda, aunque venzan su partido.
En el Atleti, Diego Costa no entiende de encuentros intrascendentes. Asiste en una preciosa pared al Cebolla, pero el urguayo la manda alta en una posición inmejorable (decepcionante Cristian Rodríguez cada vez que ha sido titular); desborda por derecha e izquierda; rompe a Loovens en un impetuoso cambio de ritmo, pero Leo Franco saca su zurdazo abajo; provoca una amarilla al meta argentino cuando le supera en un mano a mano fuera del área...
  
¿EL FONDO DE INVERSIÓN OBLIGA A VENDER?
Pero yo sigo dándole vueltas a lo de Falcao. En un gran artículo publicado en www.forzaatleti.com se asegura que Falcao no puede decidir sobre su futuro porque el fondo de inversión obliga (a él y al Atleti) a su traspaso para recuperar el dinero invertido en su compra al Oporto.
¿Pero realmente les ha obligado el fondo de inversión a venderle?

No, no puede”. Es la respuesta contundente que me dan aquellos a quienes pregunto.
Falcao era propiedad del Atleti. Es cierto que todavía se tenían pendientes plazos del pago con el fondo de inversión, que se han saldado ahora con su traspaso, pero ésa no es la razón principal de su venta. Falcao era propiedad del Atleti y el Atleti decide”.
Entonces ¿por qué han tenido que venderle?
Las contestaciones son duras, no tanto por la salida de Falcao en sí, sino porque coloca al Atleti en el mismo escenario durante años: una antesala constante de despedidas de sus grandes ídolos cada vez que triunfen, para seguir haciendo caja con la que saldar las deudas.
El Atleti tiene una deuda de más de 300 millones. Problemas para pagar nóminas mes tras mes. Parte del traspaso de Falcao va para pagar al propio Falcao retrasos en su ficha de estos dos años. No es que el Atleti quiera vender, es que necesita vender para subsistir.
Plazos que se pagan pidiendo otros préstamos o buscando patrocinios tipo Azerbaijan.
En Europa, la UEFA cada vez se está poniendo más seria en la persecución de los clubes no saneados. Y en España, Javier Tebas ha venido con ánimo belicoso. No va a permitir el “laissez faire” (dejar hacer, dejar pasar) de los últimos años y se va a castigar a los morosos. Siendo realistas, o le vendían, o no sobrevivían”.

EL ATLETI SENTENCIA AL ZARAGOZA
Con el paso de los minutos, se ve a un Zaragoza cada vez más abatido, y la sensación de que la propia inercia llevará al Atleti a la victoria se materializa con la entrada de Arda al campo.
El turco se marca un eslalon desde el flanco izquierdo y saca un zapatazo al palo largo de Leo Franco (0-1).
Sólo quedan cinco minutos, pero el partido se vuelve loco. Álvaro mete el pie en una indecisión entre Courtois y Miranda y el rechace cae a pies de Postiga, que logra el empate (1-1).
Sin embargo, sólo un minuto más tarde, Diego Costa redondea su gran tarde conectando una volea de lujo junto al poste tras un gran centro del canterano recién entrado, Aquino (1-2).
Ya estamos en el descuento, pero mientras aún vemos la repetición del 1-2, Diego Costa vuelve a plantarse ante Leo Franco. El argentino la saca, pero el rechace cae a pies de Koke, que salva su salida y la deja para que Diego Costa firme su décimo gol en Liga. El canterano, cierra el año con la friolera de doce asistencias ligueras. Chapeau.
El brasileño, esta vez elegante, pide perdón por sus tantos. No hace sangre en la herida de un Zaragoza que vuelve a Segunda y empieza a convertirse en un equipo ascensor. La alegría viaja a Vigo, donde el Celta se salva con sólo 37 puntos (el año pasado, el Villarreal descendió con 41; y el año anterior, el Depor bajó con 43...).

¿Y NI CON UN TEMPORADÓN ASÍ?
El año termina, y entonces uno se cuestiona: ¿Y ni entrando de forma directa en la Champions y ganando una Copa del Rey al Real Madrid puede el Atleti retener a sus estrellas...?
Agárrense, que vienen curvas.
Desgraciadamente no. El Atleti hizo por retener a Falcao el año pasado. Este año, su venta estaba asumida. Y saldrán más. Es muy posible que Mario Suárez se vaya al Nápoles (ofrecen 14 millones), o que en años venideros sean Arda, Koke, Diego Costa u Óliver los traspasados.
Este año en el fútbol español se van a reducir en torno a los 150 millones de euros en fichas. Y el Atleti sólo podrá gastarse en fichajes en torno al 50 por ciento de lo ingresado por Falcao”.

Y el problema más grave viene precisamente mirando al futuro, porque hasta ahora este “sistema” está funcionando porque a la salida de Torres le sucedió la explosión del Kun y el alto rendimiento de Forlán; a la marcha de estos, los zarpazos del Tigre. ¿Pero y cuándo se falle en los fichajes y el sustituto no esté a la altura del sustituido? Señores, estamos huérfanos de ídolo. Y eso tiene mal arreglo, porque con el modelo actual (de gestión del club y de reparto de derechos), ya saben:

"Son sus padres principales,
y es de noble descendiente,
porque en las venas de oriente
todas las sangres son reales;
y pues es quien hace iguales
al duque y al ganadero,
poderoso caballero
es don Dinero".

martes, 28 de mayo de 2013

Ser campeón; ser de Champions; ser de Segunda...

SER CAMPEÓN
“Ser campeón no es una meta, es una actitud” rezaba la camiseta conmemorativa del triunfo ante el Real Madrid que lucía la plantilla del Atlético de Madrid tras vencer en la Final de Copa del Rey.
El conjunto rojiblanco es campeón, y por ello la afición colchonera estaba llamada al Vicente Calderón media hora antes del comienzo del partido. Mi padre se tomó muy en serio el que llegásemos a las 19:30 para poder ver cómo nos ofrecían esa preciosa Copa obtenida gracias al tan anhelado triunfo frente al que ya parecía olvidado como eterno rival.
La décima apenas la vimos, pero valió la pena llegar antes para presenciar las otras nueve, traídas de manos de algunos de los jugadores que formaron parte de aquellos títulos.
Enrique Collar portó la Copa de 1960 (ganada al Real Madrid); Adelardo Rodríguez, la de 1961 (Real Madrid); Armando Ufarte, la de 1965 (Zaragoza); Isacio Calleja, la de 1972 (Valencia); José Eulogio Gárate, la de 1976 (Zaragoza); Quique Ramos, la de 1985 (Athletic); Alfredo Santaelena, la de 1991 (Mallorca); Tomás Reñones, la de 1992 (Real Madrid); y Roberto Solozábal, la de 1996 (Barcelona).
“¡Qué preciosa foto!”, le comenté a mi padre. Y aquí os adjunto la instantánea de varias generaciones de atléticos campeones. Lástima que el Atleti no ganara su primera Copa hasta 1960 (el torneo del KO nació en 1903...). Pero gracias a esa tardanza también se pudo juntar a un representante de cada título.
SER DE SEGUNDA
El pasillo por ser campeón se lo hizo el Real Mallorca al Atlético de Madrid. Sin embargo, durante el partido demostró ser de Segunda.
Su salida fue un espejismo, y durante los diez primeros minutos hizo creer que pudiera ser de Primera. Así, Javi Márquez probó fortuna por dos veces. En la primera encontró a un Courtois (el Zamora de la Liga, recuerden: 28 goles en 36 partidos: 0,77) en el mismo tono que acabó en el Bernabéu; y en la segunda disparó alto.
Eso fue todo lo que dio de sí el Mallorca y sus ambiciones por mantener la categoría en el Manzanares. Como dijo mi padre “pierden tiempo como si les valiera el empate”. Así que los gestos de desolación de algunos de ellos al finalizar el partido, tirándose al césped, me parecieron incoherentes con la apatía mostrada durante los 90 minutos. Salieron colistas del Calderón, y sólo un milagro desmesurado podría salvarles.
Mientras tanto, al encuentro sólo le ponía algo de pimienta el de siempre: Diego Costa. El brasileño se picó con Tissone, pero encontró un enemigo poco recomendable: Teixeira Vitienes.
Le sacó una amarilla al cuarto de hora y desde entonces cada choque de Diego Costa era señalado como falta del delantero carioca, mientras que si era él quien caía, dejaba seguir el juego.
Incluso le anuló un bonito gol de cabeza tras un buen centro de Filipe Luis. Visto lo visto, lo extraño fue que terminase el partido sin ver la segunda tarjeta...

SER DE CHAMPIONS
Además de ser campeón de Copa del Rey y de la Supercopa de Europa lograda en agosto, el Atlético de Madrid ha demostrado con creces este año ser de Champions. Segundo hasta el último tercio de campeonato, finalmente el mejor tercero en cuanto a puntuación desde que existe la Liga de tres puntos, jugará el año que viene la máxima competición continental sin necesidad de jugar la previa.

Si alguien de la actual plantilla colchonera es también de Champions es Radamel Falcao García.
El sentimiento de incredulidad en las gradas del Vicente Calderón anoche era unánime: ¿Al Mónaco...?
Comentaba con mi padre que por desgracia en los últimos años nos estamos acostumbrando a que nuestros ídolos emigren en busca de un lugar mejor.
Lo pude entender en cierto modo con Fernando Torres (2007). En seis temporadas completas el mejor resultado fueron dos séptimos puestos, jamás jugó en Europa y de títulos ni hablamos...
Su progresión estaba muy por encima de la del Atlético de Madrid. Torres era de Champions, y buscando disputarla y para luchar por la Premier se marchó al Liverpool.
Pude comprender de forma similar al Kun Agüero años después (2011). En primer lugar, al argentino no le unían los lazos de sangre rojiblanca con el club. Sí jugó la Champions (dos años) y probó las mieles del triunfo (UEFA Europa League y Supercopa de Europa en 2010). Pero tras ello, se vio estancado en un Atlético que parecía condenado a una trayectoria errática e irregular, y que tras estos triunfos volvió a ser séptimo en 2011 y quedar lejos de disputar cualquier trofeo.
Agüero era de Champions, y el Manchester City le ofreció la oportunidad de disputarla y de ganar una Liga con la que en España no podía soñar.
Pero no entiendo a Radamel Falcao (2013). Falcao es de Champions, y se privó de la oportunidad de disputarla al abandonar el Oporto, a cambio de un club con más historia y una Liga mejor como es la española. Aquí ha ganado tres títulos en sólo dos años y tendría la ocasión de jugar la máxima competición continental el año próximo.
Sin embargo, decide cambiar estos innegables éxitos deportivos por una liga menor como es la francesa y un recién ascendido como el Mónaco, cuyo único aliciente son los petrodólares rusos.
Con sólo 27 años y en pleno apogeo de su carrera, no puedo asimilar que renuncie a un proyecto deportivo ilusionante por un equipo que aspira a crecer a golpe de talonario y que habrá que ver si es capaz de competir con otro “nuevo rico” como el PSG del jeque Al Thani.
Su salida sólo puede comprenderse desde el  punto de vista de que el fondo de inversión con el que se le compró obliga a traspasarlo para hacer negocio...
Presumiblemente en su despedida del Vicente Calderón, Falcao se marchó sin marcar en un partido en el que le fue anulado un gol por fuera de juego, al remachar en la línea un remate de Koke que iba dentro; y falló un claro mano a mano tras un pase interior de Diego Costa. Ni el colombiano pudo cambiar el triste 0-0.

SER DE SEGUNDA
Para nuestra eterna desgracia, quien vuelve a demostrar ser de Segunda es nuestra directiva.
Ni volviendo a la Champions de forma directa (siempre se hablaba de esto como requisito para mantener a los grandes jugadores); ni ganando títulos al mismísimo Real Madrid en su estadio, Gil Marín y Enrique Cerezo son capaces de mantener a un futbolista que, recordémoslo, sólo lleva dos años en el club. Sólo dos.
La excusa es la necesidad de dinero para afrontar las deudas con Hacienda. Pero hay que recordar también que por Agüero se ingresaron 45 millones de euros y por Falcao (con Micael en el paquete) se desembolsó idéntica cantidad. Fondos de inversión aparte (o no, porque todo apunta a que la presencia de este "ente" es decisiva en la marcha del colombiano) se terminó por invertir lo comido por lo servido.

Se pudo volver a Primera tras dos añitos en el Infierno (2000-2002); se pudo volver a Europa tras siete años de destierro (2000-2007); se pudo volver a la Champions tras once temporadas sin pisarla (1997-2008); se pudo volver a levantar un título tras 14 años de sinsabores (1996-2010); e incluso tras casi otros 14 años, se pudo volver a derrotar al Real Madrid (30 de octubre de 1999-17 de mayo de 2013) en el momento más idóneo.
Sin embargo, nunca nos podremos volver a identificar con un ídolo mientras que Gil Marín y Enrique Cerezo continúen en la directiva del club. Ser de Champions no es una meta, es una actitud. Y hay quien lleva años condenando a este equipo a una actitud de Segunda...

viernes, 10 de mayo de 2013

El Atleti vuelve al podio de España 17 años después

El Atlético de Madrid de los récords no es tan bueno como la Liga “de Mourinho” de los 100 puntos. Pero tampoco está mal.
El conjunto rojiblanco se llevó la victoria en el campo de un equipo que se está jugando el pan para no bajar a Segunda, ganó con autoridad y a falta de tres jornadas es matemáticamente tercero.
Entrar al podio de la Liga española es algo que por desgracia no ocurría desde principios de la década de los 90, cuando acabó 1º (1995-96); 3º (1991-92); y 2º (1990-91). Fueron mis primeros años como aficionado colchonero, y mi amor por las rayas rojas y blancas creció con celeridad a golpe de títulos: tres Copas del Rey y una Liga en cinco años.
Desde entonces no hace falta que repase el peregrinar por Segunda y los tristes años de mediocridad agarrados a Fernando Torres como única esperanza. Con Agüero y Forlán volvieron los títulos europeos y la Champions, pero todavía se miraba con envidia cómo el Valencia, sin nada del otro mundo, quedaba tercero durante años a un amplio margen del resto.
Este año ese tercero holgado, aunque aún lejos de Madrid y Barça, es el Atleti. Hay que valorarlo. El mejor tercero desde que la Liga es de tres puntos (precisamente el año del Doblete). Pero sabe a poco. Sabe a poco porque el equipo estuvo “peleando” la Liga al Barça hasta casi el finalde la primera vuelta, y porque ha estado segundo todo el año. Hasta la definitiva recta final...

EL ATLETI DE LOS RÉCORDS
Pero es el Atleti de las 20 victorias consecutivas en Europa (hasta que llegó el Rubin Kazan); el Atleti de los 14 partidos seguidos ganando en el Vicente Calderón (hasta que llegó la Real Sociedad); el Atleti del Zamora de la Liga, Thibaut Courtois (0,76 goles por partido), nuevo récord man en minutos consecutivos sin recibir un gol en el Manzanares (820 minutos y más de ocho partidos con la puerta a cero); y, desde ayer, también lejos de él (680 minutos y más de seis encuentros), superando en ambos casos caprichosamente al entrenador del rival de ayer, Abel Resino, quien, eso sí, sigue manteniendo el récord absoluto de 1.275 minutos sin recibir un tanto).
Y, desde ahora, es el Atleti de la vuelta a la Champions de forma automática; el Atleti que regresa al podio de la Liga, escalón que nunca debió abandonar por su Historia. De ahí, para arriba. Siempre.

ADRIÁN AMAGA...
Ese Atleti salió dominando en Balaidos, con Koke mandando y con un Adrián, rápido y encarando, que amenaza con volver a ser el del año pasado. Pero se queda en eso, amenazas.
Ejemplo de ello fue una contra a la media hora de juego en la que Falcao, tras un buen recorte, la pone al punto de penalti para la llegada de Adrián quien, solo, no conecta el remate con la derecha y la manda casi a la banda. Los números del asturiano respecto al año pasado lo dicen todo: 2011-12: 57 partidos-19 goles; 2012-13: 43 partidos- 4 goles...

Pese a este dominio inicial, fue el Celta el que pegó primero, con un trallazo de Krohn-Dehli que sacó Courtois poniendo la manopla izquierda dura.
Al borde del descanso, los vigueses estuvieron cerca de adelantarse, con un par de balones cruzados por alto que no sacó la defensa rojiblanca. En el primero, remate de Oubiña que salva Gabi, providencial, en la línea. En el segundo, Augusto Fernández disparó al lateral de la red tras recortar, escorado, a Filipe Luis.

PEGADA DE EQUIPO GRANDE
Pero el Celta no marcó. Y el Atleti exhibió la pegada de clásico equipo grande que sí ha sabido ser este año, y al minuto de la reanudación, Diego Costa se come a Augusto Fernández en el segundo palo y remacha de cabeza un corner peinado por Miranda (0-1). Octavo gol del brasileño en Liga que los marca todos con mensaje. Espero que tenga guardado alguno para la Final de Copa.
A partir de entonces, el Celta empezó a dejar demasiados espacios para la contra. Un pase de la muerte de Gabi para Falcao lo salvó in extremis Johny; y un par de internadas por la izquierda de Costa las sacaron Javi Varas y la zaga.
Por su parte, el mayor riesgo vigués se tradujo tan sólo en un trallazo a la media vuelta de Augusto Fernández, que volvió a encontrar los guantes duros de Courtois, y en el rechace Krohn Dehli cabeceó muy desviado.

JUANFRAN SE ESTRENÓ COMO GOLEADOR
Y así, llegó el segundo. Centro desde la izquierda, dejada de Diego Costa y zapatazo de Juanfran que se cuela en la red tras rebotar en Roberto Lago (0-2).
Segundo gol en Liga del alicantino desde que es rojiblanco. El primero lo hizo en la última jornada de la 2010-11 en Mallorca.
El choque parecía totalmente sentenciado, ya que, pese a faltar 25 minutos, el Celta se hundió. Sin embargo, a siete del final, Courtois volvió a rechazar un disparo de De Lucas, pero no pudo hacer lo propio en el remate posterior de Augusto Fernández (que estuvo en todas) y se le coló por debajo del cuerpo (1-2). Lo dicho, 680 minutos de récord y el Zamora en el bolsillo.

Poco le duró la esperanza a los vigueses, ya que tres minutos después Falcao se sacó un derechazo arriba tras un buen recorte (1-3).

CANTAR EN LA DERROTA
Ahí murió el Celta, que aún pudo recibir el cuarto en dos llegadas de Falcao, y en una jugada exquisita de Arda Turan. El turco es tan bueno que a veces falla por eso. Y tras un precioso caño, la quiso ajustar tanto que la mandó al poste.
El Atleti es de Champions y el Celta huele a Segunda. Sin embargo, su afición, que animó incansable a los suyos una vez terminado el encuentro, es sin duda de Primera.
Esperemos que en una semana nuestra hinchada no vuelva a ser protagonista, como hace tres años en la Final de Barcelona, por su encomiable ánimo en la derrota. Esta vez, quiero cantar, pero por ser el campeón.

martes, 7 de mayo de 2013

Hay que saber poner punto final

El Atlético de Madrid sacó un triste empate a cero de Riazor el pasado sábado en un partido gris, dentro de una temporada que está empezando a hacérsele muy larga con el tercer puesto casi asegurado hace meses, la segunda plaza malograda la semana pasada ante el Real Madrid, y fuera de Europa y con la clasificación para la Final de la Copa del Rey obtenida desde febrero.

Y es que, como todo en la vida, hay que saber poner fin a las cosas a tiempo. De lo contrario, alargarlo de manera innecesaria acaba por ensuciarlas y lo que podría ser un recuerdo bonito se empaña y se estropea.
Esto es algo que también pasa con las relaciones. En ocasiones, hay que saber dónde terminarlas cuando éstas decaen o los problemas las hacen insostenibles, ya que de lo contrario, sin intención, podemos hacer que su final sea más doloroso.
Tengo un amigo, poeta para más señas, que un día me hablaba del valor de una retirada a tiempo. “Hay un momento en una relación en la que, si le pones punto final en ese instante, siempre dejarás abierta la posibilidad de que, en un futuro, la chica pueda volver. Sin embargo, si pasas una línea en la que por estirarlo demasiado tensas la cuerda, puedes provocar que la chica te coja tírria y nunca más quiera saber de ti”, me explicaba. Un poeta sabio.
En este sentido, hay otro refrán que dice que “una relación es como un cristal. Si se rompe e intentamos reconstruir los pedazos, puede que acabemos haciéndonos más daño”...

EL OBJETIVO LLEGÓ MUY PRONTO
El Atlético de Madrid, como el Barça con la Liga, ha conseguido su objetivo primigenio (la Champions) demasiado pronto, lo que puede provocar (como en Can Barça) que si no se logra el premio más anhelado (ganar al Real Madrid en la Final de Copa el 17 de mayo) la temporada parezca un fiasco, cuando un tercer puesto habría sido firmado por muchos a principio de campaña (no es mi caso, ya que valoro en gran medida el éxtasis y lo legendario de un título).

YA SON VARIAS SEMANAS DE ABULIA
No jugó el Atleti en Riazor mucho peor que en Getafe hace un mes. Ni fue un partido excesivamente más romo que el de Málaga hace dos meses. Simplemente fue uno más. Un triste partido más fuera de casa, en el que la buena noticia es que Courtois ya suma más de seis encuentros a domicilio sin encajar un tanto (0-3- Valladolid; 0-0- Málaga; 0-2- Osasuna; 0-0- Getafe; 0-1- Sevilla; 0-0- Deportivo), lo que le convierte, en el total, en el portero de la historia del Atlético de Madrid que más veces ha acabado con la portería a cero en una temporada (19 jornadas ya). Veremos si la racha se mantiene en Vigo y en Zaragoza, y ese cero en su puerta durase también en el Bernabéu... Pero no. Con el Madrid las únicas rachas que se mantienen son las negativas...

Así que sólo fue un partido más. Pero precisamente es eso, que es uno más, con el Valencia a 13 puntos (la Champions ya está matemáticamente atada, que no es poco) y la Real a 11 (acaba de perder en Getafe), con la meta tan cerca, y el final tan próximo, lo que genera una falta de motivación y hace que la intensidad no sea la adecuada. Y eso, en el fútbol como en la vida, mata. En ocasiones es necesario ver las cosas difíciles, o incluso perdidas, para luchar por ellas. Cuando tenemos un objetivo, aunque apetecible, muy a nuestro alcance, tendemos a descuidarlo y a no luchar por él. En ocasiones es recomendable verlo lejos para darnos cuenta de su importancia.

UN PASEO POR LA PLAYA DE RIAZOR
Con ese objetivo tan próximo y el segundo puesto olvidado (digan lo que digan los jugadores, demuestran lo contrario) el Atlético se paseó por Riazor en la primera parte como si lo hiciera unos metros más abajo, en la playa...
Sólo un derechazo a las nubes del Cebolla tras un buen amago (sigue siendo intrascendente cuando sale de titular), una doble ocasión en el área para Godín y Miranda que finalizó en nada (no les podía caer a nadie peor) y un derechazo de Falcao por encima del travesaño, fueron los únicos tímidos acercamientos.
En el Depor, lo más peligroso fue una internada de Bruno Gama que cayó en el área derribado por Miranda. Pero el árbitro no vio nada.
Los coruñeses llegaron menos aún que los madrileños. Eso sí, sigue dando gusto ver revolverse sobre sí mismo en cada lance a Don Juan Carlos Valerón, doblándose y levantándose, como un junco, ante las acometidas del rival. Jamás perdiendo la pelota. Va a cumplir 38 años, pero habría que inventar una Ley que prohibiera la retirada de jugadores como éste.

SÓLO UN POQUITO AL FINAL
En la segunda mitad el Atleti salió con la misma intención de llevarse los tres puntos (escasa) y el Depor parecía decidido a firmar las tablas.
Pero en los últimos 20 minutos, el Cholo dio entrada a un par de futbolistas que no habían firmado nada, Arda Turan y Óliver Torres, que hicieron que en el tramo final pareciera que los rojiblancos sí querían. El dominio fue suyo, y se materializó en un trallazo de Gabi que sacó astillas a la misma escuadra (no está teniendo suerte este año con el gol el capitán. No ha marcado un solo tanto...) y un centro de Arda que se paseó por las botas de Miranda y de Godín y que terminó alojándose por el segundo palo de Aranzubía. Pero el árbitro anuló el tanto.
Por más repeticiones que he visto, yo creo que ninguno de los dos centrales toca (en el momento del centro un zaguero del Depor rompe el fuera de juego) por lo que creo que el gol debió ser legal.

PUDO SER MEJOR... Y PUDO SER PEOR
Pudo ser mejor, porque era el minuto 89. Pero pudo ser peor, porque en el 93 un “gili-corner” sacado por el Atleti (jamás entenderé esta suerte de estropear una jugada de ataque y convertirla en un tiro en el pie) terminó en una contra comandada por Riki en la que Evaldo sacó un disparo contra el brazo de Juanfran. Por fortuna, como en todo el choque, Ayza Gámez miró para otro lado.
Sin embargo, mirar para otro lado no suele tener consecuencias positivas y el Atlético de Madrid debería haber sellado antes su pasaporte para la Champions para evitar estos últimos coletazos en los que está manchando un gran año. Precisamente Barça y Atleti se verán las caras el próximo domingo en el Calderón y puede que los culés canten el alirón en nuestro estadio y que los colchoneros se queden sin fiesta alguna pese a haber logrado el premio con solvencia. 
El 17 de mayo puede producirse una explosión de júbilo que haga este año inolvidable. De lo contrario, puede que la campaña termine en el recuerdo como una más. Es lo que tienen los finales... que siempre marcan demasiado nuestra visión del trayecto...

miércoles, 24 de abril de 2013

¿De qué sirve ser increíble?

¿De qué sirve ser increíble? ¿Tener la destreza de dejar a público y rivales sin palabras cada día; de sorprender a propios y extraños con actuaciones que escapan de toda previsible respuesta; de ser un equipo duro que derrocha seguridad a cada paso?
¿De qué sirve regalar a tu grada momentos muy especiales, tener valentía y confianza en uno mismo y poder convertir situaciones cotidianas en momentos únicos, si siempre habrá alguien que te supere...?
¿De qué le sirve a Falcao llevar 25 goles a falta de seis jornadas si Cristiano Ronaldo y Leo Messi le llevan “años” de ventaja con 31 y 43 tantos cada uno...?
¿De qué le sirve al Atlético de Madrid estar a sólo cuatro puntos de ser matemáticamente tercero o tener los mismos puntos que el año del Doblete (68 por 69) si Real Madrid y Barcelona le adelantan en tres y 16 puntos...?
¿De qué le sirve a Courtois haber batido el récord de imbatibilidad de Abel en el Vicente Calderón (820 minutos) y sumar ya 507 minutos sin recibir un gol a domicilio (más de cinco partidos completos) si se habla más del portero reserva del Real Madrid que de él...?

"LO ESENCIAL ES INVISIBLE A LOS OJOS..."
Decía el Principito que “lo esencial es invisible a los ojos”. Y debe ser el Atlético de Madrid muy “esencial” para TVE, por ejemplo, ya que no hablan apenas de los rojiblancos, pese a lo extraordinario de su temporada, mientras llenan los minutos de su telediario con Real Madrid y Barça, pese a que la diferencia entre merengues y colchoneros sea apenas de tres puntos.
Pero, se valore o no, la temporada que está haciendo el Atlético de Madrid del Cholo Simeone, con un equipo (menos Diego, no lo olviden, que no es baladí) que el año pasado en toda la Liga sumó doce puntos menos de los que ya lleva éste, es EX-TRA-OR-DI-NA-RIA. No se puede pedir más. Y cuando alguien da todo lo que tiene, se puede marchar con la conciencia tranquila, porque no está obligado a más. Haya o no haya quien sepa apreciar su valía como se merece.

TERCERA VICTORIA EN 20 AÑOS EN EL PIZJUÁN
Y es que salió el Atlético de Madrid el domingo a un campo dificilísimo. Un estadio, el Sánchez Pizjuan, con un ambiente enardecido en su contra. Donde sabes que no te lo van a poner nada fácil y que las cuñas y las trabas se contarán por miles. Un recinto donde sólo había ganado dos veces en los últimos 20 años (1992-93 y 2007-08) y, pese a todo, logró encontrar el resquicio en el que llevarse la victoria.

Fue un partido feo, trabado, tenso, en el que en toda su primera mitad ni uno ni otro portero intervinieron, mientras el medio campo se convirtió en una batalla campal en la que González González se encontraba en su hábitat pitando faltitas, sobre todo en contra de los madrileños.

Un choque a cara de perro en el que el tipo al que difícilmente se podrá quitar ya “el traje de duro”, Diego Costa, volvió a pasarse de revoluciones con varios piques, especialmente con Cala, en los que podía haberse marchado al vestuario antes de tiempo. Curiosamente no jugará el derbi (si el recurso no prospera) por una acción en la que ni tocó al contrario.

DECIDIÓ UNA ACCIÓN AISLADA
El partido lo cambió una jugada aislada, también repleta de polémica. Un balón que se lleva con la mano Mario en un rechace, un centro pasado de Adrián, una volea cruzada de Raúl García, y un remate casi imperceptible (pero decisivo) de un Falcao en posición dudosa (pero legal). 0-1, a falta de escasos 15 minutos que revolucionaron a un Sevilla hasta entonces poco lúcido a la hora de buscar portería.
Fue en esa recta final cuando apareció especialmente Negredo, quien ganó la mayoría de las acciones a la zaga colchonera, sobre todo a un Juanfran que anda muy lejos del “rayo” que el año pasado se ganó un puesto en la Eurocopa.
Un par de cabezazos del delantero vallecano obligaron al lateral de la red y a Courtois a evitar males más profundos; al igual que hizo el larguero escupiendo una falta de Rakitic ya en el descuento.

El Atleti suma tres puntos que saben especialmente bien por el estadio en el que se consiguen y porque dan la posibilidad de encarar el próximo encuentro, ante el Real Madrid, a una victoria (la del derbi) de dar caza al eterno rival.

EL ATLETI DEBE LLEVARSE A LA CHICA POR FIN
El Atleti lleva toda una temporada haciendo méritos para ligarse a la chica. Yéndola a buscar cada día al trabajo; llevándola al restaurante italiano que le gusta; pidiendo el vino blanco que es de su agrado; pagándola el hotel si es que hay una noche de suerte; o dejándola puntualmente en casa si al día siguiente hay que madrugar; acertando en cada detalle con su canción favorita o con el pasaje preferido de su libro de cabecera dejándola con la boca abierta pese a que acaben de conocerse.
Y ahora, llega el derbi. Y como rezaba la pancarta, “Cada noche de derbi, vuestra peor pesadilla”.
Pero esta vez, el apuesto equipo rojiblanco no puede permitir que llegue el Cristiano de turno y se lleve a la rubia. Como decía la ópera de Puccini, si es necesario para evitar la pesadilla “que nadie duerma” (“Nessun dorma”). Y en esta ocasión, por fin y de una vez por todas, que sea el príncipe rojiblanco quien cante ¡Al alba venceré! (“All’alba Vincerò”). Porque a la larga, ser increíble sí tiene que servir de algo...

lunes, 15 de abril de 2013

Quédate conmigo

El domingo en el Vicente Calderón se celebraba la décima edición de El día del niño. Sí, justo diez citas. Un día para que los más pequeños acudan de la mano de sus padres o de sus abuelos a orillas del Manzanares, quizá por primera vez, y el Atlético de Madrid tenga la oportunidad de declararles su amor en persona y de decirles: quédate conmigo.

Es una decisión capital, porque es para siempre. En la vida se puede cambiar de trabajo, de coche, de partido político, de pareja o incluso de religión. Pero nunca, jamás, se cambia de equipo de fútbol.
Y no hay nada más puro que el amor de un niño. Sin pervertir, sin malicia, sin preocupaciones, sin pensar si harán daño a éste o aquel con sus decisiones...

Tampoco hay nada mejor que la ilusión de un niño: sus ojos y su boca bien abiertos, atónitos, mirando todo como si fuera la primera vez. Las banderas ondeando en el Frente, las sillas de colores, la inmensidad de la grada, el verde del césped, las monerías de Indi... Todo les llama la atención y les encandila. Se dejan llevar. Se dejan enamorar por la novedad... Sin trabas, sin barreras, sin cuñas...
El domingo era un día para ellos. Les veías llegar, con sus caritas pintadas con los colores del Atleti y con sus camisetas anchas a rayas rojas y blancas. Canturreando de pronto sin motivo aparente inventando las letras, o jugando camino al estadio con sus padres a formar palabras con las letras de las matrículas de los coches...
Un año más, y por suerte van ocho de los diez días en los que se ha celebrado el día del niño, el Atlético de Madrid ganó y propició que muchos de esos niños que visitaron el campo se fueran a casa con una sonrisa de felicidad en la boca.

EL GRANADA, VÍCTIMA PROPICIATORIA
Lo hizo bajo un sol de justicia, que fomentaba las ganas de poder estar en algún lugar de la costa granadina, tipo Motril o Salobreña, tomándose un helado prometido. Y es que la víctima propiciatoria tenía acento andaluz y opuso poca resistencia para que el Atlético disfrutara al 100% de su fiesta.
A los cuatro minutos, Koke colgaba la pelota al área, Diego Costa se adelantaba a un desacertado Roberto (que precisamente sustituía a Toño tras los cinco del Betis) y con la testa ponía el 1-0.
No tuvo que hacer muchos méritos el Atleti para lograr el primero, como tampoco tenía que hacerlos para llegar a portería. Al cuarto de hora, el árbitro anuló un gol a Raúl García por un dudoso fuera de juego; y antes y después, Falcao rozó el gol, en la primera oportunidad tras un robo del Cebolla Rodríguez... al portero, tras una presión alocada y desbocada que sólo él protagonizaría. El Cebolla, un tipo voluntarioso, insistente y persistente, que lucha por su objetivo de forma tenaz hasta que lo consigue.
Así llegó el 2-0. Contra que inicia el propio Cebolla, recorre varios metros hasta superar la divisoria y allí lanza un pase perfecto para Diego Costa a la espalda de la defensa, quien de primeras asiste a Falcao en el segundo palo, que remacha el 2-0 con la zurda.
Con poco, el Atleti se marchaba al descanso con una cómoda ventaja, mientras que en el Granada sólo existió Aranda, en los primeros compases, intentando aguantar la pelota entre los zagueros rojiblancos.

El inicio del segundo acto terminó de cerrar el encuentro. Falta que cuelga Koke desde el flanco izquierdo y Falcao se adelanta a la defensa y al portero (que no se enteró de nada) en el primer palo (3-0).
Sólo hicieron falta otros 15 minutos para que llegara al cuarto. Raúl García, que además del gol anulado acababa de estrellar un balón en la madera, se anticipaba a la zaga en el primer poste y empalaba a la red un nuevo centro a balón parado de Koke (4-0).
El navarro, vilipendiado por gran parte de la grada, suma cinco goles en Liga y es el tercer máximo goleador del equipo habiendo sido titular en contadas ocasiones. Su mérito tendrá...

KOKE, REY DE LAS ASISTENCIAS
Al que no discute la grada ni Simeone es a Jorge Resurrección Koke. Si han echado cuentas, el canterano rojiblanco sumó tres de las asistencias del partido, con lo que ha dado once en lo que va de Liga. Misma cifra que hombres como Messi o Iniesta y a sólo una de las doce de Ozil, el máximo asistente de la Liga...
El madrileño dio además una lección de buen fútbol y dejó varios detalles para la galería con regates imposibles que por momentos recordaron al citado Iniesta.
El Atleti hizo el quinto a falta de 20 minutos, tras un buen pase de Adrián y una preciosa definición de Filipe Luis (5-0) y pudieron ser más si hubiera hecho falta. Pero no era necesario.

UNA TARDE "INCREÍBLE"
No lo era porque un 5-0 es un resultado lo suficientemente perfecto como para enamorar a cualquiera. Estoy convencido de que esta tarde “increíble” servirá para que muchos niños se hagan del Atleti.
Y es que para enamorarte se pueden necesitar ocho años, dos, o un mes... pero puede bastar una tarde... A mí me alcanzó con una noche, hace ya más de 20 años, para enamorarme del Atlético de Madrid. Aunque bien es cierto que esa noche fue una Final de Copa (el 1-0 ante el Mallorca).
Pero cuando es de amor de lo que se habla, no hay espacio para los argumentos. El corazón tiene razones que la razón no entiende y cuándo éste habla, da igual lo que la cabeza grite, porque sus latidos estarán siempre presentes recordándole, como si fueran pasos, el camino a tomar. Este Atleti del Cholo sigue enamorando. Y a buen seguro que este año serán muchos los niños que sí le respondan afirmativamente al “quédate conmigo”.

lunes, 8 de abril de 2013

Oportunidades perdidas

Si algo me ha enseñado la vida es que hay que elegir. A veces es muy complicado, lo sé. Hay en juego demasiadas cosas o hay mucho miedo por lo que dejamos atrás o por la incertidumbre de lo que podamos encontrarnos en nuestra decisión. Pero la inacción es la peor de las decisiones. Dejar el tiempo pasar a la espera de que una lucecita se te encienda, o de que algo dé un vuelco y te ayude a decidir, es un mal camino. Nunca dejes que decidan por ti. Porque de lo contrario siempre te estarás preguntando ¿qué hubiera ocurrido si hubiera decidido esto...?

LA OPORTUNIDAD QUE ME MARCÓ
Una de las oportunidades perdidas por el Atleti que más me marcaron en mi vida fue no entrar en la Final de la Recopa de Europa de 1993.
El Atlético de Madrid del Cacho Heredia llegó a las semifinales frente al Parma italiano. La ida se disputó en el Vicente Calderón y los rojiblancos llegaron al descanso ganando 1-0 con un gol del mexicano Luis García. Pero en la segunda mitad, el Falcao de la época, el colombiano Faustino Asprilla, remontó el choque con dos latigazos y puso un complicado 1-2 para el partido de vuelta.
Pese a ello, el Atleti salió a por el pase en el Ennio Tardini. Y cerca estuvo de conseguirlo. Un gol de Sabas a falta de cuarto de hora puso la Final a un sólo tanto, y de no ser por un árbitro alemán, que birló un claro penalti al equipo español en la recta final, así habría sido.
Esa noche fueron expulsados Juanito y Bernd Schuster, el germano, ya con el choque acabado, por decirle de todo a su compatriota. “Se lo dije en alemán para que me entendiera. El Atleti se jugaba mucho”, desvelaba después del encuentro. Le cayeron seis partidos de sanción.

ERA MI CUMPLEAÑOS...
Nunca olvidaré ese día porque era el de mi doce cumpleaños. Mi familia (mi madre principalmente) se empeñó en que saliéramos de cena a Parquesur (Leganés) y apenas pude ver el final del partido de reojo en la tele de un bar. Eran otros tiempos. Hoy con un partido así no me habría dejado “engañar”.
Supongo que precisamente por caer en el día de mi cumpleaños, por mi corta edad, y por producirse un robo arbitral de ésos que antaño sufrían mucho los equipos españoles en su peregrinar por Europa, se me quedó marcado ese encuentro.
Durante noches (muchas) soñaba literalmente que la UEFA había decidido que el partido debía repetirse por la manifiestamente comprobada impericia arbitral en contra del Atlético de Madrid, y que el conjunto colchonero llegaba a la Final.
Pero la realidad fue que esa noche me quedé sin mi regalo soñado. Espero que, veinte años después, puedan llegarme algunos de los regalos que me he pedido para esta temporada... Especialmente uno.

¿Y EL GETAFE-ATLETI...?
Llevo escritas más de 450 palabras y como habrán comprobado, ni una sola del Getafe-Atlético de ayer. Si lo vieron, estoy seguro de que me lo agradecerán...
El Atleti del Cholo volvió a perder una oportunidad de mantener su pulso con el Real Madrid. Por primera vez en la temporada, de hecho, se sitúa tres puntos por debajo, con lo que ya casi está a dos partidos de distancia (por el goal average).
Todo pudo cambiar cuando a los cinco minutos un taconazo de Adrián propició una internada de Diego Costa y el centro del brasileño lo remató fuera, incomprensiblemente, Radamel Falcao.
Aventuré un buen partido del asturiano en su enésima ocasión de demostrar que lo del año pasado no fue una casualidad. Pero Adrián es otro de los protagonistas del título de esta crónica, y volvió a desperdiciar una oportunidad de reivindicarse. Otra más.
Desde esa ocasión al descanso, habrían hecho bien en apagar el televisor De hecho a mí me entró tanto sueño, que en el intermedio di una cabezada de diez minutos. Se lo juro.
Los primeros 45 fueron una sucesión de jugadas romas en medio campo por parte de ambos conjuntos, donde Mario y Gabi se hartaron a regalar balones en una espiral de imprecisiones.

SEGUNDA PARTE CON OTRO BRÍO
El segundo acto prometía otros bríos. A los 30 segundos, Falcao lanza un latigazo desviado desde la frontal. A los dos minutos, Miranda se duerme y un tiro abajo de Barrada lo saca con la manopla derecha Courtois. Y a los tres, un trallazo de Filipe Luis lo rechaza Codina tras una colada de Diego Costa que salvó in extremis Valera. El brasileño está siendo de lo mejorcito en esta segunda vuelta. E Insúa esperando en el banquillo ¿Quién? Pues ése...

EL TIGRE, PARA LOS LEONES...
A la hora de juego, un buen pase interior de Adrián (de lo poco que hizo) permitió a Falcao practicar su demoledor reverso de derecha a izquierda, pero finalizó con un tiro blando al palo corto. Minutos más tarde, tras un buen robo de Raúl García (que entró al final) hizo un mal control y perdió la bola cuando podía quedarse solo. El colombiano es un crack, pero el partido que hizo ayer el Tigre fue para echarle a los leones...

Y LOS SUSTOS
De ahí al final, todo fue una concatenación de sustos para los rojiblancos. Penalti-Falta de Godín a Colunga (no le toca, pero si es falta, es justo dentro del área por centímetros) que el árbitro saca fuera y Barrada casi mete dentro. La tiró rozando el palo izquierdo de Courtois (qué me gusta este futbolista marroquí).
A veinte del final, expulsión de Mario Suárez por doble amarilla. Y en el 91, Godín también ve la segunda tarjeta por un codazo.
Por fortuna, el Getafe apretó poco y sólo un zapatazo de Borja (ante el que de nuevo se lució Courtois) inquietó la meta colchonera.

417 MINUTOS IMBATIDO A DOMICILIO
Una meta, por cierto, que rota la imbatibilidad en casa por la Real Sociedad (820 minutos) ahora se ha vuelto infranqueable fuera: 417 minutos sin recibir un gol a domicilio. Cuatro partidos (0-3- Valladolid; 0-0- Málaga; 0-2- Osasuna; 0-0- Getafe). El último en batir a Courtois fue Baptistao (Rayo) hace ya dos meses.
Pero el Atleti ha pegado un importante bajón en las últimas fechas que puede desembocar en algún susto. La segunda plaza no parece suficiente motivación para los rojiblancos, y el colchón respecto al quinto aparenta mover a la relajación. Y cuando no decides, la inacción puede llevar a otros a que decidan por ti. Y ya lo saben, no suele ser positivo.

lunes, 1 de abril de 2013

El Atleti no se reafirma

Encaraba el Atlético en la noche de lluvia torrencial madrileña una oportunidad de oro para terminar reforzado la jornada. Una victoria le volvía a situar por delante del Real Madrid, en ese “derbi” por la segunda plaza del que le destronaron hace dos semanas tras 26 jornadas disfrutando del, por desgracia poco habitual, placer de estar por encima del eterno rival.
Además, suponía dejar a un rival directo como el Valencia a la friolera de 18 puntos. Es decir, seis partidos de diferencia, quedando nueve por jugarse, al que hasta anoche era 5º clasificado...
La temporada de los colchoneros está siendo mucho más destacada que la de los ché, sin embargo, anoche se sumó el tercer año consecutivo sin vencerles en el Calderón en Liga (2010-11- 1-2; 2011-12- 0-0; 2012-13- 1-1), competición en la que el Cholo sigue sin derrotar a un grande, a escasas jornadas de recibir en nuestro estadio a Real Madrid y Barcelona.
SALIERON DORMIDOS... PERO REACCIONARON
Era pues, una noche propicia para reafirmaciones. Pero éstas no siempre se consiguen cuando uno quiere. Y menos cuando el conjunto rojiblanco salió dormido.
A los dos minutos de juego, Godín pierde la cartera ante Piatti, que se cuela por el flanco derecho con velocidad, pero la emoción del regalo le hace pasarse de fuerza en un envío al que no puede llegar Valdez.
Sólo dos minutos después, un centro de Pereyra desde la diestra (un incordio el portugués en todos los sentidos) fue rematado a la segunda, tras un rebote, por el brasileño Jonas, que batía por debajo de las piernas a Courtois (0-1).
El belga, tras 820 minutos imbatido en el Calderón hasta el gol de Xabi Prieto, no aguantó ni 45 minutos más sin recoger un balón de las mallas del Manzanares. No permitió que se repitiera.
Como tampoco permitió que se viniera abajo su equipo Radamel Falcao. En la siguiente jugada, Arda Turan se pasea por la esquina del área y pone un centro medido para el colombiano. Guardado da un pasito adelante buscando el fuera de juego, y Falcao la empala a la red (1-1). 22 goles para el Tigre, que está a solo dos de igualar su registro del año pasado en Liga.

MI AMIGO MARIO
Debo mencionar (aunque luego nunca me lee) que para este encuentro traje un invitado de excepción. Mi amigo Mario, el mejor que conservo de la carrera y madridista recalcitrante para más señas, tuvo que callarse rápido después de su sonrisita tras el 0-1.
El manchego (es la voz de la SER en Puertollano) se marchó del Calderón algo decepcionado con el espectáculo (casi tanto como con su Madrid el día anterior), pero con unos kilos de más, estos de agua, por el chaparrón que nos cayó sin descanso durante la hora y media.

No benefició el diluvio al Atleti, aunque para el Valencia no fue óbice para que se hiciera con el mando absoluto del choque en el primer acto. Banega comandaba cómo no se le vio en su año de rojiblanco, secundado por Tino Costa y Parejo, mientras que Gabi y Mario Suárez se ahogaban bajo la tormenta.
Para esos momentos ya les acompañaba Raúl García, quien tuvo que sustituir a un prematuramente lesionado Arda. Y ya lo dijo Mario, con razón por desgracia: cuando se fue Arda, se acabó el Atleti.
Con Koke ausente, el resto de centrocampistas colchoneros son ciegos al lado del turco.


EL VALENCIA, IN CRESCENDO...
El Valencia fue “in crescendo”, pero ahí estaba Courtois para replicar a los delanteros ché que en su portería uno debe acercarse “piano piano”...
No llegó a avasallar el conjunto de Valverde a los de Simeone, pero su punto álgido llegó en el 34, cuando un voleón de Piatti fue repelido con una palomita por Courtois, y en el rechace, trallazo de Jonas y nuevo paradón del meta belga.
No rompió a aplaudir el Calderón porque todavía tuvo que contener la respiración unos segundos mientras la zaga rojiblanca se decidía a conjurar el peligro.
Por fortuna, el descanso llegó, los aficionados pudimos secarnos, y el Atleti aclarar sus ideas.
Y es que, en muchas ocasiones, es bueno no ofuscarse, dejar un tiempo de reflexión, y replantear la estrategia para cambiar las tornas...

EL ATLETI, MEJOR EN LA SEGUNDA
El Atleti demostró que el panorama sería distinto con una pronta colada de Diego Costa que, derribado por su homónimo Ricardo, vio como el colegiado no les confundía de nombre, pero sí en el lado de la falta.
Minutos después, una internada de Filipe Luis, que para Mario fue el mejor de los nuestros, terminó en saque de esquina.
El brasileño ciertamente fue el más participativo en ataque en un partido en el que el medio campo estuvo gris y en el que arriba Diego Costa y especialmente Falcao apenas aparecieron.
En la única combinación entre ambos, en el 60, un buen balón por arriba de Falcao fue sacado en una valiente salida por Alves cuando Costa buscaba el remate.
Sólo dos minutos después, el portero brasileño se lucía abajo tras buen cabezazo picado de Godín.

CHAPOTEO EN MEDIO CAMPO
Los minutos fueron corriendo, el Valencia empezó a hacer patente que el empate le valía, y mi amigo Mario se quedó sin ver ni a Adrián ni al Cebolla (¿Por qué no movió el banquillo el Cholo?).
El choque se convirtió en un chapoteo en medio campo en el que a los centrocampistas de ambos equipos sólo les faltó calzarse las botas de agua.
Sólo el árbitro (por cuya identidad preguntó varias veces Mario: Estrada Fernández) pudo cambiar el signo del partido, pero lo declinó al obviar una mano de Jonas dentro del área a cabezazo de Falcao. Siendo sinceros, tampoco habría sido justa la victoria.

COSAS QUE NO CAMBIAN...
El Atleti repitió 1-1 y aguacero, como la primera vez en la que traje a Mario al Calderón, en una noche memorable ante la Real Sociedad (no por el fútbol) de hace ya seis temporadas (noviembre de 2006).
Y es que algunas cosas no cambian con los años.
Otras, en cambio, como el Atleti, van mejorando con el paso del tiempo, aunque pueda haber algún estancamiento en noches puntuales de tormenta. Lo importante es no ponerse intenso, evitar que te expulsen y continuar en pos del objetivo. Piano piano.


lunes, 18 de marzo de 2013

El Rey Diego Costa campa en su Reyno

Hace apenas tres semanas, con motivo de la clasificación del Atleti para la Final de Copa, titulé “Diego Costa es el Rey”, como encomio al extraordinario papel que ha hecho el brasileño en la competición monárquica.
Pero todo Rey debe tener su Reyno, y como ocurrió con el Rey Sancho III el Mayor en el siglo XI, monarca que mayor expansión logró de este feudo, el de Diego Costa es el Reyno de Navarra.
Anoche, no sólo Simeone cumplía 50 partidos de Liga con el Atlético de Madrid (29 triunfos, 10 empates y 11 derrotas), sino que Diego Costa también celebraba sus “bodas de oro” rojiblancas...
Cuando conocí el dato, tuiteé que el brasileño debería celebrarlo con un golito... Dicho y hecho.
Lo curioso del asunto, es que Costa ha sumado doce goles como colchonero en esos 50 encuentros ligueros, de los que cinco de ellos, casi la mitad, los ha marcado en Pamplona... Al hat trick logrado hace dos años, que le hizo sentar al mismísimo Diego Forlán (Quique mediante), le añadió este domingo un doblete. Su Reyno, sin duda...

UN COMIENZO DE BATALLA TEDIOSO
Era un partido malo el que se disputaba en el antes conocido como El Sadar. Las huestes rojiblancas esperaban tranquilas en su campamento. Sólo una incursión por el flanco derecho de Arda Turan, recién comenzado el choque, y un buen pase profundo de Koke inquietaron a la retaguardia rojilla.
En ambos lances, el destinatario era el líder de las mesnadas colchoneras, Radamel Falcao. Pero el valeroso guerrero colombiano atravesó tiempos de más gloria, y no llegó al primero de los balones (el de Arda) y se vio rápidamente cerrado por dos zagueros pamplonicas en el segundo (el de Koke).
Mientras tanto, en Osasuna sólo dos hombres merodeaban la meta del inmutable Courtois, al que dejé bendecido en mi entrevista del viernes (ya les contaré).
Oier cabeceaba desviado a los cuatro minutos en un aviso de que tenía el día belicoso. Y poco después Masoud mostraría el guante de su diestra con una falta lamiendo la escuadra.
La noche se tornaba tediosa en el Reyno de Navarra, y la parroquia local decidió emprenderla con el nuevo guerrero de moda de las hordas madrileñas. Un choque en la banda de Diego Costa con un contrincante navarro (arriesga demasiado el brasileño), despertó las iras de la grada local, que inició un cántico que comienza a convertirse en himno allá donde viaje el Atlético de Madrid: “¡Diego Costa, hijo de p...!”.

FORMAS DE MOTIVARSE...
Pero en la vida hay formas muy dispares de motivarse. Hay quien se dice a sí mismo lo bueno que es mirándose al espejo; los que se ponen la música a todo volumen cuando van al gimnasio; o incluso quien se pone opera italiana para traducir... Y a algunos, como el bueno de Diego Costa, lo que le motiva es que le metan caña.
Minuto 34, gran pase profundo de Gabi para Koke, el canterano se interna por banda y la pone perfecta para Diego Costa, cuyo primer remate despeja Andrés, pero emboca el rechace de cabeza a la red. Insultos al oído, dedo a la boca. Silencio, se rueda. Diego Costa style. 0-1.

Hizo un gran partido sin embargo Osasuna, que replicó con ahinco al tanto rojiblanco. Los lanceros, los de siempre. Tremendo pase de Masoud y el cabezazo de Oier lo saca con una gran mano Courtois. Después el propio Masoud remata blando un balón al segundo palo y, ya en el 45, el portero belga vuelve a intervenir meritoriamente tras un remate en el primer palo de Oier, quien mereció el premio del gol.

Pero hacer un gol al Atlético de Madrid no es cualquier cosa. Los rojiblancos son el equipo menos goleado de la Liga (24 goles en contra), distanciándose esta jornada con Real Madrid y Málaga (27). Y Courtois, es el Zamora (22 goles en 27 partidos, 0,81 de media).

KOKE ASISTE, DIEGO COSTA GOLEA
Los goles, ahora, los pone Diego Costa. Y las asistencias, Koke.
Minuto tres de la reanudación, falta botada por Koke en el flanco derecho, la pelota se pasea sin que nadie la toque y en boca de gol Diego Costa se anticipa a su par y hace el segundo. Sexto gol del brasileño, octava asistencia del madrileño. Nadie había dado tantas en el Atleti desde la 2009-10 (Forlán- nueve).
El canterano está que se sale y se atreve con todo. Prueba de ello llego en el minuto 60, cuando amagó con el saque de una falta lateral y, viendo dar un paso adelante a Andrés, intentó superarle con un disparo arriba que terminó por salvar el meta pamplonica. Soberbio Koke.

FALCAO, NO ESTÁ...
Quien no está es Radamel Falcao. Lo intentó en la segunda parte. Un par de recortes al inicio y un tiro abajo que rechazó Andrés.
De nuevo se abre ángulo tras un gran pase de Gabi, pero su tiro se estrella contra un defensa.
Lo intenta, pero le falta chispa. Como demostró con un intento de cambio de ritmo en los minutos finales para sacar un centro. Pero de nuevo, el zaguero le tapó.
En cualquier caso, un producto de calidad no necesita venderse. Y no hay que hacerse el interesante cuando se es. Falcao es oro. Y volverá. Pronto.

DIEGO COSTA Y "LO FÁCIL"
La recta final dejó precisamente la mala noticia de la lesión de Diego Costa. En una peligrosa contra, el brasileño buscó el hat trick teniendo a Falcao solo. Andrés despejó su tiro, y en el rechace Costa se torció el tobillo en la pelea con un defensa. Mala suerte para el brasileño, justo en la semana que se podía producir su debut con Brasil.
Le ha costado llegar, pero ha venido para quedarse. Mientras el Cholo ha conseguido sumar 50 partidos de Liga en el Atleti en poco más de un año, Diego Costa ha necesitado casi seis, tras sus cesiones en Celta, Albacete, Valladolid y Rayo. Pero hay personas cuyas vidas nunca van asociadas a lo “fácil” o lo “cómodo”. Personas cuya biografía supone un relato apasionante, digno de ser contado en un libro. Gente a la que vale la pena acercarse, aunque puedan parecer excéntricos en algunas facetas. Yo, me quedo con Diego Costa ¿Y tú...?

lunes, 11 de marzo de 2013

Mala baza

Como en un juego de cartas, el Atlético de Madrid había ganado hasta la fecha todas las bazas de Liga jugadas en su casa. Trece de trece rivales habían mordido el polvo en el Vicente Calderón. De hecho, los ocho últimos visitantes se habían marchado de la morada rojiblanca sin ganar siquiera una mano. Ni un solo gol...
Gracias a esa fortaleza defensiva (el último lo había marcado Lamah en el minuto 42 de un Atlético 3-1 Osasuna, allá por el 28 de octubre...), Courtois estaba a sólo 33 minutos de superar el récord de imbatibilidad de Abel Resino en el Vicente Calderón. 800 minutos sin encajar un gol en la temporada 1990-91. Eso sí, el portero toledano tampoco recibió un solo tanto en todo ese periodo fuera de casa (un total de 1.275 minutos sin encajar un gol. Récord de las grandes Ligas europeas sólo superado por Van der Sar, que sumó 1.311 minutos con la puerta a cero en la 2008-09 con el Manchester, quedando a apenas 80 minutos del récord absoluto de toda Europa, logrado por el belga Dany Verlinden, del Brujas, con 1.390 minutos en 1990. El récord mundial, 1.816 minutos entre 1977 y 1978, lo tiene el portero brasileño Mazaropi, del Vasco da Gama).

NOCHE DE RÉCORDS ROTOS
Courtois batió anoche ese récord. Pero el registro como portero más tiempo inmaculado en el Vicente Calderón se reventó apenas 20 minutos después. En el siete de la segunda parte, Xabi Prieto recibió un pase de Griezmann en fuera de juego y culmimó una rapidísima contra por debajo de las piernas de Courtois (0-1). Y es que es importante saberse correctamente la regla del fuera de juego...
Los 820 minutos de la marca del portero belga no fue el único registro que anoche se rompió.
El tanto realista desembocó en la primera no victoria del Atlético de Madrid esta temporada en casa, demostrando una vez más que no sabe remontar si le marcan primero (sólo lo ha hecho con el Betis -2-4- y el Levante -1-1-), y en la primera ocasión, tras 27 jornadas, en la que el Real Madrid se sitúa por delante de los colchoneros en la clasificación. Los blancos habían ganado minutos antes precisamente al nuevo equipo del mencionado Abel, el Celta de Vigo.
Además, supuso la primera derrota en el Manzanares en casi un año (la última la firmó el Madrid, cómo no, el 11 de abril), y el primer partido sin marcar como local desde el 5 de febrero de 2012... (0-0 con el Valencia).

EL PRIMER TROPEZÓN
Así que la gélida noche del Manzanares con fríos vientos del norte terminó en tropezón. Y es que, por mucho que a uno le adviertan del peligro del tercer escalón del sector 529 del Vicente Calderón, no hay partido en el que alguien no tropiece. Y el Atleti tropezó esta vez...
Curiosamente fue el equipo txuri urdin el último que había sacado algo positivo del Calderón. Por entonces, logró un 1-1 en el minuto 92 de la antepenúltima jornada del año pasado que no pareció tan dañino en el momento, pero que a la postre fueron los dos puntos menos que al Atlético le faltaron para entrar en la Champions...

SÓLO ARDA TIRABA
En esta ocasión, ya he enumerado los récords que ha destrozado...
El caso es que la Real no salió imponente al Vicente Calderón, sino más bien tranquila, bien pertrechada atrás, viendo venir las escasas acometidas del Atlético, que hizo uno de sus partidos más pobres del año.
Sólo Arda Turan estuvo al nivel. El turco avisó de que esa noche quería un gol desde el minuto cinco, cuando hizo su primer disparo a puerta desde fuera del área; repitió en el 18, con un tiro al lateral de la red que algunos cantaron como gol; en el 30, con un derechazo raso a la derecha de Bravo; y ya en las postrimerías, en el 88, tras una diagonal en el área que terminó con un disparo que se fue abriendo.
Entre medias, dio un recital de regates, de cómo aguantar la pelota en medio campo y de cómo colarse entre contrarios. Pero nadie le acompañó.
El Cebolla repitió incomprensiblemente titularidad, demostrando de nuevo que sólo funciona como revulsivo; Gabi y Koke estuvieron apagados; las galopadas de Diego Costa no encontraron rematador; y Falcao apenas dejó un disparo flojo lamiendo el larguero en la segunda parte.
Mientras tanto, la Real intentaba mantener la posesión cuando tenía ocasión, pero no inquietaba el récord de Courtois, con lo que se llegó al descanso con el 0-0.

MALA NOCHE PARA LOS VALENCIANOS...
Y la segunda parte comenzó con el citado gol revienta récord del conjunto vasco. Fue el primer error grave del colegiado Ayza Gámez, valenciano para más señas, que sacó de quicio a la parroquia rojiblanca en la segunda parte señalando infinidad de “faltitas” que cortaron el ritmo, ya de por sí escaso, del encuentro.
Y es que no fue una buena noche para los valencianos. Juanfran Torres tuvo a mi juicio uno de sus peores encuentros con la rojiblanca. De hecho, en los compases finales le vi perdido en algunas acciones, como ido. Ni presionaba, ni entraba, ni la pedía... totalmente ausente el alicantino...

APENAS DOS OCASIONES
El Atlético sólo tuvo dos ocasiones en las que realmente se cantó el “huy”. En la primera, al poco del 0-1, Falcao remató con la mano dentro del área y Miranda estuvo a punto de marcar; y en la segunda, a poco del final, un balón prolongado de cabeza por Raúl García no lo embocó por poco Diego Costa y la pelota se perdió lamiendo el poste...
El brasileño, por cierto, cada vez más en el centro de los focos, se está empeñando en alimentar esa figura de ángel y demonio, y en la recta final dejó un pisotón a Agirretxe que debió valerle la roja. O se controla, o empezará a restarnos algunos de los puntos que hasta ahora nos está sumando...

LA PRIMERA VEZ SÍ, PERO...
Y al final el Atleti perdió, en uno de esos partidos que parece que, aunque duren los 820 minutos de imbatibilidad de Courtois, no se va a marcar... Y uno intenta consolarse con el “siempre hay una primera vez”. Pero también piensa en esa gente que, como el niño que anoche fue invitado por el club a ver el partido por ser el socio número 60.000, apenas tiene oportunidad de disfrutar del Atleti in situ en el Calderón. Y ayer se marchó a casa maldiciendo su mala suerte y pensando si será gafe.
Habrá más ocasiones. Espero que desde el próximo domingo, empiecen a crecer nuevos récords...