La victoria de la cantera

Mucho se ha hablado de la importancia que la cantera debe cobrar en este equipo ante la ausencia de fichajes y este sábado, la primera victoria liguera llegó de la mano de tres canteranos.
El “pero” aparece al comprobar que el primero de ellos es canterano, pero del Madrid, Jurado; el segundo sí procede de nuestra cantera, pero no es precisamente nuevo, ya que lleva más de siete años en la primera plantilla, Antonio López; y el tercero es un crack, pero por desgracia sólo ha tenido la oportunidad por las circunstancias, De Gea, en el único puesto en el que el equipo se ha reforzado, siete millones de euros en Asenjo y Roberto. Dinero que, visto lo visto, se podían haber ahorrado.

Es fácil ahora hablar a posteriori y hacer demagogia sosteniendo que no era necesaria la llegada de Sergio Asenjo con semejante potencial en la cantera. En mi caso, no es ahora la primera vez que me pronuncio en este sentido, ya que desde el año pasado sostuve la continuidad de Leo Franco y la llegada al primer equipo de De Gea.

DE GEA NO ERA UN DESCONOCIDO...
Hace al menos tres o cuatro años que se lleva hablando de este guardameta espigado que iba creciendo en los filiales rojiblancos. Todos señalaban sus excelentes cualidades y su enorme futuro en la portería. ¿Qué sentido tenía entonces fichar a un portero de prácticamente la misma edad para que le cerrase las puertas?
Asenjo cumplió 20 años en junio y De Gea cumplirá 19 el próximo 7 de noviembre. Por muy bien que lo haga De Gea, seamos realistas, Asenjo será titular por su condición de fichaje “estrella” esta temporada y los casi 6 millones de euros que ha costado. Le tiene dos temporadas de experiencia en Primera de ventaja, pero ¡¿de verdad no sabían en el club lo que De Gea puede llegar a dar cuándo llevan hablando de él desde que tiene 14 años?!
Una vez más se demuestra la falta de confianza en la gente joven de la casa. Si hace dos años el Valladolid no hubiera apostado por Asenjo y hubiera seguido contando con Butelle o con Alberto, hoy no estaría aquí. Hay que atreverse, y aquí no se han atrevido.
Y ahora nos encontramos con un problema más que con una solución, porque ya tenemos experiencias recientes de las consecuencias de tener dos grandes porteros en el equipo (Molina-Toni). De hecho, ningún equipo aguanta mucho con dos grandes porteros compitiendo en su equipo (Casillas-César; Cañizares-Palop...).

LO DECÍA LA HISTORIA: A LA SEXTA VA LA VENCIDA
Pero dejando a un lado este debate que veremos cómo se va solventando (al menos tenemos un puesto bien cubierto en la plantilla), centrémonos en la primera victoria de Liga.
Llegaba esperanzado al estadio, soñando con que se cumplieran los antecedentes de esos dos únicos Atléticos que llegaron a la jornada seis sin ganar, y cuando en el minuto dos Jurado abrió el marcador, comencé a creer que así sería.
El Atleti dominaba el juego y Simao parecía recuperar la chispa perdida, con un par de internadas de las que nos tenía acostumbradas.
Mientras, el fuera de juego mantenía a De Gea inédito en su debut en el Calderón, con un Zaragoza comandado por Gabi y con Arizmendi como punta de lanza, dos ex atléticos que no dieron la talla de rojiblanco.
Pero en el minuto 19 el fuera de juego no salió y Jorge López le sacó un penalti a De Gea. El guión se rompía. Sin embargo, una de las escasas novedades en este Zaragoza con el bloque de Segunda, Babic, ayudó a escribir a De Gea la que puede ser la primera página de una leyenda. El portero atajó el penalti con una gran estirada y dejó las cosas en su sitio.
Antes del descanso, Forlán rozó el gol con un disparo desde fuera del área, mientras que todos los acercamientos del Zaragoza acababan en las manos de un segurísimo De Gea.

BUSCANDO EL 2-0
En el comienzo del segundo acto el Atlético salió decidido a sentenciar las cosas y evitar sustos. Forlán intentó por tres veces celebrar su Bota de Oro con gol, pero Carrizo y la falta de puntería lo evitaron.
Había que aprovechar el arrreón para lograr el 2-0 y no dejar lugar al sufrimiento. Y fue Antonio López el encargado de conseguirlo. Fue una falta perfecta cerca de la frontal que el capitán coló por el lado del portero con un fuerte zurdazo.
Estaba hecho. No... esto es el Atleti, señores. Apenas cinco minutos después, Pérez Burrull pitó un riguroso penalti de Ujfalusi sobre Arizmendi que transformó Ewerthon (2-1).
Y entonces los de Abel desaparecieron. El Zaragoza comenzó a tener posesiones largas, algo que no había ocurrido en los 80 minutos precedentes, y a encerrar a los rojiblancos.
Y fruto de ese dominio llegó una falta en la frontal, tan buena como la que el Atleti había mandado a la red. La pegó Jorge López, pero la despejó De Gea. Era la noche del 43, y el público coreó el David De Gea, loroloroloro, David De Gea, que poco tiempo atrás iba a dedicado a Fernando Torres.
El Calderón tiene nuevo niño. Veremos lo que dura.