lunes, 25 de noviembre de 2013

Un invierno caliente en el Calderón

Dice el refrán que “las penas, con pan, son menos”, y el sábado a orillas del Manzanares comprobamos que el frío, con siete goles, es menos frío.
Recordaba antes de hacer esta crónica un título: “Llega el invierno al Calderón”. Lo usé hace tres temporadas en el partido que daba la bienvenida a esta época del año, un empate con el Almería (1-1).
Aunque no ha pasado tanto tiempo, y ese Atleti venía de levantar su primera UEFA Europa League hacía apenas cinco meses, tras ese tropiezo en el Calderón el equipo entonces dirigido por Quique Sánchez Flores era sexto, y Madrid y Barça le aventajaban ya en nueve y ocho puntos (jornada nueve). El juego de los rojiblancos era lento y previsible, y con una visita europea a Noruega (Rosenborg) y al Bernabéu como próximas fechas, pronosticaba un invierno frío.
Sólo han pasado tres años, pero el juego y, sobre todo, el carácter ganador de este equipo respecto a aquel, han subido al menos 20 grados en el termómetro.
En la previa me dio por pronosticar un 5-0 como resultado para este choque... y me quedé corto. Me faltaron un par de goles, pero la realidad es que esa noche, cumplí muchas de mis predicciones.
Y ESO QUE NO EMPEZÓ BIEN
Y eso que el partido no comenzó, ni de lejos, como para presagiar tamaña goleada. Diego Costa esperaba su turno desde el banquillo, todavía tocado por la rotura de fibras que le impidió debutar con España, y era el Getafe el que en los primeros minutos merodeó la puerta de Courtois con dos centros peligrosos de Diego Castro y de Borja.
El Atleti no llegaba con peligro, y sólo Juanfran y Filipe Luis se mostraban incisivos por banda.

MI PRIMER PRONÓSTICO: CORNER-GOL
Así las cosas, llegó mi primer pronóstico triunfal de la noche en el minuto 25. Acompañado de mi novia, le expliqué que el Atleti marcaba muchos goles a balón parado, en un momento en el que Koke se dirigió a la esquina, y le adelanté que allí venía el primero. El resultado, cabezazo inapelable en el primer palo del que nunca hace nada, Raúl García (1-0).
No le dio tiempo al Getafe a decidir cómo iba a reaccionar ante el tanto en contra, y diez minutos después llegó el segundo. Centro desde la derecha de Arda, Koke mete la cabeza para despistar, y es Lopo el que despeja con contundencia al fondo de su portería (2-0).
Sólo cinco minutos más tarde, Juan Valera quiso agradecer sus cinco temporadas como rojiblanco (siempre dije que cinco años en el Atlético fueron demasiados para un futbolista que sólo destaca en su juego por alto). Con una amarilla vista sólo diez minutos antes por una entrada a Koke, el murciano sacó el brazo a pasear para cortar un pase de Filipe. Segunda tarjeta y expulsión. Lo dicho, un regalo.

FALTABAN POR MARCAR VILLA Y DIEGO COSTA
Así las cosas, en el descanso me reafirmé ante mi padre y mi novia en mi teoría del 5-0. De hecho, di nombres. “Queda por marcar Villa y Diego Costa cuando entre meterá su golito. Así que con otro que meta cualquiera, 5-0”, les expuse.
“No creo que Diego Costa entre si la cosa no se complica”, opinaba mi padre antes de empezar el partido.
“Si el Cholo le ha convocado, le da media hora seguro”, le aseveré.

Y fue comenzar el segundo acto, y empezar mis pronósticos a cumplirse.
Minuto tres, Juanfran la pone de lujo al segundo palo y allí aparece Villa al que, dentro del área chica, le da tiempo a controlar con la zurda y meterlo con la derecha (3-0).
Minuto seis, centro picado de Tiago (que lo juega todo en el Calderón) y Raúl García vuelve a saltar más que nadie para dibujar con su cabeza una parabola perfecta fuera del alcance de Moyá (4-0).

RAÚL GARCÍA, PICHICHI CON LA CABEZA
Quinto gol en Liga del que nunca hace nada y cuarto de cabeza, lo que le convierte, por cierto, en el máximo goleador con la testa de toda la Liga por delante de Griezmann y Javi Guerra (3); Aduriz o Benzema (2).
Así que logrado el gol de Villa, y el gol de otro “cualquiera”, sólo faltaba el gol de Diego Costa.
Minuto 60, puntual como vaticinaba, Diego Costa espera preparado en la banda para dar el relevo a Raúl García, al que todavía antes le dio tiempo a estrellar una volea en la escuadra. Por fin, el navarro salió ovacionado por su estadio, hasta por el que una fila detrás de mí habitualmnete le tilda de “cáncer”.
Y, por supuesto, Diego Costa no falló a mis predicciones. Ocho minutos le bastaron en el campo para sacarse una chilena, tijera o catalóguenla como quieran (5-0). Simplemente fue un GOLAZO. Con mayúsculas, sí. Cento de Gabi que se le queda algo atrás, y remate acrobático cerca de la escuadra. Moyá ni lo vio; Arroyo, quien le cubría, ni lo vio (su gesto de “ante esto qué hago”, lo dice todo); y para gesto el de Simeone como diciendo: “telita con el brasileño”...

"UN 7-0 ES MÁS INCREÍBLE..."
Así que mi 5-0, mis goleadores, e incluso la forma de llegar algunos de los tantos estaba ya cumplido. Pero claro, quedaban 20 minutos y fue cuando mi novia dijo: "Un 5-0 se ve más. Estaría bien un 7-0 que es más increíble".
Y con el frío que pasó la mujer, el Atleti decidió que era justo.
A Villa no le valió con uno, y volvió a remachar en el segundo palo, solo de nuevo, un gran centro de Adrián tras una buena cabalgada (6-0). El asturiano lleva ya los mismos goles que sus ex compañeros Alexis o Messi.
Y el último lo puso el propio Adrián (se lo merecía el chaval) en una jugada que define el estado de deserción en el que vivió el Getafe toda la segunda parte.
Óliver Torres, que también se sumó a la fiesta, sienta a Alexis y a Moyá, pero sin ángulo pone un centro chut, la recoge en el segundo palo Diego Costa, la deja atrás para Juanfran, éste intenta tirar, pero le sale un pase para Villa que busca marcar de tacón. Su remate con la derecha le rebota en la izquierda, y, en vista de que no quería meterla nadie, Adrián la pone dentro (7-0).
Hasta cinco jugadores del Atleti pudieron marcar en este lance, mientras que Alexis escenificaba el sentir getafense y terminó la jugada inclinado sobre sus rodillas.

UN 7-0 HISTÓRICO
7-0 en el Calderón. Un resultado que no se daba desde la temporada 1987-88 (Mallorca), cuando yo aún era pequeño para seguir al Atleti. Sólo una vez les había visto meter siete. Pero por la tele. En un 7-2 a un tal Fyllingen en la Recopa en 1991. Lo más cercano, el 6-0 el año pasado al Deportivo, con cinco de Falcao.
Y es que este Atleti es capaz de conseguir cosas que no creías posibles. Hasta de transformar el frío en calor. Este año, auguro un invierno caliente.

3 comentarios :

Amin dijo...

Este Atleti si que es increible!!! frio en calor claro que sí! ;)

Unknown dijo...

Buena crónica Jose.

A ver si esta tarde nos dan otra alegría contra el Zenit, tengo ganas de ver a los menos habituales.


Saludos desde Paseo Melancólicos.

manipulador de alimentos dijo...

Pero no os comparais nunca con nuestro Real Madrid, a coger la cola...jejejeje