martes, 7 de febrero de 2012

Con las redes rojiblancas no es suficiente

Presentaba el Calderón una entrada caliente, pese a la ola de frío y la “hora” de frío. Las 21:30 un domingo nunca será hora de fútbol, por mucho que lo hayan adelantado media horita.
Las porterías colchoneras estrenaban redes rojiblancas, con unas franjas más estrechas de las que yo recordaba nunca (¿eran tan finas en el Doblete?), y en el fondo sur del estadio rezaba una pancarta con el lema “El espíritu del 96”.
Curiosamente, en ese fondo había un hombre, Paulo Futre (que me debe una entrevista todavía por fijar...), cuyo espíritu de unos pocos años antes (del 1987 al 1993) sí que haría falta para reverdecer viejos laureles.POR ENTONCES NO HABÍA ESPÍRITUS QUE INVOCAR
El problema de fondo es que en su época, y en el 96 si me apuras, no había nada que recordar, no había espíritus que invocar, ni orgullos que revivir. Por entonces, la grandeza del Atlético de Madrid aún seguía viva, latía en el ambiente, se imbuía en cada nuevo jugador según llegaba al club, no había que invocarla porque aún estaba presente. La importancia de ser atlético era una tradición que se trasmitía de padres (Arteche) a hijos (Aguilera), y así sucesivamente...
Pero eso se perdió hace mucho tiempo. Ahora es difícil explicar lo que nadie ha vivido. Y es complicado convivir en un vestuario en el que el más veterano en el club tiene 22 años y en el que el capitán acaba de venir de Zaragoza. Y hará falta mucho más que unas redes rojiblancas para recuperar esa grandeza.

EL ATLETI LO INTENTÓ MÁS
Así que salió el Atleti con sus redes nuevas, con un entrenador campeón del Doblete en el banquillo y su efecto de victorias, y con uno de los mayores ídolos en la historia del club en la grada animando, pero no fue precisamente un arranque espectacular.
El Atleti proponía, intentaba llevar el peso del partido, pero la única ocasión en el primer cuarto de hora llegó merced a un buen cabezazo de Adrián al que respondió Alves con una palomita.
El tercero de la Liga vino al Calderón como los otros 16 (a excepción de Barça y Madrid), juntos atrás y a dejar pasar los minutos. Y si de casualidad llega una contra, bienvenida sea. De lo contrario, se firma el empate a cero en el minuto 15.
Sólo Piatti en un tiro desde fuera del área obligó a intervenir a Courtois en todo el partido. Con rivales así, podrá seguir sumando jornadas imbatido (cinco ya). Lástima que Barça y Madrid vengan en breve.
El partido fue entrando en una fase de indefinición y sólo al borde del descanso el Atleti apretó unb poco. Pero la más clara fue un mal remate de Adrián al que no llegó Falcao por poco en el segundo palo.

EN LA SEGUNDA PARTE, SIN DOMINADOR
Si la primera parte fue mala, pero al menos con peso rojiblanco, la segunda fue peor. Durante muchos minutos, nadie habría sabido decir quién dominaba. Pelotazo arriba, pelotazo abajo, dos que saltan de cabeza a luchar un balón, otro que se pega en la banda por una pelota dividida. Un partido digno de regional, donde un patadón a la frontal del área rival es interpretado como un extraordinario pase en profunidad.
De esa forma llegó precisamente una de las mejores ocasiones del Valencia. Soldado amenazó con plantarse solo ante Courtois, pero Miranda, rapidísimo al cruce, evitó males mayores. No me gusta el brasileño, pero completó un gran partido el domingo, siempre atento y anticipándose en cada lance.

"¡AHÍ ESTUVO!"
El partido olía a 0-0 desde la Peineta (¿Qué pasará al final con la Peineta? Hoy Esperanza Aguirre ha dicho que “no se puede pretender sacar dinero público a costa de hacer colmenas en las zonas residenciales...”) y sólo hubo una jugada clara que pudo cambiarlo.
Falcao se internó por banda diestra con metros por delante, buscó el pase de la muerte para Adrián, pero encontró a la zaga ché. Sin embargo, el rechace le quedó franco para marcar, pero su tiro, superado Alves, dio en el muslo de Rami y se paseó por la línea hasta perderse fuera... “¡Ahí estuvo!”, lamentó el Calderón al unísono. Pero no entró...

Y PESE AL 0-0, TODOS CONTENTOS...
Y nadie movió el 0-0. Y se fue la gente pese a todo satisfecha. “Con esta actitud iremos a Champions”; “El empate es bueno”; “El Valencia es un equipazo ¡Es el tercero en la Liga!”; “Un punto hoy es un muy buen resultado...”, se escuchaba en los aledaños camino a casa.
Y es que son muchos años de mediocridad y de conformismo. De séptimos puestos y de Intertotos. De añitos en el Infierno y de cuartas plazas en Neptuno. De ídolos caídos y de jugadores prestados. De ilusiones vendidas y de identidades traspasadas. De discursos vacíos y de bolsillos llenos. De ventas de magia y de nóminas pagadas con retraso. Y eso no se cambia con unas redes rojiblancas.
Y es que de ilusión también se vive. Pero de imagen de marca, no.

2 comentarios :

David dijo...

Es cierto que el equipo no rindio a un gran nivel ante un rival de entidad. El problema en parte es que no habia una necesidad imperiosa de ganar. Empatando siguen en la pomada, a solo dos puntos de Champions. Y a este equipo le falta mucha mentalidad ganadora. El empate lo dieron por bueno los dos. Aunque el Atleti lo busco mas.

Un saludo

María dijo...

Hola! he acabado de leer tu cronica y sigo viva!Me ha gustado mucho, sobretodo el final.Por cierto,¿que es una palomita?Me gustaria mas con alguna foto pero bueno.... ¿no tienes ninguna de Falcao o Soldado sin camiseta?para tus seguidoras feminas jajaja. Un saludito.
(Sorry por los acentos)

Maria.