La primera derrota inesperada

En esta Liga del duopolio Madrid-Barça cualquier derrota, incluso empate, de los dos trasatlánticos es un tropiezo. Lejos quedan los tiempos en que un punto en el Calderón, Mestalla, el Pizjuán o San Mamés era un buen resultado para estos dos conjuntos.

En el caso del Atlético de Madrid, a lo largo de cada temporada son muchas las derrotas “inesperadas”. El año pasado, sin ir más lejos, se cayó en el Coliseum, Cornellá, San Mamés, Ono Stadi, La Romareda y el Ciudad de Valencia, además de perder en el Calderón con el Betis (en el último partido de Manzano). A las que se añadieron derrotas “esperables” en Mestalla y los cuatro partidos ante Madrid y Barça.

Este año, precisamente se había caído tan sólo en los estadios de los tres primeros clasificados la temporada pasada. Trayectoria cum laude en el Manzanares y apenas un par de empates fuera en Levante y Mallorca.

Sin embargo, anoche se sumó el primer tropiezo imprevisto de la temporada. Tiene que haber varios de estos a lo largo del año de manera forzosa. De lo contrario, el Atleti sería todos los años al menos tercero. Y no suele ser el caso...

MENOS MAL QUE TIRAN SAN MAMÉS

Menos mal que derruyen San Mamés (lo digo de forma irónica, ya que es un estadio que me encanta), porque en los dos últimos años de su existencia el Atleti ha sufrido dos 3-0 consecutivos. Por el contrario, en sus cinco visitas anteriores había cosechado cuatro victorias por un único encuentro perdido. Pero esa racha cesó.

Cesó la racha como cesó el buen juego de los de Simeone, especialmente en el segundo acto.

Los resultados están acompañando de forma innegable, pero yo, qué quieren que les diga, a este equipo no le acabo de ver hechuras de campeón a domicilio.

Ha ganado fuera a Betis (2-4), Espanyol (0-1), Real Sociedad (0-1) y Granada (0-1), pero excepto el primero de esos triunfos, el resto han sido por la mínima y con un juego discreto. Así también se estuvo a punto de vencer en Mallorca, pero los baleares empataron al final (1-1).

SERIO ATRÁS, PERO SIN DOMINIO

Un conjunto bien plantado, serio atrás, sin fisuras, al que apenas llegan y que busca la portería contraria cuando tiene oportunidad. Pero sin un dominio claro y sin acumular oportunidades.

Así fue más o menos la primera parte en San Mamés. Aunque con un par de sustos serios.

El primero de ellos llegó en el primer minuto de juego. Una gran jugada combinativa del Athletic acabó con una buena dejada de Aduriz y un disparo a las nubes de De Marcos.

“¡No me extraña que el Athletic vaya así fallando eso!”, exclamó mi padre, del que ya en otras ocasiones he apuntado que su primer equipo es en realidad el bilbaíno, pese a que lleve conmigo años como abonado en el Manzanares.

FILIPE LUIS, DE DULCE

El Atleti replicó con una extraordinaria acción personal de Filipe Luis. El brasileño, que ahora sí y sin duda, atraviesa “el mejor momento de su carrera” (desde que llegó al Atleti siempre que da rueda de prensa dice eso...) tiró un cañito en área ajena y su disparo final se perdió lamiendo el poste, obstaculizado por dos defensas.

Sólo cuatro minutos después, volvió a avisar el Athletic con una volea de Susaeta que sacó Courtois con una gran salida a bocajarro.

Con las bajas de Falcao (lesionado) y Gabi (sancionado) y las rotaciones de Miranda y Koke (mucha ausencia en medio campo), Filipe estaba de dulce y asumió el protagonismo. Tanto que se sacó un disparo desde 25 metros (lo que hace la confianza) ante lo que le dediqué un "¡¿qué haces?!", hasta que comprobé que la pelota a punto estuvo de sorprender a Iraizoz, que la sacó como pudo.

Y al borde del descanso, fueron los del Cholo los que rozaron el gol. Dejada de Diego Costa de cabeza, y Emre llegando desde atrás (no le esperaba en esa posición. Pero sigo sin ver al turco para ser titular) entra con todo para rematar, pero se topa con Iraizoz.

Las ocasiones estaban repartidas, aunque el dominio (aunque no lo parecía) era claramente del Athletic (62-38%).

Así que con un partido de oportunidades dispersas y sin demasiado ritmo en muchas fases, vacilé a mi padre con que les tocaría padecer otro clásico 0-1 del Atleti. Nada más lejos de la realidad...

EL ATLETI NO SABE REMONTAR

Sólo cinco minutos de la segunda parte hicieron falta para comprobar que no iba a ser así. Godín descuida la marca de San José dentro del área y el central vasco pone el 1-0 de inapelable testarazo.

Según marcó el Athletic un pensamiento de terror invadió mi mente ¿Cuántos partidos ha remontado este año el Atleti...? Le respuesta vino rápido a mi mente y era la acertada. Sólo uno. El mencionado 2-4 en el Villamarín tras ir perdiendo 1-0 y 2-1...

Se comenzó y se terminó perdiendo en Mestalla (2-0), el Bernabéu (2-0) y el Camp Nou (4-1- Aquí se adelantó el Atleti, pero luego no hubo remontada rojiblanca); sólo se salvó un empate en Levante tras el 1-0 (1-1) y en el Manzanares no ha habido ni el más mínimo sobresalto.

Así que viendo el juego que el equipo venía desarrollando, y sin Falcao sobre el campo, me temí lo peor... pero lo peor estaba por llegar.

GOLEADA A LA CONTRA

Sólo Raúl García, con un disparo alto y otro a la mismísima cepa del poste que sacó Iraizoz con una gran manopla, aproximó el empate.

El Atleti se acercaba, sí, pero sin un verdadero peligro, y el encuentro se convirtió en un correcalles que hacía prever que no acabaría así. Habría un gol, de un lado o de otro.

Y volvió a ser del local. Susaeta y De Marcos ya habían advertido con sendas ocasiones en las que hicieron emplearse a Courtois, pero a la siguiente no fallaron.

En una rápida contra, Ander asiste a Susaeta y el 14 vasco controla bien y define mejor a la izquierda del portero belga (2-0).

Sólo cinco minutos más tarde, otra velocísima contra iniciada en área propia la culmina Aduriz con un pase al segundo palo, donde De Marcos aparece para fusilar por arriba (3-0).

¿PENSANDO EN LA COPA?

Fue un duro varapalo para un Atlético que vuelve a quedarse a once del Barça y ve a su fantasma recurrente, el Madrid, más cerca que nunca (a cuatro). Mientras tanto, el Athletic espanta a los suyos.

Alguien preguntó después a Simeone si su equipo pensaba en la Copa. “Por supuesto que no”, respondió tajante el argentino. Pero no siempre se puede rotar...

Ya sí hay que pensar en la Copa. Esta Final no se puede escapar. En Liga, habrá que seguir acumulando “victorias esperadas”. Que este año son muchas.