lunes, 22 de marzo de 2010

La batalla de Lisboa, desde dentro

Qué se puede esperar de un país en el que hay que esperar unos 45 minutos para que te atiendan en los restaurantes; en el que pides un cubata y te ponen dos dedos de whisky y sin hielo; y en el que mujeres y hombres comparten la pila del baño en los locales.

LA PREVIA: UNA HORA DE "BATALLA"
Pues que te reciban a pedradas. Eso fue lo que me encontré a mi llegada al Metro de Campo Grande
(a las 20:00 hora española), el más cercano al moderno estadio José Alvalade.
La Polícia (allí llevan tilde en la primera i, pero son incluso más incompetentes que los españoles) te preguntaba si eras “espanhol” a la salida de los tornos, simplemente para mandarte a un recibidor donde nos tenían a todos apiñados. Muchas caras de miedo, alguna persona ensangrentada y gente bajando por las escaleras desde la superficie porque lo que fuera les esperaba “era una emboscada”.
“¡Esto es una vergüenza, están apedreando hasta a los niños! ¡¿Y vosotros para qué valéis, qué hacéis ahí?!”, gritaba un padre desesperado. “Aquí siempre pasa igual, en Oporto fue lo mismo”, me comentaba otro. Y mientras, la Polícia, entre impasibles y desbordados por la situación, formaba una fila flanqueando el recibidor para que la única salida fuera aquella en la que nos estaban esperando.
De alguna manera había que salir de ahí, que al fin y al cabo había venido con mi novia para ver el fútbol, así que guardamos las bufandas, nos cerramos los abrigos para tapar la camiseta rojiblanca, y para fuera por la boca de Metro por la que parecía haber menos movimiento.
Una vez arriba, carreras de gente, polícias porras en mano, antidisturbios, y yo, a intentar hablar poquito “espanhol” a ver si al final íbamos a entrar al estadio con la cabeza abierta.
En un bar cercano, pedí el whisky bajito, casi para el cuello de mi camiseta, intentando no llamar la atención. Tarea harto difícil, ya que allí todo el mundo bebe cerveza Sagres, sin excepción, lo que terminó por hacer que tardaran media hora en atenderme.
Por un descampado que hacía las veces de parking, alcanzamos la Puerta 1 de la bancada MNT (allí hasta las gradas están patrocinadas). A nuestras espaldas, avanzaba un centenar de antidisturbios (sin exagerar) que nos seguían mientras hablaban por los walkie-talkies, con lo que aceleramos el paso con temor a encontrarnos de un momento a otro en medio de una batalla campal.
Una vez dentro del estadio pudimos respirar, aunque no sin antes darme el pequeño susto de que me había metido por el torno justo “al otro lado” de las vallas que separaban el bar de nuestra zona del resto del estadio. En una tele emitían el final del Marsella-Benfica, y me sorprendió sobremanera ver cómo dos de los camareros cantaban a pleno pulmón el 1-2 de los benfiqueses. Era un bar dentro del estadio, y no me imagino a un “barman” del Calderón desgañitándose para celebrar un gol del Madrid. Y por lo que tengo entendido, la rivalidad Benfica-Sporting es similar.
Para que os hagáis una idea de lo que fueron los enfrentamientos, os dejo un vídeo que he encontrado en el blog de mi compañero Jorge Olmos, con el que intenté quedar antes del encuentro. Resultó imposible, ya que él viajó con las peñas y fueron escoltados directamente hasta el estadio. Al final, pude dar gracias de viajar por mi cuenta, ya que ir solos nos salvó de lo peor.
Las marquesinas de autobuses que veis en las imágenes estaban al lado de la salida de Metro por la que acorralaron a los atléticos:



EN EL CAMPO: 45 MINUTOS PARA EL KUN
Una vez en el estadio, el ambiente era mágico. Había tres mil atléticos. Tal vez alguno más, seguro que ni uno menos.
A mi lado, un hombre mareado vio toda la primera parte sentado, asustado por lo que le había tocado vivir, sólo se levantó para celebrar los dos goles.
Y mientras escribía a mi amigo madridista Mario, contándole el panorama y diciéndole que “aunque sólo fuera por eso, a ver si iba con el Atleti”, marcó el Kun. El argentino apareció en el primer palo para rematar una asistencia de Antonio López, colándose entre una defensa de circunstancias, a la que le faltaban tres de sus cuatro titulares habituales.
La eliminatoria estaba muy encarrilada y todo iba camino de una fiesta. Pero había partido.
A los 18 minutos, un balón perdido en medio campo por Reyes cayó a banda derecha para Saleiro (titular en ataque con Liedson ante la baja de Izmailov, que al parecer se negó a jugar en un acto que creó bastante polémica por Lisboa) y la puso sin oposición al segundo palo, donde el único hombre con gol en los “leones”, Liedson, cabeceó a la red. 24 goles en la UEFA suma el veterano ariete brasileño-portugués.
Pero tranquilos, ahí estaba Agüero.
El argentino recibió un pase de Reyes en la frontal del área, con un recorte eléctrico burló a Caneira y a Polga y antes de que pudieran darse la vuelta, puso la pelota en la red con un sutil toque con el exterior. 1-2. Brillante. Y éste sí que lo vi bien.
La grada rojiblanca era una locura (estábamos situados en el corner derecho según defendía el Atleti), y los portugueses que se habían acercado desafiantes a nuestra zona con el 1-1, ahora se mostraban calladitos.
Fueron los mejores minutos del Atlético, que llegó a hacer incluso una jugada de unos 15 toques consecutivos secundados por los “olés” de los españoles y una algarabía desbordante. “No habían hecho tantos pases seguidos desde el Doblete”, me comentaba el de la izquierda, que iba recuperando el color a ritmo de goles del Kun.
Pero en el descuento de la primera mitad, una falta colgada al área por Polga no encontró rematador, ni opositor, y se coló en la portería de De Gea.
Justo antes de enfilar el vestuario, aún dio tiempo al Sporting a rematar al larguero por medio de Caneira. Fue fuera de juego, pero el descanso llegó con el ánimo a favor de un Sporting que había sido claramente dominado por el Atlético en el primer acto.

Y 45 MINUTOS “DE RELOJ” PARA SUFRIR
“Esta noche 0-5”, alardeaba un rojiblanco al bajar del avión en Lisboa. “Un 2-2 también nos vale”, le apunté yo, más realista... y más cauto.
Con el 2-2 antes del descanso, no podía imaginar que el resultado no se movería. Pero así fue.
Los 15 minutos de la reanudación fueron los de mayor sufrimiento, con tres ocasiones de los lisboetas. La más clara, un remate de Saleiro que De Gea salvó a corner con una gran parada. “No voy a poder aguantar así hasta el noventa”, me decía mi novia nerviosa. “Pues vas a tener que aguantar”, le respondí.
Pasados los minutos de mayor agobio, cada segundo dejaba más claro que el resultado iba a ser ése. El Atleti controlaba el partido confiado en que el tiempo pasara, y el Sporting se consumía presa de los nervios y de su inoperancia en medio campo.
Domínguez y Perea
estaban inmensos en la anticipación (ya, ya sé el partidito que se marcó Perea en Mallorca), y Raúl García y Assunçao ganaron la batalla del medio campo a Veloso y Moutinho.
Y así, fui cantando el paso de los minutos que marcaba mi reloj (el videomarcador del José Alvalade no reflejaba el tiempo).
Reyes pudo sentenciar con un par de zurdazos y el Kun se encontró a un defensa en su último intento antes de ser sustituido a falta de diez minutos. Sólo quedaba esperar. Y el Atleti selló su clasificación.
Los rojiblancos se fundieron en una piña y algunos, como Domínguez, Camacho o Ujfalusi, regalaron su camiseta a los aficionados.
“¡Ya nos tocaba!”, gritaba un hincha eufórico, que me contó que había viajado el año pasado a Oporto y este año a Londres con el Chelsea.

UNA HORA Y CUARTO RETENIDOS
Una hora y cuarto. Una hora y cuarto nos tuvo la Polícia lusa en las gradas del José Alvalade.
Era de prever, y pudimos dar gracias a que pasamos ese tiempo celebrando una victoria.
Pernía, Salvio y Forlán hicieron unos ejercicios de calentamiento tras el partido mientras la afición coreaba sus nombres. Los dos primeros respondían aplaudiendo con entusiasmo. El uruguayo, apenas levantaba la mano con desgana.
Tras los ejercicios, dos de los jugadores se acercaron a la grada también para regalar su camiseta. El Bota de Oro enfiló el vestuario con prisas...
Fue curioso ver salir a saludar a Jesús García Pitarch
, que quiso aprovechar el viento a favor y se fue corriendo tras recibir una sonora pitada.
Al final, salimos del campo rodeando el estadio entre un cordón policial, pese a que las calles ya estaban casi desiertas. La Polícia nos escoltó en el Metro hasta dentro de los propios vagones, donde no dejaban entrar a nadie.
Todavía no me quito de la mente la imagen de hombres, con brazos como cabezas, que abandonaron el estadio con ojos medrosos y sin valor para levantar la voz o entonar un cántico porque había ganado nuestro equipo.
LA BATALLA DE ALJUBARROTA
Aljubarrota fue una batalla acontecida el 14 de agosto de 1.385 entre tropas portuguesas y castellanas, que se saldó con el triunfo de los lusos y la consolidación de Juan I como Rey de Portugal.
“Reviver Aljubarrota”, era la pancarta que portaban al inicio del partido los ultras del Sporting de Lisboa.
Supongo que Miguel Salema, delegado del club lisboeta, estaría satisfecho al final del encuentro al ver cómo sus palabras hablando de “batalla” y de recibimiento “extremadamente hostil” habían calado hondo entre sus pupilos.
Por fortuna, no hubo que lamentar bajas entre los españoles y, sobre el campo, sólo hubo un Rey: Sergio I el Kun Agüero. Ya lo tituló A Bola: “Agüero pasó por aquí y dejó al león en lágrimas”. Y es que, es de fútbol de lo que se trataba.

13 comentarios :

Perico dijo...

Gran Post. No me esperaba este comportamiento de los lisboetas. Los tenía por pacíficos y amistosos. No sé si fue por un posible maltrato en el Calderón o porque tienen algún grupo ultra entre sus filas.
Tengo varios amigos del Sporting y cuando yo les he hablado de nuestra desgracia de tener que padecer al Frente Atlético, ellos jamás me han indicado que ellos tuvieran Ultras.
Está visto que para viajar fuera no puedes ir por libre, siendo mejor ir metido dentro de la masa, donde hay de todo y puede pasar de todo. Pero si vas por tu cuenta, te juegas el físico hasta en Valaldolid.

Jose I. Fernández dijo...

PERICO, pues "amistosos" no era precisamente la palabra para definirles...
Por lo que yo sé, nada pasó en el Calderón, pero al parecer sí hubo algo con el Frente Atlético a su llegada al estadio a primera hora. Hubo un apedreamiento mútuo y me contaron que "arrasaron" un bar.

Así que los buenos de los lisboetas decidieron esperar al resto de la afición rojiblanca y tomarse la justicia por su mano cuando salíamos del Metro.
En mi caso concreto, creo que lo pasaron peor los que viajaron en grupos, ya que tenían que ir como rebaños, guiados por la Policía, a expensas de las iras de la afición rival.

Yo tuve la suerte de poder moverme de "incógnito" y pasar más o menos inadvertido.

Un abrazo Perico y gracias por comentar. Te invito a hacerlo en más ocasiones.

Gontxo dijo...

Joder menudo panorama.

Gran cronica y relato de los hechos, para intentar imaginarnos lo que viviste. Menuda historieta. Al menos, pasasteis la ronda, que si encima esto acaba eliminado...

Lo que mas me sorprende es lo perdida que en ocasiones esta la policia... No saben planificar, ni reaccionar y la desorganizacion es patente. Y todo esto agrava las cosas y lo que dices tu: hasta un niño pequeño puede ser arrollado, golpeado, etc...

Pd No hare sangre del partido de ayer jeje...

Jorge-George Olmos dijo...

Que pasa camarada.
Volvi el Viernes a las DIEZ DE LA NOCHE y es que al rompernos los cristales del otro autobus había que esperar 4 horas.

Por cierto sabes que salgo en la foto que has puesto,jajaja soy el que va con capucha y de gris.

Dire una cosa a Perico, el FA hay gente que no son lacra otros demasiada, pero a los que apedraron (como a mi) eramos aficionados que viajamos con la agrupación de peñas, niños,personas mayores, el FA ya entro antes(o algunos). Fue lamentable veias (como cuento en mi blog) la ira de la gente como si fueramos cristianos en la epoca de los romanos.

Mañana estaros atento, que cogimos una camiseta,jejejeje.

Un abrazo y por supuesto que habra que dejarlo para Madrid o Valencia, pero no podemos dejarlo,jejeje

Jose I. Fernández dijo...

GONTXO, la Policía efectivamente no hacía nada. Era increíble verles a todos ahí, parados. El padre que les gritaba desde luego tenía ganas de partirles la cara. Pero ellos hasta que no reciben otra orden, ahí se quedan parados sin hacer nada, custodiando a la gente en un zulo, y el que se atreva a salir, que se cuide su cabeza él solito...
La salida del estadio ya fue otra cosa...
Sobre el Mallorca, ojalá le quitéis al Sevilla el puesto de Champions, aunque el año que viene lo pasaréis muy mal. De hecho, me sorprende en demasía vuestro temporadón con el equipo que tenéis.
Escuché por la radio en Internet los últimos 20 minutos y ya estábamos con diez... y nos cayeron el tercero y el cuarto.
Sinceramente, mi partido era el del jueves, y ese se ganó. A ver si seguimos pasando rondas, porque en Liga no hay nada que hacer desde la jornada 10.
Sólo una súper racha nos habría metido en la pelea por la Champions, y no tenemos un equipo para tres competiciones, ni de lejos...

JORGE, fue una putada no poder vernos.

JAJAJA, qué casualidad lo de la foto ¿no?
Yo iba a haber llegado a Lisboa a las 10 de la mañana, pero un problema con Easy Jet que algún día contaré me hizo llegar a las tres.
Eso me dejó con menos tiempo, y ya en el estadio pasó lo que pasó.

Cualquier partido en el Calderón quedamos y tomamos algo, un fin de semana con más tiempo.
Tuvo que ser vergonzoso lo del "paseillo" con la gente escupiendoos y tirandos cosas... Lamentable.


Un abrazo!!

Marian Navarro. Educacion, nuestro empeño dijo...

Increible que pasen estas cosas, pero increible es para mí -bien lo sabes- todo el endiosamiento a los jugadores, los increibles beneficios económicos que se derivan de ello y que hagais ese gasto para encontraros lo que encontrasteis. ¡Y menos mal que se llevó el partido!
¿La policía? Pues... ¡qué quieres que te diga! su misión es pacificar y proteger. Supongo que no podía meterse en una batalla campal contra los que os apedreaban si es que tenían que protegeros de las pedradas.
En resumen: lamentable que en una sociedad "civilizada" se den animaladas como las que se ven demasiado a menudo (por desgracia) en determinados encuentros.
Volvísteis bien: eso es lo que importa.
Y felicitaciones por la narración. :)

Tomi Soprano dijo...

Pues ya es como si hubiese estado en Lisboa, Don José Ignacio.

En cuanto a lo del Frente, una puntualización: a ellos los recibieron a pedradas, y estos le echaron huevos, respondieron y al final hicieron correr a los portugueses. El vídeo que circula por ahí no deja ni la menor duda al respecto.

Y lo importante es que lo que cuentes. Fueron también unos colegas míos y a uno le fracturaron la nariz de un puto botellazo en la cara. Ni vieron el fútbol, ni salieron por la noche, y se volvieron el mismo viernes cuando tenían previsto pasar allí todo el fin de semana. Una pena, pero, por desgracia, cuando se viaja en esto del fútbol hay que ir con mil ojos, Y, aún así ...

Un abrazo.

Unknown dijo...

joder así da asco viajar... menos mal que no os pasó nada xq menuda gracia.... los 100 tontos de siempre vaya.

yo vibré con el partido... cuando se hizo el 2-2 pensé que no nos clasificábamos pero hubiese sido un premio injusto para tanto viaje.

Por cierto parece que perea después del partido que se marcó ha vuelto por sus derroteros habituales.. manda huevos.

el glorioso dijo...

KUN Y AGÜERO LA DUPLA QUE NOS MANTIENE... EL ATLÉTICO JUGO BIEN LA PRIMERA PARTE SI EL PARTIDO SE COMPLICÓ FUE POR DOS FALLOS DE ATENCIÓN SOBRE TODO EL SEGUNDO HAY QUE SABER IRSE AL DESCANSO MANTENIENDO LA VENTAJA. AL MENOS SUPIMOS LLEVAR LA SEGUNDA PARTE, SUPIMOS SUFRIR SUPIMOS GANAR... AHORA POR EL VALENCIA. =)

CULÉ dijo...

SOY CULE PERO EL ATLETICO ME SIMPATIZA MUCHISIMO, Y EL KUN NO LE DEJEIS IR VALE MI MUCHO
PASAROS POR EL MIO CULEDESDESIEMPRE.BLOGSPOT.COM

Anónimo dijo...

Alberto Q.
http://traslaspuertas.wordpress.com

Buena crónica. Siento el canguelo y situación que pasaste.

PD: Lo de Easy Jet es lamentable. A mí me dejaron hace un mes un montón de horas de retraso en Londres sin dar explicaciones y encima no te puedes quejar a nadie. Espero no volver a volar con ellos nunca (salvo que no tenga más remedio).

Salud!!!

Ahab dijo...

Me alegro de que no te pasara nada. Es lo malo del futbol, que van energúmenos que se creen que unos futbolistas van a lograr quitarles de encima los complejos que arrastran en sus miserables vidas.

Y luego pasa lo que pasa.

Saludos.

amin dijo...

Gran post, así fue justo lo que vivimos. La verdad que es una vergüenza que el futbol a veces se convierta en esto, un espectáculo lamentable…en fin, menos mal que pasamos!!Esa hora y cuarto ahí encerrados en el estadio se nos hizo mucho más amena ;)
De chiste también lo de Forlán, la verdad que es muy poco agradecido, parece que nos odia o algo, yo no entiendo que le pasa a este hombre…
Por cierto, a pesar de los pesares, Lisboa gran sitio para ir, me gusto mucho :)
Un besoo