Eso es lo que consiguió el Atleti, un
punto (su primer punto de la temporada, por ser su primer empate), y
eso es lo que le faltó al Atleti, un punto de ambición (o tal vez
más), por lo que he decidido titular así mi crónica.
Era un partido grande. Posiblemente el
más grande que le quedaba al Atleti antes de la gran cita contra el
Barça en el Vicente Calderón (vayan apuntando en su calendario: 12
de enero. Última jornada de la primera vuelta).
Hasta entonces deberá viajar a Elche y
a Málaga, y recibirá en el Manzanares al Getafe, el Valencia y el
Levante (estos dos últimos de forma consecutiva en casa). Con lo que
la visita al cuarto clasificado (pese a ser un recién ascendido,
parece que los dos últimos años no hayan existido para el equipo
amarillo) se antojaba como una auténtica prueba de fuego. Y el
Atleti se quemó. No salió ardiendo, pero se quemó.
ADELANTARSE EN EL MINUTO UNO NO FUE BUENO
Parece paradójico, pero gran parte de
culpa de la quema a lo bonzo del Atleti la tuvo el adelantarse en el
minuto uno...
Juanfran (que sigue haciendo méritos
para ser el lateral derecho titular de España en el Mundial) sienta
a Cani y pone un centro perfecto al corazón del área chica, donde
Mario introduce en propia puerta lo que de lo contrario habría
metido Koke (0-1). El Atleti pensó que el trabajo estaba hecho. Pero
quedaban 88 minutos...
NI VILLA, NI DIEGO COSTA
Ver a Adrián calentando en el minuto
cinco no era buena señal. Quizá la rotura de fibras de Diego Costa
que le impedirá debutar con España (qué mala suerte) se la hizo en
esos primeros compases. Lesionado o no, el hispano brasileño estuvo
desaparecido todo el encuentro, al igual que su pareja de ataque,
David Villa. Sólo aparecieron en una jugada entre ambos, mediada la
primera parte, que finalizó el asturiano con un zurdazo centrado.
...NI NADIE
En realidad, el Atleti en bloque estuvo
desaparecido. Perdió en posesión (66% a 34%), en disparos a
portería (16 a 7), en corners (4 a 2, ambos sacados tras el 1-1...),
en balones perdidos (94 a 108)...
En lo único que no perdió fue en el
marcador, pese a que el Villarreal lo puso todo para evitarlo.
Sólo dos minutos después del 0-1,
Cani mandó fuera por poco una buena colada por la derecha del
paraguayo Hernán Pérez.
BRUNO DIO UN RECITAL
El que más empeño puso en buscar esa
victoria fue Bruno Soriano. El centrocampista castellonense cumplió
a rajatabla la expresión “sangre, sudor y lágrimas”, y lució
durante todo el choque un aparatoso vendaje tras un choque de cabezas
con Raúl García.
Dice Marcelino que es una injusticia
que Bruno no vaya a la selección. Si todos los partidos juega así,
sin duda lo es. El fino mediocentro dio un recital con su zurda en la
franja ancha, e incluso estuvo a punto de empatar él mismo en una
falta directa que salvó Courtois.
Cuando más apretó el Villarreal fue
en la recta final del primer acto, donde acumuló tres ocasiones en
sólo cinco minutos. Mario y Pina no encontraron portería por poco,
mientras que a la tercera Miranda cortó en área chica una preciosa
triangulación amarilla entrando en paredes hasta la cocina.
El Atleti sufría, aunque no en exceso,
pero estaba claro que el guión incluía el papel protagonista para
el Villarreal.
UN ÚNICO DOMINADOR
Y así transcurrió todo el segundo
acto. Suelen decir que en el fútbol lo más normal es que marque
quien tiene el balón. Y como el balón era amarillo, y de los
amarillos, me pasé toda la segunda parte iniciando una cuenta atrás.
“Queda media hora; quedan 25 minutos; quedan 20 minutos...”, me
repetía intentando mentalizarme de que el triunfo estaba más
cerca...
En esos minutos, la más clara la tuvo
Jonathan Pereira, quien tras una buena maniobra la cruzó fuera por
poco.
El Villarreal tocaba y tocaba. Parecía
el Barça. Pero la defensa del Atleti estaba bien pertrechada atrás.
Hasta que se produjo el hueco.
En un saque de banda, ¡un saque de
banda! (parece increíble para una defensa de la fortaleza de la
rojiblanca), Tiago deja pasar al recién entrado Perbet, quien se
topa en un balón dividido con Alderweireld, que decide que es un
buen momento para pegar una patada al aire. El resultado, el francés
se mete hasta línea de fondo y pone el pase de la muerte, donde esta
vez es Juanfran el que se la mete evitando el remate de un
voluntarioso Ikechuwku Uche (1-1).
No me gusta lo poco que he visto al central belga (dos errores de bulto en tres partidos) y no me gusta que Uruguay se llevase con tanto tiempo de antelación a Godín, el Cebolla y Giménez.
SIN TIEMPO PARA REACCIONAR
Quedaban once minutos... y en ese
momento se fulminó mi cuenta atrás. Sólo entonces el Atleti adelantó unos metros y se prodigó en una parcela ofensiva que había
olvidado los 80 minutos precedentes. Sólo entonces los dos equipos
quisieron ganar. Pero ya era demasiado tarde. Y al final no lo hizo
nadie.
El Barça se va a tres, lo que en esta
Liga de los 100 puntos es una distancia considerable, y el Atleti nos quitó una doble ilusión: la de dar un golpe en la mesa ganando en
un estadio de tronío y la de ver líder al equipo, aunque fuera por
un par de horas. En cualquier caso, se va por el buen camino. Ya hay
en la acera de enfrente quien celebra nuestros tropiezos. Aunque sea
un empate en el campo del cuarto.
4 comentarios :
Muy buen articulo, y cuanta razon llevas. Te felicito, sigue asi. Un abrazo atletico.
Muchas gracias! Comentarios como el tuyo animan a seguir escribiendo :) A ver si continuamos en la senda del triunfo.
Un abrazo!
muy buen articulo sigue a si total mente de acuerdo si puedo colgare algo tu yo en la pagina si nos lo permites
http://escuadronrojiblanco.es.tl/
el Atleti debió buscar el segundo como si el primero no hubiera existido. el fútbol esta lleno de ejemplos donde una renta de dos y hasta tres goles (y en el Atleti mas) no son suficientes. pero quien debe marcar la actitud es cholo desde la banda y efectivamente le falto ambición
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