Podría ser el
titular de los periódicos de mañana. Podría. Ojalá...
“¡Qué gran
campeón!”, tituló el diario Marca el 28 de junio de 1992 (día
después de la gran Final, en un ejemplar que aún tengo guardado)
“El Atlético de
Madrid revalidó con todo merecimiento su título de campeón de Copa
(también lo ganó en 1991) apabullando al Real Madrid”, completaba
la portada...
“Fue el único
equipo que existió en el campo... No hubo color. El Atlético fue
mejor. Mucho mejor. Aplastantemente mejor”, resumía en las
primeras líneas de su crónica José Vicente Hernández, subdirector
del diario por entonces...
YO SÓLO ERA UN NIÑO
Eran principios de
los 90 y yo sólo era un niño que se pegaba con sus compañeros del
cole, mayoría madridista, por supuesto, por defender al Atleti.
Nunca olvidaré
aquella noche por lo especial de ese triunfo. Un título, en el
estadio del eterno rival. Con Futre, Shuster y Abel, mis ídolos,
demostrando su superioridad en territorio enemigo.
Pero jamás pensé
que 21 años después sólo volveríamos a derrotarles en dos
ocasiones (3-1- 1998-99; y 1-3- 1999-2000) y que ese recuerdo sería,
con diferencia, mi experiencia más feliz contra los blancos.
Por entonces,
ganarles no es que fuera lo normal, pero sí era algo que ocurría
con asiduidad. Sólo cinco meses antes, de hecho, el Atleti había
vencido al Real Madrid en Liga 2-0. Y la temporada anterior, les
eliminaron en los octavos de final de la Copa del Rey (1-1 y 1-0) y
les ganaron en Liga en el Bernabéu por 0-3. Citando al ínclito
Jorge Manrique: “Cómo, a nuestro parecer, cualquier tiempo pasado,
fue mejor”. En este caso concreto, cuenta con toda la razón.
Muchos años
después, me hice con el vídeo de aquel partido, y hoy, convertido
en hombre, quiero compartir con vosotros mi crónica de aquella
noche. 21 años después...
REAL MADRID-ATLÉTICO DE MADRID=
0-2- SCHUSTER (6'), FUTRE (28')
REAL MADRID: 1 Buyo; 2 Chendo, 4
Tendillo, 5 Sanchis, 3 Villarroya (Paco Llorente, 46'); 8 Michel, 6
Milla, 9 Hierro, 10 Hagi (16 Alfonso, 12'); 9 Luis Enrique, 7
Butragueño.
Entrenador: Leo Beenhakker
ATLÉTICO DE MADRID: 1 Abel; 2
Tomás, 5 López, 6 Donato, 4 Solozabal, 3 Soler; 9 Vizcaino, 8
Schuster; 7 Manolo (Toni, 77'); 11 Moya (Alfredo, 59'), 10 Futre.
Entrenador: Luis Aragonés
Santiago Bernabéu
a reventar. Mitad blanco, mitad rojiblanco. Camisetas anchas de manga
corta, pantalones estrechos, y esas gorrillas típicas, de escasa
visera, con los colores de tu equipo, predominaban en las gradas de
aquella noche de verano de 1992.
En el campo dos
equipos, Real Madrid y Atlético, segundo y tercero de la Liga, a
sólo uno y dos puntos del campeón, el FC Barcelona, que arrebató
el título al equipo blanco en la última jornada, tras una primera
tarde aciaga en Tenerife. Ahí comenzó la leyenda maldita del
madridismo en la isla.
El Atlético de
Madrid defiende título copero y es el primero en sacar. Los gritos
de “¡Atleti, Atleti!” atronan desde la grada desde el primer
suspiro.
En sólo tres
minutos, hasta cinco jugadores rojiblancos van al suelo a la disputa
de un balón. Vizcaino se la roba a Villarroya en la banda; Moya hace
falta a Milla en medio campo; Tomás, Solozabal y López, van con
todo en la lucha por cada pelota dividida. Ahí se empezó a ganar la
Final.
Un hombre destaca
por encima de todos en los primeros compases. Bernd Schuster. A sus
32 años, ya lo ha ganado todo con Real Madrid y Barcelona. Ahora
viste de rojiblanco. Pero lo hace para seguir ganando títulos. El
alemán desplaza en corto y en largo, saca cada falta, aunque sea en
su propia área, y demuestra su jerarquía cuando Juan Vizcaino, su
escudero, literalmente se aparta ante la llegada del germano para que
éste saque la bola desde atrás. Ni la toca. Directamente la deja en
el suelo para que el 8 colchonero distribuya. Es suya. Dirija la
orquesta, maestro.
LA FALTA DE SCHUSTER
En el minuto seis,
Tendillo derriba a Manolo, Pichichi de ese año (28 goles, los mismos
que Falcao este año. Entonces no jugaban Messi y Cristiano...) en
una peligrosa falta cerca del área.
La distancia es de
30 metros. Y allí que va Schuster, especialista consumado en la
suerte de los golpes francos. La mima, la coloca en el césped. Mira
al portal de Buyo. Sabe donde va a ponerla. Y allí la coloca. En una
parábola perfecta que supera la barrera formada por Michel, Hierro y
compañía, aloja la pelota en la escuadra derecha de Buyo, cuya
plástica estirada sólo sirve para la foto. 0-1. Locura en la
hinchada rojiblanca. La parroquia local, reacciona al grito de
“¡Madrid, Madrid!”. Pero la Final ya está desnivelada.
HAGI SE LESIONA; ENTRA ALFONSO
Un joven Alfonso
Pérez, de sólo 19 años, sale a calentar a la banda. El motivo no
es sólo el gol en contra. Gica Hagi, una de las estrellas de ese
Real Madrid, se ha lesionado por una contusión en la región lumbar.
Un choque con Juanma López le manda a la caseta disputados sólo
doce minutos.
Mientras, es el
Atleti el que vuelve a llegar. En una rápida contra, Manolo deja
sólo a Gabi Moya (novedad en el once) con un gran pase picado. Pero
el delantero alcalaíno la pega con el empeine contra el lateral de
la red de Buyo. Mano a mano malogrado.
El Madrid también
pega, y una fuerte entrada de Manolo Sanchís sobre Juan Vízcaino le
vale la primera amarilla del choque. El central blanco, de los pocos
con la camiseta por fuera, parece que juega incluso sin pantalón,
que de tan corto se tapa con la elástica blanca.
Y el Atleti a lo
suyo. Miquel Soler (otra novedad sentando en el banquillo a Toni)
roba en línea de tres cuartos, entra en el área, pero Manolo se le
cruza y su instinto goleador le hace finalizar la jugada, mal, en
peor posición.
El Madrid intenta
despertarse. Villarroya, que minutos antes se pica con López por una
entrada del central rojiblanco, pone un centro desde la izquierda que
despeja Solozabal.
Desde la esquina,
Michel pone un centro que bloca arriba con seguridad Abel Resino. El
portero de Velada cae al suelo dolorido porque ha recibido un codazo.
¿De quién? Fernando Hierro. Hay quien desde “pequeño” (24
años) ya apuntaba maneras...
BUTRAGUEÑO NO ESTÁ FINO
El Bernabéu tiene
motivos para preocuparse. Su gran estrella, Emilio Butragueño, no
está nada fino. Vizcaino o Schuster le roban la cartera con
facilidad. Y cuando consigue controlarla, se destapa con sendas
piedras buscando a Michel y a Luis Enrique, que se pierden por línea
de fondo.
Las cámaras
enfocan al presidente blanco, Ramón Mendoza, cuyo gesto preocupado
lo dice todo. Jesús Gil, mientras tanto, muestra una tensión
contenida.
Mendoza o
Butragueño no son los únicos que no tiene el día. Miguel González
Michel, el más voluntarioso sin duda de aquella noche por el lado
madridista, pierde un balón ante Tomás y reclama una falta,
desesperado. Díaz Vega no permite alharacas y le saca la tarjeta.
Sólo van 20
minutos, pero la actitud de uno y otro comienzan a hacerse muy
patentes.
Con una línea de
tres centrales (López, Donato y Solozabal), Tomás y Soler casi de
extremos, Vizcaino y Schuster en medio campo, y Manolo con libertad
absoluta para enlazar con Futre y Moya, el Atleti toca fácil
despertando los primeros olés del público colchonero. Milla corta
la osadía con una entrada a Solozabal.
Entonces Futre
avisa. Con una galopada eléctrica por banda derecha apura línea de
fondo y su centro logra desviarlo Chendo (que le cubre al hombre).
“¡Paulo, Paulo, Futre!”, grita la hinchada rojiblanca. Lo mejor
está por llegar.
Una nueva contra.
Donato roba, Manolo sale, Futre galopa y recorta en la banda, se
viene al centro, en un eslalon de esos que hoy protagoniza Messi, y
en su carrera aparece Schuster, que literalmente le roba la bola y se
mete hasta dentro. Encara a Buyo, y el meta de Betanzos le derriba.
“Penalti, para mí es penalti”, dice sin dudas José Ángel de la
Casa tras ver la repetición. Schuster se desespera. Díaz Vega le
niega con el índice. No hizo falta...
EL GOLAZO DE FUTRE: "EL ÉXTASIS"
Minuto 28. El
Madrid hilvana su mejor jugada. Michel la pone en profundidad para
Butragueño, el Buitre centra desde línea de fondo y Alfonso no
remata de cabeza por centímetros.
La zaga rojiblanca
despeja el peligro. Schuster la controla, con calma recorre la
frontal y se la da a Soler, éste conecta con Manolo, y el cacereño
mete un gran pase en profundidad para Paulo Futre. Y ahí comienza la
leyenda. El portugués inicia una vertiginosa carrera en la que deja
atrás a su inseparable Miguel Portland Chendo, pisa área, y suelta
un tremendo latigazo que se cuela por la escuadra derecha de Buyo.
0-2. La Final empieza a desnivelarse.
En una entrevista
que tuve la oportunidad de realizar ayer mismo al propio Futre, me
define su reacción tras su golazo: "Cuando vi el balón en la
escuadra fue el éxtasis. Las venas del cuello se me hincharon.
Comencé a correr hacia el banquillo y me abracé con todos mis
compañeros. Fue un momento único. Nunca sentí nada igual".
EL ATLETI SE CRECE
El Atleti está
crecido. El Madrid, desarbolado. En un balón cortado por López,
Futre, enardecido, emprende una carrera en solitario de casi 60
metros. Nadie se la roba, pero acaba con un disparo a las nubes con
la zurda. En ese momento, el portugués se siente inmortal.
Sólo dos minutos
más tarde, Moya la pone para Futre, que amaga un disparo en la
frontal y cede para Schuster, al que deja solo, pero el alemán la
cruza en exceso. El Atleti apisonaba al Real Madrid...
La primera parte
se acaba. El Madrid, impreciso, equivoca cada pase en profundidad. El
Atleti presiona como si tuviera superioridad numérica, y sale en
fulgurantes contras lanzadas en balones largos y milimétricos de
Schuster.
Butragueño sólo
deja un detalle de su clase, y tras marcharse en un palmo de Donato,
saca un disparo al palo corto que rechaza Abel. Era el primer tiro
del Real Madrid... (minuto 35)
En el último
minuto antes del descanso, una falta peligrosísima es pegada abajo
por Michel, pero Abel Resino responde con un paradón despejando a
corner.
El descanso llega,
y el resultado es claro: 0-2.
GIL, LA IMAGEN DEL ATLETI
Una imagen de
Jesús Gil en el palco, henchido de felicidad y quitándose el sudor
de la frente con un pañuelo, resume el sentir rojiblanco.
Leo Beenhakker
introduce a Paco Llorente por Villarroya para intentar dotar a su
equipo de mayor potencial ofensivo. Ya ha agotado sus cambios (por
entonces sólo había dos sustituciones). Pero nada cambia.
FUTRE LES VUELVE LOCOS
A los cinco
minutos de la reanudación, Paulo Futre vuelve a sembrar el terror.
Se marcha de Milla y de Tendillo por velocidad, Chendo se cruza y se
la roba en el área, pero en la pelea, Futre vuelve a recuperar la
bola, tira un exquisito caño a Chendo y da el pase de la muerte a
Moya. El alcalaíno, a puerta vacía, la manda por encima del
larguero. Tampoco hacía falta. “¡Espléndido el partido de Paulo
Futre!”, exclama De la Casa maravillado. El público vuelve a
estallar en un atronador “Paulo, Paulo, Futre” que silencia la
mitad blanca...
El portugués
sigue haciendo diabluras, y Hierro (que ve amarilla) y Chendo, le
paran de la única forma posible. En falta.
Ya es el minuto
60. Luis Aragonés da entrada a Alfredo Santaelena por Gabi Moya y el
equipo da un paso atrás. Gran partido del delantero madrileño en la
presión, aunque desafortunado de cara al gol.
Y ABEL PARA UN PENALTI A MICHEL
El partido parece
dormido. El Atleti ya no quiere jugar la bola, y el Madrid no sabe.
Pero en una jugada extraña, un mal saque de puerta de Donato (otra
moda de entonces, que sacaran de portería los centrales) Michel gana
la bola con el pecho, tira una pared y la pone para Butragueño, que
se queda solo ante Abel, se hace un autopase con un toque sutil y
Abel le toca abajo con la mano y le derriba. “Igual que el de
Schuster en la primera parte”, comenta De la Casa. Pero éste sí
lo pita Diaz Vega.
Michel, el hombre
que más lo había intentado toda la noche, se coloca en los once
metros. Frente a él Abel Resino, récord de imbatibilidad de toda
Europa la temporada pasada. Michel la pega fuerte a su izquierda,
pero Abel vuelve a lucirse con una gran parada. Es la guinda a una noche perfecta.
Mendoza resopla.
El partido acaba ahí. La afición rojiblanca lo sabe, y, por primera
vez en la noche, comienza a escucharse en el cielo de Chamartín el
“¡Campeones, campeones!”. Afortunados aquellos aficionados
colchoneros. Hoy, no nos atreveríamos a entonar el alirón ante el
Madrid ni en el minuto 95 con 3-0...
La Copa tiene
dueño. El Atleti aún se permite algunos lujos. Schuster la saca,
Futre tira una pared, de tacón, con Manolo, y su enésima internada
hasta línea de fondo termina con un disparo desviado de Vizcaino en
gran posición. ¡Recital de Futre!
La pelota muere en
los pies del Atlético de Madrid ante los olés de su parroquia. Y el
Madrid intenta cobrarse su impotencia con una fea entrada de Fernando
Hierro a Tomás.
SCHUSTER, FUTRE, LUIS, HÉROES...
Diaz Vega pita el
final. El Madrid rojiblanco estalla de júbilo. Bernd Schuster llora
como el niño que dejó de ser hace años y se abraza con Futre. “Soy
el hombre más feliz del mundo. Es tal y como lo había soñado”,
asegura el alemán. “Ahora nos toca a nosotros ganar títulos.
Hemos sido muchísimo mejores. Debimos golear”, sentencia el
portugués.
Y mientras, lejos
de los focos y del césped, en la bocana de vestuarios, tapado,
espera otro de los héroes de la victoria, Luis Aragonés. Con su
camiseta verde, sus grandes gafas y un claro aire a Clint Eastwood.
“Estoy alegre, pero llevo muchos años en esto del fútbol y no
quiero exajerar mi euforia. Eso es para los jóvenes. Eso sí, hoy ha
ganado el mejor. Hemos sido infinitamente superiores al Real Madrid”,
proclama el Sabio de Hortaleza orgulloso.
HÁGANLO POR LOS NIÑOS
Han pasado 21
años. Y esa noche jamás será olvidada. Como también me dijo Paulo
Futre en la entrevista: “Una victoria como ésa, es una historia
que pasa de generación en generación”.
Hoy, hay muchos
niños de diez, doce, trece, catorce años, que jamás han visto
ganar a su Atleti contra el Real Madrid. “Los compañeros de colegio de mi
hijo se ríen de él”, confesaba Miranda ante los periodistas esta
semana.
Si no lo hacen por
ustedes, si no lo hacen por la afición, háganlo por los niños.
Pero el Atlético de Madrid se merece este título. Y tiene que ser
ante el Real Madrid.
5 comentarios :
Que mitico ese periodico!! Ojala puedas guardar el de mañana junto a el. Gran cronica. Que equipazo aquel de Futre y Schuster!
PROFETA.
Igualitas...esa final con la del 17 de mayo de 2013. Vamos calcao el juego de una con el de la otra. El atleti llego tres veces con peligro y metió dos goles. El Madrid llegó seis veces con clarísimo peligro y metió 1. Dios existe y eligió al humilde. Nada mas...Amén
Gran previa que acabo de descubrir, una vez ampeones. Anónimo representa perfectamente la soberbia del vecino malcriado y mal perdedor. A el le dedico este poema de nuestro bisoño belga....Salta, salta salta, pequeeeeeño canguro y sí eres madridista que t den por el c... :D Aúpa atleti campeón!!
¡¡¡CAMPEONES!!!
De esa portada..al Neptunazo de ahora!
Qué manera de romper la racha. QUE GRANDES SOMOS.
¡SIEMPRE ATLETI!
www.atleti1903.blogspot.com
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