martes, 30 de octubre de 2018

La vieja guardia aúpa al Atleti

JORNADA 10
ATLÉTICO 2-0 REAL SOCIEDAD
Goles: Diego Godín y Filipe Luis.
El Atlético de Madrid ganó el sábado a la Real Sociedad gracias a dos de los de siempre.

Algunos se preguntaban después del varapalo de Dortmund qué está pasando en este Atleti del Cholo y señalaban a las falsas renovaciones exprés del capitán (ni ocultadas ni descubiertas. No hay renovación y a los hechos me remito) o a que uno de los jugadores con más experiencia de la plantilla se quiso marchar al PSG con el mercado a punto de cerrarse.

LOS BALUARTES DEL EQUIPO MENOS GOLEADO TAMBIÉN DECIDEN ARRIBA
La realidad de la última jornada liguera demostró que dos de los principales baluartes de la fortaleza defensiva del Atlético de Madrid durante las ocho últimas temporadas (siendo el equipo menos goleado de la Liga, con el consiguiente Zamora, en cinco de ellas) fueron los protagonistas del triunfo en el otro área.
Diego Godín y Filipe Luis fueron los goleadores para que terminara en fiesta un partido que en la primera parte pintaba sólo regular, más después del precedente de haber caído por 4-0 en Alemania.
Los rojiblancos dominaban, acumulaban córners, y merodeaban el área de su ex compañero Moyá... Pero realmente sólo Griezmann rozó el gol con una espectacular chilena que se perdió arriba por poco.

EL CAPITÁN ABRÍA EL PARTIDO... Y VOLVÍA A BESAR SU ESCUDO
Hasta el minuto 44. El cuestionado Correa (hasta entonces el mayor agitador del partido por izquierda y derecha), protegía la pelota ante Kevin Rodríguez, se revolvía, y su centro al primer palo lo rechazaba Raúl Navas al punto de penalti. Allí, inducido por su alma de delantero, esperaba Diego Godín, quien conectaba un derechazo raso, que tras tocar en el palo izquierdo de Moyá besaba las mallas (1-0). De inmediato, el uruguayo hacía lo propio con su escudo, ese que lleva defendiendo con sangre, sudor y lágrimas las últimas nueve temporadas, y que todavía está por ver si podrá seguir haciéndolo una décima.

SU TERCER TANTO CON EL PIE DE 24 GOLES CON EL ATLETI
El Guacho no marcaba desde el 3 de enero (en Lleida en Copa) y en Liga no cantaba gol desde hacía año y medio (desde el 19 de marzo de 2017 contra el Sevilla).
Se trata además de un gol especial para el uruguayo, porque de los 24 tantos que ya suma con la rojiblanca éste es el tercero que marca con el pie. Acostumbrado a perforar redes sólo con la cabeza, hasta este sábado sólo había anotado con el pie contra el Valladolid en el Calderón (23-9-2012) y frente a Osasuna en El Sadar (30-1-2012).

FILIPE SE SACÓ UN GOLAZO CON LA DERECHA
El pie derecho del uruguayo permitió al Atleti salir con otro brío en la segunda parte. Correa y Arias, que hizo un gran partido en su debut como titular en Liga, llegando e incluso disparando a puerta, seguían percutiendo por la derecha. Y precisamente en un robo del colombiano en línea de tres cuartos, la pelota circula hasta la izquierda, Filipe Luis (que había salido en el descanso) la pisa dentro del área, recorta y se saca un espectacular disparo con la derecha a la escuadra de Moyá (2-0).
"¡Si la pega con la zurda no marca ese golazo!", le digo a mi padre entre risas. Y es que el brasileño, que ya marcó la semana pasada (con la cabeza) no es precisamente un portento a la hora de disparar a puerta. Pero el sábado, con la derecha, la puso en la escuadra.

FALTÓ EL GOL DE DIEGO COSTA
De ahí al final fue un festival colchonero. Diego Costa buscó su gol (le hace falta como el comer) y lo rozó en una contra en la que rompió a Elustondo y la reventó con la zurda, pero le tapó Moyá; Saúl buscó el suyo, también con un par de ocasiones en las que no encontró puerta; y, sin embargo, volvió a ser Godín el que estuvo a punto de marcar otra vez, tras un control con el pecho y un remate en el que, de nuevo, Moyá evitó el tanto.

¿Y QUÉ ESTÁ PASANDO EN EL ATLÉTICO?
¿Y qué está pasando en el Atlético? Pues que de momento el sábado se acostó líder y sus aficionados con una sonrisa; que en la Champions, pese al descalabro de Dortmund, suma seis puntos (cuatro más que hace justo un año...); que Griezmann lleva los mismos goles en Liga (dos) que el año pasado por estas fechas y Diego Costa también (cero) porque aún no podía jugar; pero por suerte Godín (uno) y Filipe (dos) llevan tres más; y Oblak (cinco) uno menos (y los tres sin renovar...); y que Arias ya es menos incógnita; y que Rodrigo volvió a jugar los 90 minutos.
Y que la afición rojiblanca volvió a salir del Metropolitano cantando el "que sólo soy feliz con el Atleti de Madrid". Porque, como diría aquel, "al loro que no estamos tan mal".   

miércoles, 24 de octubre de 2018

Eterno Madrigal

JORNADA 9
VILLARREAL 1 - 1 ATLÉTICO
Goles: Filipe Luis

Voy a comenzar esta tardía crónica con un dato tan contunde como clarificador: el Villarreal CF es uno de los tres únicos equipos de este país, junto a Real Madrid y Barcelona, que ha ganado más veces que ha perdido en toda su historia contra el Atlético de Madrid.
11 victorias del Atleti; por 9 empates; y 13 triunfos del Villarreal es el bagaje en Liga entre amarillos y rojiblancos. Como digo, sólo el Barça (50 triunfos colchoneros; 39 empates; y 73 victorias culés) y el Real Madrid (39 victorias rojiblancas; 38 empates; y 86 triunfos blancos) tienen en su haber más contiendas ganadas que perdidas contra el Atlético de Madrid, de entre todos los clubes de la Liga española. Y el Villarreal.

EL ATLETI YA PERDIÓ EN SU PRIMERA VISITA A EL MADRIGAL, EN 1998
Un Villarreal que sustenta esta tremenda estadística en su feudo, El Madrigal, ahora estadio de la Cerámica. Se suele decir que lo que mal empieza, mal acaba, y el Atlético de Madrid en la primera visita de su historia al Madrigal ya salió malherido: cayó 2-1 hace "apenas" 20 años (noviembre de 1998). Los goles del Villarreal los marcaron un viejo rockero como Gica Craioveanu (al que aún se ve por Getafe) y un trotamundos como Moisés (Zaragoza, Osasuna, Celta, Villarreal, Sevilla...), mientras que el Atleti sólo pudo marcar de penalti por medio de Juninho. El brasileño no olvidará fácilmente El Madrigal, ya que después del gol dispuso de otro penalti, que mandó al larguero, y fue expulsado en los minutos finales por un pique con un jovencísimo David Albelda... ¿Les suena?

SÓLO TRES VICTORIAS EN 17 VISITAS A VILLARREAL
Desde entonces la cosa no ha mejorado demasiado en ese campo: sólo tres victorias colchoneras; nueve derrotas; y cinco empates, el último este sábado. Y eso que no salió mal el conjunto rojiblanco, que durante varias fases del primer acto sorprendió a los entendidos siendo el que tenía más posesión de la pelota (con un cuatrivote formado por Saúl, Thomas, Rodri y Koke), ante un Villarreal acostumbrado a mandar con el cuero. 

OTRO DÍA SIN NOTICIAS DEL VAR...
Al cuarto de hora, el VAR (como en el Bernabéu) volvió a negar un penalti al Atlético de Madrid. Centro al área de Filipe, remate de volea de Koke que impacta en la mano de Álvaro, la pelota acaba en córner, y comienzan las protestas. "Ha sido mano", le comenta Filipe a Estrada Fernández con los brazos abiertos; "¡Mano!... mano", repite Griezmann con cara de no entender nada; mientras que al fondo de la acción Koke se desespera. El árbitro pide calma, se echa la mano al pinganillo, mientras la tele pasa las repeticiones, y a uno se le activa un cosquilleo en el estómago como si fuera a ocurrir algo grande... Pero lo único que ocurre es que manda sacar el córner, y uno piensa que lo aplicar el tele arbitraje en el área rival del Atleti ya si eso será otro día...

Los rojiblancos (otra vez de blanquiazul del Espanyol, esta vez con el pantalón blanco y todo) acumulan algunas ocasiones: un disparo a la media vuelta de Kalinic, un zurdazo alto de Griezmann, un cabezazo centrado de Saúl... Mientras el Villarreal replica con un tiro fuera de Fornals y un zurdazo de Jaume Costa que envenena Giménez y Oblak palmea a córner. La única vez que los amarillos exigían al portero esloveno... Hasta entonces.  

EL CHOLO CAMBIA A RODRIGO... Y EL PARTIDO CAMBIA
Y así se llegaba al descanso, con un encuentro igualado, ocasiones (pocas) repartidas y un panorama que no parecía desalentador para los visitantes. Para todos los visitantes, menos para Simeone. El Cholo entendió que algo no funcionaba y decidió hacer no uno, sino dos cambios en el descanso: Lemar y Correa al campo, y Rodrigo y Kalinic fuera.
El delantero croata había pasado desapercibido, pero Rodrigo había sido una de las claves para mantener la posesión en el medio campo, como siempre sin errar un pase, y objeto de falta en varias ocasiones cuando el Villarreal se veía incapaz de parar a su ex. Simeone decidió cambiarle (por quinta vez de las ocho en las que le ha dado la titularidad esta temporada) y la cosa cambió.

PESE A QUE FILIPE MARCÓ ¡DE CABEZA!
Cambió, pese a que a los cinco de la reanudación todo parecía ponerse de cara: falta lateral que despeja contra su larguero Funes Mori, y en el rechace Álvaro cae sobre Asenjo, impidiéndole levantarse y salvar el remate plácido ¡de cabeza! de Filipe Luis (0-1). El brasileño, que no suele subir al área en jugadas a balón parado, se golpeaba la cabeza incrédulo de lo que acababa de ocurrir.
El Atleti se ponía líder, lo más difícil parecía hecho, pero los colchoneros iban a descomponerse en su campo maldito. Sólo siete minutos después el ataque amarillo triangula bien, Gerard Moreno se queda solo ante Oblak, y la rápida salida del esloveno, que se quedó con el balón entre las piernas, evita el tanto. Sólo era la primera.

BACCA REVOLUCIONA EL ENCUENTRO; OBLAK SALVA AL ATLETI
Bacca saltó al campo doce minutos (del 64 al 76), pero revolucionó el partido. Recién entrado, un centro suyo desde la izquierda no lo despeja Giménez, hay un rebote y termina en las botas de Mario Gaspar, que marca con el exterior (1-1). El marcador ya estaba igualado, pero la caída del Atleti no había hecho sino empezar.
En el 73, Thomas perdía un balón en campo propio, Gerard Moreno se volvía a quedar solo, y otra vez una velocísima salida de Oblak salvaba el segundo. Sólo un minuto más tarde, vertiginosa contra amarilla, Bacca regatea a Oblak con sangre fría, y casi vencido estira su 1,89 para meter una manopla prodigiosa desde el suelo y obrar el milagro. En esa misma jugada se lesionó Carlos Bacca, para fortuna de los rojiblancos.

Fíjense si lo vio negro el Cholo que incluso metió al campo a un Godín al que había dado descanso tras su viaje por las Asias con Uruguay. El Villarreal siguió apretando y todavía dispuso de un par de llegadas claras, mientras que Lemar (con un defensa amarillo tendido en el suelo) a punto estuvo de cabecear en una contra un 1-2 que habría sido injusto.     

Al final, reparto de puntos; cuatro años sin ganar en terreno amarillo (la última, 0-1 en la 2014-2015 con gol de Torres); y un Atlético que sólo suma dos victorias frente al Villarreal en las últimas cinco temporadas. Y gracias. El punto mantiene al Atleti en el tren de cabeza en este apretado inicio de trayecto y ahora sólo queda pensar en otra estación de amarillo que trae mejores recuerdos: el Signal Iduna Park de Dortmund, eterno Westfalenstadion.

lunes, 1 de octubre de 2018

La Némesis

JORNADA 7
REAL MADRID 0-0 ATLÉTICO

El concepto comúnmente extendido de “Némesis” se entiende como el mayor enemigo de uno, su opuesto, lo que se encuentra de frente. 
En la ficción, la Némesis es el principal adversario del  héroe, un personaje fuerte y malvado, que conoce sus puntos débiles y que siempre aguarda el momento para intentar hacerle caer.
El Joker sería la Némesis de Batman; Israel la de Palestina; o Marco Bruto la de Julio César.

EN EL ANFITEATRO ROMANO DE MÉRIDA HABÍA UN LUGAR PARA LA NÉMESIS
Este fin de semana he estado en Mérida, en la boda de uno de mis mejores amigos de la carrera y ya de la vida (Francis), y tuve la oportunidad de visitar (otra vez) el Anfiteatro romano. Siempre que piso un lugar de estas características me dejo embriagar por la impresión que me produce el saber que en ese mismo suelo, hace más de 2.000 años, se estaba escribiendo la historia.
Precisamente en el Anfiteatro romano de Mérida (inaugurado en el año 8 antes de Cristo) había un habitáculo para rendir culto religioso a Némesis. La Némesis romana era la diosa de los gladiadores (en Grecia era la diosa de la justicia retributiva, del castigo o la venganza a aquellos que no obedecían). Esos gladiadores que se batían el cobre en la arena, en sus diferentes tipologías: Hoplomachus, Myrmillo, Dimachaerus, Secutor, Reciarius, Venator… que se distinguían por las armas, vestimenta y utensilios que empleaban para su defensa. Gladiadores que se jugaban la vida (y en muchos casos la perdían) para el entretenimiento del pueblo romano. Hasta 15.000 personas llegaban a congregarse en el anfiteatro de Mérida. Pan y circo.


EL CIRCO DE NUESTROS DÍAS: EL FÚTBOL
El circo más multitudinario de nuestros días es el fútbol. Pero los gladiadores ya no se juegan la vida, ni se mueren de hambre. Ya no son precisamente esclavos, criminales condenados o prisioneros de guerra, sino jóvenes multimillonarios con la vida resuelta. Hasta 80.000 espectadores se dieron cita en el Bernabéu para ver el último espectáculo de lucha, un nuevo derbi en el que el Atlético de Madrid visitaba a su Némesis de siempre: el Real Madrid.

LA NÉMESIS INDISCUTIBLE DEL ATLETI
No existe mejor ejemplo de Némesis para un atlético. Ese enemigo cruel e implacable que te persigue hasta la eternidad buscando machacarte. En el colegio, en la universidad, en el trabajo… uno siempre ha estado rodeado de seguidores de la Némesis que intentan quedar por encima con la excusa del fútbol. Y los derbis eran el momento perfecto para encontrar la confrontación directa y buscar humillar al héroe colchonero.

TRECE AÑOS MACHACADOS POR LA NÉMESIS Y SUS SEGUIDORES
Uno de los mayores exponentes de esa Némesis es mi amigo Mario, mi otro amigo del alma de la carrera y madridista recalcitrante. Mario, Francis y yo formábamos el Triunvirato de la Carlos III de la promoción de Periodismo de 2003. Nuestro primer derbi juntos fue aquel Real Madrid-Atleti en el que Ronaldo (el bueno) nos marcó a los 16 segundos tras hacerle un caño a Simeone Hasta un alocado vikingo se subió a una mesa para celebrarlo en el bar de Getafe en el que lo vimos… Difícil de digerir.

Pero no era la excepción. Así, año tras año. Partido tras partido. Goles en contra en el primer medio minuto, inferioridades manifiestas, trece años sin ganar un derbi, y teniendo que aguantar las constantes bromas de mi amigo Mario sobre “Fernando Forrest” cada vez que malograba un control.

HASTA QUE SIMEONE LEYÓ AQUEL ANUNCIO EN SEGUNDA MANO
Así, hasta que Simeone llegó al banquillo del Atlético de Madrid. Justo un mes después de la famosa pancarta del Bernabéu, el 26 de noviembre de 2011: “Se busca rival digno para derbi decente. Razón aquí”. Se ve que el Cholo debió interesarse por aquel anuncio y llamó...  


Desde entonces, todo ha cambiado. Todavía nos han clavado dos dagas dolorosísimas que ahora son sus principales lemas ofensivos (el minuto 93 y el Juanfran al palo), en dos finales de Champions con las que antes ni podíamos soñar, pero entre tanto se les ha metido un 4-0, se les ha ganado una Copa del Rey en el Bernabéu, una Supercopa de España, una Supercopa de Europa... y con el de este sábado ya son seis temporadas en Liga sin perder en el Santiago Bernabéu. Desde 2012, siendo el primer equipo en la historia de la Liga que encadena seis años consecutivos puntuando en el Bernabéu.

UN ESCENARIO IDÍLICO PARA VER EL DERBI
Con Mario a mi ladito me tocó ver el partido; en Casa Nano (el bar-restaurante de los padres de Francis), donde luce un gran escudo del Real Madrid al fondo de la barra; y rodeado de otros invitados a la boda, algunos de ellos que se creen progres y podemitas, pero luego dicen ser del Real Madrid, aunque después no sepan ni que Isco está de baja o contra quien ha jugado el Barça.
En ese escenario idílico me tocó ver el derbi, con lo que tenía miedo, para qué negarlo. Sin embargo, este Atleti de Simeone nada tiene que ver con aquel en el que el Cholo daba sus últimos coletazos todavía dentro del campo. Han pasado 15 años, los mismos que hace que conozco a Francis y a Mario.

LAS PALABRAS DE MI AMIGO MARIO HAN CAMBIADO MUCHO
Y las palabras que Mario nos dedica hoy tampoco pueden asemejarse mucho a las de entonces. Ahora Mario afronta los derbis sin tener "nada claro que el Madrid vaya a ganar”, y definiendo al Atleti como “un equipo muy hecho, muy duro y al que es difícil meterle mano”.
En la primera parte, incluso salió de su boca el reconocer que “el Atleti está siendo mejor” o que, "aunque el Madrid tenga más posesión, es el Atleti el que está tocando más cerca del área rival". Y así estaba siendo.
La primera parte del Atleti me dejó un extraordinario sabor de boca, con Lemar, Rodri y Koke tocando de primeras y con fluidez en medio campo, con Saúl soltando dos latigazos en los primeros compases, y con Griezmann y Diego Costa ganando la espalda a la zaga blanca en sendas ocasiones en las que sólo el acierto de Courtois nos privó de celebrar el gol.

DOS MANOS A MANO DE LOS QUE NO SE FALLAN
En la primera, Koke metía un extraordinario pase en profundidad para el francés, que salía en línea con un Ramos que rompía el fuera de juego, pero en el mano a mano con Courtois estuvo algo lento a la hora de definir y la picó demasiado suave, sacándola el meta belga… con la cara.
En la segunda era Griezmann el que asistía a Diego Costa con un gran envío a la espalda de Varane, pero el disparo del hispano-brasileño lo salvaba Courtois en su salida con el brazo izquierdo, y la pelota se perdía lamiendo el palo. 16 partidos sin marcar en Liga lleva Costa. Demasiados para el delantero centro del Atlético de Madrid, por mucho que en ese periodo sí haya visto puerta en Europa (En Europa League, Supercopa y Champions).
Esa mayor cercanía a la puerta rival también se tradujo en un par de manos en el área de castigo del Real Madrid, especialmente una muy clara de Casemiro a centro de Koke. Pero según dicen, el VAR no se aplicará en el área del Real Madrid hasta la temporada que viene...

Tras los fallos citados, no podía evitar pensar en el tópico de “el que perdona, lo acaba pagando”… Ya que, por su parte, el Madrid sólo se acercó con peligro en un remate cruzado de Bale tras una falta al segundo palo en la que Filipe perdió su marca; y en un increíble fallo de Oblak (nunca visto) al borde del descanso, que dejó un despeje corto que interceptó Asensio en dirección a portería, por suerte, al alcance de las manos de Oblak.  

CEBALLOS CAMBIÓ AL MADRID; GIMÉNEZ SOSTUVO AL ATLETI
Así las cosas, llegué al descanso con la esperanza de que si el partido transcurría igual en el segundo tiempo, nos llevaríamos la victoria.
Pero poco se parecieron las cosas tras la reanudación. Ceballos saltó al campo por un lesionado Bale (mucho estaba tardando...) y dio a los blancos mayor posesión de peligro, velocidad y mordiente.
De los rojiblancos no hubo más noticias en el otro área, y en la suya Giménez se agigantó. Lo cortaba todo: al cruce en la banda, ganando unos contra uno, imperial por arriba...
Gracias a su buen hacer, y a la seriedad habitual del resto de la retaguardia, el Madrid sólo dispuso de una ocasión realmente clara: en una contra por la izquierda, Kroos asistió a Asensio dejándole totalmente solo en el área, y cuando ya me lamentaba viendo el balón en la red, una salida providencial del Zamora Oblak conjuró el peligro con su manopla derecha.

Y EL PADRE DE FRANCIS DABA ÁNIMOS
Entre tanto, el padre de Francis alertaba al medio bar de progres y del Madrid que no hacían ni caso al fútbol para que miraran la pantalla cuando los blancos atacaban: "¡Ahora viene, ahora viene!". O nos comentaba en alguno de sus paseos por el bar "nada, que no marcamos", y yo pensaba: pues es verdad, no marcamos.
Menos mal que siempre me quedaba Francis y sus "en ésta la metemos, capitán". Un hombre al que el fútbol nunca ha dicho demasiado, hasta el punto de que le descubrí hace unos días que había tenido el honor de estar en el Bernabéu el partido de la despedida de Míchel, cuando me contó, el día que le llevé a que conociera el Metropolitano (con el Eibar), que la última vez que había ido al fútbol "fue en un Real Madrid 4-0 Mérida, en el año 96 o así".

Y así se acabó un derbi que no pasará a la historia por su fútbol, el primer 0-0 en el Bernabéu desde 2005. El sexto derbi liguero consecutivo en Chamartín en el que los colchoneros salen de la arena sin morder el polvo.
Un derbi en el que, tras la visita al Anfiteatro romano esa misma tarde, tuve claro cómo titular cuando el gladiador francés Griezmann se encaró en un uno contra uno con un gladiador belga de pasado indio, y al parar éste su embestida con la cara, el mensaje que apareció en las vallas de publicidad electrónica era el siguiente: Nemeziz (ver la primera foto).
La Némesis, la sempiterna lucha entre el bien y el mal.