Simeone renueva hasta 2017 con el Atlético. No lo cumplirá...

Sé que muchos últimamente me tachan de pesimista por alguno de mis artículos más recientes, pero, lo siento compañeros, es una de las primeras ideas que se me han venido a la cabeza al conocer la renovación de Diego Pablo el Cholo Simeone por cuatro temporadas más. No las cumplirá...

Me parece una estupenda noticia, vaya por delante, ya que supone atar a un extraordinario entrenador cuya mayor virtud ha sido saber inculcar el carácter ganador y de lucha que exhibía cuando aún se calzaba las botas de tacos y transmitir a los futbolistas el espíritu del último Atlético de Madrid realmente grande.

Su figura ha otorgado al equipo un empaque que le ha vuelto a convertir en respetado en todos los estadios de España y ha posibilitado que muchos vean un empate a domicilio (como el del pasado domingo en Málaga) como un tropiezo, cuando hace poco era visto como un valioso punto.

UN PUÑADO DE RÉCORDS

Entre sus logros (además de los dos títulos europeos, UEFA y Supercopa de Europa) se halla el llevar 26 jornadas por delante del Real Madrid, haber seguido la estela del Barça durante casi toda la primera vuelta y un buen puñado de récord: 20 victorias consecutivas en el Vicente Calderón entre todas las competiciones (récord histórico), 14 de ellas en Liga (y subiendo), ocho partidos sin encajar un gol en el Manzanares (y subiendo), récord internacional de triunfos concatenados en competiciones europeas (16, entre 2011 y 2012), superando los once del Ajax (1997 y 1998) y del Barcelona (2002 y 2003).

PERO ¿MÁS DE CINCO TEMPORADAS...?

Pero, seamos realistas, en el fútbol actual, hablar de que un entrenador continúe más de cinco temporadas en el mismo club (y más en el Atleti) es una quimera.

En los últimos 20 años, el récord de permanencia de manera consecutiva en el banquillo del Atlético de Madrid (tres temporadas) lo tiene Radomir Antic, al que el Doblete de 1996 le dio dos años más de crédito (1995-1998).

Cerca estuvo de igualarle recientemente Javier Aguirre (2006-2009), cuyos méritos fueron devolver al equipo a Europa (UEFA vía Intertoto en 2007) y a la Champions (2008), pero fue destituido en la jornada 21 de la 2008-2009 tras encadenar una mala racha en Liga, con lo que aguantó poco más de dos temporadas y media.

EL RÉCORD, RICARDO ZAMORA

En toda la historia del club, el técnico que más tiempo se ha perpetuado de forma ininterrumpida en el banquillo rojiblanco ha sido Ricardo Zamora. El mítico ex portero de Espanyol (1916-1919; 1922-1930), Barcelona (1919-1922) y Real Madrid (1930-1936) estuvo siete campañas seguidas al frente del club (1939-1946) en las que logró dos Ligas (1939-40 y 1940-41).
Sin embargo, esos siete años tuvieron un paréntesis de seis meses por una curiosa circunstancia, que motivó que su ayudante, Ramón Lafuente, tomara las riendas del equipo durante las diez primeras jornadas de la temporada 1940-1941.
Ricardo Zamora fue inhabilitado para ejercer un cargo público durante seis meses por haber abandonado España durante la Guerra Civil (*), por lo que no pudo dirigir al Atlético de Aviación de junio a diciembre de 1940. El 6 de diciembre, "El Divino" regresó al banquillo colchonero y consiguió convertirlo en campeón por segundo año consecutivo.

Si contásemos ese parón, Zamora estuvo cinco años y medio sin interrupción, cifra que igualaría Diego Pablo Simeone si cumpliera el contrato firmado, igualándole como el entrenador más longevo en este aspecto. ¿Difícil? Imposible, diría yo.

CLÁUSULA ANTI-INDEMNIZACIONES

Más teniendo en cuenta que el argentino y el club ya han pactado una cláusula anti-indemnizaciones, por la cual el club podrá destituir a Simeone si los resultados no marchan, ahorrándose lo que le reste de contrato, y el argentino podría marcharse en el caso de recibir una oferta más tentadora sin tener que indemnizar al club por romper el contrato.

En cualquier caso, la declaración de intenciones que supone una renovación tan larga (creo que en el caso de Aguirre se le fue renovando año a año o fue un uno+dos) es una buena noticia de cara a conceder al club una estabilidad de la que está huérfano desde el descenso a Segunda. Y más si es de la mano de un hombre competente, serio, trabajador y que conoce y ama al club, como es el Cholo.

La principal asignatura pendiente que le queda al argentino (más allá de conseguir que sus dirigentes ayuden a mantener esa estabilidad y no desmantelen al equipo. Sin duda, su tarea más complicada), es dotar al grupo de una ambición y un planteamiento a domicilio similar al que usa en el Calderón. Mientras que en casa lo gana todo, fuera se muestra mucho más conservador.

EMPATE CONSERVADOR EN MÁLAGA (0-0)

Prueba de ello fue el partido del domingo en Málaga, del que no había escrito crónica. El equipo rojiblanco fue el dominador del juego durante la mayor parte del mismo, especialmente en la primera mitad. Pero sólo acumuló dos jugadas de verdadero peligro en los 90 minutos. Una colada de Falcao entre una maraña de hombres dentro del área, que fue rematada por Diego Costa como si le hubieran cambiado las botas; y un disparo de Arda desde la frontal que lamió el palo de Caballero. Ambas, en el primer acto.

En la segunda mitad, el Atlético nunca demostró la ambición de un equipo que busca denodadamente la victoria para acortar puntos con el líder e intentar soñar con la Liga; sino que manejó el partido con la cautela y el conformismo de quien sabe que un punto es bueno para mantener a Málaga y a Valencia a 14 y 15 puntos de distancia... Aunque el Madrid ya está a sólo dos...

Esperemos que el Atlético de Simeone mejore en esa faceta. Pero disfrutemos del momento: el Calderón podrá cantar durante mucho más tiempo el “Ole, ole, ole, Cholo Simeone”. Y allí estará él, saludando a su afición.

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(*) Agradecer a Fernando Sánchez Postigo , auténtica enciclopedia del Atlético de Madrid, su información sobre la circunstancia que apartó a Ricardo Zamora del banquillo rojiblanco durante seis meses