Como hacía apenas tres meses y medio, el Atlético de Madrid volvió a organizar un recorrido por las calles de Madrid con la Catedral de la Almudena, la sede de la Comunidad (Sol), el Ayuntamiento de Madrid y la fuente de Neptuno como puntos cardinales.
A las 17:30 los medios estábamos citados en el Vicente Calderón y me encontraba entre los “veteranos” que habían podido vivir la celebración de la UEFA y ya conocía sus peculiaridades.
Había incluso más periodistas que en aquella ocasión, algo extraño por tratarse de un título menor que aquel, lo que podía comprobarse por la inferior presencia de aficionados.
La hora pactada para el inicio del “tour”, las 18:00 horas, horario que no se cumplió desde el inicio, ya que el autobús de los futbolistas no abandonó el estadio hasta bien pasadas las seis y media.
Otro detalle, el vehículo era cubierto y con lunas oscuras, en contraste con el bus descapotable de la otra ocasión, algo más razonable y vistoso para una cita como ésta, tanto para aficionados como para futbolistas (ellos también disfrutan de la fiesta).
La primera parada, como entonces, es la Catedral de la Almudena, donde uno de los clérigos se confiesa seguidor colchonero y relata cómo había disfrutado en compañía de familiares y amigos del triunfo sobre el Inter y el 4-0 al Sporting.
Tras ofrecer el título a la Virgen, comienza la primera caza de testimonios. Con algunas ausencias notables en la comitiva (Agüero, De Gea, Domínguez y Tiago), mi primera presa es Diego Godín, una persona encantadora.
El defensa uruguayo se confiesa “sin palabras” ante la magnitud del club colchonero y su afición y decidido “a disfrutar de esta fiesta”. Quita importancia a ser el único fichaje titular hasta la fecha -”La idea es venir a aportar cada uno el máximo, su granito de arena, para seguir sumando a este gran equipo que ya tenían el año pasado y a este gran grupo humano”-, y se muestra encantado de contar con un anfitrión de la talla de Forlán: “Es impresionante, hace lo más difícil, que es seguir manteniéndose a un gran nivel y por algo es de los mejores del mundo”.
Tras las primeras carreras y empujones ponemos rumbo a Sol, donde Esperanza Aguirre, esta vez sin bufanda rojiblanca, espera a los jugadores atléticos.
"MI MINUTO DE GLORIA"A la bajada del autobús soy el primero en parar a Antonio López, el capitán, que porta la Copa, y responde a mis preguntas ante las cámaras de Madrid Directo (mis entrevistas eran para informativos), lo que provoca que mi compañero Fernando Timón mencione mi nombre, aunque la otra presentadora (que no me conoce) se apresura a decir que soy de Onda Madrid... No me importaría, pero de momento no.
El canterano, una vez más uno de los más felices en la celebración, se congratula por “poder brindar a toda esta gente otro título en apenas cuatro meses”. “El recibimiento es siempre increíble, los atléticos son de corazón y se demuestra una vez más”, asegura, aunque no se moja ante la posibilidad de volver a final de temporada: “Vamos a estar tranquilos y a disfrutar de ésta”.
Después intento parar a Filipe Luis, que no parece estar todavía demasiado integrado y me contesta que no sabe si puede hablar, cuando todos sus compañeros estaban haciéndolo, le insisto...
BUEN AMBIENTE EN LA PLANTILLA
José Antonio Reyes es de los más risueños, se siente protagonista y habla de sus posibilidades de volver a la selección: “Espero que mi nombre esté algún día en esa lista si sigo al nivel que estoy ahora”.
Y confiesa una de las claves del éxito de este equipo, mientras Camacho le estampa una palmadita en plena cara, que termina en mi micrófono: “La verdad es que el ambiente de la plantilla también es impresionante y eso es importante”.
En la subida al balcón de Sol me cruzo con Perea, al que tengo un cariño especial por todo lo que ha sufrido en este equipo. “Pasar malos momentos son cosas normales en el fútbol. Pero ahora esto sí que es bonito, poder ofrecerle una competición a toda la gente”.
Y le pregunto por el guiño que le había hecho minutos antes Enrique Cerezo en su discurso, que manifiesta que “hay un jugador de color que al final va resultar que no es tan malo”. “Tengo una gran amistad con el presidente, de parte de la directiva y de toda la gente hay un cariño especial hacia mí, igual que de mí hacia ellos. Y hoy es un momento de disfrutar, de alegría y de pasarlo bien. Este triunfo es para ellos”, confiesa.
TRABAS Y FALTAS DE EDUCACIÓN
Y entonces comienzan los problemas. Las restricciones son mayores que en la primera fiesta. Se ve que con la experiencia los “organizadores” del acto se malean. “Aquí no se puede parar”, “ahora no pueden hablar”, “a esta zona no se puede entrar”...
Y parece que los únicos maleados no son los organizadores... Cuando llegan al libro de firmas, me acerco a Simao (con el que había compartido algunas palabras fuera de cámara en la celebración de la UEFA) y le pido que nos atienda a un par de preguntas. “No”, me responde. Medio minuto, para Telemadrid, le insisto. “No”, vuelve a contestarme. Sólo es un momento, le reitero algo perplejo. “Si te he dicho que no dos veces, por qué te voy a decir que sí la tercera...”, me responde cortante, ante mi estupefacción.
Para alguien que unas horas antes había estado aplaudiendo su golazo en el Calderón ante el Sporting, fue un tanto chocante. Y más teniendo en cuenta que es uno de los capitanes, y debería dar ejemplo. Pero supongo que son muchos los casos de este tipo en este mundo...
En su descargo debo reconocer que, ya en Neptuno, volví a intentarlo (más por la petición de mi cámara. De ser por mí habría pasado...) y Simao accedió a responder con la mejor de las sonrisas tras un “Ahora sí, amigo, ahora sí”. Todavía ahora no comprendo muy bien el cambio de actitud. Quizá Simao padece algún tipo de trastorno bipolar...
La única pregunta que se salió del guión fue si estaría deseando renovar para celebrar más títulos en Neptuno, a lo que me respondió que estaba “muy tranquilo...”.
A la salida de la sede de la Comunidad me encuentro con que el autobús de la prensa se acaba de ir sin nosotros (quedamos algunos compañeros rezagados más), así que nos toca ir andando hasta el Ayuntamiento, al lado de Cibeles (menos mal que no tocaba volverse al Calderón...).
CRISTIANO UJFALUSILa tardanza valió la pena, porque en la puerta de la Comunidad paro a Ujfalusi, al que le digo que sus subidas por banda de este año están recordando a Cristiano Ronaldo, con quien ya le comparó el año pasado Lotina. “No, amigo, no -me responde entre risas dándome una palmadita-. Me encuentro muy bien físicamente y he empezado bien la temporada, pero como todo el equipo”.
Tras la caminata llego al Ayuntamiento de Madrid (¡Antes que el bus del Atleti!), donde hablo con Quique. Oyéndole, sinceramente uno cree que ha conectado plenamente con nuestros colores: “Es fácil sintonizar con esta gente, con este sentimiento, y con personas tan amables y tan agradecidas”.
Arriba, Gallardón recuerda que, “aunque no pudieron volver una semana después con la Copa del Rey, han vuelto a visitarnos en poco tiempo” (¡Qué lástima aquella Copa!) y se pone la camiseta rojiblanca de la que le hace entrega Cerezo, asegurando que “es la primera vez que me pongo la camiseta de un equipo”. DEMASIADO RETRASO Y APARICIONES "POR CUMPLIR"
Con un enorme retraso acumulado, la “actuación” de Antonio López y compañía en el escenario dura demasiado poco para un público ansioso de disfrutar con sus ídolos. Apenas un par de peticiones al camarero: “¡Una de atún claro! ¡¿Una de atún claro?! ¡Atún claaaaaroooo me sientooooo seguroooo…!” y “¡Una de pan Bimbo en lata! ¡¿Una de pan Bimbo en lata?! ¡Pan Bimbo en lata, papi morena...!”.
Y en Neptuno, más de lo mismo. Antes tres mil o cuatro mil personas, muy jóvenes en su mayoría, Forlán y compañía se limitan a botar un poquito, mostrar la Copa, y dar una pequeña vuelta de honor. Ni la bufanda se pudo colocar a Neptuno, “por razones de seguridad”... ¿Qué pasa, que en mayo el tridente estaba menos afilado?
El uruguayo, con la Supercopa en los brazos, se confiesa “muy feliz” de poder portar ese trofeo, y asegura sentirse orgulloso porque el cariño que recibe de la gente es “siempre muy fuerte”.
En vez de mejorar con el tiempo, la organización de esta segunda fiesta dejó mucho que desear respecto a la primera. Aunque firmo donde haga falta que en pocas fechas tengan una nueva oportunidad de enmendar la plana con un nuevo título que festejar. Aunque vuelvan a complicar las cosas más de la cuenta.
lunes, 6 de septiembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
6 comentarios :
Guapísima entrada la tuya, José Ignacio. Está sí que me ha encantado (mientras no hables de Don Fernando Torres, siempre es un placer leerte, de hecho :-PP).
Lo que no entiendo es que yo me tragué toda la puta ceremonia a través de Telemandril, y no te ví, joder (o no caigo quién eras ahora mismo). ¿Cuándo intentaste hablar con Luis Filipe estaba la conexión en directo? Es que ese detalle sí que me suena haberlo visto. En fin. Ya estaré más al loro la próxima vez.
Un abrazo.
Muy bueno! Marta
A ver si puedes subir los videos!!!
Pues José, solo desearte que esto sea el inicio de una bonita etapa profesional en tu carrera.
Veo que disfrutas haciendo tu trabajo y eso es lo importante.
Un saludo
Nunca me han gustado estos tipos de actos. La verdadera celebración debe ser en nuestra casa, el CAlderón. La mejor fiesta atlética que he vivido fue en el Calderón tras ganar la Liga del 96. un abrazo.
Muy bueno, menuda tu suerte. Felicidades!
Y lo de Simao, no me sorprende. Se lo tiene demasiado creído. Vaya ejemplo...
Saludos desde La Escuadra de Mago
Publicar un comentario