viernes, 17 de mayo de 2013

El Atlético de Madrid gana la Copa del Rey al Real Madrid en el Santiago Bernabéu (1992)

Podría ser el titular de los periódicos de mañana. Podría. Ojalá...
“¡Qué gran campeón!”, tituló el diario Marca el 28 de junio de 1992 (día después de la gran Final, en un ejemplar que aún tengo guardado)
“El Atlético de Madrid revalidó con todo merecimiento su título de campeón de Copa (también lo ganó en 1991) apabullando al Real Madrid”, completaba la portada...


“Fue el único equipo que existió en el campo... No hubo color. El Atlético fue mejor. Mucho mejor. Aplastantemente mejor”, resumía en las primeras líneas de su crónica José Vicente Hernández, subdirector del diario por entonces...
YO SÓLO ERA UN NIÑO
Eran principios de los 90 y yo sólo era un niño que se pegaba con sus compañeros del cole, mayoría madridista, por supuesto, por defender al Atleti.
Nunca olvidaré aquella noche por lo especial de ese triunfo. Un título, en el estadio del eterno rival. Con Futre, Shuster y Abel, mis ídolos, demostrando su superioridad en territorio enemigo.
Pero jamás pensé que 21 años después sólo volveríamos a derrotarles en dos ocasiones (3-1- 1998-99; y 1-3- 1999-2000) y que ese recuerdo sería, con diferencia, mi experiencia más feliz contra los blancos.
Por entonces, ganarles no es que fuera lo normal, pero sí era algo que ocurría con asiduidad. Sólo cinco meses antes, de hecho, el Atleti había vencido al Real Madrid en Liga 2-0. Y la temporada anterior, les eliminaron en los octavos de final de la Copa del Rey (1-1 y 1-0) y les ganaron en Liga en el Bernabéu por 0-3. Citando al ínclito Jorge Manrique: “Cómo, a nuestro parecer, cualquier tiempo pasado, fue mejor”. En este caso concreto, cuenta con toda la razón.

Muchos años después, me hice con el vídeo de aquel partido, y hoy, convertido en hombre, quiero compartir con vosotros mi crónica de aquella noche. 21 años después...

REAL MADRID-ATLÉTICO DE MADRID= 0-2- SCHUSTER (6'), FUTRE (28')

REAL MADRID: 1 Buyo; 2 Chendo, 4 Tendillo, 5 Sanchis, 3 Villarroya (Paco Llorente, 46'); 8 Michel, 6 Milla, 9 Hierro, 10 Hagi (16 Alfonso, 12'); 9 Luis Enrique, 7 Butragueño.

Entrenador: Leo Beenhakker


ATLÉTICO DE MADRID: 1 Abel; 2 Tomás, 5 López, 6 Donato, 4 Solozabal, 3 Soler; 9 Vizcaino, 8 Schuster; 7 Manolo (Toni, 77'); 11 Moya (Alfredo, 59'), 10 Futre.

Entrenador: Luis Aragonés
LA CRÓNICA DE AQUELLA NOCHE MÁGICA
Santiago Bernabéu a reventar. Mitad blanco, mitad rojiblanco. Camisetas anchas de manga corta, pantalones estrechos, y esas gorrillas típicas, de escasa visera, con los colores de tu equipo, predominaban en las gradas de aquella noche de verano de 1992.

En el campo dos equipos, Real Madrid y Atlético, segundo y tercero de la Liga, a sólo uno y dos puntos del campeón, el FC Barcelona, que arrebató el título al equipo blanco en la última jornada, tras una primera tarde aciaga en Tenerife. Ahí comenzó la leyenda maldita del madridismo en la isla.
El Atlético de Madrid defiende título copero y es el primero en sacar. Los gritos de “¡Atleti, Atleti!” atronan desde la grada desde el primer suspiro.
En sólo tres minutos, hasta cinco jugadores rojiblancos van al suelo a la disputa de un balón. Vizcaino se la roba a Villarroya en la banda; Moya hace falta a Milla en medio campo; Tomás, Solozabal y López, van con todo en la lucha por cada pelota dividida. Ahí se empezó a ganar la Final.
Un hombre destaca por encima de todos en los primeros compases. Bernd Schuster. A sus 32 años, ya lo ha ganado todo con Real Madrid y Barcelona. Ahora viste de rojiblanco. Pero lo hace para seguir ganando títulos. El alemán desplaza en corto y en largo, saca cada falta, aunque sea en su propia área, y demuestra su jerarquía cuando Juan Vizcaino, su escudero, literalmente se aparta ante la llegada del germano para que éste saque la bola desde atrás. Ni la toca. Directamente la deja en el suelo para que el 8 colchonero distribuya. Es suya. Dirija la orquesta, maestro.

LA FALTA DE SCHUSTER
En el minuto seis, Tendillo derriba a Manolo, Pichichi de ese año (28 goles, los mismos que Falcao este año. Entonces no jugaban Messi y Cristiano...) en una peligrosa falta cerca del área.
La distancia es de 30 metros. Y allí que va Schuster, especialista consumado en la suerte de los golpes francos. La mima, la coloca en el césped. Mira al portal de Buyo. Sabe donde va a ponerla. Y allí la coloca. En una parábola perfecta que supera la barrera formada por Michel, Hierro y compañía, aloja la pelota en la escuadra derecha de Buyo, cuya plástica estirada sólo sirve para la foto. 0-1. Locura en la hinchada rojiblanca. La parroquia local, reacciona al grito de “¡Madrid, Madrid!”. Pero la Final ya está desnivelada.

HAGI SE LESIONA; ENTRA ALFONSO
Un joven Alfonso Pérez, de sólo 19 años, sale a calentar a la banda. El motivo no es sólo el gol en contra. Gica Hagi, una de las estrellas de ese Real Madrid, se ha lesionado por una contusión en la región lumbar. Un choque con Juanma López le manda a la caseta disputados sólo doce minutos.
Mientras, es el Atleti el que vuelve a llegar. En una rápida contra, Manolo deja sólo a Gabi Moya (novedad en el once) con un gran pase picado. Pero el delantero alcalaíno la pega con el empeine contra el lateral de la red de Buyo. Mano a mano malogrado.

El Madrid también pega, y una fuerte entrada de Manolo Sanchís sobre Juan Vízcaino le vale la primera amarilla del choque. El central blanco, de los pocos con la camiseta por fuera, parece que juega incluso sin pantalón, que de tan corto se tapa con la elástica blanca.
Y el Atleti a lo suyo. Miquel Soler (otra novedad sentando en el banquillo a Toni) roba en línea de tres cuartos, entra en el área, pero Manolo se le cruza y su instinto goleador le hace finalizar la jugada, mal, en peor posición.

El Madrid intenta despertarse. Villarroya, que minutos antes se pica con López por una entrada del central rojiblanco, pone un centro desde la izquierda que despeja Solozabal.
Desde la esquina, Michel pone un centro que bloca arriba con seguridad Abel Resino. El portero de Velada cae al suelo dolorido porque ha recibido un codazo. ¿De quién? Fernando Hierro. Hay quien desde “pequeño” (24 años) ya apuntaba maneras...

BUTRAGUEÑO NO ESTÁ FINO
El Bernabéu tiene motivos para preocuparse. Su gran estrella, Emilio Butragueño, no está nada fino. Vizcaino o Schuster le roban la cartera con facilidad. Y cuando consigue controlarla, se destapa con sendas piedras buscando a Michel y a Luis Enrique, que se pierden por línea de fondo.
Las cámaras enfocan al presidente blanco, Ramón Mendoza, cuyo gesto preocupado lo dice todo. Jesús Gil, mientras tanto, muestra una tensión contenida.
Mendoza o Butragueño no son los únicos que no tiene el día. Miguel González Michel, el más voluntarioso sin duda de aquella noche por el lado madridista, pierde un balón ante Tomás y reclama una falta, desesperado. Díaz Vega no permite alharacas y le saca la tarjeta.
Sólo van 20 minutos, pero la actitud de uno y otro comienzan a hacerse muy patentes.
Con una línea de tres centrales (López, Donato y Solozabal), Tomás y Soler casi de extremos, Vizcaino y Schuster en medio campo, y Manolo con libertad absoluta para enlazar con Futre y Moya, el Atleti toca fácil despertando los primeros olés del público colchonero. Milla corta la osadía con una entrada a Solozabal.
Entonces Futre avisa. Con una galopada eléctrica por banda derecha apura línea de fondo y su centro logra desviarlo Chendo (que le cubre al hombre). “¡Paulo, Paulo, Futre!”, grita la hinchada rojiblanca. Lo mejor está por llegar.

Una nueva contra. Donato roba, Manolo sale, Futre galopa y recorta en la banda, se viene al centro, en un eslalon de esos que hoy protagoniza Messi, y en su carrera aparece Schuster, que literalmente le roba la bola y se mete hasta dentro. Encara a Buyo, y el meta de Betanzos le derriba. “Penalti, para mí es penalti”, dice sin dudas José Ángel de la Casa tras ver la repetición. Schuster se desespera. Díaz Vega le niega con el índice. No hizo falta...

EL GOLAZO DE FUTRE: "EL ÉXTASIS"
Minuto 28. El Madrid hilvana su mejor jugada. Michel la pone en profundidad para Butragueño, el Buitre centra desde línea de fondo y Alfonso no remata de cabeza por centímetros.
La zaga rojiblanca despeja el peligro. Schuster la controla, con calma recorre la frontal y se la da a Soler, éste conecta con Manolo, y el cacereño mete un gran pase en profundidad para Paulo Futre. Y ahí comienza la leyenda. El portugués inicia una vertiginosa carrera en la que deja atrás a su inseparable Miguel Portland Chendo, pisa área, y suelta un tremendo latigazo que se cuela por la escuadra derecha de Buyo. 0-2. La Final empieza a desnivelarse.
En una entrevista que tuve la oportunidad de realizar ayer mismo al propio Futre, me define su reacción tras su golazo: "Cuando vi el balón en la escuadra fue el éxtasis. Las venas del cuello se me hincharon. Comencé a correr hacia el banquillo y me abracé con todos mis compañeros. Fue un momento único. Nunca sentí nada igual".


EL ATLETI SE CRECE
El Atleti está crecido. El Madrid, desarbolado. En un balón cortado por López, Futre, enardecido, emprende una carrera en solitario de casi 60 metros. Nadie se la roba, pero acaba con un disparo a las nubes con la zurda. En ese momento, el portugués se siente inmortal.
Sólo dos minutos más tarde, Moya la pone para Futre, que amaga un disparo en la frontal y cede para Schuster, al que deja solo, pero el alemán la cruza en exceso. El Atleti apisonaba al Real Madrid...

La primera parte se acaba. El Madrid, impreciso, equivoca cada pase en profundidad. El Atleti presiona como si tuviera superioridad numérica, y sale en fulgurantes contras lanzadas en balones largos y milimétricos de Schuster.

Butragueño sólo deja un detalle de su clase, y tras marcharse en un palmo de Donato, saca un disparo al palo corto que rechaza Abel. Era el primer tiro del Real Madrid... (minuto 35)
En el último minuto antes del descanso, una falta peligrosísima es pegada abajo por Michel, pero Abel Resino responde con un paradón despejando a corner.
El descanso llega, y el resultado es claro: 0-2.

GIL, LA IMAGEN DEL ATLETI
Una imagen de Jesús Gil en el palco, henchido de felicidad y quitándose el sudor de la frente con un pañuelo, resume el sentir rojiblanco.
Leo Beenhakker introduce a Paco Llorente por Villarroya para intentar dotar a su equipo de mayor potencial ofensivo. Ya ha agotado sus cambios (por entonces sólo había dos sustituciones). Pero nada cambia.

FUTRE LES VUELVE LOCOS
A los cinco minutos de la reanudación, Paulo Futre vuelve a sembrar el terror. Se marcha de Milla y de Tendillo por velocidad, Chendo se cruza y se la roba en el área, pero en la pelea, Futre vuelve a recuperar la bola, tira un exquisito caño a Chendo y da el pase de la muerte a Moya. El alcalaíno, a puerta vacía, la manda por encima del larguero. Tampoco hacía falta. “¡Espléndido el partido de Paulo Futre!”, exclama De la Casa maravillado. El público vuelve a estallar en un atronador “Paulo, Paulo, Futre” que silencia la mitad blanca...
El portugués sigue haciendo diabluras, y Hierro (que ve amarilla) y Chendo, le paran de la única forma posible. En falta.
Ya es el minuto 60. Luis Aragonés da entrada a Alfredo Santaelena por Gabi Moya y el equipo da un paso atrás. Gran partido del delantero madrileño en la presión, aunque desafortunado de cara al gol.

Y ABEL PARA UN PENALTI A MICHEL
El partido parece dormido. El Atleti ya no quiere jugar la bola, y el Madrid no sabe. Pero en una jugada extraña, un mal saque de puerta de Donato (otra moda de entonces, que sacaran de portería los centrales) Michel gana la bola con el pecho, tira una pared y la pone para Butragueño, que se queda solo ante Abel, se hace un autopase con un toque sutil y Abel le toca abajo con la mano y le derriba. “Igual que el de Schuster en la primera parte”, comenta De la Casa. Pero éste sí lo pita Diaz Vega.
Michel, el hombre que más lo había intentado toda la noche, se coloca en los once metros. Frente a él Abel Resino, récord de imbatibilidad de toda Europa la temporada pasada. Michel la pega fuerte a su izquierda, pero Abel vuelve a lucirse con una gran parada. Es la guinda a una noche perfecta.
Mendoza resopla. El partido acaba ahí. La afición rojiblanca lo sabe, y, por primera vez en la noche, comienza a escucharse en el cielo de Chamartín el “¡Campeones, campeones!”. Afortunados aquellos aficionados colchoneros. Hoy, no nos atreveríamos a entonar el alirón ante el Madrid ni en el minuto 95 con 3-0...

La Copa tiene dueño. El Atleti aún se permite algunos lujos. Schuster la saca, Futre tira una pared, de tacón, con Manolo, y su enésima internada hasta línea de fondo termina con un disparo desviado de Vizcaino en gran posición. ¡Recital de Futre!

La pelota muere en los pies del Atlético de Madrid ante los olés de su parroquia. Y el Madrid intenta cobrarse su impotencia con una fea entrada de Fernando Hierro a Tomás.

SCHUSTER, FUTRE, LUIS, HÉROES...
Diaz Vega pita el final. El Madrid rojiblanco estalla de júbilo. Bernd Schuster llora como el niño que dejó de ser hace años y se abraza con Futre. “Soy el hombre más feliz del mundo. Es tal y como lo había soñado”, asegura el alemán. “Ahora nos toca a nosotros ganar títulos. Hemos sido muchísimo mejores. Debimos golear”, sentencia el portugués.
Y mientras, lejos de los focos y del césped, en la bocana de vestuarios, tapado, espera otro de los héroes de la victoria, Luis Aragonés. Con su camiseta verde, sus grandes gafas y un claro aire a Clint Eastwood. “Estoy alegre, pero llevo muchos años en esto del fútbol y no quiero exajerar mi euforia. Eso es para los jóvenes. Eso sí, hoy ha ganado el mejor. Hemos sido infinitamente superiores al Real Madrid”, proclama el Sabio de Hortaleza orgulloso.

HÁGANLO POR LOS NIÑOS
Han pasado 21 años. Y esa noche jamás será olvidada. Como también me dijo Paulo Futre en la entrevista: “Una victoria como ésa, es una historia que pasa de generación en generación”.
Hoy, hay muchos niños de diez, doce, trece, catorce años, que jamás han visto ganar a su Atleti contra el Real Madrid. “Los compañeros de colegio de mi hijo se ríen de él”, confesaba Miranda ante los periodistas esta semana.
Si no lo hacen por ustedes, si no lo hacen por la afición, háganlo por los niños. Pero el Atlético de Madrid se merece este título. Y tiene que ser ante el Real Madrid.

5 comentarios :

Jorge dijo...

Que mitico ese periodico!! Ojala puedas guardar el de mañana junto a el. Gran cronica. Que equipazo aquel de Futre y Schuster!

EnClaveDSol dijo...

PROFETA.

Anónimo dijo...

Igualitas...esa final con la del 17 de mayo de 2013. Vamos calcao el juego de una con el de la otra. El atleti llego tres veces con peligro y metió dos goles. El Madrid llegó seis veces con clarísimo peligro y metió 1. Dios existe y eligió al humilde. Nada mas...Amén

Vitto dijo...

Gran previa que acabo de descubrir, una vez ampeones. Anónimo representa perfectamente la soberbia del vecino malcriado y mal perdedor. A el le dedico este poema de nuestro bisoño belga....Salta, salta salta, pequeeeeeño canguro y sí eres madridista que t den por el c... :D Aúpa atleti campeón!!

Ángel R. dijo...

¡¡¡CAMPEONES!!!
De esa portada..al Neptunazo de ahora!
Qué manera de romper la racha. QUE GRANDES SOMOS.
¡SIEMPRE ATLETI!
www.atleti1903.blogspot.com