lunes, 11 de noviembre de 2013

Un punto de (falta de) ambición

Eso es lo que consiguió el Atleti, un punto (su primer punto de la temporada, por ser su primer empate), y eso es lo que le faltó al Atleti, un punto de ambición (o tal vez más), por lo que he decidido titular así mi crónica.
Era un partido grande. Posiblemente el más grande que le quedaba al Atleti antes de la gran cita contra el Barça en el Vicente Calderón (vayan apuntando en su calendario: 12 de enero. Última jornada de la primera vuelta).
Hasta entonces deberá viajar a Elche y a Málaga, y recibirá en el Manzanares al Getafe, el Valencia y el Levante (estos dos últimos de forma consecutiva en casa). Con lo que la visita al cuarto clasificado (pese a ser un recién ascendido, parece que los dos últimos años no hayan existido para el equipo amarillo) se antojaba como una auténtica prueba de fuego. Y el Atleti se quemó. No salió ardiendo, pero se quemó.
ADELANTARSE EN EL MINUTO UNO NO FUE BUENO
Parece paradójico, pero gran parte de culpa de la quema a lo bonzo del Atleti la tuvo el adelantarse en el minuto uno...
Juanfran (que sigue haciendo méritos para ser el lateral derecho titular de España en el Mundial) sienta a Cani y pone un centro perfecto al corazón del área chica, donde Mario introduce en propia puerta lo que de lo contrario habría metido Koke (0-1). El Atleti pensó que el trabajo estaba hecho. Pero quedaban 88 minutos...

NI VILLA, NI DIEGO COSTA
Ver a Adrián calentando en el minuto cinco no era buena señal. Quizá la rotura de fibras de Diego Costa que le impedirá debutar con España (qué mala suerte) se la hizo en esos primeros compases. Lesionado o no, el hispano brasileño estuvo desaparecido todo el encuentro, al igual que su pareja de ataque, David Villa. Sólo aparecieron en una jugada entre ambos, mediada la primera parte, que finalizó el asturiano con un zurdazo centrado.

...NI NADIE
En realidad, el Atleti en bloque estuvo desaparecido. Perdió en posesión (66% a 34%), en disparos a portería (16 a 7), en corners (4 a 2, ambos sacados tras el 1-1...), en balones perdidos (94 a 108)...
En lo único que no perdió fue en el marcador, pese a que el Villarreal lo puso todo para evitarlo.
Sólo dos minutos después del 0-1, Cani mandó fuera por poco una buena colada por la derecha del paraguayo Hernán Pérez.

BRUNO DIO UN RECITAL
El que más empeño puso en buscar esa victoria fue Bruno Soriano. El centrocampista castellonense cumplió a rajatabla la expresión “sangre, sudor y lágrimas”, y lució durante todo el choque un aparatoso vendaje tras un choque de cabezas con Raúl García.
Dice Marcelino que es una injusticia que Bruno no vaya a la selección. Si todos los partidos juega así, sin duda lo es. El fino mediocentro dio un recital con su zurda en la franja ancha, e incluso estuvo a punto de empatar él mismo en una falta directa que salvó Courtois.

Cuando más apretó el Villarreal fue en la recta final del primer acto, donde acumuló tres ocasiones en sólo cinco minutos. Mario y Pina no encontraron portería por poco, mientras que a la tercera Miranda cortó en área chica una preciosa triangulación amarilla entrando en paredes hasta la cocina.
El Atleti sufría, aunque no en exceso, pero estaba claro que el guión incluía el papel protagonista para el Villarreal.

UN ÚNICO DOMINADOR
Y así transcurrió todo el segundo acto. Suelen decir que en el fútbol lo más normal es que marque quien tiene el balón. Y como el balón era amarillo, y de los amarillos, me pasé toda la segunda parte iniciando una cuenta atrás. “Queda media hora; quedan 25 minutos; quedan 20 minutos...”, me repetía intentando mentalizarme de que el triunfo estaba más cerca...
En esos minutos, la más clara la tuvo Jonathan Pereira, quien tras una buena maniobra la cruzó fuera por poco.
El Villarreal tocaba y tocaba. Parecía el Barça. Pero la defensa del Atleti estaba bien pertrechada atrás. Hasta que se produjo el hueco.
En un saque de banda, ¡un saque de banda! (parece increíble para una defensa de la fortaleza de la rojiblanca), Tiago deja pasar al recién entrado Perbet, quien se topa en un balón dividido con Alderweireld, que decide que es un buen momento para pegar una patada al aire. El resultado, el francés se mete hasta línea de fondo y pone el pase de la muerte, donde esta vez es Juanfran el que se la mete evitando el remate de un voluntarioso Ikechuwku Uche (1-1).
No me gusta lo poco que he visto al central belga (dos errores de bulto en tres partidos) y no me gusta que Uruguay se llevase con tanto tiempo de antelación a Godín, el Cebolla y Giménez.

SIN TIEMPO PARA REACCIONAR
Quedaban once minutos... y en ese momento se fulminó mi cuenta atrás. Sólo entonces el Atleti adelantó unos metros y se prodigó en una parcela ofensiva que había olvidado los 80 minutos precedentes. Sólo entonces los dos equipos quisieron ganar. Pero ya era demasiado tarde. Y al final no lo hizo nadie.
El Barça se va a tres, lo que en esta Liga de los 100 puntos es una distancia considerable, y el Atleti nos quitó una doble ilusión: la de dar un golpe en la mesa ganando en un estadio de tronío y la de ver líder al equipo, aunque fuera por un par de horas. En cualquier caso, se va por el buen camino. Ya hay en la acera de enfrente quien celebra nuestros tropiezos. Aunque sea un empate en el campo del cuarto.

4 comentarios :

Cardetti dijo...

Muy buen articulo, y cuanta razon llevas. Te felicito, sigue asi. Un abrazo atletico.

Jose I. Fernández dijo...

Muchas gracias! Comentarios como el tuyo animan a seguir escribiendo :) A ver si continuamos en la senda del triunfo.

Un abrazo!

Unknown dijo...

muy buen articulo sigue a si total mente de acuerdo si puedo colgare algo tu yo en la pagina si nos lo permites
http://escuadronrojiblanco.es.tl/

Anónimo dijo...

el Atleti debió buscar el segundo como si el primero no hubiera existido. el fútbol esta lleno de ejemplos donde una renta de dos y hasta tres goles (y en el Atleti mas) no son suficientes. pero quien debe marcar la actitud es cholo desde la banda y efectivamente le falto ambición