Goles: Messi, Luis Suárez; Koke.
Hay muchas
ocasiones en la vida en las que es difícil mantener el orgullo cuando pierdes
algo que quieres. Hay momentos donde la derrota humilla, donde uno se rebaja o donde
se pierden los papeles. Por desgracia hay instantes en los que nos degradamos
con tal de agarrarnos a aquello que queremos alcanzar y es difícil mantener la
cabeza alta.
DOS MALAS
DECISIONES QUE SE HAN PAGADO MUY CARAS...
El sábado éste
no fue el caso del Atlético de Madrid. El equipo colchonero tomó principalmente
dos malas decisiones a lo largo del partido que puede que tenga que pagar
durante toda la Liga... (el plantillazo de Filipe, que quizá en otros casos -o
equipos- podría haberse saldado con amarilla... y la entrada a destiempo de
Godín que le supuso la segunda amarilla)
UN COMIENZO
PRECIOSO
El comienzo
de la película fue precioso. El Atleti salió presionando al Barça hasta su propia
área, con Griezmann y Carrasco corriendo como leones para iniciar la presión. A
los dos minutos Saúl ya obligó a volar a Bravo con una preciosa rosca a la
escuadra, y a los diez Koke puso el 0-1. Gran internada por la derecha del propio
Saúl (dejando literalmente tirado a Jordi Alba) y centro al corazón del área
que llega a Koke, solo, quien bate a Bravo de primeras. La ilusión se disparaba
hasta las cotas más altas y todo parecía posible. El castillo del sueño por la
Liga reinaba en todo lo alto.
La presión
alta impedía al Barça tocar, los rojiblancos se anticipaban en la mayoría de
las acciones, Messi llegó a recibir en alguna ocasión rodeado de hasta cuatro contrarios,
y Carrasco y Augusto volvieron a probar suerte desde fuera del área sin que
Oblak ni siquiera viera al balón rondar por su área. "Estaría bien que el
Atleti marcara el segundo, porque el Barça, como siempre, acabará
despertando", le comenté a mi amigo Rodri, culé para más señas, con quien
vi el partido. Y despertó.
EN UN
INSTANTE, SE DERRUMBA EL CASTILLO
Tras 25
minutos primorosos, el Barça aumentó el empuje y el Atleti dio un par de pasos
atrás. Primero fue Luis Suárez el que probó a Oblak con un latigazo, y sólo un
minuto después (a la media hora) Messi colocaba el empate con un disparo ajustado
al palo (1-1) tras asistencia de Jordi Alba que Giménez no supo cortar (fue muy
fácil al suelo).
El empate no
era malo. Lo habría firmado al inicio con los ojos cerrados. Pero duró poco. A
los 38, un pase largo de Alves desde medio campo lo protege Luis Suárez, al que
su compatriota Giménez da una excesiva e incomprensible ventaja, y el charrúa
deja correr la pelota para cruzársela a un Oblak que quizá en esta sí pudo
hacer algo más (2-1). En sólo ocho minutos se había ido al traste el trabajo
magnífico de la primera media hora. Un inicio perfecto, inmaculado, se desvanecía
en dos mazazos. El castillo se derrumbaba. Pero lo peor aún estaba por llegar.
Al borde del descanso, el plantillazo de Filipe condenaba al Atleti y al
partido. Una segunda parte con diez en el Camp Nou parecía la sentencia de
muerte. Pero no fue así.
EL ATLETI
TAMBIÉN FUE MEJOR CON DIEZ
Los del
Cholo saltaron al segundo acto como si nada hubiese pasado. Seguían presionando
arriba con un Carrasco estelar. Primero hizo una jugada en la que casi se va de
cuatro (sombrero a Iniesta incluido) y luego sacó un centro perfecto que
Griezmann remata con la puntera de la bota y Bravo, de forma milagrosa, hace
honor a su apellido y saca con el pie derecho. Un paradón, pero, en honor a la
verdad, se la encuentra. Cuando vi que Griezmann conectaba el remate (que
parecía imposible) salté del sofá convencido del gol. Pero no entró. Y el
Atleti no se vería en otra igual. Pese a estar en inferioridad respecto a su
rival, los colchoneros daban más. Era el mejor partido de Augusto como
rojiblanco, Juanfran taladraba por la derecha, Koke mandaba, Saúl pletórico de
fuerza y de clase, Carrasco (repito) en plan estrella, y Griezmann apareciendo
constantemente... Corría el minuto 62 de partido cuando el Camp Nou comenzó a
pitar a su equipo. El Atleti estaba más fuerte y dominaba a los suyos con un
hombre menos... Pero ya con dos...
CON NUEVE,
UN IMPOSIBLE
En el 64, Godín
va al suelo a un balón sin peligro que Luis Suárez controlaba en línea de fondo
en dirección al córner y hace una entrada a destiempo que le cuesta la segunda amarilla.
Ahora sí, el Atleti estaba muerto. Pero se mantuvo de pie.
En 25
minutos contra nueve el Barça sólo fue capaz de hacer intervenir a Oblak en una
ocasión (precisamente la falta sobre Luis Suárez, que tiró directa Messi), y
apenas sacar dos "huys" en sendos disparos demasiado cruzados de Arda
y de Alves.
EL ORGULLO,
EN TODO LO ALTO
Por el
contrario, el Atlético de Madrid todavía dio varias muestras de carácter y
orgullo hasta el final. En el minuto 70 Juanfran y Saúl presionaron al propio
Claudio Bravo en una jugada ofensiva y en el minuto 90 el Camp Nou aún tuvo que
contener la respiración en una falta lateral que llegó a ser rematada por Giménez y en la
que incluso subió Oblak...
Fue emocionante
ver al Atleti morir con cuatro de sus ocho hombres de campo presionando al
Barça en su propia mitad del terreno... Pero así es este Atleti del Cholo:
lucha hasta el último aliento. Mientras haya la más mínima esperanza, pelea por
alcanzar su meta.
Creo
sinceramente que la Liga está perdida. Si el Barça gana en El Molinón serán
seis puntos y el goal average. Pero el orgullo está intacto. Y también estoy
convencido de que agarrado a ese orgullo el Atleti luchará hasta el último
suspiro (como hizo este sábado) para volver a levantar ese castillo de ilusión
por la Liga. Si nos dejan (no recuerdo un Madrid-Barça en el que ninguno de los
dos se quedara con nueve... Por mucho que las expulsiones pudieran ser justas)
todavía se puede seguir luchando por un sueño que durante varios meses ha sido
muy muy intenso.
2 comentarios :
Jose I. genial, como siempre. Eso sí, yo aún no doy nada por perdido. (La copa si, por supuesto). Pero el resto, si se cree y se trabaja, se puede....
Buen texto. Pero opino como Lidia. No se ha perdido la Liga. Esta más difícil, sí. Pero el Barça tiene que pinchar algún partido y a nosotros, tras este arreón que tenemos ahora, nos vienen después los partidos más "asequibles". Lo único que veo negativo ahora es que tras la marcha de Jackson no tengamos un delantero de repuesto. Tenemos menos efectivos y eso se puede notar con el paso de las jornadas. No es que se quedase Jackson (el pobre no ha cuajado, la verdad), pero en el mercado invernal deberíamos de haber buscado un delantero de garantías.
La Liga comienza este sábado donde tenemos que ganar al Eibar. Y hay que ir mentalizándose ya de los asaltos al Bernabeu y la Champions. Todo está la vuelta de la esquina
Publicar un comentario