JORNADA 7- VALENCIA 0-2 ATLÉTICO
Goles: Griezmann y Gameiro.
Goles: Griezmann y Gameiro.
LUCHAR POR
EL DESCENSO
27 de agosto
de 2016. Último sábado del mes de verano por excelencia. Andaba yo en una
terraza de Gandía viendo un flojísimo Leganés-Atleti, rodeado de un buen grupo
de madrileños veraneantes con la rojiblanca a cuestas, mientras mi amigo Juanma
ojeaba puestos en el Paseo Marítimo. Da igual. Esté uno en la playa o en la
montaña; en Roma o en Almagro; haga frío o haga calor, se busca los medios para
ver a su Atleti. Y mi Atleti empató, el segundo empate consecutivo contra un
recién ascendido. Y eso hizo que nuestra estrella, Antoine Griezmann, con el
equipo decimotercero con dos puntos de seis posibles, sentenciara que "de
seguir así, pelearemos por el descenso".
LUCHAR POR
EL TÍTULO
2 de octubre
de 2016. Primer domingo de un mes de otoño todavía con temperaturas veraniegas.
Hacía poco más de cuatro horas me encontraba en un parque de Parla Este,
participando en una edición del Survival Zombie (si no han jugado nunca y
quieren descargar un poco de adrenalina, se lo recomiendo) y "zombie"
me levanté para, en una terraza de Getafe, presenciar un Valencia-Atleti que
nos podía poner líder provisional.
DOMINIO SIN
PELIGRO
La primera
parte no fue para tirar cohetes. El Atleti dominaba con claridad, Koke movía al
equipo con fluidez (empieza a gustarse como mediocentro) y Griezmann aparecía
con velocidad entre líneas. Pero apenas un zapatazo del francés despejado por
Alves y un remate de Saúl en los primeros minutos eran el bagaje ofensivo.
El Valencia
tuvo también un par de llegadas. Un disparo abajo de Gayá y otro arriba de
Mario Suárez, que "despejó" una jugada de Nani en la frontal.
OTRA
ESTRELLA CON EL SÍNDROME DE LOS ONCE METROS
Así hasta el
borde del descanso, cuando Correa, nuevamente titular, fue empujado por Nani
dentro del área. Como el miércoles ante Neuer, Griezmann se plantaba en los
once metros ante el parapenaltis por excelencia. Y Diego Alves se lo paró. No
lo tiró a reventar y al larguero como contra el Bayern (y el Madrid en la final
de Champions). Buscó colocarla al lado izquierdo. Pero la puso a media altura,
en vez de abajo, y Alves se la cazó. Otra estrella rojiblanca que deberá
convivir con el síndrome de los once metros (Torres, Diego Costa...).
OBLAK,
ZAMORA; GRIEZMANN, PICHICHI; LUCAS, IMPERIAL
En la
segunda parte el panorama pintaba parecido. El Atleti era mejor, pero el
Valencia tenía las suyas, siempre desbaratadas por un segurísimo Oblak (otra
vez Zamora) y un imperial Lucas. El chico estuvo excepcional al cruce. Cumple
tantísimo cada vez que sale, que igual debería vérsele como mayor alternativa a
Savic y Giménez.
Pero
síndromes a un lado, es difícil deprimir al Principito Griezmann. Recién
entrado, Torres sacó un zurdazo cruzado que repelió Alves, Gameiro cazó el
rechace, la dejó para Griezmann, y el galo batió al brasileño de un zapatazo
(0-1). Con permiso de las bestias (uno dormido y otro lesionado), el francés es
Pichichi. Como el personaje del libro por el que recibe su apodo, el Principito
se caracteriza por su tenacidad.
MARIO SUÁREZ
ECHÓ DE MENOS LA ROJIBLANCA
Incluso
podía haberse animado a quitarse el síndrome ayer mismo. Mario Suárez, que
jugaba por primera vez contra los rojiblancos, hizo un penalti al galo para que
pudiera desquitarse. Gran partido del de Alcobendas. Sin embargo, fallar tres
penaltis en cuatro días hubiera sido demasiado hasta para Griezmann (eso sólo
está al alcance de grandes como Palermo) y el fue el capitán quien asumió la
responsabilidad. Gabi lo tiró abajo y ajustado a un palo, como debe ser. Pero flojo.
Resultado: segundo penalti parado por Alves. El 19º de 41 desde que está en
nuestra Liga (y dos no los tiraron a puerta).
GAMEIRO ESTÁ
DE DIEZ... SIN PORTERÍAS
La segunda
pena máxima vino precedida de una jugada que define al Gameiro actual. El
francés inicia la jugada en banda, arranca a correr como un gamo, se cuela
entre dos zagueros con facilidad pasmosa, pero define como un elefante con un
disparo al centro. Minutos más tarde volvió a hacer una contra parecida, que
mandó desviadísima. Si el chico afina la puntería, le quitará el Pichichi a
Griezmann. Mientras tanto, espero que el Cholo le tenga practicando disparos
cada entrenamiento.
Por fortuna,
puedo resarcirse en el 92. Gameiro hizo un magnífico control orientado de un pase largo
de Juanfran, destrozó a Bakkali por velocidad, recortó a Aderlan, y esta vez su
tiro encontró la red... por debajo de las piernas de Alves (0-2).
CÓMO CAMBIA
LA VIDA
La
tarde-noche fue generosa con el Atleti. El Madrid empató con el Eibar, el Barça
perdió en Vigo, y el liderato provisional se convirtió en definitivo. En el día
en el que el Vicente Calderón cumplía 50 años de su partido inaugural, también
con el Valencia, el Atleti se ponía líder.
Sólo había
pasado un mes. De la playa, al asfalto. De la Eclipse, al Survival Zombie. De
luchar por el descenso, a hacerlo por la Liga. Del infierno, al cielo. Así es
la vida. Así es el Atleti. No hay términos medios. Todo o nada. Y este Atleti
es de darlo todo. Y pronto, la vida deberá devolverle lo que se merece.
1 comentarios :
Comentario con retraso. Pero muy buena crónica. Quizá porque durante toda mi vida he pecado de optimista, pero incluso después de aquellos dos primeros empates en las dos primeras jornadas, nunca me dio la sensación de que el Atlético iba a luchar este año por empresas menores. Acuérdate que el día del Alavés el Atlético tuvo hasta 25 ocasiones para marcar gol y solo lo hizo al final del penalti con la fatalidad del empate. Y en Leganés otro tanto de lo mismo.
El equipo está jugando a gran nivel. Es mucho más ofensivo que otros años y sigue teniendo una defensa que es una roca. El otro día con el Valencia se vio perfectamente. Pero contra el Bayern el Atlético hizo un partido de campeón.
No sé hasta donde llegaremos este año. Esto acaba de empezar. Y lo mismo que no era derrotista tras Leganés tampoco soy triunfalista ahora (eso se lo dejamos al madridismo). Pero este bloque apunta alto y si mantiene este nivel más o menos a lo largo de la temporada, vamos a tener muchas alegrías. Y quizá hasta Neptuno nos reciba.
Ahora a por el Granada.
Publicar un comentario