Con esta contundente e hiriente frase me despachaba uno de mis mejores amigos madridistas, Mario, después de perder el tercer derbi de la temporada (0-1 en la vuelta de Copa) sin tan siquiera plantar batalla.
Ha pasado ya más de una semana, pero el calendario ha querido que, igual que en la previa apenas se habló del derbi (hasta el jueves se comentaba todavía el Real Madrid-Olympique de Lyon), el pospartido para los atléticos se nos va a alargar, al menos (y si no hay vergonzosa huelga de por medio), dos semanas.
Este año ha sido el del definitivo punto de inflexión. El del despertar para los atléticos. El de ser conscientes de que si cada doble cita anual ante los vecinos ricos acaba de manera amarga, ya durante once años, no es por mala fortuna, por los dioses, por los árbitros, porque éste sea nuestro particular día de la marmota o, si me apuran, ni siquiera por el factor psicológico que para muchos (entre los que me incluyo) declina la balanza en nuestra contra desde antes del minuto uno.
Si el Atlético de Madrid cada año es incapaz de vencer el derbi antaño conocido como “de máxima rivalidad regional” es porque las diferencias entre uno y otro se han hecho ya insalvables.
CUATRO DERBIS EN UN AÑO, DEMASIADOS...
Han tenido que pasar once años y una ración doble de derbis para que nos hayamos dado cuenta. Cuatro Madrid-Atleti en una misma temporada (tres en apenas dos meses) han sido demasiados para todos. Sobre todo para los atléticos. Cero victorias y cuatro derrotas. Ocho goles en contra y apenas dos a favor, ambos protagonizados por el único jugador capaz de estar a la altura en estos choques (el primero lo anotó Forlán, pero tras jugada del Kun).
FERNANDO TORRES: “SON SEIS PUNTOS MÁS...”
La semana pasada coincidí con Fernando Torres en un acto en Fuenlabrada, en el que le pregunté si pensaba que antes de que volviera al Atleti (si vuelve, de aquí a cinco años) los rojiblancos serían capaces de volver a ganar un derbi. “Seguro”, me contestó. “¿Seguro?”, le repregunté asombrado por la convicción de su respuesta. “Seguro”, repitió.
Entonces, le cuestioné sobre qué explicación encontraba a que desde que él marcara su único gol a los blancos (temporada 2006-07) el Real Madrid se haya adelantado siempre en el Vicente Calderón antes del minuto diez.
Fernando lo atribuyó a “una mala racha”, “equipos que se te dan bien y otros mal”, recordó que la última victoria se produjo el año del descenso “con lo que no quiere decir nada”, y terminó sentenciando que al final “son tres puntos o seis puntos más”...
No es por meterle palos a Fernando Torres, que he de reconocer que cada vez que coincido con él me hace más difícil guardarle rencor por su marcha, pero que el máximo exponente de la cantera colchonera en la última década te diga que “son tres puntos o seis puntos más” puede empezar a explicar el porqué de tantas derrotas acumuladas.
Y no por una cuestión de mentalidad, ya que no creo que ni él mismo lo piense, sino porque esta respuesta es ya un “escudo protector” que el atlético levanta para intentar minimizar estas derrotas. Una defensa, una excusa, una contestación tan autómata como la de que “seguro” que ganamos un derbi en los próximos cinco años (tampoco creo que esté convencido de ello, porque no lo creemos ningún atlético).
RECUERDO CUANDO ERA NIÑO
Su respuesta me recordó a la del niño que fui (que fuimos) cuando nos defendíamos de los ataques de la mayoría de niños madridistas, amparados entonces en muchos más argumentos a nuestro favor que ahora.
En aquella época, cuando el Atleti ganaba Copas del Rey al Real Madrid en su propio estadio (¿Cuánto tiempo vamos a estar acordándonos de ese 1992 como nuestra última gran gesta en un derbi?) recuerdo un 1-1 en el Vicente Calderón en la temporada 1992-93 (goles de Sabas y Zamorano) en el que al finalizar el encuentro uno de mis tíos me dijo: “Bueno, hemos ganado nosotros porque era en vuestro campo”.
¿Se imaginan eso ahora? Cuando hace dos temporadas Simao empató en el minuto 90 (antes del famoso penalti de Heitinga a Drenthe) y el estadio lo celebró como si hubiéramos ganado la Copa de Europa...
Eran tiempos en los que el derbi era sólo el Madrid-Atleti, no como ahora, que ya se habla de derbi también con el Madrid-Barça (hasta el nbonbre nos han quitado...).
UN EQUIPO EN RECOMPOSICIÓN...
En esos años, el Atleti entró en un periodo de recomposición. Se fueron nuestras últimas grandes estrellas (Futre, Schuster...), otras estaban en el ocaso de su carrera (Manolo, Abel, Juanito...), y el germen del Atleti del Doblete se estaba forjando.
Pero en esa plantilla todavía había el orgullo de ser atlético, el carácter ganador de ese equipo acostumbrado a competir de poder a poder con Madrid y Barça, que hacía que todavía se protagonizaran machadas épicas como aquella remontada 4-3 al Dream Team tras un 0-3 al descanso...
Aquel día el Atleti formó con Diego; Quevedo, López, Solozabal, Pedro; Caminero, Juanito, Manolo, Pirri; Luis García y Kosecki.
Un equipo sin duda muy inferior al formado por Zubizarreta; Ferrer, Koeman, Goicoechea; Eusebio, Guardiola, Baquero, Amor; Beguiristain, Romario, Laudrup.
Un equipo que sólo unos meses antes venía de caer ante los de Cruyff en octavos de Copa del Rey por 0-5 (Laudrup (2), Beguiristain, Julio Salinas y Witschge) y 6-0 (Vucevic (2), Beguiristain, Julio Salinas, Ferrer y Óscar), pero que esa noche en el Vicente Calderón sacó el orgullo y transformó lo que iba camino de una nueva humillación en una noche memorable.
...PERO AÚN SE TRANSMITÍA EL ORGULLO ATLÉTICO
Todavía recuerdo nítidamente, pese a que sólo era un niño, la imagen de Juanito y Manolo abrazándose en el suelo, tirados en el medio campo, después de que Caminero acabara de marcar el gol que consumaba la remontada. Ese tinerfeño (cuatro años de rojiblanco), abrazado a ese cacereño (siete temporadas en el Manzanares) habían aprendido lo que era el Atlético de Madrid de gente como Juan Carlos Arteche, Roberto Simón Marina, Tomás Reñones, Julio Prieto, Abel Resino... que a su vez se lo habían transmitido a Juan Sabas, Alfredo Santaelena, Roberto Solozabal, Juanma López, Toni Muñoz...
Gente de la casa, que aunque quizá eran más limitados técnicamente que las estrellas de Real Madrid y Barcelona, peleaban cada año contra ellos y vendían cara su derrota.
Esos fueron los últimos años en los que el espíritu del gran Atlético de Madrid todavía impregnaba las paredes de los vestuarios del Vicente Calderón. El Doblete fueron sus últimos frutos y después la nada...
YA NO QUEDA NADA...
La tragedia del descenso y, desde entonces, jugadores de lo más variopinto han vestido esta camiseta (Wicky, Carreras, el Pato Sosa, Richard Nuñez, Zahinos...) o han portado el brazalete (Pablo Ibáñez, Juan Valera...). Mercenarios convertidos en capitanes (Maxi, Simao, Forlán...) que abandonarán el barco los primeros dejando que dentro se pudran las ratas.
Unas ratas que siempre lo llenarán hasta que se hunda el último cimiento. Unas ratas que, según un último estudio, cumplen el siguiente perfil: varón, veinteañero y de clase media.
Yo cumplo ese perfil, aunque por poco tiempo, ya que en breve entraré en la treintena. Gracias a ello he podido vivir la Copa del 91, la citada Copa del 92 en el Bernabéu, la remontada al Dream Team en el 93, el Doblete del 96...
Los veinteañeros de hoy apenas habían nacido en las primeras citas, y eran niños en el Doblete. Para ellos, ganar al Real Madrid es un vago recuerdo de cuando aún vestían pantalón corto y jugaban en los columpios.
Perder ante el Real Madrid es lo normal, ganar un título algo que sólo se repite cada muchos años, competir por una Liga, una quimera, y quedar cuartos, un puesto a celebrar...
Dentro de poco, se acostumbrarán a que sus estrellas "deben marcharse para crecer", que sus canteranos amarán al club desde fuera, mientras triunfan en Europa, y que cada futbolista que firme por nuestro equipo lo hará con el objetivo de que “si lo hago bien, las ofertas de los grandes clubes seguirán llegando”, Godín dixit.
Y aprenderán de sus compañeros de butaca que cuando viene el antes conocido como “eterno rival”, es la oportunidad de gritar al viento nuestras miserias y hacer públicos y manifiestos nuestros complejos. Al fin y al cabo, “eres un mono, Marcelo, eres un mono”...
martes, 29 de marzo de 2011
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4 comentarios :
Hola José, la verdad es que es una pena ver como el Atlético de Madrid cada vez es más pequeño. Parecemos un Racing de la vida cuando jugamos con los vecinos, casi dependemos de que ellos salgan empanados y nosotros por arte de mágia hagamos el partido de nuestras vidas. Por desgracia el vecino no sale despistado, porque su afición se lo tiene prohibido y nosotros hace años que no jugamos a nada.
Ya no es ganar al vecino, sino que cada vez hay más equipos que nos miran por encima del hombro, equipos como el Villarreal, ya ves tú, un equipo de pueblo.
Me da pena por lo chavales de 20 años, todos los lunes post-derbi han ido al cole con la cabeza baja, sin argumentos con los que defenderse, por los menos nostros que ya tenemos casi 30 años hemos ido con la cabeza alta, bien por alguna victoria o si se perdía era dando la cara.
Hasta que no se vayan los Gil veo chungo ganar al vecino y estar peleando por grandes cosas. La plantilla no da para más, el 50% del plantel es mediocre y hacen falta refuerzos de nivel que no van a llegar y ya para colmo quieren hacer caja con De Gea y ya veremos si con el Kun también, que ya me dirás como cojones vamos a aspirar a algo. Y los fichajes que suenan como recambios es para acojonarte y cagarte patas abajo (Bobo, Chelo Delgado , Mantovani, Alfamitano, etc...madre mía) En vez de Hazard, Nuri Sahin, etc...que chungo lo veo amigo Jose.
A ver si en las proximas semanas con las manifestaciones se consigue algo, la verdad es que esta temporada es un calvario como campañas anteriores, pero joder, es que todavía faltan meses para que empiece la próxima Liga y ya estoy desilucionado porque la cosa huele a nuevo fracaso.
Un saludo
Pues sí, somos muy inferiores y si las cosas siguen así lo seguiremos siendo. El Atleti hace tiempo que no es un grande y aunque me duela no creo que lo vuelva a ser, mucho tendría que cambiar todo, lo primero la liga en general y luego los de arriba. Asi que a esperar o a pasar del tema que me parece que yo es lo que voy a hacer :(
un beso
tronco, me encanta lo de indi y sus dedos como manojos de cipotes. como comprobarás, me pediste que leyese tu crónica y lo he hecho. sin embargo, no te pediré una botella, nuestra moneda habitual, por ello
y con respecto al contenido, si algo nos han enseñado tantos años de desvelo futbolístico es que el fútbol es enormemente mutable y relativo. objetivamente, el atleti tenía peor equipo que el madrid el año pasado y ganó dos títulos y llegó a tres finales. objetivamente, el madrid de capello y de schuster era netamente inferior a aquel barça y le ganó dos ligas
conclusión? el año que viene puede volver a saltar vuestra liebre. ahora, de ganarnos nada de nada
MARIO
Después de mcuho tiempo me he vuelto a enganchar a tu blog... la verdad sigues haciendolo estupendamente, supongo que sabrás quien soy... jejeje =)
Los koke y compañía son los que valen, los que nos volverán hacernos grandes y frente al Madrid poder ganarles, valió más el cambio de juego de Koke espectacular en el derby que el resto de juego del Atleti... el futuro y la llave está en la cantera, yo creo en ellos porque son del Atleti de verdad, quiero madrileños, quiero españoles, nada de fuera malo y vulgar. Un fuerte abrazo.
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